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PURDANES.
Periódico literario,
OE INTERESES MORALES \ MATEUULES, AVISOS \ NOTICUS.
REDACCION.PALA.U, NUM.. 18.
SE PUBLICA LOS JUEVES I DOMINGOS.
A1^0 4
P«eío (íe swscn'cío»: Por trimestre )2 rea|es.—tslrangero 14 reales.—Números sueltes 6 cuartos.
LA INSTfiUCCION Y LA CLASEOBSEÜA.
Algnnos al ver el epigrafe de esli'
articulo diran pasa si: «Inslrurcion y
arlesaiios. Qué palabras Uin oimeslas; jamas podran verse juntas, pues ni es
juslo, ni convenienle.»
Y los que asi piensan, quiereo pasar como modelo de virlud y de cuncia. Dejémosles en Iaies ilusiones. cadiiças, y vamos à ver si es, juslo que se
ÍDslruya el artesano, si son úlites obreros inleligenles.
La juslicia queda demoslrada con solo
decir que el Irabajador es responsable
de sus actos y liene que vivir en Sociedad; luego la inslruicion es necesaria
y por lo lanlo justa: la insiruccion es
necesaria y por lo tanto útil, pudiéramos afiadir lambien ; però vamos à d e lenernos un poco, y aunque no sea mas
que muy nípidamenle, ech^r una ojeada
sobre el artesano en todos los flempos.
Fué en la anligü«ídad el único que
cumplia con el mamlalo de Wios: «üan;i
el pan con el sudor de tu roslro »
El trabajo asi sanlificado, se abandonaba a| dèbil vencido como una ac
cion vil y degradanle; mas no por eso
el orgulloso conquistador despreciaba los
produclos, qne muy bien sabia vivir (^n
la molicie alimentada con la sangre del
esclavo, y comer- el pan amasado con
las làfírimas de tantos infelices. De esos
grandes podremos decir que deteslaban
FOLLETIN.
໫»ifiià
POR
D. FBàNCISCO JORDI.
(Continuacion.)
.
Las yemas forman el estado Tudimentario
ó el germen de los talles, de las hojas y
de las flores, apareciendo en el estremo y
& lo largo de las ramas, ytienenuna forma cònica ó redondeada cuHerta de»una
espècie de escamas algo resinosas y secas
en su interior, revestidas de una espècie de
pelo ó borrilla, ^n duda para preservar
sus gérmenes de la humedad y de las influencias atmosféricas. Las yenoas erapiezan à darse à conocer en la primavera y
Fr2;ueras 8 Seliembre de f 8 6 i
En donde no haya representante, podrà
haoerse la suscricionenviando al Administrador 26 sellos de franqueo por trimestre.
N;
272.
como deshonrosa la causa, y gustosos
admilian los efeclos.
l'asó I<i iMbd Mcdia y con ella cl
rsbdo de m;'iqtiinas en que se ballabin
ii'íiniílad de hermajíos nueslros, gracias
al derecho dfl mas íiieile, que aün hoy
por alsuoos se proclama: cada laligazo
que llcvaba el houiltre-béslia, era un
sn,*piio que le recorduba debia ser libre;
cada infàmia comelida con su esposa por
el despólico sefior, era un horril)le ^Qmido que le decia; «Lucha por ser l i bre:» cada vez que sus hijas al amo
servian de jufiuele, una voz que en su
conciencia esdaiuaba: n^o jugarian con
lus enlraftas si ïueras libre.» Y sieuipre
oyendo lo UIÍMÍIO: libi*!, libre, libre.
