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APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE PAZ
EN LOS INICIOS DEL ISLAM
BEATRIZ MOLINA RUEDA
Instituto de la Paz y los Conflictos
Universidad de Granada
Dentro del objetivo más amplio de delimitar las concepciones de
paz que se desarrollan en la sociedad árabe islámica, a lo largo de sus
distintas etapas históricas, nuestro propósito es acercarnos al significado que estos conceptos tuvieron en su origen. Las razones son obvias: el Islam es un fenómeno complejo y amplio, en el espacio y en el
tiempo, cuyos desarrollos y evoluciones dependen de diversas circunstancias históricas; sin embargo, no es menos cierto que sus bases
esenciales —y que en muchos aspectos perdurarán— se asentaron con
la predicación de Mahoma en el siglo VII d. C. y la consecuente formación de un orden social nuevo y diferente al anterior. En este sentido, es primordial plantearse en primer lugar el significado y alcance
de esa nueva cultura en sus orígenes.
Por otra parte, no es extraño, desde nuestra perspectiva occidental,
que la civilización árabe islámica sea percibida en clave de problema
y de conflicto, pese a que, como en cualquier sociedad, se darían unas
realidades concretas y unas pautas de comportamiento tendentes a
regular aquellas situaciones conflictivas. Para modificar esa percepción, sería conveniente volver la mirada a la historia y tratar de rastrear y comprender aquellas otras experiencias que puedan guiarnos
hacia una percepción más pacífica.
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1. REGULACIONESPACÍFICAS
Como toda formación social y humana, el Islam en sus comienzos
presenta ciertas características, como son la existencia de unos objetivos comunes, la conciencia de grupo que genera una identificación
social, la presencia de unas actividades y unos valores compartidos,
etc. En todo esto subyace una idea de ordenación y regulación en la
que se tiende a la satisfacción de las distintas necesidades, individuales y colectivas, pues, como es sabido, todas las sociedades presentan
mecanismos para articular sus propias soluciones a los conflictos que
puedan surgir en su seno. La búsqueda y análisis de estos mecanismos
particulares nos pueden ayudar, entre otras cosas, a formarnos una
mejor idea de la concepción, o concepciones, de la paz, que tenían
aquellas primeras sociedades islámicas.
Metodológicamente, nos centraremos en el análisis de los principales términos que habitualmente se utilizan en árabe para designar la
paz o algún aspecto de la misma, términos que nos servirán de base
para delimitar el campo conceptual de la paz, así como la presencia de
elementos de regulación pacífica en determinadas situaciones. No cabe
duda de que el contenido de los conceptos de paz, en general, en otras
épocas y en otras culturas, era más rico de lo que supone el concepto
occidental, entendido como «ausencia de guerra», 1 englobando una
serie de nociones e ideas que constituyen un panorama de visiones y
de objetivos de la humanidad mucho más amplio. Una forma de conocer, siquiera de forma aproximada, el sentido y alcance de aquellas
concepciones es indagar en los textos escritos de la época, lo cual nos
permitirá acercarnos —tal como se apuntaba en la introducción— a la
visión particular que la cultura islámica, en este caso, tenía de la realidad.
Desde la perspectiva actual, podemos comprobar cómo, con frecuencia, la experiencia histórica, en el mundo árabe islámico, de un
determinado concepto es mucho más amplia de lo que sugiere el término moderno que se utiliza comúnmente. Así, por ejemplo, en el
siglo XIX los orientalistas trataron de buscar los términos árabes ade1 . Como es sabido, este concepto está hoy superado y la definición de
«paz» tiene unas dimensiones más amplias, articulándose con el concepto, también más amplio, de «violencia». Véase, por ejemplo, GALTUNG, Johan (1995)
Investigaciones teóricas. Sociedad y cultura contemporáneas, Madrid, 311-154.
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cuados para cubrir determinados campos semánticos, guiados muchas
veces por nociones que venían de Occidente (es el caso, por ejemplo,
de «libertad», «nación», «estado», etc.). Sin embargo, en líneas generales, las expresiones que se utilizan para esos nuevos conceptos son
extranjeras, aunque las nociones que traducen no lo sean necesariamente. Lo importante, por consiguiente, no es buscar una palabra para
traducir una idea, sino tener en cuenta la realidad que la terminología
denota.2 A menudo, puede ocurrir que existan otros términos, distintos
a los actuales, para cubrir determinado campo semántico y, sobre todo,
habrá que tener en cuenta que el contenido de los nuevos términos
que se adoptan está en buena medida ligado al proceso social árabe
islámico, con sus características distintivas con respecto al de otras
sociedades.
Centrándonos en el terreno de la paz, encontramos que el término
habitual para expresar este concepto en árabe es salam, que en árabe
moderno adquiere el sentido general de «estado de paz», como opuesto a «estado de guerra» y que, más recientemente y en consonancia
con la práctica internacional, es el término aceptado para referirse a
un estado de paz entre naciones.3 Podemos afirmar, sin embargo, que
la experiencia histórica del concepto de paz en el mundo árabe islámico es más amplia de lo que el término salam denota actualmente y
que, en todo caso, su contenido está, como decíamos, ligado a su
propio proceso social y a su evolución histórica.
El otro término que en árabe moderno se emplea para denominar
ciertos aspectos de la paz es sulh. Su contenido semántico, igual que
el de salam, ha evolucionado considerablemente con el tiempo, y, si
en la época moderna tiene el sentido de proceso de pacificación, es
decir de transición de la guerra a la paz,4 en su origen —como luego
veremos— aludía a una realidad más amplia y con connotaciones distintas.
Junto a estos dos términos básicos que traducen la noción de paz,
encontramos en árabe otros que, si bien hoy no se identifican exactamente con «paz», considerados en su contexto histórico y social, nos
2 . Véase LAROUI, Abdallah (1984) El Islam árabe y sus problemas, Madrid, 59-79, donde se hace un estudio, en este sentido, sobre la noción de libertad
y el término árabe hurriyya, por el que actualmente se traduce.
3 . Véase LEWIS, Bernard (1990) El lenguaje político del Islam, Madrid,
119.
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informan de determinados comportamientos y prácticas y denotan realidades y actitudes que corroboran la existencia de mecanismos de
regulación pacífica en las primeras sociedades islámicas. Así, términos como aman (salvaguardia, amán) o sakina (presencia divina, calma, reposo) remiten al campo de la paz, por cuanto cubren aspectos
relativos a la articulación de las relaciones pacíficas en estas comunidades.
Por consiguiente, para tratar de desvelar las concepciones de paz
que subyacen en el Islam, como fenómeno social, de civilización y
guía de comportamientos del grupo o comunidad, es necesario ver
cuál es el contenido semántico original de esta terminología, qué connotaciones presenta y con qué contextos se relaciona dentro de la
sociedad que los utiliza.
2. LOS TÉRMINOS DE PAZ
Para un justo entendimiento del contenido de los términos relativos a la paz, el primer paso es acudir a los diccionarios árabes especializados,5 donde encontraremos, junto con las distintas acepciones, las
referencias oportunas a las fuentes y los campos a que remiten las
distintas variantes. Como podremos comprobar, la variedad y riqueza
de matices confirma la hipótesis de que en las primeras sociedades del
Islam se daban experiencias y pautas de comportamiento que revelan
la presencia de la paz como una práctica y un valor inherentes a dichas sociedades. Esta concepción amplia de la paz, junto a la existencia lógica de situaciones violentas que también le son propias, puede
entenderse como un deseo consciente de articular mecanismos que
propicien la consecución de lo que actualmente podemos denominar
«paz imperfecta». 6
4 . Ibídem.
5 . Los principales diccionarios que se han consultado son: A.L.E.C.S.O (1989)
al-Mu‘yam al-‘arabi al-asasi; B. AL-BUSTANI (1977) Muhit al-Muhit. Qamus
mutawwal li-l-luga al-‘arabiyya, Beirut; IBN MANZUR Lisan al-Arab, Beirut,
Dar Sadir; E. William LANE (1968) An Arabic-English Lexicon, Beirut; AlMunyid fi l-luga wa-l-‘alam (1984) Beirut; J. PENRICE (1971) Dictionary and
Glossary of the Korân, London-Dublin.
6 . Sobre este concepto, véase MUÑOZ, F. A. (1995) «Some notes about
Conflict Regulation in the Ancien Mediterranean. Structural Violence and ‘Im-
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Comenzaremos por analizar los términos que directamente se relacionan con el concepto de paz, los derivados de las raíces slm y slh,7
sin olvidar otros, como las raíces amn o skn, que describen realidades
que también nos remiten a la noción de paz. Una búsqueda de los
mismos nos da los siguientes resultados:
2.1
Salima
En general, las significaciones de slm están relacionadas con Islam
(de la misma raíz), de donde el sentido de «sumisión, acatamiento,
seguridad, estar a salvo de...» que suele darse al término. El mismo
sentido tendría en origen el saludo entre musulmanes (al-salâm ‘alayk, es decir, Dios te guarde), mientras que esta misma fórmula en la
época preislámica tenía el sentido de «reconciliación», se pronunciaba como signo de hacer las paces, de ausencia de guerra (Ibn Manzur).
En cuanto a Islam, tiene el mismo sentido de sometimiento, acatamiento, pero aplicado a lo religioso. «Es una declaración de sumisión
a la ley islámica (sharî‘a) y de la obligación de seguir las enseñanzas
del Profeta. Es musulmán aquel que se somete y acata la voluntad
divina, tanto de palabra como de obra. Se compromete, además, a
mantener una solidaridad con los demás musulmanes, defendiéndolos
de cualquier injusticia, protegiéndolos ante el enemigo y no traicionándolos jamás [todo esto viene argumentado por una serie de hadices y dichos proféticos]. Existe una diferencia entre el simple creyente
(mu’min) y el auténtico musulmán (muslim) [según el propio Corán].
El Islam es una declaración de sometimiento y aceptación de la voluntad del Profeta, e implica un compromiso». 8
Algún diccionario moderno (al-Mu‘yam al-‘arabî al-asâsî,) define
«paz» (salâm) como lo contrario de «guerra» (harb), sin duda por
influencia de las concepciones occidentales, pues en ningún diccionario clásico aparece esta definición, y sin embargo, curiosamente, lo
ejemplifica con una frase del Corán.
perfect Peace’», Papers of the Peace History Commision, IPRA- Malta, Oslo &
Oxford, 193-200.
7 . Hay que decir que básicamente es a slm a la que se le da importancia, por
lo que las entradas son mucho más extensas que las de slh, si bien ésta también
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Pero el término salâm o silm presenta además otras acepciones, que
se diversifican y amplían a medida que retrocedemos en el tiempo.
