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Teología y Vida. Vol. XXXIX (1998). pp. 212·221 Samuel Fernández Eyzaguirre Facultad de Teología Pontificia Universidad Católica de Chile Israel y las naciones. Interpretación origeniana de Rom 11,25-26: "Cuando entre la totalidad de las naciones, entonces todo Israel será salvado" Orígenes se queja de que algunos no comprenden el misterio de la "economía de Dios respecto de los judíos": Celso no ve cómo la caída de Israel redundó en salvación para las naciones, ni tampoco comprende que después de ello, "cuando entre la plenitud de las naciones, entonces todo Israel será salvado" (1 ). (Rom 11, 25-26). Este misterio de la economía divina, formulada de modo conceptual por Pablo, en Rom 11, 2526, cuenta -de acuerdo a Orígenescon una serie de expresiones, por así decir, "dramáticas" en otros relatos bíblicos, tanto del AT como del NT. Las vicisitudes de Israel y de la Iglesia gentil son la clave para resolver las dificultades que proponen algunos textos, y así comprenderlos de modo más profundo. Vale la pena decir algo sobre la técnica exegética. Orígenes concibe la Escritura como un cuerpo unitario; por eso, un texto claro puede iluminar la dificultad de otro complicado (2). Se trata de un procedimiento habitual en la exégesis alejandrina: explicar la Escritura con la Escritura, por medio de la confrontación de diversos textos bíblicos, relacionados por algún término o concepto común, se logra una mejor COIllprensión (3). l. DIVERSAS EXPRESIONES "DRAMATICAS" EXPRESADO EN ROM 11, 25-26 DEL MISTERIO El texto de Romanos ilumina la dificultad que se encuentra en una serie de relatos bíblicos. Este procedimiento, que pertenece al ámbito de la interpretación espiritual de la Escritura, implica la identificación de los diversos personajes con Israel y la (1) (2) (3) Rom 11. 25-26. Cf. Cels VI, 80. Cf. ler. HOI1l XXXIX, 2, conservado en Phil I. 28. El mismo procedimiento había sido practicado precedentemente, en ámbito pagano, por los gramáticos alejandrinos. Ellos seguían el famoso enunciado "aclarar Homero con Homero". Para dicho principio exegético, cf. R. PFFIFFFR, Historia de la .filolo¡.;ía chisica. Desde los ("()I1IÍl'IIZIiS I/(/sta el.fillal de la época iJelenística, Madrid 1981, pp. 400-403. ISRAEL Y LAS NACIONES 213 Iglesia gentil. Para lograr esta comprensión más profunda, es necesario considerar la Escritura como figura del misterio (secundum mysticam formam) y comprender que todas estas realidades son misterios (intelligimus haec omnia sacramenta esse). Valiéndose de la interpretación espiritual, Orígenes reconoce, en una serie de episodios bíblicos, el mismo misterio, a saber, la economía divina respecto de los judíos y los gentiles: en diversos relatos históricos, Orígenes percibe la presencia del misterio que se expresa en la Carta a los Romanos. En una homilía, luego de relatar cuando Josué (= Jesús) concede el descanso a los que habían sido instruidos por Moisés, Orígenes exclama: "Me parece que aquí se indica este misterio" (4), refiriéndose a la salvación de Israel, una vez que la totalidad de las naciones hayan entrado. Esta situación es frecuente: en una buena cantidad de relatos bíblicos, el Alejandrino ve reflejado el misterio que se expresa en la Carta a los Romanos: la esposa del Cántico. que es llamada entre dos heredades, es la Iglesia gentil, llamada entre la primera vocación de Israel y su salvación (5); los egipcios que se vuelven como piedras. mientras se salva el pueblo santo, son los judíos rechazados provisoriamente por Dios, hasta que entre la plenitud de las naciones (6); la descendencia de las hijas de Lol, son los israelitas que no entrarán en este siglo en la asamblea de Dios, sino sólo al final (7); Agar, que muere de sed junto al pozo, representa a Israel que no bebe de la Escritura, y que sólo al final accederá a su sentido espiritual (8); Yael, que vence al enemigo antes que Baraq, representa a la Iglesia gentil, que logra la victoria antes que Israel, y permite que este participe, al final, de la victoria (9); la sangre del