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Documento de Trabajo 03/03
Efectos derivados de la puesta en práctica del marketing
de relaciones en los servicios profesionales
Paulo Freire de Carvalho Filho
FANESE y Universidad de Valladolid
Carmen Camarero Izquierdo
Universidad de Valladolid
RESUMEN
El objetivo del presente trabajo es identificar la influencia sobre el consumidor y sobre el
resultado empresarial de dos dimensiones básicas de los servicios profesionales: la dimensión
formal o calidad del servicio prestado y la dimensión informal o interacción personal con el
cliente. Sobre la base teórica del marketing de relaciones, se analiza cómo influyen los
aspectos formales e informales del servicio en el proceso de mantener e intensificar las
relaciones con el cliente. Para ello se analiza el impacto de estas dimensiones sobre la
percepción en términos de satisfacción, confianza o intención futura de compra. El contraste
empírico de las hipótesis propuestas se ha llevado a cabo en el ámbito de las relaciones entre
consultorios odontológicos y sus clientes utilizando información suministrada por ambas
partes.
PALABRAS CLAVE: Marketing de relaciones, servicios, satisfacción, lealtad.
DIRECCIÓN
Departamento de Economía y Administración de Empresas
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales
Avenida Valle de Esgueva, 6
47011- Valladolid
Tfno. 983-423332
e-mail: [email protected]
[email protected]
1
INTRODUCCIÓN
El marketing relacional ha resucitado la idea de que las relaciones son básicas
para el éxito empresarial, a través de redes que involucran a consumidores,
suministradores, distribuidores, otras empresas o trabajadores. En el caso de las
relaciones entre empresa y consumidor, las empresas se centran cada vez más en
atender las necesidades del cliente de forma satisfactoria de modo que se creen
vínculos para el futuro (Mckenna, 1992; Berry, 2001). Un individuo satisfecho
repetirá su comportamiento de compra hasta convertirlo en un comportamiento
de lealtad. Sin embargo, el desarrollo de relaciones satisfactorias con clientes es
cada vez más complejo (Wilson, 1995; Moliner y Callarisa, 1997; Yan, 1998).
Por ello, para conseguir dicha satisfacción las empresas desarrollan relaciones
con clientes con contenido formal y también con contenido informal. Esto
significa ofrecer valor al consumidor no sólo a través del producto o del
servicio, sino también a través de la relación.
El objetivo de este trabajo es investigar el grado de influencia de los aspectos
basados en la calidad del servicio y de los aspectos basados en la calidad de la
relación sobre los resultados conseguidos en términos de valoración de clientes.
En concreto, se trata de identificar los factores críticos del marketing de
relaciones que determinan la satisfacción y la lealtad de los consumidores y que,
en consecuencia, aportan valor para una empresa. El estudio se ha centrado en
los servicios ofrecidos por profesionales donde el marketing de relaciones tiene
una especial trascendencia por tratarse de mercados donde existe una fuerte
competencia, por el carácter intangible, en general, de los servicios y por el alto
grado de confianza por parte del cliente que requieren. En los servicios
profesionales las relaciones con consumidores se basan no sólo en el contrato,
acuerdo o promesa que liga a las partes, sino en la interacción personal. Esta
interacción o aspecto informal del servicio puede ejercer mayor poder sobre la
continuidad del cliente y sobre el resultado de la empresa que las formalidades
previstas en la relación contractual.
Con este propósito, dedicamos el primer epígrafe a exponer las peculiaridades
del marketing de relaciones en el sector de servicios profesionales y a definir los
elementos de carácter formal (referidos a la calidad del servicio) e informal
(referidos a la calidad de la interacción) de las relaciones entre servicios
profesionales y sus clientes. En el segundo epígrafe describimos las
implicaciones de los aspectos formales e informales de la relación sobre el
consumidor, en términos de satisfacción, confianza o compromiso, así como las
implicaciones para el empresa en términos de beneficio-coste. Tras plantear un
conjunto de hipótesis, en el tercer epígrafe damos cuenta del estudio empírico
llevado a cabo para el contraste de las hipótesis propuestas y que lo hemos
1
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centrado en el caso de los servicios profesionales prestados por odontólogos. El
último epígrafe se dedica a la exposición de las conclusiones finales.
1. EL MARKETING DE RELACIONES EN EL ÁMBITO DE LOS
SERVICIOS PROFESIONALES: ELEMENTOS FORMALES E
INFORMALES
En el marketing de servicios, los repetidos contactos entre consumidores y
proveedores y el hecho de que sean intangibles han facilitado la puesta en
práctica del marketing de relaciones1. El consumidor que contrata un servicio
por primera vez siente incertidumbre y vulnerabilidad. Este riesgo existente en
la compra de productos intangibles se torna en una ventaja competitiva para las
empresas que consiguen conquistar la confianza de los clientes con servicios
fiables y precisos y con relaciones de largo plazo. El cliente puede ser incapaz
de evaluar adecuadamente la labor técnica desempeñada por el proveedor, pero
puede, sin embargo, evaluar el servicio basándose en las interacciones que
tienen lugar durante la prestación del mismo (Grönroos, 1993). La creación de
este tipo de relación es difícil de copiar en el futuro y las organizaciones que
fueren las primeras a adoptar principios de marketing de relaciones poseen el
potencial de conquistar ventajas en el primer movimiento, difícil de ser superado
por los concurrentes (Yan, 1998).