Así, en los distintos diccionarios encontramos las siguientes acepciones: «integridad, bienestar» (estar a salvo de desgracias y de defectos), «entrega, obediencia», «abandonar la guerra voluntariamente»
(al-Munyid), «seguridad, inmunidad, ausencia de imperfecciones», «reconciliación» (hacer la paz o reconciliarse con otros), «autorresignación o sumisión» (Corán), «saludo utilizado en el Islam»» (lit. «paz, o
seguridad, sobre tí», es decir, declaración de que nada desagradable te
ocurrirá en lo sucesivo), «absolución» (estar a salvo de pecado, estar
en paz), «hacer a uno cautivo fuera de la guerra», es decir, «sin resistencia» (Lane).
Es en el diccionario clásico (Ibn Manzur, s. XIII-XIV) donde se da
una mayor gama de acepciones, lo que corrobora la mayor riqueza del
concepto en las épocas más antiguas, teniendo en cuenta las constantes referencias que se hacen al Corán, a autores árabes de la primera
época del Islam y a poetas preislámicos. Se recogen los siguientes
significados:
pacífico, sin haber mantenido una guerra previamente, una especie
de consentimiento en ser tomados prisioneros, tal vez por incapacidad de defenderse o librarse de ellos. Es como si previamente hubieran acordado este sistema de sometimiento en una especie de pacto,
es decir, se trata de una obediencia pactada. Algo similar es lo que
ocurrió en el pacto entre Quraysh y los Ansar (aliados medineses del
Profeta): los creyentes se somenten, o se reconcilian, en su conjunto
(no es un asunto individual); es decir, se da una paz pactada, un
acuerdo entre los representantes de ambas partes. Se trata, por tanto,
de un sometimiento sin guerra.
a) Absolver, perdonar (quedar libre de defectos o cargas): y cuando
los ignorantes (los no musulmanes) les hablan, ellos responden salâm,
es decir, «os absolvemos, no hay problemas entre nosotros» (Corán).
Cada amanecer nuestro Señor te salva / librándote de las cargas que
soportas (Ibn Barri),9 se le daba este sentido entre los Omeyas. La paz
sobre ti que estás entre los de la derecha, es decir, tú que conoces la
recompensa que les aguarda a los que están a la diestra, esperas
para ti la misma suerte (Corán).
e) Seguridad, bienestar: la uridu illà salamatan, es decir, mi único
deseo es que haya seguridad, bienestar (Ibn ‘Arafa).
b) Sumisión, obediencia: «Dijeron salam», expresión mediante la
que el otro se sometía y se le perdonaba cualquier delito o pecado
(Ibn ‘Arafa). Aceptamos vuestra sumisión (salam) y no os consideramos yahilíes (Abu Mansur). Os prestaron obediencia, se sometieron a
vosotros (Corán), y explica Ibn Manzur: el sentido de esta frase no es
que tuviera lugar un reconciliación, sino que fueron tomados a la
fuerza, es decir, fueron sometidos; pero se trata de un sometimiento
aparece como noción relacionada con la paz.
8 . IBN MANZUR, Lisan al-Arab XII, 293.
c) Saludo (entre musulmanes): Estar a salvo de todas las desgracias (Abu Haytan). Grato, placentero (Ibn Qutayba).
d) Redención: Exhortación al hombre a librarse, o escapar, de
cualquier mal, tanto en el aspecto de la religión como en el humano
(M. b. Yazid). Dile salam ‘alayk y vuestro señor derramára sobre él su
misericordia (Corán).
f) Reconciliación (hacer las paces): La guerra les hizo probarse a
sí mismos/ pues, a veces, tras la paz se odia la guerra (al-A‘sà). Se
reconciliaron —hicieron las paces— con su pueblo/ como si, al ser
alcanzados, fueran gente de una religión extraña (Abu Kabir al-Hudali). Cogió a ochenta del pueblo de Meca pacíficamente (reconciliándose con ellos) (Corán). Como adjetivo, significa «pacífico»: Soy
pacífico con quien vive en paz conmigo. Un pueblo pacífico (Corán).
g) Rendición (pacífica), hacer cautivo: ajada-hu salaman, es decir,
lo cogieron prisionero, le hicieron rendirse sin guerra.
En ocasiones silm aparece como sinónimo de islam: Entrad en el
Islam por completo (Corán, 2:204), donde silm significa el Islam y
todos sus preceptos.
Una de las acepciones de salam, que recoge la mayoría de los diccionarios, es «uno de los nombres de Dios», al que se aplica esta
denominación porque Él está a salvo (salam/ salama = integridad,
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incolumidad) de todo defecto y no le afectan ninguna de las vicisitudes por las que pasan los demás seres, Él es Eterno y Todopoderoso
(Ibn Qutayba).
Asimismo, se repiten una serie de expresiones con la palabra salam,
como Dar al salam (el Paraíso), madinatu l-salam (Bagdad) y nahru lsalam (el río Tigris). De ellas destacaremos la primera, que aparece
con frecuencia en el Corán. Según Ibn Manzur, al Paraíso se le llama
Dar al-salam porque es la mansión donde se está a salvo de todos los
males. El paraíso es para los creyentes, y es dar al-salam por ser la
casa de Dios en toda su grandeza (Abu Ishaq). Se le llama dar alsalam porque es la mansión de la salama (seguridad, salvaguardia)
eterna, la mansión donde se está a salvo de la muerte, donde jamás se
perece (al-Zayyay). Dice un hadiz: los tres son responsables ante Dios,
y uno de ellos será quien entre en Su mansión, donde estará a salvo,
al-Salam es la salvaguardia de Dios en la tierra (Abu Bakr, el primer
califa, según refiere Yahyà ibn Yabir).
2.2
Salaha
En lo que se refiere al término sulh, y demás derivados de la raíz
slh, su significado original es «alejarse de la imperfección o de la
corrupción, ser íntegro». Una segunda acepción es «convenir, estar de
acuerdo» y, por extensión, «reconciliar(se)». De aquí el sentido de
conciliación, o reconciliación, en contextos más modernos. Desde el
punto de vista de la legislación islámica, significa «un pacto mediante el que se llega a la eliminación del conflicto», y desde el punto de
vista político, «supresión de la guerra de acuerdo con unas condiciones estipuladas». 10
2.3
Amina
En cuanto a la raíz amn y sus distintos derivados, su significado
general es «poner en seguridad, asegurarse, estar seguro, a salvo, fuera
de peligro», siendo su acepción originaria «estar, o llegar a estar, en
9.
Los nombres propios entre paréntesis hacen referencia a las autoridades
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calma, tranquilo, tanto de corazón como de mente». La expresión amina
al-balad indica que los habitantes de una ciudad o lugar están en un
estado de seguridad o confianza; âmin (part. act.) es el que está o se
siente libre de que le suceda algún mal, el que está a salvo de desgracias en el futuro; el mismo sentido tiene amîn: inna al-muttaqin fi
maqam amîn (Corán), es decir, «los piadosos estarán en una morada
en la cual se hallarán seguros de accidentes o daños de la fortuna», y
ma’man significa «lugar de seguridad, libre de temor, donde uno se
siente seguro.»
El verbo amana, que comúnmente se utiliza para «creer, tener fe»,
en el sentido religioso, tiene también el significado de «hacer que alguien se sienta seguro o a salvo, sin miedo», y mu’min (part. act.),
además de «creyente», es «el que aporta seguridad», aplicándose también a Dios en el sentido de «Aquel que hace que la humanidad esté
segura, o a salvo de que alguien los equivoque o les haga mal; Aquel
que hace que sus siervos estén a salvo de Su castigo».11 El sustantivo
amn, o aman tiene el sentido de «seguridad o ausencia de miedo»: anta
fi aman (estás en estado de seguridad); pero aman también se refiere a
la promesa de protección o salvaguardia, a la garantía de indemnidad.12
Hay que destacar la definición que el diccionario clásico da de amn
como opuesto a jawf (miedo, temor), amana opuesto a jiyana (traición, infidelidad, engaño) e iman como opuesto a kufr (infidelidad,
incredulidad) y sinónimo de tasdiq (el hecho de dar crédito o tener
por cierto algo).13 Esta contraposición de términos [al-amn yaqidu aljawf, la seguridad rompe el miedo (Ibn Sida)] nos indica una mayor
delimitación del concepto y nos permite apreciar un contexto que
refleja las interrelaciones causales de las experiencias de regulación
del conflicto, por vías pacíficas o violentas.
2.4
Connotaciones semánticas
en las que el autor del diccionario apoya sus explicaciones.
10. AL-BUSTANI (1977) Muhit al-Muhit, 515.
11. LANE (1968) Arabic-English Lexicon I, 100-103.
12. Siguiendo esta acepción, llegamos, a la connotación que la raíz amn
adquiere, en épocas posteriores, como una paz concreta entre actores materiales
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Encontramos, dentro del campo conceptual de la paz, una serie de
significados (sumisión, seguridad, integridad, absolución, reconciliación...) que mantienen entre sí una relación. La palabra clave (en torno a la cual el lenguaje organiza una experiencia humana) es Islam, y
los distintos significados se articulan en torno al significado original
de aslama , «dirigirse hacia, entregarse, resignarse». Incluso los conceptos expresados por otras raíces distintas guardan estrecha relación
con la idea expresada por slm; el término amina, por ejemplo, es utilizado en la difinición de salam.14
Observamos que las distintas acepciones que da el diccionario están relacionadas entre sí y que, de alguna manera, matizan y complementan el significado primero (sumisión, resignación). Así, la obediencia y la sumisión llevan aparejado el perdón, la absolución. Esa
sumisión, además, no implica una guerra o un conflicto previo, sino
que es un sometimiento voluntario (una paz pactada). La acepción
«hacer cautivo» tiene también ese matiz de «rendición pacífica». La
seguridad y el bienestar (otra de las acepciones) son el resultado, o la
contrapartida, de la sumisión, lo que implicaría una especie de pacto
o acuerdo mutuo.
En cuanto al saludo, es algo frecuente, en la mayoría de las lenguas
y las culturas, utilizar la palabra paz, igual que ocurre en árabe; pero
la fórmula al-salamu ‘alayk está además relacionada con la aceptación o acatamiento de los principios del Islam. Ya hemos dicho que
esta forma de saludo sólo se utilizaba entre musulmanes y que su
significado en la época preislámica era distinto. Se trata, pues, del
saludo de sumisión al Islam (literalmente, «paz, o seguridad, sobre ti»,
cuyo sentido es una declaración de que estás a salvo y de que nada
malo podrá ocurrirte una vez que estás dentro del Islam). Es una fórmula de pertenencia a una comunidad concreta y delimitada frente a
otras. Otra interpretación de esta expresión es «lo grato, lo placentero» (Ibn Qutayba), estado placentero que es consecuencia de la aceptación de las normas de esa comunidad.
