Download Recursos periodísticos de los señores LE Nieto Caballero y Enrique

Document related concepts

Cinco solas wikipedia , lookup

Magisterio de la Iglesia wikipedia , lookup

Tradición apostólica wikipedia , lookup

Catolicismo liberal wikipedia , lookup

Liturgia católica wikipedia , lookup

Transcript
il
/
Recursos periodísticos
L. E. Nieto Caballero
Enrique OIaya "errera
y
Recursos teológicos
••
los Jesuftas
Con las debidas
licencias.
BOGOTA
Imp. del Corazón
1916
de Jesus
Recursos periodísticos
de 10•• eùore.
L. E. Nieto Caballero
y
Enrique Olaya "errera
y
Recursos teológicos
de
los Jesuítas
Con las debidas
licencias.
Sr. D. L. E. Nieto Caballero:
Redacción de .El Espectador.
Bogoth.
MI/Y sellar mio:
Lo prometido es deuda, y recordará usted
cómo en mi contestación a su artículo cReverenda Paere» le prometí avisarle oportunamente la hora de mi conferencia vespertina
del día 7 de mayo en la Iglesia de San Ignacio Hoy tengo el honor de poner en su conoc'imiento que la conferencia tendrá lugar a
las seis y media p. m.
Su excesiva benevolencia lo ha llevado al
extremo de atribuir a delicadeza mia el trasferir la plática de la maflana para la tarde,
privando .... No, Sr. Nieto Caballero, no hay
ta/ trasferencia. Si usted lo desea, pl/ule acudir a las dos plátic{!s. ¡Ho/garia sa~l; cuál
de las dé -<posiciones habrá sido más de su
agrado a
jer cuál de las dos le ha desagradado m¡;,lOs!
Otra advertencia deseo hacerle. La contestación a Sil pregunta no ha podido salir en
el número del .Mensajero. correspondiente al
mes de mayo, porque el Qcho del mes anterior suelo enviar mis cuartillas a la imprenta.
El diferirlo para junio me ha parecido demasiado. Por eso he optado por dar cumplimiento a mi promesa, publicando en un nuevo opús-
-2culo la contestación a sus preguntas en ef
articulo -Reverendo Padre- y las que otros
me han hecho en relación con el mismo asunto.
En cuanto al otro articulo de usted -Recurcursos teológicos- creo que con más acierto
lo hubiera usted podido llamar -recursos periodísticos;- pues no merece otro nombre, ese
distraer la atención del objeto de la polémica
y fijar tanto su penetrante ingenio en los.
manifiestos descuidos del cajista.
Hasta el domingo, siete de mayo, en el que
ojalá la ternura, con que el buen Pastor va
en busca de la oveja descarriada, y la fiereza
con que ataca a los lobos, muevan su corazón a entrar en ese redil, fuera del que no
hay salvación eterna ni tranquilidad temporal.
De usted afmo. y ait.."s.s.
MIGUEL MONTOY A
S.
J.
eonsultas
I-L. E. Nieto Caballero. -En las citas que
V. R. hace están precisamente aquellas palabras del Salvador, que ordenan se adoctrine
a los gentiles, precisa oírlo bien, a los gentiles, contra las cuales pecan los que lie abstienen de enseñar en un colegio diz que porque hay en él "ideas tan radicales como el
hombre público con cuyo nombre es conocido." ¿En dónde está la disposición de Cristo,
en virtud de la cual sólo pueden ir a beber
en la fuente de la salud, de donde brotan sus
palabras divinas, los copartidarios del General Max. Neira, para concretamos al caso del
Tolima? ... ¿Está bien que un Prelado no
atienda la solicitud, que se le hace; para que
envíe un sacerdote a un Colegio? (El Espectador n. 1847, correspondiente al 12 de abril
de 1916.)
Respuesta.
¿Por qué, Sr. L. E. Nieto Caballero, precisa oirlo bien, -a los gentiles? O ¿es qué usted esa palabra gentiles, con que Cipriano
de Valera traduce la latina gentes, la toma en el
sentido restringido de idólatra o pagano, a
cuyos oídos no ha llegado aún la doctrina de
Jesucristo? Si así fuera ¿cómo explica los innumerables pasajes del antiguo testamento,
v. g. Exod. c. 19 v. 6, Ester. c. 10 v. 9, Cien.
.
c. 12 v. 2 •••• e:1 :os 'tue ••: mismo PU{;o.o de'"
-4Israel se le llama gens? Mas, dado caso
que asi fuera, vea, Sr.' Nieto Caballero, cómo
Jesucristo quiere que se evangelice a esos
gentiles, cuando no quieren recibir a los evangelistas ..