Sin embargo, el marketing de relaciones tiene más sentido en unas empresas de
servicios que en otras (Yan, 1998). Actividades que contienen alto servicio
personal (como peluquerías), alto profesionalidad (como ópticas) o alto grado de
implicación personal (como centros de recreo), cuentan con mejores condiciones
para el desarrollo de un marketing de relaciones. Por otro lado, servicios como
los supermercados no operan en condiciones para el soporte de un marketing
relacional, siendo preferible una política basada en la oferta de mejores
condiciones de precios, fácil aparcamiento o una localización conveniente.
El marketing de relaciones uniformemente aplicado tampoco es rentable.
Reichheld y Sasser (1990) afirma que la empresa debería hacer esfuerzos para
1
La frontera entre productos y servicios está desapareciendo rápidamente. Lo que antes
parecía ser una polaridad rígida, actualmente esta se transformando en algo híbrido. Todas las
empresas son prestadoras de servicios en la medida en qué crean valor para sus clientes a
través de las actividades que desempeñan (Berry, 2001). Y es que, como señala Yan (1998)
“todo lo que se puede tocar se ésta quedando sin valor, y todo lo que no se puede tocar, lo que
es abstracto, se está valorando. Si a ello unimos el carácter general del marketing de
relaciones, no es extraño que Gummesson (2002) apunte que no podemos seguir considerando
el marketing de servicios y el marketing de relaciones como “áreas especiales” del marketing
cuando de hecho son las áreas dominantes dentro de la disciplina, hasta el punto de haberse
convertido en “el área general”.
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3
identificar los consumidores que tienen más probabilidad de ser fieles y
desarrollar una estrategia para ellos con entrega de valor significativo. Ello
supone estudiar y analizar la lealtad e identificar qué espera recibir el cliente
(precio, producto, servicio, etc.). Algunos consumidores pueden ser rentables
para transacciones de mercado, pero no serlo para una relación, por ello las
empresas mantienen estrategias de ambos tipos.
Puesto que el marketing de relaciones es especialmente adecuado en el caso de
servicios profesionales y orientado a clientes rentables, la siguiente pregunta es
saber cuáles son las prácticas empresariales idóneas para conseguir mantener y
fomentar la relación entre empresa y cliente. En este sentido, consideramos que
son dos los elementos básicos de un servicio que consiguen la fidelidad del
cliente: los elementos que definen la calidad del servicio y que calificamos como
formales, y los elementos que caracterizan la relación y la interacción con el
cliente y que denominamos informales. Pasamos a continuación a describir cada
uno de ellos.
1.1. Elementos formales: calidad del servicio
Un servicio normalmente es percibido de manera subjetiva y, por tanto, también
su calidad. Un servicio para un cliente no es exactamente el "mismo servicio"
para otro cliente. Mantener una calidad uniformemente percibida en los
servicios es, pues, un reto importante para las empresas.
La dimensión calidad en un servicio puede generar un valor sustancial para los
clientes y por consiguiente crear la diferencia competitiva necesaria. La calidad
del servicio se refleja en cinco componentes: tangibles, fiabilidad,
responsabilidad, seguridad y empatía (Parasuraman et al, 1988; Cronin y Taylor,
1992). En el caso de los servicios profesionales, características como la
formación y cualificación del personal, la demostración de habilidades y
aptitudes, la información y el asesoramiento al cliente, la variedad de servicios
ofrecidos y la disposición de bases de datos con información sobre el historial
del cliente son básicos para generar una buena imagen sobre la calidad de los
servicios.
a. Capacitación del personal. Una de las bases sobre la que se asienta la calidad
de un servicio es sin lugar a dudas la profesionalidad y capacitación de las
personas que ofrecen dicho servicio. Si hablamos de servicios profesionales
la afirmación está de más. Esta capacitación profesional se pone de
manifiesto a través de los años de experiencia del personal que presta el
servicio base, su nivel de formación o el grado en el cual está especializado
en un tipo de servicio concreto.
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4
b. Información y servicios ofrecidos. En ciertas ocasiones el consumidor sólo
puede valorar el servicio que se le está ofreciendo si recibe información
detallada del mismo. En servicios como los ofrecidos por médicos, abogados,
contables, etc., muchos consumidores son incapaces de valorar toda la
actividad que han llevado a cabo los profesionales si no reciben una
explicación clara de las mismas. Los clientes valoran la calidad del servicio
tanto por los resultados que han conseguido como por el hecho de haber
recibido una explicación clara del proceso que ha llevado a tales resultados.
