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Transcript
La epidemia de Ébola:
causas y consecuencias
Concepción Cruz Rojo
Publicado por Matxingune taldea en 2015
Tabla de contenidos
Introducción ..................................................................................................................
Antecedentes de la infección por el virus del Ébola .............................................................
Características de la epidemia actual .................................................................................
Orígenes y análisis de la epidemia ....................................................................................
Conclusiones .................................................................................................................
1
2
3
3
6
Introducción
Aunque en la actualidad el concepto de epidemias se ha ampliado enormemente, todavía su nombre
se asocia en la memoria colectiva a enfermedad contagiosa que afecta a gran cantidad de personas y
mueren por ella. Pero el concepto de epidemia, referido a un tiempo y área geográfica determinada,
abarca a cualquier enfermedad o problema de salud cuando aparece en un número superior al esperado
para ese tiempo y lugar. El exceso de casos de cáncer, violencia de género o accidentes de tráfico son,
por ello, consideradas epidemias. Sin embargo en este escrito nos centraremos en las epidemias por
enfermedades infecciosas (o transmisibles) y más específicamente a la actual enfermedad por el virus
del Ébola (EVE).
Es una realidad que las epidemias por enfermedades transmisibles ha descendido a nivel mundial
respecto a épocas anteriores, pero también que las desigualdades en su incidencia según en el sitio
donde nos encontremos son enormes. Además, es otro hecho a destacar la aparición frecuente de
nuevas cepas y gérmenes -las llamadas infecciones emergentes-, si bien en las últimas décadas los
medios de detección y tipificación de microorganismos son mucho más sensibles y específicos. Así
podemos destacar infecciones emergentes como la Legionelosis1 (EEUU, 1976); el grupo de las
fiebres hemorrágicas por virus como el Ébola (Sudán y Zaire -actual República Democrática del
Congo, 1976); el Sida-VIH2 (EE.UU, 1981); la infección por E-coli (EE.UU, 1982); la variante de la
Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (vECJ) o Encefalopatía espongiforme humana-EEH3 (Gran Bretaña,
1
En el año 1976 apareció un brote epidémico de neumonía entre los participantes de una convención de la Legión Americana en Filadelfia
(Estados Unidos). En 1977 se identificó una bacteria previamente desconocida, como la causa de la misteriosa infección de la enfermedad del
legionario. Era una bacteria del género Legionela pneumophila.
2
Estudios recientes sitúan en Kinshasa, la capital de la República Democrática del Congo, el origen de la infección por el VIH. Se sabe que
el VIH se ha transmitido de los primates y monos a los seres humanos por lo menos en 13 ocasiones, pero que únicamente una de ellas ha
dado lugar a la pandemia humana. Entre los años 1920 y 1950 se produjo un conjunto de factores relacionados con los cambios urbanos
en infraestructuras ferroviarias durante el gobierno colonial belga y desestructuraciones provocada por la cultura colonial como el comercio
sexual, que se combinaron para que el VIH se extendiera, primero por África y después por todo el planeta.
3
La vECJ o EEH aparece en 1995 en Gran Bretaña originada por proteínas priónicas con capacidad de replicación. Primero el ganado vacuno
se afecta de una enfermedad nueva, la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) o «mal de las vacas locas» a través de los piensos empleados
para su alimentación. Ya se conocía que el prión causaba en las ovejas una enfermedad neurológica incurable llamada «scrapie», muy extendida
1
La epidemia de Ébola:
causas y consecuencias
1995); la Gripe aviaria4 (Hong Kong, 1997); la nueva gripe A5 (México, 2009), la nueva cepa de EColi6 (Alemania, 2011) y ahora una reagudización del virus Ébola (especie Zaire).
Las epidemias por enfermedades infecciosas han sido una constante en la historia de la humanidad,
surgieron, surgen y surgirán por motivos universales, aunque sus orígenes adquieren una importancia
cualitativamente mayor tras la revolución neolítica debido al asentamiento de las poblaciones
humanas, su mayor concentración y la convivencia con animales y cultivos; estos hechos cambian los
nichos ecológicos que hacen emerger zoonosis7 y epidemias varias en humanos.
