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MARCO HISTÓRICO, SOCIOCULTURAL Y FILOSÓFICO DE
RENÉ DESCARTES (1596-1650) Meditaciones metafísicas (1641)
Marco histórico:
. Se produce la pérdida de los fundamentos y ello lleva a la duda, a la crisis y a la búsqueda de unos
nuevos pilares que sustenten la sociedad y el conocimiento.
El cisma religioso trajo como consecuencia la secularización del conocimiento y de la ciencia, basada
exclusivamente en la razón. Descartes busca establecer los fundamentos del conocimiento seguro más allá de
toda autoridad y tradición, más allá de todo saber transmitido, intentará fundamentar el árbol o edificio del saber
desde él mismo. Descartes se alistó en ella como voluntario, deseoso de tener nuevas experiencias y de “leer en
el gran libro del mundo”. Estos conflictos religiosos indujeron a los pensadores racionalistas a la búsqueda de un
Dios filosófico que fuese ajeno a las disputas religiosas; el Dios cartesiano es ante todo, en su infinita bondad,
garante de la verdad.
La razón humana es una y la misma para todos los seres humanos; este principio, cartesiano y
racionalista, de la unidad de la razón garantiza que el saber también sea uno: hay una sola ciencia con diversas
ramificaciones y, por tanto, un único método científico aplicable a todas las ramas del saber. Se pretende fundar
un saber absoluto, una filosofía única, de valor universal que fuera aceptada por todos.
Marco socio-cultural:
Descartes propondrá frente al servilismo en el conocimiento y dependencia de la autoridad y la tradición,
la autonomía de la razón. En Descartes la razón tiene total independencia, el criterio de verdad se basa en la
evidencia (claridad y distinción) con la que se le presentan a la mente las ideas frente a la filosofía escolásticotomista que toma la fe/revelación como criterio de verdad.
En Francia, donde se educó Descartes, los jesuitas1 ejercen una notable influencia religiosa e intelectual. Él
estudió en el colegio de La Flèche, donde había conocido la filosofía escolástica. Desengañado de sus estudios y
de la variedad de opiniones y escuelas filosóficas, se propone encontrar un método como el matemático, que
haga de la filosofía un saber definitivo. La finalidad que persigue en convertir a la filosofía en una fundamentación
para todo el saber, una ciencia en la que no quepa el error y acabe con la diversidad de teorías.
El Discurso del método de Descartes fue una de las primeras obras escritas en francés, con lo que se
expresa la renuncia por parte de este filósofo a la filosofía escolástica y su deseo de llegar a un mayor número
de lectores
Descartes a través de su duda metódica ante la posibilidad de que los sentidos nos engañen. (también
presente en la duda cartesiana ante la imposibilidad de distinguir la vigilia del sueño)
. Descartes formuló una teoría sobre el mundo físico (sustancia extensa) denominada mecanicismo que
intenta explicar el mundo como una gran máquina y que será precursora de las concepciones materialistas
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posteriores como la de La Mettrie en su obra El hombre máquina. En el universo cartesiano, todo se reduce a
materia y movimiento, del cual es Dios causa primera. En el universo de Descartes no hay causas finales (noción
clave en la ciencia aristotélica): todo se explica por leyes mecánicas. El mundo, una vez creado, marcha solo
según estas leyes. Este mecanicismo es extiende incluso a los cuerpos vivos, a los que Descartes concibe como
autómatas sin alma; en el ser humano hay dos sustancias separadas: cuerpo y alma, dos sustancias
absolutamente heterogéneas e independientes, una sometida al determinismo y otra en la que el atributo
fundamental es la libertad.
Descartes consideró siempre que la razón que opera sin método se encuentra alejada del camino de
descubrir la verdad.
