Download respondieron:”No podemos vivir sin celebrar el día

Document related concepts

Eucaristía wikipedia , lookup

Hostia wikipedia , lookup

Transubstanciación wikipedia , lookup

Jueves Santo wikipedia , lookup

Adoración eucarística wikipedia , lookup

Transcript
Queridos hermanos y hermanas,
Una carta encíclica del Beato Juan Pablo II se titulaba
“La Iglesia vive de la eucaristía”. Si la Iglesia vive de la
eucaristía vida cristiana también vive, se nutre, de la
eucaristía. Sin eucaristía no hay Iglesia, no hay vida
cristiana.
Mirando la historia de la Iglesia siempre me ha
impresionado su fidelidad a la eucaristía. Nunca hemos
dejado de celebrar la eucaristía. Y muchas veces en
medio de persecuciones se ha continuado celebrando la
eucaristía. Me parece interesante destacar algunos de
estos acontecimientos:
•
•
Año 304, persecución de Diocleciano, unos
cristianos de Abitimia son arrestados en domingo
por reunión ilícita. En las actas de su proceso
cuando se les preguntó por qué si lo tienen
prohibido se reunieron en domingo. Ellos
respondieron:”No podemos vivir sin celebrar el día
del Señor”. Murieron mártires por ir a misa el
domingo.
En tiempos de Enrique VIII se prohibió el culto
católico, los sacerdotes continuaban celebrando la
misa sabiendo que si los descubrían los matarían.
Muchos murieron mártires.
•
El Beato Tito Brandsma en un campo de
concentración nazi escondía la forma consagrada en
la funda de las gafas para poder comulgar cada día.
Aquel gesto le daba fuerzas para continuar cada
día, en medio de aquel infierno.
•
Yo en Cuba conocí un joven, padre de familia, que
hacía 2 horas de viaje en bicicleta para ir a misa el
domingo, dos de ir y dos para volver. Cosa nada
extraña: en los países de misión los fieles muchas
veces han de caminar horas y horas para poder
participar de la eucaristía cada domingo.
¿Por qué destaco estos acontecimientos? Para que nos
ayuden a redescubrir la importancia y la centralidad de
la eucaristía en la vida de un cristiano. No hay Iglesia
sin eucaristía. No hay vida cristiana sin eucaristía. Es
Cristo quien nos convoca para participar de la
eucaristía.
Vale la pena pararnos a meditar las palabras de Jesús
en el evangelio de hoy. Para ver cómo Jesús entiende la
eucaristía, y qué nos ofrece a través de ella.
a) “Si no coméis la carne del Hijo del hombre y no
bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.” Jesús
está haciendo una firme vinculación entre la vida, no
la física, sino la vida del espíritu, y la eucaristía. Vida
espiritual y eucaristía van irremisiblemente unidas,
ineludiblemente unidas. Jesús mismo lo dice con una
claridad que no deja lugar a ningún tipo de duda.
Si miramos nuestra vida ¿se palpa que la vida nos
viene de la eucaristía? ¿Es, para nosotros, el
momento más importante de la semana? ¿La
preparamos debidamente? ¿Llegamos a la hora? ¿Con
qué devoción comulgamos?
b) Continua diciendo Jesús: “El que come mi carne y
bebe mi sangre habita en mí y yo en él”. Por la
eucaristía Cristo habita en nosotros, Cristo está en
nosotros y nosotros en Cristo. Es un texto que nos
ayuda a entender que la eucaristía es una comunión
entre nosotros y Jesucristo.
Cuando uno medita estas realidades cambian sus
actitudes, sus maneras de vivir la vida cristiana. Yo
mismo, después de mi conversión leí el capítulo VI
del evangelio de San Juan y empecé a ir a misa cada
día.
C) Pero Jesús en su discurso aún va más lejos. “Yo vivo
por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá
por mí”. Es una comparación sorprendente la que nos
hace Jesús. Él vive gracias al Padre, de la misma
manera, nosotros viviremos gracias a Él, por la
participación en la eucaristía.
Jesús lo recibe todo del Padre, de la misma manera,
nosotros lo recibimos todo de Jesucristo gracias a la
eucaristía.
Como conclusión final es fácil darnos cuenta de que
todo lo que Jesús ha dicho en este evangelio provoca
un choque. Choca el planteamiento de Jesús al hablar
de esta manera de la eucaristía con nuestra
subjetividad (“yo voy a misa cuando lo siento
necesario”, “a mí me parece que si no voy a misa no
pasa nada”, “hoy he de estudiar no iré a misa, hoy
tengo una comida familiar no iré a misa”). Estas
expresiones/actitudes vemos que chocan con lo que
Jesús nos dice. No responden al planteamiento de
Jesús.
Os animo, y me animo a mí mismo, a que meditemos el
capítulo VI del evangelio de Juan porqué nuestra
relación con la eucaristía es fundamental (qué quiere
decir...) y hace falta que la vivamos como Dios nos
ilumine.
Que la comunión que ahora viviremos con Jesucristo
nos de la vida, la vida verdadera.