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ANÁLISIS COMPARATIVO-DIACRÓNICO DE LOS USOS DE SER Y ESTAR EN
ESPAÑOL Y EN CATALÁN
by
EUNICE ROJAS
(Under the Direction of Diana Ranson)
ABSTRACT
This paper is a diachronic comparison of the evolution of the use of the copulative verbs
ser and estar in Spanish and in Catalan. Beginning in the thirteenth century and continuing until
the twentieth century this study tracks the tendency toward a greater use of estar in both
languages in order to determine whether such a tendency is a recent phenomenon or whether, in
fact, it has its roots in the medieval languages. In addition, a possible relationship between the
use of ser and estar with locative expressions and the locative adverbial pronoun hi/ý is
examined whereby the retention of such a pronoun in Catalan tends to halt the move towards a
greater use estar, while the loss of the same pronoun allows for tendency toward a greater use of
estar in locative expressions in Spanish.
INDEX WORDS:
ser, estar, lingüística histórica, expresiones locativas
ANÁLISIS COMPARATIVO-DIACRÓNICO DE LOS USOS DE SER Y ESTAR EN
ESPAÑOL Y EN CATALÁN
by
EUNICE ROJAS
B.A., Emory University, 1996
J.D., Universidad de Puerto Rico, 2001
A Thesis Submitted to the Graduate Faculty of The University of Georgia in Partial Fulfillment
of the Requirements for the Degree
MASTER OF ARTS
ATHENS, GEORGIA
2004
© 2004
Eunice Rojas
All Rights Reserved
ANÁLISIS COMPARATIVO-DIACRÓNICO DE LOS USOS DE SER Y ESTAR EN
ESPAÑOL Y EN CATALÁN
by
EUNICE ROJAS
Electronic Version Approved:
Maureen Grasso
Dean of the Graduate School
The University of Georgia
August 2004
Major Professor:
Diana Ranson
Committee:
Noel Fallows
Sarah Blackwell
AGRADECIMIENTOS
Quisiera agradecer a las siguientes personas por su ayuda y apoyo: Diana Ranson, Sarah
Blackwell, Noel Fallows, Amy Hernández, Samantha Osborne, Greg McBrayer, Lloyd Martin,
Celia Peris Peris, Jorge Catalá, André Franco y Nikki Ford.
iv
ÍNDICE
Page
AGRADECIMIENTOS ................................................................................................................. iv
CAPÍTULO
1
INTRODUCCIÓN .........................................................................................................1
2
ESTUDIOS SOBRE SER Y ESTAR ..............................................................................6
A. Ser y Estar en castellano .....................................................................................6
B. Ser y Estar en catalán ........................................................................................14
C. Ser y Estar en las lenguas romances..................................................................24
3
ANÁLISIS DIACRÓNICO DE LOS USOS DE SER Y ESTAR EN TEXTOS
LITERARIOS..........................................................................................................27
A. Siglo XII-XIII....................................................................................................29
B. Siglo XIV...........................................................................................................31
C. Siglo XV ............................................................................................................34
D. Siglo XVI...........................................................................................................38
E. Siglo XVIII ........................................................................................................41
F. Siglo XIX ...........................................................................................................45
G. Siglo XX............................................................................................................47
H. Resumen ............................................................................................................51
v
4
EL PRONOMBRE LOCATIVO HI/Ý Y SU RELACIÓN CON LA EVOLUCIÓN
DE LOS USOS LOCATIVOS DE SER Y ESTAR..................................................55
A. El uso del pronombre adverbial de lugar en las lenguas romances ...................56
B. Los usos de ser y estar en las lenguas romances...............................................57
C. Ser y estar + locativos en castellano y catalán ..................................................60
D. Hi/ý en castellano y catalán ...............................................................................62
5
CONCLUSIÓN............................................................................................................66
REFERENCIAS PARA EL ANÁLISIS DE TEXTOS .................................................................68
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS...........................................................................................70
APÉNDICE....................................................................................................................................72
vi
ÍNDICE DE CUADROS
Page
Cuadro 1: Historia de usos de ser y estar según los estudiosos.....................................................23
Cuadro 2: Textos analizados en este estudio .................................................................................27
Cuadro 3: Ejemplos de estar como porcentaje de los ejemplos de verbos copulativos ................28
Cuadro 4: Distribución de usos de ser y estar en el siglo XIII......................................................29
Cuadro 5: Distribución de usos de ser y estar en el siglo XIV......................................................31
Cuadro 6: Distribución de usos de ser y estar en el siglo XV.......................................................34
Cuadro 7: Distribución de usos de ser y estar en el siglo XVI......................................................38
Cuadro 8: Distribución de usos de ser y estar en el siglo XVIII...................................................41
Cuadro 9: Distribución de usos de ser y estar en el siglo XIX......................................................45
Cuadro 10: Distribución de usos de ser y estar en el siglo XX.....................................................47
Cuadro 11: Evolución de los usos locativos en castellano y en catalán ........................................51
Cuadro 12: Evolución de ser y estar con participios de pasado en castellano y en catalán ..........52
Cuadro 13: Evolución de ser y estar con adjetivos en castellano y en catalán .............................53
Cuadro 14: Stare y pronombres adverbiales de lugar en las lenguas romances ............................60
Cuadro 15: Evolución de estar + locativo y el pronombre locativo en castellano y en catalán ....63
vii
CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN
Hoy en día el castellano y el catalán, junto con el portugués, son las únicas lenguas
romances que tienen una alternancia bien desarrollada de dos verbos copulativos diferentes. Sin
embargo, los verbos ser y estar en castellano no se usan de la misma manera que esser/ser y
estar en catalán, siendo menos frecuente el verbo estar en catalán que en castellano. A pesar de
esto, parece existir una tendencia reciente en el catalán al mayor uso del verbo estar, de manera
que este idioma se va asemejando al castellano en cuanto al uso de estos dos verbos.
Según la opinión popular, esta tendencia al mayor uso de estar, al igual que otros
fenómenos recientes del catalán, se debe a la influencia del castellano, puesto que en la
actualidad toda la población catalanohablante vive una situación de bilingüismo con el
castellano. Sin embargo, por no haberse hecho aún ningún análisis contrastivo de ambas lenguas
en cuanto a la historia de los usos de ser y estar, esta atribución se ha hecho más bien de manera
intuitiva (Payrató 1988:233).
A pesar de esta tendencia general al mayor uso de estar, aún es común en el catalán
actual el uso de ésser en expresiones locativas que en castellano se emplearían con estar. Por
ejemplo, frecuentemente se escucha la oración “no hi és” (‘no está (es) (aquí)’) al teléfono en
catalán para decir que la persona en cuestión no se encuentra en casa en aquel momento.
Por lo tanto, quedan por contestar dos preguntas importantes en cuanto al uso de los verbos ser y
estar en castellano y en catalán. En primer lugar, ¿hay otra explicación, aparte de la de la
transferencia lingüística, para la tendencia al mayor uso de estar en catalán? En segundo lugar,
1
dado que el uso del verbo estar en castellano se ha extendido a todo tipo de expresión locativa,
mientras que en catalán sigue encontrándose tanto ésser como estar en este contexto, ¿cómo se
puede explicar esta diferencia de uso de ser y estar con locativos en catalán y en castellano que
parece resistirse a la tendencia reciente hacia estar en catalán?
Propongo como primera hipótesis de esta tesis que la tendencia al mayor uso del verbo
estar en catalán no se debe únicamente a la influencia del castellano por el estado de bilingüismo
que se vive en Cataluña, sino que también es consecuencia de que el catalán esté en una situación
anterior a la del castellano en cuanto a la evolución semántica de los verbos en cuestión. De esta
manera este trabajo pretende comparar la evolución de los usos de los verbos ser y estar en
castellano y en catalán para comprobar si esta tendencia al mayor uso de estar en catalán se
pueda atribuir a algo más que el mero contacto de lenguas. Mediante este estudio comparativo
se demostrará que en líneas generales ambos idiomas han seguido procesos evolutivos parecidos
en cuanto a estos verbos a pesar de que la evolución del catalán haya sido más lenta, tendiendo
más al conservadurismo, por lo que ambas lenguas se encuentran actualmente en etapas distintas
de una misma evolución de los verbos ser y estar.
Para contestar la segunda pregunta del uso de estar con locativos, la hipótesis que se
propone es que existe una relación entre el pronombre adverbial locativo hi/ý y los verbos
copulativos según la cual la desaparición de dicho pronombre abre la puerta a la extensión de
estar a todo tipo de expresiones locativas, mientras que la supervivencia del pronombre frena
esta extensión de estar en catalán. Por lo tanto, es debido a la existencia del pronombre locativo
hi que estar no se haya extendido a las expresiones locativas en catalán de manera tan abarcadora
como se ha hecho en castellano.
2
Para propósitos de comprobar estas dos hipótesis, el presente trabajo se divide en tres
partes. En la primera parte se discutirá lo que han escrito otros estudiosos sobre los usos tanto
históricos como actuales de ser y estar en ambos idiomas, especialmente en cuanto al empleo de
estos verbos con locativos y participios de pasado para propósitos de comprobar el estado de la
cuestión. En la segunda parte se detallarán los resultados del análisis histórico-comparativo de
los usos de ser y estar en textos literarios desde el siglo XIII hasta el siglo XX en vistas de
probar la primera hipótesis sobre las causas de la tendencia al mayor uso de estar en catalán. La
tercera y última parte del trabajo se dedicará a la comprobación de la segunda hipótesis sobre la
relación entre el pronombre locativo y la extensión del verbo estar.
Antes de entrar en el estudio histórico comparativo de los verbos ser y estar será de
interés trazar la etimología de estos verbos, puesto que el significado que tenían en latín es el
punto de partida para su evolución semántica tanto en castellano como en catalán y en las otras
lenguas romances pese a que esta evolución no haya sido idéntica en todos los idiomas. Es
importante notar que el latín sólo contaba con un verbo copulativo (ESSE) por lo que el segundo
verbo de este tipo (derivado de STARE) es una innovación de las lenguas romances.
Morfológicamente hablando, la mayoría de las formas del verbo ser en castellano
provienen del verbo ESSE en latín pero algunas de sus formas se derivan del verbo SEDERE. El
verbo estar, en cambio deriva sus formas del verbo STARE en latín. En catalán todas las formas
del verbo ésser/ser vienen de ESSE, excepto el participio de pasado que encuentra su origen en el
verbo STARE. De esta manera vemos que los verbos ESSE, SEDERE y STARE se mezclaron de
manera morfológica y semántica para dar los verbos ser y estar en castellano y en catalán con los
usos que éstos verbos tienen hoy día. Por lo tanto, donde tenemos dos verbos en castellano y en
catalán había tres en latín (Ford 1899:8).
3
Para empezar a entender porqué ocurrió la mezcla de las formas y las funciones de estas
tres palabras del latín, es necesario examinar el significado original de cada verbo. ESSE en latín
era el verbo copulativo que significaba ‘ser’ o ‘existir’. SEDERE, en cambio, en latín clásico
significaba ‘estar sentado’ mientras que STARE tenía el significado de ‘estar de pie’. Si se tiene
en cuenta la relación semántica de estos verbos, junto con el hecho de que fonéticamente tienen
algunas similitudes los verbos ESSE y SEDERE, no es difícil imaginar cómo pudieron empezar a
confundirse estos verbos.
En español antiguo se encontraban dos conjugaciones distintas para el presente y el
imperfecto de los verbos ESSE/SEDERE, mientras que éstos compartían una conjugación para el
futuro, el condicional y el gerundio. Por ejemplo, coexistían en español antiguo la conjugación
so, eres, es, somos, sodes, son derivada de ESSE, con la conjugación seo/sieo, sees/sies, see/sie,
seemos, seedes/siedes, seen/sien derivada de SEDERE. Estos verbos mantenían una diferencia de
significado entre las formas procedentes de ESSE y las procedentes de SEDERE en los tiempos de
presente, imperfecto y pretérito donde efectivamente existía esta variedad de formas. Sin
embargo, el futuro, el condicional y el gerundio, donde las formas derivadas de SEDERE se
usaban para ambos verbos, podía darse cualquier de los dos significados: ‘ser/existir’ o ‘estar
sentado’ (Lapesa 2000:790)
Más tarde, muchas de las formas procedentes de SEDERE desaparecieron de la lengua y
las que se mantuvieron sólo se quedaron con el significado de ‘ser/existir’ y se perdió el
significado de ‘estar sentado’. Sin embargo, algunas de las formas derivadas de SEDERE se
siguen usando hoy día. El gerundio siendo es el ejemplo más claro de este fenómeno. La forma
actual, siendo, se deriva de seyendo, una forma que encontramos atestada en El Poema del Cid
4
(v. 2153). Esta forma proviene del latín SEDENDUM a través de *sediendo/sedyendo (Ford
1899:15).
Durante mucho tiempo se pensó que el infinitivo ser también se derivaba de SEDERE por
una contracción de seer, que era el infinitivo de SEDERE en español antiguo (Ford 1899:14). Sin
embargo, recientemente se ha mostrado que el infinitivo ser no proviene de SEDERE sino de ESSE.
Según Lapesa, ser pudo surgir a partir de ESSE si se tiene en cuenta la construcción de un
infinitivo analógico *ESSERE. (Lapesa 2000:789) De esta manera, ser podría ser la evolución
fonética regular de *ESSERE aunque no del infinitivo en latín clásico ESSE. Parece aún más
aceptable esta teoría si se compara con los dos infinitivos provenientes de este verbo que
coexisten en el catalán y que són precisamente ésser y ser, siendo el segundo la forma abreviada
del primero.
Como hemos señalado anteriormente, en catalán no hubo la mezcla de ESSE y SEDERE que
tuvo lugar en el castellano. Sin embargo, sí se mezclaron en cierta medida las formas de los
verbos ESSE y STARE. El participio de pasado del verbo ésser/ser es igual que el participio de
estar y proviene del verbo STARE. Por lo tanto, la forma estat se usaba en tiempos medievales y
se sigue usando en la actualidad como el participio de pasado de los dos verbos: ser y estar. No
es del todo sorprendente que el participio de pasado de ésser/ser provenga de estar si se tiene en
cuenta que el imperfecto y el participio de pasado del verbo ésser usan la raíz de STARE a pesar
de que en francés no haya sobrevivido un verbo derivado de STARE.
5
CAPÍTULO 2
ESTUDIOS SOBRE SER Y ESTAR
A. Ser y Estar en castellano
No es de extrañarse que el tema de los verbos ser y estar en castellano, al haberse
denominado “una especie de mito de la gramática española” (Vañó-Cerdà 1982:1), haya
generado una gran cantidad de estudios. No obstante, la mayoría de lo que se ha publicado
referente a este tema lo trata de manera sincrónica y desde la perspectiva de la lingüística
aplicada. De este tipo se pueden caracterizar los estudios de Cheng (2002:308-23), Ryan y
Lafford (1992:714-22), Franco y Steinmetz (1984:74-79) y Delbecque y De-Kock (1981:24-34)
entre otros. Por lo tanto, el aspecto de la problemática que ha provocado el mayor interés es lo
que se refiere a la enseñanza de estos verbos a estudiantes de español como segunda lengua que
sólo conocen el uso de un verbo copulativo y tienen, por tanto, problemas en la selección entre
ser y estar.
No son tantos los autores que han trabajado la cuestión de los verbos ser y estar de
manera diacrónica, y menos aún los que se han enfocado específicamente en los usos locativos,
pero aún así existen bastantes estudios que abordan el tema de una manera u otra. El primer
material teórico y diacrónico acerca de los usos de ser y estar en nuestra lengua se encuentra, de
hecho, en breves apartados de algunas de las gramáticas históricas de la lengua castellana.