El análisis de una epidemia en humanos, sea cual sea, requiere de considerar todos los contextos
internos y externos del problema partiendo de la cadena epidemiológica: Germen (reservorio y fuente
de infección), huésped susceptible y mecanismos de transmisión. Así el germen (o microorganismo
patógeno) es producto de una evolución y cambios en sus diferentes nichos ecológicos que los seres
humanos han contribuido de forma activa; el huésped susceptible, el ser humano, igualmente como ser
vivo inserto en la naturaleza y sus propias transformaciones ha evolucionado y se ha adaptado a todo
tipo de agresiones incluidas la de los microorganismo patógenos. Y los mecanismos de transmisión, el
medio a través del cual se facilita el contacto del agente infeccioso con nuestro organismo. Puede ser
directo: aéreo, contacto cutáneo o por fluidos; o puede ser indirecto, cuando hay una separación en el
tiempo y en el espacio entre la fuente de infección (el origen a partir del cual se transmite la infección,
o desde donde pasa el agente etiológico) y el sujeto susceptible. Puede producirse por esputos secos
de bacilos, suelos contaminados por esporas o a través del agua o los alimentos. Conocer bien y lo más
rápido posible estos tres eslabones de la cadena epidemiológica y los contextos más o menos cercanos
en donde se producen nos ayudan a comprender y actuar más eficazmente sobre una epidemia, evitar
su expansión y procurar su control.
Antecedentes de la infección por el virus del
Ébola
La aparición del virus del Ébola detectado en humanos es relativamente reciente y, por ello,
considerado una infección emergente. Es un virus del género Ebolavirus miembro de la familia
Filoviridae (filovirus), y se han reconocido 3 subtipos originados en África (Costa de Marfil, Sudán
y Zaire) y el subtipo Reston con origen en Filipinas que ha provocado pocos casos en humanos. El
primer brote notificado fue en el año 1976 en Sudán y en Zaire (actual República Democrática de
Congo (RDC)). Las tasas de letalidad de estos dos brotes casi simultáneos fueron de 55% y 90%
respectivamente. Se presentó un segundo brote en la misma zona de Sudán en 1979. En 1994 se
aisló un nuevo subtipo, al parecer por la disección de un chimpancé infectado en Costa de Marfil.
Posteriormente se han notificado más brotes importantes por su número y letalidad en RDC, en
Gabón y en el norte de Uganda en los años 90 y comienzos del 2000. Señalar que en el año 2004 se
notificaron dos infecciones de laboratorio en Estados Unidos y en la Federación Rusa. El mecanismo de
transmisión de estos brotes ha sido directo, de persona a persona, por contacto con sangre, secreciones,
órganos o semen infectados. El riesgo es máximo en las etapas tardías de la enfermedad, cuando
en Gran Bretaña, cuyos despojos fueron empleados en la elaboración de piensos destinados al engorde de ganado vacuno. Y la enfermedad no
solo «saltó» de especie de la oveja a la vaca, sino que volvió a saltar de la vaca al humano, tras el consumo de las carnes de vaca (enfermas),
especialmente de material de riesgo. Esta situación que se produjo y se concentró en Gran Bretaña, afectó a otros países por la exportación
de vacas (enfermas) y harinas y piensos contaminados.
4
La primera vez que se asoció el virus H5N1 (habitual infección en las aves) en humanos fue en Hong Kong en 1997, con 18 personas afectadas
que se caracterizó por su alta letalidad. Todos los genes del virus fueron de origen vírico aviario, sugiriendo que el H5N1 había saltado la
barrera entre especies, sin embargo se revela poca evidencia de transmisión humano-humano.
5
La epidemia de la nueva gripe A (gripe porcina) se inició en Perote, una pequeña localidad mexicana que sufre la implantación de una de las
explotaciones porcinas más grandes del mundo (Granjas Carroll, perteneciente a la multinacional estadounidense Smithfield), tras el contagio
de los trabajadores de la granja y habitantes del poblado, la cepa se expandió a todo el mundo.
