Download VIDA ÚTIL DE LAS ESTRUCTURAS

Document related concepts

Humo de sílice wikipedia , lookup

Cenizas volantes wikipedia , lookup

Carbonatación wikipedia , lookup

Hormigón armado wikipedia , lookup

Hormigón pretensado wikipedia , lookup

Transcript
VIDA ÚTIL DE LAS ESTRUCTURAS DÓNDE ESTAMOS Y HACIA DÓNDE VAMOS?
Autor
1
Paulo G. Yugovich R.
Facultad de Ciencias y Tecnologia – UCA / e-mail: [email protected]
Palabras claves: construcción, hormigón, durabilidad, estructuras
RESUMEN
Con muchas de nuestras estructuras de hormigón armado rebasando los veinte años de edad,
la mayoría construidas en la década del 70 y 80 al impulso del crecimiento económico
generado por la construcción de Itaipú, aún no se han realizado trabajos sistemáticos para el
estudio de las condiciones de servicio de las mismas, sobre todo desde el punto de vista de la
durabilidad. Este tema, motivo de preocupación internacional en los últimos años por el
crecimiento del número de estructuras con manifestaciones patológicas, principalmente casos
de corrosión de armaduras, ha impulsado a varias instituciones (ACI, FIB, IBRACON) a la
redacción de documentos que orienten a los ingenieros en el enfoque de la vida útil de servicio
de las estructuras. El estudio de casos particulares locales, con la aplicación de algunos de los
conceptos utilizados en la predicción de la vida útil, permite ubicarnos en el contexto, y
apoyados en literatura técnica como las citadas, orientar nuestros pasos para lograr
estructuras durables y con vidas de servicio previsibles.
1
Ingeniero Civil y Topógrafo / Profesor Titular del Área de Construcciones
1. INTRODUCCIÓN
El hormigón ya era conocido y utilizado por
los Romanos (Opus Caementicum),
quienes demostraron preocupación por la
durabilidad de las obras,
tal como
expresado por Vitruvius en su libro ”De
Arquitectura” , aproximadamente en el
año 30 a.C. [1]. Evidentemente que las
características de los materiales utilizados
(reacciones puzolánicas), sumados
a
comportamientos estructurales favorables
(piezas
trabajando
a
compresión),
dimensiones generosas y supervisión
técnica apropiada llevaron a tener éxito en
sus previsiones, ya que muchas obras
romanas
subsisten hasta hoy,
en
condiciones totales o parciales de servicio
.
Luego de muchos siglos sin mayores
cambios, a fines del siglo XIX y principios
del siglo XX los avances de la ciencia y la
tecnología y las transformaciones socio
económicas
impusieron
nuevas
perspectivas para un bien cada vez mas
escaso del hombre, el tiempo. Esas
tendencias afectaron también a la
construcción civil; y el hormigón, con sus
cualidades de fácil moldeo, facilidad de
ejecución y relativo bajo costo, viene al
encuentro de esas nuevas formas de
pensar y actuar, en el sentido de la
búsqueda de construir mas rápido, con mas
arrojo, y a costos competitivos.
La
utilización del hormigón armado, con las
grandes ventajas estructurales en relación
al hormigón simple, aporta sin embargo
una cuestión no muy bien considerada en
los inicios, que es la natural tendencia del
acero de volver a su condición mineral,
con lo que la corrosión del acero en el
hormigón pasa a constituirse
en un
problema a considerar seriamente, dados
los numerosos casos
de
obras con
degradación prematura [1].
