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Transcript
ESTADISTICA ORDINARIA AGRICOLA.-ESTADISTiCA
CONTABLE. - ENCUESTAS
.
ESTADfST1CA ORDIIARIA
Recogida de datos, su elaboración
estadística y su coordinación
Recogida de datos.-La investigación basada en la estadística ordinaria presenta tres aspectos sucesivos. La recogida de
datos, su elaboración estadística, su agrupación y coordinación
al objeto de obtener una perspectiva económica.
La recogida de datos presenta ya pocas dificultades metodológicas. El servi^io de corresponsales en los lugares donde nace
el dato estadístico (explotaciónes, mercados, etc. ) se admite, con
bastante generalidad, como el medio más adecuado (*).
La recogida de los datos de producción agrícola puede realizarse anualménte o eonaistir en una determinación periódica fundamental más espaciada (descripción de los aprovechamientos
agrícolas, superficie^ y producciones) que se complementa con
la observación anual de las modificaciones de aquélla.
La determinación periódica es un verdadero inventario-relación descriptiva, valorada y circunstanciada - de la riqueza
(* ) El servicio de corresponsalee agrícolae, se establecía modeetamente en el
presupuesto del Ministerio de Agricultura, Industria y Comercio, correapondiente
al eño 1933. Por diversas circunatancias, a más de no implantarse de un modo
efectivo, en los suceaivoa presupuestos de Agricultura la cantidad consignada a tal
fut se he ido reduciendo de menera que ya resultaría irrisorio su empleo.
En realidad, siendo esta cuestión dc importancia transcendente para el conocimiento de la economía agrícola, resulta indispensable de modo absoluto, que el
Gobierno ae preocupe •en grado máximo de esta cueatión, creanda el servicio y
dotándole de una sola vez de cuanroe medios y elementoa requiere para poder dea•
arrollar con toda eficiencia sus finatidades -es decir, alcanzar la debida garantía
en el dato de origen-, sin cuyo conocimiento es inútii pretender la ejecución de
ninguna clase de eetudios del género propueato.
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agrícola nacional realizado con participación más directa de
la Administración. La observación anual, al reducirse a regístrar las variaciones, asegura una aproximación mucho más
grande. El mayor obstáculo que presenta este sistema consiste
en la magnitud de los recursos econcímicos necesarios para su
realización ( * ) .
Elaboración estadística. - Una de las formas más comunes
de preparación de los datos estadísticos, y sin embargo no exenta
de dificultades y peligros, es la elaboración de números-índices.
Y esta tarea, al menos en la orientación y crítica de métodos, es
de las que requieren la especialización a que antes aludíamos. Los
números-índices-expresión de las variaciones en una serie estadística-que interesan a la agricultura, son los de cantidades
y precios de productos agrícolas y, con análoga importancia, de
los productos que intervienen en la producción agricola e interesan también en alguna forina al agricultor.
La preparación de números-índices de precios de los productos agrícolas al ser vendidos por los agricultores y de precios de
los artículos que el agricultor ha de comprar, tanto para la producción agrícola como para su consumo privado, es muy corriente. El Instituto Internacional de Agricultura de Roma se
cuida ya de recogerlos periódicamente al mismo tiempo que recomienda la formación de estos índices en los países que, como España, aun no disponen ^de ellos y trata de establecer unas bases
para dar uniformidad a la investigación y hacer comparables sus
resultados (2). "La determinación de los números•índices -de-
(* ) Italia ha concluído recientemente eata determinación estadística, base de
le observación anual, con su "Nuovo Catasto agrario"-ein ninguna relación con el
catastro fiacaI de rústica-, según la idca que Valenti quiso hacer realidad a principios de siglo. EI trabajo ofrece la representación precisa del estado culturul del
euelo italiano en 1929, determinado por términoa municipales, y comprende la utilización del auelo por lea diferentes eapecios vogetales, la auperficie que ocupan y
la producción principal y secundaria obtenida en 1929, indicando además la producción normal y la media del aexeuio 19'13-28.
Reeientemente ae ha aaignado al Instituto Central de Estadíatica del Reino un
capital de diez millones de liras, para atender con su renta, exclusivamente, a la
conservación de la labor realizada.
Un buen reaumen de este trabajo lo contiene el artículo de P. Albertario, "Ii nuovo
catasto agrario", publicado en el Giornale rlegli economisti, mayo 1933.
