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469 PRESENTACION PADRE ZACARÍAS, EL MISIONERO CARMELITA MÁS GRANDE DEL SIGLO XX EN LA INDIA Gabriel Maliakkal, OCD Prov. de Manjummel, India El P. Jacob Aerthail, uno de los discípulos del Siervo de Dios en el Seminario Apostólico de Alwaye, durante el Proceso de Canonización afirmó: «Sin cualquier toque de exageración, el Padre Zacarías puede llamarse merecidamente ‘el más grande misionero que el siglo XX ha visto en toda la India’»1. Algunos otros se atreven a declarar que después de San Francisco Xavier ningún otro misionero ha venido nunca a la India tan celoso como el Padre Zacarías2. El P. Zacarías Salterain Vizcarra nació el 5 de noviembre de 1887 en Abadiano, Vizcaya. Sus padres fueron Don Bartolomé Salterain y Doña Venancia de Vizcarra. Él era el último de nueve hijos. Empezó su noviciado el 10 de septiembre de 1903 en Larrea y profesó en la Orden del Carmen el 12 de septiembre de 1904. Luego cursó los estudios eclesiásticos en los colegios carmelitanos de Begoña, Vitoria, Pamplona y Roma, y se ordenó de Sacerdote el 14 de julio de 1912. Dos meses después de su ordenación, partió para India junto con el Venerable Padre Aureliano del Ssmo. Sacramento, y llegó al Seminario Apostólico de Puthenpally –después se transfirió a Alwaye– el 19 de octubre del mismo año (1912). Entonces él vivió como misionero durante 45 años, hasta que murió el 23 de mayo de 1957 en el Christian Medical College Hospital de Vellore, en Tamilnadu, India. Su Causa de Beatifi1 Cfr. Positio Super Virtutibus Servi Dei Zachariae a S. Theresia (Roma) 2000, p. 429. 2 Cfr. K UNNAPPALLY, y DOMINGO DE SANTA TERESA, Huellas de Apóstol (Vitoria) 1963, p. 39. 470 GABRIEL MALIAKKAL cación se introdujo oficialmente el 14 de enero de 1984 a nivel Diocesano, y se concluyó el 23 de mayo de 1987, en el trigésimo aniversario de su muerte. Me limito a algunos aspectos principales de su vida y de sus actividades misioneras. 1. Misionero de los Misioneros El espíritu misionero del P. Zacarías fue el fruto externo de su amor ardiente de Dios y de su vida profundamente contemplativa. “Contemplativo por dentro y apóstol por fuera” había sido siempre su principio guía. Siendo profesor del Seminario, no pudo consagrarse mucho al trabajo activo en el campo de la misión. Por otro lado, la misma posición como profesor en el Seminario le dio la oportunidad excelente para inculcar el espíritu misionero en los futuros apóstoles, de promover a centenares de ellos para trabajar en los campos reales de la misión, de lanzar muchas tareas misioneras y de proporcionar tantos instrumentos misioneros. Él planeó y dirigió desde su cuartel general el flujo de vocaciones indígenas de las diócesis ya establecidas de Kerala hacia las áreas de la misión de otras diócesis del Norte y de la India Central. Él produjo los libros y otras obras literarias entendidas para propagar la doctrina cristiana, así como para ayudar al apostolado misionero. En verdad, el P. Zacarías era el iniciador de varias actividades misioneras. El Padre Miguel Ángel Batiz, OCD, el Rector anterior del Seminario Apostólico de Alwaye, testifica: “Tuvo el Siervo de Dios y me parece que cultivó de manera especial el celo por las Misiones. Fue él quien inició e impulsó el movimiento misionero de Kerala; a él se debe, inmediata o mediatamente, la presencia de varios centenares de Sacerdotes, Religiosos y sobre todo Religiosas que trabajan hoy por la evangelización en el centro y norte de la India. Este celo por las Misiones y la conversión de las almas constituyó su obsesión” 3. 