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República Checa
1 . INTRODUCCIÓN
República Checa (nombre oficial, Česká Republika, República Checa), república de Europa
central, que limita con Polonia al noreste, con Eslovaquia al sureste, con Austria al sur y con
Alemania al suroeste, oeste y noroeste. El territorio checo de Bohemia y Moravia fue parte del
Imperio Austro-Húngaro hasta 1918. En este año, el territorio checo estaba unido con
Eslovaquia formando la República de Checoslovaquia. Desmembrada durante la II Guerra
Mundial, Checoslovaquia se reunificó en mayo de 1945. Desde 1948 hasta 1989 el país
estuvo dirigido por un gobierno comunista. En noviembre de 1989, el régimen fue derribado y
Checoslovaquia se convirtió de nuevo en un país democrático. En enero de 1993,
Checoslovaquia se desmembró en dos estados independientes: la República Checa y
Eslovaquia. La República Checa tiene una superficie de 78.864 km². Praga (en checo, Praha)
es la capital y la ciudad más importante.
2. TERRITORIO Y RECURSOS
La República Checa limita al norte y al oeste con las montañas de Bohemia —integradas por
los montes Metálicos al norte y por la selva de Bohemia (o montes Sumava en checo) al
oeste—, y por los Sudetes al noreste. La cuenca de Bohemia y las tierras altas de Bohemia y
Moravia comprenden la parte central del país. Las tierras bajas moravas se extienden en la
parte este. Los ríos Moldava (Vltava), Ohře, Elba (en checo Labe), Orava, Lužnice, Jihlava,
Sázava, Svratka, Beca, Odra (en alemán Oder), Opava y Morava están entre los principales
del país.
2.1. CLIMA
El clima en la República Checa es templado continental. El promedio de las temperaturas,
que varían en función de la altitud, oscila desde -2 °C en enero hasta 27 °C en julio. Las
precipitaciones normalmente varían entre los 400 y los 1.000 mm anuales. En Praga la
temperatura varía entre los -5 °C en enero y los 23 °C en julio.
2.2. RECURSOS NATURALES
La República Checa tiene relativamente pocos recursos naturales. Es muy dependiente de los
recursos energéticos y de las materias primas externas. Posee grandes depósitos de lignito,
principal fuente energética interior, que se encuentran cerca de Chomutov, Most, Karlovy
Vary (en alemán Karlsbad), Teplice y České Budĕjovice (en alemán Budweis). La antracita se
localiza cerca de Ostrava, Plzeň (también conocida por Pilsen) y Kladno. Bajo el régimen
comunista, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) suministró la mayor parte
del gas y petróleo a Checoslovaquia. Aproximadamente una tercera parte de la electricidad
del país se producía por reactores nucleares a comienzos de la década de los noventa.
2.3. FLORA Y FAUNA
La mayor parte de los bosques del país son de hoja perenne, aunque también se desarrollan
algunas especies de hoja caduca, como robles, hayas, abedules, chopos y sauces. Entre la
escasa fauna se encuentran conejos, faisanes, ciervos y jabalíes. La contaminación
medioambiental ha afectado negativamente a su fauna y bosques.
2.4. SUELOS
Los suelos de la República Checa varían con la topografía. Hay 3.229.000 ha de terreno
disponible, aunque aproximadamente el 17% de éstos están ocupados por suelos no aptos para
la agricultura. Una parte relativamente pequeña de los suelos del país (el 8%) son de alta
calidad. El 42,8% del territorio checo está cultivado. Los cultivos principales son los de trigo,
cebada, centeno (entre otros cereales), lino, lúpulo, frutas, patatas (papas) y maíz.
2.5. TEMAS MEDIOAMBIENTALES
La República Checa depende en gran medida del carbón para la obtención de la energía
eléctrica, la mayor parte del cual es de baja calidad y tiene un alto contenido de ceniza y
azufre, por lo que la contaminación atmosférica alcanza niveles muy elevados. Entre 1975 y
1990, la tasa de enfermedades, derivadas en parte de esta situación, se duplicó en Praga. Los
bosques de la República Checa se encuentran entre los más dañados de Europa por la lluvia
ácida; a mediados de la década de los 80, aproximadamente el 57% estaba afectado por la
contaminación atmosférica. Los fertilizantes se emplean sin control hasta el punto de que, en
algunas partes del país, la concentración de nitrato es tan alta que el agua no es apta para el
consumo humano.
En la República Checa existen cerca de 3.500 especies vegetales y 60.000 especies animales
conocidas, incluidos los invertebrados. Existen tres parques nacionales y cerca de 190
reservas y lugares protegidos de diferentes tipos. Además, el gobierno tiene ambiciosos planes
para ampliar el sistema de protección. El programa El Hombre y la Biosfera de la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)
ha designado cinco reservas de biosfera, y el Convenio de Ramsar sobre zonas húmedas
determinó seis lugares protegidos. En total, el 16% (2003) de la superficie del país está
protegida, pero existen una serie de amenazas para estos territorios, como la lluvia ácida, la
sobreexplotación agrícola y el turismo excesivo.
3. POBLACIÓN
Los checos son descendientes de los pueblos eslavos que aparecieron en Bohemia y Moravia
en el siglo V d.C. Expulsaron a los ávaros de la región en el siglo VII. Los checos son el
grupo dominante en el país y comprenden el 81% de la población. Los moravos suponen el
13,2%. Hay una importante población gitana (estimada en 350.000 habitantes). También hay
minorías de eslovacos, polacos y alemanes. En la actualidad hay entre 15.000 y 18.000 judíos
en el país.
3.1.
CARACTERÍSTICAS DE LA POBLACIÓN
La población de la República Checa (según estimaciones en 2005) era de 10.241.138
habitantes. Las tasas de crecimiento vegetativo han sido muy bajas desde el comienzo de la
década de 1980. En 2005 había 9,10 nacidos vivos por cada 1.000 habitantes. El país ha sido
una de las regiones más industrializadas de Europa desde la segunda mitad del siglo XIX.