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cía- relativos a los resultados de los estudios estadísticos, constituye un medio auxiliar muy útil para que éstos sirvan a las
necesidades del estudio de la coyuntura" (^). El establecimiento
de los números-índices pcrmite obtener una imagen sintética de
las variaciones de 1os precios y de la situación general de los mer•
cados. Señalan la posición del agricultor frente a los restantes
productores, pues permiten aprecíar las variaciones de la relación
entre los precios obtenidos por los productos agrícolas y los artículos que ha de adquírir el agricultor para la producción y para
su consumo. Sin embargo, estos números-índices de precios no
bastan para caracterizar la situación económica de los agricultores, pues ésta, en su totalidad, depende de la relación entre las
cantidades de dinero percibidas y gastadas, para lo cual hay que
contar, además del precio, con el factor cantidad de los productos.
La preparación de estos niímeros•índices exige sentar de antemano un criterio respecto a numerosas circunstancias. Forzosamente debemos limitarnos a la enunciación de las principales:
a), productos utilixados: su selección, agrupación para obtener
índices parciales, etc.; b), precios: su punto de origen (en la explotación, en el mercado, comercio al por mayor, etc.), utilización
de un preeio único para cada artículo o de varios según mercados,
calidades, etc.; c), año o período de base, es decir, período de
referencia; d), ponderación: o sea, la asignación de un "peso" a
cada producto según su importancia relativa, con el fin de que las
variaciones en artículos de muy distinta iinportancia no alteren
en la misma proporción el índice general (3) ; e), tipo de media
empleado para el cálculo de los índices (casi éxclusivamente se
utiliza la media aritmética o la geométrica).
En el régimen económico más o menos libre existente, corresponde a los precios la misión de regular la producción y el
consumo. Y es sabido que la importancia de los precios no estriba
tanto en el nivel como en sus variaciones. "Como se necesita cierto
tiempo entre el momento en que se realizan los gastos necesarios
(*^ INSTITUT 1NTERNATIONAL D'AGRICULTURE: NOmbreS-indiCó3 deS (lrix de3 j1T0duits agricoles et autres nomóres-indices des prix i^Itéressant l'agriculture, Roma, 1930.
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Precios de los productos vendidos por los agricultores.
___ ___ Precios al por menor de los orttculos adquiridos por los agricultores para lo producción y su consumo.
^ Relación entre los precios recibidos y los pagados.
^BASE:1910 - 1914 =1001
De la Revue Inlernalionale du Travoil, Ginebro, enero de 1934, segdn dotos de CROPS
AND MARKE7S.
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para el acto productivo y aquel en que se vende el producto, el
aumento de precios entre estoa dos momentos representa una
ganancia adicional, y la disminución, una reducción de la ganancia o una pérdida. Esto ae deja sentir particularmente en la agricultura por la ainplitud del período de producción" (*).
Coordinación de las estadísti.^;as elaboradas. - El material
preparado por la estadística puede disponerse de modo a la
consecución de otro fin más general, que ha ocupado aiempre
la atención de los hombrea: la previaión económica. La eatadística da a la previaión más amplia y firme base por la investigación científica de lae uniformidades que, al través del
tiempo, presentan los hechoe. La previaión puede concretarse
a un hecho económico aislado: el rendimiento de una coaecha, el
precio de venta de un producto, etc., o puede referirae al complejo
de una economía. Es la prognoais parcial y la general, según la
terminología de Wagemann. La prognoaia general se basa, como
es sabido, en que la variación de la coyuntura no aupone la variación aimultánea de todos sue componentea, de tal manera que la
forma del movimiento de algunos hechos económicos puede servir como anuncio de la marcha general de la economía. La técnica de esta previaión consiste en la deaeomposición del complejo
movimiento económico de manera a reducirle al movimiento de
coyuntura (4). Los últimos añoa han aido francamente adveraos
a laa predicciones realizadas. No podemos entrar en el análiais
de las cauaas. Pero hay que aeñalar la circunatancia del eacaso
conocimiento respecto al factor económico-agrícola. El Comité
del London and Cambridge Economic Service (**), al excluir los
precios de los productos alimenticios en la compoeieión de los
barómetros económicoa, ha dicho: "el efecto de los reaultadoa
de laa cosechas sobre los precios de las mercancíae es incierto:
precisamente es éate uno de loa puntoa que merece actualmente el
examen máa detenido mediante loa métodos eatadísticos". Aaimismo, Wagemann -el director del Instituto de Inveatigación
(*) C. DRACONI: Economia agraria, Milano, 1932. Sobrc loe problemas de loe
precios en relación con la agricultura, son de aconsejar los capítuloe que la obra de
Dragoni dedica a elloe.
