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htttp://www.medicinainfantil.org.ar AVANCES, TENDENCIAS Y CONTROVERSIAS LA INFECCION HIV EN PEDIATRIA: Avances y desafíos Dras. Rosa Bologna, Debora Mecikovsky, Solange Arazi Caillaud INTRODUCCION La epidemiología de la infección HIV ha cambiado en forma sustancial desde los primeros casos descriptos 33 años atrás. Los avances en la prevención y el tratamiento de la infección HIV en pediatría han tenido un enorme impacto en la incidencia y la progresión de esta enfermedad en los niños1. El tratamiento antirretroviral (TARV) en el embarazo, el parto y el recién nacido2, el uso individualizado de la cesárea programada3 y la aplicación de tratamientos combinados en los niños se han asociado con una disminución del SIDA en pediatría y el aumento de la sobrevida4. No obstante estos avances, se estima que viven en el mundo 3.3 millones de menores de 15 años con infección HIV, 92% en países de bajos recursos (75% en África, 17% en Asia)5. La mayoría de los niños adquiere la infección a través de la vía perinatal (durante el embarazo, el parto o a través actualmente existen dos escenarios muy diferentes de la infección HIV en los niños. En los países con altos recursos involucra a niños mayores con tratamientos antirretrovirales de larga data y que actualmente presentan virus altamente resistentes6. La otra epidemia se caracteriza por la presencia de un gran número de niños pequeños infectados que requieren tratamiento antirretroviral, cuya barrera más importante es el acceso a los cuidados de la salud7. Servicio de Control Epidemiológico e Infectología. Hospital de Pediatría Juan P Garrahan. En el año 2009, la Organización Panamericana de la Salud y UNICEF lanzaron la iniciativa para la congénita en Latinoamérica. El objetivo planteado para el año 2015 es alcanzar una incidencia menor de 0.3 nuevos casos de niños con infección HIV por cada 1000 recién nacidos vivos y una tasa de transmisión vertical menor de 2%8. Desde el año 2010, la Dirección de SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual se encuentra trabajando en la elaboración de estrategias programáticas para dar respuesta a esta iniciativa en nuestro país. El programa de prevención de la transmisión vertical se comenzó a implementar en Argentina en el año 1997 y desde el año 2002 se observa una disminución constante de la tasa de niños infectados. En el período 20062011, la tasa de transmisión vertical fue de 4.8%. ! "#$ año 2011, mientras que 98.6% de los niños nacidos ! & obstante estos avances, aún quedan “oportunidades perdidas” de prevención de la transmisión que deben ser corregidas para lograr la meta de infecciones “cero” en niños9. Aunque la patogénesis de la infección HIV y los principios virológicos e inmunológicos básicos sean similares en personas infectadas de cualquier edad, es necesario remarcar aspectos particulares de la infección HIV en los niños que incluyen: 1) las diferencias en los parámetros clínicos y virológicos de la infección perinatal secundarios a la ocurrencia de la infección primaria en un organismo inmaduro inmunológicamente y en desarrollo; 2) la exposición La infección por HIV 119 htttp://www.medicinainfantil.org.ar intraútero y neonatal a drogas antirretrovirales; 3) la necesidad de utilizar estudios virológicos en lugar de serología para diagnosticar la infección HIV en los menores de 18 meses; 4) valores de linfocitos '*+<=> ? @ con el desarrollo y la maduración de los órganos involucrados en el metabolismo y aclaramiento de B= K adherencia al tratamiento en los lactantes y niños pequeños. El objetivo de este trabajo es analizar los cambios que han ocurrido en los últimos años en la presentación clínica, el diagnóstico y el manejo de la infección HIV en los niños. 1. MANIFESTACIONES CLINICAS Los estudios tempranos de progresión de la enfermedad en lactantes con infección HIV fueron realizados en períodos en que el tratamiento antirretroviral era muy limitado y de esta manera conocemos la historia natural de la infección. Des M Q @cit marcado de los linfocitos CD4+, aparición de infecciones oportunistas, compromiso neurológico grave, detención marcada en la curva ponderal y alta mortalidad y otra más tardía, con presencia de generalizada, neumonitis intersticial linfoidea e infecciones bacterianas recurrentes10-11. La causa de estas diferencias no se conoce con exactitud pero es probable que dependan del modo y el momento de la infección, la carga viral materna y el fenotipo viral, la maduración y el estado del sistema inmune y las infecciones asociadas. Estudios realizados en nuestro hospital, han de B@ cos particulares de los co-receptores del virus HIV, como son el co-receptor CCR5 y CXCR4, contribuyen a un mayor riesgo de ser infectado por variantes inductoras de sincicio. A su vez, se observó que las variantes de SI X4-trópicas del virus HIV-1 pueden estar presentes en estadios muy tempranos de la infección viral y pueden ser transmisibles por vía vertical12. En un estudio realizado