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Cómo evitar resfríos ¡y cosas peores! Consejos y pautas para jugadores y entrenadores Generalmente, las infecciones del tracto respiratorio superior (que incluye las vías respiratorias, los pulmones, los senos y los oídos) son causadas por un virus; sin embargo, en algunos casos pueden ser causadas por bacterias. Una misma persona puede contagiarse al recibir estos intrusos indeseados y también transmitirlos. Esto quiere decir que debe prestarse igual atención a las medidas preventivas para impedir la transmisión de virus y bacterias de uno hacia otras personas y viceversa. La regla de oro consiste en aplicar, al estar en contacto con otras personas, el mismo estándar de higiene que quisiera que los demás apliquen con uno. La lista a continuación resume algunas medidas de prevención y pautas prácticas sobre cómo protegerse contra infecciones en general e infecciones del tracto respiratorio superior; por ejemplo, resfrío, dolor de garganta, tos, neumonía y otras: 1. Asegúrese de estar al día con las vacunas necesarias para el lugar en el que reside y en caso de viaje. Si tiene dudas, consulte a su médico o especialista. 2. Minimice el contacto con gente enferma, animales y objetos que puedan ser portadores de virus o bacterias que transmiten enfermedades. 3. Aléjese de las personas cuando tosen, estornudan o les “gotea la nariz”. 4. Los teclados, los teléfonos, los picaportes y las canillas son utilizados por mucha gente y pueden transportar virus y bacterias. Un apretón de manos es una forma frecuente de transmisión. Por ello, asegúrese de lavarse las manos con frecuencia, antes de las comidas y luego de estar en contacto con material o personas que puedan ser portadoras de virus o bacterias. 5. Utilice toallas de papel desechables y límite el contacto de la mano con la boca/nariz cuando tenga síntomas típicos como estornudos, dolor de garganta, cuando le gotee la nariz, etc. 6. Aísle rápidamente a los miembros del equipo que presenten estos síntomas y retire a su compañero/a de cuarto. 7. No utilice cantimploras, vasos, vajilla, etc. de otras personas. 8. Utilice ropa de abrigo adecuada, y evite tomar y permanecer con frío y húmedo luego de hacer ejercicio físico. 9. Proteja las vías respiratorias superiores e inferiores de la exposición directa al aire frío y seco durante un ejercicio físico extenuante utilizando una bufanda o máscara facial, etc. en temperaturas inferiores a -15º C. 10. Realice rutinas de recuperación eficaces, incluida una nutrición y rehidratación adecuadas. Una sesión de ejercicio intensa reduce por un corto período la función inmunológica al abrir una ventana para que las infecciones se acentúen. El descanso, los fluidos y la comida ayudan a restaurar rápidamente la función inmunológica. Pautas para realizar ejercicio físico en presencia de una infección del tracto respiratorio: Primer día de la enfermedad: • Reduzca o suspenda ejercicios extenuantes o competencias cuando presente síntomas de infección respiratoria, tales como dolor de garganta o tos, congestión o goteo de nariz. Muchas personas consideran que si los síntomas se encuentran “por encima del cuello”, se puede continuar realizando una actividad suave. • Reduzca o suspenda toda actividad física cuando tenga otros síntomas, tales como dolor muscular o de articulaciones, dolor de cabeza, fiebre y sensación de decaimiento generalizada. Estos síntomas se ubican por “debajo del cuello”, por lo que debe suspenderse la actividad física. • Beba mucho líquido; utilice siempre un vaso limpio. Evite tomar frío o mojarse, y minimice las tensiones cotidianas. • Considere someterse a un tratamiento tópico sintomático con drenaje nasal. Considere el uso de descongestionantes y analgésicos si tiene fiebre. • Dé aviso de su enfermedad al médico del equipo o al personal de salud, y manténgase alejado de otros atletas si forma parte de un equipo que se entrena o viaja en grupo. Segundo día: • No realice ejercicio físico si tiene fiebre (temperatura superior a 37,5-38°C) o aumenta la tos. • Si no presenta fiebre ni decaimiento y no aparecen síntomas “por encima del cuello”, puede realizar actividad física leve (pulso < 120 latidos/min.) hasta 30-45 minutos. En invierno, hágalo en interiores. Es mejor hacer ejercicio solo. Tercer día: • Si aún presenta fiebre y síntomas de infección respiratoria, consulte a su médico (personal o el del equipo). • Si no presenta fiebre ni decaimiento y no se agravan los síntomas iniciales, puede realizar actividad física moderada (pulso < 150 latidos/min.) hasta 45-60 minutos. En invierno, hágalo en interiores. Es mejor hacer ejercicio solo. Cuarto día: • Si no se alivian los síntomas, no intente hacer actividad física y consulte al médico. • Si es el primer día en que notó una mejoría, siga las pautas para “retomar la actividad física” que se muestran a continuación. Pautas para retomar la actividad física luego de una infección respiratoria: 1. Asegúrese de tener un día completo sin fiebre y que se produzca una disminución de los síntomas de la infección antes de retomar la actividad física. 2. Observe la reacción del cuerpo a la primera sesión de ejercicio antes de comenzar una nueva sesión al día siguiente. 3. Suspenda el ejercicio físico y consulte a su médico si sufre un nuevo episodio de fiebre o los síntomas iniciales se agravan, perdura la tos o tiene dificultades respiratorias al realizar ejercicio. 4. Destine la misma cantidad de días para retomar gradualmente la actividad normal que los días en que no realizó actividad física debido a su enfermedad. 5. Observe con atención su tolerancia al aumento de intensidad del ejercicio. Tómese un día libre si no se recupera satisfactoriamente. 6. Utilice ropa de abrigo adecuada y protección especial contra el aire frío para sus vías respiratorias cuando realice actividad física a menos de -10º C la primera semana luego de una infección respiratoria.