sacrificio, que se derrama en la base del altar, es la salvación de Cristo que, al final, llega hasta los judíos (10); la hermana de Moisés, que se vuelve leprosa y es expulsada del campamento por una semana, simboliza a los judíos que padecen la lepra de la observancia, hasta que pase la semana de este mundo y sean salvados (11); Balaám, que bendecirá a Israel, indica a los fariseos que, al final de los tiempos, bendecirán a la Iglesia (12); la infiel mujer de Oseas, que vuelve, por fin, a su primer marido, es símbolo de los judíos que regresan a Dios (13). El mismo misterio está presente en algunos relatos evangélicos: la segunda visita de Jesús a Caná, simboliza la segunda venida de Cristo, en que sanará totalmente a los hijos de Abraham (14); la hija de Jairo, que es atendida por Jesús, después de la hemorroísa, indica la sinagoga judía que adquiere la vida sólo después de la curación de las naciones (15); Jesús, que predica y hace milagros primero en Cafarnaum y sólo después en Nazaret, representa al Salvador, que se dedica primero a los gentiles y sólo (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12) (13) (14) (15) Jos. HOII/ XXVI. 2 (GCS. VII 460. 7). Cf. O. ('om IV. 2. 21. cf. Sal 67. 14. Ex. HOII/ VI. 9. cf. Ex 15, 16. Gil. Hom V, 5, er. Gn 19,30-38; DI 23. 3. Gil. HOII/ VII. 6, cf. Gn21, 15-19. JUl'. Hom V. 5. cf. Jue 4. 4-23. Cf./.\'. Hom 111,5; V. 11; Lv 4. 7. 18. Cf. NUII/. Hom VI. 4. cL Núrn 12. 1-16. Cf. C/. Num. HOIll XVII. 2; XVIII, 4; Núrn 23-24. Cf. ROII/. COII/ VIII. 12; Os 2, 9. lo. ('om XIII, Ivii-lix, Jn 4. 46. el'. L,·. CuT fr. cxxv. er. Lc 8.40-56. Cf. Cf. Cf. Cf. SAMUEL 216 f'ERNANDEZ EYZAGUIRRE Orígenes, junto con su asamblea, se identifica con la hemorroísa, es decir, con la Iglesia que proviene de los gentiles y, al final del fragmento, afirma: Sin embargo, este borde del manto nos sana y nos hace oír de labios de Jesús: "Hija, tu fe te ha salvado", Y cuando seamos sanados, también resucitará la hija del jefe de la sinagoga: Dice, en efecto, "cuando entre la plenitud de los gentiles, entonces todo Israel será salvado" (23). La narraclOn evangélica concluye con la resurreCClOn de la hija de Jairo, que representa a la sinagoga judía; asimismo, el comentario de Orígenes se cierra con la salvación de todo Israel. Los gentiles preceden a los judíos en su acceso a la salvación, pero, al final, también los israelitas alcanzan la redención, El carácter total y final de la salvación de Israel permite resolver otras dificultades planteadas por los textos híblicos. h. Dios no salva a unos "a costa" de otros En el cántico de Moisés, se lee: "Vuélvanse como piedra, Seiior, hasta (jue pase tu pueblo; hasta que pase el pueblo que te has adquirido" (Ex 15, 16). Orígenes se vale de este texto para criticar las doctrinas gnósticas y marcionitas, y luego lo relaciona con el pasaje de la Carta a los Romanos: Volverse como piedra no es ser piedra por naturaleza (... ) Decimos esto por aquellos que dicen que el Faraón o los egipcios eran de mala naturaleza, y que no llegaron a esta situación por el ejercicio de su lihre alhedrío; pero tamhién por los que acusan de crueldad al Dios Creador, porque transforma los homhres en piedras (24). La polémica antignóstica y antimarcionita es explícita, y Orígenes dehe defender tanto el libre albedrío como la bondad del Dios de la ley. Con ese fin, se vale de un detalle del texto bíblico. El versículo hahla de que los egipcios se vuelven como piedra "hasta" que pase el pueblo de Dios; es decir, el endurecimiento es provisorio: Por cierto, antes de blasfemar, consideren con sumo detenimiento lo que está escrito. En efecto, no se dice sin más: vuélvanse como piedra, sino que se estahlece el tiempo y se determina la medida de la condenación. Se dice, en efecto: hasta que pase tu pueblo, lo que quiere decir que después del paso del puehlo ya no son como piedra. Creo que en esta expresión se esconde algo profético. Veo en efecto que el primer pueblo, el que existió antes que nosotros, fue hecho como piedra, (23) (24) Luc. Cal fr. cxxv, 1-35 (GCS, IX 278-279). VI. 9 (GCS, VI 