3 Cfr. Positio, p. 513. PADRE ZACARIAS, MISIONERO CARMELITA EN LA INDIA 471 El P. Zacarías vio claramente que esta tarea no podía llevarse a cabo exclusivamente con la ayuda de misioneros extranjeros. Él previó que podría llegar un día en que se impusieran restricciones a la entrada de personal extranjero. Viviendo en Kerala, y siendo consciente de su potencial clerical y religioso, el P. Zacarías percibió que la solución sólo podría venir de esta parte de India a condición de que el celo misionero fuera infundido en la juventud de Kerala. Él intentó lograrlo con máxima prudencia y tacto. a) Formando a los Sacerdotes Uno de los campos de sus cuarenta y cinco años ininterrumpidos de sus actividades misioneras y en que él puso su cuerpo y alma, es abiertamente la formación del clero. Su objetivo y ambición eran formarlos como sacerdotes santos, sacerdotes sabios, sacerdotes pastoralmente comprometidos y administradores dignos de los Sacramentos. Él era su profesor; era su director espiritual; era su confesor; era su bienhechor; era su consolador; para abreviar, él era todo para ellos. b) Enviando a los Misioneros Las ansias y actividad misioneras del P. Zacarías dieron fruto más logrado cuando los primeros misioneros malayalis salieron de Kerala hacia las misiones del norte de la India. Fue un paso maravilloso, de importancia incalculable para la Iglesia en la India. El primer paso firme vino cuando un seminarista, por nombre, Philip Kudakkachira, optó por trabajar en la Diócesis de Visakhapatanam4. Era el hijo espiritual del Siervo de Dios. Seis meses más tarde lo siguió otro seminarista, George Vayalil. Desde aquel momento empezó un flujo continuo de vocaciones misioneras de Kerala, en tal manera que ha sido una costumbre entre los sacerdotes recientemente ordenados que, por lo menos, algunos de ellos optaran por trabajar en las Misiones. 4 Vizakhapatanam está en la costa noreste de la India, frente al golfo de Bengala. Fue en el año 1927. 472 GABRIEL MALIAKKAL Este movimiento misionero se extendió pronto entre las Hermanas religiosas también. Muchas jóvenes se presentaron con el deseo de ir a trabajar en las misiones fuera de Kerala. Una de ellas, Sor Kochuthresia Alappatt, escribe: “Mi vocación misionera es el resultado de tal trabajo. El P. Zacarías me ha ayudado a ser una ‘Missionary of Jesus Christ’. Él ayudaba también a las hermanas que venían a Kerala buscando vocaciones. Fue él un gran promotor de vocaciones” 5. Concedemos que el ejemplo bueno y el estímulo de otros sacerdotes de Kerala que habían ido antes que ellos, también, han contribuido a este movimiento. Sin embargo, su promotor fue el P. Zacarías. Su guía y cooperación eran indispensables, por lo menos, en la fase inicial. El Seminario de Puthenpally-Alwaye se convirtió pronto en un fermento de vocaciones misioneras para el Norte y Centro de la India. Cuando esta nueva fuente fue conocida entre los Obispos y Superiores de esas regiones, ellos se volvieron al P. Zacarías para pedir ayuda. A la muerte del Siervo de Dios, Mons. F. X. Tuma, obispo de la Diócesis de Jhansi6 reconoció, en su carta de condolencia, la contribución del P. Zacarías: “En la muerte del Rev. P. Zacharías yo, en particular, he perdido a un amigo íntimo. Todo el clero indio fue enviado a mí por él. Yo nunca podré olvidar al P. Zacarías que ha hecho tanto por esta Diócesis”7. Mons. Rosilon, el Obispo de Vizakhapatanam, confiesa: “Los Misioneros de Kerala han protegido la Diócesis de Vizakhapatanam” 8. A su muerte, estaban ya tantos misioneros de Kerala –hombres y mujeres– en varias diócesis de India, como Calicut, Dacca, Hyderabad, Jhansi, Madrás, Mysore, Nellore, Pondicherry y Vizakhapatanam9. 