Abro el evangelio de S. Lücas y en el
capitulo 10 v. 10-16 leo, en la antigua versión
de Cipriano de Valera.. cEn cualquier ciudad donde entrareis y no os recibieren, saliendo por sus calles decid: Aun el polvo que
se nos ha pegado de vuestra ciudad a nuestros pies, sacudimos en vosotros: sabed empero que- el reino de los cielos se ha llegado
a vosotros. Y os digo que los de Sodoma
tendrán más remisión aquel dia que aquella
ciudad. IAy de tí, Corozainl IAy de tí, Bethsaidal que si en Tiro y en Sidón hubieran
sido hechas las maravillas, que se han hecho
en vosotras, ya dias ha que sentados en
cilicio y ceniza se habrfan arrepentido. Por
tanto Tiro y Sidón tendrán más remisión
que vosotras en el juicio. Y tú, Capernaum,
que hasta los cielos estás levantada, hasta
los infiernos serás abajada. El que a vosotros oye, a mi oye; y el que a vosotros
desecha, a mi desecha; y el que a mi desecha, desecha al que me envió.He aquí la conducta, que el mansisimo Jesús ordenó a sus discfpulos que observaran
con los que. no atendian a su doCtrina. Y vea
el Sr. L. E. Nieto Caballero cuán conformes
con esta conducta de Jesucristo son las disposiciones de la Conferencia episcopal de Colombia.
c76. Importa no menos que los padres de
familia, los párrocos y confesores tengan un
criterio seguro para saber a qué escuelas y
•.colégios, entre los privados, pueden ser enviado~ los niños y los jóve~es~ ..
o
.
o
-"-
'
•
-577. Con tal fin cada Prelado dará aprobación ¡expresa a las escuelas y colegios
privados que lo soliciten, siempre que sus directores se sujeten a las reglas siguientes:
78. a) Hacer, en presencia
del ordinario
diocesano o de un sacerdote delegado por él,
la profesión de fe prescrita
por el Cùncilio
Plenario de la América latina. (Dice asl: eYo
N. N. creo firmemente y profeso todos y cada uno de los misterios de nuestra religión y
todo lo que nos manda creer la santa madre
Iglesia. Del mismo modo detesto y condeno
todos los errores condenados
por la Iglesia
católica apostólica romana. AsI Dios me ayude y proteja. Amén-).
79. b) Establecer las prácticas de piedad
propias de todo cristiano
y que el ordinario
les señale.
80. c) Hacer que a los alumnos se dicten
clases de religión por un maestro nombrado
por el ordinario
o expresamel1te
aprobado
por él.
81. d) Reconocer
el derecho
que tiene el
Obispo de inspeccionar
por sI o por medio
de un delegado, la marcha del establecimiento
en lo moral y religioso, y de objetar la designación de los catedráticos y de los textos
adoptados,
cuando constituyan p_eligro para
la fe o las buenas costumbres de los disclpulos •.
N o me negará el Sr. Caballero que el negarse a cualquiera
de estas condiciones
es
sencillamente no recibir a los enviados de Jesucristo; y que serIa vergonzosa traición el
que ante los padres de familia apareciera con
la aprobación del señor Obispo un colegio,
en el que se desconocieran cualquiera de esos
Imprescindibles
derechos
de la Iglesia. Si,
pues, los Srs. Obispos
de Colombia
pudie-
-6.Fon y debieron conforme a Jas enseñanzas de
.Jesucr.isto determinar las condiciones de los
colegios, que pudieran
presentarse a los ca·
tólicos corno aceptables para la.cristiana educación de sus hijos. y reprobar, condenar
'1
prohibir los colegios Americanos, la Uni~r81dad Republicana,
el InstitU'to Politécnico
de
Bogotá,
el Liceo Mercantil
y el Instituto
.Aponte de la misma ciudad (nn. 36 y 37); no
podía el Ilmo. Sr. Perdomo prescindir de esas
mismas cor,diciones al tratarse de la escuela
Murillo Toro.
Ni fueron otras las exigencias de tan benemérito Prelado; y al ver negada su autoridad de Pastor, no sacude el polvo de sus
sandalias, como pudiera,
condenando in fra·
ganti la escuela Murillo Toro, sino que se limita a erogar en el Señor a los padres de familia se sirvan retirar a sus hIjos de dicho
establecimiento,
si el Director a Directores de
él no modifican
el fin y naturaleza de la
escuela de êonformidad
con las condiciones
que la Iglesia les exige."
cEl Director de la escuela Murillo Toro,
dice el Ilmo. Sr. Perdomo, solicitó un sacerdote como profesor de la clase de Religión
que querran recibir algunos
niños de la escuela; exigfle .como condiciones para acceder
a su n.etición, las establecidas
en la Conferencia Episcopal de Colombia en los números
78 y siguientes.
Aunque no he recibido res·
puesta,
sé que en el Cronista la ha dado
diciendo que no se puede someter a las condicionES, que le he exigidQ, porque pugnan con
su carácter de liberal y con el carácter liberal del establecimiento.
Ahora bíen, como las
condiciones,
que he exigido, se refieren úni·
carnente a poner en salvo la fe, las buenas
.costumbres y....Jas prácticas esenciales del cris,:,
-7tiano,· negarse a tceptarlas
es simplemente profesar que la escuela Murillo Toro es una es·
cuela laica, semejante a las de origen masónico, que tienden a descristianizar
a lOi niños haciéndolos
primero indiferentes,
para
prepararlos luégo a la apostasía, con el peligro cierto de su eterna condenación.
Por estos motivos y guiado sólo del deseo de conservar a los niños en la pureza de la fe cristiana y en la integridad
de las costumbres,
me dirijo a usted, invocando su amor de padre, para rogarle en el Señor, se sirva retirar a su hijo de dicho establecimiento,
si el
Director o Directores
de él no modifican el
fin y naturaleza de la escuela de conformidad
con las condiciones,
que la Iglesia les exige.»
n-L. E.Nieto Caballero .• Su Reverencia mis-
ma habla de que todo articulo que no cuadre
dentro de las enseñanzas católicas debe merecerle a su auior «una prolongada estancia
en el Panóptico» y señala a un periodista como «acreedor alodio de todo buen colombiano» ¿En qué parte de las enseñanzas divinas
halld eso su Reverencia»? (Lugar citado).