Antes de entrar en un análisis de los escritos teóricos acerca de los usos de ser y estar en
castellano, es de interés averiguar cuáles son los usos que propone el diccionario de la lengua.
En cuanto a los usos locativos de estos verbos, el Diccionario de la Real Academia Española
6
(2001) dice que ser se usa con el significado de ‘suceder, acontecer o tener lugar’ mientras que
estar tiene el significado de ‘existir o hallarse en este o aquel lugar’. Por lo tanto, parece ser que
se usa el verbo estar para las expresiones locativas excepto si se trata del lugar donde sucede,
acontece o tiene lugar una cosa. Esta diferencia se ve ilustrada en los siguientes ejemplos:
(1)
El examen es en el aula 4 (el examen tiene lugar en el aula 4.)
(2)
El examen está encima de la mesa (el examen se encuentra encima de la mesa.)
Pasando a las gramáticas históricas, García de Diego (1951:321) le dedica una breve
sección de la suya al tema de la distribución de los usos de ser y estar en el castellano antiguo.
De manera general afirma que “se usa ser con un predicado sustantivo expreso o sobreentendido
y con los participios cuando forman la voz pasiva; en los demás casos se usa estar”. En cuanto a
las expresiones de lugar concluye que se usaba estar con un complemento de lugar, fuera éste
real o figurado (García de Diego 1951:322).
Sin embargo, apunta que con el significado específico de ‘hallarse’ había varios usos en
el castellano antiguo. Con el significado de ‘hallarse habitualmente’ o ‘residir’ se usaba estar
igual que en la actualidad, pero con el significado de ‘hallarse accidentalmente en un lugar,
situación, posición o compañía’ se usaban ambos verbos aunque con el predominio de ser. Por
otra parte, para el significado de ‘hallarse en general una cosa en un lugar’ se usaba casi siempre
ser (García de Diego 1951:323). García de Diego ofrece los siguientes ejemplos de esta
diferenciación:
(3)
“en el cielo estás” (‘hallarse habitualmente’)
(4)
“Dellant estando vos” (‘hallarse accidentalmente’)
(5)
“el mío hospital, que es çerca del dicho monasterio” (‘hallarse en general una cosa
en un lugar’)
7
Veremos más adelante que esta distribución es similar a la que en la actualidad se atribuye a los
verbos ésser y estar en catalán.
Hanssen (1913:179), en su gramática histórica, ofrece una teoría de los verbos ser y estar
según la cual en la lengua moderna ser se emplea para expresar cualidades inherentes y
características mientras que estar se reserva para expresiones de cualidades adquiridas o
accidentales y para expresiones de lugar. Ofrece los siguientes ejemplos para ilustrar esta
distribución:
(6)
“mi hermano está enfermo” (cualidad adquirida o accidental)
(7)
“mi tío es vigoroso” (cualidad inherente)
(8)
“Ernesto está en Barcelona” (expresión de lugar)
Hanssen (1913:246) también añade una terminología nueva al tema al afirmar que el
verbo estar indica una acción perfectiva, o sea, una que es momentánea o que supone un
término, mientras que ser indica una acción imperfectiva, que él define como una acción que no
se inicia con el propósito de llegar a un término.
Por lo tanto, en cuanto a las expresiones de lugar, Hanssen (1913:179) explica
simplemente que en la actualidad éstas emplean el verbo estar, puesto que clasifica las
expresiones de lugar como acciones perfectivas. Sin embargo, tiene deficiencias la
diferenciación que hace Hanssen (1913) entre verbos perfectivos e imperfectivos en cuanto a los
usos locativos de ser y estar puesto que no distingue entre la ubicación momentánea, que
fácilmente se consideraría una acción perfectiva, y la residencia en un lugar, que más bien se
definiría como acción imperfectiva.
También en cuanto a las expresiones de lugar con ser y estar, Hanssen (1913:179)
menciona una diferencia entre los usos en la lengua actual y la antigua. Según este autor en el
8
castellano antiguo no se empleaba el verbo estar de manera exclusiva para estas expresiones,
sino que también era común el verbo ser para estos propósitos y también para atribuir cualidades
adquiridas. Sin embargo, a diferencia de lo que hace para la lengua actual, no propone una
esquemática de los usos de estos verbos en la lengua antigua.
El propósito del artículo de Monge (1961:225) sobre los usos de ser y estar con
participios y adjetivos es pasar revista a las explicaciones que hasta aquel punto habían dado las
gramáticas acerca de este tema. Según este autor, la distinción reposa en la dicotomía de
esencia/accidente, según la cual ser se usa para atribuir cualidades esenciales, que pueden ser
permanentes o inherentes, y estar se reserva para las cualidades accidentales, que pueden ser
transitorias o alcanzadas gracias a un cambio. Por lo tanto, las bases de la distribución que
ofrece Monge son muy parecidas a las que había establecido Hanssen. Sin embargo, a pesar de
haber establecido esta distinción lógica, Monge reconoce que no es posible basar reglas
gramaticales aclaratorias en esta dicotomía.
Por otra parte, Navas Ruiz (1963), en uno de los primeros estudios monográficos sobre el
tema de ser y estar, hace una recapitulación de las conclusiones de otros estudiosos antes de
proponer sus propias soluciones. En cuanto al estudio de Hanssen (1913), por una parte lo alaba
por ofrecer una de las pocas y primeras explicaciones gramaticales al tema (Navas Ruiz
1963:142), pero por otra parte lo critica por el hecho de que los conceptos de
perfectivo/imperfectivo no se puedan aplicar a todos los usos de ser y estar, específicamente los
usos adjetivales (Navas Ruiz 1963:121).
En cuanto a las conclusiones generales de Navas Ruiz (1963:140), según este autor, las
funciones de los verbos ser y estar se pueden dividir en tres tipos diferentes: auxiliares,
atributivas y predicativas. Dejando de lado los usos auxiliares y predicativos, él enfoca su
9
estudio solamente en los usos atributivos. Al proponer una sistematización de los usos
atributivos de estos verbos, descarta las terminologías clásicas de permanente/transitorio y de
esencia/accidente y sugiere una explicación según la cual ser es un verbo enteramente
gramaticalizado mediante el cual se comunica una especie de identidad entre sujeto y atributo,
mientras que estar, al no estar completamente gramaticalizado, no supone la identidad entre
sujeto y atributo sino la posesión de lo atribuido por parte del sujeto durante un período de
tiempo (Navas Ruiz1963:147). Navas Ruiz (1963:147) ofrece los siguientes ejemplos para
ilustrar esta diferenciación:
(9)
“la nieve es blanca” (blanco es el color característico de la nieve)
(10)
“la nieve está blanca” (blanco es el color atribuído a la nieve durante un período
de tiempo)
En un artículo que trata la caracterización semántica de los verbos ser y estar, Roldán
(1974:69) analiza las explicaciones acerca de estos verbos en tres libros de texto de español que
son, según ella, representativas de las tres teorías más comunes. Estas tres son la semántica, la
conductivista y la estructural. Roldán (1974:68-69) encuentra que no existe gran diferencia entre
la teoría semántica, según la cual los usos de estos verbos tienen que ver con sus características
semánticas, y la teoría conductivista, que dice que los hispanohablantes organizan la realidad
bajo dos criterios: cambio y falta de cambio. Sin embargo, apoya el punto de vista semántico
por encima del estructural, según el cual se hace una distribución más o menos arbitraria de estos
dos verbos.
Según Roldán (1974:69), la distinción de los usos de los verbos ser y estar es más fácil
de lo que los textos de gramática nos harían creer. Esta autora explica que el significado básico
de ser es la existencia y las extensiones de la existencia, mientras que estar presupone el
elemento semántico de existencia y va más allá para implicar la presencia del sujeto en un punto
10
determinado de tiempo o espacio o, por extensión, su presencia en un estado o condición (Roldán
1974:74). En cuanto a lo que se refiere a los usos locativos en particular, Roldán (1974:70)
opina que cuando el verbo estar se usa de manera intransitiva denota la presencia del sujeto en
un punto específico de tiempo o espacio, pero puede referirse tanto a la ubicación transitoria
como a la permanente puesto que implica la mera posibilidad de cambio.
En el primer estudio que trata en profundidad los verbos ser y estar de manera sincrónica
y diacrónica, Vañó-Cerdà (1982) se enfoca principalmente en los usos de estos verbos con
adjetivos. Sin embargo, las conclusiones generales de este autor en cuanto a la evolución de los
usos de estos verbos desde la Edad Media hasta nuestros días pueden ser de utilidad para el
presente trabajo. En primer lugar, Vañó-Cerdà (1982:2) destaca una tendencia al mayor uso del
verbo estar en los dialectos céntricos del castellano, contrastando con un uso más conservador
del verbo ser en los dialectos periféricos.
En cuanto al tema de los verbos ser y estar en el castellano actual, Vañó-Cerdà (1982:34) primero reconoce que el hecho de que la lengua sea un organismo vivo en un estado de
cambio continuo hace imposible una sistematización exacta y completa de los usos de estos
verbos. Después basa su análisis en una triple agrupación de adjetivos que son, por una parte,
adjetivos en sentido activo que expresan una cualidad atribuible a un sujeto (activo-dinámicos) y,
por otra parte, adjetivos en sentido estativo que son aquellos que indican una nota, cualidad,
situación o estado. Estos últimos se dividen en relativo-extrínsecos y sustantivo-intrínsecos para
dar los tres tipos (Vañó-Cerdà 1982:30). Para cada agrupación de adjetivos Vañó-Cerdà (1982)
extrae usos obligatorios y facultativos de cada verbo a partir de una amplia lista de ejemplos
sacados de textos literarios.
11
Para el análisis diacrónico de los usos adjetivales de los verbos ser y estar, Vañó-Cerdà
(1982:234) utiliza la misma división de adjetivos que usa para el análisis sincrónico. En cuanto a
los adjetivos de sentido relativo-extrínseco, o sea los que indican algo que es una expresión de
una relación circunstancial, afirma que su uso ‘normal’ en la actualidad es con el verbo estar
(Vañó-Cerdà 1982:69). Según Vañó-Cerdà (1982:235) fue en los siglos XII-XIII cuando estar
empezó a desplazar al verbo ser para usarse de manera bastante sistemática con adjetivos en
sentido relativo-extrínseco en relaciones de situación espacial, de apariencia, de estado y de
situación de carácter general. Sin embargo, también indica que el uso de estar con este tipo de
adjetivos sufre vacilaciones y fluctuaciones hasta el Siglo de Oro (Vañó-Cerdà 1982:245).
Mencionamos esta categoría de adjetivos en particular puesto que, aunque Vañó-Cerdà
(1982) no trata en profundidad los usos locativos de ser y estar, incluye las relaciones de
situación espacial en la categoría de adjetivos en sentido relativo-extrínseco (Vañó-Cerdà
1982:235). Por lo tanto, según este autor, el uso del verbo estar para relaciones de situación
espacial data de la Edad Media y se regularizó hacia el s. XVII (Vañó-Cerdà 1982:269). Estas
conclusiones nos dan indicios de la evolución de los verbos ser y estar para todo tipo de
expresiones locativas.
Los artículos de Franco y Steinmetz (1994) son los estudios que más hayan aportado al
asunto de las expresiones locativas con ser y estar pero se enfrentan al tema de manera
puramente sincrónica. Estos autores ofrecen tres reglas que rigen el comportamiento de los
verbos ser y estar con expresiones locativas. Las dos primeras reglas consisten en los dos únicos
contextos en que podría darse el verbo ser con una expresión locativa mientras que la tercera
regla establece que se empleará estar para cualquier uso que no se encuentre dentro de una de las
dos primeras reglas (Franco y Steinmetz 1994:176). Los usos locativos del verbo ser, según
12
Franco y Steinmetz (1994:176), por una parte, consisten en casos en que las palabras locativas
corresponden a una frase nominal subyacente en vez de una frase preposicional subyacente (por
ejemplo, aquí es el correo) y, por otra parte, en casos en que se da al sujeto de la frase nominal
una interpretación metonímica de lugar (por ejemplo, el desfile es en el centro). Estar, por lo
tanto, se emplea para cualquier otro tipo de expresión locativa.
Finalmente, Lapesa (2000:787-808) le dedica un sub-capítulo de su libro Estudios de
morfosintaxis histórica del español a los usos de los verbos ser y estar. En este trabajo
diacrónico Lapesa trata la etimología de los verbos en cuestión y destaca el uso creciente del
verbo estar frente a ser para expresar la ubicación a lo largo de la Edad Media. Según Lapesa
(2000:791), el proceso de desaparición del verbo ser para expresiones locativas se produce a lo
largo el siglo XVII siendo aún extenso el uso de ser en estos contextos en el siglo XVI y a
principios del siglo XVII.
En cuanto a las expresiones locativas con ser y estar, Lapesa (2000:790-91) distingue los
siguientes tres tipos: 1) la designación de la situación local permanente, o sea, para la indicacón
del lugar donde se encuentran pueblos o ciudades; 2) la designación de situación como
residencia; y 3) la designación que expresa el hallarse presente. Según este estudioso el
castellano antiguo muestra alternancia en estos tres tipos de expresiones, pero indica que el
predominio progresivo de estar se ve primero en las designaciones que significan hallarse en un
lugar en un determinado momento.
En resumen, los estudiosos parecen estar de acuerdo al decir que los usos de los verbos
ser y estar en castellano han seguido un proceso evolutivo caracterizado por una tendencia al
mayor uso de estar. Esto se ha debido a un proceso de gramaticalización del verbo estar, según
el cual ha ido perdiendo su valor léxico original de ‘estar de pie’ y ha pasado a tener valor
13
copulativo, ocupando terrenos antes regidos por ser. Los teóricos no han llegado a un consenso
en cuanto a qué términos usar para explicar la distribución de estos verbos en lengua actual ni en
la lengua medieval, pero están de acuerdo en que mediante este proceso evolutivo el verbo estar
en la actualidad ha llegado a emplearse para casi todo tipo de expresión locativa, mientras que en
la Edad Media se usaba con mucha frecuencia ser para estas expresiones.
B. Ésser/Ser y Estar en catalán
No sería posible emprender un análisis diacrónico de cualquier aspecto de la lengua
catalana sin abordar primero el tema de la política de la normalización lingüística que se ha
llevado a cabo en Cataluña desde hace más de un siglo. Este proceso de normalización nos
interesa en el contexto de un estudio diacrónico por las consecuencias que puede haber tenido en
la lengua catalana hablada hoy en día tanto en Cataluña como en el Levante. Por la circunstancia
histórica de no ser la lengua oficial de un estado soberano, el catalán desde hace siglos ha
coexistido con el castellano en una situación de bilingüismo. Esta situación fue complicada no
sólo por la represión del catalán durante los cuarenta años de la dictadura franquista, sino
también por la agresiva política de recuperación lingüística que se ha vivido en Cataluña desde
que empezó la transición a la democracia.
El estado prolongado de bilingüismo, junto con la iniciativa de recuperación ha provocado que
los gramáticos prescriptivos a menudo tomen el catalán medieval como punto de referencia al
redactar las normas del uso de la lengua (Solà 1987:14-5). El deseo de los catalanes de
establecer su lengua como co-oficial del castellano, además de impedir su desaparición, les ha
impulsado a rechazar toda influencia del castellano, real o supuesta, y de seguir estas normas por
identificarse con un estado más ‘puro’ de la lengua. Por lo tanto, el catalán que hoy en día se
enseña en las escuelas, se difunde por los medios comunicativos o se publica por las editoriales
14
se basa en gran parte en reglas gramaticales inspiradas en textos de la Edad Media. Es
importante tener esta situación en cuenta a la hora de hacer un estudio diacrónico de los usos de
ésser y estar en catalán por el efecto que este factor sociolingüístico puede haber tenido, tanto en
los textos estudiados como en las opiniones de los estudiosos de la lengua. A continuación se
verá lo que las gramáticas y los académicos han dicho acerca de los verbos ésser y estar en
catalán y, en particular, de los usos locativos.