La falta de durabilidad que el hormigón
armado
presentó
en
estructuras
construidas entre los años 60 a 80 del siglo
XX, especialmente las expuestas a
ambientes agresivos, denota la dicotomía
existente desde los inicios del uso del
material,
entre
los
conocimientos
adquiridos y la práctica de obra. Esta
divergencia fue y es, fruto de la inercia
propia del tradicionalismo en la industria de
la construcción, y tiene como causa
subyacente a la dualidad existente entre la
fácil disponibilidad de los materiales
constituyentes, sumado a la aparente
simplicidad en la elaboración del hormigón
con la complejidad de su constitución
interna y sus propiedades, a su vez
variables con las condiciones temporales y
ambientales [1]. Según Adam Neville ,
gran parte de los problemas relacionados
con la falta de durabilidad de las
estructuras actuales se deben a los
cambios en las propiedades de los
cementos, que se volvieron mas finos para
proveer resistencias mas elevadas a
tempranas edades, como también la
remoción temprana de los encofrados, lo
que lleva a la exposición de las superficies
de hormigón al medio ambiente siendo aún
muy joven. Otro factor importante con
relación a la durabilidad del hormigón es el
fraccionamiento del conocimiento de las
personas envueltas en el proyecto, pues
muchos
proyectistas
no
poseen
conocimiento
adecuado
sobre
el
comportamiento de los materiales, y
viceversa, los tecnólogos no tienen
mayores conocimientos de ingeniería
estructural o de métodos constructivos. Por
último, una de las causas principales del
deterioro prematuro de las estructuras de
hormigón, por lo menos hasta fines de la
década del 80 del siglo XX,
es la
consideración por parte de proyectistas y
ejecutores a la resistencia mecánica como
principal, cuando no único, parámetro de
proyecto,
mientras
las
cuestiones
relacionadas a la durabilidad eran
minimizadas. En realidad, la cuestión de la
durabilidad nunca fue contemplada en
forma
objetiva
en
las
normas
internacionales sobre el hormigón armado.
A modo de ejemplo, la literatura técnica en
boga en los años 70 del siglo XX decía
que “la mejor garantía de durabilidad
radica en la confección de un hormigón lo
mas compacto posible, para lo cual deben
emplearse masas ricas en cemento, de
baja relación agua/cemento y bien
consolidadas” [2] , y en el mismo aparece
una tabla que recomienda contenidos
mínimos de cemento según diferentes
grados de agresividad, que se clasifican en
ambientes moderados, rigurosos y muy
agresivos.
Podemos
ver
que
la
clasificación de los ambientes
es
cualitativa, ya que no se definen
parámetros para una calificación objetiva
de los mismos. Además, lo de pastas ricas
en cemento es relativo, puesto que un
contenido elevado de cemento puede tener
un efecto contraproducente en la calidad de
la microestructura de un hormigón. En otro
caso, las normas españolas de hormigón
pretensado (EP 77), dicen que la mejor
protección para las armaduras es un
hormigón
de
buena
resistencia
y
compacidad, y que estas son mas
importantes
que
el
espesor
del
recubrimiento, por grande que este sea [3].
También es opinable esa recomendación,
ya que la resistencia y la compacidad no
son
suficientes
para
definir
la
permeabilidad
del hormigón
y
la
difusibilidad de los fluidos en el mismo, que
hoy día sabemos son los parámetros
principales, juntamente con el espesor del
recubrimiento, para la durabilidad del
hormigón.
En cuanto a durabilidad de las estructuras
de hormigón se refiere, en forma general,
es aceptada la recomendación de cuidar
cuatro factores básicos: La composición o
trazo del hormigón, la compactación , el
curado y
el recubrimiento de las
armaduras [4].
2. EL CONCEPTO DE VIDA ÚTIL
Conforme al CEB/FIP Model Code 1990,
se entiende por Vida útil el periodo de
tiempo durante el cual la estructura es
capaz de desempeñar las funciones para
las cuales fue proyectada, sin necesidad de
intervenciones no previstas [4].
La
tendencia actual es preocuparse por la
durabilidad de las estructuras, pero ya no
solamente en forma cualitativa,
sin
establecer un lapso como referencia, sino
estableciendo desde el proyecto el mismo.
A pesar de que esta preocupación es una
constante en el medio técnico desde los
inicios de los años 90 del siglo XX, la
misma no se ha podido transformar en una
metodología ampliamente aceptada, con
resultados cuantitativos predeterminados.