199) Orígenes distingue bien dos grupos y sus objeciones: aquellos que dicen que "el Faraón o los egipcios eran de mala naturaleza", son los gnósticos (valentinianos). mientras los que "acusan de crueldad al Dios Creador", son los marcionitas. Ex. HO/1l ISRAEL Y LAS NACIONES 217 duro e incrédulo; pero no como para permanecer en la naturaleza de la piedra por sicmpre, sino micntras pasa cstc pueblo que te has adquirido: la ceguera, ha alcanzado sólo en parte a Israel -al Israel según la carne- hasta que entre la plenitud de las naciones. Cuando haya entrado la plenitud de las naciones, entonces todo Israel, que por la dureza de su incredulidad había sido hecho como piedra, será salvado (25). Nuevamente el texto de Romanos es la clave de interpretación de un pasajc difícil. La afirmación dc la salvación final de todo Israel permite defender la bondad divina. Los marcionitas acusan de crueldad al Dios de la Ley quc transforma a los egipcios en piedra, es decir, de salvar a unos a costa de los egipcios. Pcro -insiste Orígenes- esta transformación no es definitiva, sino transitoria. Una vez que entre el puehlo dcl Señor -la Iglesia-, entonces todo Israel -representado por los egipcios- scrá salvado. Dios no salva a su pueblo a costa de los egipcios. No salva a unos a costa de otros: Si hien Jesús se prcocupa primero de la hemorroísa, no por ello descuida a la hija dc Jairo, quc, al final, recibirá nuevamente la vida. Llama la atención cl intercambio de papeles que se verifica en el ámbito de exégcsis espiritual. A partir dc la idcntificación tradicional de la Iglesia con el nuevo Israel, los enemigos dc Isracl, rcprcscntan al pueblo judío, enemigo de la Iglesia. En el texto del Exodo, paradójicamentc, los egipcios son símbolo de los israelitas según la carne; mientras los israclitas dcl Exodo son símbolo de la Iglesia. Estc procedimiento es frecuentc. El caso más notable es el de Esaú y Jacob. En el Génesis, Jacoh representa al puehlo judío y Esaú a los edomitas. En la interpretación cristiana, Esaú, el mayor, indica al pueblo más viejo, que pierdc sus derechos de hijo mayor, es decir, el pueblo judío; mientras Jacoh, el menor, pero que después se queda con las prerrogativas del mayor, representa, naturalmentc, a la Iglesia gentil. Esta interpretación ya se encuentra en otros autores cristianos anteriores al Alejandrino, como Ireneo (26) y Tertuliano (27). La afirmación del carácter transitorio de la acción divina contra los egipcios, nos introduce en la siguiente función teológica del texto paulina, es decir, la índole provisoria de los castigos di vinos. Dios condena con una cierta medida, sólo por algún tiempo. c. La condenacián tiene medida. no es definitiva La misma insistencia en el carácter transitorio de los castigos se percibe en otros textos mencionados más arriba. Egipto, durante el tiempo de las plagas, y Judea, en los días de la pasión, son oscurecidos, pero las tinieblas cesarán luego de tres horas, es decir, cuando los judíos accedan a la fe en la Trinidad; asimismo, Agar, al final, alcanzará el agua del pozo. Lo mismo se verifica respecto de la lepra de la hermana de Moisés: (2)) (26) (27) Lx. HOIII VI. 9 (GCS, VI 199-200). Cf Ad\'. Hilereses, IV, 2 I. 2-1. Cl'. Ad\· !udileos, L 1-4. SAMUEL FERNANDEZ EYZAGUIRRE 218 María, dijimos, era figura del primer pueblo. Moisés, es decir, la ley del Señor, se casó con aquella etíope (la que fue congregada de entre las naciones). Este Moisés, es decir, la Ley espiritual, tomó esposa, y por este hecho María, la que ahora es la sinagoga, se indignó y se separó juntamente con Aarón, es decir, con los sacerdotes y fariseos ( ... ) y María se vuelve leprosa ( ... ) Sin embargo, esta lepra no permanece para siempre, sino que cuando se cumpla la semana del mundo, será nuevamente llamada al campamento. Al fin del mundo, cuando la plenitud de las naciones haya entrado, entonces también todo Israel será salvado (Rom 11,25-26); es entonces cuando cesará la lepra del rostro de María (28). En síntesis, de acuerdo a Orígenes, muchos relatos bíblicos expresan de modo, por así