Aproximadamente el 74% de la población vive en cinco áreas urbanas. La esperanza de vida
en 2005 era de 76 años.
3.2.
PROBLEMAS SOCIALES
Las relaciones entre checos y aquellos eslovacos que hoy viven en la República Checa son
bastante cordiales. Las severas disposiciones para conseguir los derechos de ciudadanía
hicieron que algunos de los rumanos residentes en el país durante generaciones no pudieran
conseguir ese derecho de ciudadanía o recibir permisos de trabajo.
La inmigración ilegal y los refugiados se han convertido en verdaderos problemas para el país
desde el desmembramiento de la Unión Soviética. Anualmente unos 250.000 refugiados de
los países de la Europa del Este y los Balcanes han pasado a la República Checa en los
últimos años. Hubo 31.976 intentos ilegales de cruzar la frontera checo-alemana en 1992, y
17.992 a comienzos de 1993. El número de refugiados de Europa del Este a mediados de 1993
oscilaba entre las 80.000 y las 120.000 personas. En 1992 se estimaban en 40.000 los
extranjeros naturales de la antigua Unión Soviética que estaban residiendo ilegalmente en la
República Checa.
3.3.
RELIGIÓN Y LENGUA
Aproximadamente el 39% de los ciudadanos son católicos. Los Hermanos Checos, la Iglesia
checoslovaca, la Iglesia ortodoxa y otras confesiones protestantes también están presentes,
además de los grupos cristianos evangélicos y otras religiones orientales. El pequeño grupo de
población judía se concentra en Praga.
La lengua principal es el checo. Los miembros de otros grupos étnicos hablan por lo general
el checo además de su propia lengua.
3.4.
DIVISIONES ADMINISTRATIVAS Y CIUDADES ATRACTIVAS
La República Checa se divide en ocho regiones administrativas: Bohemia Central (1.105.964
habitantes), Bohemia Meridional (700.773 habitantes), Bohemia Occidental (858.188
habitantes), Bohemia Septentrional (1.179.242 habitantes), Bohemia Oriental (1.233.858
habitantes), Moravia Meridional (2.052.832 habitantes) y Moravia Septentrional (1.967.813
habitantes) y Praga, que tiene una población de 1.169.106 habitantes (2003),y es la ciudad
más grande del país. La segunda ciudad más grande es Brno (en alemán Brünn), con una
población (2003) de 376.172 habitantes, una ciudad industrial en Moravia Meridional que
tiene una larga tradición como centro cultural. Los checos viven principalmente en áreas
urbanas. La densidad de población del país es de 130 hab/km².
3.5.
EDUCACIÓN
Casi la totalidad de adultos están alfabetizados. La educación es obligatoria entre los 6 y los
15 años. En 2000, 630.680 alumnos asistían a las escuelas primarias y 1.004.130 estaban
matriculados en secundaria. La mayor parte de los centros están controlados por el Estado,
pero hay un número creciente de escuelas primarias y secundarias privadas.
La Universidad de Carlos IV de Praga es la más importante del país. Fundada en 1348 por
Carlos IV, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, es una de las universidades más
antiguas de Europa y de las más destacadas en lengua alemana. Hay otras siete universidades
estatales, localizadas en Olomouc (en alemán Olmütz, fundada en 1573 y restaurada en 1946),
Brno (1919), Plzeň (1950), Opava (en alemán Troppau, 1990), Ostrava (1990), České
Budĕjovice (1991) y Ústi y Labem (1991). Desde comienzos de 1995 los estudiantes deben
pagar su instrucción. La Universidad Centroeuropea también tiene una sede en Praga. En el
año escolar 2001–2002 cursaban estudios superiores 284.485 alumnos.
3.6.
FORMA DE VIDA
El nivel de vida fue más alto en Checoslovaquia que en el resto de los antiguos países
comunistas. A comienzos de la década de 1990, la reintroducción en la economía de mercado
provocó su disminución. La economía ha empezado a recuperarse y la mayoría de la
población vive en condiciones más favorables. Muchas familias tienen segundas residencias.
La transición a la economía de mercado ha creado dificultades para ciertos grupos de
población, especialmente para madres solteras y ancianos, así como para población con bajo
nivel educativo y poco cualificada. Hay una grave escasez de viviendas, por lo que la mayor
parte de los habitantes urbanos viven en apartamentos masificados.
Los productos derivados del cerdo y las aves de corral son elementos básicos en la dieta
checa, la cual se parece a la alemana. La cerveza checa (tipo Plzeň; o Pilsen) es famosa en
todo el mundo; también son bastante conocidos los vinos moravos.
El fútbol y el esquí son los deportes más populares. Hay una larga tradición de interpretación
musical y es frecuente tocar música de cámara en el hogar. En áreas urbanas, los checos
asisten al ballet, la ópera, el teatro y los conciertos. La mayoría de las comunidades rurales
tienen bandas de música y sociedades corales.
Las artes populares engloban teatros de marionetas, bordados y la realización de tejidos de
algodón vidriado en azul y blanco conocido como modrotisk. Los huevos de Pascua pintados
a mano, las esculturas de madera y las cristalerías pintadas son otros ejemplos de artes
populares tradicionales.
4.
CULTURA
Los checos siempre han sido considerados parte de la cultura centroeuropea. Praga fue un
importante centro cultural en Europa antes de la época comunista, y numerosos escritores,
músicos y artistas checos han contribuido de modo significativo en las principales corrientes
culturales europeas. Compositores como Bedrich Smetana, Antonín Dvorák y Leoš Janáček
enriquecieron el repertorio musical mundial. Las obras de pintores como Alphonse Mucha y
Frank Kupka desempeñaron un papel influyente en el desarrollo del arte europeo. Numerosos
escritores entre los que destacan Franz Kafka, Jaroslav Hašek y Karel Čapek, y otras figuras
más actuales como el presidente Václav Havel y Milan Kundera, son famosos
internacionalmente; el poeta Jaroslav Seifert obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1984.