2) Apostolado de la Prensa: el Instrumento Misionero, por excelencia Durante la primera mitad del vigésimo siglo en India el más común y quizás el único medio de comunicación para la evangeli5 6 7 8 9 Cfr. Positio, p. 742. Jhansi es una diócesis en el Centro de la India. Cfr. Condolence Letters en Positio, p. 785. Cfr. KUNNAPPALLY, J. y D OMINGO DE SANTA TERESA, op. cit., p. 45. Cfr. KUNNAPPALLY, J. Father Zacharias (Alwaye) 1961, p. 41. PADRE ZACARIAS, MISIONERO CARMELITA EN LA INDIA 473 zación era la Prensa. Con su previsión congénita, el Siervo de Dios empezó pronto a utilizarla. El P. Zacarías vio el problema de la prensa bajo dos aspectos. En primer lugar estimó como necesidad absoluta la presencia de una buena prensa en un territorio de misión. No bastaba convertir y bautizar. Hay que poner en las manos del bautizado el libro con visión cristiana de la vida. En segundo término creyó que existía el problema capital de formar escritores. El futuro ministerio del sacerdocio imponía a los seminaristas la obligación de propagar la palabra de Dios y de presentarla de una manera digna y atrayente. Para inculcar el espíritu misionero en la juventud y en sus familias fundó “La Liga de Conversión del Sagrado Corazón”. El objetivo de La Liga era propagar entre los católicos y no-católicos literatura buena que fortaleciera en su fe a los primeros y atrajera a la Iglesia, a los segundos. Aunque fueron publicados sólo algunos folletos en la fase inicial, la Liga empezó publicando revistas Misioneras. La primera en su tipo fue “La Familia Católica”, que contaba con más de 17.000 subscripciones en 1927. Veinte años después, otra revista intitulada “Preshitha Keralam” empezó a publicarse. Era el órgano por excelencia de la misión. Durante varios años, ésta era la única revista misionera en Kerala. Dios sólo sabe el bien que esta revista ha hecho para los misioneros que están realmente comprometidos en este campo, y para promover las vocaciones misioneras en Kerala. El Siervo de Dios animaba a los ordenandos de todos los años a escribir un nuevo libro o traducir una obra en malayalam. Sería, en su opinión, el recuerdo mejor de su ordenación sacerdotal. Y se publicaron tales libros a través de La Liga. 3) Inculturación Imbuyéndose con un espíritu misionero genuino, el Siervo de Dios amó sinceramente a las personas a quienes él vino a servir, y se dedicó totalmente a ellas. Sin ningún prejuicio, él ha podido profundizar los elementos religiosos ricos de Hinduismo junto con sus pensamientos filosóficos. Vio el fondo religioso y cultural de la India como la tierra rica donde la semilla del Evangelio puede muy bien brotar y florecer. 474 GABRIEL MALIAKKAL Estaba convencido totalmente de la necesidad de aprender el Hinduismo, si uno desea hacer que su actividad misionera en India sea un éxito. Medio siglo antes de la Iglesia católica podría concebir oficialmente la idea de inculturación10, el P. Zacarías entendió la necesidad de estudiar él mismo el Hinduismo y de enseñarlo a los seminaristas, los sacerdotes futuros y misioneros. Era un tiempo en que el estudio del Hinduismo apenas tenía un lugar en los curricu la de los seminarios indios. Mencionando el objetivo principal de escribir el libro “Religio-Philosophic History of India” él escribe: “…siempre ha sido nuestra humilde opinión que el estudio de la Religión y Filosofía hindú ha de ocupar un lugar prominente en el currículo de estudios clericales en India”11. Su autoridad en el Hinduismo fue reconocida por la jerarquía india en tal manera que se le encomendó escribir un manual oficial sobre el Hinduismo para el uso de todos los seminarios de la India. El número de libros que él escribió y los artículos que él publicó en varias revistas no sólo revelan su conocimiento profundo del asunto, sino también su amor genuino y su admiración por estas materias. Publicó nueve