en 279 niños con infección HIV en seguimiento en nuestro hospital, entre 1988 y 1998 - período previo a la aparición de los Y de aparición de SIDA fue de 10 meses. Las infecciones bacterianas graves recurrentes fueron la forma más frecuente de presentación (32%), seguidas por la encefalopatía progresiva (32%), la neumonitis intersticial linfoidea (22%), las infecciones oportunistas (13%) y los linfomas (1%)13. La mayor mortalidad se asoció con las infecciones oportunistas (neumonitis por P. jiroveci y citomegalovirus). Los 120 Medicina Infantil Vol. XXI N° 2 Junio 2014 factores determinantes de menor sobrevida fueron la aparición de la enfermedad a una edad temprana y la ausencia de tratamiento antirretroviral. La incorporación del tratamiento antirretroviral Z 1996, redujo en forma dramática la incidencia de las infecciones bacterianas graves, las infecciones oportunistas y las complicaciones no infecciosas. Ello llevó a la disminución de la aparición de SIDA y la mortalidad asociada, en particular en los primeros años de vida14-15. Un estudio realizado en Estados Unidos que incluyó 3556 niños con infección HIV, comparó las causas de mortalidad en el períodos previo (19942000) y posterior (2001-2006) a la incorporación del [ \ Q ] B \ mortalidad asociada a complicaciones infecciosas. Una preocupación de los autores, que es compartida por los que realizamos seguimiento de estos niños, son las complicaciones a largo plazo, tanto de la enfermedad como de su tratamiento. En el estudio se detectó un aumento de las causas no infecciosas, a saber, fallo renal, accidentes vasculares y hepatitis crónica, como así también nuevas causas de muerte en el último período. Ello lleva a pensar que el tratamiento antirretroviral actual mejora la inmunosupresión, pero no revierte totalmente la disregulación inmune asociada a la infección crónica por el virus HIV y las complicaciones que aparecen a largo plazo16. En nuestro medio, cuando se evaluó la res \ de 228 niños tratados en el período 1998 - 2003, observamos que la incidencia de eventos graves \ 11,56 eventos cada 100 pacientes-año y disminuyó a 1,9 eventos cada 100 pacientes-año luego del tratamiento. La incidencia de los eventos moderados fue de 28,57 eventos cada 100 pacientes-año y disminuyó a 20,47 eventos cada 100 pacientes-año (p< 0.0001). La diferencia más marcada se observó en la disminución de las infecciones bacterianas recurrentes. La respuesta de las células CD4 a los 6 meses se constituyó en el predictor más potente de la disminución de eventos clínicos. Los pacientes con linfocitos CD4 bajos al inicio, pero con buena respuesta a los 6 meses, presentaron una mejoría en su pronóstico. Adicionalmente, se constató una correlación entre la mortalidad y la respuesta a los 6 meses. Nuevamente, la respuesta inmunológica fue la de mayor peso. Dados estos hallazgos, se puede concluir que la respuesta al tratamiento de \ niños con infección HIV. La restauración de la función inmunológica y la disminución de la carga viral plasmática en respuesta al tratamiento antirretro\ _`kkw htttp://www.medicinainfantil.org.ar marcada reducción en la morbilidad de la infección y las complicaciones asociadas. La reducción en la aparición de estas complicaciones se tradujo en una disminución marcada en las necesidades de Q { 17. Un nuevo fenómeno observado con los tratamien les de las infecciones oportunistas y las reacciones “paradojales” en el inicio del tratamiento, aparentemente relacionadas con la rápida reconstitución inmunológica como describiremos más adelante18. Ello ha llevado a plantear la necesidad de evaluar cuidadosamente el inicio del tratamiento antirretroviral en aquellos pacientes que se presentan con una infección oportunista grave, en particular los que requieren cuidados intensivos19-20. No obstante los avances mencionados, todavía observamos complicaciones en los niños en quienes se diagnostica la infección HIV a través de la aparición de enfermedades marcadoras y por lo tanto, sin conocimiento previo de la misma, y en aquellos con evolución muy prolongada que presentan fallo al tratamiento antirretroviral. Las infecciones comunes y oportunistas representan aún la mayor fuente de morbilidad y mortalidad tanto en los niños como en los adultos infectados con el HIV-1. Los pacientes pediátricos, a diferencia de los adultos, presentan un mayor número de infecciones bacterianas graves (sepsis, neumonías, meningitis) con microorganismos comunes como Streptococcus pneumoniae. La patogénesis de las infecciones en los niños responde a B\ por el virus del HIV-1 en los diferentes estadios de progresión de la enfermedad. Cuando aparecen los defectos más marcados en la inmunidad mediada por células, ocurren las infecciones oportunistas como las producidas por Pneumocystis jiroveci, citomegalovirus o el complejo Mycobacterium aviumintracellulare21. La neumonía por Pneumocystis jiroveci es aún una de las infecciones oportunistas más graves 22. Según el CDC (Comité de Control de Enfermedades) de