decirlo, dramático, el concepto central del texto paulina estudiado, a saber, que la caída de Israel no es definitiva y que, al final, será salvado en su totalidad. La caída de Israel beneficia a los gentiles, pero el beneficio de los gentiles redunda en la salvación de Israel (29). Diversos textos bíblicos, en especial del AT, hablan, sin más, de la condenación como definitiva. Este tipo de condena era utilizado por gnósticos y marcionitas para distinguir al Dios bueno (el Padre de Cristo), del Dios justo (el Dios de la ley), que, en su pequeñez, castiga de modo justiciero y mezquino. En esta situación, Orígenes no sabe cómo conciliar justicia y bondad en Dios, sino recurriendo al concepto de la apocatástasis. Para este propósito, el pasaje paulina de Rom 11, 25-26 prestaba un gran servicio al Alejandrino, puesto que habla del ingreso de la totalidad de las naciones y la salvación de todo Israel ('ta rrATÍPCú¡'HX 'tcOv E:8vcOV y rrcx( '[crpcxTÍA). Todos quedan incluidos: la totalidad de las naciones y todo Israel. Por otra parte, el pasaje paulino, si bien habla de un rechazo de Israel, afirma que el rechazo es provisorio: hasta que entre la totalidad de las naciones. El texto de Romanos sirve, entonces, para debilitar los textos bíblicos que afirman una condenación definitiva. En el Evangelio de Mateo, Jesús maldice la higuera estéril: "¡Que nunca jamás brote fruto de ti!" (Mt 21, 19), así traduce la Biblia de Jerusalén. Una traducción más literal correría así: "Nunca más saldrá fruto de ti por el siglo (Ele; rav ai ci5va)". La ambigüedad del término CXlWV, que significa tanto siglo, como eternidad, posibilita a Orígenes una interpretación que debilita el carácter definitivo de la sentencia de Jesús (30). La higuera estéril es símbolo de Israel, que ha sido maldecido por Jesús: Por ello -afirma Orígenes-, la sinagoga judía no da frutos en este siglo. Pero esta situación no se mantendrá para siempre, sino "hasta el final del siglo" (Mt 13, 39-40. 49; 24, 3; 28, 20); "hasta que entre la totalidad de las naciones" (Rom 11, 25). El texto paulina permite debilitar el carácter definitivo de la condena pronunciada por Jesús. La misma situación se observa respecto de la destrucción de la ciudad de Ay, que declara: "Jo- sué incendió Ay, y la convirtió en ruina para siempre; una desolación hasta el día de hoy" (31) (Jos 8, 28). Orígenes relaciona esta afirmación con el juicio final. Cita (28) NI/m. Hom VI. 4 (CCS, VII 36.19-26). (29) (30) CL C. Cels. VI. 80. "La raison essentielle pour laquelle ¡'expression llUP a\wvlOv ne paraít pas á Origéne impliquer nécessairement I'éternité du chiitiment telle que nous I·entendons. c'est que I'adjectif rx\WVIO<; conserve pour lui toute I'ambiguité du mot dont il dérive. Utwv": H. CrouzeI. L 'Hodes el/o Géhelllle se/llll Ori¡;élle. Gre¡; 59 (1978) p. 320. Orígenes observa que. según el sentido literal. eso no se cumple. (31) ISRAEL Y LAS NACIONES 219 las palabras del Rey: "Vengan, benditos de mi Padre, reciban la herencia del reino", y luego continúa: A los otros, en cambio, dice: "Vayan al fuego eterno, que preparó Dios para el diablo y sus ángeles ", hasta que procurará a toda alma el remedio, que El mismo conoce, entonces "todo Israel será salvado" (32). La condenación tiene un final. Después de que Dios aplique los remedios a los impíos, remedios que sólo El conoce, entonces todos participarán de la salvación. Estos remedios no niegan el libre albedrío. La providencia de Dios, por múltiples caminos, en diálogo con los racionales, respetando siempre la libertad de elección, logrará reconducir a todos hasta Dios. Sólo entonces" todo Israel será salvado" (Rom I 1, 26). Orígenes no conoce el determinismo, ni siquiera a la sal vación. Tal como Josué, en otro tiempo, el Señor incluso está dispuesto a alargar el día para posibilitar la derrota de las potencias adversas. El día se alarga, el crepúsculo es diferido, el sol no se pone, para permitir que entren todas las naciones, y entonces, finalmente, todo Israel será salvado. Algo semejante sucede con la predicación de Jesús en Nazaret, su patria: si bien el pasaje evangélico no habla de la conversión de los conciudadanos de Jesús, Orígenes la supone, a partir del texto paulino (33). 