libros sobre el Hinduismo. Todos éstos fueron escritos principalmente como manual para los Seminaristas. Era su convicción firme de que el sacerdote en India necesita conocer la doctrina religioso-filosófica hindú para ser un heraldo eficaz del Evangelio. Sus libros fueron leídos ampliamente también por el público. Casi cuarenta años antes de que la Iglesia católica recono ciera oficialmente la importancia de promover lo que hay de verdadero y santo en otras religiones12, el P. Zacarías lo había ya previsto. Su primer libro sobre el Hinduismo13 apareció en 1931 y su último artículo “El Hindú y el Sacerdote Católico” se publicó póstumamente en la revista “Caritas”14. Sin ningún odium theologicum el Siervo de Dios ha ensayado apreciar atentamente la filosofía hindú, sus valores religiosos y su 10 Cfr. Evangelii Nuntiandi, n 20, 11 Cfr. FR. ZACHARIAIS, O.C.D., Relligio-Philosophic History of India (Ernakulam) 1921, p. v. 12 “ La Iglesia Católica nada rechaza de lo que en estas religiones hay de verdadero y santo.” Cfr. Nostra Aetate, n. 2. 13 FR. Z ACHARIAS, O.C.D., A Study on Hinduism (Alwaye) 1931. 14 Cfr. Caritas, 1957, pp. 63-66. PADRE ZACARIAS, MISIONERO CARMELITA EN LA INDIA 475 fondo cultural y ha hecho un esfuerzo por hacer un estudio comparativo entre Cristianismo e Hinduismo. En el prólogo de otro libro, “Christianity and Indian Mentality” declara: “Ninguna sorpresa debe mostrarse por instituir un estudio comparativo entre el Hinduismo y Cristianismo, porque los dos son venerados, el uno por su antigüedad y el otro por su nobleza, …la cultura india, en general, contiene mucho que es útil y bueno. Hay en ella pensamientos filosóficos altos y muchas especulaciones ascético-místicas que tienen gran similitud evidente con aquellos del Cristianismo, y que podría valorarse y convertirse en cristiano con gran ventaja para todos. Uno se inclina a decir que ellos necesitan sólo el complemento de Cristiandad para ser absolutamente sano y beneficioso a la humanidad” 15. No era una tarea fácil para él, escribir tales libros eruditos en Hinduismo. Lo confiesa en su libro A Study on Hinduism: “Yo he hecho un estudio bastante largo y consciente del asunto de los libros oficiales de los hindúes y de las obras clásicas de los estudiosos americanos, europeos e hindúes…” 16. Además de este esfuerzo en el campo intelectual, él intentó adoptar un estilo simple de vida, como la de las personas ordinarias de la India. Esto era evidente en particular en su comida, ropa, habitación, viajes, etc. 4) Un ecumenista sin barreras de casta, credo o denominación El P. Zacarías estaba lleno de espíritu sincero de ecumenismo. Anticipó, por lo menos en treinta años, lo que el Vaticano II promovió. Permaneciendo fiel a la Madre Iglesia, logró establecer una relación muy cordial con los hermanos cristianos de otras denominaciones, incluso con los no-cristianos de alrededor. Dice el P. Cyrilo Papali: “El P. Zacarías perteneció a todos. Él fue amado y fue venerado igualmente por cristianos, hindúes y musulmanes. En pocas palabras, por todos los que entraron en contacto con él”. 17 15 16 17 Cfr. Z. O.C.D., Christianity and Indian Mentality (Alwaye) 1952, pp. i-ii. Cfr. op. cit. p. i-ii. Cfr. “My Impressions”, en Positio, p. 792. 