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Lunes 15 de diciembre de 2008
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Superior de la Congregación de San Pedro ad Vincula
Benjamín García Paíno: «Educación para la Ciudadanía
no aporta los valores que hemos heredado de la
sociedad»
«La experiencia de la fe católica bien vivida crea un estilo de conducta, de relaciones justas, solidarias,
respetuosas y de trabajo»
MÓNICA CORDERO THOMSON. Benjamín García Paíno (Valdescorriel, 1942) es el Superior de la Congregación de
San Pedro de Ad Vincula. Estuvo el pasado viernes en la ciudad para inaugurar la placa conmemorativa del Colegio
Virgen de la Vega en la que se recuerda la presencia de la Congregación en los últimos cincuenta años. En esta
entrevista reflexiona sobre el mundo vive la Fe, sobre asuntos de actualidad como la polémica asignatura de
"Educación para la Ciudadanía" y anima a todos a vivir una Navidad con alegría y solidaridad.
- ¿Qué es la Congregación de San Pedro de Ad Vincula?
- Fue fundada por un sacerdote francés en el siglo XIX en
Marsella dando respuesta a una necesidad que había, dado que
debido al cólera y otras epidemias había muchos niños
huérfanos. La calle era su hogar, y la supervivencia el robo.
Muchas veces terminaban en la cárcel. Un joven fundó la
Congregación. La llamó San Pedro Ad Vincula que quiere decir
San Pedro liberado de la cárcel. Es un pasaje del libro de los
Hechos. El fundador pensaba en que los niños se liberasen de
la ignorancia y de esos ambientes negativos; les ofreció un
hogar, un colegio, una formación, unos valores y se integraron
positivamente en la congregación. Desde allí hay campo
parroquial, asistencial o enseñanza que no deja de ser liberar
de la ignorancia a personas que de otra manera no llegarían a
integrarse en nuestra sociedad.
-¿Cómo es en la actualidad?
- Somos una congregación pequeñita. Estamos en Barcelona,
en Europa. Las vocaciones hace tiempo que carecemos de
ellas, son muy escasas. Y estamos en América y allí van
surgiendo vocaciones.
- ¿Cuántos centros educativos hay en España?
- En España tenemos dos. Uno en San Feliú, del cual llevo ya
treinta años de director y el de Benavente. Existe uno en Brasil,
como resto de la primera fundación que tuvimos en misión.
Tenemos también centros de tipo asistencial y de promoción
humana, que evitan que inicien caminos negativos
- ¿Cómo es la experiencia de viajar a esas zonas?
- He viajado veinte veces. La primera vez no era superior sino
consejero y fue una experiencia grata e impactante. No sólo
por el aspecto geográfico y político, sino por el aspecto social y
religioso. Después ya los otros viajes los he hecho como
El padre Benjamín García Paíno durante su visita a la ciudad Foto C. de la Cal
Superior y con cierta responsabilidad. Son unas sociedades que van emergiendo, van progresando bastante bien.
Pero que necesitan mucha ayuda porque las estructuras sociales no están formadas. También porque la Iglesia carece
de miembros suficientes para el anuncio del Evangelio. Siempre que voy allí con ilusión y esperanza. Ilusión por la
juventud que aquí no tenemos y esperanza por continuar la obra.
-¿Existe hoy una crisis de fe y de valores?
- Y tanto que la hay. Uno de los valores que se está perdiendo es el de trascendencia y el sentido de lo religioso. Y
junto con eso se pierde la Fe. Las nuevas generaciones de aquí en España, aunque reciban una formación es tan
etérea que no crea poso. No hay tampoco una vivencia especial en las Parroquias. Especialmente en Cataluña es más
acentuado aun que en Castilla. Y es difícil que surjan vocaciones. La Fe es algo extraño para personas menores de 40
ó 50 años para abajo. Hay una carencia del sentido de lo religioso alarmante y preocupante.
- ¿Existe alguna solución?
- Creo que la Iglesia está haciendo lo que puede. Se hacen esfuerzos, trabajos. Como dice alguien "el más interesado
en que haya cosas buenas, que haya fe, o que se viva el Evangelio es Dios". Y esperamos que este Dios que es Padre
Bueno para todos de alguna forma haga un revulsivo y que este revulsivo sea como la ley de un péndulo que
volvamos a otros quehaceres y a otras perspectivas diferentes de las que tenemos ahora.
- ¿Esta falta de fe incide en los problemas del mundo?
