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“Jesucristo, Señor de la Historia, te necesitamos”
¡Queridos jóvenes!
Desde el equipo de Pastoral de Juventud de la Arquidiócesis queremos hacerte
llegar un abrazo grande y fraterno, queremos vivir junto a vos y a tu comunidad,
este tiempo tan especial para nuestra fe entorno al Congreso Eucaristico Nacional
que se realiara en Tucumán
Para poder hacerlo, hemos pensado con esta cartilla para el fin de semana que se
llevara a cabo el mismo. La propuesta es unirnos como Iglesia a aquellos que se
encuentra hoy en Tucumán, unirnos desde la Oración y Adoración a Jesús Sacramantado, así como también realizarla con los congresistas y la comunidad antes
de viajar.
Simplemente se trata de una herramienta para aplicar en tu comunidad (parroquia, colegio o movimiento). Podés usarla tal como te la ofrecemos, o tenés la
plena libertad de adaptarlo, cambiarlo, corregirlo, ampliarlo o simplificarlo, ya
que vos, como animador, coordinador o asesor de tu comunidad, junto a tu sacerdote responsable, son quienes conocen las necesidades de cada grupo y de cada
participante.
Esperamos te sirva y te animés a hacernos llegar tus sugerencias, comentarios,
aportes, ideas y todo lo que te parezca que le puede servir a otro hermano o hermana que, como vos y como todos nosotros, quiere ser joven discípulo y misionero de Jesús.
¡Hasta luego!!
Equipo Diocesano de Pastoral de Juventud
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Congreso Eucaristico Nacional
Nos introducimos en el tema... te compartimos que es lo que
vive la Iglesia Argentina estos días!
¿Qué es un Congreso Eucarístico?
Es un regalo de Dios, un momento de gracia, donde celebramos la fe en torno a Jesús Eucaristía.
La Iglesia como Pueblo de Dios celebra a Jesús Eucaristía desde hace veinte siglos, “desde la salida del
sol hasta su ocaso”, en sus templos, y de un modo más manifiesto, en las plazas y calles de nuestras
ciudades, para gozo de las multitudes creyentes y para sostén de su esperanza en el diario caminar
de la vida.
Una de esas circunstancias en un Congreso Eucarístico. En esta ocasión es muy significativo para la
Argentina porque celebraremos el bicentenario de nuestra Independencia declarada en Tucumán,
junto a una Iglesia viva y presente, comprometida con la historia de la Patria.
¿Quién convoca un Congreso Eucarístico?
Lo convoca Jesús por medio de los pastores. En esta oportunidad, a través de la Conferencia Episcopal Argentina. Para tratar el tema “Jesucristo, Pan de Vida y Comunión para nuestro Pueblo”, y bajo
el lema “Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos”.
¿Quiénes participan?
Todos estamos convocados, aun aquellos que están alejados y que no conocen todavía a Jesús, a
compartir la fe recibida y el milagro de la presencia de Dios en la Eucaristía.
¿Cuál es el fin?
Reconocer a Jesús en la Eucaristía, para adorarlo, celebrarlo y renovar nuestro compromiso de anunciarlo y testimoniarlo, en el hoy de nuestra Patria, de manera personal y comunitaria. Su sentido más
profundo es glorificar a Cristo
UN MOMENTO DONDE LA IGLESIA
• Expresa públicamente su Fe en la presencia real de Cristo en la Eucaristía.
• Reflexiona y profundiza en el misterio de la Eucaristía y las implicancias concretas de creer en
dicho misterio
• Crece en la vida de comunión a la que nos invita la Fe Eucarística.
• Se lanza a la misión en busca de los hermanos más alejados.
UNA SECCION DEL CEN PENSADA POR JOVENES PARA JOVENES. COMPARTEN LOS MISMOS OBJETIVOS Y TEMATICAS PERO UNA MIRADA Y DINAMICA JUVENIL
• UN ESPACIO DE ENCUENTRO, COMUNION ALEGRIA Y SANTIDAD
• UN LUGAR DE REFLEXION Y PROFUNDIZACION
• UN MOMENTO DE FASINACION Y ENVIO
• UNA OPORTUNIDAD DE REVITALIZAR LA IGLESIA JOVEN
Que importante es unirnos como iglesia...
Toca ahora a cada Iglesia particular ser consciente que la vida eucarística no es “un algo más”, algo que está al margen de
las diversas actividades y de los programas pastorales, sino que es la fuente y la culminación del compromiso de los bautizados para construir la Iglesia como Cuerpo del Señor.