Estados Unidos, su incidencia disminuyó de 25 casos por cada 1000 niños infectados por HIV en 1994, a 18 en 1996 y 6 en el año 2001. Esta disminución se ha relacionado con las intervenciones instrumentadas para la prevención de \ ! trimetoprima-sulfametoxazol (TMP-SMX) en el recién nacido expuesto. La asociación de TMP-SMX continúa siendo el tratamiento de elección para el tratamiento de la neumonía por Pneumocystis jiroveci. La incorporación de corticoides para el tratamiento de pacientes con hipoxemia ha disminuido la mortalidad en este grupo de pacientes23. La alta incidencia de tuberculosis en los pacien- tes con infección HIV, plantea otro desafío en el manejo de estos pacientes. La tuberculosis puede preceder a los síntomas de la infección por el virus HIV y aparecer aún con recuentos adecuados de linfocitos CD4+24, lo que lleva a descartar la infección HIV en todos los niños con diagnóstico de TBC. La respuesta a los tuberculostáticos convencionales es adecuada, pero la aparición de resistencia en los centros que concentran la mayor parte de los pacientes es motivo de preocupación25-26. El tratamiento concomitante de la TBC y la in interacciones medicamentosas y la superposición de toxicidades, por lo cual es necesaria la participación de un especialista con experiencia en el tratamiento de ambas condiciones. La rifampicina actúa como un potente inductor del sistema enzimático CYP3A y la glicoproteína-P, lo cual reduce los niveles de las drogas antirretrovirales, especialmente cuando se utilizan inhibidores de la proteasa. Ello obliga a la revisión de las drogas antirretrovirales en los niños que ya están en tratamiento, mientras que en aquéllos que aún no han iniciado la \ \ inicio dentro de las 2 a 8 semanas de iniciados los tuberculostáticos. Los niños que presentan inmunosupresión grave deben iniciar el tratamiento en forma temprana (alrededor de las 2 semanas), el resto puede hacerlo en un período posterior más cercano a las 8 semanas. La realización de dosajes de antirretrovirales y estudios de farmacogenómica se encuentran en evaluación; la información conocida hasta el momento indica que pueden ser buenas herramientas riesgos de toxicidad27-28. Como se mencionó previamente, dentro de las nuevas complicaciones descriptas, se encuentra el “sindrome de reconstitución inmunológica”. Este cuadro se describe en aproximadamente el 20% de los niños con tuberculosis, con una media de aparición de 39 días desde el inicio del tratamiento antirretroviral. Puede presentarse con reaparición de la dos pulmonares o derrame pleural con exacerbación temporal de los síntomas previos. En esta situación es necesario evaluar problemas en la adherencia al tratamiento o fracaso del mismo por resistencia29-30. Se han estudiado diferentes intervenciones para mejorar los síntomas: en el caso de los cuadros leves {B esteroides, mientras que en los casos más graves podría considerarse el uso de corticosteroides. El tratamiento para la tuberculosis y la terapia antirretroviral no deben ser interrumpidos. Dentro de las infecciones virales asociadas, se ha documentado que la tasa de infección sintomática por citomegalovirus (CMV) es mayor en los lac- La infección por HIV 121 htttp://www.medicinainfantil.org.ar tantes con infección HIV (23,1%) en comparación con los niños no infectados (6,7%), incluso en la era \ 31. A su vez, existe una interacción entre ambas infecciones: la infección HIV parece progresar más rápidamente en los niños co-infectados con CMV comparados con aquéllos sin co-infección32-33. Dentro de las estrategias para disminuir la morbimortalidad asociada con las infecciones es funda \ temprano. Otras intervenciones que se han demos \ por Pneumocystis jiroveci, la inmunización completa y oportuna (Tabla 1) y la administración de gammaglobulina endovenosa en aquellos niños con hipogammaglobulinemia o episodios repetidos de infecciones graves documentadas bacteriológicamente. Por encima de todas estas indicaciones está el alto grado de sospecha de la presencia de infecciones y la necesidad de anticiparse a su aparición clínica que debe estar presente en todos los médicos que asisten a los niños con infección HIV. 2. DIAGNOSTICO DE LA INFECCION HIV: temprano, cuán temprano? El objetivo del diagnóstico precoz en los lactantes es tratar que las intervenciones terapéuticas sean oportunas. Con los métodos actuales es posiQ B \ de vida en más del 90% de los niños infectados y en el 100% de los menores de 2 meses34. En los países con programas efectivos de prevención de la trasmisión perinatal, la tasa de trasmisión es de alrededor del 2%, por lo cual el objetivo actual excluir la infección HIV en el lactante. Los estudios actuales señalan que el diagnóstico de infección HIV en el lactante puede ser razonablemente excluido en niños no expuestos a la lactancia, con dos o más pruebas virológicas negativas (siempre que un estudio haya sido obtenido a los 14 días o después y el otro al mes de vida o después). De manera semejante, un estudio virológico negativo obtenido a los 2 meses o después o un estudio de anticuerpos negativo a los 6 meses o después, excluirá el diagnóstico de infección. No ! \ deberán obtenerse dos o más estudios virológicos negativos y dos estudios serológicos35. La detección directa del HIV-1 no depende de una respuesta inmunológica y no enfrenta la interferencia de los anticuerpos maternos; tiene mejores resultados en los lactantes que las pruebas que detectan anticuerpos. La técnica más utilizada es la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), técnica molecular que detecta el DNA o RNA del HIV-1 presente en las células infectadas. Para establecer el diagnóstico se requieren 2 muestras separadas positivas36 (Figura 1). 