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dom.
8
de FEBRERO del 2009
Airbag y Clasificados
Páginas centrales
ALBERT BERTRAN
La teoría de la evolución inspira
a los científicos 150 años después
Herederos de
Darwin
¿P
or qué el arroz
chino se pega
con facilidad y el
de la paella queda suelto?, ¿por
qué los chim pancés no tienen esclerosis múltiple?, ¿cómo mejorar
la fertilidad? Interrogantes tan diversos
como estos tienen una única respuesta:
la evolución de las especies. La teoría que
Darwin hizo pública hace 150 años se ha
convertido en una pieza clave de la ciencia y en una herramienta para la política sanitaria, la economía y hasta para repágina 4
solver casos criminales.
Arcadi Navarro,
investigador del
Instituto de Biología
Evolutiva de
Barcelona.
4
8 DE FEBRERO DEL 2009
el LEGADO del naturalista
MIGUEL LORENZO
ANDRÉS
MOYA
53 años. Biólogo y filósofo. Contribuyó a resolver el caso del anestesista valenciano Juan Maeso con métodos de la teoría de la evolución (en la foto, despliega
el rollo de papel con el árbol filogenético del virus de hepatitis C difundido por Maeso). Ahora aplica el evolucionismo a la salud desde la Universitat de València y el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva, estudiando la coevolución del cuerpo humano y los microbios.
Los Darwin
del siglo XXI
CHARLES DARWIN, DE CUYO NACIMIENTO se cumple el
bicentenario el jueves, estaría orgulloso de los científicos
que han tomado el relevo de su trabajo. Su teoría de la
evolución de las especies ha impregnado los campos
más diversos de la ciencia. Por Michele Catanzaro
E
n el 2006, la teoría de
la evolución atrapó
al culpable de un crimen. En los años 90,
un supuesto brote de
hepatitis C había afectado a dos hospitales
de Valencia. El equipo de Andrés Moya, director del Instituto Cavanilles
de Biodiversidad y Biología Evolutiva
y catedrático de la Universidad de Valencia, demostró que los virus que habían contagiado a más de 200 personas tenían un único origen: el cuerpo
de Juan Maeso, un anestesista que los
había transmitido con jeringas mal
desinfectadas. Moya se presentó en el
tribunal que juzgaba a Maeso con un
rollo de papel de 11 metros que contenía el árbol filogenético de los virus. Tras
un mes de explicaciones científicas,
convenció al tribunal de que, aunque
los virus se habían diferenciado en los
cuerpos de los pacientes, con las herramientas de la evolución era posible identificar su ancestro común.
“La teoría de la evolución tiene
enormes potencialidades de aplicación”, explica Moya. “Es todo menos
una visión científica anticuada”, añade Jordi Serrallonga, director de HOMINID-Grup d’Orígens Humans del
Parc Científic de Barcelona y la Universitat de Barcelona (UB), que busca
en África los orígenes biológicos y cul-
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ALBERT BERTRAN
JORDI GARCIAFERNÀNDEZ
46 años. Biólogo. Centra su atención, sobre todo, en el anfioxo. Busca en este fósil vivente, muy parecido al ancestro común entre vertebrados e invertebrados, los progenitores de los genes humanos y animales actuales. Esta investigación le ha permitido patentar un suplemento alimentario que mejora la
fertilidad y proporciona indicaciones sobre las causas profundas de algunas enfermedades. Se ha formado en las universidades de Barcelona y de Oxford.
turales de la humanidad. “Más bien
al contrario, Darwin se adelantó a
los tiempos. La investigación moderna, tanto el estudio de los fósiles como la genética, ha confirmado sus intuiciones”. Por esta razón,
a los científicos no les gusta que se la
conozca como teoría: “Algunos hablan de síntesis moderna entre el darwinismo y la genética. Yo prefiero
hablar de evolución del siglo XXI”,
explica Jordi Garcia-Fernàndez, catedrático de Genética de la UB.