Es tarea ahora de cada parroquia (es decir, de cada “comunidad eucarística” insertada en un territorio particular) demostrar la madurez del don para los otros, de la escucha recíproca, de la disponibilidad y de la colaboración concreta para que
la comunidad de los fieles se convierta en casa de Dios y de los hermanos en medio de la casa de los hombres.
Hoy nos toca, a cada uno de nosotros, joven, niño, adulto, sacerdote, formar parte de la historia, formar parte del cuerpo
de Cristo, formar parte de la Iglesia de Cristo Jesús, nos toca unirnos en Oración por aquel que está pasando alguna necesidad material, espiritual, de escucha, de consejo, de aliento, de acompañamiento… es por esto q te proponemos unirnos
en torno al Santísimo y rezar por nuestro hermano.
2
Congreso Eucaristico Nacional
Yo soy el pan de Vida.Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron.
Pero este es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera.
Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el
pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo». Los judíos discutían entre sí,
diciendo: «¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?».
Jesús les respondió: «Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y
no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi
sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.Porque mi carne es la
verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi
sangre permanece en mí y yo en él.
Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de
la misma manera, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El
que coma de este pan vivirá eternamente».
... El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna
Comenzamos creando un clima de oración. Una vez que tenemos todo listo, incluido el clima, nos disponemos a realizar
la adoración. Cantamos vine a adorarte
A.
Exposición al Santísimo.
Se realiza un pasillo entre los presentes, por donde pasará el Santísimo.
B.
Saludo Eucarístico: Ministro: Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar.
Todos: Sea por siempre, bendito y alabado, Jesús sacramentado!
M: Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo
T: Como era en un principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Relator: El amor a la Eucaristía lleva a apreciar cada vez más la Reconciliación con Dios. La Eucaristía no puede separarse
de la propuesta de un camino de reconciliación. Efectivamente, como se constata en la actualidad, nos encuentramos
inmersos en una cultura que tendemos a borrar el sentido del pecado, favoreciendo una actitud superficial que lleva a olvidarnos de la necesidad de estar en gracia de Dios para acercarse dignamente a la Comunión sacramental, esta nos ayuda
eficazmente en el camino de conversión y a descubrir el carácter central de la Eucaristía en nuestra vida cristiana, ya que las
condiciones que prevé su misma forma incluye el acercarse a la confesión y a la comunión sacramental.(silencio)
Relator: De esta manera el espíritu de Dios limpia nuestra alma y nos purifica para así poder recibir a Jesús sacramentado.
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Jn 6, 54
Las palabras de Cristo en las que se define a sí mismo como pan, como alimento que da la vida, no son sólo metáforas o
símbolos. La fe en la presencia real del Señor en la eucaristía nos permite entender lo que era casi imposible para la mentalidad judía de la época de Cristo. Nosotros sabemos, por fe y por experiencia, que ahí está verdaderamente presente el
Señor y que alimentarse de su carne y de su sangre lleva consigo la vida.
La eucaristía es el alma de toda la vida cristiana, si la vida cristiana se manifiesta en el cumplimiento del principal manda3
Congreso Eucaristico Nacional
miento, “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas
y al prójimo como a ti mismo”, este amor encuentra su fuente precisamente en el Santísimo Sacramento, el sacramento
del amor, donde vemos el mayor sacrificio en la historia de la humanidad, la entrega de Jesús en la cruz por ese amor infinito, incomprensible e inexplicable hacia nosotros, pecadores. Cada vez que participamos en ella de manera consciente,
se abre en nuestra alma una dimensión real de aquel amor que encierra en sí todo lo que Dios ha hecho por nosotros, los
hombres, y lo que hace continuamente, y nace en nosotros una viva respuesta de amor, es más no solo conocemos el amor
sino que nosotros mismos comenzamos a amar. El amor que nace en nosotros de la eucaristía, se desarrolla gracias a ella,
se profundiza, se refuerza.
A través de este sacramento entramos en comunión con Cristo Jesús. En este misterio que es la eucaristía donde algo tan
simple y cotidiano como es el pan y el vino se convierte en cuerpo y sangre de Cristo, es allí donde vemos que Cristo se
hace lo más pequeño e insignificante y es ahí donde podemos verlo y conocerlo en todo su esplendor, para que nosotros
podamos comprenderlo, no con la mente, sino con el corazón, con esto Cristo resucitado se hace para nosotros alimento
de vida, alimento de salvación. Él es la promesa que el Padre nos hizo a través de los profetas y nosotros tenemos la gracia
de llenarnos de su amor, y dar a conocer este legado, esta promesa y a Jesús que es el Amor encarnado.