En esta línea, otra manera de mejorar la calidad de un servicio es realizando
una oferta diferenciada donde el consumidor tenga posibilidad de elegir entre
un conjunto mayor de prestaciones. Este tipo de servicios de carácter
adicional o complementarios del servicio base pueden ser ofertados sólo a
clientes fieles o a todos los posibles clientes de la empresa.
c. Información sobre clientes (base de datos). El rápido avance de la tecnología
de la información ha dado como resultado una mayor capacidad de las
empresas para ampliar su conocimiento del mercado. La utilización de bases
de datos de clientes, el data warehouse o los sistemas CRM posibilitan un
mejor conocimiento del cliente clientes, rastrear sus patrones de compra,
realizar ofertas de promociones y precios para consumidores específicos,
coordinar o integrar múltiples servicios para un mismo consumidor, una
comunicación bilateral, la minimización de errores, la oferta de servicios con
un valor añadido para al cliente y la personalización de los servicios (Berry,
1995). Por otra parte, las nuevas tecnologías ofrecen nuevas formas de
comunicación con el cliente. Con el uso de Internet, se multiplican los
encuentros cliente-empresa y se facilita la personalización del servicio con
base en las especificaciones de los clientes (Berry, 2001).
1.2. Elementos informales: calidad de la relación
Como hemos dicho, la calidad del servicio prestado no siempre es suficiente
para conseguir retener a un cliente. El cuidado y la atención durante la
prestación del servicio, la espontaneidad de los empleados, la solución de
problemas o la cordialidad en el trato son importantes para el consumidor, quien
se basa en estos criterios para generar una imagen sobre la calidad general del
servicio recibido.
a. Marketing interno. Puesto que los encuentros de servicios son también
encuentros sociales, en los contactos continuos entré prestadores y clientes
concurren tanto dimensiones profesionales como dimensiones personales
(Berry, 2001). Es por esto que la implicación y la motivación de los
4
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trabajadores es crucial para el éxito de los servicios. Así surge el marketing
interno, cuyo objetivo es asegurar que los empleados estén motivados en una
orientación al cliente y estén más implicados en el desempeño de sus
responsabilidades. Cuando los valores individuales y de la organización están
en sintonía se genera compromiso y entusiasmo y los trabajadores se
involucran más en su labor (Yan, 1998; Berry, 2001). Así, trabajadores que
llevan más años vinculados a una empresa se sienten parte de ella y muestran
un mayor compromiso e implicación. Esta implicación de los trabajadores se
puede manifestar en la cordialidad en el trato con cliente o, incluso, en el
desarrollo de relaciones de amistad personal. Cuando vendedores y
compradores están unidos por una relación personal están más
comprometidos con el mantenimiento de la relación.
b. Preocupación por la satisfacción del cliente. La interacción con clientes no
sólo se manifiesta en un trato cordial o personalizado, sino también en el
esfuerzo que realiza la empresa para conseguir que el cliente se sienta
satisfecho. Parte de este esfuerzo es la preocupación por evitar o resolver , en
su caso, las quejas que planteen los clientes y considerar sus sugerencias.
Muchas empresas perciben que una orientación hacia el marketing de
relaciones debe iniciarse con la inversión en procedimientos de resolución de
quejas que demuestren al consumidor el compromiso por parte de la empresa
(Tax et al., 1998).
3. EL VALOR PARA EL CONSUMIDOR Y PARA LA EMPRESA DE
LOS ELEMENTOS FORMALES E INFORMALES DEL SERVICIO
Cuando se involucra en una relación, el consumidor se mueve por incentivos
tangibles e intangibles. Según Christy et al (1996), los incentivos tangibles para
mantener una relación de largo plazo pueden ser beneficios de carácter
económico (descuentos, regalo de otro producto o servicio por el mismo valor),
acceso a productos extras, adaptación personalizada de productos o servicios,
plan de servicios especiales para el consumidor o información extra sobre la
marca o producto. Por otro lado, los incentivos intangibles se presentan
básicamente a través del status social.
En todo caso, el valor para el consumidor es uno de los fines del marketing de
relaciones, en la medida en que dicho valor reporta beneficios a la empresa. En
este sentido, Grönroos (1993) afirma que es más rentable invertir en fidelizar
clientes que invertir en consumidores nuevos, especialmente en economías en
crisis, aunque algunos autores vuelven a preguntarse si el marketing de
relaciones realmente es rentable para la empresa (Sheth, 2002).
5
6
En nuestra opinión el marketing de relaciones es si no rentable al menos eficaz,
cuando las acciones formales e informales que persiguen mantener y estrechar
relaciones con clientes se complementan y convergen en la consecución de tres
fines: buena imagen en el mercado (y que se refleja en la reputación en el
mercado y en la confianza y el trato percibidos por el consumidor), satisfacción
de cliente y compromiso actual y futuro del cliente.
a. Reputación, confianza y trato percibidos. Las empresas de servicio venden
una promesa y el cumplimiento de esa promesa es básico para conseguir
reputación en el mercado. La reputación está basada en una calidad de
servicio permanente y homogénea y en la profesionalidad de las personas
encargadas de prestar dicho servicio. La manifestación más inmediata de la
reputación es la notoriedad del profesional en el mercado y una imagen
positiva por parte de los clientes que hace que recomienden dicho servicio a
otros clientes potenciales (Camarero et al, 2001).
