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INVESTIGACIÓN Y CONVERGENCIA
EN EL CAMPO DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL
Laura Rossetti Ricapito
Elías B. Levín Rojo
Carlos Vega Escalante
Antonio Del Rivero Herrera
Sofía de la Mora Campos
Introducción
El desarrollo de la investigación en comunicación social y el posicionamiento de productos
mediáticos acordes con el contexto social, económico, político, cultural y tecnológico,
reflejado en diferentes disciplinas, permitió focalizar y construir una visión que comprende el
papel de los medios, así como su contribución a la necesidad de expresión de forma
individual, colectiva y masiva. Actualmente la articulación de cada uno de estos ámbitos es
indispensable en la medida en que se reconoce la necesidad de entretejerlos, bajo un
esquema de observación transdisciplinaria, concretada en espacios y productos multimedia.
Este proceso de articulación se puede hacer en el tránsito de nuevas metodologías de
investigación motivadas por la necesidad de comunicar e informar que aprovechen los
avances tecnológicos presentes en una estructura social cultural en constante movimiento.
Es aquí donde es preciso que las investigaciones en y de los medios de comunicación
deban ser enfocadas y trabajadas con la conciencia de la necesidad de cruzar de forma
transversal las expresiones que, hasta hace poco, se han comprendido como aisladas: la
palabra, la forma, el movimiento, el contenido, el color, el sonido.
Los espacios multimedia existen de forma contundente y se han promovido a partir de
un desarrollo tecnológico en manos de muchos y entendido por pocos. Establecer
formalmente el estudio de dichos procesos es un factor sustancial de un espacio universitario
donde la investigación y la docencia van de la mano.
1
Contexto
La sociedad de la información se gesta desde la emergencia de las telecomunicaciones en el
siglo XIX, y nos enfrenta a un cambio en los procesos comunicativos que, en la segunda
mitad del siglo XX, ha alcanzado su máximo desarrollo.
Los predecesores científicos e industriales del profundo cambio sociotecnológico que
hoy vivimos pueden encontrarse entre otros en la invención de la máquina diferencial
(primera calculadora mecánica) de Babbage (1833), el teléfono por Bell (1876), la radio por
Marconi (1898), o el kinetoscopio de Edison (1891), pero no es sino hasta la segunda mitad
del siglo XX que las innovaciones en la industria electrónica hacen posible su emergencia en
el estrato tecnológico como un motor del desarrollo social que permea la convivencia
humana contemporánea: son la programación y el transistor, fuente de la microelectrónica, el
verdadero corazón de la Revolución de la Tecnología de la Información (Castells, 2002).
Esta revolución ha producido transformaciones en la vida pública y privada, con la
aparición de internet, muchos expertos y teóricos plantean que la humanidad se encuentra
en una nueva época que determinará el futuro de nuestra civilización. La educación no se
encuentra desligada de ello.
El término sociedad de la información se ha impuesto desde los círculos de poder
como señala Sally Burch (2005). Se trata de un concepto cuya “construcción política e
ideológica, se ha desarrollado de la mano de la globalización neoliberal, cuya principal meta
ha sido acelerar la instauración de un mercado mundial abierto y autoregulado” (Burch, 2005
85). Pero, en tanto, el concepto también ha sido retomado por sectores sociales alternos y
revisado desde perspectivas divergentes, que reconsideran el valor dado en el binomio a la
palabra sociedad. Además estas perspectivas exigen una relación de equidad en cuanto al
manejo de la información, una mayor apertura para la inclusión de discursos y voces
variadas que valoran estrategias de desestabilización del flujo informativo para integrar
tópicos que, desde una perspectiva local, pugnan por modelos de desarrollo colectivo e
integral.1
1
De ahí derivan prácticas como el ciberactivismo y la construccion de redes sociales en espacios virtuales como lo consigna
en diversas publicaciones y textos el curador e investigador brasileño Arlindo Machado (s/f)
2
La enseñanza de los medios de comunicación
La etapa de transición tecnológica de la comunicación en la actual sociedad y el paulatino
posicionamiento de lo que se denomina “sociedad de la información” nos plantea, como
institución educativa, importantes retos con relación a la formación de comunicadores.