- No cabe duda que la vivencia de la fe católica bien vivida crea un estilo de conducta, de las relaciones justas,
solidarias, respetuosas, de trabajo. Una estructura de un mundo gratificante para todos. Siempre va a haber las
imperfecciones propias del ser humano, pero podríamos llegar. Lamentablemente está aparcado. Incluso a veces los
políticos con hondo sentido cristiano se encuentran en la política con dificultades de vivir en sentido cristiano de
aplicar una política. Tiene que haber un cambio de sentido en lo político como en lo social. Se habla de la referencia
solidaria. Es ahí donde se puede -que es muy evangélico por otra parte- transformar la sensibilidad y que llegue un
apoyo más amplio a personas. Creo que avanzamos en este sentido y que cuando se reflexiona desde una serenidad
se llegan a conclusiones más lógicas o con posibilidades de mejorar. Pero cuando se reflexiona desde el egoísmo, el
dinero, del poder, andamos mal. Hay unos cuantos que van bien y otros que van mal. El capital está bien, pero se
distribuye mal ¿Cómo equilibrar la producción y el reparto? Cambiando la estructura, valores. Creo que el sentido
religioso lo puede dar. Lamentablemente en occidente de están perdiendo muchos de estos valores que hemos
heredado de nuestra cultura tradicional. No era perfecta, pero en lugar de perfeccionarla la empeoramos.
- Hablaba antes de política, ¿qué opina de la política educativa del Gobierno estatal?
- Los resultados que vemos no son los más halagüeños y tenemos preocupaciones. Esa buena intención de cambiar
las leyes no es la solución. Crean otros problemas y estamos constantemente en ellos. Las enseñanzas, mientras sean
fruto del partido que está en el Gobierno, ninguno lo conseguirá. Tendría que ser como otros servicios sociales, un
pacto por la mayoría, y que dentro de ese pacto se respetase unos criterios y que se hiciese algo que satisficiera a la
mayoría y si es posible a todos. Pero no "hoy hago esto porque estoy mandando yo" y "mañana manda otro y hace
otra cosa". Los niños de hoy, adultos de mañana pueden encontrarse con ciertas carencias por culpa de una mala
administración.
- ¿Qué opina de la polémica asignatura Educación para la Ciudadanía, que este año se ha implantado en
Castilla y León?
- Aquí se ha vivido con diferente preocupación y tensión de la que se ha vivido en Cataluña. Allí ya la implantamos el
año pasado. Lo cierto es que está materia tiene unos contenidos que no son los valores que nuestra sociedad nos ha
heredado. Es una temática que preocupa. Por eso la jerarquía de la Iglesia Católica muestra esa preocupación y ese
rechazo. Por otra parte hay otros estamentos que dicen que hay que estar en la Enseñanza, colaboremos y dentro de
lo malo que hagamos lo menos malo. Entonces, se ha conseguido de la administración que los centros de la Iglesia
impartan una Educación para la Ciudadanía basada en los propios valores y del carisma de las Congregaciones, del
ideario que tiene. En Cataluña se ha hecho este paso sin ningún problema. Puede haber algunos objetores de
conciencia, pero no es el caso general. Aquí en Castilla ha habido más preocupación y tensión en este sentido. No es
la mejor solución. Lamentamos que en los centros públicos se transmita es formación para la Ciudadanía, que no es la
mejor para un pueblo como España cuya cultura occidental viene del Judaísmo, del Cristianismo, de Grecia y de Roma
y la están devaluando, trasformando negativamente.
- Ya que estamos cerca de Navidad, un consejo para los niños del Colegio Virgen de la Vega, y en
general para los zamoranos
- Que celebren la Navidad porque es celebrar el nacimiento de Jesús. Porque a veces celebramos la Navidad y nos
olvidamos del protagonista. ¡Qué incoherencia es celebrar el cumpleaños de alguien y nos olvidemos de El!
Recordamos que nació un niño que con el tiempo nos presentó un estilo de vida que ha transformado el mundo y sin
embargo nos olvidamos de El. Si pensamos que Jesús nos trae un proyecto de vida muy humano, puede responder a
todas nuestras expectativas. Celebrar la Navidad tendría que ser con Alegría y con Solidaridad. Ser coherente con ese
mensaje que proviene de Jesús de Nazaret.
«La Iglesia no debe aliarse con los poderes»
- ¿Cómo debería ser la Iglesia del siglo XXI?
- Ser ella misma, Evangélica. Debe ser fiel al Evangelio de Cristo, no aliarse con los poderes públicos. Lo importante
es transmitir el mensaje evangélico que es el mensaje del amor, de la solidaridad, de la trascendencia. A la Iglesia no
se la debe ver como el coco. Se la debe intentar comprender. Dedicamos mucha energía a comprender muchas otras
instituciones. La Iglesia no es perfecta y no lo será porque siempre es obra de hombres. Los que nos sentimos
miembros de la Iglesia, los bautizados y practicantes no debemos hablar de la Iglesia como algo lejano. Y si la Iglesia
es negativa, empecemos a cambiar nosotros. Hay un dicho que explica que cuando se es joven se quiere cambiar el
mundo; cuando se es maduro se quiere cambiar el pueblo; y ya cuando se es mayor se quiere cambiar a uno mismo.
Pues intentemos cambiar nosotros para mejor, y la Iglesia y la sociedad cambiarán para mejor.