Como ya hemos dicho, algunos servicios son difíciles de evaluar por el
cliente antes de la transacción. Por ello, la confianza es el eje central de
cualquier relación. La confianza supone creer que la otra parte de la relación
actuará en el mejor interés para la primera y generará un ambiente de
seguridad en cuanto a la capacidad y disposición para mantener sus promesas
implícitas y explícitas. La confianza es tan poderosa que las empresas que
dependen del desempeño humano para crear valor no pueden alcanzar un
éxito sostenido sin ella. La competencia en el servicio y la honestidad
contribuyen directamente a la confianza, y son la base de toda relación
exitosa pues contrarrestan la vulnerabilidad del cliente y dan como resultado
la fidelidad (San Martín, 2001). Otro motivo de confianza se encuentra en el
caso de inversiones sin retorno al término de la relación. La confianza del
cliente es la base de los esfuerzos de las empresas de servicios por establecer
relaciones duraderas y comprometidas. Berry (2001) añade que la confianza
crea un "depósito" de buena voluntad que, en malos momentos, proporciona
una oportunidad para reconstruir, restaurar y rehacer la relación.
Por último, el trato percibido es otro elemento más de la buena imagen que
percibe el consumidor. El cuidado en las relaciones con clientes a través del
personal o de la atención a sus quejas o sugerencias (Maxham III y
Netemeyer, 2002) son condicionantes de la percepción por parte del cliente
de un buen trato.
b. Satisfacción del cliente. El establecimiento de una relación exige la
realización y el cumplimiento de promesas por parte del proveedor de un
servicio. La excelente ejecución del servicio día tras día es un elemento
fundamental en la construcción de relaciones satisfactorias. La satisfacción
6
7
que experimenta el cliente se puede medir a partir del cumplimiento de sus
expectativas2. White y Schneider (2000) señalan que el grado en el cual las
expectativas del consumidor se cumplen determinan el nivel de compromiso
del mismo.
Pero no sólo el servicio recibido revierte en la satisfacción del cliente.
También la propia relación informal que se crea entre el profesional y sus
clientes contribuye a que estos perciban una mayor satisfacción del servicio
recibido lo que se manifiesta cuando los clientes se convierten en difusores
de una publicidad positiva acerca de dicho profesional.
c. Duración de la relación y compromiso futuro. Bagozzi (1995) indica que el
más común y determinante motivo para comenzar una relación es que los
consumidores confían en el cumplimiento de las promesas por parte de la
empresa, afirmación que ya ha sido corroborada por muchos autores (Morgan
y Hunt, 1994, Sirdesmukh et al., 2002)
La satisfacción con experiencias previas también genera compromiso por
parte del consumidor. Una relación satisfactoria conduce al deseo por parte
del cliente de continuar la relación en el futuro (Sharp y Sharp, 1987). Yan
(1998) observa que la satisfacción tras una primera compra lleva a compras
repetidas y a la fidelidad del consumidor. No todos los autores son acordes a
esta afirmación y algunos señalan que la relación entre satisfacción y
compromiso no siempre es directa (Mittal et al., 1999). Finalmente, la
reputación, de forma indirecta condiciona la satisfacción y, por ende, una
relación duradera. Llamamos la atención sobre la diferencia entre duración
de la relación, referida a la historia pasada de la misma, y compromiso, en
alusión a la proyección futura. Nuestra propuesta a este respecto es que, aun
tratándose de conceptos diferentes, ambos están condicionados por las
mismas variables antecedentes (confianza, satisfacción, reputación). Es más,
la historia pasada de la relación refuerza la expectativa o el deseo de una
continuidad futura.
Por tanto, formulamos las dos siguientes hipótesis:
2
Las expectativas de los clientes en cuanto a la calidad de los servicios presentan dos niveles:
el deseado y el adecuado. El nivel deseado refleja una idea sobre lo que el cliente piensa que
el servicio "puede ser" y "debe ser". El nivel adecuado refleja el servicio mínimo que el
cliente considera aceptable. Entre estos dos niveles de expectativas de servicios se halla la
"zona de tolerancia" del cliente. Un servicio por encima de la "zona de tolerancia" es superior,
dentro de la zona es satisfactorio y por debajo es inaceptable2 (Berry, 2001).
7
8
H1. Las políticas relacionales basadas en aspectos formales (calidad de
servicio) y aspectos informales (interacción servicio-cliente) influyen
directa e indirectamente sobre la reputación del profesional en el mercado,
la confianza y el trato percibidos por el consumidor, la satisfacción del
cliente y la duración de la relación.
H1a. La reputación del profesional viene determinada por la calidad del
servicio y por la interacción que mantiene con sus clientes.
H1b. La confianza en el profesional viene determinada por la calidad del
servicio y por la interacción que mantiene con sus clientes.
H1c. El trato personal percibido viene determinado por la calidad del
servicio y por la interacción que mantiene con sus clientes.
