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Diagonal // Del 9 al 22 de junio de 2005 12 // ESPECIAL ESPECIAL // G-8 EN GLENEAGLES (ESCOCIA) En ningún momento de la historia reciente la ‘alta política’ se ha hallado en manos de tan pocas instituciones, carentes, además, de legitimidad democrática. Una de ellas, el G-8, se ha convertido en parte fundamental de este gobierno mundial en la sombra. En esta ocasión, la cumbre, que se realizará entre el 6 y 8 de julio, girará sobre dos de las mayores amenazas del planeta: el cambio climático y la deuda externa en África. Los movimientos de resistencia estarán presentes con numerosas organizaciones para reclamar un cambio de modelo. G-8 // CITA DE LOS PAÍSES MÁS PODEROSOS Un gobierno antidemocrático para el planeta El G-8 impulsa las políticas neoliberales que afectan al conjunto del planeta, acelerando la concentración de riquezas, atacando el derecho laboral, creando precariedad en el empleo y en las condiciones de vida de una gran mayoría de la población, y favoreciendo la exclusión cultural y la destrucción del medio ambiente. Decio Machado Redacción l G-8 es el ‘club’ de los mandatarios políticos de los ocho países industrializados más importantes del planeta. Está formado por los jefes de Estado de las siete economías más ricas: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, más Rusia –incorporada en junio de 2002–. Su presencia es una excepción, ya que Rusia no forma parte ni siquiera de las 10 primeras economías planetarias. Estos mandatarios se reúnen una vez al año en la cumbre del G-8 para hablar sobre economía, política, sociedad mundial y para acordar líneas comunes de actuación. El G-8 no es una institución formal. En teoría no tiene poder decisorio, aunque sus iniciativas se imponen en la agenda de las instituciones internacionales. El G-8 es un gobierno en la sombra, dominado por los presidentes de unos estados que representan el 60% de la riqueza y poco más del 10% de la población mundial. El G-8 se creó como un espacio de discusión entre los mandatarios de los países más poderosos del planeta, con el objetivo de buscar salida a la crisis económica de los años ‘70. Durante los primeros años del entonces G-7, los ejes de discusión fundamentales giraban en torno a las diferencias de los países miembros a la hora de hacer frente a la situación económica mundial. Ya en la década de los ‘80, la ‘crisis de la deuda’ marcó un giro en este tipo de reuniones. De discutir sobre la situación económica y la gobernabilidad mundial, el G-8 se convierte en un foro donde se diseña la globalización neoliberal a escala planetaria. El G-8 cuenta con el poder que tienen sus países miembros en las instituciones financieras E PRINCIPALES CUMBRES Y CONTRACUMBRES Del nacimiento del movimiento antiglobalización hasta los últimos encuentros multilaterales. y políticas internacionales. Los países del G-8 cuentan con más del 44% de los votos en el seno del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Además, de los cinco miembros permanentes con derecho a veto del consejo de Seguridad de la ONU, cuatro son del G-8. La existencia dentro de la Organización Mun- Los estados del G-8 representan el 60% de la riqueza mundial y poco más del 10% de la población mundial dial del Comercio del influyente grupo ‘Quad’, conformado por todos los países del G-8 con excepción de Rusia se encarga de cerrar el círculo. En los últimos años, las reuniones del G-8 se han convertido en un foco de diversas protestas de los movimientos sociales. Desde 1998, en la cumbre de Birmigham, movimientos de distinto tipo se han dado cita para movilizarse en contra de las políticas impulsadas por el G-8. En Génova, en julio de 2001, tuvieron lugar las movilizaciones más masivas y también la represión más violenta por parte de la policía, cuyo resultado fue el de un manifestante muerto –Carlo Giuliani–, miles de heridos y centenares de detenidos. Desde entonces, el G-8 huye de las grandes ciudades para reunirse en lugares inaccesibles para los manifestantes: Kananaski, un centro de esquí en las montañas de Canadá; Evian-les-Bains, en los Alpes Franceses; el balneario de Sea Island en Georgia, EE UU; hasta llegar a la pequeña localidad de Gleneagles en Escocia, donde se reunirán en un original hotel en forma de castillo con un famoso campo de golf, y que sólo figura en los mapas detallados, en letra muy pequeña. Otra cumbre borrascosa D.M. Han aparecido importantes sombras sobre las perspectivas de la economía internacional. Otra vez, el precio del petróleo se ha convertido en protagonista, al reafirmarse en los niveles de 50-55 dólares por barril, con los consiguientes temores sobre los efectos sobre la inflación y el crecimiento. El FMI reconoció en su informe de primavera que el precio de la expansión económica ha sido una ampliación excesiva de los desequilibrios globales. Así, el déficit exterior de EE UU exige como contrapartida un enorme flujo de entrada de capitales que provienen en gran medida de países emergentes. La incertidumbre sobre la marcha de la economía internacional ha hecho mella en los mercados financieros, y las bolsas han experimentado una marcada corrección por el miedo a una desaceleración económica. EE UU exhibe paulatinamente mayores indicios de desaceleración al tiempo que aparecen algunas se- En la cumbre se gastarán 91 millones de dólares en seguridad, habrá 10 mil policías y una valla de ocho km. ñales inflacionistas. Por su parte, Japón no deja atrás la actual etapa de ralentización económica y la evolución de las economías europeas está por ver tras el batacazo constitucional. En este contexto, entre el 6 y 8 de julio se encontrarán en Gleneagles los líderes del G-8. Ya están en marcha los preparativos del que quizás sea el mayor dispositivo de seguridad de la historia. El costo inicial del proyecto se estima en unos 91 millones de dólares. Su plato fuerte será el despliegue de 10.000 agentes y la creación de una valla de seguridad de ocho kilómetros de longitud que rodeará el hotel de Gleneagles, donde se alojarán los jefes de Estado y de Gobierno. La razón de tanta precaución es el llamamiento de la Red Dissent! (www.dissent.org.uk) a todas las personas para interrumpir la cumbre y para formar parte de las acciones simultáneas en los pueblos y ciudades de todo el mundo. SEATTLE. DIC. 1999 PRAGA. SEPT. 2000 III Conferencia Ministerial de la OMC. Por primera vez los países del Sur se opusieron al proceso de la OMC, asimismo fue el inicio del proceso de movilizaciones internacionales contra de globalización. 500.000 personas bloquearon la cumbre. Reunión del FMI y del Banco Mundial. La cumbre giró en torno a la deuda externa de los países del Sur y terminó con fisuras serias entre diferentes delegaciones. Las movilizaciones no fueron legalizadas, pero contaron con un alto índice de participación.