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36 LA VANGUARDIA
C U L T U R A
MARTES, 30 MAYO 2006
Riccardo Muti
dirigirá en
la Diada un
‘Concierto por
la concordia’
Jordi Cabré novela
en ‘El virus de la
tristesa’ un complot
contra el franquismo
n El escritor recurre al
thriller político para
comparar lo que era la
lucha por los ideales
políticos hace cincuenta
años y en la actualidad
ROSA MARIA PIÑOL
BARCELONA. – Dos tiempos y
dos escenarios distintos: el año
1951 en el barco Independence, que
navega por aguas internacionales
del Atlántico; y la Catalunya de hoy
mismo en el Palau de la Generalitat. En ellos se desarrollan, en paralelo, las dos tramas argumentales de
El virus de la tristesa, la cuarta novela de Jordi Cabré (Barcelona, 1974)
y su relato hasta ahora más ambicioso. Ganadora del premio Ciutat de
Palma, la obra ha sido editada bajo
el doble sello Proa y Moll.
La lealtad y la traición, el mundo
del poder y las altas esferas, la soledad del líder, el dolor y el deseo de
venganza, son algunos de los temas
que Cabré aborda en esta novela, escrita en clave de thriller político. La
narración arranca el día de la investidura como presidente de la Gene-
ralitat de Antoni Capdevila. Justo
entonces el personaje recibe la noticia de la muerte de su padre, un viejo marinero que estuvo directamente implicado, en plena posguerra y
desde alta mar, en un complot para
derrocar la dictadura franquista.
“Los planes políticos que novelo
son hipotéticos, al igual que son ficticios los patriotas independentistas que están detrás ellos. Pero el buque Independence existió realmente, al igual que el Constitution: pertenecían a la American Export Lines
y viajaban del Mediterráneo a Nueva York”, explica el escritor.
El objetivo último de Cabré ha sido “establecer una comparación entre lo que significaba luchar por
unos ideales hace cincuenta años y
lo que significa a principios del siglo XXI”. En su opinión, hoy se ha
perdido la épica y el idealismo que
caracterizaban la lucha de aquellos
años. “Entonces contaba mucho lo
que pensaba el político, y los líderes
arrastraban a la gente hacia un objetivo –argumenta–. Hoy todo se
transforma en un ejercicio de marketing: los políticos tienen muy en
cuenta las encuestas y actúan en función de lo que dirán los medios de
comunicación y pensará la gente; y
las ideas están muy desdibujadas”.
PATRICIO SIMÓN / ARCHIVO
El novelista Jordi Cabré
El protagonista de la novela, un
hijo de la progresía de los años 60
inspirado en muchos aspectos en
los políticos del tripartito, “sufre en
carne propia esta forma de hacer política y se siente desmotivado: sus
ideales progresistas han entrado en
crisis”. Ello contrasta con el idealismo que inspira el complot intentado por su padre en el pasado, una
historia que incidirá en el presente.
El título del libro es “una metáfora sobre la actitud de partir de una
rendición previa, en lugar de defender las propias ideas”. Pero el virus
de la tristeza es también “el nombre
con el que se conoce una enfermedad que afecta a los cítricos, y que
aquí aflige simbólicamente a los naranjos del Pati dels Tarongers”.
Cabré –que en el 2002 ganó el premio El Lector de l'Odissea por La
pregària del Diable y en el 2003 quedó finalista del Sant Jordi con Rubik a les palpentes– dice que El virus
de la tristesa es su libro literariamente más ambicioso. El autor se ha
atrevido incluso a crear un personaje “muy parecido a Josep Pla”, un
cronista que sube a bordo del barco
y que narra, “en estilo planiano”, varios fragmentos de la historia.c
BARCELONA. (Redacción.) – La
Fundació Grup Set, integrada por
varias mujeres empresarias catalanas, organizará el 11 de septiembre,
en la Diada Nacional de Catalunya,
un concierto en el Auditori de Barcelona de Riccardo Muti y la orquesta Philharmonia de Londres con
obras de Rossini (obertura de Guillermo Tell), Mozart (Sinfonía n.º
35) y Chaikovsky (Sinfonía n.º 6).
Dicha fundación ha dado a esta
actuación, con entradas entre los 15
y los 100 euros, el nombre de Concierto por la concordia, pues la pretensión es “contribuir a crear una armonía dentro de nuestro país con el
resto de España”. “¿Y por qué un
concierto?, pues porque la principal
virtud de la concordia es escuchar”,
afirma Adela Subirana, presidenta
de la entidad, quien añade que
“frente a la catalanofobia y la hispanofobia hay un camino, un camino
para todos los que quieren a Catalunya y a sus símbolos y a España y a
otros símbolos. Ahora es el momento de que nos volvamos a dar la
mano dentro del marco de la Diada,
abierta a todos desde Catalunya, al
mundo, con la música de la concordia”.
El concierto, que cuenta con el
apoyo de la Generalitat y diversos
patrocinadores, se retransmitirá en
directo a una pantalla gigante que
se instalará en la confluencia entre
Diagonal y Còrsega y a otra en la
cárcel de mujeres de Wad-Ras.c