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Notas del ICC
9/1
Las versiones en inglés y francés de esta publicación, así como sus modificaciones posteriores realizadas por el
Instituto Canadiense de Conservación (ICC), se consideran las versiones oficiales. El ICC no asume ninguna
responsabilidad por la exactitud o confiabilidad de esta traducción al español.
Cómo
Reconocer
la Corrosión
Activa
Introducción
La corrosión de los metales puede ser
activa o inactiva. Es posible que algunos
objetos se encuentren corroídos pero
estables y, por lo tanto, inactivos,
mientras que otros pueden estarse
corroyendo activamente. Un aspecto
importante en el mantenimiento
preventivo de los metales consiste
en reconocer las primeras etapas
de la corrosión activa y destructiva.
Muy pocos objetos de metal brillante
permanecen en ese estado; sólo los
metales como el oro y el platino
retienen su superficie totalmente
metálica o pulida durante un período
prolongado.
La corrosión inactiva se encuentra en
forma de capas de óxido estable, un
deslustre o cambio de color que se
forma lentamente sobre los objetos
metálicos y protegen la superficie
subyacente. Estas capas de óxido
pueden considerarse como una pátina
deseable, en especial si su aspecto
resulta agradable. A menudo se aplican
pátinas artificiales a la superficie de
los objetos de metal, con el fin de
protegerlos y cambiar su apariencia. Se
encuentran principalmente esculturas,
medallas, armas y herramientas con
superficies patinadas artificialmente.
Por el contrario, la corrosión activa
provoca una pérdida continua de
material en el objeto. Se deben tomar
medidas para hacer más lento o
prevenir el futuro deterioro.
Al examinar una colección para
identificar los objetos de metal que
se están corroyendo, es posible
descubrir problemas en las condiciones
ambientales. La humedad relativa (HR)
elevada o los contaminantes pueden
iniciar muchas de las reacciones de
corrosión.
Los factores ambientales que podrían
contribuir a la corrosión activa se
analizan junto con cada metal.
En esta Nota se considerarán sólo
los metales que se encuentran más
comúnmente en las colecciones de
museo: hierro, cobre, aleaciones de
cobre (tales como bronce y latón),
plomo, plata, peltre y metales
plaqueados.
Identificación
L a c o r r o s i ó n a c t i va s e p u e d e
identificar por una rápida expansión
de volumen, a medida que el metal
se altera para formar un producto
de la corrosión. Además, es posible
que se observe desconchamiento o
pulverización en la superficie. Se
puede considerar que todo objeto de
metal rodeado de escamas o polvo
suelto se está corroyendo activamente.
Centro Nacional de Conservación y Restauración
Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos
Recoleta 683 - Recoleta - Santiago de Chile
Teléfono: +56-02-27382010 E-Mail: [email protected]
A continuación se analizan las señales
habituales de corrosión activa en
algunos metales.
Hierro
Las superficies estables en el hierro son
compactas y adherentes, y su color
varía entre negro azulado y café rojizo.
Una forma de corrosión activa se
encuentra frecuentemente entre
el núcleo metálico del objeto y su
capa exterior de corrosión. Entre las
indicaciones claras de corrosión activa
del hierro se cuentan fragmentos
alrededor de la pieza, depresiones en
la superficie metálica y manchas de
color naranja en el centro de dichas
depresiones.
Otra forma de corrosión particularmente activa del hierro se
reconoce por gotitas de "sudor" o
"llanto" de color amarillo, café o
naranja en la superficie metálica. El
sudor o llanto ocurre cuando la HR
del ambiente en que se encuentra el
hierro es alta (es decir, 55% y más). A
niveles inferiores - alrededor del 50%
de HR - las zonas de llanto se resecan y
producen ampollas naranja-café. (Para
mayor información sobre el cuidado
y almacenamiento del hierro y los
objetos compuestos que contienen
piezas de este metal, véase Notas del
ICC 9/6, Cuidado y Limpieza del Fierro.
Para obtener mayor información
sobre la corrosión activa del fierro,
véase Turgoose (1982), en "Lecturas
Sugeridas".)
