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4º ESO Educación Ético-Cívica
Tema 6
Los desequilibrios de un mundo global
1.- La globalización de los mercados.
1.1.- Norte y Sur: dos polos de un mundo desigual.
Existe una gran diferencia entre el Norte y el Sur: la línea de la pobreza está
entre un Norte rico y un Sur pobre. Dentro de los países también existen grandes
desigualdades. El mundo actual crea riqueza, pero no es capaz de repartirla con equidad,
y la distancia entre el Norte y el Sur aumenta cada día.
1.2.- El Mercado impone su Ley.
La Globalización es un proceso de integración mundial de los distintos mercados
económicos regionales, y de Liberalización del comercio. La Globalización se ve
favorecida por la mejora de las comunicaciones y de los transportes.
El Mercado es ahora global, y las empresas multinacionales producen y venden
allí donde más les interesa.
1.2.1.- Mercado global, intercambios desiguales.
La Globalización beneficia al Norte, porque impone las reglas del Mercado. Los
países del Sur se ven obligados a producir aquello que desean las grandes compañías
comerciales del Norte: en la práctica deben practicar un régimen de monocultivo (café,
azúcar…), con lo que su economía depende de unos pocos productos agrícolas de bajo
precio, éste fijado por las multinacionales. Por eso, sus ingresos son cada vez más
reducidos, y la única solución para sus poblaciones es la emigración.
2.- Vivir en un mundo global.
2.1.- ¿Quién gobierna el Mundo?
Actualmente, el poder de los Gobiernos está muy condicionado por los intereses
de las grandes empresas, que influyen en la política mundial al margen de la voluntad de
los ciudadanos.
Los medios de comunicación también se concentran en pocas manos: el 70% de
toda la información mundial se canaliza a través de tres agencias de noticias. Esta
concentración de la información supone que muchas noticias –o la visión de muchas
noticias- nunca llega al público, y puede acabar imponiendo el pensamiento único.
2.2.- Los derechos humanos a subasta.
La Globalización genera pobreza. La concentración de poder e información
suplanta a la voluntad popular. La Globalización está vulnerando los Derechos
Humanos.
La Globalización impulsa la deslocalización: las empresas se sitúan allí donde la
mano de obra es más barata o donde tienen mejores mercados, cambiando su ubicación
al ritmo de sus intereses.
2.2.1.- ¿Ley del Mercado o derechos de las personas?
Para muchas empresas, garantizar derechos laborales (salario mínimo, Seguridad
Social, vacaciones pagadas, horario, condiciones de higiene y seguridad…) supone
reducir sus beneficios. Hoy en día, muchos trabajadores se preguntan si tendrán que
renunciar a esos derechos y asumir las condiciones de trabajo de los países pobres para
poder conservar sus empleos.
Lo justo, es que todos los trabajadores del mundo vieran reconocidos sus
derechos laborales, fijados por organismos internacionales (OIT). Los derechos no
tienen precio.
2.3.- Próxima estación: el Norte.
La información es constante: la televisión, Internet y el cine muestran a los
habitantes del Sur cómo viven los habitantes del Norte. Esta situación genera un “efecto
llamada”, incrementada por la inestabilidad política de estos países pobres. De esta
forma, se alimenta un movimiento migratorio desde el Sur hacia el Norte. Pero este
movimiento migratorio acentúa más los desequilibrios, porque la emigración siempre
supone la pérdida de recursos humanos. Los trabajadores que emigran son los mejor
formados.
Para el país receptor, la llegada de emigrantes supone disponer de abundante
obra, a menudo muy formada, y barata. Pero también puede aumentar, sin una política
adecuada, los problemas de cohesión social: se pueden generar barrios de emigrantes
excluidos de la sociedad; una llegada masiva puede alimentar los prejuicios xenófobos,
etc.
3.- Los conflictos bélicos.
3.1.- Guerra y pobreza, un binomio inseparable.
El 95% de las guerras tienen su escenario en los países pobres.
3.1.1.- El trasfondo económico de las guerras.
Los países que sufren las guerras suelen ser lugares con materias primas
importantes (oro, diamantes, cobre, petróleo, coltán…). La mayoría de las guerras
tienen una motivación económica, el control de fuentes de energía o de materias primas.
La guerra aumenta la pobreza, la cual a su vez es un factor de inestabilidad, con
lo que alimenta la guerra.
3.2.- La industria de la guerra.
La guerra mueve el negocio de la venta de armas. Pero no siempre más armas
dan más seguridad. A menudo estas armas son utilizadas para mantener a la población
reprimida, sometida al Gobierno. El dinero destinado a armamento supone menos
fondos para salud, educación y otros gastos sociales.
4.- La Tierra en peligro.
4.1.- Un modelo de crecimiento sostenible.
La Globalización ha aumentado la explotación de los recursos del planeta,
generando un crecimiento insostenible. El Planeta es incapaz de absorber, reciclar y
generar los recursos al ritmo que los necesitamos. Los países emergentes o en desarrollo
(China, India…) se suman a este proceso, y a este paso la carga de consumo resultará
insoportable para el planeta. Recursos como las fuentes de energía (petróleo, gas,
carbón), el agua, los bosques, la pesca, están siendo esquilmados.
4.2.- El cambio climático, factor de pobreza.
El cambio climático se debe a la emisión masiva de gases a la atmósfera, y el
calentamiento progresivo del planeta.
Es cambio afecta a la agricultura (desertización) y a la pesca (cambio de
temperatura del agua). Aumentan las sequías, disminuye el agua, y mucha gente debe
emigrar empujada por los cambios en su hábitat. Son los refugiados ambientales.
4.2.1.- El Norte contamina, el Sur paga la factura.
Los países más responsables del cambio climático son los países ricos del Norte,
porque son los que contaminan más. Pero los más afectados son los países pobres,
porque no tienen medios para hacer frente a las consecuencias: sequías, inindaciones…
5.- Ideas para cambiar el Mundo.
5.1.- Un nuevo orden Mundial.
Un mundo global necesita un Gobierno global, con poder para equilibrar Norte y
Sur: para condonar la deuda externa, para transferir tecnología y recursos sanitarios,
para resolver pacíficamente los conflictos… Sólo así se podrían cumplir los objetivos de
desarrollo del Milenio.
5.2.- Una cultura de la Paz.
El equilibrio de las superpotencias (USA, Rusia, China) se basa en la amenaza
de guerra nuclear y en la carrera de armamentos. Esta situación debería cambiar,
estableciendo un nuevo modelo de relaciones internacionales basado en la paz, el
diálogo y la prevención. Trabajar por la paz significa eliminar la desigualdad y la
injusticia. La seguridad (frente al terrorismo o agresiones bélicas) debe basarse, no en
el armamento, sino en incrementar el desarrollo: agricultura sostenible, comercio justo,
potenciación de la educación y la cultura…
5.3.- Un nuevo modelo de desarrollo.
Es necesario limitar nuestro consumo, para que el resto de la Humanidad pueda
ver cubiertas sus necesidades básicas. Debemos ser consumidores responsables.
5.3.1.- Es necesario cambiar de hábitos.
Hay que reciclar, economizar agua y energía; y hay que hacerlo con convicción,
por reflexión sobre la situación hacia la que vamos. Hay que establecer hábitos de
consumo más racionales, solidarios y sostenibles a largo plazo.