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18 DE MAYO DE 2014
NOEMIA MORALES DÍAZ
GENÉTICA Y
CRIMEN
Criminales en Potencia
Tras décadas buscando una explicación al comportamiento de los
criminales, parecía que el descubrimiento del “cromosoma de la
criminalidad” (la existencia de dos cromosomas Y, también conocido como
el “Síndrome de Jacobs”) era la llave que explicaba este tipo de
comportamiento. Sin embargo, tan sólo un 2% de los agresores daban
positivo a la anomalía según un estudio publicado en la revista American
Journal of Medical Genetics, por lo que se presumía que además de la
influencia ambiental, debía de haber otras alteraciones relacionadas con
este tipo de comportamiento.
James Fallon,
(neurocientífico
estadounidense)
analiza tomografías
cerebrales de
asesinos
psicópatas
Ahora, tras una investigación llevada a cabo por el profesor de Neurología de la Universidad de
California Irving, James Fallon, se revela la existencia de una mutación en el gen para la
Monoamino oxidasa que estaría relacionada con las tendencias criminales. El gen, bautizado
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18 DE MAYO DE 2014
como el “gen guerrero” es el encargado de degradar
neurotransmisores como la serotonina y la noradrenalina, pero
no puede llevar a cabo su función si posee una la mutación, por
lo que genera un escaso control de los impulsos o tendencias
agresivas. Esta predisposición biológica ha llevado a los
científicos a analizar escáneres del cerebro de numerosos
asesinos, en los que han registrado un pobre funcionamiento
del córtex frontal y la presencia en la mayoría de los casos de la
mutación antes mencionada.
NOEMIA MORALES DÍAZ
Comparación
entre escáneres
cerebrales.
Aparentemente, la alteración para el gen MAO-A es heredable,
lo que ha suscitado numerosas preguntas acerca de las
implicaciones legales del descubrimiento, pues si el
comportamiento criminal es atribuido a un déficit neurológico,
no se puede acusar al agresor de sus actos.
El estudio ya ha tenido numerosas repercusiones en los
juzgados, donde varias personas acusadas de asesinato han
sido sentenciados por “homicidio involuntario” tras dar niveles
de MAO-A altos. Uno de los casos más llamativos fue el del
argelino Abdelmalek Bayou, quien mató a puñaladas en Italia a
un transeúnte que criticó que llevara los ojos pintados. Tras
defender que existía una predisposición genética para la
actuación del acusado, la condena del juez se redujo. No
tardaron en saltar las alarmas ante la sentencia, que vuelve a
poner sobre la mesa la excesiva importancia dada al
determinismo genético en la actualidad, ya que que la
existencia de una predisposición violenta no significa que ésta
deba desarrollarse con un entorno apropiado.
Arriba, un escáner
realizado a una persona
sin el “gen guerrero”
mutado. Debajo, el
escáner del científico
James Fallon, que se
descubrió poseedor de la
mutación.
“El cerebro es (…) una forma diferente de expresar todo. La actividad cerebral es una
metáfora para todo lo demás. Somos básicamente máquinas de soñar que construyen
modelos virtuales del mundo real.”
-Rodolfo Llinas
Referencias:
I. Revista Thestar: "Brain scientist James Fallon discovers his inner psychopath
II. Smithsonian: The Neuroscientist Who Discovered He Was a Psychopath
III. Blog “El archivo del crimen”: Abdelmalek Bayou: la genética como atenuante
IV.Revista “Ojo científico”: ¿Qué esconde el cerebro de los asesinos?
V. Revista “Muy Interesante”: ¿La maldad está en los genes?
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