Entre las numerosas iglesias, puentes, plazas y palacios destacados en Praga están la
Biblioteca de la Universidad, que es la más grande del país, el Museo Nacional de Praga y el
Monasterio de Strahov que cuenta con una magnífica colección de archivos y tesoros.
También hay bibliotecas importantes y museos alojados en palacios y edificios civiles en
Brno y Olomouc. Los objetos asociados con la Reforma checa se pueden encontrar en Tábor,
en Bohemia Meridional.
El paisaje checo está salpicado por unos 2.500 castillos y palacios fortificados. Hay muchos
ejemplos destacados de arquitectura, arte y escultura en Praga y en otras ciudades, de estilos
románico, gótico, renacentista, barroco, modernista y de principios del siglo XX.
5.
ECONOMÍA
Chequia ha sido durante mucho tiempo una de las regiones más desarrolladas de Europa. El
nivel de vida durante el periodo comunista era uno de los más altos en el mundo comunista.
Sin embargo, la economía centralizada y las políticas económicas adoptadas por los dirigentes
comunistas llevaron al país al declive económico. Después de la caída del comunismo en
1989, los nuevos dirigentes del país tuvieron que resolver este problema. Prácticamente todos
los bienes económicos estaban en manos del Estado, y las decisiones económicas se tomaban
al margen de Occidente. Las relaciones comerciales se restringían casi exclusivamente a las
que se establecieron con los Estados miembros del Consejo de Ayuda Mutua Económica
(CAME). Al igual que otros antiguos países comunistas, su dependencia de suministros
energéticos condiciona su desarrollo económico.
El país se esforzó para reintroducir una economía de mercado; un plan de privatización, que
permitía a los ciudadanos comprar bonos o cupones a un bajo precio que más tarde podían ser
cambiados por participaciones en empresas estatales, tuvo éxito y favoreció la privatización
de grandes partes de la economía. En diciembre de 1994 más del 80% de las empresas habían
sido privatizadas, mientras que otras sin beneficios quebraron. Hoy, numerosas empresas
privadas en ciudades como Praga están en auge. Los nuevos dirigentes del país también
consiguieron reorientar su comercio hacia Occidente y obtener así sustanciales cantidades de
préstamos e inversiones del exterior.
La inflación es elevada (en el periodo 1990–2003 se situaba en un 9,80%). Las tasas de
desempleo han permanecido estabilizadas en torno al 7,3%. El nivel de vida de muchos
ciudadanos bajó a comienzos de la década de 1990, cuando se introdujeron las reformas de
mercado. La economía en la actualidad ha empezado a recuperarse: el producto interior bruto
(PIB) en 2003 fue de 89.715 millones de dólares, que eqivale a 8.790 dólares de renta per
cápita. La industria contribuye al PIB con un 39,4% y la agricultura con sólo un 3,5 por
ciento.
La mayor parte de la mano de obra de la República Checa se centra en el sector servicios
(55%) y en la industria (40%); el 5% de la población activa trabaja en la agricultura.
5.1.
AGRICULTURA
Hay 3 millones de ha de terreno cultivado. Los cultivos principales son: los cereales (8,33
millones de t), entre los que destacan la cebada (2 millones de t), el trigo (4,69 millones de t),
el maíz (538.174 t) y el centeno (277.575 t), y las patatas o papas (1.076.165 t); también son
importantes las cosechas de remolacha azucarera (3.367.380 t), lino y lúpulo. Los agricultores
checos crían un considerable número de aves de corral (17,7 millones), cerdos (3,31
millones), cabezas de ganado vacuno (1,43 millones) y ovino (115.852). Los ciudadanos
ahora pueden poseer sus propias explotaciones, pero la mayor parte del terreno sigue en
manos del Estado o de cooperativas.
5.2.
INDUSTRIA
Durante el periodo de entreguerras, la República de Checoslovaquia se conocía como un
productor de bienes de industria ligera, que englobaba tejidos, calzado, porcelana y cristalería.
Bajo el régimen comunista, esta orientación cambió completamente y la industria pesada,
como la metalurgia y la minería, se desarrolló enormemente; los principales productos
checoslovacos eran acero, maquinaria y armas. Desde 1989, muchas empresas y minas, hoy
no productivas, han sido cerradas. La industria pesada sigue siendo importante, pero las
industrias tradicionales, como las de calzado, vidrio y tejidos han recuperado su auge anterior.
La industria turística también se ha incrementado de forma destacada (5,08 millones de
visitantes en 2003 supusieron la entrada de 1.474 millones de dólares en el país); Praga se ha
convertido en el centro de servicios financieros y de negocios. La producción agrícola tiene
un papel poco destacado en las exportaciones del país. Sin embargo, productos como el queso
y la cerveza siguen siendo importantes en el comercio exterior del país.
5.3.
COMERCIO
Antes de 1989 casi todo el comercio de Checoslovaquia se establecía con la Unión Soviética
y otros estados socialistas. Hacia 1992, la mayor parte de su comercio había cambiado hacia
los países occidentales desarrollados. En 2003 las importaciones totalizaron 51.239 millones
de dólares y las exportaciones 48.720 millones de dólares. Alemania, Eslovaquia, Rusia,
Austria e Italia eran los principales abastecedores de la República Checa. Alemania,
Eslovaquia, Austria, Rusia e Italia eran los principales países destinatarios de las
exportaciones, entre las que destacan carbón, maquinaria, acero, automóviles, calzado,
material rodante y hierro. Las importaciones se centran en productos energéticos y materias
primas (especialmente petróleo y gas natural), maquinaria, automóviles, hierro y otros
minerales, así como equipos de telecomunicaciones y productos farmacéuticos.