Jesús se ha quedado en la eucaristía para remediar nuestra flaqueza, nuestras dudas, nuestros miedos, nuestras angustias,
para curar nuestra soledad, nuestras perplejidades, nuestros desánimos, para acompañarnos en el camino; para sostenernos en la lucha. Sobre todo, para enseñarnos a amar, para atraernos a su Amor. Si Cristo ha sido alimento para nosotros,
es momento de que nosotros lo seamos para todos aquellos que están necesitados de ayuda, de consuelo, de esperanza.
Canción: Milagro de Amor (https://youtu.be/ORCpRu4T5ol)
Reflexionamos:
¿Valoramos el Sacramento de la Reconciliación para vivir en la gracia y llegar a ser santos en Cristo?
¿Cultivamos nuestra la fe en la presencia real del Señor en el Sacramento de la eucaristía?
¿Cuál es la importancia que le damos a Cristo en nuestra vida? ¿Y a la eucaristía?
Creo en la Iglesia una, santa, católica... ¿qué significa católico? Viene del griego “kath’olòn” que significa “de acuerdo con el
todo”, la totalidad. En ese sentido, esta totalidad se aplica a toda la Iglesia. En ese sentido decimos que la Iglesia es católica.
Relator: La Iglesia es católica porque es el espacio, la casa en la que se anuncia toda la fe, en la que la salvación que Cristo
nos ha traído se ofrece a todos. La Iglesia nos hace encontrar la misericordia de Dios que nos transforma, porque en ella
está presente Jesucristo, que le da la verdadera confesión de fe, la plenitud de la vida sacramental, la autenticidad del ministerio ordenado. En la Iglesia, cada uno de nosotros encuentra lo que es necesario para creer, para vivir como cristianos,
para ser santos, para caminar en todos los lugares y en todas las épocas.
Por poner un ejemplo, podemos decir que es como en la vida familiar. En familia, a cada uno de nosotros se nos da todo lo
que nos permite crecer, madurar, vivir. No se puede crecer solos, no puede caminar solos, aislándonos, sino que se camina
y se crece en comunidad, en una familia. Y así, la Iglesia es así.
En la Iglesia podemos escuchar la Palabra de Dios, seguros que es el mensaje que el Señor nos ha dado; en la Iglesia podemos encontrar al Señor en los sacramentos que son ventanas abiertas por donde se nos da la luz de Dios, arroyos de los
cuales tomamos la misma vida de Dios; en la Iglesia aprendemos a vivir en comunión el amor que viene de Dios. Cada uno
de nosotros puede preguntarse ¿Cómo vivo en la Iglesia? Cuando voy a la Iglesia, ¿es como si fuera al estadio, a un partido
de fútbol? ¿Es como si fuera al cine? ¡No! ¡Es otra cosa! ¿Cómo voy a la iglesia? ¿Cómo acepto los dones que me ofrece, para
crecer, madurar como cristiano? ¿Participo en la vida comunitaria o voy a la iglesia y me encierro en mis problemas, aislándome de los demás? En este primer sentido, la Iglesia es católica porque es la casa de todos: todos somos hijos de la Iglesia
y todos estamos en esa casa.(silencio)
Relator: La Iglesia es católica porque es universal, se extiende por todo el mundo y anuncia el Evangelio a todos los hombres y todas las mujeres. La Iglesia no es un grupo de élite, sólo para unos pocos. La Iglesia no tiene cierres, es enviada a
todo el mundo, a toda la humanidad. Y la única Iglesia está presente incluso en las partes más pequeñas de la misma.
Todos podemos decir: en mi parroquia está presente la Iglesia católica, porque ella también es parte de la Iglesia universal,
porque también tiene la plenitud de los dones de Cristo, la fe, los Sacramentos, el ministerio; está en comunión con el Obispo, con el Papa y está abierta a todos, sin distinción.
La Iglesia no está solamente a la sombra de nuestro campanario, sino que abraza una gran variedad de gentes, de pueblos
que profesan la misma fe, que se nutren de la misma Eucaristía, que son atendidos por los mismos Pastores. ¡Sentirse en
comunión con todas las iglesias, con todas las comunidades católicas grandes y pequeñas de todo el mundo!
