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1146 – 1149: SEGUNDA CRUZADA El reino de Jerusalén, el principado de Antioquía y el condado de Edesa fueron los tres territorios que quedaron delimitados en Medio Oriente, a orillas del mar Mediterráneo, luego de los resultados de la Primera Cruzada y la posterior Cruzada Menor, ocurrida en 1101. Tiempo después, en 1109, se fundó el Condado de Trípoli en la misma región. De todos estos distritos, el que demostraba mayor fragilidad era Edesa, que se situaba en el extremo norte, y poseía una población notablemente menor a la de los otros estados. Por estas razones, las diversas tribus musulmanas - Turcos selyúcidas, ortóquidas y danisméndidas -, que habitaban en territorios vecinos, lo eligieron como blanco predilecto. De esa manera, entre 1104 y 1143, islámicos y cristianos combatieron en varias oportunidades por el dominio de la ciudad. En 1104, el conde Balduino II y su heredero, Joscelino de Courtenay, fueron derrotados y aprisionados por los turcos. EL CONDE BALDUINO II. Años más tarde, en 1122, ambos nobles volvieron a ser capturados. Sin embargo, poco después, en 1125, los cristianos recuperaron el dominio sobre Edesa. La Segunda Cruzada había sido convocada después de la caída del condado cristiano de Edesa en el 1144. Edesa 1144 Iconio Turbesel Ruta terre stre Alepo Alanya Antioquia Seleucia Trachea Alanya Latakia Hama Hims Totosa Beirut Sidon Damasco 1148 Tiro Acre M a r M e d it e r r a n e o Biblos Jaffa Jerusalen Damieta Alejandria CABE SEÑALAR QUE LA MASACRE DE LOS HABITANTES DE UNA CIUDAD QUE SE NEGÓ A ENTREGAR ERA UNA PRÁCTICA COMÚN EN ESTA ÉPOCA. El Cairo CRUZADAS Y DISPUTAS POR ASIA 20 Igualmente, en 1128, la situación de los cristianos en la zona se iba a complicar más de la cuenta, a raíz de que, en ese entonces, los turcos selyúcidas, encabezados por Zengi, atabeg – Gobernador - de Mosul, conquistaron Alepo. La importancia de esta acción radicó en que los musulmanes obtuvieron el control sobre el paso a Siria, lo que representaba un grave peligro para el mantenimiento del control europeo sobre Jerusalén. LA CIUDAD ANTIGUA DE ALEPO. SU CENTRO HISTÓRICO, EN EL CUAL SE ENCUENTRA UNA BELLA CIUDADELA CONSTRUIDA EN EL SIGLO XIII POR AL-MALIKAL-ZAHIR GHAZI, EL HIJO DE SALADINO. LA CIUDADELA SE UBICA EN UNA COLINA CONSTRUIDA Y ESTÁ RODEADA POR UNA MURALLA CON SIETE PUERTAS MEDIEVALES. Ante ello, los islámicos, comandados por Zengi, empezaron el asedio a Damasco, cuyos líderes debieron aliarse con Jerusalén para resistir la embestida de los turcos selyúcidas. En tanto, las derrotas continuaron diezmando las fuerzas militares cristianas en Eseda. Poco después, Balduino II y Joscelino I habían muerto, quedando en su lugar Joscelino II. Éste no tuvo más alternativa que unirse al Imperio Bizantino para resistir los ataques enemigos. Pero, para 1143, la muerte del emperador bizantino Juan II Comneno, así como la del rey de Jerusalén Fulco de Anjou, debilitaron la presencia cristiana en la zona. Además, Joscelino II se distanció de sus únicos dos posibles aliados en la región, el conde de Trípoli y el príncipe de Antioquia. Edesa quedó sumida en la más profunda de las soledades, NUR AL-DIN, HIJO DE ZENGI. A fines de 1144, Joscelino II no encontró otra salida que unirse a los turcos ortóquidas para escapar de Edesa. Así, con sus tropas, apoyó a las huestes del príncipe ortóquida en su campaña contra Alepo. Igualmente, Zengi aprovechó este movimiento para trasladarse