A diferencia del castellano, el catalán emplea de manera extendida ambos verbos
copulativos para propósitos de expresar la ubicación. Según el Gran Diccionari de la llengua
catalana los valores locativos de los verbos ésser y estar en el catalán actual se dividen de
manera que se usa ésser con el significado de ‘encontrarse en un lugar en un momento
determinado’ o bien ‘llegar a un lugar’, mientras el verbo estar se limita al significado de
‘residir, trabajar o permanecer un tiempo en un lugar’. Por lo tanto, en catalán se distingue entre
la ubicación instantánea, expresada con ésser, y la permanencia o residencia, expresada con
estar. Esta diferencia se demuestra con los siguientes ejemplos del Gran Diccionari:
(11)
“Sóc de Cardona, però ara estic a Berga” (residir en un lugar)
‘Soy de Cardona pero ahora estoy en Berga’
(12)
“Segur que avui ell és a casa” (encontrarse en un lugar).
‘Seguro que hoy él está (es) en casa’
La permanencia que se expresa con estar puede referirse a la localidad o bien permanencia en un
estado o una condición.
En cuanto a los otros usos de ésser y estar, el Gran Diccionari destaca que ésser se usa
con predicados nominales que pueden ser sustantivos, adjetivos o participios para expresar tanto
una cualidad esencial del sujeto como un estado transitorio. También se mencionan tres
expresiones en que ésser se usa en conjunción con el pronombre hi: ésser-hi, con el significado
15
de ‘tomar parte o intervenir en’, no ésser-hi tot, que quiere decir ‘tener perturbadas las facultades
mentales’ y som-hi, que se usa como invitación que una persona da a otra para comenzar juntos
una actividad. Estar también tiene los usos de ‘parar de hacer algo’ o ‘de cesar un movimiento’,
por una parte, y ‘tardar’ o ‘invertir cierto tiempo en hacer algo’ por otra parte. Algunas de las
expresiones que el Gran Diccionari enumera son las siguientes: estar de, con el significado de
‘apreciar’ o ‘admirar’, estar-se de, que quiere decir ‘abstenerse’ o ‘privarse de algo’.
Entre los estudiosos que se han preocupado del tema de los usos de los verbos ésser y
estar en el catalán actual, ninguno se ha concentrado específicamente en el contexto locativo.
Falk (1979) en su libro sobre el empleo de la cópula en catalán y en castellano se limita a los
usos de dichos verbos con atributos adjetivales, dejando de lado la expresión de la ubicación.
Sin embargo, las conclusiones de Falk (1979) acerca del comportamiento de los verbos ésser y
estar con adjetivos pueden ser de utilidad para el presente estudio acerca de sus usos con
expresiones locativas.
Según Falk (1979:147) las divergencias en los usos de los verbos copulativos en catalán y
en castellano, divergencias que demuestran un menor uso del verbo estar en catalán en
comparación con el castellano en cuanto a sus usos con atributos adjetivales, se explican por el
hecho de que el catalán haya tenido un desarrollo menor del verbo STARE con sus usos en latín.
Por lo tanto, afirma que las diferencias en el uso de los verbos copulativos con adjetivos se
explican por el hecho de que el verbo estar haya conseguido un mayor alcance semántico en
castellano que en catalán (Falk 1979:8).
La teoría de Falk (1979:118-19) en cuanto al uso de dichos verbos en catalán se basa en
la noción de estado, de manera que los usos adjetivales de estar surgieron por analogía con los
usos locativos de estar, pasando por las tres siguientes etapas evolutivas: 1) hallarse en el
16
espacio en posición vertical; 2) hallarse en el espacio de cierto modo; y 3) hallarse de cierto
modo. Según Falk (1979:116) este proceso evolutivo se ha efectuado de manera semejante en
castellano y en catalán, con la diferencia de que el catalán ha seguido un curso más lento,
resultando en un estado actual algo arcaizante en comparación con el castellano.
A diferencia de Falk, Vallcorba (1978:107) sí entra en el análisis de los usos locativos de
los verbos ésser y estar en catalán, concluyendo que en realidad estar nunca tiene valor locativo
en el catalán actual, ni siquiera en los contextos en que lo parezca. Según Vallcorba (1978:19) el
factor decisivo en la elección del verbo copulativo no es la localización sino la aspectualidad del
contexto, por lo que un circunstancial de tiempo con valor durativo obliga el uso del verbo estar,
mientras que si el circunstancial de tiempo tiene un valor puntual se expresa con el verbo ésser.
Según Vallcorba (1978:7) la finalidad de su estudio es determinar cuáles son los usos que
el catalán ha hecho “naturalemente” de los verbos ésser y estar sin las incidencias extranjeras, o
sea la influencia del castellano. Reconoce que la distribución actual de los usos de ser y estar en
castellano se debe a un proceso evolutivo que empezó hace siglos y seguramente aún hoy
continúa. Sin embargo, es reacio a reconocer un proceso semejante en catalán. Según este autor,
el catalán no varió sus usos de los verbos en cuestión desde la Edad Media hasta principios del
siglo XIX cuando, debido a la influencia del castellano, sólo empezaron a darse más ejemplos
del verbo estar donde antes se habría empleado ésser (Vallcorba 1978:7).
Vallcorba (1978:107) propone un esquema de los usos de ésser y estar basado en tres
conclusiones principales. La primera conclusión es que aunque se use en expresiones locativas,
a diferencia del castellano, el verbo estar en catalán nunca tiene significado locativo. En
segundo lugar concluye que sólo los sujetos animados pueden estar por sí solos, mientras que los
inanimados necesitan de algo o alguien para poder estar (Vallcorba 1978:109). Esto explica,
17
según Vallcorba (1978:109), que sea más frecuente el uso del verbo estar con sujetos animados
que con los inanimados. La tercera conclusión general es que estar sólo puede usarse para
describir condiciones, estados o maneras que sean transitorias y reversibles. Estas tres
condiciones son la base de la teoría de Vallcorba en cuanto a los usos de ésser y estar en el
catalán medieval y por consecuente los usos que tendrían dichos verbos en la actualidad si no
fuera por la influencia de castellano.
Por lo tanto, Vallcorba (1978:7) cree en la existencia de un estado puro de la lengua
catalana, que es la que se hablaba antes de que mediara la corrupción causada por las
“incidencias contemporáneas extranjeras”. De hecho, Vallcorba (1978:11) reconoce que el
propósito de su estudio monográfico es reintroducir en la lengua actual los usos medievales de
los verbos ésser y estar. Aún así, el estudio también dedica un capítulo a algunos usos ‘arcaicos’
de dichos verbos que el autor no cree necesario reintroducir a la lengua moderna (Vallcorba
1978:146-65). Puesto que descarta como simple error todo cambio en los usos de estos verbos y,
en cambio, aboga por un retorno a los usos medievales, no es posible hablar del estudio de
Vallcorba como diacrónico ni descriptivo.
El estudio de Solà (1987) tiene un doble propósito que resulta ser algo más humilde que
el de Vallcorba (1978) puesto que no pretende influir en la lengua hablada. Por lo tanto, es un
estudio más descriptivo que prescriptivo. Por una parte, Solà (1987:13) tiene como objetivo
informar al lector de la situación, tanto preceptiva como real, de los usos de ésser y estar en la
lengua catalana actual. Por otra parte, este autor propone comentar las conclusiones de los
estudios de Falk y Vallcorba ya mencionados.
En cuanto al estudio de Falk (1979), Solá (1987:47) opina que la noción de estado que
éste propone para explicar la dicotomía entre los usos de ésser y estar no queda aclarecida ni es
18
totalmente eficaz, siendo esto una debilidad del estudio. Otra debilidad, según Solà (1987:48), es
que Falk (1979) abandona la influencia de castellano como explicación principal de la tendencia
al mayor uso de estar en catalán. En vista de los resultados, Solà opina que la explicación
abandonada puede que sea la que más se acerca a la realidad.
A pesar de clasificarlo como estudio preceptivo, Solá (1987) parece estar más de acuerdo
con el análisis y las conclusiones de Vallcorba (1978) que con los de Falk (1979). Según Solà
(1987:27-28), el estudio tiene interés porque llega a establecer con cierta precisión los motivos
objetivos de algún uso moderno de estar que se consideraba sospechoso y porque tiene buenas
intuiciones en cuanto a una posible esquemática de estos verbos aunque no logre probarlas.
La situación, tanto teórica como práctica, de los usos de ésser y estar en el catalán actual
es, según Solà (1987:55), tan caótica que urge un remedio aclaratorio para la población
catalanohablante. En cuanto a los usos locativos en particular, Solà (1987:65) afirma que está
bien extendido el uso del verbo estar para todo tipo de expresión locativa, sea de aspecto
durativo como puntual. Por ejemplo, Solà (1987:65-6) ofrece la siguiente oración como ejemplo
de la extensión de estar a expresiones locativas de tipo puntual:
(13)
mare, no trobo les sabatilles: on estan?
‘madre, no encuentro las zapatillas: ¿dónde están?
Sin embargo, en su opinión este mayor uso de estar para expresar el locativo con el
significado de ‘hallarse’ on ‘encontrarse’ es un cambio reciente de la lengua, producida más que
nada durante los años setenta y ochenta y debida a la influencia del castellano que los gramáticos
y las personas ‘sensibles’ rechazan. (Solà 1987:67).
Por otra parte, Solà (1987:79) declara que las hipercorrecciones provocadas por los
cambios causados por la influencia del castellano han complicado la situación de caos y
confusión en cuanto al uso de los verbos ésser y estar puesto que la reacción al castellanismo
19
supuesto o real que consiste en el mayor uso del verbo estar es la defensa del verbo ésser por
sonar más catalán. Sin embargo, Solà (1987:65) opina que el hecho de que los catalanohablantes
actuales no puedan asimilar los esquemas expuestos por los gramáticos indica que en la
actualidad ya no actúan los antiguos sistemas de distribución de los verbos en cuestión.
Más recientemente los estudiosos han tomado enfoques diferentes en cuanto a la
distribución de usos de los verbos ésser y estar en catalán, tanto en tiempos medievales como en
la actualidad. Vañó-Cerdà (1998:36), al analizar la variación de uso de estos verbos en textos del
catalán antiguo de los siglos XIII a XVI, llega a la conclusión de que, en cuanto a expresiones
locativas, la vacilación puede deberse simplemente a razones estilísiticas, por no querer usar
repetidamente uno de los verbos.
Sin embargo, también afirma que el hecho de que ya en tiempos medievales el verbo
estar ocupara un lugar bastante sistematizado, aunque con vacilaciones, demuestra que la
función copulativa de este verbo ya estaba arraigada en las estructuras sintácticas de la lengua
(Vañó-Cerdà 1998:36). Esta teoría difiere de la opinión de Vallcorba (1978:34), según la cual la
tendencia al mayor uso de estar es un fenómeno muy reciente en el catalán. Por otra parte, según
este autor, la variación en los usos locativos es, en parte, una extensión de sus usos con atributos
adjetivales. Esta teoría se opone a la de Falk (1979), mencionada anteriormente, según la cual
los usos atributivos son una extensión de los usos locativos.
En otro estudio Vañó-Cerdà (1999:260) propone que la morfología verbal es una de las
posibles causas de la vacilación en los usos de ésser y estar en el catalán actual. En este artículo
reconoce una situación caótica tanto en cuanto a la teoría referente a dichos verbos como en la
práctica de su uso actual. Sin embargo, es sorprendente que aunque no le preocupe el caos
teórico, aún así encuentra que la vacilación que hacen los catalanohablantes de hoy en día de
20
estos verbos es algo preocupante. Esta vacilación, según Vañó-Cerdà (1999:260), se ha
producido desde la época medieval y se sigue produciendo en la actualidad a pesar de los
esfuerzos de la gramática normativa. En la vacilación, sin embargo, Vañó-Cerdà (1999:278)
también detecta una tendencia al mayor uso del verbo estar, de manera que éste va ocupando,
cada vez de manera más sistemática, parte del terreno antes ocupado sólo por ésser.
Vañó-Cerdà (1999:270), después de hacer un estudio de varias diferentes traducciones de
la Biblia al catalán para demostrar los diversos usos de ésser y estar para expresar la misma cosa,
propone dos posibles causas del estado de confusión en cuanto a los usos de los verbos ésser y
estar. La primera, y según este autor la principal, causa de la vacilación es que el catalán, al
igual que todas las lenguas que se han ido formando a lo largo de la historia, aún se encuentra en
un estado de evolución. Por lo tanto, aún hoy se están cristalizando las diferentes tendencias en
cuanto a los verbos ésser y estar que se veían en la época medieval.
La otra causa que propone Vañó-Cerdà (1999:271) es el hecho de que las formas
nominales del verbo estar en catalán podían funcionar en el catalán medieval también para el
verbo ésser. Por ejemplo, estat podía ser el participio de pasado del verbo estar, pero también
podía serlo de ésser. En cualquier caso, en este estudio Vañó-Cerdà (1999:278) reafirma una de
sus principales conclusiones expuestas en el anterior estudio (1998) al decir que en el catalán
actual se percibe una tendencia a un uso más extenso y sistematizado del verbo estar.
Al igual que Vañó-Cerdà (1982, 1998, 1999) y Vallcorba (1978), Ramos (2000) también
ha estudiado la distribución de los usos de los verbos ésser y estar en el catalán antiguo. Sin
embargo, en cuanto a los usos locativos de estos verbos está de acuerdo con los autores que
reconocen vacilaciones en su uso ya en tiempos medievales (Ramos 2000:136). Por lo tanto,
pone de manifiesto ejemplos que rompen la dicotomía prototípica establecida por Vallcorba
21
(1978) según la cual ésser se relaciona con situaciones puntuales y estar con situaciones
durativas, rechazando así la teoría de Vallcorba (1978) según la cual desde la Edad Media ha
habido una distribución sistemática de ésser y estar.
Ramos (2000) no descarta dos posibles factores adicionales que pueden haber
influenciado la distribución de los usos de los verbos ésser y estar en el catalán antiguo. En
primer lugar está de acuerdo con Vañó-Cerdà (1999) en cuanto a la confluencia morfológica de
tanto el gerundio como el participio de pasado como causa de confusión en el uso de los verbos
en cuestión (Ramos 2000:409-11). En segundo lugar destaca la influencia del castellano como
posible causa de vacilación a partir del siglo XVI (Ramos 2000:412). Según Ramos (2000:412),
la distribución de los usos locativos de los verbos ésser y estar se mantiene bastante estable hasta
el siglo XVI, momento en que se empieza a percibir un incremento en los usos de estar con
sujetos inanimados en entornos no durativos. En la opinión de este autor el factor del contacto
con el castellano actúa para acelerar el cambio lingüístico en cuanto a los usos locativos debido
al prestigio sociopolítico y cultural del castellano en aquel momento y su preferencia clara por el
verbo estar en expresiones locativas.
