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ASUNTOS TRIBUTARIOS, LEGALES,
ECONÓMICO-FINANCIEROS
CONTABLES Y ADMINISTRATIVOS
ANÁLISIS FINANCIERO
Asunción, 8 de noviembre de 2008
"Obama ñande rehe"
Por Ricardo Rodríguez Silvero (*)
Un residente paraguayo en Miami, nacionalizado en EEUU e indeciso al comienzo en las
elecciones norteamericanas, cuando al final se decidió a votar y lo hizo por el que hoy ya
es el primer presidente negro de los EEUU, me dijo como explicación: "Obama che
rehe!".
NO CAMBIA EL MUNDO TAN FÁCILMENTE. Después de la euforia en este
hemisferio por la victoria de Obama y una vez superado en los EEUU ese festival
impresionante, rara mezcla de Navidad, Reyes y Pascuas en la noche de la victoria, ya ha
tomado el escenario nuevamente esa pesadísima realidad real de todos los días para los
norteamericanos:
? Economía en recesión. De la caída del producto ya no cabe duda. Lo único que hace
falta ya determinar es su magnitud, y las informaciones fidedignas indican que es
enorme.
? Gigantesco doble déficit: fiscal y comercial internacional. ¡¿La China continental está
financiando gran parte del mismo!?
? Dos guerras empezadas y no acabadas: Irak y Afganistán. Cada vez es peor la imagen
de los EEUU en el mundo a consecuen-cia de no poder terminarlas adecuadamente.
? Dependencia energética de los países productores de petróleo. Los EEUU producen del
3% al 4% del output mundial del combustible fósil, pero consume el 25%.
? La amenaza permanente del terrorismo internacional en los EEUU y en todo el mundo.
Casi diariamente se realizan atentados de un país a otro y la mayoría de ellos sigue
pendiente de aclaración y de proceso debido.
? Cambio climático. Parte importante de los desequilibrios ambientales tiene su origen en
las prácticas de la economía y de la sociedad norteamericanas.
? Y un largo etcétera.
Dentro de ese mayúsculo conjunto de problemas, las necesidades de la población latina o
"hispana" en los USA así como las de América Latina y el Caribe pasan lamentablemente
a un segundo o tercer o marginal plano. Les dedicarán importancia ciertamente, pero
solamente en ese contexto.
Por otro lado, esta parte del hemisferio ha lidiado siempre sola con sus propios problemas
y en numerosas ocasiones el origen de los mismos han sido precisamente los USA! De
forma que el mundo circundante para los latinoamericanos no va a cambiar mucho. Tal
vez sea mejor decir que en el corto plazo "no va a cambiar casi nada".
Al sur de Río Grande y hasta Tierra del Fuego, la influencia del gigante norteamericano,
además es diferente en intensidad y dimensiones. Los que más están expuestos a él son
México, América Central y el Caribe. Menos expuestos son los sudamericanos. Y menos
aún los países del Mercosur.
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LA EXPLICACIÓN ES SENCILLA. Los países del Mercosur tienen ya hace tiempo en
la Unión Europea su mercado más importante. Y, por otro lado, las relaciones
comerciales con Asia, especialmente con las dos Chinas, con Japón y con Corea del Sur,
son cada vez más importantes. El mercado norteamericano para los mercosureños ha
pasado ya en el pasado no reciente a segundo o tercer plano.
LA CRISIS MUNDIAL PERMANECERÁ POR BUEN TIEMPO. Por eso, más que
esperar cambios sustanciales a resultas de las elecciones ganadas por Obama y su
asunción al mando el próximo 20 de enero, esta parte del continente debería más bien
prestar atención a la crisis mundial, originada en las crisis hipotecaria, crediticia y
aseguradora en los Estados Unidos, y a las graves consecuencias de ella en la Unión
Europea, que hasta ahora no consigue recuperarse, y en los grandes países del Asia, que
tienen un comportamiento errático.
Lo que desde la óptica latinoamericana llama la atención es que la filosofía del Partido
Demócrata en los EEUU se halla en contra del libre comercio y que para los latinos en
ese país del norte los demócratas son más propensos a encontrar soluciones más
"humanas" o menos violentas contra los numerosos inmigrantes ilegales.
Sin embargo, estas cuestiones tienen que ser relativizadas. No hay que olvidar que el
Partido Demócrata tendrá que ir haciendo ciertos compromisos con el Partido
Republicano, aunque este se haya reducido a una minoría en el Congreso, porque las
gobernaciones y parte de la Corte Suprema de Justicia en los EEUU siguen estando en la
esfera de influencia de los republicanos.
Por otro lado, gran parte de la gestión de Obama va a depender de sus colaboradores en el
Gobierno. Hasta el momento se lo conoce solo a Rahm Emanuel, demócrata de Chicago,
responsable de la exitosa estrategia electoral de aquel. Bien puede ser que Obama busque
un Gobierno de unidad nacional para enfrentar mejor los problemones económicos,
sociales y militares que tiene ese país. Si el novel presidente fuese a nombrar a
republicanos o a independientes en su Gobierno, bien podrían mezclarse estos atributos
señalados anteriormente, con difícil pronóstico entonces sobre sus efectos por saldos:
¿permanecerán anti-libre comercio?; ¿mantendrán su política migratoria más suave?;
¿serán menos belicistas? Y numerosas cuestiones conexas.
Para nuestro país, las coordenadas fundamentales en medio de la crisis mundial no
cambiarán significativamente, por lo menos no en el corto plazo, con el advenimiento de
Obama y sus colaboradores al poder. Está claro que la presencia de los norteamericanos
en Sudamérica, relativizándola a sus dimensiones reales, seguirá siendo más o menos la
misma, pero más por lo grande y poderoso de los EEUU que por su cambio de Gobierno.
(*) RS Asociados
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