hacia el norte y, así, pudo controlar Edesa. Por ello, Zengi fue reconocido por los musulmanes como "defensor de la fe". Pero, lejos de cumplir con las expectativas bélicas de los cristianos, Zengi cesó sus ataques en la zona y, rápidamente, se encaminó hacia Mosul, con el fin de acabar con los conflictos internos. Allí, en 1146, un esclavo lo asesinó, y fue sustituido por su hijo Nur al-Din. CRUZADAS Y DISPUTAS POR ASIA 21 LANZAMIENTO DE LA SEGUNDA CRUZADA EDAD MEDIA ENCICLOPEDIA DE GUERRAS: 1000 AÑOS DE CONFLICTOS En tanto, la información acerca de los sucesos ocurridos en los Estados Cruzados llegó a Europa a fines de 1145. Primero, fueron los peregrinos quienes difundieron los acontecimientos y, más tarde, los embajadores de Antioquía, Jerusalén y Armenia le advirtieron a la nobleza europea acerca de los hechos ocurridos. Ante ello, el Papa Eugenio III convocó rápidamente a la Segunda Cruzada. Para difundir su mensaje, se valió de uno de los predicadores más renombrados y populares de la época, Bernardo de Claraval. Además, Eugenio III había ideado que los reyes más poderosos del continente debían encabezar los ejércitos cruzadas y, también, las rutas tendrían que estar trazadas de antemano. EL PAPA EUGENIO III. BERNARDO DE CLARAVAL. Inicialmente, hubo poco entusiasmo por la campaña promovida por el Papa. Sin embargo, dos hechos cambiaron rotundamente el panorama. En primer lugar, la adhesión del rey de Francia, Luís VII, renovó las ilusiones del papado, y generó que se realizara un nuevo llamado para la cruzada, al que se sumó gran cantidad de miembros de la nobleza y la realeza europea. Aunque, la excepción fueron los ingleses, quienes enviaron soldados a la Cruzada, pero desistieron de mandar a sus reyes y príncipes, ya que la isla estaba sumida en un período de grave inestabilidad. Mientras tanto, Bernardo de Claraval recorrió buena parte del continente pregonando la iniciativa papal y, a raíz de su grata reputación entre los campesinos y nobles, consiguió numerosas adhesiones a la causa. En su paso por Alemania, Bernardo se entrevistó con el emperador Conrado III, a quien, al principio, no notó convencido de encarar el viaje. Pero, en una segunda pasada por la región, el REY DE FRANCIA, LUÍS VII. párroco atrajo definitivamente el interés del líder y los nobles germanos hacia la cruzada. CRUZADAS Y DISPUTAS POR ASIA 22 Con un apoyo masivo en la mayor parte de las regiones de Europa, Eugenio III y Luís VII comenzaron a preparar el viaje que emprenderían un año más tarde. Para ello, primero, aseguraron un tránsito pacífico de las fuerzas cruzadas hacia Constantinopla. Por ello, establecieron pactos con los mandatarios de las zonas que sus ejércitos atravesarían, es decir, con Geza de Hungría, Roger II de Sicilia y Manuel I Comneno. Particularmente, este último, emperador bizantino, también exigió que los cruzados le juraran fidelidad, así como lo habían hecho con su abuelo, Alejo I Comneno. Igualmente, en varias zonas del continente, los predicadores se volvieron a valer del antisemitismo, como en la Primera Cruzada, para alentar a los pueblos a integrar el viaje. Pero, las represalias contra los judíos fueron detenidas rápidamente por Bernardo, quien se encargó de hacer cambiar las posturas de los agresivos. Al mismo tiempo, Eugenio III aceptó el pedido de España para que su ejército combatiese en la península ibérica, la cual, varios siglos atrás, había sido invadida por los musulmanes, que aún conservaban