H1d. La satisfacción del cliente viene determinada directamente por la
calidad del servicio y por la interacción servicio-cliente e
indirectamente a través de la reputación, la confianza y el trato
percibido.
H1e. La duración de la relación viene determinada directamente por la
calidad del servicio y por la interacción servicio-cliente e
indirectamente a través de la reputación del profesional, la confianza
y el trato percibido y por la satisfacción del cliente.
H2. El compromiso futuro del cliente viene determinando por la reputación del
profesional, la confianza en él, el trato percibido y la satisfacción del
cliente, la duración de la relación y la dependencia del cliente.
Con la intención de identificar las acciones más significativas en el proceso
relacional, tomamos como base las comentarios de Berry (1995), Pressey y
Matheus (2000) o Mckenna (1992) para considerar que los factores .informales
determinantes de la relación profesional-cliente crean una ventaja competitiva
más poderosa y sólida que los factores formales y la calidad del servicio. De esta
forma, formulamos nuestra tercera hipótesis:
H3. Las políticas relacionales basadas en la interacción servicio-cliente afectan
a la confianza, el trato percibido, la satisfacción del cliente y la duración de la
relación en mayor grado que la calidad del servicio prestado.
El conjunto de hipótesis propuestas se sintetiza en el modelo que se presenta en
el Gráfico 1.
8
9
Gráfico 1. Modelo propuesto
CALIDAD DEL
SERVICIO
INTERACCIÓN
SERVICIO-CLIENTE
REPUTACIÓN
CONFIANZA
TRATO PERCIBIDO
SATISFACCIÓN
DEPENDENCIA
COMPROMISO
FUTURO
DURACIÓN DE
LA RELACIÓN
4. ANÁLISIS EMPÍRICO
4.1. Ámbito de estudio, población y muestra
Para el contraste empírico de las hipótesis propuestas elegimos la categoría de
los servicios profesionales prestados por odontólogos. Se trata éste de un
servicio donde el vínculo personal entre prestador y cliente es indudable al
tratarse de un servicio inseparable de la persona que lo realiza. El servicio está
ligado al profesional y existe un elevado contacto entre el prestador del servicio
y el consumidor (Macdougall y Levesque, 2000; Berry, 2001).
Consideramos, además, que esta categoría de profesionales es adecuada para el
estudio porque los servicios que prestan contienen una calidad credencial de
difícil evaluación previa, son servicios de alta implicación por parte del cliente,
hay algunas diferencias percibidas en la calidad del servicio y existe una cierta
dificultad para cambiar de profesional debido al coste de obtener información
sobre otros profesionales y al historial que un odontólogo posee ya de su
paciente. Además, Grönroos (1993) observa que la calidad en la asistencia
médica no significa sólo el suministro especializado y eficiente de servicios de
salud en el sentido técnico, sino también en el sentido personal.
Con el objetivo de obtener una población representativa de esta categoría de
servicios, nos dirigimos al catastro de la Asociación Brasileña de Odontología
de Seccão Sergipe (ABO). Este catastro contiene 970 profesionales inscritos
para el estado de Sergipe, siendo de interés para este estudio solamente aquellos
profesionales que ejercen sus actividades laborales en consultorios particulares
ubicados en Aracaju (capital del estado). Los profesionales que tienen sus
direcciones en otras ciudades fueran excluidos. De entre los ubicados en
9
10
Aracaju, la ABO no identifica los que tienen consultorios particulares, quedando
para nosotros la identificación de direcciones comerciales como clínicas, centros
de salud, consultorios en calles comerciales, etc. Con estos criterios, llegamos
delimitamos una población de 300 profesionales que ejercen sus actividades
profesionales en consultorios particulares (250 están cercanos a centros
comerciales y 50 están ubicados en barrios residenciales).
4.2. Metodología y resultados
Para la recogida de información se enviaron cuestionarios a los 300
profesionales seleccionados. A cada profesional se le enviaba un cuestionario
que debía ser cumplimentado por el mismo y otros dos cuestionarios breves que
debían ser contestados por dos de sus pacientes. Las encuestas destinadas para
los 250 profesionales ubicados en los centros comerciales fueran distribuidas y
recogidas por un colaborador, de forma que se asegurara un mayor retorno de
respuestas, mientras que para los 50 restantes se decidió enviar el cuestionario
por correo. Con este sistema obtuvimos 147 respuestas de los profesionales de la
primera categoría y solamente dos de los segundos.
El cuestionario enviado a profesionales estaba formado por catorce preguntas,
valoradas en una escala Likert de 1 a 5. Estas preguntas hacían referencia a los
aspectos formales (calidad del servicio) y a los aspectos informales (calidad de
la relación) que caracterizan la relación entre el odontólogo y sus pacientes. Para
la medición de la calidad percibida no se recurrió a las escalas SERVQUAL o
SERVPERF porque el objetivo no era valorar la calidad percibida por el cliente,
sino las actividades realizadas por el profesional y que derivarán en la
percepción de calidad por parte del cliente. Por otro lado, como ya se ha dicho,
cada odontólogo eligió de forma aleatoria a dos de sus pacientes para que
contestaran a las preguntas referidas a las razones por las cuales acudían a la
consulta de dicho odontólogo (reputación e imagen), su grado de satisfacción
con el servicio recibido, la duración de la relación y su intención de seguir
acudiendo en el futuro.
