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Agua de Mar, Minería, Impactos y una Propuesta de Sustentabilidad1
José Adolfo Moreno Correa2
Durante el año 2011 realizamos un estudio que resaltaba cómo a través del Sistema de Evaluación
de Impacto Ambiental (SEIA) las compañías mineras de la principal región productora de cobre en
el mundo – Región de Antofagasta de Chile - situada en el desierto más árido del mundo y cuyas
cuencas hidrográficas se encuentran totalmente colapsadas, han debido buscar soluciones como la
utilización de agua de mar en los distintos procesos productivos que involucran la producción de
cátodos, concentrados de cobre y también otros minerales no metálicos. Lo anterior se ha hecho
extensivo incluso mediante el abastecimiento de agua potable a las ciudades costeras como
Antofagasta. 3
Ante la evidencia de que proyectos mineros ya materializados requieren agua para sus procesos
productivos, la ciudadanía ha mostrado una creciente oposición a que la minería siga explotando
recursos hídricos superficiales (lo que se manifiesta principalmente en los procesos de participación
ciudadana que contempla el proceso de evaluación ambiental chileno) exigiendo a la minería la
incorporación de tecnología para desalinización e impulsión de agua de mar, reclamando a las
autoridades del país la necesidad de adoptar políticas públicas que aseguren la disponibilidad del
recurso superficial para el abastecimiento de la población y para las actividades económicas que
ésta tradicionalmente ha desarrollado como la agricultura o la ganadería, entre otros4.
Una de las conclusiones del estudio citado postula que el SEIA ha sido un importante instrumento de
gestión preventiva en materia de regular el aprovechamiento y explotación del recurso hídrico en
cuencas superficiales y subterráneas cuando de ello derivan impactos sobre los componentes
ambientales locales. Más allá de la discusión acerca de si aquello es o no lo deseable, la utilización
de agua de mar en faenas productivas e industriales es, ha sido y seguirá siendo mirada por la
sociedad como una alternativa posible, sobre todo por los ciudadanos de regiones áridas como las
del norte de Chile.
Desde el punto de vista económico se sostiene que uno de los principales obstáculos para
implementar esta solución está en el costo de la energía que implica desalar e impulsar el agua
desde el nivel del mar hasta niveles que varían entre 1.000 a 5.000 msnm con pendientes bastante
1
Especial agradecimiento a las opiniones y aportes hechos a este trabajo por Andrea Rudnick G., Jefa del
Dpto de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, Chile. Naldy Miranda M y Cristián Gutierrez V,
profesionales del Servicio de Evaluación Ambiental de Antofagasta y Eduardo Valenzuela A., Ingeniero Civil
Eléctrico, consultor energético.
2
Abogado, Director Regional del Servicio de Evaluación Ambiental de Antofagasta.
3
Moreno J., Gutierrez, C., IAIA 2011, en www.iaia.org “The Water Problem in the Region of Antofagasta;
The use of SEIA as an effective instrument for preventive environmental management”.
http://www.iaia.org/conferences/iaia11/uploadedpapers/final%20drafts/The%20Water%20Problem%20in%20the%20R
egion%20of%20Antofagasta;%20The%20use%20of%20SEIA%20as%20an%20effective%20instrument%20for%20preventi
ve%20environmental%20management.pdf
4
Manifestaciones que se han extendido incluso a proyectos basados en transferencias de derechos,
“Swaps”, como el caso del proyecto “Lequena-Ujina” cuyo proceso de Participación Ciudadana dio cuenta de
acaloradas y expresivas muestras de rechazo. Al respecto ver expediente de evaluación en:
http://seia.sea.gob.cl/expediente/ficha/fichaPrincipal.php?id_expediente=6360043&idExpediente=6360043
&modo=ficha
1
disímiles, pero pronunciadas. Sin embargo -y a pesar de los altos costos de la electricidad en Chile
actualmente- no son pocas las empresas que ya han tomado decisiones de inversión al respecto,
obteniendo las autorizaciones ambientales y sectoriales necesarias, permitiéndonos ver por estos
días proyectos que están en plena operación implementando esa tecnología con resultados exitosos.
De lo anterior se colige que, además de posible, se trata de tecnología probada. A su vez, otras
empresas están tomando hoy decisiones de inversión que incorporan la utilización de agua de mar
desalada o salada de manera de asegurar los requerimientos hídricos necesarios y con ello también
dar viabilidad a proyectos nuevos como a fases de expansión y ampliación de proyectos actualmente
en operación. Desde este punto de vista entenderemos que la incorporación de agua de mar
constituye en sí misma una verdadera nueva actividad, fase o proceso de muchos proyectos
mineros situados en el norte de Chile, incorporándose como tal en las fases de conceptualización y
diseño de los mismos.