(**) Revisw oJ Economic Statistics.
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de la Coyuntura, de Berlín- impugna las previsiones del Cotitité de Harvard, por considerar que no representan la coyuntura integral de la economía de un pueblo y estima necesario
aclarar las dependencias entre la coyuntura agrícola y la industrial. En este mismo sentido son muy interesantes -sobre
todo como prueba del interés y el desarrollo que la investigación
económico-agraria va tomando en este sentido- los trabajos
de Warren y Pearson en Norteamérica y Pietra en Italia. Los
economistas americanos (*) han estudiado la repercursión
de las condiciones industriales en la demanda de productos agrícolas, analizando el diver ^o comportamiento de los productos de
composición nitrogenada y los de naturaleza hidrocarbonada, de
los destinados al consumo humano y a la alimentación animal,
las clases selectas y las corrientes, etc., etc. Concluyen que, utilizando el método matemático de la correlación, es posible llegar
a resultados útiles en la previsión de los precios agrícolas, combinando el ciclo econcímico con los ciclos de sobreproduc ^ión y
subproducción y la influencia meteorológi ^a.
El profesor Pietra (*^) advierte que hasta ahora sólo se con-
sideran, de la producción agrícola, las cosechas anuales o la producción bruta anual, con lo cual casi nunca entran los índices de
la producción agraria en el estudio de la coyuntura, ya que an
ella se tienen en cuenta índices mensuales o, a lo más, trimestrales. Eato constituye un grave defecto de visión, "ya que en los
países predominantemente agrícolas, la marcha de los negocios
puede identificarse, al menos en parte, con la marcha de las cosechas". El prof.esor Pietra distribuye, a través del año entero, las
producciones agrícolas según el mes en que aparecen en el mercado. Construye así el gráfico de las aportaciones mensuales de la
producción agraria a medida que están en condiciones para el
consumo. "De manera completamente análoga -advierte justamente- se construyen las curvas mensuales o trimestrales del
valor de los productos importados o exportados, cuyo desenvol(*)
PER90NS, FOSTER en(1 HETTINGER:
Tlte problem of business Jorecasting,
Maasachusetts, 1925.
(**) G. PIF.TRA: "La componente agricola della congiuntura economicá", Barometro econamico, 1931, 1 y 2, Roma.
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Según G. PIETRA, La componente ogricola
della congiunfura economica, en BAROMETRO
ECONOMICO, 1931.
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vimientu se sigue siempré atentamente entre los índices del movirniento económico de un país."
Otro esfuerzo -quizá el rnás importante- realizado para
incorpurar la industria agrícola a la investigación conjuntural,
se debe al Instituto de la Coyuntura de Moscú, dirigido por el
profesur Kondratief. Desde hace bastantes años elabora los que
llama "índices carnpesinos" (*), expresión de los precios a que
compran y venden realmente los campesinos. Se comienza por
calcular los índices de los diferentes productos y después se les
agrupa así: 1.°, índice de todus los productos agr.ícolas de cada
región; 2.°, índicc de todos los productos vendidos; 3.°, índice de
los productos compradas; 4.°, índice de los productos industri^rles comprados; S.", índice de los útilea y medios de produccicín
comprados; 6.°, índice de las mercancías de uso corriente; etcétera. En total, el lnstitrito eatablece para cada región 21 grupos
y además un índice general y utros siete que son relación entre
los diferentes índices de grupo; por ejemplo: entre el índice de
productos agrícolas vendidos y el de todos los pruductos agrícolas; entre el índice de productos agrícolas vendidoa y el de precios de compra de los medios de producción; etc. "Estos índicea
-dice Kondratief- permiten determinar en cualquier momento,
muy exactamente, cómo se modifican en cada región las condieiones de producción de tal o cual producto agrícola destinado
al mercado; si las condiciones son favorables para la adquisición de productus industriales, para la de medios de producción;
en fin, cuáles son las previsiones para la intensificación de la agricultura, para la transformación de productos agrícolas, etc. Es
decir, los "índices campesinos" permiten analizar la situación
del mercado agrícola en las regiones más importantes y bajo los
aspectos más diversos. Ofrecen, la experiencia lo atestigua, una
base bastante sólida para la previsión de las tendencias fundamentales de las fluctuaciones en la agricultura en la medida en
que estas fluctuaciones están determinadas por las condiciones
del mercado."
