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Esclavas del Divino Corazón
Anunciadoras del amor personal de Jesucristo
El carisma misionero de la congregación de Esclavas del Divino Corazón brota desde el mismo carisma que la
mueve desde los comienzos: anunciar el amor personal de Jesucristo a través de la educación –colegios,
residencias universitarias…– y de otras obras de promoción social y cultural; así como la colaboración en
parroquias y en el ámbito de la Iglesia diocesana, llegando también a los lugares más empobrecidos, a la
atención sanitaria en centros de salud...
Algo sobre los orígenes
Todo comienza en la mañana del 30 de octubre de 1874. El
párroco de San Lorenzo de Sevilla (España), D. Marcelo
Spínola, está sentado en el confesionario como es su
costumbre. Una mujer joven enlutada acude a él buscando
orientación. Es Celia Méndez, que ha quedado viuda hace dos
meses y medio. En el dolor por la pérdida de su marido ha
percibido un llamamiento de Dios hacia algo más grande.
Inician un largo camino de búsqueda, entrega generosa y
esfuerzos, por parte de Marcelo y Celia, que termina en la fundación de la congregación de Esclavas del Divino
Corazón, en Coria (Cáceres), el 26 de julio de 1885.
Desde aquel octubre de San Lorenzo hasta este julio de 1885 han pasado once años. Ahora D. Marcelo es
obispo de Coria, y Celia Méndez se llama Madre Mª Teresa del Corazón de Jesús. Nace la congregación con la
misma savia de sus fundadores: profunda vida de oración y vivo celo apostólico. El núcleo de esta
espiritualidad, que une contemplación y acción apostólica, es el Corazón de Jesucristo. La misión de la
congregación será “anunciar a todos el amor personal que Jesucristo nos tiene”. El estilo con el que las Esclavas
realizan su vinculación con el Señor, el de María Inmaculada, primera Esclava del Señor.
Celia Méndez, guiada por Marcelo Spínola, estará al frente de la congregación durante 23 años. Dirige y
orienta a las religiosas, las instruye y anima a realizar la obra de la educación cristiana, “formando el corazón”
de los jóvenes en la verdad evangélica, ilustrando el entendimiento por el conocimiento del saber y colaborando
así a la transformación de la sociedad.
En Marcelo Spínola fue constante su deseo de buscar
respuestas a las urgencias que encontraba a su paso, que al
final del siglo XIX eran muchas en España. Amaba
profundamente a los pobres y su preocupación por ellos –
presente desde su trabajo como abogado seglar con los
pobres pescadores y mineros de Huelva– aumentó en él
como sacerdote y más tarde como obispo. Celia Méndez fue así mismo muy sensible a las necesidades de los
más marginados de la sociedad en todas las etapas de su vida, siendo objeto de su predilección, una vez
fundada la congregación, las alumnas que pasaban mayor necesidad.
Esta sensibilidad de los fundadores –unida a su convicción de que “no podemos hacer cosa más grande que
instruir al ignorante, enseñarle a conocer a Dios”–, movidos por el celo que brota de su experiencia del Corazón
de Jesucristo, les llevará a desear y a hacer realidad lo que expresaba Marcelo Spínola a las primeras
Esclavas: “Que el celo de la gloria de Dios nos devore, que nos aguijee, que nos estimule; y allí donde haya una
lágrima que enjugar, allí corramos nosotras; y allí donde haya un corazón afligido, nos precipitemos para
proporcionarle alivio, y estemos dispuestas a ir a todas partes, para que la gloria de Dios se extienda”. “La
Esclava tendrá aptitud para las empresas más arduas, se sentirá con fuerzas para marchar a las Indias o a los
más remotos lugares del globo…”.
Expansión misionera
El sueño de los fundadores de llevar el anuncio del amor personal de Jesucristo más allá de las fronteras de
España, una vez consolidados los cimientos de la congregación, se realizó con la expansión misionera que tuvo
lugar en Brasil y Argentina a partir de 1913. Son momentos especialmente duros, ya que, al año de llegar a
América las Esclavas, estalla la Primera Guerra Mundial, lo que dificulta aún más las comunicaciones, de suyo
lentas y difíciles en esta época. Pero el sentido de pertenencia congregacional fue más fuerte que la distancia
y la incomunicación de aquellos años, sirviendo de fundamento sólido para la misión a la que estaban llamadas en
esas tierras.
