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Eucaristía del comienzo de la Misión en la Parroquia Canto de entrada Monición de entrada Hermanos, con gozo comenzamos en nuestra parroquia la Misión. Hemos estado preparándola con ilusión y esperanza para que sea un acontecimiento de gracia, donde la Buena Noticia del Evangelio alcance a cada corazón de la parroquia y lo llame a la conversión con el fin de renovar la fe en nuestra comunidad cristiana. Lo que se pretende es dar un nuevo impulso a la pastoral ordinaria y para eso es necesario que toda la comunidad parroquial sea protagonista de este acontecimiento. Tenemos que ser todos evangelizados para ser evangelizadores. Este lema de vida tiene que despertar nuestra disponibilidad. Con estos sentimientos nos acercamos al altar para que Cristo, que es el eje y centro de la Misión nos ayude y que la fuerza de la Eucaristía nos haga a todos colaboradores eficaces en la Misión y portadores de la alegría del Evangelio. Acto penitencial La misión es un tiempo de gracia y de renovación. Al comenzar esta celebración pidamos al Señor que nos conceda la conversión de nuestros corazones. . Por la veces que escuchamos el anuncio de tu evangelio y no lo acogemos en nuestra vida. Señor, ten piedad . Por las veces que nuestras obras de cada día no testimonian que eres el centro de nuestra fe. Cristo, ten piedad . Porque no cumplimos el mandato de amarnos como tú nos amas. Señor, ten piedad Oración Colecta Misa por la Iglesia local letra E del Misal Romano LITURGIA DE LA PALABRA Las lecturas de esta Eucaristía pueden ser las del domingo correspondiente si se realizara en domingo o estas que se proponemos Primera lectura Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (10,9-18): Si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por la profesión de los labios, a la salvación. Dice la Escritura: «Nadie que cree en él quedará defraudado.» Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan. Pues «todo el que invoca el nombre del Señor se salvará.» Ahora bien, ¿cómo van a invocarlo, si no creen en él?; ¿cómo van a creer, si no oyen hablar de él?; y ¿cómo van a oír sin alguien que proclame?; y ¿cómo van a proclamar si no los envían? Lo dice la Escritura: «¡Qué hermosos los pies de los que anuncian el Evangelio!» Pero no todos han prestado oído al Evangelio; como dice Isaías: «Señor, ¿quién ha dado fe a nuestro mensaje?» Así pues, la fe nace del mensaje, y el mensaje consiste en hablar de Cristo. Pero yo pregunto: «¿Es que no lo han oído?» Todo lo contrario: «A toda la tierra alcanza su pregón, y hasta los límites del orbe su lenguaje.» Palabra de Dios Salmo Responsorial ¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»! ¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. Desead la paz a Jerusalén: «Vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, seguridad en tus palacios». Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: «La paz contigo». Por la casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien. Evangelio Lectura del santo evangelio según San Mateo (5,13-16) En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una vela para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo. PALABRA DEL SEÑOR Homilía Presentación y envío de los misioneros Monición al rito del envío Vamos a presentar a la comunidad a los misioneros que van a llevar a cabo la Misión en nuestra parroquia y a las personas que van a colaborar más directamente con ellos . Es un modo de expresar que no actúan en nombre propio sino en nombre de la Iglesia. Son enviados para dar testimonio de Jesús en medio del mundo. El párroco Queridos hermanos y hermanas : Dios, nuestro Padre reveló y realizó su designio de salvar al mundo por medio de su Hijo hecho hombre, Jesucristo, quien confió a su Iglesia la misión de anunciar el Evangelio a todas las personas. Por el bautismo, todos hemos sido llamados a trabajar con todas nuestras fuerzas en la misión salvífica de la Iglesia. Vosotros habéis sido llamados para una misión especial: ser anunciadores y propagadores del mensaje de Jesús. ¿Estáis dispuestos a cumplir responsablemente vuestra misión de anunciar a Jesucristo, dando testimonio de vuestra fe y contagiando la alegría del evangelio a aquellas personas que están más alejadas? Sí, estoy dispuesto. Es preciso que proclaméis delante de todos vuestra fe, la que vais a transmitir a otros en vuestra tarea de misioneros. ¿Creéis en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra? Respuesta : Creo Señor, pero aumenta mi fe ¿Creéis en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre? Creo Señor, pero aumenta mi fe ¿Creéis en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y en la vida eterna? Creo Señor, pero aumenta mi fe Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia, la que nos gloriamos de profesar en Jesucristo nuestro Señor. El párroco extiende las manos y dice la oración de bendición Te pedimos ahora, Señor, que dirijas tu mirada bondadosa sobre estos servidores tuyos que, fortalecidos por el signo de la cruz, enviamos como mensajeros de salvación y de paz. Con el poder de tu brazo, guía, Señor, sus pasos, fortalécelos con la fuerza de tu gracia, para que el cansancio no los venza. Que sus palabras sean un eco de las palabras de Cristo para que sus oyentes presten oído al Evangelio. Dígnate, Padre, infundir en sus corazones el Espíritu Santo para que, hechos todo para todos, atraigan a muchos hacia ti, que te alaben sin cesar en la santa Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. El párroco hace entrega a cada uno de ellos de una lámpara o vela y le dice Recibe esta vela para que seas luz para los demás y contagies la fuerza del evangelio a tus hermanos. Canto: Nos envías por el mundo a anunciar la Buena Nueva Pericones El Presidente Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. (Cantando) Te rogamos, óyenos. Por la Iglesia Universal para que sea fiel a Jesucristo, se purifique continuamente de sus faltas y debilidades y anuncie con alegría la Buena Nueva del Reino de Dios. Oremos. Te rogamos, óyenos. Por el Papa Francisco que preside en la caridad a la Iglesia. Por nuestro Obispo Amadeo, para que con la fuerza del Espíritu Santo, siga animando la Misión Diocesana y fomente la participación y corresponsabilidad en un clima de fraternidad. Oremos. Te rogamos, óyenos. Por los sacerdotes de nuestra parroquia y todas las personas que tienen un servicio en ella, por los niños y los jóvenes, por las personas mayores y cada una de nuestras familias, para que, de acuerdo a su vocación y carismas, colaboren con entrega e ilusión en el proyecto misionero. Oremos. Te rogamos, óyenos. Por los misioneros, para que sean valientes anunciadores del Evangelio y vivan de acuerdo con el mensaje que anuncian. Oremos. Te rogamos, óyenos. Por los enfermos y todos los que sufren, para que encuentren en la Iglesia el consuelo, fortaleza, amor y esperanza que necesitan y así descubran el rostro misericordioso de Dios. Oremos. Todos. Te rogamos, óyenos. Por todos los que formamos nuestra parroquia, para que por medio de la Misión la necesidad de mejorar y convertirnos y no cerremos los ojos a la luz de Dios y ser sal en medio del mundo. Oremos Sr. Obispo Confiando, Dios todopoderoso, en la abundancia de tus bienes, humildemente, te pido que atiendas las oraciones de tus fieles. Por Jesucristo nuestro Señor Ofertorio Distintos grupos de la parroquia llevan las ofrendas Presentación del programa Después de la comunión se presentará de modo creativo el programa de la Misión en la parroquia Oración por la Misión Bendición Final