5.4.
ENERGÍA
La mayor parte de la energía que consume el país proviene del exterior. En la época
comunista, la Unión Soviética suministraba la mayor parte de ella. La principal fuente de
energía que se obtiene en la República Checa procede del carbón de baja calidad. El 24,81%
de la electricidad del país se genera por reactores nucleares; la energía nuclear se considera la
fuente abastecedora en el futuro. Los oleoductos a través de Eslovaquia transportan la mayor
parte del gas y del petróleo importado. La minería supuso el 4,6% del producto interior bruto
en 1993. La importancia de la minería ha decrecido desde 1989, debido a que las estrictas
regulaciones medioambientales no favorecen el consumo de carbón con alto contenido en
azufre por la grave contaminación que esto provoca.
5.5.
MONEDA Y BANCA
La moneda es la corona checa (koruna); 28,21 coronas equivalían aproximadamente a 1 dólar
estadounidense en 2003. El gobierno anunció planes para la convertibilidad completa de la
corona en 1995. La moneda ha sido muy estable desde el final del régimen comunista. El
banco central se ubica en Praga. En enero de 1993 se inauguró la bolsa de valores.
5.6.
TRANSPORTE
La República Checa tiene un sistema de transporte bien desarrollado que la enlaza con sus
países vecinos. Hay 127.204 km de carreteras y 9.499 km de ferrocarril. Praga tiene un
aeropuerto internacional que ha sido modernizado desde 1989. La principal compañía aérea es
Czech Airlines.
La mayoría de las familias poseen automóvil. Hay 325 vehículos por cada mil habitantes.
Muchos ciudadanos usan transporte público (principalmente autobuses de largo recorrido) que
es barato y cómodo. En Praga hay una red de metropolitano y de tranvías.
5.7.
COMUNICACIONES
En la actualidad existen varias estaciones o emisoras de radio privadas, pero la televisión
continúa, en gran medida, en manos del Estado. La mayoría de los hogares tienen aparatos de
radio y televisión (8 millones y 5 millones respectivamente en 1997). Existen 103 diarios y
712 publicaciones periódicas, muchas de ellas editadas en Praga. Varios de los diarios son, al
menos en parte, propiedad de inversores extranjeros.
6.
GOBIERNO
En noviembre de 1989, a pesar de la voluntad de la Unión Soviética por intervenir,
manifestaciones de estudiantes, trabajadores y de la mayoría de la población, consiguieron
acabar con el dominio comunista en Checoslovaquia. Los nuevos dirigentes del país
establecieron nuevas instituciones políticas de carácter democrático y restablecieron las
libertades civiles del periodo de entreguerras. Las primeras elecciones libres se celebraron en
junio de 1990. El conflicto entre checos y eslovacos sobre las relaciones entre los gobiernos
federales y central provocó la elaboración de textos constitucionales e instituciones políticoadministrativas diferenciadas. En enero de 1993, la federación que formaba la República de
Checoslovaquia fue reemplazada por dos estados independientes, la República Checa y
Eslovaquia. La República Checa es una democracia parlamentaria, de acuerdo a la
Constitución promulgada el 16 de diciembre de 1992.
6.1.
PODER EJECUTIVO Y LEGISLATIVO
El jefe del Estado es el presidente de la República; elegido por el Parlamento para un periodo
de cincos años, nombra al primer ministro y a los miembros del gabinete. El actual jefe de
Estado, Václav Havel, fue presidente de Checoslovaquia entre diciembre de 1989 y julio de
1992 y de la República Checa a partir de febrero de 1993. El gobierno está encabezado por el
primer ministro y lo forman 17 miembros. El poder legislativo consta de dos cámaras, la
Cámara de Diputados (Poslanecká Snemovna) y el Senado (Senát). En la Cámara se eligen
200 miembros por sufragio universal para un periodo de cuatro años, mientras que los 81
senadores lo son durante seis años. Los ciudadanos mayores de 18 años tienen derecho al
voto.
6.2.
PODER JUDICIAL
El tribunal superior es el Tribunal Supremo. También hay un Tribunal Supremo
Administrativo y tribunales para asuntos de distrito, regionales y nacionales. El presidente
elige los 15 jueces del Tribunal Constitucional para un periodo de diez años. El Senado debe
dar su consentimiento a estos nombramientos.
6.3.
GOBIERNO LOCAL
La reforma administrativa abolió los gobiernos regionales en 1990. En la actualidad, el país
está dividido en 76 distritos (okresů). Todas las ciudades y localidades del país tienen
capacidad recaudatoria, esto es, administran sus propios presupuestos, si bien los gobiernos
locales siguen dependiendo de los fondos del gobierno central.
6.4.
PARTIDOS POLITICOS
Actualmente, los principales partidos con representación parlamentaria son el Partido Social
Demócrata Checo (CSSD), el Partido Demócrata Cívico (ODS, formado tras la desaparición
del Foro Cívico, que encabezó la protesta contra el régimen comunista), el Partido Comunista
de Bohemia y Moravia (KSCM), la Unión Cristiano Demócrata (KDU-CSL) y la Unión de la
Libertad (US).
6.5.
SALUD Y BIENESTAR SOCIAL
En la actualidad los ciudadanos con un alto poder adquisitivo pueden acceder a la medicina
privada; sin embargo, la mayoría depende de las clínicas estatales. Hay un médico por cada
333 habitantes. Algunos orfanatos infantiles públicos han sido cerrados debido a la escasez de
fondos.
6.6.
DEFENSA
Después de 1989, el Ejército checoslovaco se redujo considerablemente. Cuando la
Federación se separó, el ejército se dividió. Hay aproximadamente 45.000 soldados
profesionales y unos 39.000 civiles en las Fuerzas Armadas. Todos los varones de 18 años se
reclutan para prestar servicio entre 9 y 12 meses. Desde 1989, aquéllos que objetan del
servicio militar pueden realizar un servicio sustitutorio.