La expansión misionera seguirá hacia Italia, Japón y, más tarde,
a
Filipinas,
Ecuador,
Venezuela,
Paraguay…
En
1992
la
congregación se siente urgida por la llamada de la Iglesia a la
“nueva evangelización” y se compromete a “dar prioridad, con
ocasión de nuevas fundaciones, a los lugares y grupos humanos
menos favorecidos”. Esta “inquietud por hacerse más presente
aún en el mundo de los pobres” es la que lleva al planteamiento de
la fundación en Angola cuatro años más tarde, haciéndose
presente en el continente africano, donde se fundan dos comunidades con hermanas procedentes de
diferentes países.
En el Capítulo General del 2004 se decidió fundar una tercera comunidad en Angola, en Luena, situada en la
zona más pobre y abandonada del país; lugar de frontera, castigado por la guerra, muy poblado por los
“descolocados” –como llaman a los refugiados que han vuelto al terminar la guerra–. Con ocasión del centenario
de la muerte de los fundadores, se promovió este proyecto en el que quedó implicada toda la Familia Spínola
presente en los países en los que se encuentra. Hoy es una realidad la presencia de la escuela y el centro de
salud en aquella zona, tan necesitada de recursos materiales y de evangelización. La Comunidad de Esclavas ha
puesto en la aldea del Alto Luena una nota de esperanza y de vida en todos los sentidos.
En la actualidad
Actualmente la congregación cuenta con 336 religiosas, distribuidas en cuatro Provincias (Argentina, Brasil,
España Norte y España Sur) y cinco Delegaciones (Angola, Ecuador, Filipinas, Japón y Venezuela). Las Esclavas
del Divino Corazón están presente en diez países: Angola, Argentina, Brasil, Ecuador, España, Filipinas, Italia,
Japón, Paraguay y Venezuela.
Desde la fe, la convicción profunda y la tradición de la congregación, apuestan por un mundo más justo y mejor
para todos; el futuro queda abierto para seguir colaborando, sin tregua alguna, en el desarrollo cultural y
humano de los destinatarios que lo necesiten. La misión es compartida por las religiosas con los seglares en
todas las obras apostólicas, conscientes de que el carisma es un don del Espíritu a la Iglesia y se les concede
para ser compartido con los colaboradores en la misión, que lo viven y lo enriquecen, cada cual desde su propia
vocación.
La Pastoral Juvenil Vocacional es objetivo prioritario de toda la
Familia Spínola en estos años, desde el convencimiento de que la
pastoral o es vocacional o no es pastoral. Por lo cual se procura
cultivar esta dimensión desde la infancia, de forma que el joven
pueda optar por un estado de vida en la Iglesia de una manera
consciente
y
comprometida.
Los
mismos
jóvenes
más
identificados con el carisma Spínola se convierten en animadores
de grupos de fe con niños y jóvenes y participan en el voluntariado que se lleva a cabo en países de América
Latina (Venezuela, Ecuador y Paraguay) y África (Angola), encauzándose de este modo la inquietud solidaria de
los jóvenes.
¿Dónde estamos?
Actualmente estamos presente en Angola, Argentina, Brasil, Ecuador, Filipinas, Italia, Japón, Paraguay,
Venezuela y España: Coria (Cáceres), Madrid, Jaén, Linares (Jaén), Málaga, Sevilla, Corteconcepción (Huelva),
Huelva, Ronda (Málaga), Montilla (Córdoba), Sanlúcar la Mayor (Sevilla).
En todos estos países el trabajo se realiza principalmente en centros educativos de enseñanza infantil,
primaria y media, en residencias universitarias y en otras obras de desarrollo cultural y social.
La corresponsabilidad de los seglares en todas estas obras de educación es un aspecto fundamental que hay
que destacar.
Desde la fe, la convicción profunda y la tradición de nuestro Instituto, apostamos por un mundo mejor para
todos; el futuro queda abierto para seguir colaborando, sin tregua alguna, en el desarrollo cultural y humano de
quienes lo necesiten, allí donde quiera que lo necesiten.
Fechas importantes.
1835 - Nace en San Fernando (Cádiz) el 14 de Enero.