2. LAS ETAPAS DE LA ECONOMIA DE DIOS RESPECTO DE ISRAEL Y LAS NACIONES Los textos estudiados permiten reconstruir las etapas de la economía divina en lo que se refiere a la salvación de Israel y los gentiles. A propósito de la sanación de la hemorroísa, Orígenes establece algunas relaciones: Lucas agrega algo que no dice Mateo: la hija del jefe de la sinagoga tenía doce años y la hemorroísa padecía hemorragias hacía doce años. Y bien, al momento que nace la [niña], la otra [comienza] a padecer hemorragias. Ella permanece en la incredulidad, por el mismo tiempo en que vive la sinagoga. Y el mismo instante de la muerte de la [niña], es también [el momento] del inicio de la salvación de la otra. Una muere a los doce años, la otra, que ha padecido doce años, creyendo es sanada (34). Relaciones como esta, si bien menos explícitas, son frecuentes y permiten reconstruir las etapas del proceso que se corona con la salvación tanto de las naciones como de Israel. La interpretación de cada episodio bíblico tiene sus particularidades, pero son evidentes los puntos de contacto. Las diversas etapas se pueden esquematizar como sigue: (32) (33) (34) VIII. 5 (GCS. 341. 3-5). XXXIII. 2. Jesús primero predica y hace milagros en Cafarnaum. no por ello descuida a los habitantes de Nazaret, sus conciudadanos, que pedirán a Jesús que realice los prodigios que ha efectuado afuera, entre las naciones. también en su patria, entonces recibirán la salvación al final. cuando haya entrado la plenitud de las naciones. LlI<'. Cm fr cxxv. 1-35 (CCS, IX 278-279). Jos. HOI!1 Le. Hom 220 a. SAMUEL FERNANDEZ EYZAGUIRRE Nacimiento de Israel e incredulidad de las naciones Israel se constituye como pueblo cuando Baraq sube al monte y recibe los preceptos divinos, es decir, cuando el pueblo recibe la ley en el Sinaí. Se trata del nacimiento de la sinagoga. Este momento coincide con el comienzo de la enfermedad de las naciones (= la hemorroísa), es decir, comienza el tiempo de la incredulidad de los gentiles. b. Salvador, rechazado por Israel y recibido por las naciones La venida del Salvador, y su umon con las naciones, es representada por el matrimonio de Moisés con la etíope. Esto provoca la indignación de la sinagoga y de los fariseos (= María y Aarón), e Israel rechaza la Palabra, que pasa a los gentiles. En este momento, muere la sinagoga (= hija de Jairo), y son curadas las naciones (= la hemorroísa). Es cuando Yael vence al enemigo, y el pueblo de Dios se libera de la esclavitud: Jacob toma el lugar de Esaú, i.e. , las naciones toman el lugar de Israel. c. Entre la primera y la segunda venida del Salvador Se trata del tiempo de la ceguera de Israel; el pueblo según la carne yace junto a las Escrituras, pero no es capaz de beber del sentido espiritual de ellas (= Agar ciega, que muere de sed junto al pozo); la sinagoga padece la lepra de la observancia de la Ley según la letra (= María); Israel está próximo a morir, enfermo en el culto (= el hijo del basilikós). Es el tiempo en que Yael goza de la victoria, pero Baraq aún no participa de ella. Es el tiempo en que los israelitas se vuelven duros como piedras, y la oscuridad se cierne sobre Judea, mientras el sol brilla sobre las naciones. Se trata del tiempo en que los habitantes de Cafarnaum acogen a Jesús, mientras lo rechazan los de su patria. Así concibe el Alejandrino la situación de los judíos, sus contemporáneos. d. Restauración final Pero "cuando haya entrado la plenitud de las naciones, entonces todo Israel será salvado" (Rm 11, 25-26). Al final de la semana del mundo, el Salvador viene por segunda vez para sanar a la totalidad de Israel (= el hijo del basilikós, la hija de Jairo, Agar y María). Es el momento de la restauración final, cuando Yael invita a Baraq a compartir su victoria; cuando la sangre del sacrificio llega a las bases del altar, es decir, la pasión de Cristo toca a Israel. En el momento final, la esposa infieL Israel, volverá a su primer Marido. Cuando después de este siglo, Israel, la higuera que no ha dado frutos en este siglo, dará frutos para el Señor. 