6.7.
ORGANISACIONES INTERNACIONALES
La República Checa es miembro de muchas organizaciones internacionales entre las que se
encuentran la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la UNESCO, el Consejo de
Europa y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA). Miembro de la Asociación por
la Paz desde el 10 de febrero de 1994, su ingreso en la Organización del Tratado del Atlántico
Norte se produjo en marzo de 1999. Asimismo, en abril de 2003 signó su adhesión a la Unión
Europea (UE), paso previo a su incorporación oficial, que se produjo el 1 de mayo de 2004.
La República Checa fue admitida como miembro del Fondo Monetario Internacional y del
Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, tras la separación de Eslovaquia.
7.
HISTORIA
Antes del nacimiento de Cristo, las tribus celtas y germánicas vivieron en la región que ocupa
la actual República Checa. Las tribus eslavas llegaron a la región en el siglo V d.C. y los
germanos fueron conquistados por los ávaros en el siglo VI. Los checos expulsaron a los
ávaros de la región en el siglo VII. En el siglo IX, varias tribus eslavas crearon un Estado que
fue un feudo de Carlomagno. Con Mojmír y Rotislav, este feudo se convirtió en reino
independiente, en lucha con francos y búlgaros, que constituyó la base del Imperio de la Gran
Moravia, el cual englobaba Bohemia, el sur de Polonia, Eslovaquia y el sector oeste de
Hungría. En el 907, los húngaros conquistaron el Imperio moravo. Eslovaquia fue entonces
gobernada por los húngaros, situación que se prolongaría durante más de 1.000 años.
7.1.
EL ASCENSO DE BOHEMIA
Durante el siglo X, la dinastía de los Premislidas presidió una época de expansión de
Bohemia, que finalmente cayó bajo la protección del Sacro Imperio Romano Germánico. El
emperador Federico II otorgó a Bohemia un privilegio imperial en 1212, y en 1335 incorporó
una gran parte de Silesia. En el siglo XIII, artesanos y comerciantes alemanes se instalaron en
Bohemia, tendencia que fue seguida en los siglos XV y XVI por arquitectos y urbanistas
italianos.
La influencia política y económica aumentó bajo la dinastía de Luxemburgo (que se asentó en
Bohemia en 1310). Carlos I, que se convirtió en el emperador Carlos IV en 1355, consiguió
hacer de Praga el principal centro de la cultura europea.
La quema en la hoguera de Jan Hus, el reformador religioso, en 1415, dio comienzo a un
extenso periodo de guerras religiosas que finalizaron en 1446. Jorge de Poděbrad fue elegido
primer rey protestante en Europa por los seguidores de Jan Hus. La mayor parte de los nobles
checos se convirtieron al protestantismo. En el siglo XV Bohemia estuvo gobernada por un
príncipe polaco, Vladislav II, que también fue rey de Hungría.
7.2.
EL GOBIERNO DE LOS HABSBURGO
En 1526, la muerte del heredero de Vladislav II dejó vacantes las coronas de Hungría y
Bohemia que fueron ocupadas por Fernando de Habsburgo, un católico. La mayor parte del
siglo XVII se caracterizó por el conflicto entre la nobleza protestante de Bohemia y la católica
Casa de Habsburgo. En 1618, la revuelta de los nobles de Bohemia originó la guerra de los
Treinta Años. En 1620, el ejército bohemio fue derrotado en la batalla de la Montaña Blanca.
Esta derrota supuso la unión definitiva de Bohemia al destino de la Casa de Habsburgo y su
Imperio.
Muchos intelectuales checos fueron conducidos al exilio y el resto obligado a convertirse al
catolicismo. Como resultado de esta derrota, Bohemia perdió su poder. Bajo el gobierno de
los Habsburgo se incrementó la influencia de la lengua, la educación, la administración y la
cultura alemana, situación que se prolongó durante más de un siglo.
Aunque las ciudades estaban pobladas principalmente por población alemana, muchos
campesinos checos emigraron a estos grandes centros por el desarrollo de la industria en
Bohemia y Moravia. Los escritores, periodistas e intelectuales intentaron crear una mayor
conciencia nacional entre los checos a mediados del siglo XVIII, pero fue en la segunda mitad
del siglo XIX cuando se desarrolló un auténtico movimiento popular nacionalista entre la
población y los dirigentes, para unir las nacionalidades checa y eslovaca, separadas desde el
siglo X. El más destacado de ellos fue Tomás Garrigue Masaryk, que se convirtió en el primer
presidente de la República de Checoslovaquia, así proclamada como estado soberano en 1918,
tras la desintegración del Imperio Austro-Húngaro.
7.3.
LA REPÚBLICA DE CHECOSLOVAQUIA
El nuevo Estado (que incluía el territorio de la Rutenia subcarpática) reunió a checos y
eslovacos en una unidad política común por primera vez en la historia moderna. El territorio
checo estaba más desarrollado económicamente y tenía una estructura social y educativa más
próxima a los países europeos desarrollados, mientras que Eslovaquia era principalmente
agrícola. Los checos también habían impulsado con mayor vigor el movimiento nacionalista y
tenían más experiencia en el autogobierno que los eslovacos. El gobierno de entreguerras
continuó siendo una democracia hasta que fuerzas exteriores variaron su régimen político.
Sin embargo, los dirigentes de Checoslovaquia tuvieron menos éxito en el tratamiento de las
cuestiones étnicas. Aunque se hicieron intentos para industrializar Eslovaquia, estos esfuerzos
no tuvieron éxito, en parte a causa del impacto de la gran depresión durante la década de
1930. La pobreza y el desempleo obligaron a emigrar a muchos eslovacos y el nacionalismo
autónomo eslovaco comenzó a surgir entonces. La minoría alemana de los Sudetes en el
territorio checo también estaba descontenta por la pérdida de su situación tras desaparecer el
Imperio Austro-Húngaro y por el impacto de nuevas leyes que afectaron a sus intereses
económicos y derechos territoriales; esto hizo que muchos pasaran a apoyar las políticas de la
Alemania nacionalsocialista y los partidos nacionalistas más extremistas.
