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El pecado de Ananías y Safira.
Hechos 5.
Esto sucedió cuando la Iglesia de Dios empezaba y estaba floreciente. El Señor Jesús había muerto, resucitado y
ascendido al cielo. De allí el Espíritu Santo había descendido en el día de Pentecostés para morar en los
corazones de todos los que creyeron y formaron la Iglesia. Ésta crecía rápidamente. Los creyentes vivían juntos
en armonía y amor. Ninguno sufría escasez. Los ricos vendían sus propiedades para poder ayudar a los pobres.
Se ha dicho alguna vez que los primeros cristianos eran comunistas. No es cierto, porque no enseñaron que
tener propiedades es pecado, tampoco que «todo lo tuyo es mío», sino que vivían según el siguiente principio:
«todo lo mío es tuyo».
Hechos 4:32-37 “Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo
propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.
Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era
sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o
casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada
uno según su necesidad. Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que
traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, como tenía una heredad, la vendió y trajo el
precio y lo puso a los pies de los apóstoles”.
La recién nacida y triunfante iglesia de nuestro Señor Jesús estaba llena de la gloria imparable del Espíritu Santo,
quién estaba en el control de toda la operación de los creyentes.
Por lo tanto, el diablo necesitaba invadir esta atmósfera con pecado e inmoralidad y su método número uno era
el ataque al dinero - era muy simple poner en tentación a Ananías y Safira y así el diablo ganaría terreno.
Salmos 24:4 “El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con
engaño”.
El pecado de Ananías y Safira fue, que ellos eran ambiciosos de ser pensado discípulos eminentes, cuando no
eran verdaderos discípulos. Los hipócritas pueden negarse a sí mismos, pueden renunciar a su ventaja mundana
en un caso, con una perspectiva de encontrar a su cuenta en otra cosa. Eran codiciosos de la riqueza del mundo,
y desconfiado de Dios y su providencia. Ellos pensaron que podrían servir a Dios ya las riquezas. Ellos pensaban
engañar a los apóstoles. Jeremías 17:9-10 “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién
lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino,
según el fruto de sus obras”.
La historia de Ananías y Safira en Hechos 5 nos permite saber que a pesar de la explosión de crecimiento de la
iglesia primitiva, tuvieron momentos de debilidad, incluso pecados serios. Creo que sus muertes sirven como
una advertencia a la Iglesia de hoy, y que Dios tiene mucho que enseñarnos a nosotros, si estamos dispuestos a
escuchar: La historia de Ananías y su esposa Safira nos muestra la verdad y honradez de la Biblia, pues nos
dice que aún en la iglesia del principio también había imperfecciones entre los discípulos de Cristo. La palabra
de Dios no esconde la verdad.
¿Qué pecado cometió esta pareja? No era robo; tampoco una desobediencia como en el caso de Acán al
principio de la historia de Israel en el país de Canaán (véase Josué 7). Ananías y Safira habían visto cómo José
(Bernabé) vendió una heredad y trajo la suma de dinero a los apóstoles para distribuirlo entre los pobres.
También otros habían hecho lo mismo, y por eso habían recibido aprecio y alabanza. Pero nadie había sido
obligado a hacerlo, tampoco Ananías y Safira. Tenían entera libertad para vender su propiedad o para guardarla.
También tenían entera libertad de hacer lo que querían con el precio de la venta. Su pecado consistió en que
pretendieron entregar todo el dinero, mientras que, en secreto, guardaron una parte para sí mismos. Así
pensaban recibir la misma honra de los demás.
1. En la iglesia, hay dos tipos de personas, y es casi imposible distinguirlos desde el exterior.
En el exterior, Ananías y Safira se ven como otro miembro de la iglesia llamado Bernabé (Hechos 4 ). Bernabé
acababa de vender su propiedad y trajo el dinero a los apóstoles, y para el observador casual, Ananías y Safira
estaban haciendo lo mismo.
El diablo ha creado grandes cantidades de religiones, sectas y doctrinas falsas, que son copias, imitaciones y
falsificaciones de la verdadera adoración a Dios y del genuino Evangelio de Salvación. Miles de almas están
yendo rumbo al infierno, engañadas por las falsificaciones del diablo, que les promete ir al cielo. Mas sabemos
que el único camino al cielo no es una religión, sino una persona: Jesucristo el Señor, el Salvador del mundo.
Falsos vs. Genuinos:
No solo hay falsificaciones, también hay falsos. Es decir, personas que imitan al verdadero hijo de Dios, nacido
del Espíritu Santo y redimido por la sangre de Jesucristo. Falsos que copian la conducta del verdadero creyente,
pero son solo una falsificación o imitación, un clon, pero jamás un original hijo de Dios. Nuestro Señor Jesucristo
enseñó que en la iglesia habría tanto ovejas (genuinos) como cabras (falsos), trigo (originales) como cizaña
(falsificaciones), [Mt.13:24-13; 25:31-33].