Sin perjuicio de las enormes ventajas que supone la incorporación de desalación y utilización de
agua de mar en los procesos mineros y del alto grado de aceptación que ello genera en la
comunidad, no se debe perder de vista que la materialización de este tipo de proyectos tiene
dificultades propias (económicas y contractuales) y que por otra parte puede revestir igualmente la
generación de impactos ambientales adversos y significativos. Desde luego, los impactos
ecosistémicos y socio-ambientales propios de este tipo de instalaciones y actividades han de ser
evaluados preventivamente en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), de acuerdo
también al ámbito geográfico propio (área de influencia) en que se pretendan desarrollar, debiendo –
con ello- proponerse y/o adoptarse a su vez las medidas de mitigación, reparación o compensación
que correspondan.
No obstante, es posible advertir que esta “nueva fase” de los proyectos mineros podría ocasionar un
segundo tipo de impacto (s), que escapan al ámbito de acción y finalidad del SEIA como instrumento
de gestión ambiental, y que bien vale la pena tener presente para el caso de la minería chilena; su
incidencia sobre el cambio climático. En efecto, el consumo de combustibles fósiles para fines
energéticos es a nivel mundial la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero
(GEI). Luego, la demanda energética que trae aparejada la desalación e impulsión de agua de mar
en la minería, generará naturalmente aumentos en las emisiones de CO2 asociadas a esta industria.
Lo anterior probablemente no sería relevante ante una realidad energética distinta a la que
conocemos en nuestro país. Como sabemos, comparativamente a nivel mundial Chile no genera
importantes emisiones de GEI, no obstante, éstas han ido en aumento durante los últimos años, lo
que sugiere una mirada de cautela, sobre todo ante recientes acuerdos internacionales que apuntan
a la negociación de un nuevo régimen vinculante para todas las partes, donde Chile podría tener
compromisos de reducción de emisiones de GEI legalmente vinculantes a partir del 2020. En
relación a lo anterior, debemos señalar que el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) se
caracteriza por tener una matriz energética altamente “carbonizada” situación que no se espera
cambie en los próximos años.
En este trabajo, nos concentraremos en explicar y demostrar las implicancias que la utilización de
agua de mar salada y desalada puede tener sobre la industria minera nacional a propósito de su
relación con la energía y el cambio climático, con la sola intención de poner el tema sobre la mesa e
intentando proponer posibles vías de solución al respecto, entendiendo que aún hay espacio
temporal para ello.
2
I.
Disponibilidad de aguas continentales y minería en el Norte de Chile.
De acuerdo a un estudio realizado y publicado en 2010 por el Centro de Cambio Global UC y
EcoSecurities, en Chile más del 78% de la actividad minera se encuentra situada geográficamente
en cuencas deficitarias, todas ellas desde la Región de Coquimbo hacia el norte de nuestro país5.
Dicho estudio afirma que “el déficit hídrico en el 2040 será mayor que el considerado en las
condiciones históricas en las cuencas de transición y en las deficitarias, independientemente si la
producción minera y la demanda de agua por parte de la industria minera permanecen constantes en
los próximos años”, ello fundamentalmente debido al efecto que el cambio climático está teniendo
sobre la frecuencia en las precipitaciones y en los deshielos. Frente a lo anterior un 40% de las
compañías entrevistadas en el desarrollo del estudio se manifestó proclive a considerar el reciclaje
de agua (eficiencia en el uso) como alternativa para obtener mayores recursos hídricos, mientras un
80% de las mismas manifestó ver alternativas mediante la desalinización.
Como bien se sabe, la industria minera requiere de grandes volúmenes de agua y energía para
poder extraer y procesar los minerales en cuestión que se verá acentuada a medida que el mineral
que se quiera extraer y procesar tenga leyes más bajas. Ambos requerimientos se encuentran
relacionados en cuanto a costos de producción debido a que a mayor necesidad de agua mayor será
la necesidad de energía para poder llevarla a destino en las faenas. Del estudio precitado “El uso
cada vez mayor de energía en el manejo del agua puede tener importantes consecuencias (…) en lo
que respecta al aumento de las emisiones de dióxido de carbono si los combustibles fósiles
continúan siendo la alternativa preferida para la generación de energía”
II.
El Sistema Interconectado del Norte Grande (SING).
El SING constituye la mayor fuente de abastecimiento de energía para las compañías mineras de las
regiones del norte de Chile y en cuanto a su composición más de un 99,2 % de su generación
eléctrica proviene de combustibles fósiles. A la hora de hablar de emisiones de gases de efecto
invernadero (GEI) provenientes de la industria minera se ha distinguido –tradicionalmente- entre
emisiones directas e indirectas 6 . De acuerdo a COCHILCO, en promedio solo el 25% de las
emisiones de GEI provenientes de la minería corresponden a emisiones directas, mientras el 75% de
las emisiones de GEI están dadas por el uso de electricidad en los procesos, es decir emisiones
indirectas7. Por su parte, Ecosecurities y el Centro de Cambio Global UC concluyeron en base a
datos anteriormente publicados por COCHILCO que “Las emisiones de gas de efecto invernadero en
la industria minera del cobre han aumentado en un 48%, es decir, de 11,5 a 17 millones de
toneladas de CO2 equivalente durante el período 2004 a 2008. Se espera que las emisiones de
carbono en el 2012 sean 273% del valor que estas registraron en el año 2000, y que la electricidad
sea 200% mayor en 2012 que en 2000”.