Si en vez de mirar en el Sr. L. E. Nieto Caballero un homLre que ávido de la verdad no recela en manifestar todos sus pensamientos con la ingenuidad y docilidad de un
candoroso niño, llegara a imaginármelo,
cual
pudieran sonar sus palabras, como uno que de
igual a igual arguye¡ me contentaría
con decirle: abra U. el primer manualito que encuentre de Etica, Historia eclesiástica
y Derecho
canónico. En el primero comprenderá U. que
si ha de ir aliada la sociedad civil con la religión, no puede aquella dejar impunes los
delitos contra la Religión cometidos.
La historia eclesiástica le demostrará que desde los
Apóstoles
hasta Benedicto XV no han deja-
-8-do los Vicarios de JesucristÓ y los sucesores
de los Apóstoles de anatematizar y execrar
los errores de todos los tiempos y de aplicar
penas espirituales y temporales a los heresiar-<:asy enemigos de la Iglesia. El derecho canónico en su ampllsimo tratado «De las penas,. satisfará toda su, curiosidad respecto de la naturaleza, fin, legitimidad, aplicación de las pena~, que la Iglesia,
como sociedad perfecta que es, puede imponer a sus súbditos .
. Pero ya que como humild~ discípulo, asl
quiero suponerlo, me pregunta los fundamentos, en que me apoyé, para afirmar «que todo articulo, que no cuadre dentro de las enseñanzas católicas debe merecerle a su autor
una prolongada estancia en el Panóptico y
señalar a un periodista como acreedor alodio
de todo buen colombiano, paso a exponérselo de una manera sucinta remitiéndole para
más amplias exposiciones a cualesquiera textos de Religión, Teologla fundamental, Derecho Canónico. No dejaré sin embargo de notar que no reflejan sus palabras el sentido
exacto de las de mi conferencia. En ella dije: «En esta misma semana se ha expresado
(<<Gil BIas,.) en términos tales que le hacen
acreedor alodio de todo buen colombiano,..
Según las más rudimentarias nociones de gramática, el acreedor alodio
de todo buen colombiano no es el periodista, sino el periódico. AsI quizás no se hubiera U. admirado
tanto de mi frase, ya que parece embebido
en la idea (Ique tuve muy presentel) cristiana: Parcere personis, dicere de vitiis: Atacar
y odiar a los vicios, perdonar a las personas.
En aquel otro párrafo, al que U. indudablemente alude: .Si toda calumnia contra el clero y otras personas respetabilísimas de la so-
-9~iedad, si todo artfculo irrespetuoso contra la
religión hubieran de pagarlo
con la plata de
su bolsillo o con prolongada estancia en el
panóptico; dejarían de ser los buenos como
aquella degradada turba de esclavos
que se
dejaban azotar en el circo romano-; en este
párrafo, repito, según las más rudimentarias
nodones de dialéctica, ya que es una proposición condicional
-no se afirma la existencia
de la condición ni la del condicionado,
sin'o
el nexo de éste con aquella.- Y ¿se atreverá
a negarme el Sr. L. E. Nieto Caballero, que
U. mismo confrontaría más sus artículos, antes de publicarlos, con los libros de teología
't cánones y filosofía e historia, si cualquier
mexactitud
hubiera de pagarla, no ya -con
plata de su bolsillo, o con prolongada estancia en el panóptico» sino con una mera retractación en el número siguiente? Pero vengamos a la consulta tal cual U. la expone.
Abro de nuevo los sagrados
Evangelios y
leo en el de San Mateo cap. 18 v. 17 -y si
no oyere a ellos, dilo a la Iglesia; y si no
{)yere a la Iglesia, tenle por un étnico y publicano.» Y ¿sabe el Sr. L. E. Nieto Caballero el alcance de estas palabras de Cristo Nuestro Señor? Negaban en el siglo V los donatistas a la Iglesia o a la sociedad civil el derecho de imponer penas temporales para la
defensa de las leyes de la Iglesia; y San Agustín en la epístola 133 a Marcelino, tribuno de
Africa, le alaba porque castigaba a los Donatistas cazotándolos
con varas, cuyo castigo
suele emplearse, no sólo por los maestros de
las artes liberales, sino también por los mismos padres, y muchas veces también por los
Obispos en los juicios-.»
En el siglo XIII resucitó
Marsilio
de Pa-<lua el error de los Donatistas
negando a la
-10Iglesia el derecho coactivo fin la venia del
emperador; y el Sumo Pontifiee juan XXII en
su bula dogmática -Licet,. después
de citar
las precedentespalabras
de Jesucristo (S. Mat.
c. 18 v. 17) prosigue:
.Aún consta, como se
lee a1U: que si alguno hiciese indebidamer1'te
daño a otro, y no qutsiese
enmendarlo
al
prescribírselo
la Iglesia,
que ésta en virtud
de la potestad que Cristo le ha concedido,
puede compeler al tal por medio de la excomunión a que 10 haga, lafcual potestad
es
ciertamente coactiva. Sobre esto debe advertirse que como la excomuni!'>n mayor no sólo
aparta al excomulgado
de la recepción de los
sacramentos,
sino que también le excluye de
la comunión de los fieles. es una coacción
corpoÚtl de la Iglesia permitida por Cristo,.
