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¿Ficción o realidad? Mitos y verdades sobre la HAP 1 MITO #1 La HAP es una enfermedad única. La HAP es un tipo de hipertensión pulmonar o presión arterial alta en los pulmones. Cuando las personas dicen padecer de HAP, normalmente se refieren a un tipo de hipertensión pulmonar causada por la cicatrización de los pequeños vasos sanguíneos que van a los pulmones. Cuando tales vasos se bloquean, se produce una tensión en la parte del corazón que bombea la sangre (insuficiencia cardíaca derecha). Aunque la HAP puede ser causada por otras enfermedades, a veces no hay una causa aparente. Es muy importante identificar, en lo posible, una causa específica, para optar por el tratamiento más adecuado. 2 MITO #2: Hablar de HAP e hipertensión arterial es lo mismo Hipertensión pulmonar es un término general usado para cualquier tipo de presión alta en los vasos sanguíneos de los pulmones. Existen cinco grandes categorías de enfermedades que pueden causar hipertensión pulmonar. La HAP puede encontrarse en enfermedades en las que se produce estrechamiento y cicatrización de los pequeños vasos sanguíneos que van a los pulmones. 3 MITO #3: Un ecocardiograma es suficiente para diagnosticar HAP. Un ecocardiograma es una ecografía no invasiva del corazón que se utiliza para detectar hipertensión pulmonar, sin embargo no es el método más adecuado para confirmar HAP. Para comprobar la presencia de HAP es necesario realizar un cateterismo cardíaco derecho. En este procedimiento, el médico pasa un tubo de plástico estrecho a través de una vena y dentro de la arteria pulmonar para medir directamente la presión. 4 La hipertensión arterial pulmonar (HAP) es un tipo de presión alta en las arterias que van desde el corazón a los pulmones. Existen varios mitos sobre la HAP. Analicémoslos. MITO #4: No existe tratamiento para la HAP. A pesar de que, por lo general, no hay cura para la HAP, existen muchos medicamentos efectivos para tratarla. La elección de los medicamentos se basa en el paciente, en el grado de severidad de HAP y en su causa. 5 MITO #5: No tengo control sobre mi enfermedad. La HAP tiende a agravarse con el correr del tiempo, pero el compromiso con la toma rigurosa de medicamentos, la dieta, el ejercicio y el no fumar también es muy importante. Dado que la HAP es poco común y puede resultar complicado el prescribir medicamentos, se recomienda acudir a médicos que posean una vasta experiencia en esta enfermedad. 6 MITO #6: No existen formas curables de hipertensión arterial. La mayoría de los tipos de hipertensión pulmonar son tratables pero no curables, aunque algunas sí lo son. Los casos más comunes son aquellas hipertensiones pulmonares causadas por viejos coágulos de sangre. Este tipo de enfermedad puede curarse con cirugía pero requiere de un médico con experiencia que pueda determinar si la enfermedad está presente y si es potencialmente curable. 7 MITO #7: Si tomo medicamentos no tengo que preocuparme por mi dieta. Si bien los medicamentos pueden hacer una gran diferencia para el paciente, es importante que continúe llevando una dieta saludable. El evitar el exceso de sal puede ayudar a prevenir la retención de líquidos y la hinchazón. La sal se oculta en muchos tipos de alimentos, tales como los alimentos prefabricados y los productos enlatados. El paciente debe estar muy alerta a estas fuentes de sal. 8 MITO #8: Mi médico dice que tengo HAP, por lo tanto no necesito más pruebas. Debido a que la HAP puede ser causada por muchas enfermedades diferentes, el examen que realizamos en pacientes con hipertensión pulmonar nos ayuda a confirmar que el paciente padece la enfermedad, a determinar el tipo de hipertensión pulmonar y a decidir la medicación más indicada. La prueba también nos permite conocer cómo el paciente responde al tratamiento. 9 MITO #9: No debería realizar actividad física. El ejercicio físico es importante para la mayoría de los pacientes. Por lo general, los médicos sugieren que los pacientes realicen un poco de ejercicio todos los días y su médico puede ayudarle a decidir qué tipo de ejercicio hacer y su intensidad. Algunos pacientes se unen a programas de ejercicios de rehabilitación cardíaca o pulmonar supervisados. Nunca debe exigirse hasta el punto de causar síntomas severos, dolor de pecho o sensación de desmayo. Consulte este tema con su médico. 10 MITO #10: Debería realizarme un trasplante de pulmón. En la actualidad no se realizan trasplantes con la frecuencia de los últimos años debido a que los medicamentos son más eficaces. Sin embargo, algunos pacientes con enfermedad muy grave, pese al uso de medicamentos, la dieta y el ejercicio, pueden beneficiarse del trasplante de pulmón. El trasplante puede curar la enfermedad pulmonar pero acarrea sus propios riesgos y desafíos. Por lo general, los pacientes que responden bien al tratamiento de HAP no necesitan un trasplante, pero aquellos que no responden bien o cuyo tratamiento comienza a declinar podrían hablar con su médico acerca de la posibilidad de un trasplante de pulmón. Esta hoja informativa, la guía educacional del paciente con HAP y otros componentes colaterales están patrocinados por Gilead Sciences.