122 Medicina Infantil Vol. XXI N° 2 Junio 2014 A los 18 o 24 meses se realizará un estudio B \sencia de la infección HIV en el lactante expuesto. En las situaciones de alto riesgo de transmisión de la infección, como es la ausencia de tratamiento durante el embarazo o presencia de resistencia del virus en la madre, es conveniente realizar los primeros estudios virológicos dentro de las 48 horas de vida, para descartar una infección intraútero35. Dado que estos niños reciben combinación de droB ! Q B falsos negativos en los estudios virológicos. Por este motivo, es importante que se envíen nuevas + @ { ! 37. La detección de anticuerpos contra el virus HIV-1 \@ w[k ción por otras pruebas que detectan anticuerpos como Western blot o una prueba virológica, es de elección para realizar el diagnóstico de la infección HIV en los adultos, en los niños que adquirieron la infección por vía no perinatal y en aquellos con infección vertical mayores de 18 meses. La presencia de anticuerpos en los niños mayores de 18 meses es indicadora de infección 38. Desde el año 2012, se incorporaron en nuestro país algoritmos diagnósticos que incluyen pruebas de tamizaje muy sensibles y proponen la realización de carga viral 36. Finalmente, es importante resaltar que en el marco de la meta de los últimos años que plantea la posibilidad de cura funcional o erradicación del virus, se encuentra en evaluación el inicio del tratamiento en el período neonatal38. El objetivo de esta estrategia es reducir el establecimiento del reservorio de virus en los linfocitos CD4+. Un nuevo desafío \ el diagnóstico en los primeros días o semanas de vida. Por lo cual es posible que en los próximos Z BB la realización de los estudios mencionados en las primeras horas de vida39. 3. MONITOREO DE LA INFECCIÓN HIV EN PEDIATRÍA Uno de los desafíos más importantes en el segui Z momento oportuno de las diferentes intervenciones. El monitoreo de la infección incluye la evaluación de los eventos clínicos y la adherencia al tratamiento y el monitoreo a través de parámetros de laboratorio, que puedan predecir la progresión de la enfermedad antes de la aparición de los síntomas. La progresión de la infección HIV en los niños es más rápida que en adultos40 y, a su vez, los marcadores de laboratorio, como los linfocitos CD4+ y la carga viral son menos predictores de riesgo de progresión, particularmente en los lactantes pequeños. htttp://www.medicinainfantil.org.ar TABLA 1: ESQUEMA DE VACUNACION EN NIÑOS CON INFECCION VIH. Vacuna RN 2 meses 4 meses 6 meses 12 meses Neumococo conjugada VCN 132 X X X X Quintuple (DTP,Hib, HB) X X X BCG 15 meses 18 meses 6 años 11 años 16 años anualmente NO Hepatitis B HB 1 X Cuadruple (DTP,Hib) Poliomielitis inactivada IPV o Salk4 X3 X X X Triple viral (SRP)5 X X Gripe6 X X Iniciar o completar esquema X Hepatitis A HA X X Triple Bacteriana celular DPT X X Triple Bacteriana acelular dTpa X Doble bacteriana dT X7 HPV8 X Neumococo polisacárida VPN 239 Mayor de 2 años Varicela10 Antimeningococcica Tetravalente conjugada11 1. Cada 10 años X X X X Hepatitis B: Incluida en la quíntuple en lactantes. En adolescentes y adultos se aplican 3 dosis (0-1-6 meses) si no la recibieron. Se sugiere la monitorización de anticuerpos Anti-HBs cuantitativos al mes de cumplida la primera serie de vacunas: se debe re protectores. Se recomienda evaluación periódica. Si caen a valores inferiores a 10 UI/ml, administrar dosis de refuerzo. 2. Neumococo conjugada 13 valente (VCN 13) con refuerzo después del año de vida. !"#$% # & ' *+ '*!4 $%"5% - Sin antecedente de aplicación de VCN 13 o VPN 23: 1 dosis VCN 13 + 1 dosis de VPN 23 (con un intervalo mínimo 58 9 *8 8 ; VPN 23: 1 dosis de VCN 13 con un intervalo mínimo de 2 ; 4%"%"4% < 9;= 5 >?>@DF%GJ @?K " 8; 8 virus inactivado. ! L9=M!OQRRT$ Los convivientes de estos pacientes deben recibir esquema completo para esta vacuna. X X $ X;$"&mente. =88'L%Y8;8 21 años y luego cada 10 años. 5 K>@Z8;R$Y%"% los 11 y 26 años. 4 [;<@>[< los 2 años y refuerzo VPN 23 a los 3 años si la primera VPN 23 la 8'R%"G\!% primera dosis si fue a una edad mayor de 10 años (con un intervalo 5'@9[< R @9=M!OQRRT$ con intervalo mínimo de 3 meses. Los convivientes deben recibir la vacuna si son suceptibles. 