En un estudio sobre los usos de ésser y estar en el catalán de Tortosa (cerca de la frontera
entre Cataluña y Valencia), Sanz y González (1995:16) concluyen que en este dialecto del
catalán estar ha reemplazado a ésser en su función locativa. De hecho, en su estudio no
encontraron ningún ejemplo del verbo ésser en una expresión locativa, fuera durativa o puntual.
Según Sanz y González (1995:16-17) la distribución de usos locativos de ésser y estar ha
evolucionado hasta el punto de ser igual a la situación del castellano. La explicación que los
autores dan de esta situación es que la influencia del castellano ha actuado en conjunción con la
22
tendencia general en ambos idiomas a un mayor uso del verbo estar posiblemente por tener un
paradigma regular (Sanz y González 1995:18).
En resumen, los estudiosos del catalán no están tan de acuerdo como los del castellano en
cuanto a la existencia de un proceso evolutivo de usos locativos de ser y estar empezando en la
Edad Media. Sin embargo, esta resistencia a reconocer la existencia de un proceso de cambio
puede deberse a un rechazo a cualquier tipo de cambio lingüístico por poder ser un indicio de
castellanismo en la lengua. En cualquier caso, la mayoría reconoce que los usos actuales de
ésser y estar han ido cambiando a lo largo de los siglos, pero sin llegar a ser idénticos a los del
castellano. En particular, se sigue usando el verbo ésser para expresiones locativas puntuales,
mientras que estar se emplea para expresiones durativas, a diferencia del castellano en que estar
se emplea para ambos tipos.
El siguiente cuadro resume la evolución comparativa de los verbos ser y estar en
castellano y en catalán según los autores estudiados:
Cuadro 1: Historia de usos de ser y estar según los estudiosos
castellano
latín
•
•
s. XIII
•
•
s. XIV
s. XV
•
essere: único verbo copulativo
stare: tiene el significado de ‘estar de
pie’
estar: empieza a usarse con adjetivos en
sentido relativo-extrínseco y con
locativos, especialmente con el
significado de ‘hallarse habitualmente’
ser: es de uso predominante para
locativos con el significado de ‘hallarse
accidentalmente en un lugar’
ser y estar: vacilaciones en cuanto a las
expresiones de lugar y adjetivos
•
•
•
•
•
•
•
23
catalán
essere: único verbo copulativo
stare: tiene el significado de
‘estar de pie’
ser y estar: vacilaciones en
cuanto a los usos locativos,
posiblemente por razones
estilísticas
estar: ya está arraigado en las
estructuras sintácticas de la
lengua
siglo de oro del catalán: punto
de partida para las gramáticas
prescriptivas posteriores
ser: implica acciones puntuales
estar: implica acciones
durativas
s. XVI
s. XVII
•
estar: se regulariza para expresiones de
lugar y con adjetivos que expresan
cualidades accidentales o transitorias
•
ser: se usa con adjetivos para expresar
cualidades inherentes y características
estar: se usa con adjetivos para
expresar cualidades adquiridas o
accidentales
ser: sólo se usa con locativos con el
significado de ‘suceder o tener lugar’
estar: es de uso casi exclusivo con
locativos
•
estar: incremento de uso con
sujetos inanimados en enornos
no durativos
•
ser: se usa con locativos con el
significado de ‘encontrarse en
un lugar en un momento
determinado’
estar: se usa con locativos de
tipo durativo o permanente
s. XVIII
s. XIX
s. XX-XXI
•
•
•
•
C. Ser/Estar en las lenguas romances
Puesto que el presente estudio es un trabajo comparativo, es de interés pasar revista a
otros estudios que también hayan tratado el tema de los verbos copulativos en lenguas romances
de manera comparativa. En primer lugar Pountain (1982), en su artículo “*Essere/Stare as a
Romance Phenomenon”, examina de manera diacrónica las diferentes evoluciones que los verbos
essere y stare hayan tenido en los varios idiomas derivados del latín.
Pountain (1982:139-46) explica que el verbo stare en latín se debilitó semánticamente
hasta el punto de perder su valor original de ‘estar de pie’. A pesar de que este cambio ocurrió
en una época temprana de la Edad Media en todas las lenguas romances, a partir de allí su
evolución ha seguido cursos diferentes en las diversas lenguas. En castellano y portugués el
verbo derivado etimológicamente de stare ha perdido su valor léxico casi por completo y en
cambio se ha retenido en la lengua como verbo copulativo (Pountain 1982:146). En italiano y
rumano stare ha retenido parte de su valor original aunque también ha desarrollado algunas
24
funciones copulativas y auxiliares en italiano. La situación del catalán y el provençal se
encuentra en un punto intermedio entre las lenguas romances del este (italiano y rumano) y las
lenguas del oeste (castellano y portugués) ya que se se caracteriza por menos retención de valor
original léxico de stare que en italiano y rumano y menos extensión de su valor copulativo que
en castellano y portugués. El francés se destaca por la desaparición completa de stare en la
lengua actual, aunque se conservaba en la lengua antigua.
Según Pountain (1982:151), una posible razón por las diferentes evoluciones de stare en
las lenguas romances tiene que ver con la morfología, específicamente el grado en que se
mezclaron las formas morfológicas de esse, stare y a veces sedere. En catalán e italiano se
mezclaron hasta cierto punto esse y stare con el resultado de que sedere mantiene su valor léxico
original de ‘sentarse’. En castellano y en portugués, en cambio, la mezcla ocurrió entre esse y
sedere. El hecho de que stare no se mezclara con esse en estos idiomas tiene como resultado la
retención de parte del valor léxico original de stare de ‘estar de pie’ (Pountain 1982:151).
En cuanto a los usos locativos de los verbos ser y estar, Pountain (1982:141), destacando
una de las pocas diferencias de uso que estos dos verbos tienen en castellano y en portugués,
indica que mientras el castellano utiliza siempre estar para complementos adverbiales locativos,
el portugués distingue para estos propósitos entre sujetos animados e inanimados. Por lo tanto,
en portugués expresiones locativas con sujetos animados emplean el verbo estar mientras que si
el sujeto es inanimado se emplea generalmente ser. En lo que se refiere a los usos locativos en
catalán, Pountain (1982:142) afirma que, a diferencia de ésser, estar implica una duración
específica de tiempo.
Con anterioridad al artículo de Pountain (1982), Peral Ribeiro (1958) ya había estudiado
las diferentes evoluciones de stare, sedere y esse. Según Peral Ribeiro (1958:148) el uso de
25
stare como sinónimo de esse no fue una innovación de las lenguas romances sino que ya se veía
en la época clásica en escritos de Virgilio y Lucrecio. También nota que en los documentos en
latín de la Edad Media stare iba ganando importancia y complejidad y por lo tanto llegó a
sustituir el verbo de existencia en ciertas expresiones, en particular las de localización (Peral
Ribeiro 1958:150).
Al igual que Pountain (1982), Peral Ribeiro (1958:153-4) también menciona la
morfología como indicación de la mezcla semántica de stare, sedere y esse en como mínimo
cinco de las lenguas romances. Sin embargo, no desarrolla esta idea hasta el punto en que lo
hace Pountain (1982) para concluir en qué manera estas mezclas morfológicas determinaron la
evolución semántica.
Peral Ribeiro (1958:174) distingue dos etapas en la evolución del verbo stare en
castellano y en portugués. En la primera etapa, que dura hasta el siglo XV, stare indica un
sentido durativo cuando va ligado de gerundios y a un estado accidental cuando se usa con
adjetivos o adverbios. En la segunda etapa, a partir del siglo XV, estar conquista nuevos usos en
el terreno antes ocupado por ser en lo que se refiere a la distinción entre cualidades inherentes y
estados transitorios.
En resumen, ambos estudios mencionados en esta sección explican la manera en que el
verbo stare ha tenido diferentes evoluciones en las varias lenguas romances. Indican que stare
se ha gramaticalizado hasta cierto punto en todas las lenguas derivadas del latín, pero que el
resultado actual es diferente en todas puesto que en algunas el verbo derivado de stare mantiene
más de su valor léxico original que en otras y por lo tanto no ha ocupado tanto del terreno
ocupado por el verbo derivado de esse. Proponen como posible causa de los diversos resultados
las diferentes mezclas morfológicas que estos verbos sufrieron en su paso del latín al romance.
26
CAPÍTULO 3
ANÁLISIS DIACRÓNICO DE LOS USOS DE SER Y ESTAR EN TEXTOS LITERARIOS
Para propósitos de analizar la evolución de los usos de ser y estar en castellano y en
catalán he escogido textos literarios de ambos idiomas de siete períodos diferentes desde la alta
Edad Media hasta el presente. Los períodos se dividen de la siguiente manera: 1) siglos XII y
XIII; 2) siglo XIV; 3) siglo XV; 4) siglo XVI; 5) siglo XVIII; 6) siglo XIX; y 7) siglo XX. Para
tres de los períodos he contrastado los usos de ser y estar en catalán con los que se encuentran en
textos escritos en valenciano de los mismos períodos. Los autores de los textos analizados, o los
títulos de los textos anónimos, se exponen en el cuadro siguiente:
Cuadro 2: Textos analizados en este estudio
siglo
Catalán
Valenciano
XII-XIII Homílies d’Organyà* Arnau de Vilanova
XIV
Francesc Eiximenis
XV
Bernat Metge
Joanot Martorell
XVI
Pere Serafí*
XVIII
Baró de Maldà*
XIX
Robert Robert
XX
Mercé Rodoreda
Ferran Torrent
* el texto contiene menos de cien ejemplos de ser y estar.
Castellano
Alfonso X
Don Juan Manuel
Jorge Manrique
Lazarillo de Tormes
José Cadalso
Benito Pérez Galdós
Camilo José Cela
La selección de los textos se hizo con el propósito de escoger obras literarias que fueran típicas
de cada época. Todos los textos analizados son del género narrativo, con la excepción de la
poesía de Jorge Manrique del siglo XV castellano y la de Pere Serafí del siglo XVI catalán.
Debido a la decadencia de los siglos XVI y XVII en Cataluña hay una escasez de textos literarios
publicados en catalán durante esta época por lo que no se pudo obtener un texto narrativo de este
siglo. Para cada obra escogida se han analizado los cien primeros ejemplos donde aparece
27
cualquier forma de ser o de estar, con la excepción de los textos marcados con asterisco que
contienen menos de cien ejemplos.
En líneas generales se ha podido comprobar la tendencia hacia el mayor uso del verbo
estar tanto en castellano como en catalán. Con anterioridad al siglo XV estar sólo tiene, frente a
ser, una presencia esporádica en ambos idiomas. Del total de los cien primeros usos de los dos
verbos copulativos en los textos de los siglos XII a XIV, estar sólo compone del 2% al 8%,
mientras que en textos del siglo XX, estar representa entre el 20% y el 30% del total de usos de
esos verbos. La tendencia al mayor uso de estar, que empieza en el siglo XV en castellano, no se
da hasta el siglo XVI en catalán. En valenciano, sin embargo, se percibe un aumento de los usos
de estar ya en el siglo XV. El cuadro siguiente muestra el porcentaje que estar ocupa de los
usos totales de ser y estar en los textos analizados:
Cuadro 3: Ejemplos de estar como porcentaje de los ejemplos de verbos copulativos
siglo
castellano
catalán
valenciano
XII-XIII
4% (4/100)
7% (6/86)
2% (2/100)
XIV
8% (8/100)
7% (7/100)
XV
20% (20/100)
7% (7/100)
12% (12/100)
XVI
32% (32/100)
15% (9/61)
XVIII
16% (16/100)
16% (15/96)
XIX
36% (36/100)
11% (11/100)
XX
20% (20/100)
30% (30/100)
21% (21/100)
Para cada texto analizado he dividido los usos encontrados en seis categorías diferentes:
1) el verbo ser con expresiones locativas; 2) estar con expresiones locativas; 3) ser con
participios de pasado; 4) estar con participios de pasado; 5) ser en otros usos; y 6) estar en otros
usos.
28
A. Siglos XII-XIII
En los textos de los siglos XII-XIII la distribución de los usos de los verbos en cuestión
es la siguiente:
Cuadro 4: Distribución de usos de ser y estar en el siglo XIII
locativo
participio
otro
ser
estar
ser
estar ser
castellano -- Alfonso X 5
1
29
1
62
catalán – Homílies
11
0
13
0
56
valenciano -- Vilanova
9
0
21
0
67
estar
2
6
2
%
ser
96%
95%
98%
%
estar
4%
7%
2%
De estos tres textos se puede comprobar que como el uso de estar en expresiones
locativas o con participios de pasado es escaso en castellano e casi inexistente en catalán y en
valenciano. Aunque no aparezca ningún uso de estar en una expresión locativa en los cien
primeros ejemplos de estos verbos en los textos analizados, sí se encuentran algunos ejemplos de
este tipo más adelante en el texto valenciano como, por ejemplo, “¿qui no desija estar en aquella
cort…?” (V-Vilanova 1947:150). Sin embargo, ejemplos de este tipo se encuentran con poca
frecuencia y, por lo tanto, está claro que en ambos idiomas ser predomina como verbo copulativo
en expresiones locutivas durante este período.
El único ejemplo de estar con un locativo que aparece en los cien primeros ejemplos en
los textos analizados de este período se encuentra en el texto castellano, pero es difícil averiguar
del contexto si es realmente un ejemplo de un verbo copulativo en una expresión locativa o si
estar mantiene su significado original en latín de “estar de pie”. En el ejemplo, “e vio los
angeles quel estauan a derredor”, podría ser que el verbo estar se haya usado para referirse al
hecho de que los ángeles se hallaban en situación vertical y no simplemente al hecho de que
estuvieran allí. Los cinco ejemplos de ser, en cambio, claramente indican expresiones de lugar:
(14)
era todo el poder de Roma en estos tres principes (E-Alfonso 24)
29
(15)
los caualleros et las compannas que eran y con ell… (E-Alfonso 27)
(16)
quando era en la batalla…(E-Alfonso 28)
(17)
e do ricos omnes que y eran que auien nombre… (E-Alfonso 34)
(18)
aquello non escapo ninguno de quantos fueron en aquel conseio…(E-Alfonso 35)
El uso de estar con participios de pasado también se da con muy poca frecuencia en el
siglo XIII. Al igual que en el caso de los locativos, el único ejemplo de este tipo que se
encuentra en los textos analizados de este período aparece en el texto en castellano:
(19)
el rio que estava una vez yelado (E-Alfonso 33)
Ejemplos de ser con participios de pasado, en cambio, son muy frecuentes tanto en el
texto en castellano como en los en catalán y en valenciano.
Puesto que el uso de estar con locativos y participios de pasado es escaso durante el siglo
XIII, los ejemplos del verbo estar que se encuentran en los textos analizados de este período se
tienen que clasificar de otra manera. En los tres idiomas hay ejemplos en que estar se encuentra
con adjetivos:
(20)
recibió los otros colpes estando uiuo (E-Alfonso 35)
(21)
cel qi á caritad no ret mal per mal e cels que estan mal… (C-Homílies 202)
‘el que tiene caridad no reta mal por mal y los que están mal…’
(22)
estaran forts e delitoses (V-Vilanova 127)
‘estarán fuertes y deleitosas’
El texto en catalán también muestra ejemplos de estar con el significado de ‘permanecer en un
estado’ como los siguientes:
(23)
e estec ne XXX dies en pena (C-Homílies 206)
‘y estuvo XXX días en pena’
(24)
devem nostres corses fer dejunar e estar en oracions (C-Homílies 207)
‘debemos hacer ayunar nuestros cuerpos y estar en oraciones’
30
(25)
de tot peccador qi està en pecad (C-Homílies 209)
‘de todo pecador que está en pecado’
Sin embargo, existe vacilación entre el uso de ser y estar en este tipo de oraciones, puesto que en
el mismo texto también se encuentra el verbo ser en oraciones muy parecidas:
(26)
qan som en tenebres de pecad (C-Homílies 205)
‘cuando estamos (somos) en tinieblas de pecado’
(27)
d’aqel pecad en qe és (C-Homílies 208)
de aquel pecado en que está (es)
También hay un ejemplo en el texto catalán del verbo estar con el significado de ‘cesar
un movimiento’ como en el siguiente ejemplo:
(28)
qan audí aizo qe tan for lo pregave… esteg e aturà’s (C-Homílies 204)
‘cuando oyó aquello que tan fuerte le rogaba… cesó movimiento (estuvo) y se
paró’
Por lo tanto, debido a que los significados de ‘permanecer en un estado’ y ‘cesar un movimiento’
son anteriores al significado locativo en catalán podemos suponer que no son extensiones del uso
locativo.