(") KONDHATIEF: µDie sog. Bauern Spezialindizee der U. R. S. S. als Anzeiger
der landwirtschaftlichen Konjunktur„, Annalen der Uetriebswirtschajy 3, 1927.
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Algunos resultados notables obtenidos en la previsión utilizando las estadísticas elaboradas
Otro aspecto más restringido, la prognoais parcial, cuyos resultados más notables se han dado en el campo agrícola, merece
apuntarae.
Trátase de prever la magnitud de un hecho económico, el
precio del algodón, por ejemplo, según la magnitud de otro u
otroa conocidoa. Ello exige, sobre todo, en el orden técnico un
dominio nada común de la metodologia estadística. Entre los
ejemplos cláaicos elegimos algunos para ilustrar este tipo de investigación.
Hace algunos años, H. L. Moore (*), en Norteamérica, consiguió previaionea para el rendimiento de la cosecha y el precio
del algodón -utilizando como variablea independientea la temperatura y la lluvia en períodoa críticoa y la producción y
precio anteriorea-más aproximada que las prediccionea realizadas dos mesea deapuéa por el "Department" de Agricultura americano aegún el eatado de la planta y a costa de grandea
gaatos.
B. B. 5mith (**), baeándoae en las deaviacionea entre el pre•
cio del algodón y el de los demás productos agrícolaa, durante
ciertos mesea del año, y en laa variacionea de la cosecha, ha conseguido predecir la auperficie sembrada de algodón en la campaña aiguíente con tal aproximación que el coeficiente de correlación entre las cifras calculadas y las reales ae ha elevado a
0,9885 para los años 1913 a 1923.
H. A. ^Vallace (*** ), con verdadera habilidad, útilizando
como variables independientea el precio del cerdo en el verano
anterior, la relación entre el precio del maíz y el del cerdo
doa añoa antea y un índice de la demanda de productos de
consumo, llega a la previaión del precio de la carne del cerdo
(*) H. L. MoonE: F'orecasting the Yield and the Price of Cotton, New•I'ork, 1917.
(**) B. B. SM[TH, en Journal of the American Statistical Association, 1925 y 192i.
(***) H. A. WALLACE: i1Forecasting Gorn and Hog Prices", an The problem of
business Jorecasting, op. cit.
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en una faja de Estados norteamericanos, con notable aproximación.
Esta misma previsión del precio del cerdo se ha llevado a
cabo en Alemania (* ) con la diferencia de utilizar, como variables independientes, la relación entre el precio del cerdo y el de
la avena, maáz y patatas diez y ocho meses antes, el precio del
cebo once meses atrás, y los efectivos destinados a la reproducción
en porcentaje de los efectivos del año anterior.
También en el campo del crédito rural se estudia ya el modo
de conocer anticipadamente si en una época determinada la aglomeración de los vencimientos de los diveraos tipos de créditos
concedidos a los agricultores puede ser de tal cuantía que convenga adoptar medidas de antemano en evitación de los daños
que pueden originarse si se deja que llegue el momento del conflicto.
Este último ejemplo se refiere a otro tipo de previsión menos
complejo, baeado en la información.
En este sentido son de mencionar los enaayos realizados por
el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (**). Trátase de informar a los agricultores sobre los propósitos de sus
compañeros. Pues "cualquiera que sea la ventaja que pueda reportar al agricultor para la venta de su producto, conocer la cantidad producida, no es de gran utilidad para él, de no conocerse
en el momento de la siembra, para determinar qué cambio debe
hacer en su producción a fin de conseguir la mayor recompensa
a sus esfuerzos". He aquf uno de los primeros resultados. En abril
de 1923 se publicaron los informes relativos a las siembras de
primavera. Abarcaban las intenciones o propósitos de los agricultores respecto a las siembras de algodón, mafz, trigo, avena,
tabaco, ete. La Junta de Prospección Agrícola (Committee on
Agricultural Outlook) estudió las cifras de aquellos informes e
(*) H,^N^u: "Die Prognobe der Schweinepreise", en el Yierteljahrshe/te zur Konjunktur/orschung, Sonderhefte 2 u. 7.