7.4.
LA INVASIÓN NAZI
En 1938, Adolf Hitler utilizó las demandas de la población alemana para forzar a los
dirigentes de Checoslovaquia a entregar el territorio de los Sudetes a Alemania. Los dirigentes
de Checoslovaquia contaban con la alianza de Francia y Gran Bretaña para resistir a la presión
de Hitler. Sin embargo, franceses y británicos estaban poco dispuestos a iniciar una guerra por
esta cuestión y decidieron aceptar las pretensiones de Hitler en Munich, en septiembre de
1938. Abandonado diplomáticamente, el presidente Edvard Benes cedió a las demandas
alemanas. Otras partes de Checoslovaquia fueron reclamadas entonces por Hungría y Polonia.
Bajo la presión de Adolf Hitler y enfrentado con la amenaza de una invasión por Hungría, los
líderes eslovacos proalemanes declararon la independencia en marzo de 1939. El estado de
Eslovaquia siguió como modelo la política de la Alemania nacionalsocialista, pero tuvo poca
independencia real. Los alemanes ocuparon el territorio que quedaba de la desintegrada
República de Checoslovaquia y constituyeron el Protectorado de Bohemia-Moravia en marzo
de 1939.
En octubre de 1938 el presidente Benes había establecido un gobierno en el exilio en Londres.
Las fuerzas nazis prácticamente exterminaron la comunidad judía durante la ocupación de
Bohemia y Moravia. Pero al contrario que la vecina Polonia, la zona nunca se convirtió en un
gran campo de batalla durante la II Guerra Mundial. En mayo de 1945, las tropas del Ejército
Rojo (como resultado de las decisiones tomadas en la Conferencia de Yalta por Estados
Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética) liberaron la mayor parte de Checoslovaquia. Parte
de Bohemia, alrededor de la ciudad de Plzeň, fue liberada por las tropas estadounidenses, que
habían recibido órdenes de permitir a los soviéticos tomar el resto del territorio. Benes y otros
miembros del gobierno en el exilio volvieron a Checoslovaquia en 1945. La República de
Checoslovaquia fue restablecida, concediéndole las mismas fronteras con que había nacido en
1918, salvo en el caso de Rutenia subcarpática (región muy pobre, con población rutenia y
ucraniana), que fue cedida a la URSS.
Desde 1945, fecha en que regresó Benes, hasta febrero de 1948, Checoslovaquia gozó de un
régimen de pluralismo político limitado. Los dirigentes del Partido Comunista ocuparon los
cargos más importantes, pero otros partidos políticos también participaron en la gobernación
de la República. El gobierno nacionalizó muchas de las grandes industrias y expulsó a los
alemanes que no habían participado en la resistencia; también se convino un acuerdo de
intercambio paritario de población con Hungría, lo que supuso el abandono de territorio
checoslovaco para 500.000 húngaros.
7.5.
EL DOMINIO COMUNISTA DE CHECOSLOVAQUIA
En las elecciones de 1946, los comunistas obtuvieron el 38% de los votos. Temerosos de una
posible reducción de su apoyo, provocaron una crisis que tuvo como resultado la dimisión de
los ministros democráticos en febrero de 1948. Se formó en ese momento un gobierno
completamente dominado por el Partido Comunista. El presidente de la República, Benes,
dimitió, para ser reemplazado por Klement Gottwald, jefe del gobierno y máximo dirigente
del Partido Comunista.
Una vez en el poder, los comunistas checoslovacos comenzaron a tomar como modelo la
organización política, el desarrollo económico y la transformación social soviética. El primer
paso fue la elaboración de una nueva Constitución (1948) que convirtió a Checoslovaquia en
una democracia popular. Siguió un periodo en el que los partidos políticos fueron ilegalizados
o, como en el caso del Partido Socialdemócrata, quedaron subordinados al Partido Comunista,
que más tarde pasó a ser la única fuerza política efectiva en el país. Las decisiones
económicas estaban controladas por una elite pequeña y centralizada, y casi todos los bienes
económicos pasaron a poder del Estado. Los agricultores fueron forzados a ingresar en
granjas colectivas. La información fue censurada y todos los aspectos de la vida se
subordinaron a directrices políticas. La policía secreta, apoyada por la milicia popular, se hizo
con todo el poder y muchos antiguos dirigentes políticos e intelectuales fueron encarcelados o
ejecutados después de ser llevados a juicio en la década de 1950. La suavización del régimen
sólo tuvo lugar durante el periodo de desestalinización iniciado en la URSS después de 1956.
Fue entonces cuando los prisioneros políticos fueron gradualmente liberados y a sus familias
se les permitió reintegrarse dentro de la sociedad. Este periodo coincidió con la culminación
de la colectivización de la agricultura y con una nueva Constitución (1960), que otorgó a
Checoslovaquia la categoría de República Socialista.
7.6.
LA PRIMAVERA DE PRAGA
En la década de 1960, los líderes del partido iniciaron un proceso de reforma orientada hacia
cuestiones económicas, pero la reforma rápidamente evolucionó hacia otros aspectos
políticos. En enero de 1968, Alexander Dubcek, un eslovaco, se convirtió en secretario
general del Partido Comunista Checoslovaco. Llevó a cabo una política reformista, cuya
aplicación se desarrolló en un periodo conocido como la primavera de Praga, que pretendía
crear “un socialismo con rostro humano”, que no era sino adaptar los principios comunistas a
las peculiaridades de Checoslovaquia. Amplió la libertad de prensa y de expresión intelectual,
y ofreció más oportunidades a los ciudadanos para participar en la toma de decisiones. La
clase política dirigente intentó igualmente descentralizar la economía.