11. Antimeningococcica tetravalente conjugada: ]9@9Z]]^ $YY$" <"&+% - mayor de 2 años: 2 dosis. ]9@=]^4 4<< - mayor de 2 años: 2 dosis con intervalo de 2 meses. ZG\8 o A los 3 años del esquema inicial si lo recibieron siendo % _!%8"% `&&!% La infección por HIV 123 htttp://www.medicinainfantil.org.ar Figura 1: Algoritmo diagnóstico de infección HIV en niños menores de 18 meses de edad. Dirección de Sida y ETS, 2013. Diagnóstico virológico: DNA proviral y/o RNA plasmático Niños no estudiados al nacer 1º muetra Negativo Diagnóstico programado 1º muestra dentro de las 24 - 72hs de vida Positivo Positivo Negativo Confirmar con nueva muestra Repetir estudios Positiva Negativo 2º muestra 1-2 meses Positiva 3º muestra 4-6 meses Infectado Serología a los 18 meses de edad Negativa Positiva Negativa No Infectado Serología a los 18 meses de edad Por lo tanto, en los menores de 12 meses, tanto el valor de CD4+ como la carga viral no se utilizan Para caracterizar el grado de inmunosupresión el Comité de Control de enfermedades de EEUU a los pacientes de acuerdo a las categorías inmunológicas basadas en recuentos de células CD4+ 41. Mientras que el número @ '*+< \ de supresión cambia con la edad, el porcentaje que B B Por lo cual, en los niños menores de 5 años, el cambio en el porcentaje de células CD4+ es el más apropiado para el monitoreo del estado inmunológico. En los mayores de 5 años, en cambio, puede @'*+<digna. El valor pronóstico del porcentaje de CD4 fue evaluado en un importante meta-análisis llamado Estudio colaborativo de marcadores pronósticos de HIV en Pediatría45. Un valor menor de 25% implica riesgo de progresión de la enfermedad a SIDA y de mortalidad asociada. Los niños mayores de 1 año con un porcentaje de células CD4+ menor de 25% tienen un riesgo mayor de progresión de la enfermedad. En los niños mayores de 5 años se ha 124 Medicina Infantil Vol. XXI N° 2 Junio 2014 observado un incremento en el riesgo de progresión de la enfermedad cuando el recuento de células CD4+ es menor de 350/mm 3, a semejanza de lo que ocurre en adultos42. Como se mencionó previamente, el patrón de la carga viral en los niños con infección perinatal w \ niveles de carga viral fueron bajos en el momento del nacimiento, aumentaron a niveles mayores de 100.000 copias /mm3 alrededor de los 2 meses y luego disminuyeron gradualmente; el nivel promedio durante el primer año de vida fue de 185.000 copias/mm3 43-44. Los valores de carga viral >100000 copias /mm3 en niños mayores se han asociado con mayor riesgo de progresión y mortalidad, en particular si el porcentaje de CD4 es menor de 15%. En valores menores, sólo los lactantes mostraban variaciones en el riesgo45. 4. TRATAMIENTO ANTIRRETROVIRAL El objetivo del tratamiento antirretroviral es mantener la carga viral por debajo de los umbrales de detección y mejorar el estado inmunológico, durante el mayor tiempo posible. Los esquemas combinados de drogas antirretrovirales, producen una reducción B \B\ \ htttp://www.medicinainfantil.org.ar CD4, reducción de la mortalidad y del riesgo de progresión clínica46. A su vez, en los niños se ha demostrado una mejoría en el crecimiento y en el desarrollo neurocognitivo47w \ dencian tanto en pacientes vírgenes de tratamiento, como en aquellos con enfermedad avanzada. ¿Cuándo iniciar el tratamiento? La decisión de cuándo y cómo empezar el tratamiento y, a su vez, cuál elegir, es un motivo de evaluación constante. Depende de muchos factores que incluyen la edad del paciente, el estadio clínico e inmunológico en el momento de la presentación y la carga viral45. La edad del paciente es un factor crítico cuando nos referimos a los menores de un año. Estudios { [? w Q la necesidad de iniciar tratamiento antirretroviral en los lactantes antes de los 3 meses de vida. El estudio CHER (Children with HIV Early Antiretroviral Therapy), que incluyó niños menores de 3 meses con porcentaje de células CD4+ mayor de 25%, evaluó el inicio temprano de tratamiento antirretroviral en comparación con el diferido hasta la aparición de signos clínicos o deterioro inmunológico. El inicio temprano del tratamiento redujo la mortalidad temprana en un 75%48. De la misma manera en el Estudio Colaborativo Europeo se observó que el inicio temprano del tratamiento disminuía el riesgo de aparición de SIDA comparado con el inicio tardío (1.6% versus 11.7%, p<0.001). Una observación Q te todo el período de observación del estudio (60 meses)49. Algunos expertos están a favor de iniciar un tratamiento agresivo en forma temprana con el objetivo de controlar la replicación viral antes del inicio de la replicación acelerada y la evolución a múltiples cuasiespecies. Esto podría resultar en menor número de cepas virales mutantes y potencialmente, menor riesgo de resistencia. La terapia antirretroviral temprana evitaría la destrucción del sistema inmune y preservaría la función, evitando la progresión clínica. Estudios que analizan el impacto del tratamiento antirretroviral en los reservorios de virus latentes en linfocitos CD4+, han demostrado una asociación entre el tamaño de