Y luego, sentirnos que todos estamos en misión, pequeñas o grandes comunidades, todos tenemos que abrir nuestras
puertas y salir para anunciar el Evangelio. Preguntémonos entonces: ¿qué estoy haciendo para comunicar a los demás la
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Congreso Eucaristico Nacional
alegría del encuentro con el Señor, la alegría de pertenecer a la Iglesia? ¡Proclamar y dar testimonio de la fe no es una cuestión de unos pocos, se refiere también a mí, a ti, a cada uno de nosotros! (silenciio)
Relator: La Iglesia es católica, porque es la “Casa de la armonía”, donde la unidad y la diversidad hábilmente se combinan
entre sí para ser riqueza”. Pensemos en la imagen de la sinfonía, que significa acuerdo y armonía, diferentes instrumentos
tocan juntos, cada uno conserva su timbre inconfundible y las características de sonido se funden y acuerdan en algo común.
Luego está el que guía, el director, y en la sinfonía que se ejecuta todos tocan juntos en “armonía”, pero no se borra el
timbre de cada instrumento, la peculiaridad propia, ¡sino que se valoriza al máximo!
Es una bella imagen que nos dice que la Iglesia es como una gran orquesta, en la que hay variedad, No todos somos iguales,
y no debemos ser iguales. Todos somos diversos, diferentes, cada uno con sus propias cualidades y esa es la belleza de la
Iglesia: cada uno trae lo propio, lo que Dios le dio, para enriquecer a los demás. Y entre los miembros hay esta diversidad,
pero es una diversidad que no entra en conflicto, no se contrapone; es una variedad que se deja fundir en armonía por el
Espíritu Santo; Él es el verdadero “Maestro”, y Él mismo es la armonía.
Y ahora preguntémonos: ¿en nuestras comunidades vivimos en armonía, o discutimos entre nosotros? En mi parroquia, en
mi movimiento, en la Iglesia ¿Hay habladurías? Y, si hay habladurías, no hay armonía: hay lucha. Y ésta no es la Iglesia: la
Iglesia es la armonía de todos. Nunca hablen uno contra el otro, nunca se peleen. Aceptemos al otro, aceptemos que haya
una justa variedad, que esto sea diferente, que éste piense así, o piense asá? ¿Pero, en la misma fe se puede pensar así, O
tendemos a uniformarlo todo? (silenciio)
Canción: Pan de vida (https://youtu.be/nzzQl5W4pO8)
Reflexiono: Como veo a la iglesia? Como me siento en ella? Me siento parte de ella?
Juan 17,20-26
No ruego sólo por éstos, sino también por todos aquellos que creerán en mí por su
palabra. Que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti. Que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les
he dado la Gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo
en ellos y tú en mí. Así alcanzarán la perfección en la unidad, y el mundo conocerá
que tú me has enviado y que yo los he amado a ellos como tú me amas a mí. Padre,
ya que me los has dado, quiero que estén conmigo donde yo estoy y que contemplen la Gloria que tú ya me das, porque me amabas antes que comenzara el mundo.
Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te conocía, y éstos a su vez han
conocido que tú me has enviado. Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré
dando a conocer, para que el amor con que tú me amas esté en ellos y también yo
esté en ellos. Palabra de Dios
Relator: ¿Qué es la Iglesia?
Son personas unidas íntimamente con Dios, que forman un solo cuerpo entre sí, pues Dios habita en cada una de ellas;
personas que actúan en nombre de Dios, pues como ya sabemos el Espíritu Santo actúa a través de ellas. El Reino de Cristo,
Dios y el hombre unidos por toda la eternidad. (silencio)
Relator: ¿De dónde nace la Iglesia?
Del misterio pascual nace la Iglesia. Precisamente por eso la Eucaristía, que es el sacramento por excelencia del misterio
pascual, está en el centro de la vida eclesial. Se puede observar esto ya desde las primeras imágenes de la Iglesia que nos
ofrecen los Hechos de los Apóstoles: « Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción
del pan y a las oraciones » (2, 42). Ecclesia Eucharistia 3 (silencio)
Relator: Y ¿Cómo caminamos y edificamos la Iglesia en la Historia desde los Apóstoles hasta nuestros días?