Incluso en las actualizaciones de las
normativas de los países mas avanzados,
entre ellas la NBR 6118 (2003), si bien ya
son mas abarcantes é incluyen tópicos
antes ausentes, como garantía de calidad y
durabilidad de las estructuras, y afirman
que la estructura debe mantener la
seguridad, estabilidad y aptitud en servicio
durante el período correspondiente a su
vida útil, pero sin especificar cual debería
ser esta vida útil. Lo mismo pasa con el
ACI 201.2R
(2001) que define como
hormigón durable aquel que posee la
capacidad de resistir el intemperismo,
ataques químicos, desgaste por abrasión y
cualquier otro proceso de degradación,
reteniendo su forma original, calidad y
capacidad de utilización, cuando expuesto
al ambiente de trabajo. Tampoco se
menciona el factor tiempo en la definición.
Evidentemente que la complejidad de los
fenómenos de deterioro envueltos en la
durabilidad de las estructuras de hormigón
presenta una gran dificultad a la hora de
consensuar acerca del modo de introducir
el factor tiempo en la normativa técnica [5].
Como consecuencia de esas falencias
observadas en las normas, el medio
técnico se ha movilizado para avanzar en la
conceptualización objetiva de la vida útil de
las construcciones. Entonces se empiezan
a definir varios tipos de vida útil o de
servicio, como la vida útil desde el punto de
vista técnico, funcional
o económico.
Asimismo, en el ACI 365.1R - 00, se habla
de que se necesita un enfoque mas
holístico para el diseño de las estructuras
cuando se basan en consideraciones
relativas a la vida útil ó de servicio,
debiéndose considerar los efectos del
medio ambiente sobre el hormigón, las
consideraciones de diseño y de cargas, las
interacciones entre los efectos del medio
ambiente y de las cargas,
aspectos
relativos
a
la
construcción
y
al
mantenimiento a lo largo de su vida de
servicio [6].
Uno de los trabajos pioneros en América
Latina sobre la previsión de la vida útil fue
el de Paulo Helene [4] , en el cual se
mencionan los cuatro métodos para la
previsión de la vida útil, a saber: 1) Con
base en las experiencias anteriores, lo
que ha dado resultados dispares, sobre
todo en el caso de la experiencia brasileña,
debido a la adopción de recubrimientos
muy inferiores a los estipulados en las
normas americanas y europeas, y sin
mayores
consideraciones
sobre
la
agresividad del ambiente, aunque es justo
decir que tanto el Código Modelo CEB/FIP
de 1990 y el ACI 318/95 también adoptan
el mismo método de asegurar durabilidad.
2)
En base a ensayos acelerados,
introducido por los norteamericanos en la
ASTM E 632 de 1978 , método mas
fácilmente aplicable al estudio de productos
orgánicos y no tan directamente aplicable
al proyecto de estructuras de hormigón, por
su heterogeneidad y complejidad. Aunque
últimamente ha habido un gran avance en
los métodos de ensayos acelerados de
fundamento electroquímico, en cámaras de
carbonatación y de avance de cloruros. 3)
Por métodos deterministas , basados
científicamente en los mecanismos de
transporte de los fluidos e iones a través de
los poros del hormigón en el caso del
periodo de iniciación del proceso de
degradación, y en la ley de Faraday en el
caso del periodo de propagación, siempre
que se trate de corrosión de las armaduras.
En realidad, solo existen modelos
numéricos y deterministas satisfactorios en
temas relacionados a la corrosión de las
armaduras, ya que en el caso del deterioro
del hormigón por lixiviación , por sulfatos,
por reacción árido-álcali o por otros casos,
aún no existen métodos satisfactorios de
predicción.
4) A través de métodos
estocásticos o probabilistas, a su vez
los mas modernos y realistas, introducen
para los principios de diseño para la
durabilidad conceptos similares a los ya
clásicos principios de introducción a la
seguridad en el proyecto de estructuras de
hormigón, muy discutidos en la década del
70 del siglo XX . Se habla entonces de
distribución normal para las acciones
agresivas y para las resistencias de la
estructura a esas acciones de deterioro. Lo
mas sencillo y recomendable es combinar
métodos deterministas con probabilistas .