dichos reservorios y la edad de inicio del mismo. Los niños que presentan carga viral no detectable antes de los 6 meses de vida, tienen un reservorio de virus mucho menor que los que persisten con carga viral durante más tiempo50. Desde otra óptica, diferir la terapia hasta una etapa posterior de la infección, cuando aparecen los síntomas clínicos o alteraciones inmunológicas, puede resultar en una evolución más lenta de la resistencia por la ausencia de presión de las drogas, mayor posibilidades de adherencia cuando el paciente se encuentra sintomático y retraso en la aparición de efectos adversos. Los problemas que se plantean con el tratamiento de los lactantes, incluyen el mayor riesgo de fallo por la presencia de cargas virales muy elevadas, la \B en los primeros meses de vida y la pobre adherencia vinculada con la complejidad de los esquemas. Con las drogas disponibles en la actualidad, se obtienen tasas de supresión de 70 a 80%. En un estudio de seguimiento de 5 años de niños que iniciaron el tratamiento antes de los 6 meses, 98% alcanzaron CD4 >25% y 78% mantuvieron la carga viral no detectable por un promedio de 5.9 años51. El seguimiento y las evaluaciones cercanas son especialmente importantes en el tratamiento de lactantes pequeños. Otro motivo de preocupación frente a la indicación del tratamiento, es la posibilidad de toxicidad a largo plazo, especialmente si consideramos que con la información actual, los tratamientos no pueden discontinuarse y la duración es de por vida. Dentro de los efectos adversos documentados se encuentran las alteraciones en la distribución de la B _ _Q perlipemias, hiperglucemia) y cuadros de toxicidad mitocondrial (acidosis metabólica). Otros efectos adversos incluyen alteraciones óseas y trastornos cardiovasculares52-53-54-55. La patogénesis de estos cuadros es multifactorial, incluye efectos directos de los antirretrovirales en el metabolismo de los lípidos y en el funcionamiento de los adipocitos y mi genéticos. La disfunción mitocondrial genera una disminución del ATP, de la lipogénesis y aumenta los mediadores de la apoptosis con la consecuente disminución de la grasa corporal56-57. En resumen, los factores a considerar al tomar la decisión de inicio de tratamiento son: 1. Gravedad de la infección y riesgos de progresión de la enfermedad. 2. Presencia de factores de co-morbilidad que pueden afectar las drogas de elección (TBC, hepatitis B o C, enfermedad renal, enfermedad hepática). 3. Efectos del régimen inicial en las opciones terapéuticas posteriores. +* versos de las drogas. 5. Capacidad del cuidador y del niño para adherir al régimen. Las recomendaciones de inicio de tratamiento varían de acuerdo a la edad del niño. Basados en los datos que señalan que el riesgo de progresión asociado al recuento de linfocitos CD4+ en los mayores de 5 años es semejante al de los adultos \Q M Z La infección por HIV 125 htttp://www.medicinainfantil.org.ar b) edad de 1 a 5 años y c) mayores de 5 años. Los menores de 1 año deben recibir tratamiento antirretroviral independientemente de los parámetros clínicos, virológicos e inmunológicos que presenten. En los mayores, se consideran los parámetros clínicos, inmunológicos y virológicos (Tabla 2). En nuestro medio, las guías más utilizadas para el tratamiento son las del Grupo de tratamiento antirretroviral y manejo del niño con infección HIV del CDC, que son adaptadas para la aplicación en nuestro país45. TABLA 3: ANTIRRETROVIRALES INDICADOS COMO INICIO DE TRATAMIENTO SEGUN EDAD. TABLA 2: INDICACIONES ACTUALES DE INICIO DE TRATAMIENTO ANTIRRETROVIRAL. UEFJ W@YJZ/[>$W"\& /:% ]@Y% = !L@YL% lógico o virológico. !"# $"% "&&'*3 en los mayores de 5 años. +/:/;/ <= &&%&&&*>% =8>;9=M!OM!RRh3 y CV <100.000 c/mL wZ# decisiones acerca del inicio de tratamiento antirretroviral, la Organización Mundial de la Salud recomendó el inicio del tratamiento antirretroviral en todos los menores de 5 años, independientemente del estado clínico, inmunológico y virológico. A su vez, en los mayores de 5 años asintomáticos se recomienda el inicio de tratamiento con recuento de CD4+ menor de 500 células/mm3, al igual que en pacientes adultos. El objetivo más importante de estas guías es la implementación a gran escala del tratamiento antirretroviral, que actualmente alcanza a aproximadamente 9.7 millones de personas infectadas. La meta a alcanzar en el año 2015 es de 15 millones personas infectadas, incluidos niños y adultos. ¿Qué drogas seleccionar? Las drogas más utilizadas en la actualidad actúan sobre la transcriptasa inversa del virus y se combinan con los inhibidores de las proteasas (Tabla 3). A su vez, existen otras drogas que actúan sobre otros mecanismos de replicación del virus como son los inhibidores de integrasa, inhibidores de la fusión o del CCR5. Estas drogas se utilizan actualmente en los niños con experiencia previa a drogas antirretrovirales58. En adultos se están realizando estudios con estas nuevas drogas, con el objetivo \ B que no incluyen inhibidores de la transcriptasa inversa del virus o inhibidores de las proteasas. La pregunta fundamental es si estas drogas pueden ser más seguras que las anteriores, en particular a B{ B 126 Medicina Infantil Vol. XXI N° 2 Junio 2014 Recomendado Alternativa <3 años >?