Download CAMINO A CASA 40 DÍAS DE RECUPERACIÓN

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
CAMINO A CASA
40 DÍAS DE
RECUPERACIÓN,
RECONCILIACIÓN,
RESTAURACIÓN
Y RENOVACIÓN
Por: Luis Fernando Rosas Márquez
DÉCIMO DÍA – ACEPTACIÓN
PRIMERA PARTE
REFLEXIÓN BÍBLICA
.... finalmente entró en razón. Lucas 15:17a
REFLEXIÓN PRÁCTICA
Hay procesos en la vida que nos sacuden nuestra forma de pensar y
de comportarnos. La mayoría de las veces tenemos nuestras mejores
lecciones de la vida en las situaciones de fracaso, de dolor, trauma,
malas decisiones, entre muchas más. Ahora, ¿es necesario a
condiciones tan lamentables para aprender la lección? No
precisamente. Es cuestión de elección. El hijo menor entendió dentro
de lo más bajo de su situación que estaba mal y que tenía que hacer
algo al respecto. “Entró en razón” fue el indicativo más claro de un
proceso de aceptación de su problema, condición, adicción,
comportamiento nocivo, desequilibrio emocional, enfermedad
espiritual, en fin, fue honesto consigo mismo que no estaba bien su
manera de actuar.
Entrar en razón o aceptar nuestra condición es paso fundamental
para el inicio de una verdadera recuperación, reconciliación,
restauración
y
renovación.
Este
paso
demanda
valor,
autoconocimiento, exploración de las raíces más profundas que han
ocasionado tal comportamiento. Es ir al pasado y encontrar ciertas
respuestas a las inquietudes más dolorosas de la vida, a los
recuerdos traumáticos, a las experiencias que dejaron heridas que
emocionalmente no han podido ser sanadas abiertas.
Aceptación es la capacidad de un reconocimiento total que somos
responsables cien por ciento de nuestras acciones, que no podemos
autojustificarnos y que hemos de reparar los daños ocasionados por
nuestra forma de vivir.
Entrar en razón es permitir que Dios comience a trabajar en nuestras
mentes para hacernos saber las pautas que necesitamos seguir para
darle un giro de 180 grados a nuestra vida y comenzar de nuevo.
Entrar en razón es dejar que Jesús empiece a ser el centro de
nuestras vidas que se convirtieron incontrolables y que sólo Él puede
darles un gobierno sensato y duradero.
ABRIENDO MI CORAZÓN
Entrar en razón no fue un acto voluntario. Lo tengo decir con toda
sinceridad. Me encontraba en un sistema de tanta negación que
rehusaba el aceptar que tenía un problema. Fueron las personas que
estaban más cerca de mí las que me hacían saber que algo estaba
mal conmigo. Mi orgullo y soberbia espiritual rechazaba la idea de
aceptar que cambios eran necesarios en mi vida. Entrar en razón o
aceptación, en mi manera de percibirlo, puede ser un acto voluntario
o un acto forzado de concientización. Es como visitar al doctor, quien
diagnostica algún mal físico, y la reacción del paciente puede hacerle
tomar medidas inmediatas de ajustes a su salud, o por lo contrario
puede entrar en una actitud negativa de rechazar todo tipo de ayuda
y recomendación, hasta que se ve forzado a aceptarla porque el mal
ha progresado dramáticamente.
Pero entré en razón y me acordé de las palabras del salmista:
 ¿Cómo puedo conocer todos los pecados escondidos en mi
corazón? Límpiame de estas faltas ocultas. Salmos 19:10

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan.
Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda y guíame por el
camino de la vida eterna. Salmos 139:23-24
INVITACIÓN PERSONAL
No sé cómo te encuentres, pero cualquiera que sea tu situación,
acéptala. Entra en razón y date cuenta que solo no puedes. Que
necesitas del amor y poder transformador de nuestro Dios para
experimentar la recuperación. El aceptar tu condición te libera y
compromete a la misma vez. Sí, libera porque la venda de
autoengaño ha sido quitada y compromete porque puedes ver con
claridad las cosas que Dios desea cambiar en ti. Así lo experimentó
Job:
«Sé que tú todo lo puedes, y que nadie puede detenerte. Tú
preguntaste: “¿Quién es este que pone en duda mi sabiduría con
tanta ignorancia?”. Soy yo y hablaba de cosas sobre las que no sabía
nada, cosas demasiado maravillosas para mí. Tú dijiste: “¡Escucha y
yo hablaré! Tengo algunas preguntas para ti y tendrás que
contestarlas”. Hasta ahora sólo había oído de ti, pero ahora te he
visto con mis propios ojos. Me retracto de todo lo que dije, y me
siento en polvo y ceniza en señal de arrepentimiento». Job 42:2-6
MI ORACIÓN
Mi buen Dios, gracias por abrirme la vista espiritual para darme
cuenta que la forma de vida que llevaba me estaba conduciendo a la
destrucción. Acepto completamente las consecuencias de mis
acciones y me hago responsable de ellas. También te suplico que me
de la capacidad de seguir evaluando las áreas de mi vida para
caminar por la senda de la recuperación. Dame de la unción de tu
Espíritu para comprometerme a buscar el cambio. En el nombre de
Jesús. Amén.
MI DECLARACIÓN
 Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Juan 8:32
 Lo que sé es que yo antes era ciego, ¡y ahora puedo ver! Juan
9:25b
 Sólo reconoce tu culpa; admite que te has rebelado contra el
SEÑOR tu Dios. Jeremías 3:13ª
MI PUNTO DE ACCIÓN
Haz una lista de todas las cosas que tienes que aceptar acerca de ti
mismo. Tanto positivas como las que necesitan ser transformadas.