Con las 149 respuestas proporcionadas por los odontólogos y las 298 de
pacientes creamos una base de datos compuesta por 298 relaciones profesionalcliente, donde la información proporcionada por cada odontólogo es similar para
cada uno de sus dos pacientes.
En las Tabla 1 y 2 se presenta el listado de los ítemes recogidos para el estudio,
así como un descriptivo de los valores medios y la desviación típica. Para formar
las variables buena reputación (REPUT), confianza en el profesional y buen
trato (CONFI), dependencia (DEPEN) y satisfacción (SATIS) se redujeron las
10
11
respectivas escalas a partir de un análisis factorial. El porcentaje de varianza
explicado y el grado de fiabilidad (alfa de Cronbach) vienen indicados en la
Tabla 2.
Tabla 1. Ítemes del estudio contestados por los odontólogos
Aspectos formales
del servicio
ofrecido al cliente
Coste de acciones
formales
Aspectos
informales del
servicio ofrecido al
cliente
Coste de acciones
informales
Ítem
V1
V2
V3
V4
V5
V6
V7
V8
V9
V10
V11
V12
V13
V14
Descripción del ítem
Media Desv
Años de profesión del odontólogo
3.98 1.019
Grado de formación de los empleados
2.27 1.342
Existencia de una base de datos de clientes completa
4.50 0.850
Grado en el cual ofrece información sobre los servicios prestados
4.53 0.857
Oferta de servicios adicionales
3.88 1.323
Grado de especialización del odontólogo
4.50 0.881
Nivel de recursos que se han aplicado para conseguir ofrecer el 3.63 1.072
servicio manifestado en las variables V1, V2, V3, V4, V5 y V6
Años de dedicación de los empleados
2.39 0.919
Cordialidad de los empleados con clientes
3.70 1.203
Relaciones personales del profesional con sus clientes
3.22 1.142
Preocupación por conocer la satisfacción de los clientes
4.28 1.032
Preocupación por solucionar las quejas de los clientes
4.80 0.478
Atención a las sugerencias de los clientes
3.56 1.157
Nivel de recursos que se han aplicado para conseguir ofrecer el 3.50 1.055
servicio manifestado en las variables V8, V9, V10, V11, V12 y V13
Tabla 2. Ítemes del estudio contestados por los pacientes
VARIABLES
Reputación
Dependencia
y rutina
Satisfacción
Confianza
Buen trato
Duración
Compromiso
Item Descripción del ítem
Med Desv
V16
V17
V18
V19
V20
V21
V22
V23
V24
V25
V26
V27
4.13
3.77
3.53
3.19
3.63
4.58
4.84
4.90
4.86
4.62
3.41
4.55
Acudo por la especialidad del odontólogo
Acudo porque me lo han recomendado
No puedo acudir a otro profesional por algún motivo
Acudo por la cercanía del consultorio
Acudo por costumbre o rutina
Grado de satisfacción con este odontólogo
Cumplimiento de las expectativas
Se lo recomendaría a sus amigos
Acudo porque confío en este odontólogo
Valoro especialmente el buen trato al cliente
Tiempo de permanencia como paciente del odontólogo
Intención de continuar en el futuro
1.197
1.352
1.480
1.418
1.335
0.712
0.395
0.308
0.472
0.774
1.085
0.650
%Var
explic
67.68
α de
Cronb.
0.52
65.11
0.73
64.27
0.64
-
-
-
-
Una vez configuradas las variables se procedió a estimar los siguientes modelos
de regresión múltiple para el contraste de las tres primeras hipótesis propuestas.
REPUTACIÓN = f (V1, V2, V3, V4, V5, V6, V8, V9, V10, V11, V12, V13)
CONFIANZA = f (V1, V2, V3, V4, V5, V6, V8, V9, V10, V11, V12, V13)
TRATO PERCIBIDO = f (V1, V2, V3, V4, V5, V6, V8, V9, V10, V11, V12, V13)
SATISFACCIÓN = f (V1, V2, V3, V4, V5, V6, V8, V9, V10, V11, V12, V13,
REPUTACIÓN, CONFIANZA, TRATO)
DURACIÓN = f (V1, V2, V3, V4, V5, V6, V8, V9, V10, V11, V12, V13, REPUTACIÓN,
CONFIANZA, TRATO, SATISFACCIÓN)
COMPROMISO = f (REPUTACIÓN, CONFIANZA, TRATO, SATISFACCIÓN,
DURACIÓN, DEPENDENCIA)
11
12
El método de estimación utilizado fue el paso a paso. En la Tabla 3 se muestran
los resultados de la estimación se muestran en la Tabla 3. Los guiones indican
las variables que no resultaron significativas y que, por tanto, no fueron
introducidas en el modelo final estimado.