Este investigador ha diseñado
un suplemento alimentario capaz
de incrementar el número de espermatozoides y, al mismo tiempo, subir la libido. Aunque parezca mentira, el producto es el resultado de
sus estudios en la evolución animal.
El equipo del investigador acabó de
secuenciar el año pasado el genoma
del anfioxo, el organismo marino
más parecido al ancestro común entre vertebrados e invertebrados. El
suplemento se fundamenta en una
molécula que es producida en gran
cantidad por el anfioxo durante la
estación de puesta. “El gen que codifica esta molécula es probablemente el ancestro evolutivo de los
genes vinculados con la reproducción en los humanos”, explica Garcia-Fernàndez. El suplemento ya está patentado y comercializado en
Italia, y ahora el investigador quiere encontrar patrocinio para hacerlo también en España. El anfioxo ha
resultado ser una verdadera mina
de genes mágicos. Por ejemplo, Garcia-Fernàndez ha identificado el
gen progenitor del conjunto de geALBERT BERTRAN
ARCADI
NAVARRO
40 años. Biólogo. Investiga cómo se han
modificado los genes
de los humanos durante la evolución para entender sus características únicas:
desde algunas enfermedades que solo
afectan a la especie
humana, hasta sus
características distintivas como la moral o
la inteligencia.
nes responsables de la distrofia lateral amiotrófica.
La irrupción de la genética es la
gran novedad en la teoría de la evolución desde la formulación que hizo Darwin en el siglo XIX. El naturalista intuyó a grandes rasgos los
mecanismos de mutación y herencia mucho antes de que
se descubriera el ADN.
Los científicos modernos, en cambio, ya conocen en profundidad
las bases genéticas de
esos procesos y son capaces, por ejemplo, de
comparar genomas para establecer con exactitud las relaciones de parentesco
entre especies y para calcular su antigüedad por medio de los llamados
relojes moleculares.
Si aplicar los conocimientos sobre la evolución es útil, no aplicarlos puede resultar fatal. Este es el caso de los tuátaras, unos animales
endémicos de las islas de Nueva Zelanda, pertenecientes a un linaje de
reptiles muy antiguo que apareció
hace más de 200 millones de años.
“Las políticas de conservación de
estos animales se diseñaron pensando que pertenecían todos a una
única especie”, explica Salvador Ca-
rranza, investigador del Instituto de
Biología Evolutiva (Barcelona), del
Consejo Superior de Investigaciones
Científicas y de la Universitat Pompeu Fabra (CSIC-UPF). “En los años
90 se estudiaron las relaciones evolutivas entre las distintas poblaciones y se descubrió que había en realidad dos especies”.
Sin embargo, los estudios llegaron demasiado tarde: la estrategia de conservación equivocada
ya había llevado a la
extinción del 25%
de las poblaciones,
al intentar aparejar
ejemplares que pertenecían en realidad a especies distintas. “Una mala taxonomía puede matar”, concluye Carranza.
Equivocarse con los animales es
malo, pero perder oportunidades
con los humanos es peor. “Es importante detener la carrera de armamentos evolutiva entre humanos y
bacterias representada por el abuso de antibióticos”, alerta Arcadi Navarro, investigador ICREA de la UPF
y vicedirector del Instituto de Biolo-
las políticas de
conservación
fracasan si no
incluyen
la evolución
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8 DE FEBRERO DEL 2009
EL LEGADO DEL naturalista
ALBERT BERTRAN
JORDI
SERRALLONGA
40 años. Arqueólogo y naturalista. Estudia los orígenes y la
evolución de la especie humana en África, Australia y América. Es investigador del PCB (UB) y profesor de la UOC.
Viene de la página anterior
gía Evolutiva. Las campañas para
moderar el uso de antibióticos intentan evitar que las bacterias evolucionen y se vuelvan resistentes a
los fármacos. “Gracias a la perspectiva evolutiva, podemos valorar con
exactitud los efectos de una u otra
política sanitaria en un determinado
país”, observa Navarro.