3. CONSIDERACIONES EXEGETICAS FINALES Orígenes concibe la Biblia como un todo orgánico, como un cuerpo umco, por ello puede iluminar y relacionar diversos textos bíblicos que, en su lectura literal, no parecen tener relación. El texto paulino permite relacionar una serie de episodios narra- ISRAEL Y LAS NACIONES 221 dos por la Escritura: la historia de Baraq y Yael; de Esaú y Jacob; de la hija de Jairo y la hemorroísa; de los egipcios y los israelitas; de los habitantes de Cafarnaum y los de Nazaret, etc., son expresiones del mismo misterio revelado por Pablo. En distintos relatos bíblicos, Orígenes ve múltiples proyecciones de la única economía divina. Las vicisitudes de Israel y las naciones, que san Pablo expresa de modo conceptual (Rm 11, 25-26), encuentran una expresión simbólica en las diversas narraciones. En la exégesis origeniana. que es preferentemente individualista, también hay espacio para una coherente interpretación colectiva. La economía es única, pero sus proyecciones son múltiples. Los distintos episodios bíblicos. en su interpretación colectiva, son manifestaciones sensibles de la única economía di vina que se realiza en el mundo y que tiende a la liberación de todos. El aspecto que hemos estudiado permite comprender un poco más el fascinante modo cómo Orígenes concibe a Dios. Este Dios, siempre bueno, que nunca atropella el libre albedrío de los racionales, y que siempre, por múltiples medios, sin forzar a las creaturas, adaptándose a cada situación, busca, en definitiva, la salvación de todos. RESUMEN Orígenes concibe la Biblia como un todo orgánico, como un cuerpo único, por ello ilumina y relaciona diversos textos bíblicos que, en su primera lectura, no parecen tener relación. El texto paulino de Rom 11, 25-26 permite relacionar una serie de episodios narrados por la Escritura: la historia de Baraq y Yael: de Esaú y Jacob; de la hija de Jairo y la hemorroísa; de los egipcios y los israelitas: de los habitantes de Cafarnaum y los de Nazaret, etc. En distintos relatos bíblicos, Orígenes ve múltiples proyecciones de la única economía divina. Las vicisitudes de Israel y las naciones, que san Pablo expresa de modo conceptual (Rm 11, 25-26), encuentran una expresión simbólica en las diversas narraciones. En la exégesis origeniana, que es preferentemente individualista, también hay espacio para una coherente interpretación colectiva. La economía es única, pero sus proyecciones son múltiples. Los textos estudiados permiten reconstruir la historia de la salvación tal y como Orígenes la concibe, y cuyos personajes son el Salvador, el pueblo de Israel y la Iglesia de los gentiles. ABSTRACT Origen conceives the Scriptures as an organic whole, a complete body, and therefore can explain and relate different biblical texts which, in their literal reading, do not seem to be related. The Pauline text of Romans 11, 25-26: "until the full number of the Gentiles come in or by the, and so all Israel will be saved", permits the relating of a series of episodes narrated by the Scripture: the story of Barac and Yael; of Esau and Jacob: Jairo's daughter and the woman with the flow of blood, etc. In various biblical stories, Origen se es multiple projections of the one and only Divine Economy. The vicissitudes of Israel and the nations, conceptually expressed by SI. Paul in Romans 11, 25-26, find symbolic expression in these narrations. In Origen's exegesis, preferentially individualistic, there is al so room for a coherent collective interpretation. It is possible to reconstruct the history 01 salvation protagonized by Israel, the Gentiles and the Savior, on the basis 01 the biblical stories which are illuminated by the Pauline text 01 Romans 11, 25-26. There is but one economy, with, however, multiple projections. The various biblical episodes, in their collective interpretation, are appreciable manilestations 01 the one Divine Economy carried out in the world and which tends towards the liberation 01 all.