Más tarde los albigenses,
valdenses y demás innovadores,
después los jansenistas
y
por último los liberales se han escandalizado
de esta potestad coactiva de la Iglesia y ést3 no ha cesado de defender sus derechos
radicados en la voluntad dejesucristo.
El Concilio Tridentino
ses. XXV c. 13 de reformo
dice: ·Séales permitido (a los jueces eclesiásticos de cualquiera dignidad), si les pareciese
conveniente,
en las causas civiles pertenecientes de cualquier modo al fuero eclesiástico,
proceder contra cualesquiera, aunque sean legos, por medio de mullas pecuniarias.,.
Pío VII en su constitución dogmática Auctorem fidei, en la condenación
de la proposición cuarta del Sínodo de Pistoya,·'@
la
cual se aseveraba que seria abuso de la au-
toridad de la Iglesia ... exigir por la fuerza
la sujeción a sus decretos,. el Sumo Pontifice
dice: -En cuanto pre~ende' que Dios no h,
conferido a la Iglesia la potestad, no sólo Qe
dirigir por m,edio de c_o~!ejos y persuasiones,
-11sino también de mandar por medio de leyes
y reprimir y obligar a los extr1:lviados y contumaces en juicio externo, con penas saludables ... la cual conduce a la teoría en otro
tiempo condenada como herética .•
En la encfclica cQuanta cura- de 8 de DIciembre de 1864 en la cual se condenan los
errores dominantes, se enumera entre estos la
doctrina de los que enseñan que lÍo compete
a la Iglesia el derecho de obligar con penas
a los violadores de sus leye:,. Y en el Syllabus del mismo Plo IX se encuentra la proposición XXIV entre las condenadas:
cLa Iglesia no tiene poder de emplear la fuerza, ni
posee directa ni indirectamente
poder alguno
temporal.Pero no sólo cuidó la Iglesia de mantener
inconcusa
su autoridad
para imponer a los
fieles penas temporales, sino que en la práctica impuso: las pccuniarias,
la de servidumbre, ta deportâción a algu.l país, el dcstierra de alguna provincia, la cárcel perpetua,
la reclusión en un monastcrio, los azotes. Si
quiere el Sr. L. E. Nieto Caballero ver documcntos históricos sobre esta materia consulte a Vittadini (Diritto publico eclesiastico vol
2 pág. 310 Y sig.) y a Nannetti (Gius publico eclesiastico vol. 2. pág. 185 Y sig.)
III--Católico sincero. ¿ Se puede leer con
conciencia tranquila cEl Espectador.
de Bo-
gotá?
E:t el N°. 135 de la Conferencia
episcopal
de Colombia nos dan esta norma los Prelados puestos por el Espíritu Santo para regir
la Iglesia: cPara que los pastores de las almas, sobre todo en casos dudosos,
puedan
entender' fácilmente
cuáles son los libros o
escritos,
que deben quitar de manos de los
fieles, aunque nominalmente no estén prQhi-
-12bidos, tengan por infectos, no solo aquellos,_
que expresamente
contienen herejfas, errores,.
impiedades u obscenidades,
sino también to-dos los que admiten, defienden o sostienen,
doctrinas contrarias, sea como fuere, a la fe,
a la moral a a la piedad cristiana.
Ordenen por consiguiente,
que deben evf-·
tarse en general todos los libros y opúsculos, y aun hojas sueltas y periódicos de pequeñas dimensiones,
en que los enemigos de
la Iglesia y los adversarios
de la libertad.
cristiana
son celebrados
con epltetos
laudatorios; los que tienen resabios
de superstición y de paganismo; los que atacan el buen
nombre del prójimo,50bre
todo de los eclesiásticos y de los gobernantes;
los contrarios
a las buenas costumbres
y a la disciplina
cristiana, a la libertad, inmunidad, y jurisdic-ción eclesiásticas: ...•
Es ast que cEL Espectador. de Bogotá
1) Llama anticristianas
las decisiones
del
Concilio Plenario latino-americano:
2) Condena como arbitraria la inspección'
de las escuelas mandada a los Obispos por
los Concilios de la Iglesia:
3) Señala como fruto de la prohibición de'
determinados
colegios el retroceso o el estancamiento,
señalando asf a la Iglesia como
enemiga del verdadero progreso,
a la fe como contraria a la razón:
4) Llama fanáticos a los profesores católicos:
5) Se burla de los_ sacerdotes en general
Ilamándolos soberbios,
intolerantes y pretenciosos de infalibles:
6) Afirma que queremos los católicos tener
por herética toda censura:
7) Calumnia a los fieles cuando afirma que
-13~e atribuyen a 51 mismos la misma infalibilidad que a la Iglesia:
8) Calumnia a los católicos cuando asegura que apenas se ha reconocido
la infalibilidad de la Iglesia:
9) Calumr:ia a los fieles cuando parece in~invar que este dudoso reconocimiento
de la
infalibilidad sólo se ha tenido para la Iglesia
discente y no para la docente y para el Romano Pontífice:
10) Sostiene la proposición
80 condenada
en el f'yllabus:
Il) Ridiculiza el modo de proceder de la
Iglesia al lanzar sus anatema~ contra los herejes:
12) Señala como único campo de la autoridad doctrinal de la Iglesia los antros de los
infieles:
t 3) LI ama desertores a los Prelados:
14) A CU5a a 105 Concilios y a los Papas
de haber modificado
las enseñanzas
de Jesucristo:
.