3. PROYECTAR PARA LA VIDA ÚTIL
Los pasos siguientes están encaminados a
la búsqueda de facilitar a los proyectistas
los medios para que puedan proyectar
objetivamente la vida útil de servicio de una
estructura de hormigón desde el principio,
lo que se ha plasmado en documentos
como el ACI 365.1R-00 ya citado [6], o el
mas actual Model Code for Service Life
Design, bulletin 34, Fib, del 2006 [7], que
tiene un enfoque fuertemente probabilístico
, o en los Comentarios Técnicos sobre la
NB-1 del IBRACON [8] . En este punto
conviene resaltar, que la NBR 6118:2003,
conocida en Brasil como la NB-1, introduce
dos capítulos relacionados a la durabilidad
de las estructuras, que son el capítulo 6
(“Diretrizes para
durabilidade
das
estruturas de concreto”) y el capítulo 7
(“Criterios
de
projeto
visando
a
durabilidade”), entre otros puntos nuevos,
que ha llevado al IBRACON a redactar el
texto antes mencionado [8],
para
esclarecer la aplicación de la norma citada,
que ya tiene aplicación de carácter
obligatorio en el territorio del vecino país
desde el año 2004.
En cuanto a los criterios de proyecto que
buscan la durabilidad, se citan y desarrollan
los siguientes puntos :
a) Prever drenaje eficiente;
b) Evitar formas arquitectónicas y
estructurales inadecuadas;
c) Garantizar hormigón de calidad
apropiada, particularmente en las
regiones superficiales de los
elementos estructurales;
d) Garantizar recubrimientos de
hormigón
apropiados
para
protección de las armaduras;
e)
Detallar adecuadamente las
armaduras;
f) Controlar la fisuración de las
piezas;
g) Prever espesores de sacrificio o
revestimientos
protectores
en
regiones bajo condiciones de
exposición
ambiental
muy
agresivas;
h) Definir un plan de inspección y
mantenimiento preventivo.
4. MODELANDO LA PREDICCIÓN DE
LA VIDA ÚTIL
De entre las formas de deterioro de las
estructuras, sin lugar a dudas es la
corrosión de las armaduras la más
estudiada. Esta circunstancia es debida a
la mayor incidencia porcentual de este tipo
de fallas en los estudios sobre casos
patológicos en las estructuras de hormigón
realizados a la fecha, y a los grandes
costos envueltos en los procesos de
reparación estructural de esos casos. En
ese entendimiento,
Paulo Helene [4]
propone en 1993 un modelo basado en los
trabajos de Tuutti (1982), que distingue tres
tipos de vida útil para el caso de corrosión
de las armaduras, y son: a) Vida útil de
proyecto, o período de tiempo que va hasta
la despasivación de las armaduras,
denominado período de iniciación, b) Vida
útil de servicio o de utilización, que va
hasta el momento en que aparezcan
síntomas externos como fisuras, manchas
ó incluso desprendimientos parciales del
recubrimiento de las armaduras; pero el fin
de la vida de servicio será dependiente de
los
condicionamientos
estéticos,
funcionales o de seguridad impuestos a la
estructura, c) Vida útil última o total, que
va hasta el colapso parcial o total de la
estructura. Además, el modelo propuesto
distingue también el concepto de vida útil
residual, en cualquiera de los tres casos,
que es el tiempo previsto de vida útil a
partir de una fecha cualquiera, en que se
realiza una inspección y peritaje de la
obra.
sobre un hormigón existente, en un
momento dado de su vida, midiendo el
avance de la carbonatación por alguno de
los métodos disponibles (fenolftaleína,
timolftaleína, etc.).
Las investigaciones
orientadas a profundizar en el conocimiento
del parámetro “k” ,
para mejorar los
métodos deterministas y estocásticos de
predicción de vida útil de proyecto, llevaron
a proponer algunas ecuaciones para la
carbonatación como la siguiente (Sentler
1984) :
2
x = (2D/a) dp. t
.......... [6]
donde
“x”
es la profundidad de
carbonatación, “D” es el coeficiente de
difusión , “a” es la concentración de
constituyentes del hormigón que pueden
carbonatar,
“dp” es el diferencial de
presión para el CO2, y “t” es el tiempo .