5
Documento completo en: http://cambioglobal.uc.cl/index.php/en/proyectos/proyectos-realizados.html
Se entiende por “emisiones directas” aquellas emisiones de CO2 asociadas al consumo directo de
combustibles por parte de los proyectos mineros. Por su parte, las “emisiones indirectas” con aquellas
emisiones de CO2 generadas a partir del abastecimiento de energía eléctrica obtenido por los proyectos
desde alguno de los Sistemas Interconectados existentes en el país (SIC-SING)
7
Comisión Chilena del Cobre, Dirección de Estudios y Políticas Públicas; “Consumo de Energía y Emisiones de
Gases de Efecto Invernadero en la Minería del Cobre 2001-2011-Encuesta Realizada a la Industria”
disponible en http://www.cochilco.cl/productos/pdf/2012/Consumo_Energia_y_GEI_2012.pdf (consultada
el 4/09/2012.)
6
3
La Segunda Comunicación Nacional de Chile ante la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático (en adelante “la Segunda Comunicación”) publicada el año 2011 por el
Ministerio de Medio Ambiente, junto con destacar que sólo la minería del cobre fue responsable del
84% del consumo eléctrico del SING durante 2009 afirma, que en base a los propios estudios y
proyecciones entregados por COCHILCO “(…) se encontró que en todos los casos evaluados se
producirían aumentos importantes en el crecimiento de las emisiones sectoriales de GEI” 8 . La
Segunda Comunicación destaca los importantes avances y medidas de mitigación que la industria
ha logrado en relación con la investigación e implementación de eficiencia energética, lo que ha
constituido uno de los ejes centrales de actuación de la industria frente al tema, destacando la
creación de la Mesa Minera de Eficiencia Energética en el año 2006. No obstante, al hacer un
ejercicio respecto del impacto que las medidas de mitigación proyectadas para ser implementadas
entre los años 2009-2020 advierte que “incluso implementando medidas muy agresivas en ciertas
etapas de estos procesos productivos se obtendría un impacto muy acotado respecto de la
reducción de emisiones”.
III.
Agua de mar, desalación, impulsión, minería y cambio climático.
De los informes aludidos, como de datos de proyectos ingresados a tramitación en el SEIA, se
desprende que muchas compañias de la gran minería ven en el agua de mar -ya sea salada o
desalinizada- una alternativa de solución para enfrentar la escasez hídrica y lograr viabilidad y
continuidad para sus proyectos. En efecto, la incorporación de la tecnología de desalinización ha
constituido un verdadero proceso de adaptación de la industria asociado a la elevada demanda y
paralela escasez del recurso hídrico en la región, cuestión –esta última- que se agravará con la
disminución del recurso considerando los escenarios futuros de cambio climático para Chile. Sin
embargo, dicha alternativa es relativamente nueva y por ende resulta explicable que también lo sean
las sospechas sobre las implicancias que esto puede tener sobre el cambio climático, cuestión que
ha de ser analizadas con detención.
Sin perjuicio de ser el cobre el principal producto de exportación del país -que representa del orden
del 18% del PIB- no se debe olvidar que Chile está dentro de los principales países a nivel mundial
en la extracción y producción de otros minerales como plata, hierro, oro y de ciertos minerales no
metálicos como el yodo, sales de potasio y litio, entre otros. Si bien en cuanto a aporte al PIB,
economías locales y regionales, costos, utilidades y procesos de producción se pueden hacer
bastantes diferencias entre un tipo de minería y otra, en la práctica todas requieren agua y, en la
medida que utilicen agua de mar y la impulsen hasta sus faenas, podremos decir que en este
aspecto la industria en conjunto tendrá mayores índices de incidencia en las emisiones de carbono
del país y en comparación con el resto de los países mineros del mundo. Hilando fino, las diferencias
entre los aportes de un tipo de minería y otra estarán dadas por las características propias de
“proyecto a proyecto” (variables de diseño, ubicación y requerimientos de producción) y, en virtud de
si la utilización de agua de mar, de si esta conlleva o no desalinización y de su sistema de impulsión,
cuestión que también ha de representar diferencias.
Finalmente, algo relevante; Los datos de Cochilco que sirvieron de base tanto para el estudio de
EcoSecurities como para la Segunda Comunicación, así como los resultados del último estudio
8
En el mismo sentido Segunda Comunicación Nacional de Chile ante la Convención Marco de Las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático, cap. 3. Documento completo en: http://www.mma.gob.cl/1304/articles50880_docomunicadoCambioClimatico.pdf
4
publicado en junio de 2012 por el mismo organismo, excluyen la utilización de agua de mar en
proyectos mineros como una variable determinante para sus conclusiones9. Lo anterior parece haber
dado un reciente giro ya que en Agosto del presente año Cochilco, en el marco de un seminario,
presentó datos que incorporan la desalación e impulsión de agua de mar en el marco de las
necesidades energéticas de la minería del cobre, lo que nos permite ratificar lo sostenido en cuanto
a que esto constituye verdaderamente una nueva fase en la minería con proyecciones bastante
significativas. A su vez, dicho estudio permite hacer una relación directa entorno a las proyecciones
de significativo aumento que tendrán emisiones indirectas de GEI (especialmente CO2) de la
minería10.