15) Falsea el motivo de la conducta
del
Sr. Perdomo y la presenta como contraria
a
la de Jesucristo:
16) Censura las magistrales conferencias de
Monseñor Carrasquilla:
t 7) Parece sostener el más crudo mdiferentismo
copiar sin anotación
ninguna la
carta del
clor Marco A. Ochoa al Ilmo.
Sr. Perdomo:
18) De una plumada, sin prueba ninguna,
ataca a todo el Episcopado
Colombiano:
19) Asegura que alguno
de sus propios
redactores
profesa doctrinas condenadas
por
los Obispos;
20) Llama miserables
a los laicos que no
aceptan un duelo por motivos fundados
en
sus creencias religiosas:
-14Afirmaciones todas contrarias «a la fe- o
la disciplina eclesiástica- o «al buen nombre de los eclesiásticos-.
Luego ....
¿Qué juzgar de un periódico, en el que en
menos de un mes, sin observar todos sus números, sin analizar todo el contenido de los
números examinados, se encuentran veinte
cosas que observar y algunas tan fundamen':
tales?
Porque todas esas afirmaciones se encuentran clara y terminantemente expresadas en
sólo los siguientes artículos de «El Espectador-: «Qua vadis?- del 22 de marzo, «Parábolas - de 26 de marzo, «Monseñor- de 6
de abril, «Recursos teológicos de 18 de abril.
Si analizáramos todos los sueltos y gacetillas, si examináramos todos los telegramas ¿es
creíble que los encontraríamos todos libres
de virus antirreligioso y anticatólico?
¿Qué criterio se formará el que sin estudios previos de filosofía y teología lea de
eontinuo tal periódico?
¿Pélsearíamos tranquilos por una calle en laque hubiese un porcientaje parecido de atacados de enfermedades contagiosas?
O ¿es que vale más la vida del cuerpo que
la del alma? Repasad de nuevo la proposición mayor, que nos dan nuestro') amadfsimos
Prelados; reflexionad sobre la~ veinte partes
de la menor; y cual si os hallarais en la hora
de la muerte a en el momento del juicio particular a universal dejad que vuestro buen
entendimiento saque la conclusión ....
IV-Miqueta. «¿Por qué no aceptó V. R. la
discusión verbal y pública? ¿No adivinó V.
R. que al Sr. L. E. Nieto Caballero le gustaria más «esa especie de 'sesión solemne, con
flores, b;: 1deritas, mucha' gente, si posible,
c(l
lt
--15con música?Respuesta.
No se imagine usted que he rehusado tal
forma de debate por estimar que sea menor
la sabiduría del Sr. L. E. Nie'to Caballero que
la de los Srs. Cano, OIaya Herrera, Ancfzar
de nuestra invitación patriótica. Nada más ajeno de mi intención; sé que toda comparación
es odiosa. Fuera de que tal comparación no
pudiera de manera alguna influir en que aceptara o rechazara tal forma de debate; allí de·
bían actuar de maestros los Srs. Cano, Olaya Herrera, Ancízar .... aquí se ofrecía el Sr.
L. E. Nieto Caba!lero a hacer el oficio de
discípulr.
,:Qliél!
11:1 exigido jamás mayor
caudal de conocimientos en el dise/pula que
en el profe~;or?
La razón es mucho más sencilla ....
Porque esta discllsión era para mí mucho
más importante, mucho l1~á:; ~;eria que la provocada anteriormclilè sobre los métodos de
enseñanza e ineptitud de los profesores religiosos. Y aÚn rcsuenan en mis oidos todas
aquellas fra:,es con que El Espectador llamaba a un debate en esa forma «cómico examen» «sainete joco-didáctico-.
Si el 28 de
marzo no más -la preocupación-acaso
infundada-de
Gue el problema de la educación
pública en Colombia debe siempre tratarse en
serio. y el temor de que pudiera acabar «a
golpes de tubo de acueducto. sugirieron a los
de El Espectador la «excusa patriótica- para
no aceptar nuestra b:::¡ intencionada y «patriótica invitación» ¡Ina me daban derecho a
temer otra -patriót:ca excusa- del Sr. L. E.
Nieto Caballero tratándo~e de materias más
serias y que más profundamente conmueven
y agitan las multitudes? Además él me ofrecía
en primer término la exposición en una plática;
j
-16j
éste es el medio más usado en la oratoria
sagrada; creo que no hay que culparme por
la elección.
Bogotá, 25 de abril de 1916.
M 'QUEL MONTOY A, S.
J.
PENSAMIENTOS
MOVIBLES
E IDEAS FIJAS
En el .Diario Nacional" sonó el clarín
que tocaba la retirada del combate, apagamos los fuegos del otro lado, creyendo
leal al adversario;
cuando he aquí que
sonó un caftonazo, disparado por el Dr.
Olaya Herrera desde la revista «Cromos-.
y asegura que, .cuando pudo esperarse
que un rayo de luz viniera hasta estas remotas regiones del universo, sólo vemos
una nueva chispa par" la hogurra en que
voluntariamente no:, .mos
consumiendo,"
y afirma que la ira sa. ta lanzó esa chispa.
No, Dr. OIaya, esa chispa incend~aria salió de las hogueras republicanas; fue lanzada por el Sr. Ancízar en el ·Diario Nacional,- con anuencia voluntaria del Director¡lfque no es menor de edad, y fue
propagada por «El ~spectador.,.