O la aún mas compleja:
Para nuestro país
cobra especial
importancia el modelo propuesto para el
caso de corrosión de armaduras causadas
por la carbonatación del hormigón, ya que
el otro mecanismo preponderante para
corrosión, la presencia de cloruros, no es
un problema común debido a nuestra
mediterraneidad, exceptuando casos de
introducción voluntaria de cloruros por la
vía de los aditivos aceleradores de
fraguado.
5. AVANCES EN LOS ESTUDIOS
SOBRE CARBONATACIÓN DEL
HORMIGÓN
Desde hace años se plantea la función
del avance del frente de carbonatación en
una estructura con la conocida fórmula:
donde “x” es el avance
x = k . t 1/2 ;
del frente (por ejemplo en mm) en el tiempo
“t” (en años) , y “ k” es un coeficiente de
carbonatación del hormigón en cuestión.
Pero el coeficiente “k”, es una constante
compleja, que depende de factores como la
difusividad del gas carbónico , del gradiente
de concentración del mismo en el
ambiente, de los ciclos de mojado/secado
del hormigón, de la cantidad de CO2
retenida en función de la composición del
hormigón y de eventuales adiciones en el
cemento, entre otros. Por tanto, “k” no es
fácil de calcular a priori, siendo lo normal la
deducción de “k” a partir de un estudio
x = √ 2. ke . kc . (kt . R
w(t) ......... [7]
-1
ACC.0
+ ε1).Cs. √t .
donde
“x”
es la profundidad de
carbonatación [mm] en el tiempo “t” [años],
“ke” es una función del medio ambiente, “kc”
es una función del curado del hormigón, “kt”
es un parámetro de
la regresión
estadística, “ε1” es un factor de error,
-1
“R ACC.0” es la resistencia efectiva a la
carbonatación
de
un
hormigón,
determinado en ensayos acelerados de la
misma (ACC-test method), “Cs” es la
concentración del CO2, y “W(t)” es una
función del clima. En esta propuesta ya se
enlazan los métodos deterministas, con los
ensayos acelerados y los probabilísticos .
Esas son las tendencias actuales, ya
aplicadas en la predicción de la vida útil de
grandes estructuras en Norteamérica y
Europa.
6. ESTUDIO DE ALGUNOS CASOS
LOCALES
Como se comentaba al principio, no
tenemos aún estudios suficientes, mucho
menos sistemáticos, de lo que acontece
con la durabilidad de las estructuras
construidas en el Paraguay durante las
décadas del 70 y 80 . Consideramos
necesaria esa investigación, teniendo en
cuenta lo acontecido a nivel internacional,
ya mencionado antes, de que se han dado
muchos casos de degradación prematura
en las estructuras construidas en ese
lapso. Ante esa carencia, recurrimos en
primera instancia a algunos casos de
investigación realizados en la FCYT-UCA
como tesis de graduación, y a otros casos
en que hemos actuado como consultores
en el tema de la durabilidad.
6.1 Primer caso: Corrosión por mala praxis
constructiva
y
fallas
en
la
impermeabilización
Foto Nº 1: corrosión en vigas
Recién al realizar una inspección de la
estructura se pudo constatar el estado de
avanzada corrosión en varias vigas y losas.
En este caso la vida útil de proyecto de la
estructura había terminado varios años
atrás, pues el escaso recubrimiento estaba
totalmente carbonatado por la lixiviación
producida por el escurrimiento de las aguas
de lluvia. La estructura no tenía más de 25
años al momento de la revisión y posterior
reparación.
6.2 Segundo
balcones de
carbonatación
caso:
Corrosión en
hormigón visto
por
Foto Nº 3 : corrosión en balcones de un edificio
Foto Nº 4: fisuras debidas a la corrosión de
armaduras
Foto Nº 2: corrosión en vigas en una junta
En este primer caso se pueden observar
claramente las fallas constructivas en los
recubrimientos del acero. Paralelamente,
la impermeabilización de la terraza superior
llevaba varios años con deficiencias y no se
habían tomado medidas al respecto.