476 GABRIEL MALIAKKAL Cuando tenía oportunidad de hacer el bien a su prójimo, nunca se detuvo por los pensamientos de casta o credo o denominación. El P. Zacarías esta bleció, en particular, una relación muy íntima y cordial por muchos años con los profesores y estudiantes de Unión Christian College, Alwaye –una institución no-católica cercana al Seminario. Sus obras literarias sobre Hinduismo tenían también un objetivo ecuménico de comenzar el diálogo con los hermanos hindúes a nivel intelectual. Unos días después de su muerte se tuvo una reunión de condolencia en la sala grande de Y.M.C.A., Alwaye, durante la cual los representantes protestantes, jacobitas, musulmanes e hindúes expresaron sus sentimientos por el fallecimiento de tan Gran Alma como el P. Zacarías era. El Dr. Punnen, un anglicano y Profesor del Union Christian College, dijo en su discurso: “No sólo la gran Iglesia católica a la cual él perteneció, sino la humanidad en general se ha quedado más pobre a la muerte de este gran hombre. Fue para mí un privilegio haberlo conocido muy íntimamente desde su llegada a Alwaye, esto es, por un cuarto de un siglo. Cristiano devoto caracterizado por el celo misionero persistente y erudito estudioso, el P. Zacarías tenía tan gran interés que le permitió ganar la amistad de tipos muy diferentes de hombres. Era un placer hablar con él sobre cualquier asunto, sea social, histórico, político, filosófico o religioso” 18. Por otro lado, bajo el pretexto de ecumenismo, él nunca comprometió la doctrina católica. Por ejemplo, cuando la primacía del Papa fue atacada por un no-católico, él luchó contra él, aunque de incógnito19. 5) Luchando por la Justicia “Para la Iglesia, leemos en la Exhortación Apostólica “Evangelii Nuntiandi” del Papa Pablo VI, no se trata solamente de predicar el Evangelio en zonas geográficas cada vez más vastas o 18 19 Cfr. “ Fr. Zacharias as seen by a non-Catholic” en Positio, p. 794. Cfr. KUNNAPPALLY , J, op. cit., pp. 93-98. PADRE ZACARIAS, MISIONERO CARMELITA EN LA INDIA 477 poblaciones cada vez más numerosas, sino de alcanzar y transformar con la fuerza del Evangelio los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad, que están en contraste con la Palabra de Dios y con el designio de salvación”20. El P. Zacarías anticipó la enseñanza del Santo Padre. En un tiempo en el que se suponía que un Carmelita debía de llevar una vida contemplativa y monacal, era inconcebible involucrarse en problemas públicos que pertenecían a la justicia. Como el P. Zacarías era respetado por el público de Alwaye, le pidieron que fuera la voz de los que no tenían voz. Dos casos merecen nuestra atención: a) Conflicto Laboral de la Fábrica: “The Alwaye Standard Potteries” Existía a tres kilómetros de Alwaye una fabrica de alfarería. En 1952 surgió en ella una disputa entre obreros y patronos sobre un problema de bonificaciones. Al no llegar a un acuerdo, los obreros declararon la huelga, obstaculizando aunque con medios pacíficos la entrada de toda persona en la fábrica. Cuando en el día cuarenta de iniciada la huelga, quisieron los patronos sacar unos materiales de la fábrica, los obreros lo impidieron usando la violencia: ante ella intervino la policía y varios de los obreros resultaron heridos. El P. Zacarías acudió entonces al lugar del conflicto. Después de enterarse de la situación, se acercó a los heridos, les consoló y aseguró a los líderes de los obreros que él haría todo lo posible para que se llegara a un acuerdo, pidiendo su cooperación. Con el consentimiento de los obreros, el P. Zacarías se presentó ante los patronos, consiguió de ellos un aumento de salario, y convenció a los obreros de que debían reanudar el tr abajo en base de tal aumento y una vez reanudado se trataría de llegar a un acuerdo sobre el pago del salario de los días perdidos por la huelga. 20 Cfr. Evangelii Nuntiandi, n. 19. 