Tabla 3. Estimación de los modelos de regresión
Variables independientes
Años de profesión del odontólogo
Formación de los empleados
Base de datos
Información sobre servicios prestados
Oferta de servicios adicionales
Especialización del odontólogo
Años de dedicación de los empleados
Cordialidad de los empleados
Relaciones personales con clientes
Preocupación por la satisfacción
Resolución de quejas
Atención a sugerencias
Reputación
Confianza
Buen trato
Satisfacción
Duración de la relación
Dependencia
F
R cuadrado
Reputación
Confianza
0.176**
0.184**
0.118*
0.161**
11.935**
0.109
-
7.868**
0.026
Buen trato
Satisfac.
Duración
0.172**
0.124*
0.140**
-0.114*
-
0.187**
0.158**
0.303**
0.662**
0.093*
0.110*
0.129**
20.190**
0.171
61.627*
*
0.457
5.624**
0.071
Compromiso
0.317**
0.137**
0.203**
26.056**
0.210
*p<.05 **p<.01. En la tabla se muestran los coeficientes estandarizados
De acuerdo con estos resultados, podemos afirmar que, efectivamente, los
aspectos formales (calidad del servicio) y los aspectos informales (interacción
con el cliente) influyen en la percepción que tiene el cliente en cuanto a
reputación del profesional, confianza y satisfacción y también en la duración de
la relación, tal y como proponíamos en la primera de las hipótesis (H1). Sin
embargo, no todas las acciones y actividades del profesional son percibidas o
valoradas por los clientes. Analizando cada una de las sub-hipótesis obtenemos
los siguientes resultados:
− La reputación del profesional (H1a), medida como la recomendación de dicho
profesional por parte de otros clientes e imagen de especialista que transmite,
está condicionada por la información que presta de los servicios ofertados,
por su grado de especialidad y por la atención que presta a las sugerencias de
clientes. El nivel de explicación obtenido es bastante reducido (10’9%), lo
cual nos lleva a pensar que la reputación del profesional es juzgada a partir de
otros indicadores, más allá de los servicios o de la relación que ofrece a sus
clientes.
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− Resultados similares obtenemos para el caso de la confianza (H1b) y el trato
percibido por el cliente (H1c). Aunque con escasos niveles de explicación
(2’6% y 7’15 respectivamente), observamos que la confianza en el
odontólogo está directamente relacionada con el grado de especialización del
mismo, mientras que la percepción de recibir un buen trato aparece ligada a la
información recibida, la experiencia profesional de los empleados y la
creación de relaciones personales entre el odontólogo y sus pacientes. Cabe
resaltar también el efecto negativo de la resolución de quejas sobre la
percepción de un buen trato. Se podría inferir que el hecho de que el
profesional se preocupe por resolver las quejas de sus pacientes denota la
existencia de un problema en el servicio ofrecido y, por tanto, una percepción
negativa por parte del cliente en cuanto al trato recibido.
− La satisfacción (H1d) se vincula directamente con dos aspectos informales de
la relación, la resolución de quejas y la atención a las sugerencias. Además la
satisfacción se ve reforzada por la experimentación por parte del cliente de un
buen trato durante la prestación del servicio.
− Finalmente, la duración de la relación odontólogo-paciente (H1e) se basa en
los aspectos ligados a calidad en el servicio: años de profesión del
odontólogo, formación de empleados e información suministrada a pacientes.
Por otro lado, la duración está relacionada directamente con la satisfacción
del cliente.
En cuanto a la hipótesis H2, su aceptación es sólo parcial. Se observa que el
compromiso futuro del cliente, es decir, su intención de seguir acudiendo al
mismo profesional, está determinado por la satisfacción que experimenta
actualmente el cliente, por la duración de la relación y, también, por el hecho de
que se trate de una relación de dependencia o de rutina. Sin embargo y
sorprendentemente, no se prueba la existencia de una relación entre la
reputación la confianza o el trato recibido con la intención de continuar la
relación en el futuro.
La hipótesis H3 proponía que el efecto de la interacción con el clientes sobre la
confianza, el trato percibido, la satisfacción y la duración de la relación es
superior al efecto de la calidad del servicio. Los resultados obtenidos nos
conducen claramente a rechazar esta hipótesis. Para nuestra sorpresa la
confianza se basa únicamente en un aspecto relativo a la calidad del servicio
como es la especialidad del odontólogo. El trato percibido está unido tanto a
aspectos de calidad como a aspectos relacionales, aunque son los aspectos de
calidad los que ejercen mayor influencia. En el caso de la satisfacción no
podríamos rechazar la hipótesis porque, efectivamente, está ligada a los aspectos
más relacionales del servicio. Por último, la duración de la relación viene
determinada principalmente por aspectos de calidad, aunque existe una relación
indirecta con los aspectos relacionales a través de la satisfacción.