En la foto 3 se observa el avanzado grado
de corrosión en los parapetos de los
balcones de un edificio en Asunción, con
25 años de edad. Algunos elementos
presentaban el estado de la foto, con
expulsión de recubrimiento. En algunos
casos aparecen fisuras (foto 4) y en otros
aún no llegaban a mostrar síntomas
externos. El estudio realizado muestra una
variación significativa en los avances del
frente de carbonatación al realizar las
mediciones en diferentes balcones, En la
foto 5 se puede ver un avance de 20 mm
en algunos balcones y en las fotos 6 y 7 se
aprecia un avance total.
Foto Nº 5 : Frente carbonatado de unos 20
mm en algunos balcones
Foto Nº 6 : Frente carbonatado de unos 40
mm en algunos balcones
condición media de calidad de hormigón.
Ese valor nos indica
que con un
recubrimiento nominal de 25 mm (que con
la dispersión de valores nos da valores
característicos de 15 mm ó menos) el
elemento tendría una vida útil de proyecto
de aproximadamente 14 años. Ya en los
peores casos, con un frente de
carbonatación de 50 mm a los 25 años ( o
antes), el valor de k es igual a 10 mm/año
½
, que corresponde a una calidad mala de
hormigón. Ese valor nos indica, para las
mismas consideraciones de recubrimiento,
que el elemento tendría una vida útil de
proyecto de apenas 1 a 1,5 años.
En
realidad, al principio existía una protección
superficial otorgada por un barniz
poliuretánico,
lo cual hace que esos
cálculos sean mas especulativos que
reales,
pero como no se realizaron
trabajos de mantenimiento preventivo en el
recubrimiento, el proceso de degradación
llegó al punto actual.
También se realizaron cálculos de varianza
para diferentes factores, tomando datos de
valores de recubrimiento, de lecturas
esclerométricas
y
de
avance
de
carbonatación. Los factores considerados
fueron la orientación y el nivel de piso . La
orientación para ver el efecto de los vientos
predominantes y las lluvias; mientras el
nivel de piso para considerar diferentes
coladas de hormigón . Los resultados
indican que la orientación no es un factor
significativo mientras que los niveles de
piso si lo son. Es decir, las calidades de
hormigón fueron muy diferentes en los
distintos pisos, lo que resulta coherente con
los resultados
de
ensayos
a
la
compresión en probetas testigo extraídas
de algunos elementos.
6.3
Tercer
caso:
Corrosión
estructura de hormigón armado
lixiviación
Foto Nº 7 : Frente carbonatado de 50 mm en
algunos balcones (total)
Es decir , en los mejores casos, con una
carbonatación de 20 mm a los 25 años de
edad, tendríamos un valor de k igual a 4
½
, lo que corresponde a una
mm/año
en
por
Se trata de una estructura de hormigón
armado
de
un
edificio
utilizado
anteriormente como un supermercado, que
luego del cierre del mismo quedó en
situación de abandono por varios años. En
esas circunstancias, la falla en la
impermeabilización de la terraza llevó a
filtraciones de agua a través de la losa en
determinados sectores. El agua infiltrada
produjo la lixiviación del hormigón, y por
ende la pérdida de alcalinidad, que derivó
en la aparición de severos síntomas de
corrosión de armaduras en algunas losas,
como se puede ver en la foto 8.
Foto Nº 8 : corrosión en losas por lixiviación
6.4
Cuarto
caso:
Corrosión
en
estructura de hormigón armado por
carbonatación y presencia de cloruros
En este caso estamos ante la presencia de
una estructura prefabricada de hormigón,
en la cual se encontraron algunos
elementos con presencia de cloruros y con
fuerte
carbonatación,
debida
aparentemente
a
un
estado
de
microfisuración de una de las caras. La
presencia de cloruros se debe a la
utilización de aditivos aceleradores de
fraguado durante la fabricación de algunos
elementos, impulsada probablemente por
urgencias en el desmoldaje de la pieza y
condiciones climáticas desfavorables (clima
frío) . La situación de las fotos 9 y 10
corresponde a una edad del hormigón
armado
de cinco años , por lo que
cualquier cálculo de vida útil resulta ocioso
en este caso. La resistencia especificada
del hormigón era de 25 Mpa a los 28 días,
con un contenido mínimo de cemento de
3
390 Kg/m . Es decir, buena resistencia y
consumo bastante elevado de cemento.