Según Len Masterman,2 en la educación hacia el análisis y utilización de los medios
podemos distinguir tres paradigmas históricos: el modelo proteccionista, el modelo evaluador
y el modelo representativo.
En el proteccionista se considera la cultura de los medios una sub cultura y, por esa
razón, se pretende proteger al joven contra el “carácter manipulador” (sic) y el bajo nivel de
contenido de los mensajes televisivos frente a los mensajes elitistas como son los mensajes
de la literatura, la pintura o la música.
El segundo modelo, evaluador, se posiciona en los años sesenta bajo la influencia de
una cultura cinematográfica. En él se quiere dotar al alumno de la capacidad de discernir
entre un producto comunicacional bien hecho e interesante con una propuesta temática
importante y una producción con fines estrictamente comerciales.
El tercer modelo, representativo, surge en los años ochenta, bajo la influencia de
disciplinas como la semiótica, el análisis y crítica del discurso o la aplicación de métodos
etnográficos al estudio de la comunicación de masas, investigadores y docentes, quienes
centran su propuesta de análisis de los medios en cuanto no son espejo de la realidad sino
formas de construcción y reproducción de la misma: medios de representación.
Actualmente se puede pensar en la propuesta de un nuevo modelo ya que en el
ámbito del estudio de los medios se deja la era de la comunicación de masas para entrar en
2
Len Masterman es investigador en el Departamento de Política y Comunicaciones de la Universidad de Liverpool. Escritor e
investigador autónomo asociado al Departamento de Política y Comunicación de esa institución y autor de Teaching about
Television, Teaching the MediaTelevision Mythologies y Media Education in 1990s Europe
3
la era de la comunicación digital, a partir de que los sistemas de producción audiovisual han
evolucionado desde lo analógico al digital.
Con una velocidad sin precedentes la cultura digital o cibercultura se hace presente
en casi todos los ámbitos de las actividades humanas. La pantalla de la computadora ofrece
un medio que incorpora los anteriores, y que, conectado a la red informática, permite el
acceso a radio, cine, TV y vídeo así como a bancos de datos multimedia en el ámbito
internacional.
La “calidad broad casting”, referente de un específico televisivo de difusión masiva, ha
quedado en un segundo plano frente a los avances tecnológicos que imponen calidad digital,
identificada con una mayor precisión de imagen. Eso comporta no sólo una transformación
en los soportes audiovisuales, sino un nuevo lenguaje y un contexto de códigos que ya están
transformando las interrelaciones y los procesos de comunicación en todos los aspectos de
la convivencia social y, por consiguiente, un nuevo paradigma educativo.
El principio del tercer milenio marca una evolución de la comunicación y su estudio, ya
sea desde el punto de vista teórico como del técnico/práctico. En la Carrera de
Comunicación Social, de la UAM-X, se deben asimilar y matizar estos cambios, identificar
los desequilibrios y tomar conciencia que es necesario cambiar el enfoque de nuestra
docencia e investigación.
En estos últimos diez años se ha escuchado hablar de las Nuevas Tecnologías de la
Información y Comunicación (NTIC o TIC). A menudo entre los términos técnica y tecnología
se da una cierta confusión. El primero designa el procedimiento utilizado para obtener un
resultado o para producir una obra, el segundo, como se puede entender del sufijo, de
origen griego, logos, se refiere a los aspectos generales que son implícitos en los procesos
técnicos, es decir, la lógica que motiva y determina la utilización de medios que generan
productos comunicativos particulares.
Al hablar de tecnologías se considera que cada técnica, aunque indique una serie de
procesos, no se puede reducir al “hacer” porque implica una cantidad de conocimiento
específico así como una dosis de intencionalidad.
4
En el contexto universitario predomina una visión crítica en la enseñanza de los
medios3 pero en el trabajo de creación de mensajes y procesos de diálogo mediáticos, sigue
vigente la errónea concepción de que el manejo de los medios se limita a lo técnico y no
incorpora lo tecnológico, sin reconocer la importancia de los procesos de investigación que
en toda producción convergen, tanto en lo formal y técnico, como lingüístico y discursivo.
Ello se hace evidente en las formas de reconocimiento de la labor docente a nivel de la
actividad académica en la docencia, investigación, producción y difusión de la cultura,
desarrollada en los Talleres de comunicación social de la UAM-Xochimilco.