el dominio de la región. Además, España tuvo el apoyo militar de Marsella, Pisa y Génova. ALEJO I COMNENO. En febrero de 1147, los cruzados comenzaron a elaborar las rutas que seguirían sus fuerzas. Sin embargo, varios líderes estaban enemistados con otros, lo que dificultó las tratativas y, posteriormente, culminó con la salida de los sicilianos de la unión. Asimismo, los alemanes intentaron extender la cruzada contra las tribus eslavas, ubicadas al noreste del Sacro Imperio Romano Germánico. El Papa los autorizó y, de esa manera, nacieron las cruzadas bálticas. Mapa del Sacro Imperio Romano Germánico. Reino de Germania Reino de Borgoña Reino de Bohemia Reino de Italia 1100 Sacro Imperio Romano 936 1100 936 - 950 Provincia tributaria 950 - 962 Estado dependiente CRUZADAS Y DISPUTAS POR ASIA 23 LAS CRUZADAS Las fuerzas cruzadas que arribaron a España y Portugal se pusieron a las órdenes del rey Alfonso I. Allí, las tropas sitiaron Lisboa y, posteriormente, lograron controlarla. Pero, antes de entregársela al rey de Portugal, los cruzados la saquearon. A su vez, las huestes españolas, junto a los cruzados, dominaron Almería y Tarragona y, meses más tarde, las tropas castellanas y aragonesas retomaron el control sobre Fraga, Lérida y Tortosa. Por su parte, en mayo de 1147, los alemanes, encabezados por Conrado III, partieron hacia Constantinopla, con una fuerza de más de 20 mil soldados. Para ello, retomaron el trayecto que habían utilizado en la Primera Cruzada y, en septiembre, arribaron al destino, donde debían esperar al ejército francés. Pero, por decisión de Conrado, los germanos, ayudado por los bizantinos, cruzaron el Bósforo en soledad, para alcanzar Anatolia. Además, el mismo Manuel I guió a las huestes alemanas. Al llegar a Nicea, Conrado optó por dividir su ejército. EL SULTANATO DE RÜM. La delegación más grande siguió la ruta hacia Jerusalén por la costa, mientras que Conrado lideró la expedición por el interior de la península. Poco después, los hombres de Conrado fueron emboscados por los turcos del Sultanato de Rüm, quienes aniquilaron a las fuerzas europeas. Los sobrevivientes, quienes luego fueron esclavizados, nunca pudieron reorganizarse y, a la noche, Conrado escapó en soledad hacia Nicea. En la ciudad santa se reunieron todas las fuerzas expedicionarias. Luis vii y conrado iii decidieron poner sitio a damasco. La segunda cruzada, en la que había tantas esperanzas, constituyó un rotundo fracaso. CRUZADAS Y DISPUTAS POR ASIA 24 Por su parte, los alemanes que se encaminaron por la costa, comandados por Otto de Freising, resultaron masacrados meses más tarde. Así, el aporte germano a la cruzada había sido destruido. Pero, al llegar los franceses a Nicea, Conrado II decidió acompañarlos en su campaña por Turquía. Los hombres de Luís VII habían tomado el mismo camino que los alemanes y, en el camino, habían sumados delegaciones normadas e inglesas a sus fuerzas. A su llegada a Constantinopla, los galos habían demostrado serias diferencias con Manuel I, dado su pacto de no agresión con los turcos. Igualmente, los franceses continuaron su trayecto hacia Nicea, sin ayuda alguna de los bizantinos. Desde allí, los soldados de Luís, junto a Conrado, continuaron por el paso costero y, en diciembre, arribaron a Éfeso, de donde salieron rápidamente ante un posible ataque enemigo. Igualmente, los turcos arremetieron contra los galos, pero fueron rápidamente vencidos. Así, los franceses pudieron seguir su