El sentido de «reconciliación» que tienen los términos silm, sulh o
que llegan a un acuerdo.
13. IBN MANZUR Lisan... I, 107.
14. Otro término significativo utilizado insistentemente en dicha definición es
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musalaha presenta unas connotaciones que lo relacionan con la idea
de la guerra. Sin llegar a definir taxativamente paz como antónimo de
guerra (esta definición sólo la hemos constatado una vez, en un diccionario moderno), lleva implícita la idea de hacer las paces tras algún tipo de conflicto bélico (...a veces, tras la reconciliación se detesta la guerra, o soy pacífico con quien vive en paz conmigo y
guerrero con quien me hace la guerra). Esta acepción de la paz como
«reconciliación» o como «llegar a un acuerdo», se aplica generalmente al término sulh (cuyo significado clásico original es «ser íntegro, recto, mejorar, realizar buenas acciones») e indica que se llega a
la paz mediante un pacto cuyo resultado será la eliminación de un
conflicto.
La idea de seguridad, estar a salvo, no sentir miedo (amina), mantiene asimismo una clara conexión con la concepción de una paz,
tanto en el ámbito personal e interno, como en las relaciones con
otros actores. Por otro lado, la adquisición de seguridad emana de la
promesa de protección de alguien superior que se constituye en el
gestor de la paz.
En lo que respecta a los campos a que remiten los significados de
paz en el diccionario árabe, el principal, como se ha dicho, es el Islam.
Sin embargo, hay interesantes alusiones a lo preislámico, que pueden
dar idea de otro tipo de organización social y de relaciones entre los
grupos humanos; así por ejemplo la diferencia de sentido entre la
fórmula al-salamu ‘alayk en el el Islam y en la época anterior, o la
referencias de algún poeta preislámico. No hay que olvidar, por otra
parte, que muchas de las tradiciones, costumbres y creencias preislámicas perviven en la época siguiente y son recogidas por el Islam.
2.5
Expresiones de salam
El término salam, además de poseer los significados y connotaciones que hemos señalado, aparece con frecuencia formando parte de
estructuras lingüísticas más complejas, adquiriendo un sentido contextual que nos permite ampliar el campo de los matices de la concepción islámica de la paz. En este sentido, hay que señalar dos expresiones, que aparecen en todos los diccionarios y que, aparte de las connotaciones religiosas, están en relación con situaciones pacíficas:
a) Du -salam (lit. «el poseedor de la paz»), aplicado a Dios, como el
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autor de la paz, el que administra la paz, puesto que es Él quien protege
a todas la criaturas y el que garantiza la seguridad. Es una de las denominaciones que se dan a Dios para expresar sus diversos atributos.
b) Dar al-salam (lit. «la mansión de la paz»), aplicado al Paraíso,
como la morada de la seguridad, donde se está a salvo de todos los
males, es decir, un espacio sagrado. En la historia de las religiones es
una constante la noción de espacio sagrado, que implica la idea de
continua repetición, como una forma de afirmar, por parte del hombre,
su poder de perpetuarse, de sobrevivir a sí mismo. El espacio cerrado
que conforma el Paraíso es signo de dulzura, de paz, de seguridad, y es
, al mismo tiempo, símbolo del ciclo vital de la naturaleza, de ese
recomenzar constante que reflejaría el deseo del ser humano de perpetuar su poder.
2.6
Otras acepciones
Cabe destacar, por último, una acepción del término salam, que se
recoge en un diccionario del siglo XIX 15 y que hace referencia al
misticismo islámico, donde se le da el sentido de «la renuncia del
espíritu al sufrimiento en las dos moradas». El dato puede ser interesante por cuanto nos abre el camino para indagar en esta corriente de
pensamiento (tasawwuf) con la esperanza de encontrar otros signos
que puedan ampliarnos las concepciones de paz en el mundo árabe
islámico.
3. LA PAZ EN EL CORÁN
Una constante, en este recorrido por los distintos diccionarios, es la
continua referencia, incluso en los diccionarios modernos, al Corán 16
como fuente esencial donde remiten las diversas acepciones de la terminología analizada. Este hecho es altamente significativo por cuanto
viene a corroborar la importancia del texto coránico como primera
bara’a (de época preislámica), que tiene el sentido de «inmunidad, exoneración,
absolución».
15. AL-BUSTANI (1977) Muhit al-Muhit.
APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE PAZ EN LOS INICIOS DEL ISLAM
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fuente para acercarnos a la idea de paz en el Islam. Como sabemos, el
Corán es considerado, en toda la civilización islámica, como autoridad que marca la norma, tanto a nivel lingüístico como de otras ciencias. Esto, unido a la significación que el texto coránico va a adquirir,
en todos los órdenes, para las sociedades árabe islámicas a lo largo de
su historia, hace que necesariamente sea éste el punto de partida para
una aproximación al concepto de paz en el Islam.
Si bien, en un primer momento, cabría pensar que el carácter religioso de esta fuente condicionará la visión de la realidad que pretendemos estudiar, no debe pasarnos desapercibido el hecho de que toda
religión es una construcción social, cuyo objetivo sería llenar una
serie de carencias del individuo y guiar unos intereses. El hecho religioso es algo que se encuentra en la historia y que constituye, además
de una actitud personal, un modo social. 17 Desde este punto de vista,
la religión lleva implícita, además de la búsqueda del bien individual,
la misión de regular los conflictos de la sociedad de su entorno a
diferentes niveles, pues toda religión contiene aspectos de intercambios y comprensiones mutuas.
Desde el punto de vista histórico, sabemos que el Corán es, de los
tres libros sagrados, el más fiable, o el menos conflictivo, pues, a
diferencia de la Biblia o de los Evangelios, posee una unidad, tanto
cronológica como espacial y de autor.18 Por su parte, Mahoma goza de
una representatividad como individuo perteneciente a un grupo social
y a unos momentos históricos determinados: se desenvuelve en una
sociedad en transición, lo que le lleva, por una parte, a recoger e
integrar muchos de los elementos de las sociedades tribales anteislámicas —con su propia conflictividad y modos de relacionarse— y,
por otra, tiene que enfrentarse a la coyuntura histórica del momento,
con los conflictos entre los imperios bizantino y sasánida. 19 En este
contexto Mahoma va a ser sobre todo significativo por sus ideas y su
obra, el Corán, cuya repercusión y transcendencia a lo largo de siglos
16. Junto con el Corán, en los diccionarios clásicos se alude también a hadices y a autores de las primeras épocas del Islam.
17. Véase CRUZ HERNANDEZ, Miguel (1996) Historia del pensamiento en
el mundo islámico, Madrid, I, 9.
18. Fue dictado por un solo personaje, Mahoma, del año 610 al 632, y
ubicado en las ciudades de Meca y Medina.
1 9 . Sobre la situación de la zona a finales del siglo VI y principios del VII
242
BEATRIZ MOLINA RUEDA
está fuera de toda duda y que, en gran medida, marcará la pauta de
vida y actuación —no sólo religiosa, sino también social y política—
de las sociedades islámicas hasta el presente.
Pero además, el Islam, cuyo punto de partida es el Corán, no es sólo
una religión, sino también un fenómeno político y de civilización,
constituyendo además un código de conducta o de comportamiento, y
la Umma, como centro de aplicación de las normas que el Corán estipula, es un hecho social y no sólo religioso. Así, Mahoma hubo de
organizar moral y materialmente una comunidad, que pronto se iría
ampliando traspasando las fronteras de Arabia, para lo cual hubo de
realizar una misión social, atendiendo a la solución de problemas y al
arreglo de injusticias. La religión del Islam tuvo, por tanto, un efecto
social cuyas implicaciones contribuirían con toda seguridad a satisfacer ciertas necesidades que estaban patentes en el orden social de la
época. De esta forma, el Islam estaba actuando como regulador de las
relaciones entre individuos y grupos, en las que sin duda se darían
situaciones violentas, pero que también tendría muchos momentos de
entente cordial, de diálogo y de negociación.
Esa dimensión social de la religión hace suponer que una de sus
finalidades sea regular la convivencia y asegurar unos logros materiales. En efecto, uno de los objetivos de Mahoma sería el de asegurar,
mediante el perfeccionamiento moral, la cohesión de la comunidad y
fomentar las virtudes de solidaridad, justicia y bondad, propiciando
así unas relaciones afectuosas entre los miembros de la comunidad. La
solidaridad —que el Islam como religión social considera un principio básico— tendría como consecuencia la bondad y la generosidad,
moral y material. En este sentido, observamos cómo el Corán subraya
una serie de virtudes ligadas a la solidaridad, como la honradez (fundamentalmente en la sociedad mercantil) o la sinceridad. Asimismo da
importancia a la buena educación y a la cortesía (hacia el Profeta en
primer lugar, pero también en general), introduciendo, por ejemplo, el
saludo por la paz (bi-salam) o dictaminando una serie de normas de
comportamiento, como la recomendación de no penetrar en casa ajena
sin permiso y saber marcharse de ella20 y otras cuestiones que afectan
a la vida diaria y que testimonian la intención de asegurar en todas
partes y en todo momento la armonía en el seno de la comunidad. Y
d. C., puede verse HOURANI, Albert (1992) Historia de los pueblos árabes,
APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE PAZ EN LOS INICIOS DEL ISLAM
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ello a pesar de que, en última instancia, el objetivo fuera el de la
legitimación del poder, pues, como señala M. Arkoun,21 las grandes
religiones, desde el punto de vista sociológico, pueden entenderse
como recursos de legitimación del orden social producto de la acción
histórica de los hombres.
De cualquier forma, podemos suponer que el objetivo, al promover
unas actitudes tendentes a lograr ese estado de armonía y concordia,
era intentar regular de modo pacífico, no violento, quizás empleando
la persuasión, las relaciones entre los miembros de la comunidad. El
Corán, donde se habla de solidaridad, honradez, compasión, perdón,
armonía, paz..., contiene elementos suficientes para hallar el hilo conductor de lo que la idea de paz significa en la naciente comunidad
islámica y, consecuentemente, en la nueva sociedad que se va a desarrollar a continuación.