Investigación para la producción
Los procesos de investigación para la produccion se dan en la acción y son consecuencia
natural del desarrollo de formas tecnológicas de comunicación devenidas en diferentes
lenguajes; Las normas que rigen esos lenguajes muchas veces son resultado de procesos
intuitivos como el que decantó desde sus inicios lo cinematográfico, donde se recopilaban
avances tecnológicos, físicos y artísticos para conformarse como un medio multidimensional.
Cuando el cine nació, nació sin lenguaje, es decir, sin lo que ahora conocemos como
lenguaje cinematográfico, éste se desarrolló paulatinamente a través de varias aportaciones
de los primeros creadores del medio. Hay pocos casos en los que la teoría y la práctica
confluyen para explicar al cine desde el punto de vista de la creación pues, casí siempre, se
trata de explicar al cine después de su realización.
Lo mismo ocurre con los procesos contemporáneos de convergencia de medios que
son analizados después de su puesta en práctica pero no a través de ella o en función de su
concepción, lugar clave para el desarrollo de procesos de investigación en múltiples
disciplinas que, por un lado, permitiría la consolidación discursiva, y por el otro, la innovación
técnica y de lenguajes.
3
Roberto Aparici (1996) comenta que esta concepción crítica pretende dotar al alumno de los medios para que sea capaz
de construir y de-construir los mensajes audiovisuales bajo varias perspectivas: la social, la política, la económica y la
estética y se opone a una concepción técnica, y una concepción de los efectos.
5
La constante evolución de los medios, así como al surgimiento de innovaciones
tecnológicas, provoca sensibles transformaciones en los métodos de producción que deben
influir desde el proceso de la planeación. Lo anterior conlleva irremediablemente, a la
formación de nuevos estudiantes especialistas, pero a la vez, con múltiples habilidades, no
sólo de creación de lenguaje audiovisual sino, de tecnologías avanzadas que le permitan
dominar las exigencias de la tecnología comunicacional.
No es deseable o conveniente dejar la elaboración de productos de comunicación a la
creación intuitiva, espontánea o improvisada, al menos en lo que se refiere a la formación de
profesionales responsables. El desarrollo de los procesos de construcción de lenguajes
convergentes, operado en el uso de las nuevas tecnologías, obliga a establecer
metodologías funcionales.
Actualmente es posible afirmar que tanto los diversos lenguajes, así como las nuevas
tecnologías utilizadas, están íntimamente relacionadas en los procesos de creación y
producción y el trabajo que se inicia dentro de una forma puede ser culminado en otra como
resultado de un desarrollo de construcción multimedia.
De esta manera, se puede aspirar a establecer una forma de creación participativa, no
sólo individual sino colectiva, donde la elaboración de las diferentes etapas no excluya un
profundo proceso de reflexión sobre la temática, el método de abordaje y el desarrollo
creativo. Incluso, este desarrollo podría llegar a considerar la superación de los medios y
métodos existentes para pensar en la creación de instrumentos especializados según las
necesidades de un proyecto específico.
Finalmente, de ninguna manera se puede dejar de lado el proceso inverso, es decir, la
producción para la investigación, dado que cada producto en cuanto resultado concreto,
también es promotor de propuestas para la mejor comprensión y resolución de situaciones
y/o nuevos planteamientos específicos de la realidad asi como del proceso creativo.
La investigación para la producción es una necesidad actual e implica una
transformación de los medios así como de las técnicas de la producción. De esta manera, la
investigación para la producción pretende convertirse en un estrategia que apuntale el
6
sistema modular, al integrar de manera eficiente diferentes áreas de conocimiento y
promover una mayor interacción entre las mismas.
Investigación y convergencia
La tecnología no determina el curso de la sociedad como tampoco ésta establece el rumbo
del cambio tecnológico, como señala Manuel Castells (1996). Se trata de un complejo
proceso de interacciones que va gestando la forma en que se co-construyen. Este proceso
de interacción es el campo de investigación a desarrollar desde la comunicación.
Es pertinente aplicar modelos de investigación participativos e incluyentes para
ampliar la comprensión del modelo de producción e indagación a partir del uso de medios en
convergencia.