El investigador está estudiando,
entre otros proyectos, por qué algunas enfermedades afectan solo a los
humanos y no a los otros animales.
“Por ejemplo, nunca se ha registrado esclerosis múltiple en chimpancés –explica–, aunque son nuestros
primos más cercanos”. La evolución
proporciona herramientas esenciales para penetrar en este y otros aspectos de la historia humana, especialmente los más difíciles de investigar por ausencia de documentos.
David Comas, también del Instituto de Biología Evolutiva, coordina
para Europa central y occidental el
proyecto Genographic, que aspira a
cartografiar las antiguas migraciones humanas. Comas se enfrentó
con éxito a un problema parecido
al estudiar la difusión de la lengua
bantú en África. Casi todas las lenguas de la zona subsahariana deri-
van de este idioma que nació entre
Camerún y Nigeria. “¿Esto se debe
a que las otras poblaciones africanas acabaron asumiendo la hegemonía cultural del bantú o bien a que
los primeros hablantes se desplazaron físicamente, difundiendo la lengua?”. Comas pudo comprobar que
la segunda hipótesis es la correcta,
al detectar una expansión de los genes de esas poblaciones en todo el
continente africano.
La compenetración profunda de
evolución y genética puede tener
MARCELINO PÉREZ
DE LA VEGA
también efectos económicos. Marcelino Pérez de la Vega, catedrático de
Genética de la Universidad de León,
estudia qué cambios genéticos han
hecho evolucionar a las distintas especies y subespecies de plantas. “A
los españoles el arroz de la paella
nos gusta suelto, mientras que a los
chinos les gusta que se pegue con
facilidad. Estas propiedades responden a diferencias en el genoma
de las plantas”, explica. El investigador estudia también qué cambios
genéticos han convertido las plantas
69 años. Biólogo. Analiza la evolución de las especies vegetales para mejorarlas y conservarlas. Es
catedrático de genética de la Universidad de León.
silvestres en domésticas. “En el trigo
silvestre, la espiga se deshace e impide la cosecha –explica–, mientras
que el trigo doméstico es el resultado de mutaciones que han hecho
más robusta la columna vertebral de
la espiga”. Pérez identificó qué mutaciones llevaron la avena del Mediterráneo a todo el mundo. Actualmente, su atención se centra en las
lentejas, concretamente en qué genes las hacen resistentes al frío y al
estrés. “Se trata de pasar de la selección inconsciente, tal como Darwin
ALBERT BERTRAN
DAVID
COMAS
38 años. Reconstruye
la historia de las migraciones humanas y
la difusión de las lenguas a partir de la distribución de los genes
de las poblaciones.
Trabaja en el Instituto de Biología Evolutiva del CSIC y la UPF,
y es responsable para
Europa central y occidental del proyecto
Genographic.
llamaba a la que hacían tradicionalmente los agricultores, a una nueva
forma de selección basada en el conocimiento directo de los genes que
proporcionen especies más rentables y saludables”.
Sin embargo, el impacto de la teoría de la evolución en la economía
puede ir todavía más allá. Arcadi
Navarro está investigando las bases
mismas del comportamiento económico de los humanos y de su socialización en general. “Queremos
entender qué características esenciales nos diferencian de los chimpancés: ¿qué es la inteligencia y la
moral?, ¿cuáles son los componentes genéticos de la solidaridad o la
agresividad?”, cuenta el investigador. Navarro está llevando a cabo
experimentos en los cuales pone a
prueba las actitudes cooperativas de
unos voluntarios, implicándolos en
juegos con dilemas morales e intenta relacionar sus respuestas con sus
características genéticas. “No hay
que malinterpretar este tipo de estudios”, alerta Navarro, que puntualiza que todos los comportamientos humanos tienen a la vez un componente genético y uno ambiental.