6
En el año 2011, Alemania sufrió una epidemia por una nueva cepa de Escherichia coli enterohemorrágica (ECEH). Más del 60% del total
afectó a personas adultas y el 88% fueron mujeres de 20 años o más. Las mayores tasas de ataque se produjeron en el grupo de edad de 20-49
años. El serotipo de E. coli encontrado es diferente al habitual, el O104:H4. Se afectaron 3.785 personas en Alemania con 45 fallecieron. En
Europa supuso un total de 3.910 casos y 46 defunciones. La epidemia es la más importante ocurrida en el mundo por el número de casos
con Síndrome Urémico Hemolítico y por su letalidad y la segunda en el mundo, después de la producida en Japón, por el número total de
enfermos por esta infección.
7
Enfermedades de los animales vertebrados domésticos o salvajes que pueden transmitirse al ser humano en condiciones naturales (no debido
a manipulación humana, accidentes de laboratorio o armas biológicas. En la zoonosis, los animales y los vectores desempeñan una función
esencial en el mantenimiento de la infección en la naturaleza y el hombre es solo un huésped ocasional.
2
La epidemia de Ébola:
causas y consecuencias
el enfermo vomita, tiene diarrea o sangra. Y durante los funerales, cuando personas sin protección
amortajan a los cadáveres. No se ha comprobado transmisión aérea. La infecciones nosocomiales han
sido frecuentes por el uso de agujas contaminadas8.
Características de la epidemia actual
En la epidemia actual que comienza en Guinea, y continua en las vecinas Liberia y Sierra Leona, los
resultados del estudio de secuenciación han mostrado una homología del 98% con el virus Ébola Zaire,
especie asociada a brotes con una elevada tasa de letalidad. El periodo de incubación de la enfermedad
del virus del Ébola (EVE) como en los anteriores brotes es de 2 a 21 días. Es una enfermedad
hemorrágica febril que comienza de forma brusca con fiebre, dolor muscular, debilidad, dolor de
cabeza y odinofagia. Evoluciona con vómitos, diarrea, fallo renal y hepático, exantema máculo papular
al cuarto o quinto día y síntomas hemorrágicos que pueden ser en forma de hemorragias masivas
internas y externas. En el estadio final, los pacientes desarrollan un fallo multiorgánico que progresa
hacia la muerte o la recuperación a partir de la segunda semana de evolución. La tasa de letalidad es
del 50-90%. No existe ninguna opción profiláctica (vacuna) o terapéutica disponible. En la actualidad
se conoce que la transmisión se produce mediante: contacto directo con sangre, secreciones u otros
fluidos corporales, tejidos u órganos de personas vivas o muertas infectadas. Contacto directo con
objetos que se han contaminado con fluidos corporales de los pacientes9. Transmisión por contacto
sexual: puede darse hasta siete semanas después de la recuperación clínica. Heridas percutáneas con
muestras contaminadas. Además, la transmisión a los humanos también puede ocurrir por el contacto
con animales vivos o muertos infectados, generalmente murciélagos, roedores o primates. Contacto
con su sangre, fluidos corporales o su cadáver o con carne de caza no cocinada. El inicio de la
transmisibilidad está relacionado con la viremia y con la aparición de los primeros síntomas. Los
pacientes asintomáticos no transmiten la infección. La transmisibilidad se incrementa a medida que
evoluciona la enfermedad10.
El diagnostico precoz o detección de la enfermedad es vital basado en criterios clínicos, de laboratorio
y epidemiológico (contacto con un caso confirmado o investigado y/o estancia en áreas donde se ha
producido la transmisión por EVE). En el estado español ante la sospecha clínica y epidemiológica se
recomienda descartar paludismo ya que la mitad de los casos en investigación (con criterios clínico
y epidemiológico) han tenido un diagnóstico de paludismo. La viremia puede tardar hasta tres días
desde el inicio de los síntomas en ser detectable. Por ello, en caso de antecedente de una exposición
de riesgo y si la primera muestra se tomó antes de estos tres días y fue negativa, se recomienda
enviar una segunda muestra. Las medidas de protección para el manejo de los casos están detalladas
y protocolizadas11. Así como las actuaciones a realizar ante los contactos12, las medidas en el medio
ambiente cercano al paciente13 o el manejo de los cadáveres14.