Cobre y Aleaciones de Cobre:
Latón y Bronce
Las superficies estables en objetos de
cobre y sus aleaciones se caracterizan
por una amplia gama de pátinas
naturales y artificiales. Las pátinas
estables sobre estos metales son
generalmente coherentes, adherentes
y lisas. El color de las pátinas estables
varía del rojo, café, negro y azul hasta
las tonalidades verde. Las capas de
corrosión estables, que se desarrollan
sobre objetos arqueológicos de cobre,
pueden parecer ásperas e irregulares.
2
La corrosión activa del cobre y sus
aleaciones se distingue por el rápido
desarrollo de un polvo de color verde
claro, que brota como manchas en la
superficie y puede rodear un objeto
no alterado. Este tipo de corrosión
es más habitual en las aleaciones de
cobre arqueológicas y se conoce como
"enfermedad del bronce." Al igual que
el sudor y el llanto, la enfermedad
del bronce se produce cuando la HR
es elevada (es decir, 55% y más). La
reacción de corrosión es progresiva
y puede causar grandes daños con
rapidez. (Véase mayores informaciones
sobre la enfermedad del bronce en
Scott (1990), en la sección "Lecturas
Sugeridas.")
La corrosión activa en el cobre o sus
aleaciones puede verse también como
una capa pulverulenta adherida sin
mayor firmeza a la superficie, en
lugar de manchas. Estas capas de
corrosión pueden ser inducidas por
contaminantes atmosféricos, en especial
partículas de cloruros transportadas
por el aire (particularmente en zonas
costeras) y ácido acético. Ambos
contaminantes producen una capa
superficial de color verde. El amoníaco,
contaminante gaseoso que se encuentra
a menudo en los compuestos para
limpiar vidrios, da lugar a una capa
de corrosión más azul.
Plomo y Peltre
La pátina estable sobre el plomo es de
un color gris más oscuro que la pátina
estable del peltre. El color puede variar
dependiendo de la composición de
la aleación, la historia pasada del
objeto y sus actuales condiciones de
almacenamiento.
La corrosión activa sobre plomo y
peltre se distingue por la aparición
de un polvo blanco de muy baja
adherencia. El polvo puede formarse
sobre toda la superficie, pero con
frecuencia se concentra en manchas
bien determinadas. El hecho de que
haya polvo alrededor de un objeto
no alterado constituye una clara
señal de corrosión activa. Este polvo
blanco corresponde al carbonato
básico de plomo (más conocido como
blanco de plomo) y es provocado
más comúnmente por los vapores de
ácidos orgánicos débiles. Las fuentes
más habituales de tales vapores son:
las unidades de depósito o exhibición
hechas de madera (especialmente las
de encina), el cartón deteriorado y
el papel de mala calidad, y el ácido
acético del vinagre usado para la
limpieza.
Plata
En las colecciones de museo
generalmente se espera que la plata
presente un aspecto de metal blanco.
El deslustre negro superficial que
caracteriza a la corrosión de la plata no
se considera usualmente como pátina.
El deslustre se forma como una capa
densa, compacta y adherente cuando
la plata reacciona con gases sulfurosos.
Estos contaminantes atmosféricos se
encuentran en zonas industriales,
particularmente en aquéllas cercanas
a plantas papeleras, y se detectan
con facilidad por su singular olor a
"huevo podrido". Para que se inicie
la reacción de corrosión se necesitan
tanto gases sulfurosos como humedad
atmosférica. La mayor parte del daño
que el deslustre ocasiona en la plata
se debe a la abrasión y el pulido
requeridos para removerlo y volver a
dar brillo. En los objetos plaqueados,
el pulido frecuente puede eliminar
con facilidad el baño de plata. (Véase
Notas del ICC 9/7, Cuidado de la Plata).
