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15/02/2013 Tirada: 50.027 28.061 Difusión: Audiencia: 69.000 AREA (cm2): 730,8 Categoría: Económicos Edición: Nacional Página: 8 OCUPACIÓN: 64,8% ECONOMIA V.PUB.: 7.109 Empresas & Finanzas La ‘tasa Tobin’ incluirá salvaguardias para que la banca no eluda su pago Las entidades abonarán el tributo aunque operen en países que no lo adopten Carol Pérez San Gregorio BRUSELAS. La futura tasa sobre las transacciones financieras, que pretende ser un mecanismo para minimizar la especulación en su operativa y aumentar la recaudación fiscal sin desincentivar a la economía, no conllevará la deslocalización de las transacciones financieras. Así lo asegura la Comisión Europea, que ayer presentó su propuesta adaptada al acuerdo alcanzado por once Estados miembros, incluida España, para establecer una cooperación reforzada en esta materia. A imagen y semejanza de la propuesta ideada para los 27, este nuevo tributo prevé gravar todas las transacciones que tengan un vínculo con los países implicados (Bélgica, Alemania, Estonia, Grecia, España, Francia, Italia, Austria, Portugal, Eslovenia y Eslovaquia) con tipos de un 0,1 por ciento en operaciones con acciones y obligaciones y del 0,01 por ciento para los productos derivados. 5.000 millones en España Cuando esté operativo se espera que genere ingresos anuales del orden de 30.000 a 35.000 millones de euros que, a la postre, asumirá la banca con el objetivo de implicarla en la resolución de la crisis. España, según una estimación no oficial, recaudaría 5.000 millones (el 15 por ciento del total), Alemania 10.000 (30 por ciento), Francia 7.000-8000 millones (21 por ciento), Italia 6.0007000 millones (18-19 por ciento). No está claro qué se hará con la recaudación. La Comisión quiere que engrose los recursos propios de la Unión y los Estados prefieren que vaya a sus Tesoros. La propuesta debería entrar en vigor el 1 de enero de 2014, tras pasar por el Parlamento Europeo y el Comité Económico y Social Europeo, y los parla- El comisario europeo de Fiscalidad, Algirdas Semeta, durante la rueda de prensa celebrada ayer en Bruselas. EFE mentos nacionales. Según la Comisión, la aplicación de este gravamen será positivo para el mercado único y reducirá la diversidad fiscal nacional. Cree que habrá menos distorsiones de la competencia y oportunidades de evasión fiscal, más transparencia e intercambio de información entre países. Es “un impuesto indiscutiblemente equitati- vo y técnicamente sólido, que reforzará nuestro mercado único y moderará el comportamiento irresponsable de algunos operadores del mercado”, dijo el comisario de Fiscalidad, Algirdas Semeta. Para evitar una fuga de entidades hacia países donde no existirá el impuesto, la tasa será aplicable bajo el “principio de residencia”, que Europa a dos velocidades La propuesta de directiva presentada por la Comisión Europea será debatida ahora por los Estados miembros, con el objetivo de lograr su aplicación en el marco de una cooperación reforzada en el horizonte de enero de 2014. Los 27 Estados miembros, es decir, todos, podrán participar en los debates sobre esta propuesta. Sin embargo, sólo los países participantes en la cooperación reforzada -Bélgica, Alemania, Estonia, Grecia, España, Francia, Italia, Austria, Portugal, Eslovenia y Eslovaquia- tendrán derecho de voto, y deberán llegar a un acuerdo por unanimidad antes de poder proceder a la aplicación. En la práctica, afianza la Europa a dos velocidades. implica su pago si alguna de las partes de una transacción está establecida en un Estado participante, con independencia del lugar en donde se realiza la operación (City, Wall Street, etc). Como garantía adicional, también añade el “principio del lugar de emisión” que exigirá atender el tributo en todos los instrumentos emitidos por los once Estados, aunque las partes que lo negocian se residencien fuera. La tasa no se aplicará en las actividades financieras diarias de los ciudadanos y empresas (créditos, pagos, seguros, depósitos, etc.) a fin de proteger a la economía real. Tampoco en las actividades de banca de inversión para captación de capitales, reestructuraciones, refinanciación, política monetaria y gestión de la deuda pública. Deja exentas las transacciones con los bancos centrales y con los mecanismos europeos de rescate (Mede y Feef ). La mayor plaza financiera europea, excluida C. P. San Gregorio BRUSELAS. Una vez más, como ya hizo con el pacto fiscal para salvar el euro en junio pasado, el primer ministro británico, David Cameron, ha situado a Reino Unido fuera de la decisión europea de crear este impuesto. “No estamos en contra de las tasas al sector financiero”, ha dicho el ministro británico de Finanzas, George Osborne, “pero nuestra posición es que sólo consideraremos sumarnos si todos los centros financieros del mundo la implantan, como Nueva York, Singapur, Shanghai y Hong Kong”. Si se aplicase en toda la UE, la famosa tasa podría generar unos 57.000 millones al año, de los cuales entre el 62 y el 72 por ciento vendrían de Reino Unido. Pese a todo, tanto Reino Unido como Polonia, que también renegó de su implantación, decidieron no obstaculizar su puesta en marcha en los países que así lo desean, pero Londres ha avisado de que podría provocar pérdidas por valor del 3,5 por ciento del PIB. Suecia señala que una medida similar aplicada en su país perjudicó las actividades comerciales. La City representa el 36 por ciento de la industria financiera de la UE y en Londres se realizan el 60 por ciento de las transacciones financieras internacionales de los Veintisiete. Esta tasa fue propuesta en 1971 por el premio Nobel de economía estadounidense James Tobin, para controlar a los mercados internacionales y penalizar las operaciones especulativas. La idea fue rescatada en 1997 por Ignacio Ramonet, editor de Le Monde Diplomatique, acompañada de la creación de la Asociación por la Tasación de las Transacciones (Attac) para dirigir la recaudación a la lucha contra la pobreza. El planteamiento europeo es ahora usarla como método de financiación.