Orígenes y análisis de la epidemia
Para comprender y conocer el origen de esta epidemia, como de cualquier otra, debemos partir
del análisis de los eslabones de la cadena epidemiológica, su relación entre sí y en sus contextos
más amplios. Sabemos que el reservorio es animal, varias especies de murciélagos frugívoros, que
8
Heymann, DL (Editor). El control de las enfermedades transmisibles. Washington: OPS; 2011.
Fómites o productos biológicos -o no biológicos- del enfermo.
10
Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad. Consejo interterritorial. Sistema Nacional de Salud. Protocolo de actuación frente a
casos sospechosos de enfermedad por el virus del Ébola (EVE). Octubre de 2014 (En revisión permanente).
11
Uso del Equipo de Protección Individual (EPI): mascarilla quirúrgica, guantes dobles, bata desechable impermeable de manga larga que
cubra la ropa hasta los pies, calzado impermeable, gorro o capuz y mascara facial o gafas cerradas. Estricto lavado de manos antes y después.
Poner el EPI sobre ropa de trabajo, bajo supervisión e incluso ayuda. Saber grupo sanguíneo y, si es posible, situación inmune frente al VIH,
Hepatitis B y C. Se requieren dos muestras negativas, separadas 48 horas, para poder dar de alta al paciente con EVE.
12
A los contactos se establecerá cuarentena en domicilio u hospital. Además, los 21 días posteriores a la exposición posible a la infección
y vigilancia activa de temperatura. Si 37,7 grados o más con o sin otro síntoma compatible, se investiga hasta disponer de los resultados de
laboratorio.
13
Personal de limpieza y manipuladores de ropa deben usar el EPI para limpiar y manejar el material o superficies potencialmente
contaminadas. Superficies, objetos o equipos contaminados desinfectar con desinfectantes adecuados. La ropa contaminada colocada en bolsa
de cierra hermético o en contenedor de bioseguridad para ser incinerada o seguir protocolos de seguridad elaborados por el hospital.
14
No se debe realizar autopsia; limitarse a personal entrenado; trasladar en féretro sellado y a ser posible previamente incluido en una bolsa
de traslado impermeable. Finalmente debe ser incinerado.
9
3
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se encuentran en determinados hábitats del África occidental (en selvas y zonas boscosas) y que
han podido saltar entre especies, y transmitirse a los seres humanos. Las causas de esa transmisión
pueden ser múltiples y en muchas ocasiones no se conocen con detalle. Desde situaciones «naturales»
de consumo de animales contaminados, contactos estrechos y continuados en el tiempo con los
reservorios, hasta la posible manipulación humana con fines comerciales o militares. Sí conocemos
los mecanismos de transmisión entre humanos, como acabamos de detallar; el microorganismo
responsable y su capacidad virulenta. Y también las variables que influyen en la mayor o menor
resistencia del huésped a la infección, como la edad, enfermedades concomitantes, o las características
sociales y económicas.
Una vez la propagación del germen se ha realizado entre humanos, la importancia de esta epidemia
depende de la agresividad del virus, su capacidad virulenta y potencialmente letal; de la capacidad de
defensa del huésped, su inmunidad que le hace más o menos resistente a la infección y a la mayor
o menor facilidad en el mecanismo de transmisión, que provocaría una mayor o menor capacidad de
propagación entre las personas. Sabiendo todo esto y una vez que ha comenzado el brote epidémico,
las medidas fundamentales y urgentes, cuando se constata que la gravedad y propagación de la
infección es alta, es cortar los mecanismos de transmisión y reforzar la inmunidad de la población.