<*/@!EFJ AI F:/@!EFJ >3 años KL<@!EFJ >?<*/@!EFJ AI J<*/@!EFJ >6 años <*/@!EFJ KL<@!EFJ >?<*/@!EFJ AI J<*/@!EFJ / F=!!EFJ@J>% Abreviaturas: INTR:*8w LPV/r:hwATV/r:\hw DRV/r:hwEFV:G\wABC:8w 3TC:wAZT: \wTDF: Gw FTC: 8wRAL: raltegravir. La infección HIV en los adolescentes Muchos niños con infección HIV perinatal han sobrevivido hasta la adolescencia; actualmente están entrando en la adultez con una enfermedad crónica y plantean nuevos desafíos en el manejo de su enfermedad. A lo largo de los años, estos niños han sido expuestos a esquemas de tratamientos subóptimos o asociados a efectos adversos. Han transitado períodos de poca adherencia, debido a la escasez de formulaciones adecuadas y a la aparición del “cansancio” del tratamiento que suele observarse en pacientes con enfermedades crónicas. Las consecuencias actuales son la presencia de resistencia viral, limitadas opciones terapéuticas y necesidad de Q\ adherencia en la etapa de la adolescencia. Estos jóvenes presentan a su vez, el impacto los efectos adversos del tratamiento antirretroviral B B@ generan una interacción entre variables que se re crecimiento, retraso puberal y otras anomalías renales, óseas o cardíacas. A ello se suman la presencia de las secuelas de las enfermedades marcadoras de SIDA, en su mayor frecuencia, neurológicas o pulmonares, que complejizan el seguimiento a largo plazo. En resumen, los adolescentes con infección HIV perinatal presentan características especiales, que derivan de interacciones complejas y requieren un abordaje especial, sumado al manejo de la salud sexual y reproductiva acorde a la edad. w - htttp://www.medicinainfantil.org.ar yor frecuencia en niños con infección HIV que en aquellos sin esta infección; puede estar asociado a dislipemias y resistencia a la insulina. La distribución anormal de la grasa corporal es especialmente problemática para los adolescentes, muy sensibles a la imagen corporal, a la estigmatización y también más predispuestos a la depresión, lo que a su vez, impacta en la adherencia al TARV. La prevalencia >$ venes 59-60-61, con variaciones importantes según la B BB? mayor edad y el uso de estavudina son factores de riesgo para su desarrollo62-63. El riesgo de enfermedad cardiovascular está aumentado cuando se lo compara con la población general 64-52-53-54-55 \ función endotelial, que es la causa subyacente de las enfermedades vasculares. Ambos factores de riesgo han sido demostrados en niños y adolescentes con infección HIV. Estudios de corte transversal realizados en ellos, mostraron mayores alteraciones que sus controles sin infección HIV65. Sin embarB ! seguimiento longitudinal para poder establecer las consecuencias a largo plazo de estos hallazgos. Diferentes estudios han mostrado una disminución en la densidad mineral ósea (DMO) en adultos con infección HIV, con una prevalencia de osteoporosis y osteopenia de 15 y 52%, respectivamente. Los efectos del TARV y de la infección HIV podrían ser aún más deletéreos para los niños y adolescentes, ya que la adolescencia es una etapa crucial para la salud ósea. Entre los 18 y 25 años, se alcanza el 80% del pico de acumulación de masa ósea, por lo que es una etapa de gran vulnerabilidad y las alteraciones producidas podrían afectar al paciente de por vida. Además, los adolescentes con infección HIV perinatal suelen tener el impacto agregado del retraso puberal66. La encefalopatía por HIV es una de las enfermedades marcadoras de SIDA más frecuente en los adolescentes con infección perinatal. Puede presentarse con alteraciones motoras, como la paraparesia espástica no evolutiva o con trastornos del neurodesarrollo o trastornos cognitivos, permanentes a pesar del TARV implementado y de la recuperación inmunológica sostenida. Si bien los estudios sobre rendimiento cognitivo son difíciles de interpretar por la presencia de factores confundidores, estos pacientes demostraron, en general, un rendimiento global menor y asociado el mejor rendimiento al cuidado de los padres biológicos, al mayor rendimiento intelectual de los cuidadores y al mayor nivel económico de las familias67. El rendimiento cognitivo no mejoró luego de la implementación del TARV ni de la recuperación virológica ni inmunológica68. El desempeño escolar es un objetivo funcional importante que se correlaciona a futuro con mejores perspectivas de trabajo y calidad de vida; pero es también difícil de valorar el impacto de la infección HIV, independientemente de las numerosas variables sociales y familiares confundidoras. Numerosos @ {+$ a su vez 27 a 33% recibe educación especial, 15% repitió dos o más años escolares y un 51% al menos uno. El bajo nivel de educación de los cuidadores se asoció con menor rendimiento de los adolescentes. sas estrategias para mejorar la performance