Lo
anterior
contempla
el
desarrollo
de
métodos
de
investigación
transdisciplinarios y multinivel que consideren como punto de partida la actual convergencia
mediática.
Medios en convergencia y convergencia de medios son dos caras de una misma
moneda, se trata del uso de múltiples instrumentos para potenciar discursos particulares y
aprovechar las capacidades de la tecnología, en tanto canal de comunicación. La
convergencia puede hacer uso de plataformas diferentes como vehículos de difusión,
aprovechar los medios como herramientas de indagación y gestión de interacciones sociocomunicativas, potenciar la voz de sectores diversos en la comunicación o propiciar el
diálogo entre sujetos e instituciones donde conviven lenguajes de distinto cuño: visual,
escrito, sonoro, gráfico y audiovisual, entre otros.
La convergencia puede ser estudiada en por lo menos cuatro dimensiones (Salavarria,
2005)4:
1) Tecnológica: Aquella que concierne a la habilidad instrumental de poner en una sola
plataforma un discurso en múltiples maneras
4
Ramón Salavarria (2004) reflexiona sobre la labor del periodista en los proceso de convergencia de medios, el establece
estas dimensiones desde la perspectiva del profesional de prensa, sin embargo nosotros ampliamos este campo hacia la
práctica general de los medios en convergencia.
7
2) Lingüística: La necesidad de ajustar y crear lenguajes para el uso de estas
plataformas de manera eficaz por comunidades diversificadas
3) Profesional: El desarrollo de habilidades específicas en sujetos particulares para el
manejo de los instrumentos tecnológicos en concordancia con la función que deberán
desempeñar.
4) Institucional: La potencia que permite el uso coordinado de múltiples medios para la
difusión de discursos específicos y orientados por un interés institucional y/o colectivo.
Además de estas dimensiones, para completar una visión transdisciplinaria, se deben
considerar las siguientes:
5) Comunicativa: La posibilidad de fomentar diálogos transversales en plataformas
multimedia, entre sectores poblacionales de diferente cuño como son las disciplinas
académicas o grupos sociales marginales y de poder.
6) Cultural: El reconocimiento de integración del sujeto en un espacio colectivo y de la
dimensión de su expresión con herramientas corporales de naturaleza humana y con
instrumentos tecnológicos al servicio de su construcción y movimiento cultural.
Estas dimensiones de la convergencia mediática propiciadas por la revolución
tecnológica nos obligan a repensar el fenómeno de enseñanza - aprendizaje, particularmente
en el área de la comunicación social. Si anteriormente el conocimiento estaba fragmentado
por disciplinas, hoy la tecnología nos permite una interacción, donde podemos integrar
docencia, investigación y difusión de la cultura con el servicio a la sociedad, lo que
concuerda con el modelo educativo UAM.
En los espacios académicos se concibe el uso de las tecnologías mediáticas como un
mero instrumento que facilita el trabajo y que proporciona información a manos llenas,
recurso para que el investigador ordene y encuentre datos de manera eficiente y/o en
grandes cantidades. Sin embargo, se deja de lado el aspecto creativo que brindan estas
herramientas, no se considera las posibilidades que ofrecen para la construcción de espacios
abiertos de diálogo y para la construcción de comunidades.
8
Cuando se señala el aspecto creativo de las herramientas no se refiere únicamente al
ámbito de las manifestaciones estéticas y artísticas que indudablemente brindan, sino a su
potencia como plataformas que impulsan acciones comunicativas novedosas y la
emergencia de alternativas sociales y de acción5 desde la perspectiva de creación radical
que plantea Castoriadis (1998).
Se propone el desarrollo de formas de investigación participativa, en las que los
docentes, investigadores y estudiantes de diversas disciplinas se transformen en agentes del
cambio, y estudios con corte transdisciplinario que apunten no sólo al desarrollo teórico sino
que se concreten en la elaboración de productos y procesos multimedia. Así la propuesta es
la creación de espacios de encuentro convergentes, en formatos digitales y analógicos, que
permita una investigación transversal, con el uso de las herramientas mediáticas en procesos
de transferencia.
Lo anterior permite imaginar una metodología incluyente, que considere el diseño de
formas colaborativas, cuyo uso satisfaga necesidades de construcción de conocimiento
convergente, aunque no necesariamente en común,6 entre los diferentes sujetos
involucrados.