( **) HENRY C. TAYLOfi: "Forecasting Agricultural Conditione„, en The proó. oj
bus. forecasting, op. cit.
United Statea Department of Agriculture: The Crop and Livestock Reporting
Service of the United Statee, Washington, 1933.
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hizo pública esta terminante advertencia a los productores de
tabaco: "No existe nada en la demanda probable que sirva de
contrapeso al aumento previsto de 10 por 100 en el terreno cultivado, sobre todo cuando vemos que la extensión dedicada en
1922 fué superior a la normal y que la tendencia de los precios
desde I920 ha sido, en general, a la baja". Si estas advertencias
tuvieron o no influencia, es lo cierto que las estadísticaa del mes
de julio mostraron un aumento de sólo el 2,1 por 100 en el terreno dedicado al cultivo del tabaco, en lugar del 10 por 100 que
se preveía según los informes.
Perspectivas posibles, para España,
de este tipo de investigaciones
El escaso interés concedido en nuestro país a este tipo de investigación, de larga aplicación, como hemos visto, al campo
económico•agrario, nos ha movido a extendernos con exceso en
ejemplos de la labor que hoy se realiza, con ánimo de sujetar la
curiosidad hacia ellos. Es propicio el momento, pues en el campo
económico general se inician en España estudios de investigación
de la coyuntura muy estirnables (5). A su eficacia podría contribuir sobremanera el estudio de la coyuntura agrícola realizado
con la preparación especial que es indispensable.
Y nos importa mucho advertir que no ae agota con la previsión matemática la utilidad del estudio de la coyuntura. Con miras a la predicción se han logrado métodos utilísimos para el
análisis de la estructura económica; es decir, para el conocimiento del presente de una economía. Este es, a nuestro juicio,
el gran valor de la investigación conjuntural.
Las diversas formas de intervención en la economía son, sin
duda, el principal obstáculo a]a previsión. Mas, precisamente,
"la creciente intervención en la economía prepara a la investigación conjuntural nuevas tareas. Y si algún día se llegara a eliminar la influencia de la coyuntura, sucederá ello con el auxilio
de la propia investigación conjuntural, porque una organización
económica que se hubiere fijado este fin, tendría necesidad como
- 17 -
fundainento de su política, precisamente de la ciencia que estudia
la trama de los movimientos económicos". (* )
Dificultad mayor se ha de encontrar en las condiciones de
nuestra economía agraria. En primer lugar la escasa elasticidad
de nuestra agricultura. Con la previsión se busca -ya lo liemos
visto- orientar hacia el cambio de cultivos y especies de cría
conforme a las perspectivaa del mercado. Esto requiere condiciones de medio y costumbres ajenae a nosotros en muchos casos.
Precísase además una producción orientada decididamente al
mercado y hasta de típo, en cierto modo, especulativo, alejada
en todos los aspectos de la economía de régimen familiar. No obstante, hay en la agricultura española producciones que encontra•
rían utilidad práctica en este tipo de investigación. Y el estudio
metódico de la coyuntura económica es más que posible, indispensable.
Recordemos, en fin, el cuidado que exige la investigación estadística, los peligros a que está expuesta. "Frente a quienes consideran la estadística como un lujo inútil y hasta dañino, está el
grupo más peligroso de quienee, apenas comprobada una conexión cualquiera entre dos series de cifras, se precipitan a descubrir relacionea de causa y efecto. El manejo de las estadísticas es
difícil y debe hacerse con gran cautela, experiencia, conocin^ie^ttp .
perfecto del modo como se han redactado y de lo c^t.íe^púeden `
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ESTADÍSTiCA G011'ABLP;
Utilidad de ta estadística contable
Entramos ahora en el tema de la contabilidad agrícola y la
estadística contable que en ella se basa.
Si las investigaciones sobre previsión, sobre la coyuntura agrícola presentan tan sugestivas promesas, la contabilidad agrícola
ofrece ya métodos firmes, a pesar de las discusiones todavía agudas, y la estadística contable utilísimos resultados.
(*) E. WecF.^I,trtrr: Ein/iihrung in ^iie Konjunkturlehre, Leipzig, 1929.
(* *) C. DRAGONI : Economia agraria, op, cit.
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