“Además, el hecho de que haya diferencias genéticas entre las personas no quiere decir que sea deseable una sociedad en donde estas
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FÉLIX ORDÓÑEZ
la otra cara del científico
Atrevido caballero
PARA ALGUNOS FUE UN HÉROE DE LA CIENCIA. Para otros, un ser diabólico. Sin embargo, la
publicación de cartas y notas privadas están revelando una imagen más humana de Darwin:
era un hombre reservado, afectuoso y modesto. Por Michele Catanzaro
U
n caballero victoriano naturalista que
tuvo tiempo, ingresos y nervio para
tocar lo intocable”.
Así fue Charles Darwin, según Adrian
Desmond, James Moore y Janet Browne (Charles Darwin, Herder), unos de
los historiadores que más han estudiado la figura del naturalista inglés.
Nacido en Inglaterra, en 1809, hijo
de un acomodado médico, el joven
Charles tuvo una infancia y una adolescencia despreocupadas. Su padre
–que llegó a decirle en una ocasión:
“No te interesa nada más que la caza, los perros y capturar ratas”– intentó encarrilarlo más de una vez, y
hasta lo envió a Cambridge para que
se ordenara pastor anglicano. En lugar de ello, Darwin empezó a disfrutar de las excursiones naturalistas y
llegó a planificar un viaje científico a
las Canarias.
De viaje
Fue entonces, en 1831,
con solo 22 años, cuanLA RUTA DEL ‘BEAGLE’
do el capitán Robert FitzSALIDA 27 - 12 - 1831
roy le propuso acompaPlymouth
(Inglaterra)
ñarle en un largo viaje
REGRESO 2 - 10 - 1836
de inspección de la cosIslas
Volvió a Inglaterra
Galápagos
ta de América del sur a
por N.Zelanda
bordo del Beagle. “Este
viaje ha determinado toda mi carrera”, escribió
B R A
S I
Callao
Darwin en su AutobiograBahía
L
fía. Durante el periplo,
Océano Iquique
observó estratos geolóPacífico
Río de Janeiro
gicos, recogió fósiles y
Copiapó
animales y leyó los liBuenos
bros científicos más moValparaíso
Aires
Bahía
dernos. No llegó a intuir
Montevideo
Blanca
Valdivia
aún la teoría de la evoluIslas Chiloé
Océano
ción, pero acumuló el
Atlántico
bagaje de conocimientos que le inspiraron durante su vida.
HMS
‘Beagle’
Al regreso, tras cinco
Fuente: Reuters
años de viaje, Darwin se
insertó activamente en
la comunidad científica de su país. ta el miedo de perder su creciente
En 1837 empezó a escribir el prime- prestigio científico. El aislamienro de una serie de cuadernos priva- to que se autoimpuso en su casa de
dos en los cuales esbozaba su revo- campo en Down y su larga, complelucionaria teoría. Las dos décadas ja e incurable enfermedad son interde silencio público que transcurrie- pretados por algunos historiadores
ron a partir de entonces, hasta la pu- como señales de su angustia. Tamblicación de su magna obra, han he- bién es cierto que en Down pudo decho especular a los historiadores dicarse a sus estudios sin molestia,
sobre los posibles miedos que le pu- y a compartir partidas de cartas con
dieron retener: desde el temor a en- su mujer y tardes en el sofá con sus
frentarse a la visión religiosa has- hijos, a los que dispensó un cariño
P
El hombre y la leyenda
Retrato de un anciano Charles
Darwin, cuya humanidad
se refleja en la mirada. A la
izquierda, mapa de la ruta que
trazó el ‘Beagle’, capitaneado
por Robert Fitzroy.
E
R
C
ARG HILE
EN
TI
N
A
U
diferencias se convierten en discriminación –matiza–. Estos conocimientos podrían incluso ser útiles
para diseñar políticas más profundamente igualitarias”.