La invasión de Checoslovaquia por las tropas del Pacto de Varsovia el 21 de agosto de 1968
detuvo este proceso. En abril de 1969, el extremista Gustav Husák sustituyó a Dubcek como
jefe del partido. Inició el denominado proceso de ‘normalización’, que se concibió para
destituir a todos los elementos impulsores de la reforma. El Partido Comunista, según la
ortodoxia dictada desde la URSS, volvió a dominar la vida política, intentando ganar apoyo
popular mediante el aumento del nivel de vida para los trabajadores. Ante la coacción ejercida
sobre todo aquél que se mostrara opositor al régimen, la mayoría de la población aceptó de
forma pasiva la situación. Un grupo pequeño pero importante de disidentes se opusieron
abiertamente a la situación; alentados por la firma del Acuerdo de Helsinki en 1975,
publicaron la Carta 77 y fundaron el Comité para Defender a los Injustamente Perseguidos
(VONS), que con el tiempo se convirtió en una de las organizaciones disidentes más
importantes. Su base, sin embargo, radicaba entre los intelectuales de clase media.
Durante toda la década de 1970 y la mayor parte de la de 1980, los dirigentes checoslovacos
mantuvieron la estabilidad política.
7.7.
EL FIN DE GOBIERNO COMUNISTA
A finales de la década de 1980, estimulados por la política aperturista de Gorbachov en la
Unión Soviética, y sobre todo por los cambios que ocurrieron en la República Democrática de
Alemania, un número creciente de ciudadanos tomaron parte en las actividades de protesta
ejercidas por los sectores estudiantiles. El 17 de noviembre de 1989, la difusión pública de un
vídeo que mostraba la brutal represión de una manifestación pacífica de estudiantes por el
Ejército desencadenó grandes manifestaciones al mes siguiente que culminaron con la
dimisión del gobierno comunista. Progresivamente, la mayoría de la población comenzó a
mostrar su descontento hacia los políticos comunistas en el poder. Los dirigentes de la nueva
organización, Foro Cívico y su rama eslovaca, Público Contra la Violencia, dirigidos por
Václav Havel, negociaron en debates televisivos con el gobierno. Veintitrés días después del
inicio de las manifestaciones, el gobierno comunista, esta vez abandonado por sus aliados
soviéticos, dimitió.
La elección de Václav Havel como presidente de la República el 29 de diciembre de 1989
selló la victoria de lo que los medios de difusión internacionales denominaron revolución de
Terciopelo. Los nuevos dirigentes del país iniciaron el proceso de democratización, al
introducir una economía de mercado y reincorporarse a Europa. Se restablecieron la libertad
en los medios de difusión y otras libertades políticas; se aprobaron las leyes para eliminar la
herencia del comunismo del sistema jurídico, legalizar la propiedad privada e indemnizar a las
víctimas del régimen comunista. En junio de 1990 se celebraron elecciones libres.
Una de las primeras medidas tendentes a la introducción de la economía de mercado fue el
plan de privatización garantizado que permitió a los ciudadanos la compra de bonos a muy
bajo coste que podían ser cambiados por acciones en antiguas compañías estatales, ahora
privatizadas. Casi todos los ciudadanos participaron en este plan.
Los nuevos dirigentes del país también reorientaron la política exterior de Checoslovaquia;
establecieron buenas relaciones con Estados Unidos y con los países limítrofes occidentales, y
mostraron su interés en incorporarse a instituciones occidentales como la UE y la OTAN.
Sin embargo, los dirigentes checos y eslovacos eran incapaces de ponerse de acuerdo sobre la
división de poder entre los gobiernos federales y el gobierno central de la República. La
campaña del dirigente nacionalista eslovaco, Vladimir Meciar, por una Eslovaquia
independiente impidió la adopción de una nueva constitución y dificultó las reformas
económicas. Estas tensiones reflejaban el hecho de que la reforma económica creaba mayores
dificultades en Eslovaquia, ya que la mayor parte de las industrias menos eficaces del país se
localizaban allí. Los sondeos de la opinión pública mostraron que la mayoría de eslovacos,
bajo la influencia de Vladimir Meciar, deseaban la independencia de su país.
7.8.
LA REPÚBLICA CHECA
Las diferencias entre checos y eslovacos culminaron en las elecciones parlamentarias de
junio de 1992. El centro derecha, representado por el Partido Demócrata Cívico de Václav
Klaus fue el vencedor en la zona checa, y el antimonetarista y muy nacionalista Movimiento
para una Eslovaquia Democrática de Vladimir Meciar obtuvo el porcentaje superior de votos
en la zona eslovaca. Los líderes checos y eslovacos negociaron rápidamente el final de la
República de Checoslovaquia. Eslovaquia declaró su soberanía en julio de 1992, por lo que
Václav Havel dimitió como presidente del Estado federado.
En enero de 1993 la federación checoslovaca se disolvió, y se crearon dos nuevos Estados
independientes, la República Checa y la República Eslovaca. Los dos países continuaron
manteniendo vínculos muy estrechos, especialmente en relaciones comerciales. Sin embargo,
su posterior evolución política y económica divergía. Václav Havel fue elegido presidente de
la República Checa en febrero de 1993. Bajo el mandato del primer ministro Václav Klaus, el
gobierno checo alentó a los empresarios y aumentó la emisión de nuevos bonos de
privatización. Después del declive a comienzos de la década de 1990, la economía checa
empezó a recuperarse. La inflación y el desempleo disminuyeron, y el país atrajo la inversión
extranjera.
La situación política también ha sido estable. El gobierno de Klaus mantuvo su prestigio
interno, mientras que disminuyó el apoyo a los grupos extremistas de izquierda y de derecha.