La mejor forma de parar la transmisión de nuevos casos requiere la detección y diagnóstico precoz de
personas afectadas y su curación precoz. Curar al máximo número de personas enfermas y vigilar los
contactos posibles para tratarlas cuanto antes son medidas esenciales para que, no solo las personas
no mueran ni sufran por la enfermedad, sino también para parar la onda expansiva de nuevos casos
que crecerían de forma exponencial. Pero atender y curar a las personas afectadas, en un contexto
donde no existen tratamientos que se haya comprobado su eficacia, requiere una atención sanitaria
con un buen soporte vital de los síntomas más graves para evitar que se agrave la enfermedad
y la posible defunción. También disponer de recursos y organización para el aislamiento de los
cuidadores y sanitarios (también enterradores), mediante el uso de batas, guantes, mascarilla, gafas,
etc., y la correcta eliminación de fómites, material desechable, colchones y otros fluidos del paciente
potencialmente contaminante. Además del tratamiento de los cadáveres y su enterramiento.
Sin embargo todas estas intervenciones imprescindibles se hacen muy difíciles en el foco de la
epidemia. Es necesario recordar que Sierra Leona, Liberia y Guinea pertenecen a la lista de los países
más pobres del mundo. Liberia, ex-colonia de Estados Unidos, es el tercer exportador mundial de
hierro, Sierra Leona, colonia del Reino Unido hasta 1961, es uno de los principales exportadores
de diamantes a nivel mundial (el 46% de sus ingresos) y Guinea, ex-colonia de Francia, posee el
25 por ciento de las reservas mundiales de bauxita, además de ser un país muy rico en diamantes,
oro y aluminio. Sin embargo, toda esta riqueza es controlada por las corporaciones estadounidenses,
británicas y francesas que se apropian de la mayor parte de su valor y no revierte en su población.
La dependencia de sus tierras y recursos desde su época colonial y hasta la actualidad han provocado
un grave estado de pobreza en un país rico. De tal forma que no se cubre las necesidades más
elementales de una adecuada alimentación, vivienda, saneamiento del medio y servicios públicos
como educación o sanidad. La atención médica y el sistema de prevención en Liberia, por ejemplo,
no existen prácticamente. Hay solamente 50 médicos nacionales y 12 extranjeros para cuatro millones
de habitantes15. Con unos indicadores sanitarios alarmantes: una mortalidad infantil de 120 por cada
mil nacidos vivos (en el Estado español es de 4*1000), una esperanza de vida de tan solo 58 años, y
una grave escasez de recursos sanitarios humanos y materiales16. Por eso los fallecidos por el virus
(1.500 casos), son sólo una mínima parte de las muertes totales, y a todo esto se une el miedo lógico a
contraer la enfermedad. La población está evitando ir a los centros sanitarios por miedo al contagio y
los profesionales sanitarios no acuden a sus puestos de trabajo. Se estima que el porcentaje de partos
asistidos ha descendido del ya de por sí bajo 50 % a un 38% desde el inicio de la crisis. Esto ha supuesto
como era de esperar, un aumento en la mortalidad materno-infantil. Y es que en este corto periodo de
tiempo 382 profesionales de la salud han sido contagiados (69 en Guinea; 188 en Liberia y 114 en
Sierra Leona), con 216 fallecidos.
15
La razón o ratio de profesional médico por 10.000 habitantes es de 0,1 y 2,7 matronas por 10.000. En el estado español sin ser de los más
alto de Europa, hay 37 profesionales médicos por 10.000 y 51 matronas por 10.000.
16
La Esperanza de vida al nacer (EVn) y la Mortalidad infantil (MI) es en la República Democrática del Congo de 56 años y 121*1000); en
Sierra Leona de 57 años y 135*1000) y en la República de Guinea de 59 años y 105*1000, respectivamente.