Un hecho tuvo singular importancia en la vida intelectual de Descartes: su conocimiento de. Descartes
tuvo miedo de que algunas de sus ideas pudiesen ser objeto de un juicio parecido y, por ello, decidió no publicar
su Tratado del mundo.. La filosofía cartesiana tenía ya un éxito fulgurante y estaba rodeada de polémica. Sólo
unos años más tarde, en 1637, publicó una parte de su obra científica, Dióptrica, Meteoros y Geometría,
precedida, como introducción metodológica, por el Discurso del Método. Es probablemente el miedo que tiene a
la censura el que le hace publicar esta obra de forma anónima, aclarando insistentemente en el capítulo
segundo, que sus intenciones no son otras que las de reformar su propio conocimiento y que desaconseja a todo
el mundo que haga lo mismo y, en la cuarta parte, le llevarán a destacar la importancia de Dios como garante de
cualquier conocimiento. Sin duda, lo contrario podría haber sido entendido como una llamada a una especie de
revolución absolutamente inaceptable para las autoridades de la época. Todas estas “precauciones” le sirvieron
de poco. Aunque evitó siempre la discusión sobre temas religiosos, en 1643 es acusado de ateísmo y
pelagianismo en la propia Holanda donde había escrito en 1641 Meditaciones metafísicas. 2
Marco filosófico:
Esta nueva mentalidad se plasmó en el racionalismo, iniciado por Descartes. Descartes parte de una
duda metódica, no escéptica; pone en duda todo conocimiento comúnmente aceptado, ya sea por tradición, por
la fe o por la autoridad, pero esta duda tropezará con una primera certeza de la que no es posible dudar y que
tiene su origen en la duda misma: la propia existencia del sujeto que piensa y duda, según Descartes la razón
humana, que muestra al hombre el camino del bien, debe ordenar y someter las pasiones a su control
consiguiendo así el ideal de autodominio. Ante la imposibilidad de establecer inicialmente y de forma definitiva
los principios que deben regir su vida práctica, se propone una moral provisional que pueda servirle mientras
elabora su sistema. Es una ética del sentido común que renuncia a ser crítica con la moral tradicional, la religión
o la política.
Descartes consideró que la enseñanza escolástica que había recibido sembraba de dudas la inteligencia,
pues recogía muy variadas opiniones, muchas de ellas contrapuestas; por ello se propuso hacer epojé
(suspensión de juicio) de todo lo aprendido., Descartes, sin embargo, ya no piensa desde Dios, sino desde sí
mismo; antes Dios era el punto de partida de la reflexión; ahora será la conclusión del pensamiento (la existencia
del yo es la primera verdad en el orden gnoseológico; la existencia de Dios se deduce a partir de ella, aunque
sea primera en el orden ontológico).. La proclamación que hace Descartes de la invalidez de la filosofía anterior,
le llevó a una actitud de extremada cautela: hay que dudar de cuanto sea inseguro, hasta encontrar una verdad
inconmovible que soporte con firmeza la filosofía de nueva construcción en la que está empeñado. Descartes
rompió con la filosofía de su tiempo y proyectó hacer un sistema nuevo. Por eso Descartes se propuso dotar a la
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filosofía de un nuevo método que permitiera descubrir verdades claras, ciertas y demostradas racionalmente.
Toda la filosofía debía adoptar un solo método, el matemático, para constituir un todo orgánico, un sistema
racional único, una sola ciencia universal. Se apartó, por tanto, del aristotelismo y de la escolástica, que
sostenían la existencia de distintas ciencias, con objetos y métodos diferentes. 3
Descartes coincide con la filosofía racionalista al señalar la preocupación constante por el método,
inspirado en la ciencia matemática; por la construcción del saber por medio de la intuición y la deducción,
desestimando el valor de la experiencia sensible; al destacar la importancia del sujeto que se convierte en
fundamento de toda la metafísica y de todo el saber (las cosas reales no son el verdadero objeto de
conocimiento, sino las ideas); la realidad es entendida como sustancial, aunque en un sentido distinto al de
Aristóteles o la escolástica.
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