Nosotros
nos limitamos a repeler las chispas a fin
de que no incendiaran
nuestros campa-
mentos.
-18Según confesión propia, usted venía luchando al lado de todos los periodistas
por la reforma de la ínstrucción pública
desde que fundó su periódico; los religiosos callábamos mientras esa campana permanecía dentro del terreno de la politica,
sólo interrumpimos el silencio, cuando se
nos trató de analfabetas
y retrógrados.
Dr. Olaya, cuando arroje la piedra,. o vea
que sale de los suyos, no esconda la mano ni acuse a los inocentes, conserve su
valor característico para asumir responsabilidades.
Incoloros-No es cosa nueva, ya hace
mucho que una voz hien autorizada llamó
a los republicanos grupito de incoloros: las
ideas de éstos se parecen mucho a las
que profesan los partidos que se dan el
pomposo título de progresistas.
Tales hombres a~rman que no hay verdad
absoluta, sino que todo es relativo; que
no debemos ser inflexibles como la corriente de los ríos, antes bien, debemos
plegamos siempre a las circustancias. Los
que no St' muevan al compás que ellos
les toquen, los que no se nutr-an de ideas
elásticas, los que no renieguen del credo
religioso y político que de niños 'aprendieron; son oscurantistas, retrógrados, analfabetas.
No es otra la idea que envuelven las siguientes palabras del Dr. Olaya Herrera:
cesos mismos hombres que sobre el puente de un navio inglés o al abrigo car:inoso de un hotel parisiense, fueron como la
--19encarnación de pensamientos que al realizarse conduciría a esta república por camino de venturosos destinos, tornan a su
regreso a la patria, a ser los mismos vehementes luchadores, aferrados a los prejuicios que como sombra funesta arrojan
sobre nosotros cuatro siglos de vida colonia!.»
Verdaderamente,
si al pie del artículo
no se leyera el nombre del Dr. Enrique
Ohya
Herrera, nos resistiríamos a creer
que los conceptos antes citados eran suyos. No veo por qué el puente de un navío inglés y el abrigo carifioso de un gran
hotel parisiense puedan formar esa encarnación de pensamientos en e/ turista colombiano, hasta el punto de modificar sus
ideas y quebrantarie
el carácter de noble
luchador.
Esas trasformaciones podrán, tal vez, operarse en algún campesino sin ta/enta y sin estudios, deslumbrado momentáneamente por
fenÓmenos de óptica.
Matices-Para que vea, Dr. O/aya, que
en la capital de Francia también hay concepción de pensamientos sublimes para refutar las doctrinas del partidito incoloro,
oiga cómo describe el P. Félix, desde /a
cátedra de Nuestra Se fiara de París a sus
correligionarios de Ud. de allende los mares.
y lo invito a escuchar las palabras del sabio orador, y no al puente de un navío
inglés ni a un gran hotel parisiense, porque el olor a aceite del primero y los vapores de los manjares en el segundo, nada
-20dirfan a su clara inteligencia.
cSi no tenéis como primera base, dice
el orador, principios absolutamente ciertos
¿sobre qué pensáis asentar esa ciencia cuya grandiosa arquitectura nos anunciáis, y
cuyo elegante peristilo trazáis de antemano en' vuestras obras?«¿Sobre qué? Ah, sellores, oíd con profundo recogimiento la palabra sacramental
de la crítica anticristiana: cLa verdad toda
entera sólo se encuentl,a en los matices-o
El matiz y siempre el matiz. Ved aquí el
punto de partida de esta ciencia tan fina,
tan flexible, tan delicada, tan fugaz tan
impalpable, que se sustrae a las miradas
de la razón popular, para ocultarse tras
alguna nube tornasolada, a través de la
cual en vano intentaréis buscar el punto
que separa un color de otro, porque no
descubrís sino matices que se confunden.cEsta imagen os pinta la nueva crítica
èn toda su realidad-.
«A fuerza de analizar y descomponer
,la luz con el prisma de su genio, os presentan no verdades íntegras y comple~as,
sino mitades, tercios, cuartos, décimos o
centésimos de verdades;
una especie de
polvo de verdad que ciega como el polvo
del error; y en el que distinguís
cuando
mucho, en medio de esos resplandores fugitivos, realidades
indecisas; menos aún,
sombras flotantes de vaguedad infinita-.
«Con este procedimiento veréis cómo lo
que ·lIamabais falso no es sino un matiz
de la verdadero, la que llamabais feo es un
-21matiz de lo bello, la que llamabais mal es un
matiz del bien, .... que la blanco es un
matiz de la negro y la negro de la blanco- .... Mas como la ciencia según los verdaderos sabios, ces la verdad de los principios manifestada en las conclusiones; esa
escuela de los matices que niega la verdad
absoluta, y por la tanto carece de principios fijos y conclusiones ciertas, debiera
tener pudor para no presentarse como científica.
c¿Cuál es el teatro, cuáles los actores
de esta nueva guerra? Se hace bajo todas
las formas de la literatura; en el drama, el
folleto, la novela, la revista y el periódico .... ¿Los actores? Una legión de anticatólicos, soldados dispersos de sectas ya
olvidadas. Todos esos Voltaires en miniatura, posteridad legítima pero degenerada
del patriarca del Ferney, imitan la mejor
que pueden su paternidad
anticristiana.
