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as últimas semanas desapareceram da vida terrena - ficando para sempre as suas obras e o seu exemplo - algumas grandes figuras da vida política e cultural que ilustraram, cada um a seu modo, as últimas décadas da vida portuguesa, tendo conhecido quase todos o exílio: Vasco Gonçalves, 1º ministro do Verão quente de 1975; Eugénio de Andrade, poeta “das mãos e dos frutos”; Álvaro Cunhal, principal N MEMÓRIA/MEMOIRE In Memorium dirigente do PCP; Emídio Guerreiro, veterano dos exilados políticos; René Bértholo, artista plástico fundador do grupo KWY; Álvaro Morna, jornalista da RFI exilado em França. Com este poema, que o inolvidável poeta chileno dedicou aos dirigentes comunistas, evocamos aqui, com a lágrima da saudade, a memória deste punhado de denodados portugueses que lutaram para abrir os caminhos da liberdade. La lámpara Marina Neruda I- La lámpara Marina Cuando tú desembarcas en Lisboa, cielo celeste y rosa rosa, estuco blanco y oro, pétalos de ladrillo, las casas, las puertas, los techos, las ventanas, salpicadas del oro limonero, del azul ultramar de los navíos. Cuando tú desembarcas no conoces, no sabes que detrás de las ventanas escuchan, rondan carceleros de luto, retóricos, correctos, arreando presos a las islas, condenando al silencio, pululando como escuadras de sombras bajo ventanas verdes, entre montes azules, la policía bajo las otoñales cornucopias buscando portugueses, rascando el suelo, destinando los hombres a la sombra. II- La Cítara Olvidada Oh Portugal hermoso cesta de fruta y flores, emerges en la orilla plateada del océano, en la espuma de Europa, con la cítara de oro que te dejó Camoens, cantando con dulzura, n° 24 - septembre 2005 LATITUDES Neruda esparciendo en las bocas del Atlántico tu tempestuoso olor de vinerías, de azahares marinos, tu luminosa luna entrecortada por nubes y tormentas. III- Los presidios Pero, portugués de la calle, entre nosotros, nadie nos escucha, sabes dónde está Álvaro Cunhal? Reconoces la ausencia del valiente Militão? Muchacha portuguesa, passas como bailando por las calles rosadas de Lisboa, pero, sabes dónde cayó Bento Gonçalves, Vasco Gonçalves 121 el portugués más puro, el honor de tu mar e de tu arena? Sabes que existe una isla, la isla de la Sal, y Tarrafal en ella vierte sombra? Sí, lo sabes, muchacha, Emídio Guerreiro Eugénio de Andrade Alvaro Cunhal IV- El Mar Y Los Jazmines Muéstranos tu tesoro, tus hombres, tus mujeres. No escondas más tu rostro de embarcación valiente puesta en las avanzadas de Océano. Portugal, navegante, descubridor de islas, inventor de pimientas, descubre el nuevo hombre, las islas asombradas, descubre el archipiélago en el tiempo. La súbita aparición del pan sobre la mesa, la aurora, tú, descúbrela, descubridor de auroras. Cómo es esto? Cómo puedes negarte al ciclo de la luz tú que mostraste caminos a los ciegos? Tú, dulce y férreo y viejo, angosto y ancho padre del horizonte, cómo puedes cerrar la puerta a los nuevos racimos y al viento con estrellas del Oriente? De tu mano pequeña en otra hora salieron criaturas desgranadas en el asombro de la geografía. Así volvió Camoens a dejarte una rama de jazmines que siguió floreciendo. La inteligencia ardió como una viña de transparentes uvas en tu raza. Guerra Junqueiro entre las olas dejó caer su trueno de libertad bravía que transportó el océano en su canto, y otros multiplicaron tu esplendor de rosales y racimos como si de tu territorio estrecho salieran grandes manos derramando semillas para toda la tierra. Sin embargo, el tiempo te ha enterrado. El polvo clerical acumulado en Coimbra cayó en tu rostro de naranja oceánica y cubrió el esplendor de tu cintura. Proa de Europa, busca en la corriente las olas ancestrales, la marítima barba de Camoens. Rompe las telarañas que cubren tu fragrante arboladura, y entonces a nosotros los hijos de tus hijos, aquellos para quienes descubriste la arena hasta entonces oscura de la geografía deslumbrante, muéstranos que tú puedes atravesar de nuevo el nuevo mar oscuro y descubrir al hombre que ha nacido en las islas más grandes de la tierra. Navega, Portugal, la hora llegó, levanta. estatura de proa y entre las islas y los hombres vuelve a ser camino. En esta edad agrega tu luz, vuelve a ser lámpara: muchacho, sí, lo sabes. En silencio la palabra anda con lentitud pero recorre no sólo el Portugal, sino la tierra. Sí, sabemos, en remotos países, que hace treinta años una lápida espesa como tumba o como túnica de clerical murciélago, ahoga, Portugal, tu triste trino, salpica tu dulzura con gotas de martirio y mantiene sus cúpulas de sombra. aprenderás de nuevo a ser estrella. V- La Lámpara Marina Álvaro Morna 122 Portugal, vuelve al mar, a tus navíos, Portugal, vuelve al hombre, al marinero, vuelve a la tierra tuya, a tu fragancia, a tu razón libre en el viento, de nuevo a la luz matutina del clavel y la espuma. Poema extraído de “Obras Completas”, 3ª ed. aumentada, Buenos Aires, Editorial Losada, col. Cumbre, 1967. LATITUDES n° 24 - septembre 2005