Contemplando a Cristo, esto implica saber reconocerle dondequiera que Él se manifieste, en sus multiformes presencias,
pero sobre todo en el Sacramento vivo de su cuerpo y de su sangre. La Iglesia vive del Cristo eucarístico, de Él se alimenta y
por Él es iluminada. La Eucaristía es misterio de fe y, al mismo tiempo, « misterio de luz ».Cada vez que la Iglesia la celebra,
los fieles pueden revivir de algún modo la experiencia de los dos discípulos de Emaús: « Entonces se les abrieron los ojos y
le reconocieron ». Ecclesia Eucharistia 6
La Eucaristía, presencia salvadora de Jesús en la comunidad de los fieles y su alimento espiritual, es de lo más precioso que
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Congreso Eucaristico Nacional
la Iglesia puede tener en su caminar por la historia. Ecclesia Eucharistia 9 (silencio)
Relator: Y Ser Iglesia ¿¿qué es??
Ser Iglesia es ser una gran familia unida por el amor de Cristo. Es ser parte de su cuerpo místico, es colaborar en la misión
que él nos dio, edificándola y estando al servicio del mundo. Es ser sal y luz en un tiempo, en una época y en un espacio, en
el que a cada uno de nosotros nos toca vivir, es ser semillas de salvación. ¿Pero cómo logramos esto?, como ya lo dijimos
gracias al Espíritu, a la gran diversidad de carismas que nos han sido regalados. Cada uno de nosotros en el fondo de nuestro corazón estamos llamados a servirle y amar a Dios y a nuestros hermanos, solo tenemos que estar dispuesto a escuchar
ese llamado para colaborar en la construcción de un mundo mejor.
Por eso en este tiempo tan especial como iglesia y como pueblo que celebra su bicentenario de independencia, en el cual
reconocemos el trabajo por crear y fortalecer valores que hicieran de la Argentina una Patria más justa y fraterna, necesitamos seguir caminando más unidos y en comunión como hermanos para suscitar en todas las generaciones, actuales y
venideras, el espíritu de amor y de Verdad, remando mar adentro en la nueva evangelización. (silencio)
Reflexionamos
¿Como vivo yo mi ser Iglesia en este tiempo y en mi Patria?
¿Puedo identificar acciones concretas? ¿Cuáles creo que son los desafíos que nos toca superar o mejorar como Iglesia?
Meditamos : Jesús Eucaristía, Himno del X Congreso Nacional (https://www.youtube.com/watch?v=zN1wlCfni8Y)
Relator: ¿Pero la Eucaristía que celebro, me lleva a sentirlos de verdad a todos, como hermanos y hermanas? ¿Crece en mí
la capacidad de alegrarme con los que están alegres y de llorar con los que lloran? ¿Me empuja a ir hacia los pobres, los
enfermos, los marginados? ¿Me ayuda a reconocer en ellos el rostro de Jesús?
Ofrece la relación entre la celebración eucarística y la vida de nuestras comunidades cristianas. Debemos tener siempre
presente que la Eucaristía no es algo que hacemos nosotros; no es una conmemoración nuestra de lo que Jesús dijo e
hizo. No ¡Es propiamente una acción de Cristo! ¡Es Cristo quien los realiza, que está en el altar! Y Cristo es el Señor. Es un
don de Cristo, que se hace presente y nos reúne en torno a Él, para alimentarnos con su Palabra y con su vida. Esto significa que la misión y la misma identidad de la Iglesia fluyen a partir de ahí, de la Eucaristía, y allí siempre toman forma. Una
celebración puede llegar a ser impecable en términos de apariencia, hermosísima, pero si no nos lleva al encuentro con
Jesús, puede que no comporte ningún alimento a nuestro corazón y a nuestra vida. A través de la Eucaristía, en cambio,
Cristo quiere entrar en nuestra existencia e impregnarla de su gracia, para que en cada comunidad cristiana haya coherencia entre liturgia y vida: esta coherencia entre liturgia y vida.
Vivamos la Eucaristía con espíritu de fe y de oración, de perdón, de penitencia, de alegría en común, de preocupación por
las necesidades de tantos hermanos y hermanas, con la certeza de que el Señor cumplirá lo que ha prometido: ¡la vida
eterna! Así sea. (silencio)
C.
Aclamaciones Eucarísticas:
BENDITO SEA EL SAGRADO CORAZÓN
Ant: Bendito sea el Sagrado Corazón.
