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Las ventas suenan
InfoDenda
15  04
Cuando entramos a un establecimiento y notamos ausencia de música, muchas veces puede resultar
desconcertante. Y es que la música estimula algunas regiones cerebrales y está comprobado que llega a
modificar los ritmos de compra dentro de los establecimientos.
Si la melodía que escuchamos nos gusta o nos relaja, nuestro cuerpo aumenta la producción de endorfinas,
una hormona que acentúa la alegría y elimina el dolor, produciendo sensación de euforia y felicidad. Este
estado facilita la disposición del cliente a comprar.
Asimismo, la música consigue que el consumidor sea más susceptible a otras influencias, ahogando los
pensamientos de un patrón y motivando un gasto mayor.
¡Notas a tener en cuenta!
La música lenta y calmada invita al consumidor a quedarse más tiempo en la tienda, lo que equivale a
más posibilidades de compra. Por ello, para aquellos procesos de compra que requieran de una
estancia relajada, es recomendable recurrir a un tempo más lento.
La música rápida, empuja al consumidor a acelerar sus pasos, ser más eficiente en sus compras y
tomar decisiones más rápidas. Esto puede ser aplicable para aquellos productos que no requieran de
una decisión reposada, como una tienda de moda juvenil, por ejemplo.
La música clásica, hace que el cliente piense en compras de calidad y en precios altos. Puede ser
beneficiosa en tiendas donde los productos sean de compra reflexiva y precios elevados.
Los clientes permanecen más tiempo en una tienda al oír música conocida, pero son más propensos a
distraerse. Por ello, es recomendable poner melodías desconocidas o no tan comerciales, lo que
llevará al cliente a hacer compras menos reflexivas, dejándose llevar con más facilidad por las
emociones que la música le puede llegar a transmitir.
La música nos ayuda a crear ambientes y nos traslada a otros lugares. La música francesa, por poner
un ejemplo, invita a que el consumidor compre productos franceses.
No debemos olvidar nunca a nuestro público objetivo. Ellos son a quienes debemos dirigir nuestras acciones
comerciales, y la selección musical también debe ir en esa dirección. Por ello, la música que pongamos en
nuestro comercio, debe resultar agradable para nuestro cliente tipo, no para nosotros.
ATENCIÓN: Utilizar música en nuestro establecimiento es otra arma comercial con el claro objetivo de atraer
o retener a los clientes. Los comercios que amenicen su local con música del repertorio que representa la SGAE
sin autorización para ello, podrán ser sancionados. Las tiendas deben pagar derechos de autor por la música
que ponen.
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