1835 - Bautismo en la Iglesia de San francisco el 15 de Enero
1848 - Bachiller en Granada (8 de Junio)
1856 - Abogado en Sevilla (14 de Junio)
1864 - Ordenado sacerdote el 21 de Mayo
1864 - Celebra su primera Misa en el oratorio de los Filipenses de Sevilla, el 3 de Junio, día del Sagrado
Corazón
1864 - Capellán de la Iglesia de la Merced en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)
1871 - Párroco de San Lorenzo (Sevilla)
1879 - Canónigo de la catedral de Sevilla
1880 - Consagrado obispo auxiliar de Sevilla el 6 de febrero
1885 - Obispo de Coria (Cáceres)
1885 - Fundación de la Congregación de Esclavas del Divino Corazón el 26 de Julio
1886 - Obispo de Málaga.
1896 - Arzobispo de Sevilla
1889 - Funda el periódico: “El Correo de Andalucía”
1902 - Funda la “Obra de la Palabra de Dios”
1905 - Nombrado Cardenal de la Iglesia el 11 de Diciembre
1906 - Muere en Sevilla el 19 de Enero
1983 - Juan Pablo II proclama sus virtudes heroicas el 24 de Septiembre
1986 - Es beatificado en Roma el 28 de marzo
1. ¿En qué año fue fundada la Congregación de las Esclavas del Divino Corazón?
-El 26 de julio de 1885.
2. ¿Cuál es la Misión fundamental de la Congregación?
-La Misión concreta de la Congregación “anunciar a todos los hombres el amor personal que
Jesucristo nos tiene” a través de la educación (“formando el corazón de los jóvenes en la verdad
evangélica, ilustrando el entendimiento por el conocimiento del saber y transformando así la
sociedad”).
3. ¿Dónde comienza esta Misión?
-En Coria.
4. En vida de los fundadores, ¿dónde se suceden las fundaciones o colegios?
-Se suceden las fundaciones: Coria, Málaga, Ronda, Corte Concepción, Moguer, Sevilla y Linares
en vida de los fundadores.
5. Más tarde, ¿por dónde continúan las fundaciones?
-Más tarde, la expansión misionera: Argentina y Brasil, Japón y Filipinas, Venezuela y Ecuador,
Paraguay, Italia, Angola…
6. ¿Dónde estamos?
-Actualmente estamos presente en Angola, Argentina, Brasil, Ecuador, Filipinas, Italia, Japón,
Paraguay, Venezuela y España: Coria (Cáceres), Madrid, Jaén, Linares (Jaén), Málaga, Sevilla,
Corteconcepción (Huelva), Huelva, Ronda (Málaga), Montilla (Córdoba), Sanlúcar la Mayor
(Sevilla).
7. ¿Cuál es la principal labor que se realiza en estos centros?
-En todos estos países el trabajo se realiza principalmente en centros educativos de enseñanza
infantil, primaria y media, en residencias universitarias y en otras obras de desarrollo cultural y
social.
8. Enumera los continentes dónde se encuentran estos centros.
-Europa, América, África, Asia.
9. ¿Qué es Spínola Solidaria?
-La Fundación Spínola Solidaria es una ONGD cristiana, que promueve el acceso a una educación
integral desde el carisma Spínola a los más desfavorecidos, como forma concreta de transformar
a la persona y así a la sociedad.
10. Dibuja las banderas de los países donde se encuentra la Familia Spínola.
Argentina
Brasil
Ecuador
Paraguay
Venezuela
Angola
España
Italia
Filipinas
Japón
BEATO MARCELO SPÍNOLA Y MAESTRE
CARDENAL ARZOBISPO DE SEVILLA, (1835-1906).
COFUNDADOR DE LAS ESCLAVAS DEL DIVINO CORAZÓN.
"El Arzobispo mendigo", Marcelo Spínola, fue llamado así por su amor y su trabajo inagotable a favor de los
pobres.
Nace de familia noble en San Fernando, Cádiz, el 14 de enero de 1935. Pasa la infancia siguiendo los traslados
de su padre: Motril, Valencia, Huelva, Sanlúcar de Barrameda y Sevilla. El 29 de junio de 1856 obtiene la
Licenciatura en Derecho por la Universidad de Sevilla. Tiene 21 Años. Establece bufete en Huelva, al servicio
gratuito de los pobres, y ejerce allí como abogado hasta que pasa a Sanlúcar de Barrameda, por destino de su
padre comandante de Marina. Más tarde deja la profesión para entrar en el seminario de Sevilla y recibe la
ordenación sacerdotal el 21 de mayo de 1864. Celebra su primera misa en la iglesia de san Felipe Neri de la
misma ciudad, el 3 de junio , festividad del Corazón de Jesús.