IV.
Una preocupación creciente en la Industria a nivel mundial.
La ecuación es sencilla; mientras mayor es el consumo energético de la minería mayor será la cuota
de emisiones indirectas de GEI. Como hemos sostenido, la condición para que se verifique esa
relación será fundamentalmente que la fuente de obtención de dicha energía provenga de fuentes
fósiles, tal como ocurre actualmente en Chile con el SING.
Lo anterior no debe ser mirado con liviandad, por el contrario requiere de acciones y pro-actividad
por parte de la industria. Independientemente de que se trate de emisiones “indirectas”, son
emisiones identificables con la minería, y que hoy en día tienen un valor frente a la sociedad y la
comunidad internacional bastante distinto al de hace dos décadas atrás 11 . Nuestra realidad
energética y las emisiones de GEI asociadas a su producción podrían perfectamente suponer en el
futuro próximo un desprestigio importante para nuestra minería, haciéndola menos competitiva frente
a las exigencias del mercado, con un alto costo de imagen y crecimiento para el país.
A nivel internacional el “International Council on Mining and Metals” (ICMM) (www.icmm.com),
organismo que reúne a las principales compañías mineras del mundo, publica hace años trabajos en
que se abordan diversos temas relacionados con la actividad minera. Algunos de estos trabajos
apuntan la importancia de contar con indicadores de sustentabilidad en la industria, estos pueden
ser genéricos o específicos y la idea de los mismos es proveer datos concretos sobre la
implementación de mejores estándares de sustentabilidad y otorgar la posibilidad de comparar el
9
COCHILCO “Consumo de Agua en la Minería del Cobre 2009” señala en su primera conclusión de manera
expresa respecto de los datos de las cantidades de extracción de agua declaradas por las empresas mineras
de cobre cabe señalar que “esta cifra no incluye agua de mar ni agua alumbrada en las operaciones
mineras”. Documento completo disponible en:
http://www.cochilco.cl/productos/pdf/2010/Consumo_de_Agua_en_Mineria_2009.pdf
10
En efecto, de acuerdo a los datos presentados por Cochilco el 29/08/2012, la desalación pasará de
representar un 4% promedio del consumo energético de proyectos mineros en 2013 a un 15% cerca del año
2020. Al respecto ver “Informe de Cochilco: Proyección del Consumo de Energía Eléctrica en la Minería del
Cobre 2012-2020” disponible en
http://www.cochilco.cl/archivos/presentaciones/20120829125110_Proyecci%C3%B3n%20Energ%C3%ADa%
20El%C3%A9ctrica%202012-2020%20agosto%202012.pdf (consultado el 6/09/2012)
11
En este sentido la OCDE recientemente ha vuelto a recomendar a Chile hacer esfuerzos en materia
minera, específicamente en relación a emisiones atmosféricas, eficiencia energética y mitigación de
emisiones de gases de efecto invernadero. Ver al respecto recomendaciones (7, 10, 11 y especialmente
N°51) en Ministerio del Medio Ambiente. Evaluación de Medio Término 2011. OECD Environmental
Performance Review, Chile 2005. http://www.sinia.cl/1292/articles-50651_ChileEDA2005_EMT2011.pdf
5
desarrollo de la industria a nivel mundial12. Dicho organismo se ha referido como ejemplo de un
indicador “sitio-específico” a las emisiones de GEI de la industria señalando expresamente que al
tener este indicador se hace “posible comparar los impactos relativos de las distintas operaciones en
términos de su contribución a los aumentos globales de gases de efecto invernadero”13.
Otro interesante trabajo publicado por el ICMM a comienzos de la década anterior advertía que en el
mundo había una tendencia a la des-carbonización de los combustibles para generar energía y ello
en lo que respecta a la minería “(…) ha sido de gran ayuda frente a la mayor preocupación sobre los
impactos del cambio climático de las emisiones de carbono no reguladas. La incertidumbre asociada
con la regulación potencial de las limitaciones sobre las emisiones de carbono ha llevado a muchas
empresas líderes a comenzar a controlar el inventario y control de las emisiones de carbono en sus
operaciones”, agregando que “El aumento de la presión para reducir o eliminar las emisiones de
carbono asociadas con el uso de energía se verá reforzada por la creciente disponibilidad de
tecnologías costo-efectivas, eficientes y el valioso contexto que proporcionan servicios de energía
sin emisiones de carbono.14”
Como se advierte en uno de los estudios, la realidad sitio-específico de un factor como la energía
puede ser determinante a la hora de diferenciar geográficamente el comportamiento de la industria
minera y el aporte que ésta hace a la generación de GEI. Un reciente estudio realizado por el
Gobierno de Australia en el cual se presenta una proyección del costo nivelado de la energía hasta
el año 2050 para dicho país, compara más de 40 distintas alternativas o fuentes de generación,
incorporando dentro de los parámetros el cálculo factores como la emisión anual de CO2, la tasa de
captura de CO2, el costo de emisión de CO2, el costo por transporte y almacenamiento de CO2, entre
otros.15
Estudios como los anteriores han llevado a la industria minera a tomar medidas tendientes a auto
regular sus emisiones principalmente a través de medidas de eficiencia energética, y en algunos
casos debiendo acelerar el paso debido a aspectos regulatorio-económicos.16
V.