En este camino, al diseñar instrumentos y procesos de creación compartidos, se
establecerían prácticas vinculatorias entre la sociedad y la universidad, a través de proyectos
de los cuales todos obtendrían beneficios específicos valorados de forma equivalente.
De esta manera se activan procesos de creación y construcción de saber, donde los
alumnos se transforman en promotores de comunicación y en el camino se construye en un
espacio de colectividad y de visiones diferenciadas con recursos culturales variados y con
herramientas que permitan dimensionar la capacidad expresiva a la que hoy estamos sujetos
y que se reconoce como parte de una nueva forma de ver y construir.7
5
Entre otras podemos ejemplificar con las manifestaciones políticas virtuales que han organizado grupos como el Electronic
Disturbance Theatre, las prácticas mediáticas para gestar espacios de convivencia social como las famosas redes sociales
virtuales tipo myspace o facebook y la generación de redes autónomas en base a comunicación con celulares.
6
Al ofrecer con estas herramientas a los sujetos posibilidades de indagar se generan indicios y marcas que pueden dar
pauta al investigador sobre el desarrollo de lo social y en ese proceso se desarrollen acciones que permitan el retorno
automático de los resultados de investigación a los sujetos participantes.
7
Se trata de una propuesta cercana a la investigación acción, que propone la intervención en procesos sociales como forma
de allegarse información pertinente y asume que el mismo proceso de indagación modifica las condiciones de la práctica
9
Referencias prácticas y experiencias
A lo largo de los años, el desarrollo de diversas iniciativas y experiencias tanto en el interior
de la UAM como en otras instituciones, ha puesto en práctica, a veces de manera intuitiva, a
veces acorde con la lógica del trabajo de creación y reflexión particular, formas de trabajo
que impulsan un acercamiento transdisciplinario a procesos de construcción y difusión del
conocimiento en el campo de la cultura, la investigación sobre comunicación y la docencia,
que sirven como referentes a la propuesta que aquí se esboza
Es el ámbito cultural el espacio idóneo para que estos procesos se manifiesten en su
mejor forma, pues es un crisol donde se comparten experiencias, se juegan posiciones de
poder y se establecen lazos de comunicación para formar comunidad, con el uso de todas
las herramientas a su alcance.
En este sentido, podemos mencionar muy diversas experiencias de uso del internet
como plataforma de construcción e intercambio de saber y para la gestión de espacios con
ofertas culturales alternativas; de manera cercana, la revista o portal electrónico8 es un
formato que ha permitido la experimentación de los nuevos lenguajes de la comunicación y
su convivencia en diversos soportes electrónicos (DVD o CD-Rom, portales, weblogs,
podcasts, etcétera), para la difusión del arte y la cultura contemporánea.
Desde las etapas tempranas del internet esta clase de iniciativas se han configurado
en base a labores de investigación, creación y difusión de la cultura, al desarrollar
plataformas multimedia en las cuales convergen distintos saberes, habilidades y
conocimientos. Esta clase de espacios puede ser un eje de acción para promover iniciativas
transversales, donde la participación de estudiantes de distintas carreras en la última fase de
su formación, ya sea en la modalidad del servicio social, o como prácticas profesionales,
seria motor para el encuentro transdisciplinario y la investigación participativa.
social en que se realiza. Sin embargo, acá se enfatiza el uso de instrumentos multimedia como constitutivos del proceso
indagatorio.
8
Una de las experiencias mas desarrolladas en este rubro dentro de la UAM es el Cyberzine Clon, dirigido por el Maestro
Antonio del Rivero, que ha estado en funcionamiento durante mas de 10 años, a pesar de los vaivenes institucionales y del
constante cambio tecnologico del medio al que se ha ajustado con diferentes grados de eficacia.
10
Las experiencias anteriores pueden servir para la construcción de espacios de
enseñanza aprendizaje como maestrías o especializaciones profesionalizantes donde
convergen la investigación, la práctica y el desarrollo de productos multimedia.
Hay que considerar la capacidad que una plataforma multimedia tiene para desarrollar
un capital humano con cierta libertad, desde una condición de bajos recursos, pero de gran
potencialidad creativa, asi como de crear equipos de trabajo tipo modular con acciones
dirigidas a dominar un flujo permanente de producción, y de vehicular en distintos formatos y
soportes, contenidos absolutamente diversos.