B. Siglo XIV
Pasando al segundo período, la distribución de los usos de ser y estar en los textos
analizados del siglo XIV es la siguiente:
Cuadro 5: Distribución de usos de ser y estar en el siglo XIV
locativo
participio
otro
ser
estar
ser
estar ser
castellano – Lucanor
3
6
22
0
67
catalán – Eiximenis
5
2
30
4
58
estar
2
1
%
ser
92%
93%
%
estar
8%
7%
Del análisis de estos textos se puede comprobar que aunque no ha aumentado
notablemente el porcentaje de los usos totales de estar durante el siglo XIV en comparación con
el siglo anterior, sí ha aumentado el uso de estar en expresiones locativas. Sin embargo,
31
también aparece el verbo ser en este tipo de expresión, con más frecuencia en catalán que en
castellano.
A diferencia del texto del siglo XIII en castellano, en el texto del siglo XIV estar ya se
encuentra claramente con el significado locativo, como en los siguientes ejemplos:
(29)
et estos libros están en l’ monasterio (E-Lucanor 46)
(30)
envió dezir al rey de Inglaterra que viniese a aquella nave do él estava (E-Lucanor
71)
(31)
et el rey de Inglaterra, que estava en su cavallo (E-Lucanor 71)
Los ejemplos de ser en expresiones locativas que aparecen en la parte analizada del texto en
castellano se encuentran en expresiones locativas figurativas y no literales:
(32)
díxol que fuese çierto que era en muy grant peligro (E-Lucanor 57)
(33)
quando el privado del rey oyó aquellas razones, fue en muy gran cuyta (ELucanor 58)
(34)
Dios con derecho aya de ser contra mí (E-Lucanor 68)
Sin embargo, más adelante en el mismo texto aparecen los siguientes ejemplos del verbo ser en
expresiones locativas:
(35)
se confessase con sancto Domingo, que era estonçe en Bollonia (E-Lucanor 108)
(36)
do es el tu tesoro… ý es el tu coraçon (E-Lucanor 109
(37)
et entre muchos buenos que eran y con él (E-Lucanor 112)
En los últimos dos ejemplos de ser en una expresión locativa, el pronombre adverbial ý/y ‘allí’
marca la expresión de lugar. En el tercer capítulo del presente trabajo se tratará en más
profundidad la relación entre este pronombre adverbial y la evolución de los usos de ser y estar
en expresiones locativas.
32
En el texto en catalán del siglo XIV ya aparecen expresiones locativas con estar, pero aún
predomina ser en este tipo de oraciones. Ésser y estar parecen variar libremente para expresar la
ubicación, como en los siguientes ejemplos:
(38)
si penses l’estament en què estava’ (C-Eiximenis 15)
‘si piensas en el estamento en que estaba…’
(39)
aprés era en la gràcia de nostre senyor Déu (C-Eiximenis 15)
‘después estaba en la gracia de nuestro señor Dios’
En cuanto a los participios de pasado, en el siglo XIV aún predomina el verbo ser. El
texto en castellano carece de ejemplos de este tipo con el verbo estar mientras que ejemplos de
ser con participios de pasado abundan. Sin embargo, más adelante en el texto se encuentran
algunos casos en que estar se utlice con un participio de pasado, como los siguientes:
(40)
estó agora mucho afincado de mengua de dineros (E-Lucanor 87)
(41)
algunas vegadas me contesçe de estar tan afincado de pobreza (E-Lucanor 93)
El texto en catalán, en cambio, contiene varios ejemplos de estar con participios de pasado como
en los siguientes ejemplos:
(42)
la terça occasió per què estech dada a l’hom per compayia… (C-Eiximenis 14)
‘la tercera ocasión por la que estuvo dada al hombre por compañía…’
(43)
e estech posada sots special jou (C-Eiximenis 16)
‘y estuvo puesta bajo yugo especial’
Los demás usos del verbo estar en los textos analizados del siglo XIV se limitan al
significado de ‘encontrarse en un estado o situación’ como demuestran los siguientes ejemplos:
(44)
por esto estava el hermitaño de muy mal talante (castellano) (E-Lucanor 70)
(45)
‘desque nuestro señor Dios lo vio así estar’ (E-Lucanor 70)
(46)
no és bo que hom estigua sol (C-Eiximenis 13)
‘no es bueno que el hombre esté solo’
33
En resumen, la situación de los usos de ser y estar en el siglo XIV no dista de manera
notable de la situación en el siglo anterior. La única diferencia de importancia está en el
aumento de usos locativos con estar en castellano en comparación con el catalán, en que el
aumento no es tan notable.
C. Siglo XV
En el siglo XV, en cambio, se percibe un aumento notable en los usos totales en
castellano, aunque no en catalán. La distribución de los usos de estos verbos en los textos
analizados de este período es la siguiente:
Cuadro 6: Distribución de usos de ser y estar en el siglo XV
locativo
participio
ser
estar
ser
estar
castellano – Manrique
1
10
16
8
catalán – Metge
6
2
23
1
valenciano – Martorell 11
6
30
0
otro
ser
62
63
47
estar
3
5
6
%
ser
80%
92%
88%
%
estar
20%
8%
12%
Se puede comprobar que en los cien primeros ejemplos de verbos copulativos en el texto
castellano del siglo XV el verbo estar ya se usa casi exclusivamente en expresiones locativas,
mientras que en los textos en catalán y en valenciano se sigue el predominio de ser para este tipo
de oraciones. El único ejemplo de ser con un locativo en el texto en castellano es el siguiente:
(34) allí fue la gran cuistión (E-Manrique 47)
Aunque aparezca el adverbio de lugar allí en esta oración, es un caso del tipo de expresión
locativa en que se emplea ser con el significado de ‘suceder, acontecer o tener lugar’ por lo que
los verbos ser y estar se emplean en este texto del siglo XV de la misma manera en que se
emplean en la actualidad.
En el texto en catalán tanto el verbo ser como estar aparecen en expresiones locativas, a
veces en lo que parece libre variación:
34
(47)
poc temps ha passat que estant en la presó… (C-Metge 17)
‘poco tiempo ha pasado que estando en la prisión…
(48)
ell te gitarà a ta honor de la presó en què est1 (C-Metge 23)
‘el te quitará a tu honor de la prisión en que estás
Sin embargo, también es cierto que todos los ejemplos que se encontraron en este texto
de estar en una expresión locativa podrían entenderse por tener significado durativo y no
puntual. Las expresiones locativas durativas son las que implican una estancia de cierta
duración, mientras que las puntuales son las que sólo implican el encontrarse en un lugar durante
un momento determinado. El ejemplo (47) expresa puntualidad por referirse a un momento
concreto en que el sujeto se encontraba en la prisión. El ejemplo (48), en cambio, implica
duración por poder reemplazarse con el verbo ‘residir’, o sea, se habla de la prisión en que el
sujeto reside. Por lo tanto, el ejemplo (48) arriba, expresado con ésser, que indica permanencia
en la prisión y por lo tanto tiene significado durativo, se puede contrastar con el ejemplo (35),
expresado con estar, que significa simplemente el hallarse allí y tiene significado puntual. En el
único otro ejemplo de estar con locativo en este texto la ubicación durativa queda establecida
mediante la palabra acostumbrado:
(49)
estudiant en la cambra on jo havia acostumat estar (C-Metge 17)
‘estudiando en la cámara donde yo había acostumbrado estar’
Más adelante en el texto aparece con frecuencia el verbo estar en expresiones de ubicación
durativa al describir en qué parte del infierno residen diferentes personas:
(50)
en la primera estan les ànimes dels infants (C-Metge 93)
‘en la primera están las almas de los niños’
(51)
e ací estan los gentils filòsofs e poetes (C-Metge 93)
‘y allí están los filósofos gentiles y los poetas’
(52)
en altra habitació està Minos (C-Metge 94)
1
la segunda persona singular del verbo ésser aparece escrito est en este texto en vez de ets como se escribe en la
actualidad.
35
‘en otra habitación está Minos’
En el texto en valenciano también aparece el verbo estar en expresiones locativas, pero
para cada ejemplo de este tipo con estar hay casi dos que emplean ser. Sin embargo, los
ejemplos en que se encuentra estar claramente son expresiones de lugar, como en los siguientes
ejemplos:
(53)
absenta de vós estic en infern (V-Martorell 29)
‘ausente de vos estoy en el infierno’
(54)
aquesta ermita estava en una alta muntanya (V-Martorell 30)
‘esta ermita estaba en una alta montaña’
Además de estos ejemplos en que estar se emplea en expresiones locativas de tipo durativo,
también aparece para expresar ubicación puntual:
(55)
on és la mia grandíssima esperança? (V-Martorell 27)
‘¿dónde está (es) mi grandísima esperanza?
(56)
com foren dins en la cambra…’ (V-Martorell 28)
‘como estaban (fueron) dentro en la cámara…’
En cuanto a los usos de ser y estar con participios de pasado en el siglo XV, al igual que
en los siglos anteriores, predomina el verbo ser. Frente a más de quince ejemplos con ser en
cada texto, con estar se encuentran ocho en el texto en castellano y sólo uno en el texto en
catalán. De hecho, el único ejemplo de estar con participio de pasado en el texto en catalán no
es lo que parece y en realidad se debería clasificar como un uso del verbo ser:
(57)
l’hom és estat creat en lo mig (C-Metge 20)
‘el hombre ha sido creado en el medio’.
Puesto que estat es el participio de pasado tanto del verbo ésser como del verbo estar en catalán,
es imposible decir a ciencia cierta qué verbo el autor tenía en mente en este ejemplo. Sin
embargo dado que hay numerosos ejemplos de ésser con participios y sólo uno con estar, es
posible que éste sea un caso del verbo ésser y no estar.
36
En el texto en valenciano, en cambio, a pesar de que no aparezca ningún ejemplo de estar
con un participio de pasado en los cien primeros usos de estos verbos, más adelante en el texto
hay claros ejemplos en que estar y no ser es el verbo que se usa en conjunción con un participio
de pasado:
(58)
en aquesta gran tribulació en què posat estàs (V-Martorell 33)
‘en esta gran tribulación en que puesto estás’
(59)
estigué admirat del somni que fet havia (V-Martorell 33)
‘estuve admirado del sueño que hecho había’
Dentro de los primeros usos de ser y estar, sin embargo, aparecen participios de pasado con el
verbo ser en no menos de treinta ocasiones.
En el texto en castellano aparece el verbo estar con participios de pasado con más
frecuencia que en el siglo anterior como en los siguientes ejemplos:
(60)
las cavas están cavadas (E-Manrique 69)
(61)
en la torre de omenaje, está puesto toda ora un estandarte (E-Manrique 71)
Muchos de los usos de ser con participios de pasado son ejemplos de construcciones pasivas,
pero algunos de los ejemplos son del tipo en que claramente se emplearía estar en la actualidad,
como en los siguientes ejemplos:
(62)
no abandona mi ser hasta ser despierto (E-Manrique 48)
(63)
pues por dubda soy muerto (E-Manrique 74)
Por lo tanto, en este siglo se sigue el predominio del verbo ser con participios de pasado tanto en
castellano y catalán como en valenciano, aunque en valenciano y en castellano ya empieza a
usarse estar en este tipo de construcciones con frecuencia.
37
En cuanto a los demás usos de estar en los textos de este período hay varios ejemplos en
que este verbo tiene el significado de ‘encontrarse en una situación’ como en los siguientes
ejemplos:
(64)
yo soy el que está cativo (E-Manrique 62)
(65)
estant així a mi aparec… un hom (C-Metge 17)
‘estando así a mi apareció… un hombre’
(66)
e estant en tal manera (V-Martorell 32)
‘y estando de tal manera’
Por otra parte, no aparece en este siglo, al igual que en el anterior, ningún caso en
castellano ni en catalán en que estar se use con un gerundio para expresar una actividad en
progreso. Sin embargo, en el texto en valenciano hay dos ejemplos de este tipo:
(67)
lo Comte estava aconhortant la Comtessa (V-Martorell 28)
‘el Conde estaba conhortando la Condessa’
(68)
estaven escoltant lo dol que lo rei feia (V-Martorell 32)
‘estaban escuchando el duelo que el rey hacía’
No es sino hasta el siglo XVI en que este uso de estar se hace frecuente en castellano.
D. Siglo XVI
La distribución de los usos de ser y estar en los textos analizados del siglo XVI es la
siguiente:
Cuadro 7: Distribución de usos de ser y estar en el siglo XVI
locativo
participio
otro
ser
estar
ser
estar ser
castellano – Lazarillo
1
12
5
11
62
catalán – Serafí
2
3
15
3
35
estar
9
3
%
ser
80%
85%
%
estar
20%
15%
En líneas generales se percibe un aumento de los usos de estar tanto en castellano como en
catalán, en particular en las categorías en que aparecen con participios de pasado.
38
En castellano sigue la tendencia al mayor uso de estar con participios de pasado ya que el
número de éstos dobla el número con ser. En particular ya se encuentra un ejemplo de estar con
el participio muerto que en el siglo anterior aún se empleaba con ser. El ejemplo del texto del
siglo XVI es el siguiente:
(69)
¡quién estuviera aquella hora sepultado, que muerto ya lo estaba! (C-Lazarillo 40)
Los casos en que los participios de pasado se encuentran con ser son todos casos en que se
expresa una construcción de pasiva como en el ejemplo (70) o en que el participio ya tiene
función de adjetivo como en el ejemplo (71):
(70)
un nabo…debió ser echado allí (C-Lazarillo 38)
(71)
esta agua es muy porfiada… y más recia (C-Lazarillo 44)
El ejemplo (70) es un ejemplo de la construcción pasiva por tener un sujeto (un nabo) que
actúa no como agente, sino como paciente del verbo echar. Por lo tanto, esta oración se podría
expresar en la voz activa de la siguiente manera: “[alguien] debió echar un nabo allí”. En el
ejemplo (71), en cambio, porfiada se usa como adjetivo para expresar una cualidad del agua, que
actúa como sujeto activo. Por ende, porfiada tiene la misma función que el adjetivo recia. Si se
intentara cambiar esta oración a la voz pasiva no tendría sentido: “[alguien] porfió el agua… y
más recia”.
En el texto en catalán también aparecen algunos ejemplos de estar con participios de
pasado pero ser sigue predominando en este contexto. A diferencia del castellano, el participio
pasado del verbo morir aparece aún con el verbo ésser como en los dos siguientes ejemplos:
2
(72)
i no só mort ni visc (C-Serafí 4)
‘y no estoy (soy) muerto ni vivo2’
(73)
i com prest no és mort (C-Serafí 8)
‘y como ahora no está (es) muerto’
vivo aquí es la traducción de la primera persona singular del tiempo presente y no del adjetivo.