4. PRINCIPALES TÉRMINOS CORÁNICOS
Los principales términos con los que en el Corán se designa la paz,
o algún aspecto de la misma, son los derivados de las raíces slm y slh,
además de otros, como los derivados de amn o skn, que también expresan, como dijimos, nociones relativas a regulaciones pacíficas. Habría
asimismo que hacer referencia —aunque no sean objeto de este estudio— a términos cuyo significado viene a complementar el campo
conceptual de la paz, ya que expresan o sugieren unas realidades y
unos valores que ayudan a matizar y complementar la noción de paz
como una idea más abstracta. Se trata de términos que expresan conceptos como amor, amistad, ayuda, perdón, protección, pacto, etc.22
La presencia en el Corán de toda esta terminología nos informa de
la existencia de determinadas pautas para la regulación de situaciones
de conflicto, y nos hace suponer que la idea de paz era algo presente
como un valor y un bien deseable entre los individuos y grupos que
convivían en aquellos momentos.
4.1 Significados y frecuencia
Barcelona, 2-16.
20. Cf. Corán, 24:29.
21. ARKOUN, Mohamed (1992) El pensamiento árabe, Barcelona- Buenos Aires,
40.
244
BEATRIZ MOLINA RUEDA
En el texto coránico aparecen un total de 138 referencias de términos derivados de la raíz slm, 179 de slh, 65 de amn y 7 de skn con un
sentido relacionado con la paz.23
a) Derivados de slm
El verbo aslama, con el significado de someterse, ser sumiso, aparece 22 veces;24 sallama, que aparece 6 veces, presenta los significados
de salvar,25 entregar,26 saludar,27 someterse.28
En cuanto a los sustantivos, salâm, con 42 referencias, es el más
abundante con el significado de «paz, 29 pacificador30 y salud»;31 con
el mismo sentido de paz, aparece silm en una ocasión;32 y salm en
dos; 33 salam también significa «paz»34 y otras veces (5) «sumisión (a
Dios35 o a un hombre»),36 taslim tiene los sentidos de «sumisión»37 y
de «saludo de paz».38 En cuanto al sustantivo islam, aparece 8 veces
con el sentido de Islam como religión, siendo su significado literal
«sumisión, acatamiento».
Adjetivos de la misma raíz son: salim, «limpio, puro de corazón», 39
22. Véase sobre este aspecto GÓMEZ CAMARERO, Carmen., MOLINA RUEDA,
Beatriz y OTROS (1997) «Una lectura del Corán desde la paz» MEAH, 46, 113148.
23. Las referencias a términos derivados de esta raíz son más abundantes; sin
embargo aquí sólo serán tenidas en cuenta aquellas que presentan un significado
relacionado con aspectos de la paz; fundamentalmente se trata del sustantivo
sakina.
24. Corán 2:112, 3:83, 4:125, 6:14, 72:14, 37:103, 2:131, 3:20, 27:44, 3:20
(2), 49:14, 5:44, 49:17, 40:66,16:81, 6:71, 31:22, 48:16, 2:131, 22:34 y 39:54.
25. 8:43.
26. 2:233
27. 24:27/61 y 36:56.
28. 4:65.
29. 4:94, 5:16, 6:54/127, 7:46, 10:10/25, 11:48/69, 13:24, 14:23, 15:46,
16:32, 19:15/33/47, 20:47, 27:59, 28:55, 33:44, 36:58, 37:79/109/120/130/181,
39:73, 43:89, 50:34, 51:25, 56:91, 97:5, 11:69, 15:25, 19:62, 25:63, 27/75,
51:25(2) y 56:26.
30. 59:23.
31. 21:69.
32. 2:107.
33. 8:61 y 47:35.
APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE PAZ EN LOS INICIOS DEL ISLAM
245
y su plural salimun,40 con el sentido de «sanos, que gozan de bienestar»; musallama (fem.) significa «sana, sin estigmas»,41 apareciendo
también en dos ocasiones 42 con el sentido de «entregar, pagar»; mustaslimun (pl.) se encuentra una vez como «sumisos, rendidos».43 Finalmente, muslim aparece 41 veces y su sentido es «musulmán», es decir,
sumiso al Islam, mientras que su femenino, muslima, se utiliza en una
ocasión44 como «sumisa», referido a una ciudad.
b) Derivados de slh
Las dos formas verbales de esta raíz relacionadas con paz son salaha, que encontramos 2 veces 45 con el sentido de «obrar rectamente» y
aslaha, que aparece 28 veces con los siguientes significados: «llegar
a un acuerdo,46 rectificar,47 corregirse, reformarse,48 mejorar las cosas,49
reformar, poner orden,50 reconciliarse,51 imponer la paz,52 establecer la
concordia,53 restablecer, poner algo en buenas condiciones».54
El sustantivo sulh sólo se menciona dos veces55 y significa «reconciliación, acuerdo»; islah, con 7 referencias, es «concordia, reconciliación,56 educación, 57 reforma, orden»;58 salihat, «buenas acciones,
buenas obras», se menciona 61 veces.59
En cuanto a los adjetivos, muslih, es «reformador, capaz de mejorar
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
48.
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
16:28.
4:90/91 y 16:87.
39:29.
4:65 y 33:22.
33:56
26:89 y 37:84.
68:43.
2:71.
En el mismo versículo: 4:92.
37:26.
2:128.
13:23 y 40:8.
2:82 y 4:128.
5:39, 6:54,2:160 y 3:89.
6:48, 4:146, 46:15, 47:2, 4:16, 16:119, 10:81, 33:71 y 47:5.
26:152 y 27:48.
7:142.
42:40, 24:5 y 8:1.
2:224.
4:129, 49:9(2) y 49:10.
21:90.
13:23 y 40:8.
246
BEATRIZ MOLINA RUEDA
las cosas,60 justo»61 pudiéndose interpretar en dos ocasiones62 como
«pacificador»; el término que aparece con mayor frecuencia es salih
(39 veces), con el significado general de «[acción] buena, recta»,63
«[persona] recta, piadosa,64 justo, recto».65
Por último, salih(an), como adverbio, se utiliza generalmente acompañado de ‘amal, acción) en 26 ocasiones,66 con el sentido de «[obrar]
bien, rectamente».
c) Derivados de amn
Los derivados de esta raíz giran en torno a la idea central de seguridad, adquiriendo diversos matices como estar a salvo, tranquilo, vivir en paz.
El verbo amina, que aparece 18 veces67 con el sentido de «estar a
salvo, estar en seguridad», presenta en una ocasión (4:91) el matiz
concreto de «vivir en paz». Los sustantivos amn68 y amana 69 indican
protección y seguridad, que generalmente proviene de Dios; mientras
que amâna70 se refiere a la confianza que se deposita en algo o en
alguien. El adjetivo amîn, con 14 referencias, 71 significa «digno de
confianza», y en alguna ocasión se refiere a un lugar seguro. Los
participios âmin72 (act.) y ma’mun73 (pas.) tienen el mismo sentido de
«[estar o ser] seguro». El nombre de lugar ma’man 74 indica un «lugar
56. 4:35/114 y 2:228.
57. 2:220.
58. 11:88, 7:56/85.
59. 2:25/82/277, 3:57, 4:34/57/122/124/173, 2:9, 5:93, 7:42, 10.4/9/11, 11:11/
33, 13:29, 14:23, 17:9, 18:2/30/46/107, 19:76/96,20:75/110, 21:94, 22:14/23/
50/56, 24:55, 26:227, 29:7/9/58, 30:15/45/, 31:8/19,34:4, 35:7, 38:24/28, 40:58,
41:8, 42:22/23, 52:26,45:21/30, 47:2/12, 48:29, 65:11, 84:25, 85:11, 95:6, 98:7,
103:3.
60. 2:11/220.
61. 11:117.
62. 7:170 y 28:19.
63. 9:102/120, 18:110, 11:46, 18:110, 35:10.
64. 7:189/190.
65. 66:4, 18:82, 7:168/196, 21:72/75/86/105, 72:11, 66:10, 2:130, 3:39/46/
114, 4:69, 5:84, 6:85, 9:75, 12:101, 19:12, 16:122, 17:25, 24:32, 26:83, 27:19,
28:27, 29:9/27, 37:100/112, 63:10, 68:50.
66. 2:62, 5:69, 16:97, 18:88, 19:60, 20:82, 23:51/100, 25:70/71, 27:19,
28:67/80, 30:44, 32:12, 33:31, 34:11/37, 35:37, 40:40, 41:33/46, 45:15, 46:15,
64:9, 65:11.
67. 2:196/239/283, 7:97/98/99, 12:64/107, 16:45, 17:68/69, 67:16/17, 3:75,
4:91, 7:99, 12:11/64.
APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE PAZ EN LOS INICIOS DEL ISLAM
247
en que se esté seguro».
4.2
Análisis y comentario de estos significados
La variedad de significados que hemos visto refleja una serie de
matices que nos permiten discernir distintos aspectos dentro de lo que
sería una concepción amplia de la paz en la primitiva sociedad árabe
islámica.75 Se puede observar cómo cada una de las raíces mencionadas hace referencia a ámbitos concretos, que nos sugieren la existencia de distintos modos y mecanismos para gestionar la paz. Vemos,
así, cómo, junto al deseo de conseguir una paz individual basada en la
consecución de un estado de bienestar, existe una percepción de la
necesidad de regular las relaciones con los demás, dentro o fuera del
grupo, mediante la práctica de acuerdos, o de conseguir una seguridad
más terrenal que garantice el orden social.
La raíz slm y sus derivados presentan, en la mayoría de los casos, el
sentido de paz como sumisión, acatamiento, obediencia, resignación.
Dicha sumisión produce una seguridad pues con ella se consigue un
estado de bienestar ( 68:43: se les llamó a postrarse cuando gozaban
de bienestar), de armonía y prosperidad. Generalmente se trata de la
sumisión (a Dios) de individuos o grupos (creyentes, beduinos, hipócritas, judíos, cristianos...). En ocasiones se refiere al futuro (2:128:
haz de nuestra descendencia una nación sumisa), lo cual indicaría el
deseo de una paz duradera. Como opuesto a combatir (48-16: di a los
beduinos rezagados sois llamados a [combatir] a gentes de gran valor; ¡combatidles o que se sometan! y 4:90: si se mantienen apartados de vosotros, no os combaten y os ofrecen la sumisión, Dios no os
dará ningún medio de ir contra ellos), qatala (combatir) como opuesto a aslama (islamizarse) sugiere la idea de una paz con condiciones.