Alternativas para la minería de Chile.
El diagnóstico presentado puede ser revertido si es que se toman medidas a tiempo. La Segunda
Comunicación señala que “En el sector de la minería del cobre no se ha generado un marco
regulatorio propio para abordar la mitigación de emisiones de GEI. El aporte de las empresas, en
tanto, ha estado más bien orientado hacia una implementación voluntaria y experimental de medidas
12
Al respecto es muy posible que en el mediano plazo estas preocupaciones se transformen en puntos a
regular y que ante comportamientos o regulaciones internas disimiles se den casos de “dumping”
productivo como ya ha ocurrido en el caso de Chile con otro tipo de industrias productivas.
13
“Sustainability indicators and Sustainability Performance Management” p. 124 y ss, disponible en
http://pubs.iied.org/pdfs/G01026.pdf?
14
“Energy and Sustainable Development in the Mining and Minerals Industries” p.8 disponible en
http://pubs.iied.org/pdfs/G00540.pdf?
15
“Australian Energy Assessment 2012”, Australian Government, Bureau of Resources and Energy
Economics, disponible en:
http://www.bree.gov.au/documents/publications/Australian_Energy_Technology_Assessment.pdf (consulta
30/08/2012)
16
Un polémico pero reciente ejemplo al respecto fue la decisión del gobierno Australiano de establecer un
impuesto de 23 dólares australianos por tonelada de Co2 emitida a un total de 194 empresas entre las
cuales se cuenta a importantes productores mineros con participación en la industria minera de Chile.
6
de eficiencia energética en sus procesos productivos”. Sin perjuicio de los reconocidos esfuerzos,
pareciera ser que las medidas de eficiencia energética no bastarán y con mayor razón resultará
necesario que como en el caso de la disponibilidad de agua, la industria minera nacional busque
alternativas que le permitan cubrir los nuevos requerimientos energéticos, más aun tomando en
cuenta el incremento asociado a la desalinización e impulsión de agua de mar.
Para esto se debe evaluar seriamente y con detención todas las alternativas de suministro, tomando
en cuenta los costos, impactos ambientales y socio-económicos así como la realidad geográfica y
las ventajas comparativas que posee Chile. En orden a garantizarse también un grado de autonomía
energética será necesario considerar las lecciones del pasado en materia contractual de
abastecimiento (compras de Gas Natural) así como los factores de ventajas comparativas de
generación que nuestro país pueda ofrecer para garantizar un adecuado suministro.
Si nos adentramos en la búsqueda de soluciones a poco andar nos encontramos con una frase
bastante recurrente: “Chile es altamente privilegiado para el desarrollo de fuentes de energías
renovables”. En efecto, no son pocas las iniciativas de proyectos eólicos, solares e incluso de
generación geotérmica que se han evaluado y calificado favorablemente en el SEIA (ver figura N°1
respecto a la Región de Antofagasta y energía solar fotovoltaica).
Grafico N°1: Energía Fotovoltaica en SEIA II Región de Antofagasta17 (elaboración propia)
2500
2000
MW
1500
Aprobados
1000
Evaluando
Total
500
0
Fotovoltaico
Sin pretender sostener que las fuentes de energía renovable representan una solución absoluta a los
problemas de abastecimiento energético para Chile y la industria, veremos que hoy existen
argumentos interesantes para sostener que el uso de métodos de generación en base a gas natural
y de energías renovables representan una muy buena alternativa y/o complemento para la utilización
de agua de mar salada y/o desalinizada por parte de la industria minera. Sin perjuicio de los
aspectos positivos del gas natural, nos centraremos en la última alternativa analizando su viabilidad
desde el punto de vista económico, ambiental y del cambio climático.
En cuanto a la elección del tipo de fuente como complemento; desde el punto de vista geográfico,
temporal, económico y de eficiencia la balanza debería inclinarse más temprano que tarde hacia la
generación mediante energía solar fotovoltaica o solar térmica. Algunos de los datos que la inclinan
hacia ella dicen relación -por ejemplo- con el hecho que durante el año 2011 entraron en operación
17
Información actualizada al 30 de Agosto de 2012, disponible en www.sea.gob.cl e incluye energía solar
fotovoltaica y termosolar. Se hace presente que a la fecha ningún proyecto ha sido construido salvo el
“Planta Termosolar para el Calentamiento de Soluciones” de Minera El Tesoro pero que no será utilizada
para generar energía eléctrica.