Pero en el fondo de su corazón persistía un amor al dinero y el deseo de la alabanza de la gente. Así que ellos
conspiraron juntos para presentar una parte de su dinero sin considerar la totalidad del importe. Esto era el polo
opuesto a la actitud de Bernabé, pero se ve muy similar. Ecl 7:12”Porque escudo es la ciencia, y escudo es el
dinero”.
Podemos ser capaces de desapercibir este tipo de duplicidad por un tiempo, pero si alguien lo ve de cerca, las
mentiras están allí, amenazando con deshacer todo. E incluso si no lo hacen. . . . .
CAUSAS Y EJEMPLOS DEL ENGAÑO Y LA MENTIRA
Génesis 3: 4 Satanás engaña a Eva para poder destruirla.
Génesis 4: 9 Caín miente a Dios para ocultar su pecado.
Génesis 12: 11 Abraham miente ante el Faraón por temor a que lo maten.
Génesis 27 Jacob engaña a su padre Isaac, para quedarse con la bendición de Esaú.
Génesis 37: 32 Los hermanos de José engañan a su padre Jacob para ocultar su maldad.
Mateo 2:1-12 Herodes engaña a los magos para poder matar a Jesús.
Mateo 26: 59 Los judíos acusan falsamente a Jesús por celos.
Lucas 23: 2 Los judíos acusan a Jesús por celos y odio.
2. No podemos escondernos de Dios.
Puede ser difícil para nosotros distinguir entre un corazón verdaderamente arrepentido y un farsante
experimentado, pero nada está escondido a Dios. El Espíritu Santo conoce nuestros pensamientos como si se
estuviese reproduciendo a través de un altavoz o mostrándose en una pantalla.
La ambición es el deseo irrefrenable de poseer algo o el deseo de poder acrecentar algo que ya se tiene.
LA AMBICIÓN DISFRAZADA
“Es que hay que dejarle un buen patrimonio a los hijos”
“Es que siempre he sido persona de trabajo, no lo puedo evitar”
“Es que en el mundo moderno debes tener éxito para aspirar a algo mejor”
ANANÍAS Y SAFIRA de hoy, la pareja ideal de ACAB Y JEZABEL contemporánea.
Es por eso que a pesar de engañar a los demás, Ananías y Safira fueron descubiertos. No hay una puerta cerrada
o armarios ocultos para el Espíritu Santo.
La ambición corrompe los corazones, estropea la felicidad y enciende grandes conflictos entre los hombres.
Un deseo inmoderado de riquezas es un veneno en la mente que contamina y destruye todo lo bueno que haya
en ella, y tan pronto como se arraiga allí, toda virtud, toda honestidad y todo afecto natural huyen.
La ambición nunca va sola, la acompaña toda clase de bajezas. Ecl 5:10”El que ama el dinero, no se saciará de
dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto”. El pecado de la ambición fue la causa de la esclavitud de
la raza humana, con todo el sufrimiento, la desgracia y la muerte que acompaña a esta plaga. Por la ambición se
han cometido crímenes, grandes injusticias, se han arrasado pueblos y destruido ciudades enteras. La codicia es
la causa de los robos acerca de los cuales leemos diariamente en la Prensa y otros periódicos.
Es la ambición la que hace que el abogado mienta y que muchos cristianos retengan lo que deberían
consagrar para el prójimo y el reino de Dios.
Vendrá un día en que todos los secretos se proclamarán desde las azoteas (Mateo 10:27). ¿Realmente
creemos esto? ¿Estamos preparados a esto? Ananías y Safira sabían esto. . . . . pero se olvidaron de ello.
Llegaron a ser tan consumidos con la alabanza de los demás que se les olvidó al Único de cuya alabanza
realmente importa.
No puedo ver el interior de su corazón para discernir si eres un Bernabé o un Ananías. Pero los secretos de su
corazón no son secretos de Dios. Al proclamar con tu boca que "Jesús es el Señor", y vives como si la ley no
importa, no se engañe pensando que usted ha engañado con éxito Dios.
"La historia de Ananías es para el libro de hechos lo mismo que la historia de Acán es para el libro de Josué. En
las dos narraciones un acto de engaño interrumpe el progreso victorioso del pueblo de Dios."
Estoy convencido de que esta advertencia es de suprema importancia también para el matrimonio y el hogar de
creyentes. “Todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los
aposentos, se proclamará en las azoteas” (Lucas 12:3). Estas palabras del Señor no podían ser desconocidas a
Ananías y Safira. Pero no las tomaron en cuenta. Y la advertencia se cumplió al pie de la letra.
3. Cuanto más cerca estamos de la gracia, mayor es la ofensa del pecado.
No todo el que miente es golpeado de inmediato por su pecado. ¿Por qué lo hicieron Ananías y Safira? Un par
de razones:
En primer lugar, sus muertes —como muchas en Hechos— sirven como una señal. Dios toma algo que es
verdad en el reino de Dios y lo muestra de manera física. Esto lo vemos con más frecuencia a través de los
milagros de sanidad, pero es igualmente cierto de este juicio.
Dios no hace esto con todo el mundo que miente al Espíritu Santo hoy. Pero eso no debe ocultar el hecho de
que esta muerte es una imagen de cómo se siente Dios al respecto. Es una visión del futuro juicio de todos los
que participan en el corazón de Ananías y Safira.