También relacionado con guerra (4:94: cuando entréis en guerra en
la senda de Dios, ved claro y no digáis a quien os ofrece la paz, no
eres creyente), donde tendría el sentido de una paz activa; o con algu-
68.
69.
70.
71.
2:125, 4:83, 6:81/82, 24:55.
3:154 y 8:11.
2:283, 4:58, 8:27, 23:8, 33:72, 70:32.
7:68, 12:54, 26:107/125/143/162/178/193, 27:39, 28:26, 44:18/51, 81:21,
248
BEATRIZ MOLINA RUEDA
na batalla concreta (8:43: acuérdate de cuando Dios te los mostró en
sueños como si fuesen pocos, si te los hubiese mostrado en gran número, hubieseis desfallecido y hubieseis discutido el mandato, pero
Dios os salvó y 8:61: si se inclinan a la paz , inclínate tú también a
ella y apóyate en Dios). Ambos versículos se sitúan en el contexto de
la llamada a las armas antes de la batalla de Uhud (año 626) en la que
Mahoma fue derrotado.
Salam, como saludo de paz, aparece en numerosas ocasiones. Es
un saludo dirigido a los miembros de la comunidad o a los posibles
futuros musulmanes. Es una paz que viene de Dios (36:58: se les
dirá: ¡estad en la paz de un Señor misericordioso!) y que generalmente está asociada a la consecución del Paraíso (16:32: los ángeles
llamarán a quienes fueron buenos, dirán: ¡la paz sea sobre vosotros!, entrad en el Paraíso (en recompensa) de lo que hacíais. 27:75:
todos estos tendrán por recompensa el salón más elevado (del Paraíso) porque habrán sido constantes; en él tendrán salud y paz. 10:25:
Dios llama hacia la Mansión de la Paz y conduce a quien quiere al
camino recto, etc.).
En una ocasión el término salam tiene el sentido de «Pacificador»,
aplicado a Dios (59:23: El es Dios, no hay dios sino Él. El es el Rey,
el Santísimo, el Pacificador, el Creyente, el Presente, el Poderoso...),
lo que corrobora la idea de Dios como el autor de la paz, el que da
seguridad, el que pone a salvo y proporciona inmunidad contra el
enemigo (21:69: Nosotros [es decir, Dios] dijimos: ¡fuego, sé frío, sé
salud [es decir, inofensivo] para Abraham!).
Por último, en tres ocasiones aparece como entregar, en el sentido
de pagar . Se trata de un contexto jurídico, de reglamentación sobre el
homicidio (4:92: quien mata a un creyente por error, ha de poner en
libertad a un esclavo creyente y entregar (pagar) el precio de la
sangre a su familia...... y si la víctima pertenece a gente con la cual
tenéis algún pacto (mitaq), ha de pagar el precio de la sangre a su
familia), y otro sobre la lactancia (2:233: si deseáis que amamanten a
vuestro hijo, no cometeréis falta siempre que paguéis a quien trajisteis, según está estipulado). Implica un tipo de negociación.
En lo que respecta a la raíz slh y sus derivados, presentan una gama
de significados que van desde «obrar rectamente, ser íntegro» hasta «imponer la paz», pasando por «rectificar, arreglar las cosas, poner orden»,
«llegar a un acuerdo», «reconciliar(se)», «establecer la concordia».
El significado original es «ser bueno, íntegro, justo; obrar recta-
APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE PAZ EN LOS INICIOS DEL ISLAM
249
mente» (desde el punto de vista religioso, se interpreta como «ser
piadoso, hacer buenas obras»). En el mismo sentido se utiliza el adjetivo salih (justo, recto), término que, en algunos versículos de la época mequí, se refiere a «aquel que realiza la paz» (sulh).
La idea de obrar rectamente aparece siempre ligada a la oposición
creyentes/no creyentes y a la noción de justicia y bondad divinas , en
el contexto de los ataques lanzados contra los enemigos de la revelación (5:69: quienes creen, y los sabeos y los cristianos, que han creído en Dios y han obrado con rectitud, no tendrán nada que temer ni
se entristecerán. 9:102: Otros [se refiere a los beduinos] han reconocido sus pecados y han mezclado las obras buenas con las malas, es
posible que Dios se apiade de ellos. 20:82: yo soy indulgente con
quien se arrepiente, cree, actúa con rectitud y luego va por la buena
senda. 25:71: y quien se arrepienta y actúe rectamente volverá al
seno de Dios. 5:93: no cometen falta por lo que comen quienes creen
y hacen buenas obras, siempre que teman a Dios, crean y hagan obras
pías. 19:96: pondrá el Clemente su amor en quienes hayan creído y
hayan hecho obras pías. 21:105: ya habíamos escrito en los Salmos,
después de la amonestación, que Mis siervos justos heredarán la tierra. 72:11: entre nosotros están los justos y entre nosotros están quienes no lo son: constituimos distintas sectas. 7:196: mi dueño es Dios,
Quien ha hecho descender el Libro, pues Él protege a los justos.
9:75: entre ellos hay quienes han pactado con Dios diciendo: si Dios
nos da algo de su favor, daremos limosna y estaremos entre los justos.
17:25: vuestro Señor conoce perfectamente lo que hay en vuestra
alma si sois justos, pues Él es indulgente con los penitentes, etc.). Se
trata de contextos que expresan la actitud de Mahoma ante otros grupos (infieles, idólatras, beduinos, hipócritas, judíos, cristianos) y que
denotan la existencia de un intento de regular las relaciones con ellos.
La idea de obrar bien va casi siempre asociada a la obtención de
una recompensa (2:277: quienes creen, hacen buenas obras, acuden a la oración y dan limosna, tendrán su recompensa junto a su
Señor. 18:2: ...y anunciar a los creyentes, esos que practican las
acciones de rectitud, que tendrán una hermosa recompensa. 33:31:
a quienes, de entre vosotras, obedezca a Dios y a su Enviado y actúe con rectitud , le daremos una recompensa y le prepararemos
una generosa provisión. 34:37: quienes creen y obran rectamente,
ésos tendrán recompensa doble por lo que han hecho. 84:25: a los
que no creen, Dios les albriciará un tormento doloroso, con excep-
250
BEATRIZ MOLINA RUEDA
ción de aquellos que creen y hacen obras pías; éstos tendrán una
recompensa sin límites, etc.)
Con frecuencia la recompensa consiste en «El Paraíso» (14:23: quienes hayan creído y hayan hecho buenas obras, serán introducidos en
unos Jardines por los que corren ríos. 22:56: quienes hayan creído y
hayan hecho obras pías, serán introducidos en unos Jardines de ensueño, 32:19: quienes hayan creído y hayan hecho obras pías tendrán los jardines del Refugio como morada, etc.). Otras veces se habla
de «provisión» (razaqa) en el sentido de «dar los medios de vida
necesarios, el sustento de cada día» (22:50: los que crean y lleven a
cabo acciones de bien, tendrán perdón y una generosa provisión.
40:40: ...pero quienes hayan obrado con rectitud, sea varón o mujer,
y sean creyentes, esos entrarán en el Paraíso donde se les proveerá
sin limitación, etc.).
En tres ocasiones aparece en contextos con connotaciones bélicas:
47:2 (proclamación de guerra): a quienes creen, hacen el bien y creen
lo que le ha sido revelado a Mahoma, Dios les perdonará sus malas
acciones. 9:120 (sobre las abstenciones del servicio militar): no obtendrán ventaja del enemigo sin que por ello se les prescriba una
buena acción. 48:29 (consecuencias del tratado de Hudaybiya): Dios
ha prometido a quienes, de entre ellos, creen y hacen buenas obras,
perdón y una gran recompensa.
Con el sentido de rectificar, corregir, reformar, poner orden, aparece generalmente en contextos referidos a ataques a otros grupos y
advertencias y consejos a los creyentes. En ocasiones se refiere al
comportamiento del hombre dentro de la comunidad, y va unido a
la idea de arrepentimiento y perdón (6:48: todo el que crea y se
reforme, no tendrá nada que temer ni estará entre los afligidos. 6:54:
aquel de vosotros que haya hecho un mal por ignorancia y luego
se vuelva atrás y rectifique, será perdonado, pues Él es Indulgente
y Misericordioso. 7:35: quien tema y rectifique, no tendrá nada que
temer, pues no estará entre los afligidos. 16:119: con quienes obraron
mal por ignorancia y luego se arrepintieron y se corrigieron, tu Señor
es Indulgente y Misericordioso. 33:71: Dios corregirá vuestras acciones y perdonará vuestros pecados. 46:15: corrígeme, al igual que
a mi descendencia. Yo vuelvo a Ti, yo estoy entre los sumisos) o
para dictar una norma concreta como las relativas al matrimonio, huérfanos, comportamiento en caso de guerra, etc. (5:39 (sobre el homicidio): quien se retracte después de haber cometido una injusticia
APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE PAZ EN LOS INICIOS DEL ISLAM
251
y rectifique, Dios volverá a él. 4:16 (sobre la fornicación): a aquellos de vosotros dos que cometan este pecado, castigadlos, pero si
se arrepienten y se corrigen, dejadlos. 2:220 (sobre los huérfanos):
te preguntan sobre los huérfanos, responde: el educarlos es un bien
[es decir, es bueno que miréis por sus intereses]. 47:2 (proclamación de guerra): a quienes creen, hacen el bien y creen lo que le
ha sido revelado a Mahoma, Dios les perdonará sus malas acciones y corregirá su pensamiento. 47:5 (ídem): las obras de quienes
sean matados en la senda de Dios no se perderán, Él los guiará,
corregirá su pensamiento y los introducirá en el Paraíso que les
ha descrito).
En otros casos, significa «mejorar las cosas, poner orden» (opuesto
a corrupción), entendiéndose a un nivel más amplio, que abarcaría
otras comunidades, enlazando con la noción de ecumenismo hacia la
que tiende el Islam (se habla de poner orden en la tierra): 26:152: no
obedezcáis lo que os mandan los impíos, esos que extienden la corrupción en lugar de mejorar las cosas. 27:48: en la ciudad había
nueve individuos que, en vez de mejorar las cosas, extendían la corrupción sobre la tierra. 7:142: Moisés dijo a su hermano Aarón:
sucédeme, pon orden entre mi pueblo y no sigas la senda de los corruptores. 7:85: sed justos en la medida y en el peso, no perjudiquéis
a los hombres en sus cosas y no propaguéis la corrupción sobre la
tierra después del orden que se ha puesto en ella. 2:11: cuando se les
dice «no extendáis la corrupción sobre la tierra» responden: «nosotros somos reformadores» [es decir, lo único que hacemos es mejorar
las cosas]). Relacionado con situaciones de guerra aparece en 11:117:
tu Señor no hubiese aniquilado injustamente las ciudades, si sus habitantes hubiesen sido de los que ponen orden.