39
Sin embargo, también aparece en un caso con el verbo estar:
(74)
ja estic més mort que viu (C-Serafí 10)
‘ya estoy más muerto que vivo’
En cuanto a los usos locativos de ser y estar en los textos analizados del siglo XVI, en
castellano se consolida el uso casi exclusivo de estar en expresiones locativas. Frente a catorce
ejemplos de estar con locativos sólo hay uno con ser:
(75)
mi nascimiento fue dentro del río Tormes (E-Lazarillo 12)
En este ejemplo, de hecho, ser tiene el significado de ‘acontecer o tener lugar’ que en el
castellano actual también se expresa con ser y no estar.
En el texto en catalán de este período hay pocos casos de ser o estar con locativos, pero
hay claros ejemplos de ambos verbos con esta función como en los siguientes ejemplos:
(76)
continu estic en l’amorosa escola (C-Serafí 5)
‘contiuamente estoy en la amorosa escuela’
(77)
on és la gran prudència (C-Serafí 14)
‘donde está (es) la gran prudencia’
Sin embargo, la poca cantidad de expresiones locativas en el texto analizado de este período
dificulta la tarea de sacar conclusiones definitivas en cuanto a la distribución de estos verbos en
esta función.
En cuanto a los otros usos del verbo estar durante el siglo XVI, se percibe un aumento
notable de usos de estar con adjetivos para así diferenciar entre adjetivos que expresan
condiciones transitorias y adjetivos que expresan características más bien permanentes,
expresadas aún con ser. Tanto el texto en castellano come el texto en catalán exhiben ejemplos
de adjetivos con estar:
(78)
la uva en aquel tiempo está muy maduro (E-Lazarillo 36)
40
(79)
torné a jurar y perjurar que estaba libre de aquel atrueco (E-Lazarillo 39)
(80)
qui pobre està, bé pot dormir al sol (C-Serafí 7)
‘quien está pobre, bien puede dormir al sol’
(81)
ple estic de malenconia (C-Serafí 9)
‘lleno estoy de melancolía’
También es de notarse que el uso de estar con el gerundio ya se ha establecido como una
construcción común en el texto en castellano del siglo XVI puesto que en los cien primeros usos
de los verbos ser y estar en el texto analizado aparecen no menos de cuatro ejemplos de este tipo
que se muestra a continuación:
(82)
acuérdome que estando el negro de mi padrastro trebajando (E-Lazarillo 17)
(83)
y así me fui para mi amo, que esperándome estaba (E-Lazarillo 22)
El texto en catalán, en cambio, no tiene ningún ejemplo de este tipo.
En resumen, el texto en castellano del siglo XVI ya muestra una distribución de los
verbos ser y estar similar a lo que se esperaría encontrar en la actualidad. Estar se ha
establecido como el verbo predominante tanto para expresiones locativas como para participios
de pasado y también es frecuente su uso con gerundios para expresar acciones en progreso y con
adjetivos para expresar condiciones transitorias.
E. Siglo XVIII
Del siglo XVI pasamos al XVIII por la escasez de textos literarios en catalán durante el
siglo XVII, parte de la llamada decadencia literaria en Cataluña. La distribución de los usos de
ser y estar en los textos analizados del siglo XVIII es la siguiente:
Cuadro 8: Distribución de usos de ser y estar en el siglo XVIII
locativo
participio
otro
ser
estar
ser
estar ser
castellano – Cadalso
1
8
2
5
81
catalán – Maldà
5
5
2
4
74
41
estar
3
6
%
ser
84%
84%
%
estar
16%
16%
Aunque el texto en castellano muestra la mitad de ejemplos totales de estar que en el texto del
siglo XVI, aún así no parece ser un paso atrás en la tendencia al mayor uso de estar puesto que
los usos de ser y estar siguen las mismas pautas generales q ue en el período anterior estudiado.
En cuanto a los usos locativos en castellano, estar se emplea de manera casi exclusiva,
con la única excepción de un caso en que ser tiene el significado de ‘suceder, acontecer o tener
lugar’:
(84)
no será lejos de aquí la batalla que se dio en tiempo de don Rodrigo (E-Cadalso
27)
Frente a este caso singular con ser, con estar se encuentra todo tipo de expresiones locativas,
tanto literales, que se refieren a la ubicación en un sentido físico, como las siguientes, que son
figurativas, o sea que usan la terminología de la localización física para expresar conceptos
abstractos:
(85)
las que las han reemplazado están muy lejos de igualarlas (E-Cadalso 19)
(86)
la noche ya estaba encima (E-Cadalso 25)
En los ejemplos (85) y (86) los adverbios lejos y encima no se refieren al espacio físico sino que
se usan de manera metafórica para referirse al tiempo o al espacio en sentido abstracto.
En el texto en catalán del mismo siglo, en cambio, los usos locativos con ser casi igualan
los en que se emplea estar, por lo que no se puede aseverar el predominio de ninguno de estos
verbos en el contexto locativo. Esta situación se da a pesar de la fuerte influencia del castellano
en este texto en catalán. Dicha influencia se percibe por estar el texto marcado con varios
ejemplos de palabras escritas en castellano.
Los casos en que ser se emplea en expresiones locativas en el texto en catalán claramente
son expresiones de lugar y no del significado de ‘suceder, acontecer o tener lugar’ como en el
texto en castellano. Algunos de los ejemplos de ser en este contexto son los siguientes:
42
(87)
don Ramon…, catedràtic que fou molts anys en la… Universitat (C-Maldà 22)
‘don Ramon…, catedrático que estuvo (fue) muchos años en la … Universidad
(88)
sent les quatre mules fora (C-Maldà 22)
‘estando (siendo) las cuatro mulas fuera’
Entre los ejemplos de estar en expresiones locativas se perciben usos tanto durativos, como en
(90), como puntuales, como en (89):
(89)
un pobre pintador que estava en la taverna… (C-Maldà 17)
‘un pobre pintor que estaba en la taverna…’
(90)
…que s’ estiguessin en aquell com Palàcio del rei Herodes (C-Maldà 19)
‘…que estuvieran en aquel como Palacio del rey Herodes’
En cuanto a los usos de ser y estar con participios de pasado, tanto en el texto en
castellano como en el texto en catalán ya se percibe un claro predominio de estar en cuanto a
esta función. En ambos idiomas los únicos ejemplos de participios de pasado con ser son
expresiones de voz pasiva, mientras que estar se reserva para expresiones de estado resultante
con el participio de pasado. Los ejemplos de participios de pasado con estar son, por lo tanto,
similares en ambos idiomas:
(91)
tan persuadido está mi amigo (E-Cadalso 21)
(92)
ben cuidats que estaran los pobres en tot (C-Maldà 12)
‘bien cuidados que estarán los pobres en todo’
A continuación se ven los ejemplos de ser con participio para expresar la voz pasiva:
(93)
fueron deshechos por nuestros abuelos (E-Cadalso 18)
(94)
pués seran los contraventors castigats (C-Maldà 12)
‘pues serán los contraventores castigados’
Al tratar el tema de los participios de pasado en este siglo es de interés notar que el texto
en catalán de este período no emplea estat como el participio tanto de estar como de ésser, sino
que usa sigut como participio de ésser. Esta forma, que las gramáticas prescriptivas del catalán
43
rechazan como castellanismo, es una creación analógica a partir del subjuntivo siga. Veamos
algunos ejemplos de su uso en el texto analizado:
(95)
la pena ha sigut la trista notícia (C-Maldà 7)
‘la pena ha sido la triste noticia’
(96)
lo motiu no sé qual ha sigut (C-Maldà 11)
‘el motivo no sé cuál ha sido’
El uso del participio sigut es otro indicio de la fuerte influencia del castellano en este texto en
catalán.
En cuanto a los otros usos de estar durante este período, tanto el texto castellano como el
catalán emplea estar con adjetivos y con gerundios. A continuación se ven los ejemplos de estar
con adjetivos para expresar condiciones transitorias:
(97)
los europeos del siglo presente están insufribles (E-Cadalso 15)
(98)
ninguns estaríem segurs en les cases (C-Maldà 10)
‘ningunos estaríamos seguros en la casa’
Estos ejemplos se pueden contrastar con los siguientes en que los adjetivos se emplean con el
verbo ser para expresar características más bien permanentes:
(99)
virtudes y gobierno son sumamente diversos (E-Cadalso 11)
(100) i lo que les tocava no n’era molt destre (C-Maldà 18)
‘y el que los tocaba era muy diestro’
Pasando a los gerundios, aunque no se encuentra ningún caso en que estar se use con un
gerundio en los cien primeros usos de ser y estar en el texto en castellano, más adelante en el
texto aparece el siguiente ejemplo:
(101) así se lo estaba diciendo a Nuño (E-Cadalso 43)
También aparece esta construcción en el texto en catalán:
(102) i que estava… disimulant (C-Maldà 22)
‘y que estaba… disimulando’
44
Por lo tanto, la gran diferencia que se percibe entre los usos de ser y estar en castellano y
catalán en estos textos del siglo XVIII está en las expresiones locativas, puesto que en otros
contextos los verbos en cuestión se emplean de maneras similares.
F. Siglo XIX
En el siglo XIX la distribución de los usos de ser y estar en los textos analizados es la
siguiente:
Cuadro 9: Distribución de usos de ser y estar en el siglo XIX
locativo
participio
otro
ser
estar
ser
estar ser
castellano – Galdós
1
11
5
11
58
catalán – Robert
4
2
7
4
78
estar
14
5
%
ser
64%
89%
%
estar
36%
11%
Aunque el porcentaje total de estar en castellano es tres veces lo que se encuentra en catalán en
los textos analizados del siglo XIX, la distribución no difiere mucho de la del siglo anterior.
En cuanto a los usos locativos, en castellano la situación no ha cambiado desde el siglo
XVI: estar se emplea casi exlusivamente en este tipo de expresiones. La única excepción en el
texto del siglo XIX es un caso de los que mencionan Franco y Steinmetz (1994) en que las
palabras locativas corresponden a una frase nominal subyacente y no a una frase preposicional
subyacente. El caso es el siguiente:
(103) entonces será abajo, en la terraza (E-Galdós 68)
En este ejemplo ‘abajo, en la terraza’ corresponde a un predicado nominal subyacente por lo que
el significado subyacente de la frase es: ‘el lugar será abajo, en la terraza’. Por lo tanto, el sujeto
subyacente de la frase es ‘el lugar’ y no la persona o cosa que se encuentra ‘abajo, en la terraza’.
Las demás expresiones locativas del texto en castellano son las típicas expresiones de lugar
expresadas con estar, como en los siguientes ejemplos:
45
(104) la cúpula está a nuestra derecha (E-Galdós 70)
(105) a este lado parece que está la fuente (E-Galdós 70)
En el texto en catalán la situación en cuanto a las expresiones locativas es muy diferente.
El número de usos de ser en este contexto dobla el de estar, por lo que no hay el predominio de
estar con locativos que se ve en castellano. Ambos ejemplos de estar en este contexto aparecen
con el pronombre reflexivo:
(106) elles s’estan a sota d’un palco (C-Robert 88)
‘ellas están debajo de un palco’
(107) tan cert com m’estic aquí (C-Robert 92)
‘tan cierto como que estoy aquí’
Los casos en que las expresiones locativas aparecen con el verbo ser claramente expresan
ubicación puntual, como en los siguientes ejemplos:
(108) jo voldria ser al llit (C-Robert 89)
‘yo quisiera estar (ser) en la cama’
(109) jo em pensava que era a casa de vostè (C-Robert 92)
‘yo me pensava que estaba (era) en casa de Ud.’
Estos ejemplos en particular demuestran que la los usos de ser y estar en catalán no son los
mismos que en castellano durante el siglo XIX.
Pasando a los participios de pasado, en catalán predomina el verbo estar, reservándose
ser para casos de expresiones pasivas, como en ejemplo (98) o participios usados como adjetivos
como en el ejemplo (99):
(110) don Francisco fue nombrado oficial primero (E-Galdós 64)
(111) la viuda… era aún punto menos que desconocida (E-Galdós 72)
Los casos con estar expresan el estado resultante:
(112) el suelo estaba sembrado de graciosas plantas (E-Galdós 54)
46
Por lo tanto, la situación en castellano en cuanto a los participios de pasados es la misma que
hemos visto desde el siglo XVI.
En catalán la distribución de ser y estar con participios de pasado es igual que en
castellano con una excepcion. En catalán hay un caso en que ser se usa con el participio de
pasado como verbo auxiliar para expresar el pasado:
(113) ja és arribada l’hora (C-Robert 87)
‘ya ha (es) llegado la hora’
También es de interés notar que, al igual que en el siglo XVIII, se sigue usando la forma sigut
para poder diferenciar entre los participios de pasado de ser y estar.
En cuanto a los otros usos de estar, aparece tanto en castellano como en catalán con
adjetivos para expresar condiciones transitorias del sujeto como en los siguientes ejemplos:
(114) aquí sí que estamos bien (E-Galdós 73)
(115) l’altra vegada [el ball] estava millor (C-Robert 87)
‘la otra vez [el baile] estaba mejor’
También aparecen en ambos idiomas ejemplos de estar con gerundios para expresar acciones en
progreso. El castellano, en particlar, tiene cinco ejemplos de este tipo.
G. Siglo XX
Pasando al más reciente siglo analizado, en el siglo XX tenemos de nuevo un texto en
valenciano para comparar los resultados con los que se encuentran en catalán. La distribución de
ser y estar en los tres textos analizados es la siguiente:
Cuadro 10: Distribución de usos de ser y estar en el siglo XX
locativo
participio
otro
ser
estar
ser
estar ser
castellano – Delibes
0
7
0
6
80
catalán – Rodoreda
8
2
3
11
59
valenciano – Torrent
4
3
3
13
72
47
estar
7
17
5
%
ser
80%
70%
79%
%
estar
20%
30%
21%
Es interesante notar como punto de partida que el texto en catalán muestra un porcentaje más alto
de estar que en cualquier otro siglo estudiado debido, en particular, al aumento en el uso de estar
con adjetivos, con lo que se confirma la tendencia al mayor uso de estar en tiempos recientes.
En cuanto a los usos locativos, mientras que el texto en castellano no muestra ningún
ejemplo de ser en este contexto, el texto en catalán tiene no menos de ocho casos de este tipo.
En tres de los casos en que los locativos se expresan con ser el verbo tiene el significado de
‘llegar’ como en los siguientes ejemplos:
(116) quan vaig ser al peu del balcó (C-Rodoreda 19)
‘cuando llegué (fue) al pie del balcón’
(117) quan vam ser a dalt de tot (C-Rodoreda 20)
‘cuando llegamos (fuimos) arriba de todo’
Las otras expresiones locativas con ser son casos en que en castellano se emplearía estar para el
significado de ‘encontrarse presente en un lugar’ como se puede comprobar en los siguientes
ejemplos:
(118) el sol es ponia i, allà on ja no era, l’ombra es tornava (C-Rodoreda 22)
‘el sol se ponía y, allí donde ya no estaba (era), la sombra volvía’
(119) enraonaven com si jo no hi fos (C-Rodoreda 28)
‘razonaban como si yo ni estuviera (fuese)’
(120) en Quimet no hi era (C-Rodoreda 30)
‘Quimet ya no estaba (era)’
El ejemplo (118) se puede contrastar con un ejemplo del texto en castellano de este mismo
período en que la ubicación puntual se expresa con estar:
(121) Mario ya no estaba allí
Los ejemplos (120) y (121) muestran muy bien la diferencia que existe entre castellano y catalán
en cuanto a los locativos. El castellano emplea estar para expresar cualquier tipo de ubicación
mientras que el catalán sólo emplea ser para expresar la ubicación durativa.