En segundo lugar, Ananías y Safira habían visto la acción del Espíritu Santo tan de cerca que la gravedad del
pecado aumentó. Piense en ello como el templo. Mientras más cerca se está del lugar santo, más significativo es
cada mancha.
Estas personas habían visto la misericordia de Dios de primera mano. El nombre de Ananías, de hecho, significa:
“Dios es misericordioso.” ¡Habían sido probablemente testigos de la muerte de Cristo mismo! Y sin embargo, a
pesar de ser los destinatarios de una gracia tan grande, la rechazaron por la gloria de los hombres. No tome las
cosas sagradas a la ligera!
Según el Diccionario, la palabra mentir o mentira significa: Falsedad, engaño. Es una manifestación contraria a
la verdad.
1) Generalmente, podemos indicar que el pecado de Ananías y Safira, el primer pecado en esta nueva
comunidad, es el de la mentira y la hipocresía. Teológicamente, esta nueva comunidad está bajo el período de
la Gracia y no de la ley, por lo que podemos indicar que la mentira y la hipocresía son el primer "pecado
original" en ella. También podemos afirmar que el relato presenta una lucha entre Satanás y el Espíritu.
2) No obstante, tanto la mentira, como la acción de Ananías reflejada en la expresión, "te has quedado
con...", nos permite afirmar entonces que la mentira está ligada implícitamente en este relato a que no decir
la Verdad es un pecado no sólo contra Dios y el Espíritu Santo, sino contra la Comunidad-Iglesia. Es un acto de
deshonestidad y falsedad. Hacer referencia a Josué. 7: 1-11, 26, Acán.
4. El temor es parte de la adoración.
Como era de esperar, estas muertes dramáticas causaron mucho temor (Hechos 5:5, 11). Pero podemos estar
sorprendidos de ver esto incluso en vista de ello, “Y los que creían en el Señor aumentaban má” (Hechos 5:14).
El temor es una parte integral de la adoración.
Para los que estamos familiarizados con la idea de un Dios infinitamente amoroso, esto se trata de una
realización discordante. Pero el amor de Dios sólo tiene sentido cuando se sabe de la magnificencia de Su gloria
y la fuerza de su poder. Es por eso que John Newton escribió, “Tu gracia me enseñó a temer.” A medida que el
temor a Dios aumenta, también lo hace el sentido de su amor, porque entendemos mejor de lo que hemos sido
salvados.
Mi definición favorita del temor de Dios es asombro mezclado con intimidad. Somos invitados a una relación
más estrecha posible con Dios, pero esa intimidad no debe ocultar la majestad de quien es Dios.
5. El pecado es un asunto muy serio para Dios.
Si somos honestos, muchos de nosotros encontramos ofensivas las acciones de Dios aquí, pero eso sólo revela la
ignorancia de nuestro pecado y la santidad de Dios. No debemos hacer la pregunta, “¿Por qué murieron?” En
cambio, debemos preguntarnos: “¿Por qué permanecemos con vida?”
Sí, Dios es paciente con nosotros y lento para la ira. Nos olvidamos de que la paciencia de Dios está diseñada
para conducirnos al arrepentimiento, no vuelto más descarados en nuestro pecado. Si Jesús realmente pasó por
el tormento del infierno de la cruz para redimirnos, y descuidamos eso en realización de nuestro pecado, ¿Cómo
será cuando estemos delante de Dios? “¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan
grande?” (Hebreos 2:3)
Conclusión:
Hay casos de pecado en los cuales la iglesia tiene que actuar en disciplina (1 Corintios 5) y otros por los cuales
Dios mismo castiga. El propósito en cada caso es que “el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús” (v. 5). Safira
tuvo la oportunidad de confesar su pecado, pero persistió en el mal, y fue afligida por el mismo castigo que su
esposo. Es bueno notar que, en este caso, no se trata de una disciplina de la iglesia, tampoco de la autoridad
apostólica, sino de una intervención directa de Dios. A veces, se dice que Ananías y Safira no eran
verdaderamente convertidos. Pero así perderíamos la advertencia y podríamos pensar que no es posible que tal
cosa nos sucediera. Sin embargo, el “juicio comienza por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17). Es válido también en
nuestro tiempo.
Cuando reconozcamos que las insinuaciones falsas y las medias verdades son en realidad mentiras pecaminosas,
entonces será más fácil dejar ese terrible pecado que Dios aborrece, ese pecado que contrista al Espíritu Santo,
ese pecado que hará que muchos sean dejados fuera de las puertas del paraíso.
1. Recuerde que: “…Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra”. (Habacuc 2:20)
2. Recuerde que: El examina cuál es su forma de Reverenciar su Santo Nombre.
3. Recuerde que: Él es quien examina nuestros corazones y nuestras motivaciones.
4. Recuerde que el Señor: “… guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado,
y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y
sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación”. (Éxodo 34:7)
Pastor Fredy Faundez , Consistorio de Ancianos .
MINISTERIO IGLESIA APOSTOLICA INTERNACIONAL.
ENERO 2015.