En general, la idea de reformar o poner orden que aparece en los
anteriores pasajes, remite a la voluntad de llevar a cabo una regulación de las conductas con vistas a conseguir la paz social, ese carácter
de paz social que Mahoma pretendía dar al Islam. En este sentido,
«reformar» debe entenderse como «pacificar» (en dos ocasiones aparece el adjetivo «reformador», que algunos interpretan como pacificador o reconciliador: en 28:19 se contrapone los que siembran la corrupción en la tierra a aquellos otros que hacen mejorar las cosas,
actuando como pacificadores; y en 7:170 se alude a la recompensa
que obtendrán esos pacificadores, pacificación que lleva implícita la
idea de «reconciliación»).
252
BEATRIZ MOLINA RUEDA
Por último, el significado de llegar a un acuerdo, reconciliar, establecer la concordia, aparece en contextos claramente reguladores de
situaciones institucionales y jurídicas: 76 Sobre huérfanos y esposas
(4:128: si una mujer teme por parte de su esposo mal trato o abandono, no cometen falta ninguno de los dos si intentan llegar a un acuerdo, pues la reconciliación es un bien. 4:129: si establecéis la concordia y sois piadosos, Dios lo tendrá en cuenta, pues Dios es Indulgente
y Misericordioso y 4:35: si [los cónyuges] desean reconciliarse, Dios
propiciará su reconciliación). Contra la fornicación (24:5: a los que
calumniaron a las mujeres honradas y no pueden luego presentar 4
testigos, dadles ochenta azotes y no volváis jamás a aceptar su testimonio, ésos son los perversos, a excepción de quienes, después de eso,
se arrepienten y se concilian, pues Dios es Indulgente y Misericordioso). Juramentos, llamada a mantener la unidad (2:224: no hagáis de
Dios un pretexto que os impida romper vuestros juramentos de que
seréis buenos y piadosos e impondréis la paz entre los hombres, 49:9:
si dos grupos de creyentes luchan entre sí, estableced la concordia
entre ellos, 49:10: los creyentes son hermanos, poned paz entre vuestros hermanos y temed a Dios). Botines de guerra (8:1: te preguntan,
Mahoma, por los botines de guerra. Responde: los botines son de Dios
y del Enviado, temed a Dios y arreglad vuestras diferencias). El repudio (2:228: sus esposos son más justos cuando las recogen en ese tiempo
si desean la reconciliación). Contra los hipócritas y apóstatas (4:114:
muchas conversaciones secretas no encierran ningún bien, exceptuando
a quien manda dar limosna, actuar según lo establecido o reconciliar a los hombres). Testamentos (2:182: pero si alguien teme que haya
injusticia o transgresión por parte del que hace testamento e intenta
que se llegue a un acuerdo, no incurrirá en falta). Actitud que deben
adoptar los creyentes en caso de ataque (42:40 —mequí—: pero quien
perdona y se reconcilia, tendrá su recompensa junto a Dios).
A propósito de esta acepción (reconciliación, acuerdo), podemos
constatar cómo ya en el Corán el término sulh presenta ese matiz de
95:3.
72.
29:67,
73.
74.
2:126, 3:97, 12:99, 14:35, 15:46/82, 16:112, 26:146, 27:89, 28:31/57,
34:18/37, 41:40,44:55, 48:27.
70:28.
9:6.
APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE PAZ EN LOS INICIOS DEL ISLAM
253
paz conseguida mediante un pacto o acuerdo, 77 frente a slm que se
refiere más bien a una paz interna, un estado de paz asociado a situación de prosperidad.
5. CONTEXTOSTERMINOLÓGICOS
En los contextos en que aparece esta terminología encontramos,
además del significado concreto que traduce el término, una serie de
conceptos con él relacionados, cuyo análisis puede ayudarnos a categorizar el sentido de «paz». Se trata de conceptos como Dios, Paraíso,
recompensa, etc.
5.1
Dios
Junto a los términos de paz que hemos visto se menciona casi siempre a Dios (Alá, Rabb —Señor—, o cualquiera de sus apelativos):
16:87: Entonces ofrecerán a Dios su sumisión y de ellos se habrán
apartado los que habían forjado [otros dioses]; 25:63: Los servidores del Clemente son los que andan por la tierra con modestia, y que
cuando les hablan los ignorantes responden ¡Paz!; 2:131: Cuando su
señor le dijo «sométete», respondió «me someto al Señor de los mundos» [e. d. de los hombres]; 8:1: Te preguntan, Mahoma, por los
botines de guerra. Responde: los botines son de Dios y de su Enviado,
temed a Dios, arreglad vuestras diferencias, obedeced a Dios y a su
Enviado, etc., etc.
Dado el papel que se le concede en relación con la paz (Él es el que
recibe la sumisión, el que reparte seguridad y bienestar, el que concede recompensas, etc), hay que preguntarse qué representa este dios,
cuáles son sus características, qué tipo de relaciones se establecen con
Él, etc. Podemos señalar tres aspectos de la idea de Dios, según lo
concebía el Profeta, aspectos que pueden seguirse, en el propio Corán,
a través de los distintos epítetos y apelativos que se le aplican (los 99
75. Un avance de este análisis, en concreto lo referente a los términos salam
y sulh, aparece en GOMEZ CAMARERO, Carmen, MOLINA RUEDA, Beatriz y
OTROS (1997) «Una lectura del Corán desde la paz» MEAH 46, 113-125.
76. Las acepciones «acuerdo, reconciliación» y «establecer la concordia o la
254
BEATRIZ MOLINA RUEDA
nombres de Dios) y que describen sus atributos y cualidades.78
En primer lugar, es un dios que reúne en sí las diferentes formas que
le atribuían las creencias de los árabes de aquella época. Seguía siendo la divinidad familiar que protege a la tribu contra sus enemigos y
que favorece sus intereses (por ejemplo, en la Meca garantizaba la
seguridad de las dos grandes caravanas anuales de los qurayshíes,
tribu a la que pertenecía Mahoma), uno de los nombres que con más
frecuencia se le da (al-Rahman) expresaba el vínculo familiar de la
tribu. Este calificativo, que suele traducirse por «El Clemente», significa en efecto «el que dispensa la gracia y la clemencia», pero también «aquel con quien se está unido con un lazo de sangre »; por
tanto, al utilizar esta palabra (de origen judeo cristiano por otra parte,
y que se usaba para referirse a dioses de Siria y de Arabia meridional
anteriores al Islam), Mahoma continúa manteniendo con Dios el mismo vínculo familiar por el cual los antiguos árabes se sentían unidos
a su divinidad tribal. Dios es también «el Señor» (rabb), opuesto a
«esclavo» (‘abd). La palabra rabb hacía alusión a los dioses preislámicos, a los que se les aplicaba este nombre en plural, de ahí que , en
el Islam, Alá adquiera el aspecto de una divinidad local, es el dios de
la casa (el santuario de la Ka’ba) que protege a los qurayshíes del
hambre y del miedo; es también el Señor de la Meca (Corán 106:3/ 4,
28:57, 19:67), y se le llama «Señor de los hombres» (Rabb al-’alamin). Se le denomina también waliy y mawla, el que dirige por encima
de ti tus intereses, es decir, el señor del esclavo, el patrono del liberto,
el tutor del huérfano, el representante de la mujer en el contrato matrimonial, etc.
Es un dios que adopta características humanas: el Vidente, el Sabio, el Informado, el Protector, el Guardián, el Garante (awliya) y el
Fiador (wakil). Estos dos últimos términos hacen referencia respectivamente a la vida familiar (tutor, representante) y comercial (apoderado, etc.). Se le aplica también un adjetivo que hace referencia a lo
alimentario: al-razzaq = el «nutricio», el proveedor del alimento cotidiano, es decir, aquel cuya bondad vela por la subsistencia de los
hombres (Corán 39:52: ¿es que no sabéis que Dios dispensa su provisión [el término utilizado es razq = el pan de cada día] a quien Él
quiere?
paz» aparecen siempre en suras correspondientes al periodo de Medina. El hecho
es significativo teniendo en cuenta el cambio que se produce en las circunstancias
APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE PAZ EN LOS INICIOS DEL ISLAM
255
En segundo lugar, Dios era concebido como esa divinidad lejana y
temible que gobierna el mundo y a las criaturas y que castiga a los
rebeldes, aspecto éste que reflejaría el pensamiento de Mahoma como
jefe de Estado, con poder y con capacidad de regular el orden. Esta
concepción encierra las ideas de vida, potencia, y autoridad, presentes
en otros tantos calificativos con los que se le nombra: Él es: el Vivo,
el Presente, director, vigilante de todas las cosas, regulador del orden
(idea de vida). El Poderoso, el Fuerte, el Omnipotente, el Supremo, el
Dominador (al-Qahhar = «aquel que constriñe sin que se le pueda
resistir», el que somete y subyuga, al-Yabbar = «el que tiene poder
coactivo», el tirano, el déspota, el opresor, y du l-intiqam = «el que es
capaz de venganza») (idea de potencia). El Rey, el que gobierna, es
decir, «el que posee al-mulk» = la plena propiedad de una cosa y el
poder absoluto sobre ella. Es el Señor del Trono, sobre el que se le
representa en la Creación y en el Día del Juicicio (la palabra ‘arsh,
trono, designa en árabe un abrigo de ramaje, como aquel en el cual
está Mahoma durante la batalla de Badr). Esta segunda concepción de
la divinidad refleja la idea de autoridad.
En tercer lugar, y debido a influencias judeo cristianas, Dios sería
concebido como un dios de bondad y misericordia. Es una concepción que conlleva la idea de generosidad, de amor y de justicia. Se le
llama el Generoso, el que agradece, shakir o shukur, (la idea de agradecimiento expresa en árabe la generosidad que se debía testimoniar
al huesped). Asimismo se le aplican palabras que significan amar y
amigo (Corán 19:96: a los que tienen fe, Dios les dará amor y 85:14:
Él es el Perdonador, el Amoroso). Otro término que expresa la bondad, la generosidad y la virtud es Barr. En cuanto a la idea de justicia
y equidad, viene expresada por términos como al-Hakim (el Justo, el
Sabio, el Equitativo) y al-Haqq (la verdad, la realidad). Este último
expresa también la medida, el buen orden, la armonía establecida en
la Naturaleza, es decir, el equilibrio y el orden (Él ha creado los
cielos y la tierra, arrollando la noche con el día y el día con la
noche), pero también en ocasiones la verdad (al-haqq) es simplemente
la buena regla, los buenos modales, como en el pasaje coránico (33:53)
a propósito de la norma de Medina que recomienda no entrar en la
casa del Profeta y de sus esposas sin haber sido invitado.