Navarro es optimista con respecto a este proyecto: “La evolución puede parecer una teoría muy abstracta, pero tiene tantas aplicaciones
como las otras teorías científicas”.
En muchos casos, incluso proporciona leyes matemáticas que regulan
el comportamiento de los animales.
Por ejemplo, la regla de Hamilton,
que relaciona matemáticamente el
nivel de sacrificio que un animal está dispuesto a hacer por otro animal
(por ejemplo, la cantidad de comida
que quiere compartir) con el grado
de parentesco entre esos animales.
“Un comportamiento así se explica
exclusivamente dentro de un marco
evolutivo”, concluye Navarro.
El esfuerzo de este investigador y
de otros muchos encaja con la actitud intelectual que llevó a Darwin a
formular su teoría. “Siempre he admirado la capacidad de Darwin de
interesarse por los campos más diversos –comenta Serrallonga–, desde el estudio de los percebes hasta
el de las emociones humanas, desde la domesticación de las palomas
hasta la fecundación de las orquídeas”.
Charles Darwin estaría contento de comprobar la variedad de campos que se han impregnado de su revolucionaria idea. H
Huxley, que se ganó el apodo de mastín de Darwin.
No fue hasta 1871 cuando publicó su segundo libro-bomba, El origen del hombre. Algunos historiadores apuntan a que la idea de que
la evolución tuviera que aplicarse
también a los humanos estaba implícitamente presente en el libro
precedente. Además de las rémoras
religiosas, podría haber tenido un
papel el miedo a explicitar el origen
común y africano de los ancestros
humanos, en una época de nacionalismo y colonialismo triunfantes.
Si bien Darwin tuvo que enfrentarse con oposiciones religiosas y
políticas (entre estas, las de Marx y
Engels), tampoco fue neutral ideológicamente: su apuesta por la
igualdad de todos los humanos y
sus convicciones malthusianas (según las cuales los humanos están
el lucha constante por un conjunto
de recursos escasos) probablemente guiaron sus intuiciones.
muy superior al consentido por las
frías costumbres victorianas.
En 1858, cuando ya las notas de
Darwin se iban convirtiendo en un
libro, el naturalista recibió una carta de un joven colega, Alfred Russel
Wallace, que había llegado a conclusiones muy parecidas a las suyas. El
problema de la paternidad de la teoría
fue resuelto presentando públicamente
las dos versiones. Pero el verdadero giro
de tuerca tuvo lugar
en 1859, con la publicación de El origen
de las especies. Darwin
se mantuvo relativamente al margen
del revuelo de debates que surgieron a raíz del libro, hasta el punto
de que en el más duro ataque a su
teoría, lanzado por el obispo Samuel
Wilberforce en 1860, quien defendió el evolucionismo no fue él, sino
el naturalista y gran amigo Thomas
Cuando el naturalista murió, en
1882, su prestigio estaba tan consolidado, que fue sepultado en la abadía
de Westminster al lado de la tumba
de Newton, para resaltar su papel
crucial en la historia de la ciencia.
La influencia del darwinismo desbordó rápidamente las fronteras de
la ciencia y su teoría fue utilizada para justificar tanto la revolución como el laissez-faire. Pero el abuso político del darwinismo se redujo notablemente después de que el nazismo
lo utilizara para justificar sus políticas de exterminios. Desde el punto
de vista científico, el darwinismo alcanzó una segunda juventud cuando la selección natural se pudo formular
finalmente en términos genéticos exactos.
La vida de Darwin
se rodeó rápidamente de leyendas, desde
el mito según el cual
la teoría de la evolución se concibió en
las Galápagos, hasta
la presunta vuelta a la religión en
el lecho de muerte. Hoy, la publicación de sus notas y su correspondencia (que está previsto que acabe en
el 2025) están reconstruyendo una
imagen mucho más realista y humana del naturalista. H
“solo te
interesan la
caza, los perros
y capturar
ratas”, le
recriminó
su padre