7
más de 30GW de energía solar fotovoltaica a nivel mundial totalizando cerca de 70GW,
principalmente en países como Alemania, Italia, Japón, España y EE.UU18.
Un tema a considerar al momento de poder determinar con qué generador suscribir un contrato de
suministro es el costo que tendrá cada MWh requerido para la operación de su proyecto o actividad.
Sin perjuicio de que al respecto existen disímiles y variadas posturas, y que éste no es el punto
central de lo que se ha querido poner en discusión en este trabajo daremos algunas claves que
refuerzan la propuesta. El estudio del gobierno Australiano precitado concluye que: “El costo
estimado de generación en base a combustibles fósiles difiere de estudios previos, principalmente
debido al precio del carbono y a los mayores precios proyectados de los combustibles. El costo de la
tecnología solar fotovoltaica ha decrecido dramáticamente en los últimos dos a tres años como
resultado del rápido aumento de producción global de módulos fotovoltaicos. Se espera que al año
2050 algunas fuentes renovables como la solar fotovoltaica y eólica tengan los menores costos
nivelados de energía de todas las tecnologías evaluadas 19 ”. En la misma línea, otros informes
recientes muestran que los costos de producción de paneles fotovoltaicos a caído en un 50% en el
último tiempo, cuestión que se está traduciendo en una consecuente disminución del costo fijo de
este tipo de proyectos, sobretodo a gran escala, así como del costo nivelado de la energía que
producen.20
Sin perjuicio de que a nivel país no se ha materializado/masificado como alternativa, hay síntomas
de que ello está cambiando, sobre todo considerando que nuestro desierto de Atacama posee los
mayores índices de radiación solar del mundo (Ver figura N°2).
Figura N°2
En Chile, un elemento clave al negociar los contratos de suministro para clientes libres o no
regulados es el costo marginal proyectado en el sistema eléctrico. Al respecto se observa que el
SING ha registrado últimamente costos marginales bastante estables desde fines del año 2008
(cuando se produjo el aumento significativo por la crisis del gas). Si calculamos los costos
18
Informe de Renewable Energy Policy Network for the 21th Century, “Renewable Global Status Report
2012” , publicado con fecha 11.06.2012, disponible en http://www.map.ren21.net/GSR/GSR2012.pdf
19
Op. cit 15, p.58. traducción propia.
20
“Global Trends Report 2012”, publicado el 11.6.2012, Bloomberg New Energy Finance-UNEP-Frankfurt
School of Finance and Management, disponible en http://fs-unep-centre.org/publications/
8
marginales mensuales de los últimos 3 años y medio -desde enero de 2009 hasta junio de 2012obtenemos que el costo marginal promedio es de US$107,9 MWh21. No obstante que el año 2011 en
el SING entraron en operación 4 unidades generadoras a carbón -que en conjunto aportan más de
790 MW al sistema- lo que en principio provocó una baja en los costos marginales, hemos visto en
los últimos meses del año 2012 (abril, mayo y junio) que el costo marginal ha vuelto a subir sobre el
promedio (US$112 MWh). Lo anterior refleja que pese al ingreso de nuevos generadores (todos a
base de combustibles fósiles), factores como la alta demanda y la volatilidad del precio del
combustible afectan inciertamente, pero con tendencias al alza el panorama de los costos
marginales de generación.22
Otro factor que puede incidir sobre el costo final de la energía en las próximas negociaciones de
clientes libres, está dado por el actual contexto o escenario energético, previéndose una menor
oferta a la proyectada luego que importantes proyectos energéticos perdieran sus permisos en sede
Jurisdiccional.
Por el contrario, la baja en los precios de construcción de módulos solares fotovoltaicos ha hecho
decrecer el costo de inversión asociado a la construcción de este tipo de centrales cuestión que como se ha citado- está marcando una tendencia. Una muestra bastante importante de lo anterior se
dio a comienzos del presente año con la adjudicación de un contrato de suministro licitado por
Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi a una generadora en base a energía solar fotovoltaica
para la construcción de un parque de 25 MW de potencia instalada que entregará 60 GWh/año y que
como se ha declarado aportará en total un 13% de la demanda actual de energía requerida por el
proyecto durante el día “evitará la emisión de 43.500 ton CO2/año y permitirá reducir los costos del
suministro eléctrico para la minera.”23
Expertos hoy aseguran que la energía fotovoltaica puede competir con otras formas de generación
tradicionales en el mercado chileno y aunque otros lo refutan, lo cierto es que hay una clara
tendencia a la baja en los precios de generación que ha logrado captar el interés de algunos clientes
libres, observándose al mismo tiempo un aumento en los costos de generación de energía en base a
combustibles fósiles. Finalmente, un ingrediente importantísimo y adicional a considerar está dado
por la relación existente entre la materialización de proyectos que aprovechan este tipo de
tecnologías con mejores índices de desempeño ambiental; la mayor aceptación comunitaria que trae
aparejada y mejores resultados comparativos o “benchmarking”.