X
Bendito sea el Corazón que nos revela el amor de Dios.
X
Bendito sea el Corazón que tanto amó al Padre.
X
Bendito sea el Corazón que tanto amó a los hombres.
X
Bendito sea el Corazón que proclama las Bienaventuranzas.
X
Bendito sea el Corazón suave y humilde que aligera nuestra carga.
X
Bendito sea el Corazón que ofrece el perdón a los pecadores.
X
Bendito sea el Corazón que recibió tanta ingratitud a cambio de su amor.
X
Bendito sea el Corazón herido por la lanza.
X
Bendito sea el Corazón de donde surgió el agua del Bautismo.
X
Bendito sea el Corazón de donde surgió la sangre de la Nueva Alianza.
X
Bendito sea el Corazón de donde nació la Iglesia, la nueva Eva.
X
Bendito sea el Corazón que nos ha dado a María por madre.
D.
Consagración Al Corazón De Jesús
(El sacerdote)
(Todos de rodillas)
“Al recibir el Cuerpo de Cristo recibimos la fuerza “para la unidad con Dios y con los demás”. No debemos olvidar nunca que la Iglesia está construida en torno a Cristo y que,
como dijeron san Agustín, santo Tomás de Aquino y san Alberto Magno, siguiendo a san
Pablo (cf. 1 Co 10, 17), la Eucaristía es el sacramento de la unidad de la Iglesia, porque to6
Congreso Eucaristico Nacional
dos formamos un solo cuerpo, cuya cabeza es el Señor. Debemos recordar siempre la última Cena del Jueves santo, donde recibimos la prenda del misterio de nuestra redención
en la cruz. La última Cena es el lugar donde nació la Iglesia, el seno donde se encuentra
la Iglesia de todos los tiempos”
La opción de la “Iglesia en salida” no es nueva para los Congresos Eucarísticos celebrados hasta ahora. La relación entre
Eucaristía /evangelización/misión, que se vuelve a destacar ahora, ha formado parte frecuentemente del programa de los
Congresos. Ya a partir de los años Veinte del siglo XIX, bajo el pontificado de Pío XI, los Congresos Eucarísticos se esforzaron en desarrollar el binomio Eucaristía/misión evangelizadora implicando a numerosas Iglesias particulares de los cinco
continentes. En tiempos más recientes, desde finales de los años Ochenta, la relación entre nueva evangelización/misión y
Eucaristía se ha convertido en uno de los temas centrales de la celebración de cada Congreso eucarístico. Frente al reto del
mundo moderno, cada Congreso se convierte en una extraordinaria ocasión para revitalizar el cuerpo eclesial, poniendo
en el centro la figura de Jesucristo y el encuentro con Él, que da el Espíritu Santo y las energías para anunciar el Evangelio
a través de nuevos caminos capaces de llegar a cada ambiente y cada cultura.
La celebración eucarística es “fuente de misión” porque despierta en los discípulos la voluntad decidida de anunciar a los
otros, con audacia, cuanto ha escuchado y vivido, Así se abren las puertas del mundo.
Es por esto que le proponemos que salgan y les cuenten a sus familias, amigos, hermanos, al que pasa al lado que es lo que
estamos viviendo hoy como Iglesia, porque todos somos parte de ella, somos miembros del cuerpo de Cristo, y que cada
uno rece por aquella persona que me representa en el congreso…
Ej: se puede entregar una tarjetita que diga
#rezo x el CEN o la oración del Congreso
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Tú eres el Pan de Vida para nuestro pueblo peregrino.
Conscientes de tu presencia real en el
Santísimo Sacramento, te alabamos y adoramos,
te celebramos y proclamamos,
te recibimos y compartimos.
En el Bicentenario de la Independencia
de nuestra Patria agradecemos tu presencia
constante en nuestra historia, pedimos tu gracia
para forjar el presente guiados por tu Evangelio;
ponemos en tus manos nuestro futuro
con esperanza y compromiso.
Con la alegría que nos da tu Palabra, salimos
al encuentro de todos los argentinos, sin excluir
a nadie, para gestar juntos una cultura del encuentro en la patria, siendo auténticos discípulos misioneros.
Con nuestra Madre, la Virgen María,
y unidos a los santos, que son nuestros modelos,
nos ponemos en camino, dejándonos conducir
por la Providencia del Padre y animados
por el fuego del Espíritu Santo.
Amén.
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Congreso Eucaristico Nacional