4
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Explicar con algún detalle el estado en que se encuentran estos países empobrecidos por sus antiguas
metrópolis coloniales es conocer las causas de su pobreza y de sus problemas de salud. La colonización
y la neocolonización no solo ha provocado una mayor pobreza y desestructuración social y económica,
sino ha introducido elementos «modernizadores», como medios de comunicación o ferrocarriles
o cambios «culturales» (comercio sexual) que empeoran aún más la situación de transmisión de
enfermedades infecciosas como ya ocurriera con el SIDA. Ante esta indefensión de los países afectados
y ante una emergencia sanitaria de tal magnitud, las organizaciones internacionales de salud, y por
nombrar la más conocida y la que se arroga la autoridad mundial en estos temas, la Organización
Mundial de la Salud (OMS), son los máximos responsables de llevarlas a cabo en coordinación con
los gobiernos de los países afectados. Pero ¿qué se ha hecho cuando se detectaron los primeros casos?,
¿cómo se han coordinado las intervenciones de todas las partes afectadas con las organizaciones
sanitarias internacionales? La presidenta de Médicos sin Fronteras, hizo hasta tres llamamientos a
la comunidad internacional, desde que comenzaron sus intervenciones y el único país que parece
haber reaccionado ha sido Cuba enviando un primer destacamento de 165 sanitarios, con material
sanitario para desarrollar su trabajo y preparando otro más. Resulta paradójico que frente a la lenta
respuesta internacional, la industria farmacéutica no se ha hecho esperar, la OMS concede prioridad
a la evaluación acelerada de las vacunas y visto bueno a la experimentación en fase humana de
dos vacunas. Es ahora que parece que la epidemia está descontrolada, y que puede afectar a países
occidentales, cuando se ha convertido en un «objetivo» de la industria. Sin embargo, teniendo en
cuenta el precio considerado para las vacunas, sueros y test rápidos, los países africanos afectados poco
podrán optar a estos recursos. Mientras no nos contesten, con el detalle que se merece la gravedad de
los acontecimientos, a estas esenciales preguntas no tenemos más remedio que dudar de que dichas
medidas urgentes y necesarias se llevarán a cabo. La epidemia se declaró, al menos oficialmente a
través de los medios de comunicación, en febrero de 2014, hace el inaceptable tiempo de casi seis
meses, ya que la alerta internacional fue declarada por la OMS el 7 de agosto de este año.
Por tanto, analizar los contextos internos que afectan a la epidemia, la cadena epidemiológica,
implica tener en cuenta que dicha cadena epidemiológica siempre está en íntima relación con otros
contextos más amplios que en el momento político actual cobran suma importancia en el análisis.
Lo primero, una crisis del sistema capitalista que quiere -y no puede- salir del atolladero para seguir
con el control de recursos esenciales como el energético, así como de materias primas básicas para
la alimentación y producción industrial, entre otros. Un control que consigue o intenta conseguir
mediante el sometimiento de los países y zonas geoestratégicas a través de la violencia visible
o invisible (descarada o hipócrita) necesaria. Lo segundo, una crisis de credibilidad en aspectos
fundamentales como la coherencia en sus declaraciones y acciones, el conocimiento científico o la
ética de cara a las poblaciones a nivel mundial. Y la epidemia de Ébola es una muestra más de esta
grave crisis mundial.
La realidad es que estos, los gobiernos más reaccionarios del mundo (Estados Unidos, Israel o países de
la Unión Europea), están sufriendo no solo derrotas militares y políticas sino una falta de credibilidad
que es esencial para su subsistencia. Solo cuando la epidemia hace peligrar los intereses y personal
de estos países, como poco, aparecen nuevos medicamentos y vacunas que rápidamente se están
investigando para atajar el problema en sus blindados territorios y, por supuesto, para sacar suculentos
beneficios económicos de la epidemia. No debemos olvidar la «pandemia» de la gripe porcina, el
nuevos virus que se originó en una multinacional porcina estadounidense afincada en México, que fue
la que originó la nueva cepa del virus gripal y que fue aprovechado para que un antiviral (Tamiflu)
fuera publicitado para su administración masiva con pocos efectos beneficiosos para la salud y grandes
beneficios para los intereses económicos.