48
Los usos de ser en expresiones locativas en el texto en valenciano son muy parecidos a
los que se encuentran en el texto en catalán. El uso de ser claramente se traduce al castellano
estar con el significado de ‘encontrarse en un lugar’ como en los siguientes ejemplos:
(122) aquella vesprada de 1992 érem allí per complir amb el ritual (V-Torrent 10)
‘aquella tarde de 1992 estábamos allí para cumplir con el ritual’
(123) mentrestant nosaltres érem a casa amb el compromís de bombar aigua (V-Torrent
14)
‘mientrastanto nosotros estábamos en casa con el compromiso de bombar agua’
(124) el meu germà, que era més prop, va rebre la primera galtada (V-Torrent 15)
‘mi hermano, que estaba (era) más cerca, recibió la primera bofetada’
Tanto en catalán como en valenciano el uso de estar en expresiones locativas implica cierta
duración en el lugar, aunque la duración no se exprese de manera explícita:
(125) ¿que m’heu vist l’americana? ¡Estava al costat dels músics! (C-Rodoreda 16)
‘¿que me habéis visto la americana? ¡Estaba al lado de los músicos!’
(126) la diferencia entre un metge i un veterinari estava en el pacient (V-Torrent 18)
‘la diferencia entre un médico y un veterinario estaba en el paciente’
Por lo tanto, en los textos del siglo XX tanto en catalán como en valenciano la división de los
usos locativos claramente está en que ser se emplea para la ubicación puntual mientras que estar
se reserva para la ubicación durativa. Esta división, que ya está bien establecida en catalán y en
valenciano no se ha visto en los textos de ningún período del castellano.
En cuanto a los participios de pasado, es de notarse que tanto en catalán como en
valenciano más del 10% de los primeros usos de ser o estar en los textos analizados son del tipo
estar + participio, por lo que esta construcción ya es común tanto en catalán como en castellano.
En líneas generales la distribución de ser y estar con participios de pasado en el siglo XX es
igual a la de los siglos anteriores en que ser sólo se emplea para expresiones pasivas o con
49
participios usados como adjetivos. Sin embargo, es de interés apuntar algunos casos en que el
catalán difiere del castellano.
El participio muerto en castellano, va acompañado de estar siguiendo la tendencia que ya
apuntamos al tratar el texto del siglo XVI. El ejemplo del siglo XX es el siguiente:
(127) no me creo que esté muerto (E-Delibes 25)
El catalán, sin embargo, emplea el verbo ser para este mismo contexto, como se puede
comprobar en los siguientes ejemplos que se encuentran en el texto analizado de este período,
pero más adelante de la parte analizada:
(128) i no volia pensar que en Quimet era mort (C-Rodoreda155)
‘y no quería pensar que Quimet estaba (era) muerto’
(129) i corria cap a casa meva i tothom era mort (C-Rodoreda 167)
‘y corría hacia mi casa i todo el mundo estaba (era) muerto’
En valenciano, en cambio, mort va acompañado de estar y no ésser como en catalán:
(130) però el gat està mort (V-Torrent 23)
‘pero el gato está muerto’
Aunque es posible que la diferencia entre el catalán y el valenciano pueda deberse a la influencia
del castellano, que es más fuerte en el País Valenciano que en Cataluña, también puede tener otra
explicación.
Dado que tanto en castellano como en catalán y en valenciano estar se usa regularmente
con participios de pasado para expresar el estado resultante, tendría sentido que estar se use con
el participio muerto para expresar el estado que resulta de la muerte. El hecho de que en catalán
se use ésser y en valenciano estar nos indica que en realidad hay vacilación en cuanto a la
selección del verbo copulativo en este contexto. El hecho de que haya vacilación no es de
extrañarse si se tiene en cuenta que también la hubo en el castellano en lo que se refiere al
participio muerto. Según el Corpus del Español de Mark Davies podemos observar que en el
50
siglo XIX aún existe vacilación entre los usos de ser y estar con el participio muerto. (Ver
apéndice)
Como última puntualización acerca de los participios de pasado durante este período, es
de interés notar que tanto en catalán como en valenciano aparece la forma estat como participio
del verbo ésser a pesar de que en los textos en catalán de los siglos XVIII y XIX aparece la
forma sigut. Los ejemplos en cuestión son los siguientes:
(131) el seu pare havia estat un dels que l’havien dut (C-Rodoreda 21)
‘su padre había sido uno de los que lo habían llevado’
(132) Benicorlí ha estat un poble molt valencià (V-Torrent 21)
‘Benicorlí ha sido un pueblo muy valenciano’
En cuanto a los demás usos de estar en los textos analizados del siglo XX, no se perciben
grandes diferencias en comparación con el siglo anterior. En los tres textos se encuentran
ejemplos en que estar se emplea tanto con gerundios como con adjetivos.
H. Resumen
En resumen, podemos concluir que indudablemente, tanto en castellano como en catalán,
ha habido un incremento en el uso de estar frente a ser desde la Edad Media hasta los días de
hoy. Este incremento aplica a usos de estar con locativos, adjetivos y participios. El siguiente
cuadro ilustra la evolución de los usos locativos en cada idioma:
Cuadro 11: Evolución de los usos locativos en castellano y en catalán
castellano
catalán
ser
estar
ser
estar
s. XIII
predominio
uso escaso
predominio
uso escaso
s. XIV
s. XV
se usa con ý
locativos
figurativos con
ser
significado de
‘suceder’
predominio
predominio de ser
vacilación entre ser y estar
predominio casi
exclusivo
51
•
•
predominio
suele implicar
suele implicar
ubicación durativa
ubicación puntual
s. XVI
significado de
‘suceder’
predominio casi
exclusivo
s. XVIII significado de
‘suceder’
predominio casi
exclusivo
s. XIX
con frase nominal
subyacente
predominio casi
exclusivo
s. XX
no aparece ningún predominio casi
uso
exclusivo
•
•
vacilación entre ser y estar
ser y estar tienen claro significado
locativo
se usa para
ubicación puntual y
durativa
vacilación entre ser y estar
aparece con
• predominio
• implica ubicación pronombre
reflexivo
puntual
• predominio
• implica
ubicación
• ser implica
durativa
ubicación puntual
• aparece con
significado de
‘llegar’
El cuadro demuestra que en castellano estar pasó a ser de uso predominante en cuanto a
los locativos por encima de ser en el siglo XV, mientras que la vacilación entre ser y estar ha
continuado en catalán hasta el siglo XX de manera que estar nunca ha llegado a predominar. En
catalán la distinción establecida en siglo XV, según la cual ser se usa en expresiones locativas
con el significado de ‘encontrarse en un lugar en un momento determinado’, o sea, para
expresiones de ubicación puntual, pasa por ciertas vacilaciones pero sigue dándose en el siglo
XX. Mientras tanto, desde el siglo XV estar se suele usar para expresiones de ubicación durativa
con frecuencia acompañado del pronombre reflexivo.
El siguiente cuadro muestra la evolución del uso de estar con participios de pasado:
Cuadro 12: Evolución de estar con participios de pasado en castellano y en catalán
castellano
catalán
ser
estar
ser
estar
s. XIII
predominio
uso escaso
predominio
ningún uso
s. XIV
predominio
uso escaso
predominio
uso escaso
s. XV
predominio
aumento de uso
predominio
uso escaso
s. XVI
pocos casos
predominio
predominio
pocos casos
52
s. XVIII pocos casos
predominio
pocos casos
pocos casos
s. XIX
pocos casos
predominio
predominio
pocos casos
s. XX
uso escaso
predominio
pocos casos
predominio
Se puede comprobar que, en cuanto a los usos de estar con participios, hubo un predominio de
ser hasta el siglo XV. En este siglo se percibió un aumento de uso de estar anticipando el
cambio de predominio a estar en el siglo XVI. Este predominio ha seguido hasta el tiempo
presente mientras que el uso con ser ha ido disminuyendo. En catalán, en cambio, en el siglo
XV aún persistía el predominio de ser y el uso escaso de estar. En el siglo XVI empezó un
período de vacilación que persistió hasta el siglo XX cuando el predominio ha pasado
definitivamente a estar.
En el siguente cuadro se puede ver la evolución del uso de ser y estar con adjetivos:
Cuadro 13: Evolución de ser y estar con adjetivos en castellano y en catalán:
castellano
catalán
ser
estar
ser
estar
s. XIII
uso común
uso escaso
uso común
uso escaso
s. XIV
uso común
uso escaso
uso común
uso escaso
s. XV
uso común
pocos casos
uso común
uso escaso
s. XVI
uso común
pocos casos
uso común
pocos casos
s. XVIII uso común
pocos casos
uso común
pocos casos
s. XIX
uso común
varios casos
uso común
pocos casos
s. XX
uso común
varios casos
uso común
varios casos
En este caso se puede ver el aumento de uso estar con participios empieza en el siglo XV en
castellano y en el siglo XVI en catalán. Otro aumento ocurre en castellano en el siglo XIX, pero
no sucede en catalán hasta el siglo XX.
De los tres cuadros podemos concluir que en cuanto a adjetivos y participios el castellano
y el catalán han seguido trayectorias similares, pero la evolución ha sido más lenta en catalán.
53
En el caso de los locativos, en cambio, la situación ha sido más complicada. En el siglo XV el
predominio en castellano pasó de ser a estar, mientras que en catalán en el mismo siglo se
estableció la distinción según la cual ser se usa para expresiones locativas puntuales y estar para
expresiones durativas. Veremos en el capítulo que sigue una posible explicación de esta
diferencia.
54
CAPÍTULO 4
EL PRONOMBRE LOCATIVO HI/Ý Y SU RELACIÓN CON
LA EVOLUCIÓN DE LOS USOS LOCATIVOS DE SER Y ESTAR
Hasta ahora, tanto en el presente trabajo como en estudios que se han hecho
anteriormente, se han discutido tres posibles causas de la diferencia entre los usos de los verbos
ser y estar en catalán en comparación con el uso que estos mismos verbos tienen en castellano.
Las causas ya discutidas son: 1) la evolución natural de los verbos ésser y estar; 2) la mezcla de
ambos verbos en la morfología verbal; y 3) la influencia del castellano. Ahora pasaremos a
analizar un cuarto factor que puede haber influenciado la trayectoria evolutiva de ambos verbos,
específicamente en cuanto a la diferencia en sus usos locativos.
La hipótesis de este capítulo es que la existencia del pronombre locativo hi en catalán ha
frenado la evolución del verbo estar en esta lengua mientras que en castellano la desaparición del
pronombre equivalente (y/ý) tuvo el efecto contrario y ha impulsado la invasión del verbo estar
de manera que ahora casi todos los contextos locativos de la lengua se expresen con estar. Dado
que no todas las lenguas romances tienen uso de un segundo verbo copulativo, ni todas preservan
el pronombre locativo hi/y, es de interés analizar la posible relación entre la existencia del
pronombre adverbial locativo y la extensión semántica del verbo estar a los contextos locativos.
En cuanto al origen y los usos de este pronombre, según el Gran Diccionari del Català
(2004) , hi es un pronombre personal adverbial que proviene del adverbio latín ibi (‘aquí o ahí’)
o el pronombre demostrativo hic (‘este’). Hi representa, en primer lugar, una circunstancia de
lugar que denota dónde está o adónde va alguien o algo, pero también en otros casos puede
representar una circunstancia de manera, instrumento o tiempo, o un complemento preposicional
55
introducido con a, como ahí en castellano. También se usa de manera impersonal con el verbo
haver, como en el siguiente ejemplo:
(133) a terra hi havia pinyols de síndria (C-Rodoreda 17)
‘en el suelo había pepitas de sandía’
La construcción haver-hi se traduce al castellano con el verbo impersonal haber. Para propósitos
del presente trabajo nos interesa en particular la primera definición de hi según la cual representa
una circunstancia de lugar.
A. El uso del pronombre adverbial de lugar en las lenguas romances
Este pronombre adverbial de lugar es de uso común en el catalán actual como lo ha sido
también a lo largo de la historia de lengua catalana. Veamos unos ejemplos del texto de
Rodoreda del siglo XX que se analizó para el segundo capítulo del presente trabajo:
(134) Hi vam anar un diumenge (C-Rodoreda 26)
‘Fuimos (allí) un domingo
(135) Jo encara no havia vist la botiga i un dia em va dir que hi anés (C-Rodoreda 48)
‘Yo aún no había visto la tienda y un día me dijo que fuera (allí)’
Como se puede comprobar en las traducciones de los ejemplos dados, este pronombre adverbial
de lugar no tiene un equivalente pronominal en el castellano actual.
El castellano antiguo, en cambio, sí que contaba con un pronombre adverbial de lugar
equivalente a hi en catalán. Según Sánchez Lancis (2001:102), el pronombre adverbial locativo
ý en castellano antiguo proviene de ibi o hic en latín, al igual que hi en catalán, y aparece por
primera vez en un documento en castellano del año 1074. Sin embargo, a diferencia del
pronombre en catalán, ý en castellano no sobrevivió la evolución de la lengua y fue
desapareciendo a lo largo del siglo XV.
56
Este pronombre adverbial de lugar no aparece en todas las lenguas romances, pero sí se
encuentra en francés, en occitano, en aragonés y de cierta manera en italiano. En francés el
adverbio y tiene el significado de ‘allí’ como en el siguiente ejemplo:
(136) j’y suis allé
‘fui (allí)’
También es de uso muy frecuente en la expresión il y a que tiene el mismo significado que ‘hay’
en castellano. Este mismo adverbio existe también en el provençal antiguo (i/hy) con las
mismas funciones que en francés, y en el occitano moderno sobrevive con la forma de i
(Fenández González 1985:326).
En aragonés este pronombre adverbial aparece con las formas básicas de bi (ante vocal) o
i (ante consonante) y su significado más común es el locativo como en el ejemplo que se da a
continuación:
(137) bida que pasa / y no i-torna (Nagore 1977:133)
‘vida que pasa / y no vuelve (allí)’
El italiano también cuenta con un pronombre que tiene función de adverbio de lugar. En
este caso el pronombre es ci ante consonante o c’ ante vocal. Un ejemplo de uso como adverbio
locativo es el siguiente:
(138) ci passo tutti i giorni
‘por allí paso todos los días’
Cuando se usa en conjunción con el verbo essere, ci tiene el significado de ‘existir’ o
‘encontrarse’:
(139) c’è una donna nella cucina
‘hay una mujer en la cocina’
B. Los usos de ser y estar en las lenguas romances
Vistas las lenguas romances que tienen uso de un pronombre adverbial con función
locativa, ahora pasamos a determinar cuáles y de qué manera estas lenguas cuentan con un verbo
57
derivado del latín stare para expresiones locativas. Ya se ha visto que en castellano estar es de
uso casi exclusivo para expresiones locativas, mientras que ser se usa en este tipo de expresiones
sólo con el significado de ‘suceder’ o ‘tener lugar’.
En portugués la distribución de usos de ser y estar es muy parecida a la que se encuentra
en castellano, con la diferencia de que estar se usa con complementos adverbiales locativos sólo
si el sujeto es animado (Pountain 1982:141). Los siguientes ejemplos ilustran esta diferencia:
(140) O João está em Lisboa
‘Juan está en Lisboa’
(141) Lisboa é em Portugal
‘Lisboa está (es) en Portugal’
En el catalán actual ya se ha visto que el uso de estar en expresiones locativas se limita al
significado de ubicación durativa, mientras que ésser se emplea con el significado de
‘encontrarse en un lugar en un momento determinado’, o sea para la ubicación puntual.