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5. CONCLUSIONES
El trabajo que ahora concluimos persigue identificar y cuantificar los principales
agentes responsables del éxito de los servicios profesionales, medido este éxito a
través de la satisfacción del cliente y su intención de mantener la relación. Los
resultados obtenidos en la presente investigación nos dan pie a concluir que las
acciones formales e informales dirigidas a mantener y fidelizar clientes de
servicios profesionales influyen en la percepción del cliente, si bien la influencia
que observamos es menor de la esperada.
Resumiendo la información extraída, el primer resultado que destaca es que las
intenciones futuras de un cliente se basan en tres premisas: satisfacción,
dependencia e historia de la relación. De las tres son la satisfacción y la
dependencia las variables que condicionan en mayor medida el compromiso del
cliente, resultado que está en sintonía con las conclusiones obtenidas por otros
autores. Un individuo continuará acudiendo al mismo profesional por razones de
dependencia o porque se encuentre satisfecho. Además se observa que el hecho
de mantener una relación larga en el tiempo con un determinado profesional
condiciona también la intención de mantener esa relación en el futuro.
Observamos con ello una cierta inercia en las relaciones entre profesionales y
clientes.
De las tres variables clave, hemos analizado los antecedentes de la satisfacción y
de la duración de la relación y hemos comprobado que la satisfacción obedece
fundamentalmente a aspectos relativos a la calidad de la relación (resolución de
quejas, sugerencias y buen trato), mientras que la duración de la relación se basa
en aspectos relativos a la calidad del servicio (profesionalidad e información
recibida).
En cuanto a la reputación , la confianza y el trato percibidos, observamos como
la reputación y la confianza se basan sobre todo en los aspectos formales del
servicio (información recibida y especialización del profesional), mientras que el
trato percibido está vinculado a los aspectos de carácter informal (relaciones
personales o años de dedicación). En todo caso, los resultados obtenidos para
estas tres variables arrojan unos niveles de significación extremadamente bajos.
Tenemos que admitir, por tanto, que los individuos se basan en otros aspectos,
distintos a los considerados en este estudio, a la hora de valorar la reputación, la
confianza o el trato que perciben en un servicio profesional. Consideramos que
descubrir dichos aspectos y valorar su influencia sobre la percepción del
consumidor deberá ser nuestro objetivo en futuras investigaciones.
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A tenor de los resultados obtenidos, podemos afirmar, pues, que la continuidad
de la relación se fundamenta tanto en la calidad del servicio como en la calidad
de la relación. Pese a la relevancia de las actuaciones relacionales a la hora de
transmitir una imagen de buen trato y conseguir satisfacer al consumidor, no
debemos olvidar que son los aspectos de calidad de servicio los que condicionan
la reputación percibida, la confianza y, a la postre, la duración de la relación.
Aunque habíamos concebido la idea de que los aspectos relacionales son más
representativos que los aspectos formales de la relación, los datos obtenidos
indican que la importancia de ambos aspectos es equivalente- Estos resultados
son comparables a los de Macdougall y Levesque (2000) quienes concluyen que
la calidad del servicio domina, incluso, el valor percibido por el consumidor.
Otra aportación interesante del trabajo se refiere a la metodología empleada, en
concreto, al tipo de información recogida para el análisis. A diferencia de la
mayoría de trabajos de esta índole, para la recogida de datos se ha recurrido
tanto a los profesionales (odontólogos) como a sus clientes (pacientes).
Mediante este proceso hemos podido obtener información de la relación de un
odontólogo con dos de sus pacientes, de modo que el primero indicaba cuáles
eran los aspectos que caracterizaban su oferta en cuanto a servicio y en cuanto a
relación con pacientes, y los segundos valoraban su relación con el odontólogo
en cuestión en términos de reputación, confianza, trato, satisfacción y
compromiso.
En cuanto a las implicaciones de estos resultados para la práctica profesional,
hemos de resaltar de nuevo la importancia de los aspectos formales e informales
del servicio para consolidar la relación con sus clientes. La profesionalidad, los
servicios ofrecidos o la información facilitada al clientes juegan un papel
importante en la reputación percibida y en la permanencia de los clientes. Sin
embargo, la preocupación por atender quejas y sugerencias y el hecho de ofrecer
un buen trato determina la satisfacción de los clientes y sus intenciones futuras.
El estudio realizado no está exento de limitaciones. En primer lugar, dada la
naturaleza cualitativa de las variables, la valoración de las mismas puede estar
afectada en parte por la psicología del encuestado. Una segunda limitación del
estudio es que, mientras que la elección de profesionales odontólogos fue hecha
por los investigadores, la elección de los pacientes fue realizada por los propios
odontólogos, no permitiéndonos identificar si la muestra estaba debidamente
diversificada. En tercer lugar, el hecho de habernos centrado en un caso tan
concreto como es el de los servicios prestados por odontólogos, hace que las
conclusiones no puedan extrapolarse más allá de este ámbito. Sugerimos como
propuesta futura la aplicación de este modelo a otras categorías profesionales
que se caractericen también por una elevada implicación de clientes y
profesionales y donde puedan tener lugar relaciones estrechas y a largo plazo.
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