Otras acciones desarrolladas hasta ahora demuestran que en nuestro contexto, la
aplicación de la tecnología ha sido un asunto a veces personal de docentes e investigadores
deseosos de experimentar primero con los medios audiovisuales y después con los medios
interactivos. Ha prevalecido el carácter espontáneo y un limitado apoyo institucional sin
importar que se trate de la creación de material didáctico audiovisual o de la utilización de
plataformas educativas.
Es el Área de concentración de la Carrera de Comunicación Social de la UAM-X,
durante el último año de la licenciatura, donde estas acciones y metodologías se han podido
consolidar y se ha dado muestra de un desarrollo transdisciplinario y una convergencia, sin
que por ello se reserve su implementación sólo a ese período.
Para lo anterior, como se ha llevado a cabo en proyectos de Área de concentración
recientes9, es necesario hacer uso de infraestructura existente como: el aula multimedia, la
plataforma de educación Envía y todos los recursos de los Talleres de Comunicación Social
así como aquellos que se ofrecen en otras instancias fuera de la carrera misma y se pueden
usar al estar dentro de un espacio institucional. Esto abre la posibilidad de establecer
relaciones multidisciplinarias con otras carreras, con grupos de investigadores al interior de
9
Como ejemplo podemos mencionar la titulada Cine arte y realidad, en 2007 / 08 diseñada por la Maestra Laura Rosseti
Ricapito
11
nuestra casa de estudios u otras universidades, con áreas específicas de profesionalización
y de capitalizar los recursos que nos ofrece la red para la difusión .10
El aula multimedia es un espacio idóneo para investigar en la Red sobre diferentes
temáticas. La plataforma educativa Envia permite difundir el material de apoyo para la
metodología de investigación y mantener una relación personalizada con los alumnos y, en
su caso, con otros actores involucrados en los propyectos. Lo que incrementa la interrelación
entre los involucrados que encontrarán en este espacio, un lugar para coordinarse y planear
actividades.
En los Talleres de comunicación se pueden aprovechar espacios e infraestructura
técnica para llevar a cabo producciones útiles a la investigación como entrevistas que
posteriormente pueden adquirir un carácter autónomo al subirse a la red y permitir su
consulta pública.
En la exploración de procesos de producción alternativos se encuentran, también
maneras de construir discursos autónomos con significaciones particulares para diferentes
sujetos sociales11.
Por ejemplo, experiencias de descentramiento como la producción cinematográfica
artesanal, a partir de la arqueología mediática del súper 8 y el revelado a mano, permite
comprender como el cine, y luego el video y los medios electrónicos nos han dado nuevos
ojos y oídos como extensiones sensoriales. Así con la producción entendida a manera de
laboratorio de investigación, se pueden producir obras que incorporen prácticas alternas a los
lenguajes establecidos y procesos de difusión no tradicionales, que apunten a una
distribución del material mas puntual considerando recursos como Internet, comunicación
móvil, distribución libre y copyleft, activismo virtual, redes socioculturales entre otros.
Así mismo el espacio de producción electrónica como la construcción de boletines,
páginas web, e-books, revistas, bases de datos y los productos multimedia son vinculatorios
10
Este podría ser el caso del área de producción editorial o de espacios multimediales para la educación en asociación con
proyectos de la Iniciativa privada
11
Así ocurrió con el área de concentración Discursos audiovisuales alternos en la configuración de la cultura visual
contemporánea en México, (2007 / 08) diseñada por el Maestro Elías Levin Rojo
12
de todos los conocimientos que actualmente se dan en los módulos de la Carrera de
Comunicación (y su posible relación con otras carreras: diseño, computación) que van desde
el diseño, la fotografía, el periodismo, hasta el radio, la televisión y el cine. Las áreas de
concentración, como su nombre lo indica, son un espacio de consolidación de proyectos de
investigación para la producción cuyo producto no es una demostración de habilidades
técnicas, sino un resultado de los procesos de integración de pensamiento y de acción
concreta, expresada con los recursos tecnológicos.