Un dia quií·ie ser lionibre y bi bi|)0cresia üe las societlades uiasóuicas no le
permile pasar de esclavo; algo es, de màquina t\ cïciavo ^('.(iiiio salir "de aquí'ï' la
astúcia de bombres sin corazon los hizo
beslias; la ciència de ilusires varones los
pone en él camino de ia hiimanidad. Los
inventos en las arles mataron la inasoneria; las revoluciones pioducidas y guiadas
por el instinio de la proi>fa conservacioo, lacfamilia, que es el eslabon de
la grin cadena societiad, del trabajo. que
es nuestra mision acà en la lierra, de
la propi'dad, que es el producte del trabajo, que es la santa palabra, que es la
esencia de la sociedad; esas revoluciones
tan lemidas por el tirano, que las llama
terribles, (no quiere que sean terribles los
casligos de horrorosos escandalós, de i n -
sultos hechos à la Justícia divina, desconociendo que tales insullos se pagan siempre muy cavos); esas revoluciones, en fin,
nos aproximaron à la liberlad, nos dieron
algunos derechos de los rauchos usürpados.
Llego por fin el siglo XIX, aeas«, el
siglo que coronarà los esíuerzos hechos
husta hoy para ser iguales, para ser libres,
para conquistar los derechos todos, en una
palabra, para conseguir el entronizamietílo
de la justícia.
Grandes obslaculos quedan ann por
vèncer: hasla ahora se peleó contra la raalignidad é ignorància de los nobles; en
adclanle hay que babérselas solo con la
pròpia ignorància, mal que aquejaà la clase obrera, mal que causa la desmoralizacion, uia! que à lodos perjudica, y que es
la única b;irrera, el baluarle único desde
donde se defiendeel caprichodel orgulloso,
que injuslo y liraiio con sus vengalivas y
sangiieiitas garras nos liene sujelos, sin
querer sollarnos todavía.
Instruccion y moralidad, son las dos
condiciones necesarias para poder gozar
de eso à que todos aspiramos que llaman
bberiad, f que inslinlivamenle conocemos
nos es indispensable para cumplir nuesira
mision.
Instruccion y moralidad. Nunca el i g norante sabrà apreciar los infinitos beneficiós de" la liberlad, porque no la conocer
estarà contenlo con eUa, tendra el corazon
salisfecho; però al mismo tiempo temblarà
de miedo al ver siempre junlo à sí una a s tuta mano que pretende robarle ese bienes-
se denominan ojos, en otoíio se desarrollan tomando el nombre de botones, y al
cabo de un aflo, en q; e por lo regular estan
perfectamente desarroUadas, reciben el de
yemas verdaderas. Las pequefias ramitas
que de estàs yemas se desarrollan toman
el nombre de vàstagos, hasta que en otoíio, cuando dejan de prolongarse, se abultan los botones que contienen, produciendo
al aíio siguiente nuevos vàstagos, tomando entonces los primeres el nombre de r a mas principales.
Las hojas son ciertos apéndices membranosos de color verde por lo comun, compuestas de una substància herbàcea y de
nerviós ó fibras que se ramifican y dividen al infinito, formando una espècie de
redecilla ó enrejado de mallas muy unidas
que comprenden ó encierran un tejido anàlogo à la médula que recibe el nombre de
xarénquina. La parte que une la base de la
hoja al tallo se llama pecíolo, y en la misma hay que distinguir la punta ó àpice, el
disco ó làmina y los coatoraos, observàndo9e en su envés unos puntit{« denominades
poros ó estómatas. Segun la disposicion de
las nervàduras tambien reciben las hojas los
nombres de peninervias, palminervias, curvinervias y peltinervias, y los de radicales,
caulinares, florales, seminales etc. segun
sus puntos de insercion.
II
Orgmos de reproduccion. Los órganos r e -
productores son la flor y el fruto, porque
concurren à la reproduccion de la espècie.
Lasfloxescompletas constan de càliz, corola,
estambres y pistilos: los dos últimos se consideran únicamente como órganos esenciales à la fecundaciòü, los dos primeres como
accesorios.
El càliz puede constar de una sola pieza
como el del tulipan y de la magnòlia, y en
este caso recibe el nombre, de monosépalo ó
gamosépalo, ó bien de varias piezas como
las plantas del genero cisto, y entonces se
llama polisépalo.
La corola se denomina mnoopétala cuando
consta de una sola hoja ó pételo, como en