Durante sus primeros años de sacerdocio es capellán de la Iglesia de la Merced en Sanlúcar de Barrameda. Es
nombrado por el Cardenal Lastra párroco de San Lorenzo de Sevilla, y ejerce como tal desde el 17 de marzo de
1871 hasta el 28 de Mayo de 1879. Como capellán en Sanlúcar de Barrameda y luego como párroco de S.
Lorenzo en Sevilla, demuestra una entrega incondicional a sus feligreses y dedica su mejor tiempo sobre todo
al ministerio de la reconciliación. Nombrado en 1879 canónigo de la catedral de Sevilla, el 6 de febrero de 1881
es elegido obispo auxiliar de la misma arquidiócesis. Promovido obispo de Coria-Cáceres en 1884, desarrolla allí
un intenso apostolado. Entre otras cosas visita la zona más deprimida de España, Las Hurdes, situada en su
diócesis.
Con Celia Méndez y Delgado, a quien ha conocido en la parroquia de San Lorenzo, Sevilla, funda en Coria la
Congregación de Esclavas del Divino Corazón. Es trasladado a la diócesis de Málaga en 1886, y diez años más
tarde pasa a ser Arzobispo de Sevilla. Entre otras iniciativas de importante calado social, funda el Correo de
Andalucía en 1899. San Pío X le hace cardenal en 1905. El 31 de diciembre de 1905, su Majestad el rey de
España, Alfonso XIII, le impone la birreta cardenalicia. Muere en Sevilla el 19 de enero de 1906, a los 71 años
de edad.
CÓMO ERA MARCELO SPÍNOLA...
“Todo el azul de la bahía gaditana llevaba Marcelo Spínola en sus ojos. Toda aquella luz había anidado en su
talento. Toda su gracia le había llenado el alma. Allí nació, en San Fernando, el 14 de Enero de 1,835, a las seis
de la mañana, cuando el alba empezaba a besar los resoles de la sal” (Francisco Gil Delgado).
ABOGADO “SINGULAR”
“El título de abogado de Marcelo Spínola está expedido en Madrid el 6 de octubre de 1856. Lo obtiene tras su
examen de licenciatura en la Universidad de Sevilla. Se cierra así una etapa de estudios que había conocido
muchos escenarios debido a los destinos de su padre, D. Juan Spínola, capitán de fragata del Real Cuerpo de
Artillería de la Armada.” "El bufete del joven abogado conoce dos lugares: Huelva y Sanlúcar de Barrameda.
Los necesitados de justicia, sin amparo ni recursos, pronto encuentran en él un defensor de sus derechos que
se empleaba a fondo en cada caso y… de forma gratuita.”
PASTOR ENTREGADO
Descubre que Dios le llama a algo más que entregar su tiempo, sus conocimientos, su dinero… Quiere
entregarse él mismo en totalidad a Dios y a los hermanos. Se ordena sacerdote. Volverá a Sanlúcar de
Barrameda, ahora como capellán en lugar de abogado. Más tarde, siendo párroco en San Lorenzo de Sevilla,
conocerá a Celia Méndez en sus horas de confesionario. Fundarán la Congregación de Esclavas del Divino
Corazón.
Cuarenta y dos años de sacerdocio muy “llenos” forman el recorrido de la vida de Marcelo Spínola, de estos 25
como obispo. Es consagrado obispo en Sevilla el 6 de febrero de 1881. “Todo lo puedo en Él” escribe en su
escudo episcopal con la fortaleza de los débiles. Su primera diócesis Coria (Cáceres). A los tres meses de
llegar, Spínola se interna en las Hurdes, donde ningún obispo antes se había atrevido a entrar. Allí palpa y trata
de aliviar las grandes necesidades de la región.
De allí a Málaga, nueve años. Se enamoró de sus gentes. Llegó a decir: “Málaga fue mi Tabor”. Después Sevilla,
principio y fin de trayecto de su vida de pastor. Esta última etapa sevillana está llena de importantes
acontecimientos sociales y eclesiales. En todos ellos supo conducirse con sabiduría. Desde la humildad y el
amor estuvo “siempre a punto para el bien”.
UN CARDENAL POBRE
Siempre tuvo Marcelo Spínola una clara conciencia de que los bienes son para compartirlos con quienes los
necesiten. Así lo vivió desde sus años de abogado como en los de párroco. Todo lo suyo, dinero, cualidades,
conocimientos, los empleó en servicio de los demás. Esta actitud se incrementó con los años, al avanzar en
responsabilidades y en santidad.