VI.
Casos de Estudio.
A continuación se presentan 2 casos, ambos de proyectos mineros ubicados en la Región de
Antofagasta, Chile, que durante sus procesos de evaluación ambiental han declarado que obtendrán
energía del SING para fases de aducción, desalación e impulsión de agua de mar (salada y
desalada). Al respecto hemos calculado las emisiones de CO2 equivalente que ello representa,
permitiéndonos tener una idea de la significancia en términos energéticos que ello tiene para cada
21
Datos obtenidos de Informe “Reporte de Sector Eléctrico SIC-SING”, junio 2012 disponible en
http://www.systep.cl/documents/reportes/062012_Systep_Reporte_Sector_Electrico.pdf . El precio para el
mes de junio de 2012 fue de 132,7 y fue tomado de información oficial CDEC publicada el 23/07/2012 en
http://cdec2.cdec-sing.cl/pls/portal/cdec.pck_web_cdec_pages.pagina?p_id=1&p_id_noticia=317
22
En el mismo sentido las conclusiones del gobierno Australiano en el estudio “Australian Energy
Assessment 2012” ver Op. cit 15.
23
http://www.collahuasi.cl/espanol2/noticias2/licitacion-ERNC4.asp
9
proyecto y hacer un ejercicio comparativo del ahorro o disminución de emisiones que podría
obtenerse de incorporar provisión de energía solar fotovoltaica o solar térmica a para alimentar los
sistemas de abastecimiento con agua de mar.24
Caso 1: “Suministro Complementario de Agua Desalinizada para Minera Escondida”.25
Este proyecto fue calificado ambientalmente de manera favorable por resolución exenta
N°0205/2009 de la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) de la II Región de Antofagasta.
Consiste en una ampliación a un sistema ya aprobado considerando la captación promedio de 7.700
l/s de agua de mar para generación promedio e impulsión de 3.200 l/s de agua de calidad industrial
hacia la mina ubicada a unos 3.200 m.s.n.m. En la descripción del proyecto se indican que los
requerimientos energéticos para la operación serán satisfechos por medio del SING.
El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) indica que la operación del sistema se hará de acuerdo a las
necesidades operacionales de Minera Escondida Limitada. No obstante que por lo general estas
plantas requieren mantenerse operando en forma constante, para efectos de este estudio haremos
un cálculo diferenciado mostrando las emisiones de CO2 equivalentes en 3 períodos de tiempo
distintos (horas, día y año). La tabla N°1 toma como base lo declarado por el titular en su EIA más
información actualizada y muestra las emisiones de CO2 equivalentes a generarse por año, para el
total de instalaciones declaradas; sistema de aducción, desalación e impulsión de agua de mar26. El
“peor escenario” para efectos de mostrar las emisiones indirectas del proyecto se aprecia en la
última columna haciendo una proyección de las emisiones por la operación continua de 24 hrs del
sistema.
Tabla N°1
INSTALACIONES DECLARADAS
POTENCIA
ENERGÍA ANUAL (MWh/año)
EMISIÓN
eq/año)
(ton
CO2-
PLANTA DE OSMOSIS REVERSA
31 MW
256.000
185.600
4 ESTACIONES DE IMPULSION A MINA
130 MW
1.100.000
797.500
TOTAL:
161 MW
13.56000
983.100
Tabla N°2
INSTALACIONES DECLARADAS
POTENCIA
ENERGÍA DIARIA
(MWh/día)
EMISIÓN
EMISIÓN (ton
CO2-eq)/año
con luz natural
(ton CO2-eq/día)
PLANTA DE OSMOSIS REVERSA
31 MW
701
508
77.333
ESTACIONES DE IMPULSION A MINA
130 MW
3.014
2.185
332.292
TOTAL:
161 MW
3.715
2.693
409.625
24
Todos los datos utilizados fueron obtenidas de la plataforma electrónica del SEIA o e-seia
(www.sea.gob.cl) y actualizaciones aportadas por ambos titulares en forma voluntaria para este trabajo.
25
http://seia.sea.gob.cl/expediente/expedientesEvaluacion.php?modo=ficha&id_expediente=3157386
26
2
Calculo utilizando: Factor de emisión promedio 2011=0,725 ton Co eq/MW
http://huelladecarbono.minenergia.cl/descargas_FE_SING.html
10
En la tabla N°2 se muestra el calculo de la potencia para mostrar las Toneladas de CO2 equivalentes
en forma diaria y se agrega una última columna en la que se proyecta la emisión en ton CO2 –eq/
año calculadas en base a una operación de 10 horas/día, haciendo el símil de horas luz. Esto último
refleja el total de emisiones equivalentes de CO2 que se podría dejar de emitir incorporando como
base de generación para ese período de tiempo energía solar fotovoltaica, totalizándose un ahorro
de un 42% de emisiones en relación al total de la tabla N°1.