Es necesario ligar las experiencias académicas a procesos sociales, de forma tal que
los investigadores y estudiantes apliquen lo aprendido con miras a una producción, para
establecer nexos de comunicación con diferentes realidades y grupos sociales: En este caso
la experiencia misma será fuente de conocimiento del objeto de estudio.
Conclusiones
En el contexto mediático y de la cultura contemporánea, así como en la práctica académica tanto docente como de investigación-, prevalece una carencia: la de proyectos estratégicos
de comunicación que promuevan la convivencia trans-cultural y al mismo tiempo rescaten la
perspectiva de las formas emergentes de creación artística e intelectual en un contexto
global. Hay pocos puentes, que fomenten y difundan el desarrollo y conocimiento de la
cultura contemporánea. Uno de los problemas principales es la mitificación de las formas de
expresión artísticas y culturales como formas superiores, con lo cual se ha propiciado una
idea de que están dirigidas sólo a un grupo “selecto” y, por lo tanto, no se consideran una
prioridad en el desarrollo de la sociedad.
Mientras de un lado, los medios electrónicos de comunicación relegan la producción
emergente, del otro, la mayor parte de las instituciones educativas carecen de contacto con
las comunidades; e incluso al interior de estas existe una marcada falta de comunicación.
Eso limita el alcance social de la obra y la perspectiva de los artistas, los creadores o
desarrollador y los promotores culturales
13
Sin embargo, se pueden construir estos puentes desde la institución universitaria,
siempre que desde su concepción los proyectos consideren un trabajo en convergencia
acorde a la naturaleza expandida12 de los medios que nos rodean.
A través de la convergencia mediática se busca promover formas transdisciplinarias
del saber, esto implica la puesta en marcha de formas de negociación activa que se
traducen en discursos, prácticas y normas enfrentadas en un campo de lucha entre
personas y grupos.
Como lo atestiguan experiencias recientes, la investigación participativa y para la
producción, contribuyen a la generación de efervescencias que reacomodan los procesos
sociales. Por ello se reconoce que la gestión de formas de convergencia tiene matices
políticos.
Articular los diferentes tipos y niveles de comunicación con instrumentos en
convergencia implica investigar y comprender los nexos que se dan entre formas subjetivas
de uso de TIC y sus implicaciones en la constitución de instituciones sociales. Crear obra
para indagar, producir para conocer, es retar las maneras cotidianas en que estas
tecnologías son usadas, especialmente en el campo de la comunicación masiva y así se
contribuye rearticular la estructura social cultural. Al integrar en el proceso de conocimiento
elementos diferenciados y antes aislados, se puede documentar la dimensión múltiple de la
realidad.
Esta realidad ha generado un conjunto de instrumentos que dan cuenta de su
estructura, por lo tanto resulta importante hacer uso de ellos para explicarla. No se trata de
negar la pertinencia de otras formas de investigación sino de validar la capacidad que los
sistemas multimedia tienen para generar modelos de conocimiento acordes con su propio
entorno.
12
Como señala Arlindo Machado, (2006) en Expanded Cinema, Gene Youngblod, subraya que, a partir del cine
experimental norteamericano y del surgimiento de la televisión, del video y las computadoras, el concepto tradicional de cine
estalla, extendiéndose hacia el concepto original de imágenes en movimiento que denomina lo cinematográfico y las incluye
a todas. En este sentido expandido de artes del movimiento, televisión y video también son cine, así como multimedia, lo
mismo ocurre con lo digital: una expansión que obliga a la convergencia.
14
Para concluir un párrafo de un texto sobre educación y comunicación de Miquel de
Morrás Spá Director del Instituto de la Comunicación de la Universidad Autónoma de
Barcelona:
La experiencia de muchos años de formación en la carrera de comunicación ha
puesto en evidencia que los mejores profesionales de la comunicación no
acostumbran ser aquellos o aquellas que se han destacado haciendo practicas
sino aquellos que supieron aprovechar su paso por la Universidad para
adquirir una formación humanista y social que terminaría dándoles la
capacidad da aprender a saber, aprender a interpretar y aprender a
comunicar. Éste debería ser el objetivo prioritario de la formación universitaria
en comunicación. Hoy más que nunca, cuando algunas técnicas y formatos y
géneros de la comunicación cambian más rápidamente que la propia duración
de los estudios universitarios.
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16