Un hecho ha inmortalizado el amor de Marcelo Spínola para con los pobres: pedir limosna por las calles de
Sevilla durante la terrible sequía de 1905. La figura de Spínola mendigando durante seis días por las calles de
Sevilla bajo el calor sofocante de agosto causó un impacto tremendo en la sociedad sevillana. Lo llamarán “el
arzobispo mendigo”. En Diciembre fue creado cardenal. En su último escrito para el Boletín de la diócesis
escribe: “quienes se hallan al tanto de nuestros secretos saben que nuestros bolsillos están exhaustos y algo
más que exhaustos”. A su muerte, el 19 de Enero de 1906, había en el palacio 50 duros y bastantes deudas.
Para su entierro hubo que vender su biblioteca…
Su secreto: El Corazón de Jesucristo
“Hace ya años, cuando elevado a la dignidad episcopal hubimos de escoger, según uso y costumbre, un lema o
leyenda para el escudo de nuestras armas, adoptamos aquella frase de san Pablo: “Omnia possum in eo”, Todo lo
puedo en Él, refiriéndola al Corazón de Jesús, que pusimos en el centro de dicho escudo.
Era esa frase expresión de un doble sentimiento de nuestra alma: la desconfianza propia, fundada en el claro
conocimiento que hemos tenido siempre de nuestra pequeñez, y la confianza en el poder y en la virtud del
corazón de Dios, que desde la juventud constituyó nuestra fuerza”.
SUS INQUIETUDES:
LA EDUCACIÓN
M S siente esa sana inquietud por la educación de los jóvenes, de ahí sus esfuerzos por defender la dimensión
social de la educación. Crea un colegio parroquial en San Lorenzo.
Siendo ya obispo, funda la Congregación de Esclavas del Divino Corazón “una de sus obras más queridas” para la
educación cristiana de la juventud.
Reiteradamente defendió en el Senado la libertad de enseñanza con intervenciones claras y definidas
ganándose la admiración y el respeto de sus mismos oponentes. La visión de MS sobre la educación es formar
personas responsables, cristianas, ciudadanos y constructores del mundo. Pero para esto lo fundamental es
“formar el corazón”. La pedagogía que transmitió a sus Esclavas es la “pedagogía del corazón”.
LA PRENSA
Le preocupa el papel que la prensa comienza a tener en la sociedad. Aspira a que sea una palanca de
construcción de los pueblos e informe desde la verdad, libre de todo partidismo político. Con estas ideas funda
un periódico El Correo de Andalucía que sale a la calle en Sevilla el 1 de febrero de 1899
Los obreros
Su sensibilidad a esta cuestión la demostró desde sus años de abogado. En Málaga creo círculos de obreros
dedicándose a la defensa de sus derechos de un modo generoso. Con sabio equilibrio apoya sus reivindicaciones
y alerta de los peligros de la violencia o la fuerza.
LOS SACERDOTES
La santidad y la cultura de los sacerdotes fue una constante preocupación de MS. Vigila con atención los
seminarios, los visita, les predica los Ejercicios espirituales. Estimula la vida de las parroquias y mantiene un
trato frecuente, cercano y cordial con sus sacerdotes “El sacerdote ha de estar lleno de Dios; Dios debe ser la
luz de su mente, el calor de su corazón, el resorte de sus acciones” “no se le piden sacrificios sino que ha de
vivir sacrificado”. Crea una asociación para la formación de los sacerdotes y para ayudarles en sus
compromisos que funcionó en Málaga y en Sevilla.
LA PALABRA DE DIOS
Incansable en la predicación, nunca hablaba sin antes haber preparado lo que decía en la oración y consulta y
meditación de las Escrituras.. Para que los pueblos fueran atendidos en la predicación de la Palabra funda una
asociación de misioneros diocesanos entre el clero secular. Creo también una asociación de seglares para el
fomento de la predicación. Esta obra fue “La Palabra de Dios” fundada en Sevilla en 1902.
El Escudo Episcopal de D. Marcelo Spínola y Maestre.
El escudo de don Marcelo Spínola está dividido en cuatro cuarteles: Los dos de arriba por los apellidos Spínola,
a la derecha, y Maestre a la izquierda; los cuarteles inferiores llevan repetido el blasón de Osorno por ser
Osorno los segundos apellidos de don Marcelo, paterno y materno.