Metales Plaqueados
Las combinaciones habituales de
metales plaqueados son las siguientes:
• cobre y plata
• cobre y oro
• cobre y níquel
• cobre y estaño
• hierro y estaño
• hierro y zinc (hierro "galvanizado")
• hierro y cromo (habitualmente con
cobre y/o níquel intercalado)
• hierro y níquel (habitualmente
con un "viso" de cobre intercalado,
lo cual provoca la corrosión verde
en las picaduras)
• cuproníquel y plata
Notas del ICC 9/1
Los plaqueados de metal plantean
problemas especiales y son
particularmente sensibles a la
corrosión. Dos metales disímiles en
contacto necesitan sólo un electrolito (es
decir, una sal y humedad atmosférica)
para iniciar una reacción corrosiva. Al
examinar objetos de metal plaqueado,
a menudo resulta difícil identificar
tanto el plaqueado metálico como el
metal subyacente.
Las superficies estables, en particular
el oro, plata, níquel y cromo, con
frecuencia conservan su aspecto original
de metal brillante al mantenerlas en
condiciones ambientales apropiadas,
aunque pueden oscurecerse por el
polvo o la suciedad (véase Notas del
ICC 9/3, Limpieza, Pulido y Aplicación
de Cera Protectora al Latón y el Cobre).
La corrosión activa en metales
plaqueados se manifiesta de diversas
maneras. Lo más común es encontrarla
en zonas donde el objeto ha sufrido
daños o el plaqueado presenta defectos.
Este último habitualmente se levanta a
medida que se expanden los productos
de la corrosión del metal subyacente,
lo cual puede apreciarse por ejemplo
en las ampollas de los accesorios
cromados de los automóviles. Los
productos de la corrosión del metal
subyacente también pueden aparecer
sobre el plaqueado, a menudo como
una capa de corrosión compacta.
También se producen picaduras en los
objetos que llevan plaqueado, cuando
éste se perfora y surgen los productos
de la corrosión del metal subyacente.
deterioro puede ser detectado en sus
primeras etapas y para poder tomar
medidas preventivas antes de que el
daño sea severo.
Lecturas Sugeridas
Instituto Canadiense de Conservación.
Cuidado y Limpieza del Fierro. Notas del
ICC 9/6. Santiago: Centro Nacional de
Conservación y Restauración, 1997.
Instituto Canadiense de Conservación.
Cuidado de la Plata. Notas del ICC
9/7. Santiago: Centro Nacional de
Conservación y Restauración, 1997.
Instituto Canadiense de Conservación.
Limpieza, Pulido y Aplicación de Cera
Protectora al Latón y Cobre. Notas del
ICC 9/3. Santiago: Centro Nacional de
Conservación y Restauración, 1997.
Scott, D.A. "Bronze Disease: A Review
of Some Chemical Problems and the
Role of Relative Humidity," Journal of
the American Institute for Conservation,
vol. 29 (1990), pp. 193- 206.
Turgoose, S. "Post Excavation Changes
in Iron Antiquities," Studies in
Conservation, vol. 27 (1982), pp. 96- 101.
U.S. Department of Commerce and
the National Bureau of Standards.
Corrosion and Metal Artifacts - A Dialogue
between Conservators and Archaelogists
and Conservation Scientists. N.B.S.
Special Publication 479. Washington,
D.C.: U.S. Government Printing Office,
julio de 1977.
Toda corrosión activa en metales
plaqueados va acompañada de una
expansión de volumen, que produce
un polvo suelto alrededor del objeto o
ampollas de productos de la corrosión
sobre la superficie.
Inspección Periódica
La inspección regular de los objetos
forma parte esencial de su cuidado.
Dado que muchas reacciones de
corrosión ocurren con rapidez, los
objetos metálicos deben examinarse
una vez al mes. De esta manera, el
Notas del ICC 9/1
3
Versión disponible en inglés y
francés en Government of Canada,
Canadian Conservation Institute
www.cci-icc.gc.ca
Versión en español disponible en
www.cncr.cl
Versión en español traducida
e impresa por CNCR- DIBAM.
Traducción financiada por
FUNDACIÓN ANDES.
© Government of Canada,
Canadian Conservation Institute
(CCI), edición en inglés y francés.
© Centro Nacional de Conservación
y Restauración (CNCR), 2ª ed. en
español, 2014.
ISSN 0717-3601
Permitida su reproducción citando
la fuente
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Notas del ICC 9/1