En aragonés frecuentemente se habla del verbo ser-estar en vez de hablar de dos verbos
separados (Nagore 1977:98). Esto se debe a la mezcla de formas derivadas de ser y estar en una
sola conjugación verbal. Existen formas de ambos verbos en todos los tiempos verbales, pero se
suele usar sólo uno de ellos para cada tiempo verbal, cayendo en desuso el otro. Por ejemplo, ser
se suele usar para el presente de indicativo, pero estar se suele usar para el pretérito y en otros
tiempos coexisten ambos verbos (Nagore 1977:27). Queda claro, por lo tanto, que no hay en
aragonés una distribución de usos según la cual ser se emplea para algunas funciones y estar
para otras sino que hay variación libre entre los dos verbos.
El provençal contaba con una conjugación incompleta de estar, pues no se encuentran
ejemplos de todos los tiempos verbales. Sin embargo, a diferencia del aragonés, el verbo estar
58
tiene identidad propia y se emplea con claros propósitos locativos, como se puede comprobar en
el siguiente ejemplo:
(142) Estava en escola (Fernández González 1985:377)
‘estaba en escuela’
En el occitano moderno, sin embargo, estar ha desaparecido excepto en algunas expresiones
como la siguiente:
(143) laissa m’estar (Salvat 1973:100)
‘déjame estar’
En italiano el verbo stare tiene algunas funciones copulativas pero no se ha extendido a
todo tipo de expresión locativa como ha ocurrido en castellano y en portugués. Se usa con
locativos cuando se quiere expresar el significado de ‘permanecer’ pero para el significado de
‘encontrarse’ se emplea essere como se puede ver en los siguientes ejemplos:
(144) stare in casa
‘quedarse (estar) en casa’
(145) sono in biblioteca
‘estoy (soy) en la biblioteca’
En el francés actual el verbo estar ha desaparecido por completo. Del verbo stare en
latín quedan sólo vestigios de su conjugación mezclados con la de être, por lo que no existe una
división bipartita de usos copulativos como existe en otras lenguas romances sino que existe un
único verbo copulativo, être. En francés antiguo, sin embargo, existía el verbo ester derivado del
latín stare con significados de ‘estar de pie’, ‘permanecer’ o ‘vivir’ (Pountain 1982:146).
De todo lo anterior podemos ofrecer el siguiente cuadro que ilustra la existencia de un
pronombre adverbial de lugar (hi/y/ý/hy/bi/i) y el uso de un verbo derivado de stare para
propósitos locativos en cada una de las lenguas romances estudiadas:
59
Cuadro 14: Stare y pronombres adverbiales de lugar en las lenguas romances
uso de un verbo derivado de stare
pronombre adverbial de lugar
para locativos
castellano
uso casi exclusivo
--portugués
uso casi exclusivo
--aragonés
neutralización de ser/estar
bi/i
catalán
estar sólo con locativos durativos
hi
provençal
estar en algunas expresiones de lugar
hy/i
occitano
sobrevive en algunas expresiones
i
italiano
stare con significado de ‘permanecer’
ci
francés
no existe
y
Del cuadro se puede comprobar que el verbo derivado de stare sólo ha llegado a tener el
predominio sobre todo tipo de expresión locativa en las lenguas en que ha desaparecido el
pronombre adverbial de lugar. Por lo tanto, parece que la desaparición del pronombre locativo
coincide con una mayor extensión del verbo estar para expresiones locativas, mientras que la
supervivencia del pronombre ha actuado como freno a una evolución parecida en las otras
lenguas romances. Pasaremos ahora a estudiar más en detalle las trayectorias del verbo estar en
castellano y en catalán para determinar si las diferencias se pueden relacionar con la existencia
del pronombre adverbial de lugar.
C. Ser y Estar + locativos en castellano y catalán
En el capítulo anterior se pudo comprobar según el análisis de textos que en castellano el
verbo estar era de uso escaso durante el siglo XIII para expresiones locativas, pues en los cien
primeros usos de ser y estar en el texto analizado sólo hay un caso de estar + locativo frente a
cinco ejemplos de ser + locativo. Veamos el ejemplo con estar:
(146) vio los angeles quel estauan a derredor (E-Alfonso 39)
Este único ejemplo del verbo estar en una expresión locativa podría deberse a que se le quiera
dar el significado original de ‘estar de pie’.
60
En el siglo XIV, en cambio, estar había pasado a predominar en expresiones de lugar
aunque ser también se empleaba. En el siglo XV estar ya había pasado a tener el predominio
casi exclusivo de los locativos, reservándose ser sólo para el significado de ‘acontecer’ o ‘tener
lugar’ como en el siguiente ejemplo:
(147) allí fue la gran cuistión (E-Manrique 47)
Esta es la misma distribución de usos de ser y estar con locativos que se encuentra en la
actualidad. Por lo tanto, es en el siglo XV que estar llega a tener la extensión que tiene hoy en
día en el contexto de las expresiones locativas.
En el catalán del siglo XIII la situación de ser y estar con locativos es muy parecida a la
del castellano puesto que el uso de estar en este contexto es escaso. De hecho, en los cien
primeros usos de ser y estar en el texto analizado no se encuentra ningún ejemplo de estar en
una expresión locativa, pero hay once con ser. Aunque el uso de estar con locativos crece
durante los próximos siglos, nunca llega a tener la extensión con expresiones locativas que este
mismo verbo había alcanzado ya en el siglo XV en castellano.
Aún en el catalán hablado hoy en día, tanto ésser como estar se emplean para propósitos
locativos puesto que ésser se usa para la ubicación puntual, o sea con el significado de ‘hallarse
en un determinado momento’ y estar para la ubicación durativa, o sea con el significado de
‘residir’ o ‘permanecer durante cierto tiempo’ en un lugar. Los siguientes ejemplos ilustran la
división que existe en catalán entre locativos puntuales (148) y durativos (149):
(148) el sol es ponia i, allà on ja no era, l’ombra es tornava blava (C-Rodoreda 22)
‘el sol se ponía y, allá donde ya no era (estaba), la sombra se volvía azúl’
(149) li semblava que havia vist en Quimet com la despenjava del clau de darrera de la
porta del pis, que era on estava sempre (C-Rodoreda 55)
‘le parecía que había visto a Quimet como la colgaba de la llave de detrás de la
puerta del piso, que era donde estaba siempre’
61
D. Hi/ý en castellano y catalán
Vistos los usos de ser y estar con expresiones locativas en castellano y en catalán, ahora
pasaremos a averiguar la extensión del uso del pronombre adverbial locativo en ambos idiomas.
Como se comentó anteriormente, el pronombre hi es de uso común en el catalán actual. Es
especialmente frecuente su uso con el verbo ser para expresar la ubicación puntual en un lugar en
particular como en el siguiente ejemplo:
(150) ens vam adonar que en Quimet no hi era (C – Rodoreda 30)
‘nos dimos cuenta de que Quiment no estaba (era) allí’
También es frecuente la siguiente expresión en la lengua hablada:
(151) som-hi
‘somos allí’ (equivale a ‘vámonos’)
Ejemplos de este pronombre se encuentran en los textos en catalán y en valenciano que se
analizaron para este trabajo como en los siguientes ejemplos de los siglos XIII y XV.
(152) en les altres scriptures que he…fetes no y són les paraules (V-Vilanova 123)
‘en las otras escrituras que he hecho no [allí] están (son) las palabras’
(153) no poden per lo gran riu que hi és (V-Martorell 31)
‘no pueden por el gran rio que [allí] está (es)’
(154) e los filòsofs, en los llibres que escriuen, no hi meten llurs noms (C-Metge 40)
‘y los filósofos, en los libros que escriben, no [allí] meten sus nombres’
El castellano antiguo también contaba con un pronombre adverbial locativo equivalente a
hi en catalán. Veamos a continuación ejemplos del pronombre y/ý en el texto en castellano del
siglo XIII:
(155) las compannas que eran y con ell (E-Alfonso 27)
(156) dos ricos omnes que y eran (E-Alfonso 34)
También se encuentran ejemplos de este pronombre en el texto en castellano del siglo XIV:
(157) et entre muchos buenos que eran y con él (E-Lucanor 112)
62
(158) lo que ý fallaren que non es tan bien dicho (E-Lucanor 51)
A diferencia del catalán, sin embargo, el pronombre adverbial locativo y/ý en castellano ha
desaparecido y ya no se usa en la lengua moderna. Según Sánchez Lancis (2001:107) ý, que era
frecuente en el siglo XIV, dejó de usarse al principio del siglo XV.
El siglo XV, por lo tanto, marca dos eventos importantes en la evolución del castellano:
la desaparición del pronombre adverbial de lugar ý/y y la extensión del verbo estar a todo tipo de
expresiones locativas. El siguiente cuadro ilustra la evolución comparativa del verbo estar +
locativos y la presencia del pronombre adverbial de lugar según los textos analizados en el
segundo capítulo del presente trabajo.
Cuadro 15: Evolución de estar + locativo y el pronombre locativo en castellano y en catalán
castellano
catalán
ser
estar
y/ý
ser
estar
hi
s. XIII
predominio
uso escaso presente predominio
uso escaso
presente
s. XIV
se usa con ý
predominio
presente
s. XV
significado
de ‘suceder’
significado
de ‘suceder’
significado
de ‘suceder’
significado
de ‘suceder’
predominio
exclusivo
predominio
exclusivo
predominio
exclusivo
predominio
exclusivo
---
s. XVI XVIII
s. XIX
s. XX
-----
predominio
uso escaso
presente
ubicación
ubicación
puntual
durativa
vacilación
presente
ubicación
puntual
ubicación
puntual
---
presente
vacilación
presente
ubicación
durativa
presente
Por lo tanto, se puede comprobar que en castellano el verbo estar pasa a tener el
predominio exclusivo de las expresiones locativas (excepto cuando significa ‘suceder’ o ‘tener
lugar’) precisamente en el mismo siglo en el que desaparece el pronombre adverbial locativo de
la lengua. En catalán, en cambio, este pronombre nunca cae en desuso y estar nunca llega a
extenderse a todo tipo de expresión locativa puesto que ser se continúa utilizando para expresar
la ubicación puntual.
63
Podemos concluir que la relación entre la ausencia del pronombre adverbial locativo y la
mayor extensión del verbo estar para expresiones de lugar no es fortuita sino que la presencia de
dicho pronombre adverbial en las lenguas que lo conservan frena la extensión de estar en las
expresiones locativas. Por una parte es precisamente en las lenguas que han perdido el
pronombre adverbial locativo que estar se ha extendido a todo tipo de expresiones de lugar y por
otra parte en castellano estar pasa a usarse para todas las expresiones locativas justo en el mismo
siglo en que desaparece el pronombre ý.
No se puede decir a ciencia cierta si fue la desaparición del pronombre ý lo que causó la
extensión de estar o si en realidad fue la extensión de estar a los locativos lo que hizo que el
pronombre locativo cayera en desuso, puesto que ambos fenómenos parecen ocurrir más o menos
al mismo tiempo. Sin embargo, mientras que se han propuesto algunas explicaciones para la
desaparición de ý en castellano, por ejemplo la gramaticalización debido a la presión funcional
de los otros adverbios locativos ahí y allí (Sánchez Lancis 2001:116), no se ha ofrecido ninguna
causa para la extensión más completa de estar + locativo en castellano y portugués frente a las
otras lenguas romances. Por lo tanto, entendemos que es más probable que la desaparición del
pronombre locativo diera lugar a la extensión de estar a todo tipo de expresión locativa.
En cualquier lugar, lo que está claro es que en todas las lenguas romances se hace una
distinción entre los usos locativos y los otros usos del verbo copulativo. En algunas lenguas,
como el francés o el italiano, esta distinción se hace a través de un sintagma preposicional o un
pronombre locativo, mientras que otras, como el castellano y el portugués, la hacen con el uso de
dos verbos diferentes. El catalán se encuentra en un punto medio al emplear tanto un pronombre
locativo como un segundo verbo copulativo para la función locativa, con el resultado de que se
distingue en el catalán entre dos tipos de expresión locativa. Por una parte, las expresiones
64
locativas de tipo puntual se expresan con el pronombre o el sintagma preposicional y, por otra
parte, las expresiones durativas se expresan con el uso de un segundo verbo copulativo.
Con anterioridad al siglo XV, era frecuente el empleo de ser con el pronombre ý con el
significado de ‘encontrarse en un lugar’ como en los ejemplos (23) a (26) arriba. A partir del
siglo XV, en cambio, desaparece ý y se deja de usar ser para expresiones de lugar. Por lo tanto,
concluimos que mientras existe el pronombre locativo en la lengua se puede expresar el lugar
mediante el verbo ser más el pronombre locativo. Sin embargo, al desaparecer este pronombre,
el lugar se expresa cada vez más con el verbo estar.
65
CAPÍTULO 5
CONCLUSIÓN
De todo lo anterior podemos concluir que se han comprobado las dos hipótesis de este
trabajo. En primer lugar, a través del análisis histórico de los usos de ser y estar en textos
literarios, hemos visto que en líneas generales, en cuanto a adjetivos y participios de pasado, el
castellano y el catalán han seguido trayectorias parecidas, pero la evolución ha sido siempre más
lenta en catalán puesto que el catalán suele emplear los verbos copulativos de una manera
parecida a la de uno o dos siglos antes en el castellano.
En el caso de los locativos, en cambio, la situación ha sido más complicada. En el siglo
XV se estableció el predominio de estar que existe hoy en día según el cual todas las expresiones
locativas se expresan con estar excepto si se quiere expresar el significado de ‘suceder’ o ‘tener
lugar’. Sin embargo, el catalán, que suele seguir los mismos pasos que el castellano, nunca ha
llegado al empleo exclusivo de estar para los locativos. Al contrario, actualmente se sigue
haciendo en el catalán la distinción que se estableció en el siglo XV según la cual ser se usa para
expresiones locativas puntuales y estar para expresiones durativas.
La razón por la cual los locativos no han seguido la misma evolución que los otros usos
de ser y estar radica en su relación con el pronombre adverbial locativo hi/ý. Este pronombre,
que ha desaparecido del castellano, pero que sobrevive en catalán, es un factor importante en la
tendencia hacia estar en las expresiones locativas. En castellano la extensión de estar a todo tipo
de locativos no tuvo lugar hasta que hubiera desaparecido el pronombre locativo ý del idioma.
En catalán, en cambio, el pronombre aún existe y la extensión de estar nunca ha llegado al punto
66
que se ve en castellano, sino que se ha establecido una dicotomía de expresiones durativas
empleadas con estar por una parte y por otra parte expresiones puntuales empleadas con ser que
frecuentemente van acompañadas del pronombre locativo hi. También se ha podido comprobar
esta segunda hipótesis a través de un estudio comparativo de otras lenguas romances. Se ha
podido establecer, de esta manera, que las lenguas que emplean estar para todo tipo de
expresiones locativas son las lenguas que ya no tienen uso de un pronombre locativo, mientras
que las lenguas que continúan usando este pronombre no demuestran una extensión tan completa
de estar en cuanto a los locativos.
67
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71
APÉNDICE
1200s
1300s
1400s
1500s
1600s
1700s
1800s
Total
Lit
Oral
76
32
56
130
124
16
21
2
1
1
WORDS / PHRASES
1
ES_MUERTO
1200s
1300s
1400s
1500s
1600s
1700s
1800s
Total
Lit
Oral
19
29
11
39
112
52
55
WORDS / PHRASES
1
ESTÁ_MUERTO
72