viaje, aunque con constante presión y asedio de los musulmanes. OTTO DE FREISING. Luego, ante la falta de alimentos en los alrededores, Luís tomó la decisión de llegar a Antioquia por mar. Pero, las tormentas retrasaron la llegada de los barcos y, de esa forma, los cruzados perdieron un mes. Asimismo, los navíos eran suficiente y sólo pudieron transportar a una porción de las fuerzas francesas. El resto debió continuar por la ruta de la costa, en la que fueron masacrados por los turcos o por diversas enfermedades de la región. Anfiteatro de éfeso. Se hallaba ubicada cerca de la desembocadura del río Caístro, en la costa griega oriental del mar Egeo. Desde allí partían rutas comerciales que se internaban en el Asia Menor. CRUZADAS Y DISPUTAS POR ASIA 25 LLEGADA A DESTINO En marzo, los franceses arribaron a Antioquía. Allí, Luís recibió una propuesta para ayudar a los cruzados de la zona, pero finalmente decidió continuar su camino hacia Jerusalén. Para ello, los galos dirigieron, primero, a Trípoli y, luego, hacia su destino. Allí, el rey Fulco invitó a los franceses a que se sumaran a su banda. Por ese entonces, los cruzados de España y Portugal estaban arribando a la zona, al igual que los provenzales de Alfonso de Toulouse, quien había muerto por envenenamiento, En junio, el Consejo feudal de Acre se reunió en las cercanías de Jerusalén. Allí, la nobleza de la región se encontró con los representantes de los cruzados - Conrado, Otón, Enrique II de Austria, Federico I Barbarroja, Luís XII, el hijo de Alfonso, Bertrand, Thierry de Alsacia, el rey Balduino, la reina Melisenda, el patriarca Fulco, Robert de Croan, gran maestre del Temple, y Raimundo del Puy de Provence - para decidir en conjunto los próximos pasos que debía seguir la cruzada. Desde allí, el ejército cristiano salió hacia Damasco, por pedido del rey Balduino III y de los caballeros templarios. En su trayecto a Damasco, los cruzados encontraron constantes abastecimientos de alimentos en los huertos de la región. Ante los ataques de los enemigos, los cruzados pasaron hacia una zona más segura, aunque con menor cantidad de provisiones. Sin embargo, desde ese sito, el asedio a Damasco perdió fuerza, y los cruzados de la zona comenzaron a replegarse hacia sus ciudades. Así, poco después, el ataque fue abortado y los europeos regresaron a Jerusalén. Una vez allí, cada ejército emprendió la vuelta a sus naciones. La Segunda Cruzada había finalizado. Años más tarde, la derrota cristiana en la Segunda Cruzada llevó a que el Reino de Jerusalén cayera en 1187, luego de un sitio emprendido por los musulmanes, liderados por Saladito. En ese momento, la Iglesia convocó a una Tercera Cruzada. LA DERROTA CRISTIANA EN LA SEGUNDA CRUZADA LLEVÓ A QUE EL REINO DE JERUSALÉN CAYERA EN 1187. EN ESE MOMENTO, LA IGLESIA CONVOCÓ A UNA TERCERA CRUZADA. En tanto, al finalizar el asedio, Damasco rompió sus relaciones con los estados cruzados de la región y, en 1154, la ciudad fue entregada a Nur ad-Din. Por ese entonces, Balduino II había sitiado Escalón, por ello, Egipto se sumó al conflicto regional. A su vez, Jerusalén pudo subsistir unos años más, incluso impulsó la conquista de diversas ciudades de la zona. Pero, su poder cayó con la ruptura de las relaciones con el Imperio Bizantino. 3° Cruzada Ratiabonre Paris Genova Marsella Ricardo corazón de León (Inglaterra) Lisboa Felipe segundo (Francia) Reggio Candia Tiro Jaffa Ederico Barbarroja (Alemania) CRUZADAS Y DISPUTAS POR ASIA 26