En la misma estructura, en zonas de
estacionamiento subterráneo,
ocurren
casos de corrosión debidos a la
carbonatación inducida por la elevada
concentración de gases carbónicos y otros,
debida a los gases expedidos por los
vehículos durante la combustión de la
nafta y del gasoil. Ver foto 11 .
Fotos Nº 9 y 10 : corrosión por cloruros y
carbonatación
Foto
Nº 11 : corrosión por carbonatación
acelerada por atmósfera contaminada
6.5
Quinto
caso:
Corrosión
en
estructura de hormigón armado por mala
praxis
constructiva
y
falta
de
mantenimiento
Una estructura que fuera utilizada por mas
de veinte años sin presentar mayores
síntomas quedó abandonada durante otros
diez años. Durante esos diez años de
abandono, las filtraciones de agua a través
del
techo de tejas, mas las basuras
acumuladas encima de la losa (polvo,
hojas, etc) que captaban y retenían el
agua,
desagües
taponados
etc.,
ocasionaron que aumenten las filtraciones
a través de la losa, y por ende las
lixiviaciones del hormigón. Sumado esto a
una defectuosa construcción (falta de
recubrimiento de las armaduras) y a un
diseño inadecuado (losa alivianada con
ladrillos comunes – nervios estrechos y con
hormigón mal compactado), hicieron que
luego de varios años de abandono la
estructura presente una sintomatología de
severa corrosión de las armaduras (ver
fotos 12 y 13).
construir y mantener las estructuras de
hormigón armado teniendo como objetivos
no solamente el aspecto estructural sino
también la durabilidad y la consecución de
una vida útil predeterminada es indudable.
Además, que es necesaria la autocrítica
sobre nuestros procedimientos en forma
general, para ver donde podemos mejorar
con relación al tema en estudio.
8. REFERENCIAS
[1] CECHELLA ISAIA, G. ; “CONCRETO
– Ensino, Pesquisa e Realizações” Vol. 1 ,
Cap. 1 ; IBRACON, Sao Paulo, 2005
[2]
JIMÉNEZ MONTOYA,
GARCÍA
MESEGUER, MORÁN CABRÉ ; “Hormigón
Armado” - 8 va. Edición - Edit. Gustavo
Gili - Madrid, 1976; p. 114/115
[3] COMISIÓN PERMANENTE DEL
HORMIGÓN; “ Instrucción para el proyecto
y la ejecución de obras de hormigón
pretensado - EP 77” ; España ; 1977; p.
76
[4] HELENE, P. ; “Vida útil das estruturas
de concreto”; Anales IV CONPAT; Tomo 1
; Porto Alegre, 1997 ; pp. 1 a 30
Foto Nº 12 : corrosión por lixiviación
[5] ANDRADE, T. ; “CONCRETO –
Ensino, Pesquisa e Realizações”; Vol. 1 ,
Cap. 25 ; IBRACON, Sao Paulo, 2005
[6]
ACI 365.1R-00
;
“Service Life
Prediction – State of the Art report”; ACI,
2000
[7] TASK GROUP 5.6 ; “Model Code for
Service Life Design - bulletin 34”; fib (CEBFIB), Lausanne, Suiza , 2006
[8]
COMITÉ TÉCNICO CONCRETO
ESTRUTURAL ; “Comentários Técnicos e
Exemplos de Aplicação da NB-1 (NBR
6118) ”; IBRACON, Sao Paulo, 2007
Foto Nº 13 : corrosión por lixiviación y diseño
defectuoso
7. CONCLUSIONES
Por
sus
evidentes
consecuencias
económicas (altos costos en la reparación
de las estructuras) y sociales (riesgos de
colapsos parciales o totales), concluimos
que la importancia de planear, diseñar,