Caso 2: “Proyecto Esperanza”27
Este proyecto fue calificado ambientalmente de manera favorable por resolución exenta
N°0212/2008 de la Corema de la II Región de Antofagasta y 3 sucesivas ampliaciones (RCAs:
199/2009; 241/2010; 113/2012). Consiste en un sistema de aducción e impulsión de agua de mar
salada por un caudal de aproximadamente 1.500 l/s hacia la mina ubicada a unos 2.265 m.s.n.m. En
la descripción del proyecto se indica que los requerimientos energéticos para la operación serán
satisfechos por medio del SING, específicamente desde generadoras ubicadas en la comuna de
Mejillones.
La tabla N°3 nos muestra la emisión de toneladas en CO2-eq calculadas para el proyecto en un año
calendario e incluye las emisiones asociadas a la energía requerida para la captación (aducción) e
impulsión de agua de mar con 4 estaciones de bombeo. El “peor escenario” para efectos de mostrar
las emisiones indirectas del proyecto se aprecia en la última columna haciendo una proyección de
las emisiones por la operación continua de 24 hrs del sistema.
Tabla N°3
INSTALACIONES
DECLARADAS
Potencia (MW)
Energía anual(MWh/año)
Emisión (ton CO2-eq/año)
captación
3
16.446
11.923
Estaciones de impulsión (EB1,
EB2, EB3, EB4)
25
173.858
126.047
total
28
190.304
137.970
Tabla N°4
INSTALACIONES
DECLARADAS
Potencia (MW)
Energía
(MWh/día)
diaria
Emisión (ton CO2-eq/día)
Emisión (ton CO2-eq)/año con
luz natural
captación
3
45
33
4.968
Estaciones de impulsión
(EB1, EB2, EB3, EB4)
25
476
345
52.520
27
Incluye datos de “Actualización Proyecto Esperanza”, “Segunda Actualización Proyecto Esperanza” y
“Tercera Actualización Proyecto Esperanza”
11
total
28
521
378
57.488
En la tabla N°4 se muestra el cálculo de la potencia para mostrar las Toneladas de CO2 equivalentes
en forma diaria y se agrega una última columna en la que se proyecta la emisión en ton CO2 –eq/
año calculadas en base a una operación de 10 horas/día, haciendo el símil de horas luz. Esto último
refleja el total de emisiones equivalentes de CO2 que se podría dejar de emitir incorporando como
base de generación para ese período de tiempo energía solar fotovoltaica, totalizándose un ahorro
de un 42% de emisiones en relación al total, coincidiendo con la rebaja en emisiones de CO2 –
equivalentes año del Caso 1 analizado. En ambos casos naturalmente si se incorporara la
generación eléctrica en base a energía solar térmica las reducciones serían prácticamente totales.
Conclusiones
1. Las características geográficas e hidrogeológicas del norte de Chile junto al importante déficit
hídrico existente hacen que sea bastante difícil pensar en la viabilidad de nuevos proyectos
mineros importantes y de fases de expansión de los ya existentes, sin contar con agua para sus
procesos.
2. Sin duda la incorporación de agua de mar para ser aprovechada en faenas mineras ha
representado una buena alternativa en cuanto a entregar viabilidad operacional a los proyectos.
Además, eventualmente representa una oportunidad para mejorar la gestión de los recursos
hídricos superficiales, recuperar hábitats y cuencas, etc.
3. La matriz energética del SING se compone casi totalmente de generación en base a
combustibles fósiles con alto contenido de carbono. Los importantes requerimientos energéticos
proyectados para la industria por la aducción, desalación y posterior impulsión de agua de mar
implican a su vez importantes aportes a las emisiones indirectas de CO2. Ello queda de
manifiesto con los casos de estudio analizados y plantea la necesidad de tomar desafíos para la
industria minera nacional. De lo contrario, la tendencia regulatoria y normativa internacional
podría suponer una disminución en la competitividad de la industria así como escenarios
regulatorios más estrictos.
4. Las condiciones que posee el norte de Chile para la generación solar fotovoltaica así como solar
térmica son absolutamente envidiables. A su vez el descenso en sus costos de inversión y las
proyecciones en tal sentido comienzan a marcar tendencia que las hace más competitivas.
Hasta el momento esto ha sido poco aprovechado por la industria, pero la entrada paulatina en
el mercado de nuevas fuentes de generación (fotovoltaica y solar térmica) ha de ser mirada
como una oportunidad real para no aumentar y por el contrario mitigar el impacto indirecto de
nuestra minería sobre el cambio climático, combinándolo con otras fuentes eficientes y limpias
de generación.
5. En la medida que la utilización de agua de mar en proyectos mineros sea complementada con el
suministro de energía proveniente de fuentes limpias se logrará verdaderamente que esta nueva
fase de los proyectos mineros sea una fase totalmente sustentable, con un casi nulo impacto
sobre el cambio climático. Además, la materialización de proyectos mejora índices de
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desempeño ambiental con una consecuente mayor aceptación comunitaria y mejores resultados
comparativos o “benchmarking”.
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