En 1995, el producto nacional bruto aumentó un 5%, la inflación se mantuvo en torno al 7,9%
y la deuda interna se incrementó. En el campo político, el país asiste a una clara polarización,
como reflejan las elecciones legislativas celebradas el 31 de mayo y el 1 de junio de 1996; tan
sólo se presentaron 16 grupos políticos frente a los 111 que lo hicieron en 1992, con dos
fuerzas dominantes: el Partido Demócrata Cívico, con Václav Klaus al frente, y el Partido
Social Demócrata Checo, encabezado por Milos Zeman.
En noviembre de 1996 se celebraron las primeras elecciones al Senado, creado en 1995 y que
constituye la cámara alta del Parlamento. Esta convocatoria dio la victoria al partido en el
poder, el Partido Demócrata Cívico (ODS), por un estrecho margen, ya que después de cuatro
vueltas electorales tan sólo consiguió 32 de los 81 escaños. El Partido Social Demócrata
Checo obtuvo 25 escaños, quedando en segundo lugar. Con 13 escaños, la Unión Democrática
Cristiana se convirtió en la tercera fuerza más representada en el Senado. Estos resultados
reflejan el descontento de un gran sector de la población ante la política económica del primer
ministro checo.
La coalición de Klaus, formada por tres partidos de centro-derecha (el Partido Demócrata
Cívico, la Unión Democrática Cristiana y la Alianza Cívica Democrática), contó con una
mayoría en el Congreso de Diputados, la cámara baja del Parlamento, entre 1992 y 1996. Pero
a principios de junio de 1996 ésta perdió la mayoría parlamentaria por un escaso margen, y
Klaus tuvo que hacer concesiones al Partido Social Demócrata, de centro-izquierda, para
formar un gobierno minoritario respaldado por este último, constituido en el mes de julio.
A finales de noviembre de 1997, el primer ministro presentó su dimisión ante el presidente
Václav Havel, previa solicitud de éste, debido a la presunta implicación de Klaus en un
escándalo de financiación ilegal. La dimisión estuvo precedida por la renuncia de ocho de sus
ministros y por las masivas protestas ciudadanas ante las negativas consecuencias que el
proceso de liberalización de la economía checa estaba generando entre amplios sectores de la
sociedad. Havel encomendó a Josef Tosovsky, director del Banco Central Checo, la
formación de un gobierno de transición básicamente tecnócrata. Poco después, en enero de
1998, Havel fue reelegido jefe de Estado por parte del Parlamento checo.
En las elecciones legislativas anticipadas celebradas los días 18 y 19 de junio del año
siguiente, el Partido Demócrata Cívico perdió la mayoría, pese a lograr, no obstante, el 27,7%
de los votos emitidos, lo que le convirtió en la segunda fuerza política, detrás de los
socialdemócratas, respaldados por el 32,3% de los electores. Su candidato, Milos Zeman,
formó un gobierno minoritario un mes más tarde.
El nuevo ejecutivo socialdemócrata contó, tras el acuerdo al que llegaron sus respectivos
dirigentes, con el apoyo parlamentario del ODS. Este hecho provocó las críticas del resto de
los partidos, de la opinión pública —que deseaba un cambio político real, razón por la cual
había concedido su apoyo a la izquierda tras varios gobiernos de derecha— y del propio
presidente de la República, que recelaba de una mayoría parlamentaria tan amplia, capaz de
reducir sus ya de por sí menguados poderes.
La solicitud de ingreso en la Organización del Tratado del Atlántico Norte, cursada por varios
países de la Europa del Este a lo largo de la década de 1990, fue atendida, y en marzo de 1999
la República Checa, Polonia y Hungría pasaron a ser miembros de pleno derecho de la
Alianza Atlántica.
En las elecciones generales celebradas en junio de 2002, la victoria fue para el Partido Social
Demócrata Checo, que recibió aproximadamente el 30% de los sufragios y obtuvo 70 escaños.
Detrás quedaron el Partido Demócrata Cívico (58 diputados) y el Partido Comunista de
Bohemia y Moravia (41). En virtud de estos resultados, Havel encargó formar gobierno al
líder socialdemócrata, Vladímir Spidla, quien se convirtió en primer ministro de un ejecutivo
de coalición en el que también ingresaron los democristianos de la Unión Cristiano
Demócrata y los liberales de la Unión de la Libertad.
En marzo de 2003, tras haber concluido durante el mes anterior el mandato presidencial de
Havel, Václav Klaus fue elegido para ejercer la jefatura del Estado. El día 16 del mes
siguiente, la República Checa y otros nueve países firmaron en Atenas el Tratado de Adhesión
a la UE. En junio de ese mismo año, se celebró un referéndum vinculante en el que más del
77% de los votantes dio su apoyo al proceso de integración y aprobó el ingreso checo en la
UE, hecho que se produjo el 1 de mayo de 2004. La población respaldó así la vocación
europeísta del gobierno de Spidla, cuya reforma fiscal, en cambio, había recibido severas
críticas. De hecho, en junio de ese mismo año, en las primeras elecciones al Parlamento
Europeo celebradas en el país, los socialdemócratas cosecharon unos pésimos resultados
(quedaron en quinto lugar). Como consecuencia de ello, el primer ministro tuvo que
someterse a una moción de confianza en el Comité Ejecutivo del Partido Social Demócrata; la
superó, pero con un escaso respaldo. Dadas estas circunstancias, Spidla renunció tanto a la
jefatura del gobierno como a la presidencia de su partido. En julio de ese año 2004, Klaus
encargó formar gabinete al socialdemócrata Stanislav Gross, hasta entonces viceprimer
ministro y ministro del Interior. Salpicado por un escándalo de corrupción, Gross dimitió en
abril de 2005, por lo que Klaus designó primer ministro al también socialdemócrata Jiri
Paroubek, el cual desempeñaba la cartera de Desarrollo Regional.