Sintiéndose impotentes' para reproducir su
estilo, reproducen las bufonadas; careciendo de su ingenio la imitan en el odio a
Jesucristo y a la 19lesia.
Aquí tiene Dr. Olaya, cómo habla un sabio en la primera cátedra de Paris a los
legionarios menos falsificados de las ideas
modernas. ¿Qué diría si se dirigiera a impios criollos, que han adquirido todas sus
grandes concepciones al vaivén de las olas
sobre el puente de un navío inglés, a en
los grandes hot{!1{esparisienses? Y ¿qué sonrisa de compasión asomaría a sus labios,
~l ver a otras lumbreras incoloras de aquenlO
lO
-22de los mares?
Antes de abrir campana franca o solapé'da contra la Iglesia, sería bien que los
tenues y progresistas revisaran sUStítul03,
contaran sus soldados y examinaran
las
fuerzas intelectuales
y morales con que
cuentan.
Protesta-Cuando
vi el interminable
artículo del Sr. Nieto Caballer~ no tuve paciencia para leerlo todo, ni intención de
ponerme a pescar ideas en ese mar de palabras, a fin de refutarlas;"pero al ver que
el P. Montoya lo refutaba con argumentos
que él había de desechar por ~er teológicos, me provocó escribir cuatro líneas, que
estuvieran al alcance de todos. El artículo
del P. Montoya me parece oportuno, puesto que su objeto es, no sólo refutar lo~
errores del Sr. 1\lieto Caballero, sino ilustrar las' inteligencias bien cultivadas, para
que conozcan mejor el carácter anticatólico de cierta prensa destefiida en política
y en religi6n satánica. Yo he creído más
propio dejar los canones cuarenta y dos
para las grandes batallas, y gastar en la
caza de pájaros munición pequefia.
Recursos teoJóglcos-Dos cosas hay
en Colombia dignas de conocerse: el salto
del Tequendama y el ¿doctor? Nieto Caballero; conozco el primero, al segundo no
tengo el honor.
Este nuevo artículo del cano-nista
es
como todos los Que escriôe, largo, culto,
irónico, dentlfico y lleno de exquisitez. En
seis largos párrafos, sombrero en mano e
-23inclinado el busto, da las gracias al P.
Montoya por la invitación que le hace a
la plática del 7 de mayo y porque no
le obliga a madrugar. Cúbnse, caballero,
no le vaya a perjudicar la niebla y el escaio/rio del alba.
Lógica Irresistible-La del Sr. Nieto Caballtro es aplastante y por eso queremos evadirla, (según dice) no sea que
nos caiga como trampa de número cuatro.
Le distinguimos las dos épocas de la enseñanza liberal y católica; le dijimos que
durante la primera los corderos todos estaban en poder de los lobos, y entonces
los pastores, dejando seguras las ovejas
en el santuario, acudían a las que se hallaban en peligro.
Sí, caballero, toda la ensel'ianza laica y
obligatorh estaba en poder del Estado, los
contados establecimientos que Ud. enumera son precisamente los santuarios seguros en donde quedaban sin peligro las almas.
Cuando digo que Jesucristo volvió a las
escuelas, hablo de la dominación de los
católicos. Entonces fue cuando los Prelados accedieron a las peticiones de varios
enemigos de la Iglesia para cohonestar su
ulterior conducta .... Pero Ud. aparenta no
entender la fuerza del argumento.
Cuando Ud. dice, Sr. Nieto Caballero,
que toda la argumentación de los Jesuitas
en el presente caso se reduce a tratar de
responderle a las dos pregunticas que Ud.
habia hecho y que creia de dificil solución;
-24'demuestra, o no haber leido los articulos,
o no haberlos .... ¿cómo dijera? .. ¿entendido? ... no, es muy fuerte .... meditado.
Puesto que dicha respuesta ocupaba lugar
minimo y secundario en el opúsculo.
¿Para qué no ser francos?, dice usted con su ingénita caballerosidad;
pues voy a corresPQnderle con la misma
franqueza. No le creo que se mueva usted
por el cela, de las almas cuando ab06a
porque se envie un sacerdote a la escuela
cMurillo Toro •• para dar clase de Religión;
no le puedo creer, fporque en dicha asignatura los alumnos tendrían que aprender:
en la Dogmática, a obedecer a Jesucristo
Dios y a ~Ia Iglesia; en la Apologética a
defender los Iderechos ca~ólicos; y en la
Moral a no abolir la pena de muerte, a
condenar la libertad de imprenta, la de
pensamiento, la de palabra y otras por el
estilo; en toda ella a militar contra el liberalismo. Si Ud. viera que de la clase
de ~eligión en esa escuela se seguía tal
perjuicio al liberalismo, y no previera que
es un medio de propaganda liberal, y por
consiguiente, anticatólica, trabajaría en sentido contrario, so pena d~ ser traidor a
sus principios. cEl Espectador' •• de Medemn es hermano legítimo del bogotano, y
aquel se muestra indignado porque pretenden establecer clase de Religión en la escuela de Minas de aquella ciudad. Es por
.que allá no ven los liberales el modo de
neutralizar tales enseftanzas ni les sirve el
sacerdote como de pantalla ...
l.