La influencia de este dios sobre la comunidad se ejerce mediante
una especie de «emanación de la divinidad» que se materializa en
nociones, presentes en el Corán, como qawl (palabra, verbo), ruh (so-
256
BEATRIZ MOLINA RUEDA
plo, espíritu), nur (luz), amr (orden, mandato) y sakina (presencia divina); esta última corresponde an árabe a la noción de «morada fija,
de reposo, de paz y de serenidad» (Él es aquel que ha hecho descender la sakina al corazón de los creyentes para añadir fe a su fe (48:4),
o Alá ha quedado satisfecho de los creyentes cuando te prestaban
juramento bajo el árbol [en al-Hudaybiya]: Él ha sabido lo que había
en sus corazones, ha hecho descender sobre ellos la sakina y les ha
enviado una victoria próxima (48:18)). Se trata, en definitiva, de medios para regular las relaciones entre la comunidad y frente a otros
grupos, y en ocasiones esta sakina se materializa en una ayuda eficaz,
como la del ejército de ángeles para combatir, seguramente en batallas
como las de Badr, Uhud y Hunayn (Corán 9:26 : y Dios hizo descender su sakina sobre su Mensajero y los creyentes, e hizo bajar ejércitos que no veíais, y así castigó a los que no creían y 9:40: Dios hizo
descender sobre él su sosiego (sakina), le ayudó con ejércitos que no
veíais e hizo que la palabra de los que se negaban a creer fuera la
más baja).
En resumen, ese dios, autor de la paz y regulador de las relaciones
dentro de los grupos que conforman la sociedad de aquel tiempo,
representa la protección y salvaguardia de los intereses de la comunidad (primero la propia tribu y luego la Umma), de la que es garante,
fiador, guardián, protector...; y las relaciones que con él se establecen
son las propias de la sociedad tribal que correspondía a la época,
donde existían unas áreas de influencia situadas en las ciudades de
los oasis y un jefe que ejercía de árbitro en los conflictos domésticos.
En segundo lugar, representa el amor, la bondad y la generosidad, que
contribuyen a establecer en la comunidad unas relaciones de armonía
y concordia. Y, en tercer lugar, es el representante del poder, a veces
coercitivo, que se ejerce sobre los otros grupos, y que permite regular
el orden e imponer su justicia. Este último aspecto coincidiría con la
fase de Medina en la que se va perfilando la actividad de Mahoma
como jefe de una comunidad, con una autoridad política, frente a la
época anterior de la Meca, en la que sus preocupaciones se dirigían
más a ejercer de árbitro para restablecer la paz y reconciliar las disputas entre las tribus.
Por otra parte, la expresión «Sendas de Dios», que aparece con
frecuencia, sugiere una actitud activa hacia la consecución de la paz
social.
APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE PAZ EN LOS INICIOS DEL ISLAM
5.2
257
Paraíso
Una de las denominaciones del Paraíso es «la mansión de la Paz».
La noción de paz está, una vez más, asociada al espacio familiar de la
casa (dar) (se utilizan también los términos nazl, alojamiento, y más
concretamente campamento nómada, y ma’wà, morada, albergue, refugio) y a las relaciones pacíficas entre los miembros de la tribu.
En él hay jardines (el otro término utilizado para «paraíso» es yannat, jardines) poblados de vegetación (palmeras, frutos, granados...)
que remiten al medio rural de aquella sociedad; y ríos, arroyos y fuentes que producen una sensación placentera en los habitantes de una
tierra que se caracteriza por su sequedad y aridez, y donde el agua
constituía un medio de vida: era en los oasis donde se asentaba la
población, familias de agricultores y pastores, y desde donde los jefes
tribales ejercían su poder e influencia.
El paraíso está, además, habitado por bellas y jóvenes mujeres, que
hacen pensar en las relaciones del ámbito doméstico, y repleto de
alimentos, para una gente que seguramente carecía de medios (19:62:
en ellos [los jardines del Edén] no oirán más que Paz, y en ellos
tendrán su alimento mañana y tarde). Puede decirse que es un paraíso
de beduinos, es decir la imagen que el beduino de la época podía
desear de acuerdo con sus medios de vida y subsistencia: sin sol ardiente ni frío, con enramados y manantiales, vergeles y emparrados,
vestiduras opulentas, alhajas, sirvientes; en tiendas lujosas con cojines alineados y alfombras extendidas, etc. (Corán 77:41, 78:42, 88:13,
25:11, 76:21, 18:30, 35:30).
Todo esto es ofrecido a los creyentes a cambio de seguir ciertos
comportamientos sociales y de observar determinadas conductas prescritas por ese «dios» regulador del orden social y político (9:111: Dios
compra a los creyentes, sus personas y sus bienes a cambio del paraíso, con el fin de que combatan en el camino de Dios), en una especie
de pacto mediante el que se regulan los conflictos cotidianos de la
sociedad. Hay que ser generoso con los desdichados (en la tierra), a
quienes se promete una situación de armonía y de paz, donde reinará la
«concordia fraternal» y no existirá la envidia ni los rencores.
Al mismo tiempo, esa promesa de concordia, bienestar y seguridad
(15:46: los piadosos estarán entre jardines y fuentes; se les dirá:
entrad en paz, seguros) expresa un deseo de conseguir una paz social
duradera y eficaz, deseo expresado por la idea de eternidad, que suele
BEATRIZ MOLINA RUEDA
258
ir asociada al paraíso (2:82: quienes creen y hacen obras buenas, ésos
serán los dueños del Paraíso, donde serán inmortales; 50:34: entrad
[en el Paraíso] en paz, éste es el día de la eternidad; 39:73: cuando
lleguen al Paraíso se abrirán las puertas y sus guardianes exclamarán: ¡la paz sobre vosotros, fuisteis buenos, entrad en el Paraíso
para la eternidad!, etc.).
5.3
Juicio Final
En estrecha relación con el Paraíso están las continuas referencias a
la Otra Vida y al Juicio Final (3:24: la paz con vosotros que tuvisteis
paciencia, ¡cuán hermosa es la última morada!). Las menciones del
Juicio Final y de la Otra Vida, asociados a la idea de obrar rectamente
y conseguir la paz y la armonía, aparecen siempre en suras del período
mequí, y aplicado a los creyentes frente a otros grupos que no se han
sometido. El fin del mundo, los premios y los castigos que se recibirán, son otros tantos indicios del poder de Dios, ese dios capaz de
venganza que ejerce su autoridad para imponer el orden. Cuando se
habla del castigo de los que no han obrado bien, se alude a cómo
éstos ya no conocerán el apoyo que les daba, en la antigua sociedad,
la unidad de la familia, del clan. Ese abandono de todo lo que suponen los vínculos del grupo se repite en muchos versículos del Corán:
el día en que ya no sean útiles bienes ni hijos, excepto para quien
venga a Dios con un corazón puro (26:88), y sólo los que hayan
temido y obrado bien no sentirán ningún temor.
Se habla de los libros que los buenos llevarán en su mano derecha
y los impíos en la izquierda, con todos los actos de sus vidas anotados. (90:17, 14:41). La importancia atribuida a los libros en el Corán
es una prueba de la difusión de la escritura entre los árabes del siglo
VII. Estos libros hacen pensar en los que llevaban para sus negocios
los comerciantes qurayshíes. Asimismo, para expresar las manifestaciones de la decisión divina a la hora de enviar un alma al infierno o
al paraíso, el Corán (2:216) utiliza términos de la vida comercial de
los qurayshíes: «borra» una culpa igual que el comerciante borra una
deuda en la cuenta de su deudor. El balance establecido entre las
buenas y malas acciones se designa con el nombre de «operación
comercial» (60:8). El que tiene en su «cuenta» una falta e intenta
rechazarla cargándola sobre un inocente, añade a su carga una mentira
APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE PAZ EN LOS INICIOS DEL ISLAM
259
y un pecado, y cada alma «pagará» por lo que ha hecho (45:33, 16:87,
52:14). Todo ello da idea de las relaciones económicas y comerciales
que se mantenían en aquella sociedad.
A la hora de decidir quien se salvará y quien no, Dios interviene
como el dios justo y vigilante que ejerce su poder: Dios, en favor
de quien fue lesionado, cogerá al que le ha causado el agravio (35:9),
logrando así una reparación muy similar al talión preislámico. Otras
veces, sin embargo, Dios se muestra clemente (al-Rahman), llegando a sentir por los árabes una especie de sentimiento familiar, como
el que sentían los antiguos dioses por sus tribus. Se admite asimismo un margen para la intervención y negociación de otros grupos o
comunidades, cuando se habla de que cada profeta (Abraham, Salé,
Noé, Jesús...) podrá conducir a su comunidad de fieles e interceder
por ella.
5.4
Recompensa
En muchos de los contextos relacionados con la paz se habla de
la recompensa o retribución, que se concede a cambio de «someterse» o de «obrar bien». Literalmente, dicha recompensa está asociada al Paraíso y a Dios: 33:34: La salutación de éstos [los creyentes], el día que lo encuentren, será ¡paz! Les habrá preparado
una generosa recompensa. 2:112: Sin duda, quienes se sometan a
Dios y practiquen el bien, tendrán su recompensa junto a su Señor. 42:40: Pero quien perdona y se reconcilia, tendrá su recompensa junto a Dios. 2:62: Quienes creen, y los judíos, los cristianos y los sabeos, quienes creen en Dios y en el Último Día y actúan rectamente, tendrán su recompensa junto a su Señor. 16:97:
A quienes sean creyentes, hombres o mujeres, y hayan obrado con
rectitud, los haremos revivir en una vida excelente y les pagaremos su salario por el bien que hacían. 3:57: A quienes crean y
hagan buenas obras, les daré su retribución. 11:11: Se exceptúan
quienes tienen paciencia y hacen buenas obras; ésos tendrán perdón y un gran salario (en el Paraíso). 18:88: Quien cree y actúa
con rectitud, tendrá la más hermosa recompensa. 33:31: A quien,
de entre vosotras, obedezca a Dios y a su Enviado y actúe con
rectitud, le daremos su recompensa y le prepararemos una generosa provisión, etc.
260
BEATRIZ MOLINA RUEDA
Se da una especie de acuerdo:79 la concesión de algo positivo a
cambio de actuar según unas normas, que asegurarán unas relaciones
de concordia.