Pero lo más despiadado de todo es la reacción de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia que frente
a la tragedia actual en sus respectivas ex-colonias lo que hacen es mandar militares y no personal
especializado en el tratamiento del virus. Estados Unidos: 4.300 soldados a Liberia, Francia está
preparando unos 400 militares para Guinea y Gran Bretaña está a punto de mandar 750 tropas a Sierra
Leona para «enfrentar al Ébola». Ya comentábamos antes que las causas raíces de esta, como de otras
epidemias, no son totalmente conocidas y no se debería descartar ninguna hipótesis. Por ejemplo,
en los años 70 los especialistas norteamericanos en guerra biológica del Instituto de Investigación
Médica de las Enfermedades Contagiosas perteneciente al Departamento de defensa (USAMRID)
crearon en 1976 un laboratorio de armas biológicas en Kenema, Sierra Leona. Y desde hace tiempo
están tratando de encontrar una vacuna contra el Ébola. E incluso la publicación Global Research,
5
La epidemia de Ébola:
causas y consecuencias
habla que en el Hospital de Kenema algo se escapó del control de los especialistas del USAMRID
dando inicio a la propagación del Ébola. Es de conocimiento público que los laboratorios biológicos
militares están diseñados paras encontrar armas biológicas letales para el uso en las guerras. El
semanario estadounidense Army Times informó el 1 de agosto de este año 2014, que el Pentágono
estaba interesado en el Ébola desde 1976 debido al alto índice de mortalidad que producen los virus
de esta familia. «Desde este punto de vista su uso en forma estable de aerosol hace que el virus del
Ébola muy atractivo como un arma potencial biológica»17.
Conclusiones
En cualquier caso el análisis en relación con esta como de otras epidemias emergentes es aplicar
el conocimiento que se tiene con el máximo rigor y detalle posible. Conociendo y actuando a
todos los niveles, desde los más concretos relacionados con la cadena epidemiológica como los
más amplios, sociales y económicos y en su proceso histórico. En esta epidemia es imprescindible
analizar los procesos colonizadores y neocolonizadores para entender la situación de pobreza y grave
desestructuración social en que han dejado los Estados imperialistas a muchos países africanos.
Sabiendo esto se entiende el interés únicamente militar y comercial en la zona. Solo cuando la epidemia
se expande demasiado descontroladamente es cuando se toman medidas puntuales para «atajar» la
epidemia y otras para seguir con el control de la región. Cuba, un pequeño país asfixiado por el
bloqueo estadounidense, es el único que muestra la ética de las clases populares, cuando un pueblo
ayuda a otro pueblo que sufre a muchos kilómetros de distancia. Denunciar la situación global implica
simultáneamente reivindicar las intervenciones más urgentes y responsabilizar a las organizaciones
sanitarias internacionales sobre la existencia, o ausencia, de una eficaz y rápida respuesta a la situación.
Y todas las medidas deben ser tomadas, incluidas la investigación de medicamentos y vacunas
adecuadas, pero en un contexto que priorice la salud y cuidados a las poblaciones afectadas. Nos viene
a la memoria un escrito titulado, «la verdad es siempre revolucionaria», célebre frase que popularizó el
excepcional comunista italiano Antonio Gramsci. Porque la verdad, o mejor, la búsqueda de la verdad
hasta sus últimas consecuencias es el mejor acto de honestidad que podemos practicar en cualquiera
aspecto de nuestras vidas. Y el del conocimiento es, y no poco importante, uno de ellos. Porque llegar
a la raíz del problema es analizar sin miedo todas las contradicciones que se mueven en su interior y
todos los factores externos que continuamente los influyen para bien y para mal. Analizar sin miedo y
actuar sobre todas las causas, con celeridad y sin cortapisas. Eso es lo que debemos hacer en asuntos
como la epidemia que estamos comentando y otras que puedan surgir en el futuro.
Concepción Cruz Rojo
Andalucía, 12 de diciembre de 2014
17
Vicky Peláez: El Ébola: ¿naturaleza o arma inducida?, 19 de octubre de 2014 (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=190941).
6