-25. -Siento como oleadas de vanidad que me suben al cerebro •... dice el Sr. Nieto Caballero.
y se la creo; pero no ponga como fundamento
de esa vanidad el que le reconozcamos la beligerancia, pues hasta el presente s610 le
hemos reconocido ignorancia su pina en
Cánones, Exégesis y Teología. Ponga esa
vanidad en la cultura de sus frases y po·
litez de sus modales, que hacen de Ud. el
árbitro de las elegancias, el Petronio colombiano. (Aunque la cita de la boca sin
dientes que deja la baba, la de pals-cuti y
otras, son palabras fortísimas e indignas
de tan tildado Caballero.)
Sigamos siendo francos. El Sr. Nieto Caballero propuso al P. Montoya, o que en
una plática le explicara ·el proceder del
Sr. Perdomo, a que le admitiera una discusión pública (en materias .exegéticas, canónicas y teológicas.) El P. optó por la
primero, y ahora se muestra el Sr. Caballero contrariado y hasta ofendido. Por
dos razones no le ha aceptado el desafío
el P. Montoya: por lástima a Ud. y por
respeto al público. ¿Cómo podría el Dr.
Pompi/io Martínez, pongamos
por caso.
aceptar un desafío público en ciencias médicas al sacristán de Somondoco? ¿No sería falta de caridad con el pobre apaga-luces y poca consideración con el público
invitado?
Y, para no dejar la franqueza, le aseguro que no queremos plivarle del placer de
un desafío público. Si quiere, adornamos
el salón del Círculo de Obreros con arre-
-26glo, banderitas, alumbrado extra y hasta
música, y allí tiene un desafío con los nifios de, los obreros, en doctrina cristiana.
El programa puede ser el siguiente: per-
signarse, el Padre nuestro, el credo, las
obras de misericordia, los mandamientos y
los pecados capitales..
Le apostaría a que ni a esto llega su
ciencia en materias religiosas, Sr. Maestro
de Prelados y Doctores.
Sensacional descubrimiento - El
Sr. Nieto Caballero diCf:: "Yo no soy me-
nos que los señores a quienes les propusieTon un debate sobre cuestiones de instrucción." El argumento se puede poner en
forma silogística de la siguiente manera:
El Sr. Nido Caltallero en Cáno~s y Teologia no es menos que los seftores Olaya
Herrera, Ancizar, Canos y Garcia Vásquez
en cuestiones de instrucción; es así que el
Sr. Nieto Caballero ·ignora hasta los rudimentos de la doctrina cristiana, luego ....
La mayor le ¡toca probarla a quien la
afirma, nosotros la suponemos
bien enterado, puesto que los debe conocer a fondo. La menor quedará
p~obada cuando
pase el desafío con los chinitos de la escuela; por ahora solo sabemos que el censor de Obispos no ha estudiado ni el vocabularío de la Teología. ¿Pata qué no
ser francos?
Curiosidades-Llega el cuatro de mayo, los partidos anticatólicos lanzan a las
calles de Bogotá una turba ebria de chiella y de sangre; apedrean imprentas y
-27colegios, ,insultan y apuñalean
a ciudadanos
indefensos
y reproducen
las escenas
salvajes del interior del Africa-¿Serán
estos
los mitingueros
patriotas
de que habla
el
doctor Carlos E. Restrepo?
Tales mitingueros, al oír la noticia vaga
de la actitud hostil de una república
vecina, juntan la patrulla
profesional
y vociferan po~ las calles. Los periodistas
republic anos y liberales
se ponen nerviosisimos y llenan columnas y 'columnas
de su-'
posiciones
fantásticas
y discursos
patrioteros-¿S~rán
acaso los neurasténicos
de
quienes
habla el doctor Restrepo?
Para extinguir
la chispa incendiaria
lanzada por los neurasténicos
y no dejar que
los profesionales
del desorden
lleven a
Colombia
a la ruina, el jefe de la Nación
y el Gobernador
de un departamento
dictan medidas prudentes
y salvadoras.
La
prensa liberal y republicana,
perora, grita,
vocifera, insulta, amenaza,
llora y gasta
litros
de tinta y resma s de papel-¿No
son estos los alharaqueros sin patriotismo
.a que alude el doctor Restrepo?
FERNANDO
ARANGO,
S. J.
5user/base usted a
EL MErISAJERO DeL
CORAZON ¡JE JESUS
es una revista religiosa
sentadas en Colombia.
de las mejor pre-
Instructiva, amena, y baratísima.
Instruye deleitando y recrea instruyendo.
Tienen concedida sus lectores Bendición
apostólica e indulgencia plenaria para la
hora de la muerte.-La
suscripción
por
ano no vale sino $ 100. p. m.
Admite anuncios.
Apartado
San Bartolomé-Bogotá.
210.
«El Espectador»,
Jesuítas
"Oil Bias» y los
en la Catedral»
«Los Jesuítas
a los sapientísimos
teólogos y canonistas
de
«El Espectador»
«Libertad
de imprenta»
y el presente
«Recursos
de
105
periodísticos
de
señores L. E. Nieto Caballero
los
y
Enrique Olaya Herrera y recursos
teológico s de los Jesuítas»
son los cuatro opúsculos hasta ahora impresos,
con el fin exclusivo de neutralizar en cuanto
se pueda la propaganda
impla, y difundir las
verdades católicas.
Seguiremos,
Dios mediante,
publicando
otros de palpitante actualidad.
De venta en la portería de San Bartolomé
y Librería de «El Mensajero>.
Los dos primeros:
El ejemplar '$ 0,02.
La docena '$ 0,20.
Los dos últimos:
El ejemplar '$ 0,03.
La docena 0,30.