Spínola: En Campo de oro una faja jaquelada de plata y gules, en tres órdenes, sosteniendo una espina de
gules.
Maestre: Campo verde con un girón de cuatro almenas de oro y abajo una flor de lis de oro, colocada en medio.
Osorno: Escudo cuartelado, primero y cuarto de oro con cinco lanzas puestas en banda; segundo y tercero de
azur con cinco lises de oro colocadas dos una dos. Superpuesto en lugar de honor, el Corazón de Jesucristo.
CELIA MÉNDEZ Y DELGADO
FUNDADORA DE LAS ESCLAVAS DEL DIVINO CORAZÓN CON EL CARDENAL SPÍNOLA.
Celia Méndez y Delgado nace en Fuentes de Andalucía (Sevilla), el 11 de febrero de 1844. Contrae matrimonio a
los 17 años con Paulino Fernández de Córdoba y Vera de Aragón, Marqués de la Puebla de Obando. A los 30
años enviuda, siente un enorme vació que necesita llenarse de nuevo. Ninguna cosa le interesa ni le llama la
atención, no le sirven las medias tintas, quiere dar un giro a su vida. Decide ir a la parroquia de S. Lorenzo a
hablar con D. Marcelo, este se da cuenta de que Celia ha recibido una fuerte llamada de Dios, ambos
emprenden un camino de búsqueda que en 1885 lleva a fundar las Esclavas del Divino Corazón en Coria, Cáceres.
En una sociedad en que la preparación de la mujer deja mucho que desear, la Congregación de Esclavas se
dedica a favorecer su educación en todos los estamentos sociales de la época. Desde Coria van a Puente Genil,
y luego, tras un periodo de dificultades, a Málaga donde se asientan y abren un colegio. En 1893 inauguran casa
y colegio en Ronda. En 1896 en Corte Concepción, Huelva y en 1899 en Moguer… En el mismo año de 1899 las
Esclavas se instalan en Sevilla y en 1903 en Linares. En 1907 hay un intento de fundación en Murcia que no
llega a consolidarse. Esta casa se cierra poco después de la muerte de Celia Méndez.
Tras años de infatigable trabajo y dedicación a estas fundaciones, muere Celia Méndez en Sevilla el 2 de junio
de 1908.
CÓMO ERA CELIA MÉNDEZ:
EN SUS PRINCIPIOS:
Mujer de la alta sociedad sevillana, a los 17 años contrae matrimonio con D. Paulino Fernández de Córdoba,
Marqués de la Puebla de Obando. Alternó dentro de la sociedad que le correspondió vivir, dentro de su
arraigada fe cristiana. Y de sus 12 años de matrimonio pudo decir: “He gozado de cuanta felicidad ofrece la
tierra”.
EN SU MADUREZ:
Una mujer a quien el dolor de la muerte de su marido le abrió el horizonte de un Dios que se le presentaba
como Amor Absoluto. Que fiel a su llamamiento lo dejó todo para seguirlo. Y que pudo afirmar con verdad:
“nunca ha vacilado en preferir a Dios”.
EN SU NUEVO CAMINO:
Vivió enamorada de lo que Dios quería “Ayer oí una jaculatoria que expresa lo que deseo; dice: Voluntad de mi
Dios, yo te amo; desde entonces la he repetido hasta en sueños”. Buscó apasionadamente el querer de Dios. Lo
cumplió amorosamente en toda circunstancia, en todo momento, con creciente fidelidad, con renovada ilusión.
“Quiero lo que Dios quiera aunque sea a costa de los mayores sacrificios, y esto no en teoría sino en la
práctica”.
CÓMO ERA:
De gran temperamento, clara inteligencia, decidida y de firme voluntad. Sincera, espontánea, generosa,
respetuosa con todos, humilde, sacrificada, caritativa, llena de bondad.
NOS DEJÓ:
El ejemplo de su vida entregada a Dios y a los hombres con generosidad, amor y deseo de comunicar a todos la
Buena Noticia del Evangelio. Su espiritualidad, manifestada en el amor a Jesucristo, reflejada en su obra y en
sus escritos, su comprensión y caridad con todos, su búsqueda incansable de la voluntad de Dios…
La Congregación de Esclavas del Divino Corazón, obra que llevó a cabo con el Beato Marcelo Spínola y Maestre,
es la expresión de su celo por la educación cristiana de la juventud. Miles de jóvenes participan de su obra y su
espiritualidad.
En 1994 se inició su proceso de canonización.