académica; algunas orientadas a la estimulación a través de juegos que requieren concentración y respuestas ? \ la resiliencia de estos adolescentes y sus familias, como son la autoestima, la autovaloración, la con{ entre pares o en la comunidad69-70. El equipo de salud se enfrenta a la necesidad de lograr habilidad para el manejo de la complejidad de la infección HIV y sus co-morbilidades, y al desafío de preparar a los adolescentes para la transición hacia un centro de atención de adultos71-72. Qué esperamos en el futuro? En los últimos años hubo progresos muy im \ efectivas para prevenir la transmisión vertical de la infección HIV. El objetivo para el 2015 es alcanzar la eliminación virtual de la infección HIV en los niños, con una tasa de transmisión menor de 2%. Aunque ! \ \ción de la transmisión vertical, es necesario explorar otras estrategias que puedan implementarse realmente a gran escala. Algunos expertos plantean que las estrategias de inmunización activa o pasiva B \ B \ a largo plazo, en particular en lugares donde la alternativa de reemplazo de la lactancia no es posible. [ \ superadoras a las actuales, que dependen de la adherencia de los pacientes y de la presencia de infraestructura adecuada en los sistemas de salud. En relación al objetivo de tratamiento temprano, el hallazgo de casos de “cura funcional” y desaparición del virus en lactantes que iniciaron el tratamiento antirretroviral en las primeras horas de vida, provocaron un replanteo del diagnóstico y el tratamiento en los lactantes39. Actualmente se evalúa la posibilidad de inicio del mismo en el período neonatal, para lo cual es necesario contar con métodos de diagnóstico rápido. Se ha explorado la utilización de la carga viral plasmática, PCR a tiempo real y áreas remotas a laboratorios centrales. Otra barrera a atravesar cuando hablamos de La infección por HIV 127 htttp://www.medicinainfantil.org.ar tratamiento temprano, es la necesidad de contar con nuevas alternativas de tratamiento y fórmulas adaptadas para los niños pequeños. Si bien en los últimos años se ha incrementado el estudio de antirretrovirales en pediatría, gracias a los incentivos ofrecidos a las compañías farmacéuticas, la demanda en países de altos recursos es baja, por lo tanto existe poco incentivo comercial para incorporar nuevas formulaciones en el mercado 7. También en forma de combinación de varias drogas en una tableta que pueda administrarse una vez por día, como existe en el caso de adolescentes y adultos73. En referencia a la disponibilidad de drogas antirretrovirales, a más de 25 años del descubrimiento de la primera droga, han aparecido 26 fármacos que actúan sobre distintos targets. Un número importante de drogas se encuentra actualmente en investiga w \?! cia para conseguir la eliminación o la cura funcional, disminuir los efectos adversos –en particular los que aparecen a largo plazo- y facilitar la adherencia a través de la administración de una dosis diaria o compuestos de liberación prolongada. Dentro de los nuevos avances, se encuentra la incorporación de ?B ? de marcadores genéticos asociados a variaciones en el metabolismo de las drogas, como es el caso { 'Kcia al metabolismo del efavirenz74 o el HLA B5701 asociado al riesgo de aparición de hipersensibilidad a abacavir, que actualmente ya está incorporado al manejo terapeútico de los pacientes y se realiza en nuestro medio75-76. La necesidad de implementar estrategias especiales de atención para retener a los pacientes y proveer los cuidados que requieren, tanto para la infección HIV como las co-morbilidades que presentan, merece una atención particular. La atención realizada por un equipo interdisciplinario con adecuado soporte psicosocial es fundamental para asegurar la adherencia al tratamiento. Aún queda abierto un camino muy largo en la agenda de investigación del virus HIV, que permita La erradicación del virus HIV-1 es ahora el objetivo de un esfuerzo de investigación extraordinario. Una línea de investigación está enfocada en reducir, desestabilizar y eliminar el reservorio de virus latentes 78. Existen algunas drogas –como el vorinostat- que pueden “eliminar” el control del provirus integrado y permitir la transcripción del ARN. Sin embargo, se ha sugerido que para obtener la muerte de estas células, se requiere el agregado de un mecanismo inmune efector79. Otra línea de investigación es la terapia génica dirigida a la interrupción de la expresión de los co-receptores CCR5 80 . Si bien existen reportes aislados de erradicación 128 Medicina Infantil Vol. XXI N° 2 Junio 2014 del virus, aún no se ha podido reproducir a mayor escala. No obstante, estos hallazgos llevan a demostrar pruebas de concepto, estimular hipótesis y diseñar estudios experimentales que acerquen al camino de la erradicación de los reservorios del virus HIV. Así podemos pensar que -como decía Q Y`{Y \ comienza con un primer paso”, tal vez éstos sean nuestros primeros pasos en este camino. 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