El significado de la terminología utilizada para expresar esta noción hace pensar que, más que de una recompensa moral o espiritual,
se trataría de una retribución de orden material. Los términos empleados son básicamente tres: ayr = remuneración, retribución, salario.
yazà = recompensar, remunerar, retribuir, pagar (con algo) y razaqa =
proveer, dar los medios de vida necesarios (sust. razq = víveres, el pan
cuotidiano).
En efecto, parece lógico que, en un momento en el que, sin rechazar las estructuras tribales anteriores, Mahoma trata de organizar, moral y materialmente, una sociedad nueva, se preocupe de atender las
necesidades de los miembros del grupo, con el fin de garantizar su
adhesión. En los primeros tiempos de la predicación, una de las preocupaciones sociales era aliviar las miserias y enmendar las injusticias. Por otra parte, la incipiente comunidad continúa la tradición
árabe, para la cual tiene gran importancia la solidaridad social (‘asabiyya), y una de las principales manifestaciones de esa solidaridad es,
además de la bondad moral, la generosidad material.
Desde el punto de vista de la economía, esta comunidad no es aún
concebida como una personalidad jurídica que pudiera poseer bienes;
por consiguiente todos los recursos obtenidos (a partir de botines de
guerra, pago de tributos, etc.) revierten en el jefe de la comunidad,
quien después será el encargado de asegurar, mediante relaciones privadas, la subsistencia o la recompensa de sus allegados y fieles (este
reparto permite ya, en cierto modo, practicar una «política»).
Es en este contexto donde habría que situar las recompensas a que
hace referencia el Corán. En una economía basada fundamentalmente
en la tierra, el ganado y los intercambios comerciales, se trataría de
suministrar a los individuos integrantes de la comunidad un mínimo
de bienes que aseguren su subsistencia, incluido el alimento diario,
tal como expresa la palabra razq. Por eso, a los que obran rectamente,
se les promete el Paraíso, en el que sólo oirán la palabra ‘paz’, y en el
que tendrán su alimento mañana y tarde (19:62).
de la predicación de Mahoma, que pasa de actuar como un mero árbitro en las
contiendas entre las tribus a presentarse como un jefe de Estado que dicta sus
APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE PAZ EN LOS INICIOS DEL ISLAM
261
En una ocasión (21:72) el término empleado para recompensa es
nafila, cuyo sentido literal es «don, regalo, presente», y con el que se
hacía alusión a los pequeños regalos que, en el reparto del botín, se
hacían a quienes habían tenido alguna relación con la batalla sin
participar directamente en ella, como mujeres, niños, enfermos, esclavos, etc.
Otras veces la recompensa, tras haber ganado una batalla, es el
botín, consistente en ganados (48:18/19: El ha hecho descender sobre ellos la alianza y los ha recompensado con una victoria inmediata, con numerosos ganados que capturarán.
5.5
Otros profetas
Proliferan en el Corán (sobre todo en las suras correspondientes al último período de la Meca) las alusiones a otros profetas
como Noé (11:48, 37:79), Abraham (2:131, 11:69, 19:47, 15:52,
37:109, 21:69, 51:25), Moisés (20:47, 37:120), Elías (37:130), Juan
(19:15), Jesús (19:33, 43:89), etc. A todos ellos se les considera
hombres rectos, justos (salihun) por excelencia, y se les aplica el
mismo saludo (al-salam ‘alà...) que a los musulmanes (2:244, 37:77,
etc.).
Todas estas alusiones, no sólo indican las influencias judeo cristianas, sino también el reconocimiento de algún tipo de relación con los
otros grupos, cristianos y judíos sobre todo, con los que existirían
tratos y negociaciones.
Ante la realidad del surgimiento de las necesidades prácticas de la
naciente comunidad, se recurre, en el Corán, a prolijas descripciones
de la vida de profetas anteriores, seguramente con el fin de afirmar la
realidad de la «intervención divina» contra los «no creyentes», amenazar a los adversarios o reconfortar a los adeptos; es decir, como una
forma de coacción sobre los grupos oponentes. En los diálogos de este
período se reflejan, además, disputas entre Mahoma y sus enemigos de
la Meca. A veces, se buscan paralelos entre Mahoma y otros profetas,
como Moisés, con el fin de reafirmar su autoridad con modelos precedentes. Otras veces se pone a alguno de estos profetas (amonestadores
de su pueblo) como ejemplo para los habitantes de la Meca (los qurayshíes enemigos de Mahoma) o los judíos de Yatrib, con la intención de disuadirlos de sus posturas.
262
BEATRIZ MOLINA RUEDA
6. PRESENCIA DE LA PAZ EN EL PRIMER ISLAM
Como acabamos de ver, buena parte de nuestro estudio se basa en
la concepción de paz reflejada en el Corán, como texto primigenio y
fundamental de la sociedad islámica. No obstante, y debido a su carácter de guía y autoridad, hemos de suponer que las ideas contenidas
en el texto coránico atañen a los modos de pensamiento y actuación
de toda la sociedad islámica, especialmente en sus primeros tiempos.
Suponemos, asimismo, que la abundante terminología de la paz que
encontramos en el Corán está igualmente presente en otros textos islámicos, tal como hemos podido comprobar, en parte, a través de la
consulta de diversos diccionarios árabes clásicos.80
Si, como decíamos al principio, las pautas de actuación y las características sociales y políticas del Islam vienen marcadas por el propio
Corán, es lógico pensar que las realidades de paz y las experiencias
reguladoras de conflictos de la sociedad islámica que sigue a la muerte del Profeta estén en esencia representadas por las ideas que desarrolla el texto coránico. De hecho, las nuevas comunidades se articulan
en torno a ese sentimiento de solidaridad de grupo que desarrolla la
conciencia de pertenencia a la Umma, solidaridad que contiene unas
bases de entendimiento guiado a conseguir un estado de convivencia
que hiciera posible enfrentar la nueva situación social y política. La
nueva dinámica social que se impone con la aparición de Mahoma,
hace que los valores de la antigua organización beduina pierdan parte
de su sentido y que surjan nuevos ideales y valores que inevitablemente producen situaciones de conflicto. En este contexto, el Islam
tratará de arbitrar mecanismos de regulación que estabilicen la situación y contribuyan a armonizar las relaciones que el nuevo orden
traerá consigo.
Por consiguiente, el análisis de las expresiones y términos relativos
a la paz que acabamos de exponer, pueden acercarnos a la realidad
social de la época en que se forjó el Islam, confirmando la presencia
de experiencias pacíficas e informándonos de los modos de percibir
y regular las relaciones, intra e intergrupales, en aquellas sociedades.
Como hemos podido observar, el sentido religioso que, en una primedisposiciones.
77. Este matiz coránico coincide con el sentido de sulh en otros contextos,
tanto anteriores (en la ley beduina significaba «arreglos en contiendas tribales»),
como posteriores («pacto de duración limitada» refiriéndose al final de una guerra, en contextos clásicos, o «paz acordada entre gobiernos», en la época otomana).
APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE PAZ EN LOS INICIOS DEL ISLAM
263
ra lectura, presentan muchas de estas expresiones no impide que, en
muchos casos, tengan connotaciones más terrenales, lo que nos acerca
a las circunstancias históricas del momento, al tiempo que confirma
la riqueza de esta terminología. Así por ejemplo, el término salam que
alude a la salvación y a la seguridad en Dios, también puede ser
entendido como expresión de una seguridad más mundana, en el sentido de ausencia de peligros o de problemas en un medio donde las
relaciones con otros grupos, muchas veces opuestos, hacían necesaria
la búsqueda de una tranquilidad y una concordia que diera salida a
los numerosos conflictos. Cabe suponer que en los distintos grupos
sociales existentes, la idea de paz era algo presente, en primer lugar,
como un deseo y un valor a mantener y, en segundo lugar, como una
práctica reguladora de situaciones conflictivas. Se trataría seguramente de una idea de paz abstracta concebida como tranquilidad y seguridad individual en un principio, pero también como un estado de orden
y concordia colectiva obtenido mediante determinados compromisos
y acuerdos.
De todo ello se puede deducir que el Islam contiene, en sus orígenes, la presencia de unas realidades que pertenecen a la esfera de la
paz. Ciertamente no se plantea de manera consciente la aplicación de
una paz articulada políticamente, tampoco se da una definición del
concepto de paz como tal; sin embargo, los conceptos religiosos, éticos o morales, que se desarrollan son perfectamente interpretables en
términos sociológicos modernos, como nociones que están dentro del
campo conceptual de la paz, entendida como algo que pertenece a las
relaciones entre individuos y entre grupos y que está ligado a situaciones de satisfacción de necesidades humanas.
Podemos concluir, por tanto, que la amplia gama de significados y
matices que implica la idea de paz en la primera época islámica (saludo, armonía, prosperidad, seguridad, bienestar, obrar rectamente, poner orden, arreglar las cosas, llegar a un acuerdo, reconciliarse...) abarca un conjunto de circunstancias —que incumben a distintos ámbitos
de la sociedad— en las que se experimentan formas de regulación
pacífica. A continuación, la propia trayectoria histórica de los acontecimientos iría desarrollando, ampliando y modelando la idea y la práctica
de la paz, adaptándose a nuevas situaciones y experiencias, incluyendo nuevos actores, etc. En este desarrollo posterior, no obstante, seguirá teniendo un especial significado el texto coránico, que marcará
los más diversos principios, comportamientos e ideas, entre ellas las
264
BEATRIZ MOLINA RUEDA
relativas a los mecanismos de regulación pacífica.
Con todo lo expuesto no pretendemos negar la existencia de otras
realidades, presentes en la historia islámica, en las que las ideas sobre
la paz quedan minimizadas bajo situaciones de violencia. Somos conscientes de que el propio texto coránico, en su riqueza y complejidad,
contiene elementos que permiten extraer argumentaciones distintas, y
hasta contrarias. A pesar de ello, nuestra intención en el presente estudio ha sido resaltar aquellas realidades, experiencias y valores relacionados con la paz, a los que tradicionalmente se ha solido prestar menos atención y que, sin embargo, son una parte importante de la historia de estos pueblos que, como todas las sociedades, tratan en algún
momento de buscar salidas no violentas a la consecución de sus intereses y necesidades. Sin duda, el reconocimiento de estos elementos
pacíficos —junto a los violentos— en los inicios del Islam puede
contribuir a una mejor comprensión de la civilización islámica, con
las repercusiones que ello puede tener en etapas posteriores, hasta el
presente.