478 GABRIEL MALIAKKAL Los obreros quedaron conformes con el acuerdo y se dispusieron a reanudar el trabajo. En este momento, intervinieron por desgracia los comunistas, incitando a los obreros a no acceder a las propuestas, sino a llevar el caso a los tribunales del sindicato, prometiendo que ello les reportaría mayores ventajas. El tiempo dio la razón al P. Zacarías. El pleito se prolongó por dos años y medio, y la sentencia fue menos favorable a los obreros que las condiciones que el P. Zacarías había propuesto21. Aunque sus esfuerzos no llevaron al éxito deseado, este caso mereció al Siervo de Dios los títulos de ‘mensajero de paz’, ‘consolador de los afligidos’, etc... b) Disputa Laboral en la Institución: “The Alwaye Settlement” Ésta es una institución protestante, cercana al seminario, destinada a ayudar a los protestantes recientemente convertidos que eran pobres. En 1956, el Director terminó el contrato de algunos de los empleados. Como resultado, todos los obreros se declararon en huelga. Durante algún tiempo todo se desarrolló en forma pacífica hasta que los obreros, impacientes, comenzaron a cometer algunos actos de violencia. Intervino la policía y muchos de los huelguistas fueron citados a los tribunales. Se cerró la institución. El hambre y la miseria fue extendiéndose por numerosas familias. Fue en ese momento crítico cuando aparece en escena el P. Zacarías, que había seguido de cerca el litigio. Se creyó entonces lo más oportuno la creación de una comisión de tres personas que resolvieran el conflicto, y el P. Zacarías fue una de ellas. La comisión, después de estudiado el caso, formuló una propuesta: los patronos retirarían la demanda contra los obreros, y éstos volverían al trabajo, a excepción de uno o dos culpables. La propuesta pareció justa a ambas partes litigantes, y fue aprobada oficialmente en una reunión general, presidida por el P. Zacarías. Para los que fueron despedidos del trabajo, él trató por todos los medios de conseguirles nuevo empleo 22. 21 22 Cfr. KUNNAPPALLY, J. y D OMINGO DE SANTA TERESA, op. cit., pp.103-104. Cfr. Ibidem. pp. 104-105 y Positio, p. 392. PADRE ZACARIAS, MISIONERO CARMELITA EN LA INDIA 479 No se limitaba su simpatía a estos momentos de conflicto; él continuó su labor caritativa para los pobres y obreros hasta su muerte. 6) Defensor de la Fe El trabajo misionero del P. Zacarías no estaba limitado solamente a extender y a promover la Fe católica, sino también a defenderla cuando fue atacada por ateos y racionalistas. Dado que él estaba en contacto con los problemas actuales del tiempo en el que él vivió, llegó a conocer los movimientos perniciosos que atacaron la misma existencia de Dios y la divinidad de Cristo. Nosotros veremos cómo él reaccionó ante dos casos notorios. a) Conferencias y discusiones con ateos de Parur En el año 1934 se formó un grupo de ateos beligerantes en Parur, ciudad cercana a Alwaye. El líder era el señor Ramavarma Tamban, un ex director de escuela. Formó un comité de ateos cuya finalidad era desprestigiar a los creyentes, argüir contra la existencia de Dios criticando a los que la admitían. Naturalmente el daño que ocasionaba su actividad antirreligiosa era grande. Los cr eyentes, pertenecientes a diversas religiones, se alarmaron con razón y trataron de contrarrestar las actividades del comité. Dos católicos y dos hindúes, todos ellos ciudadanos respetables, invitaron al P. Zacarías a refutar las objeciones de los ateos y proponer los argumentos en favor de la existencia de Dios. Así el P. Zacarías pronunció seis conferencias. El comité ateo también fue invitado a escuchar las conferencias. Explicó las pruebas clásicas que demuestran la existencia de Dios y puso de manifiesto las interrogantes que dejan siempre sin responder los llamados ateos. Los oyentes saborearon el ritmo de sus discursos, en que con claridad se proponía la doctrina fundamental de una filosofía sana sobre verdad tan capital como la existencia del Ser Supremo. El comité de ateos, presente en las conferencias, creyó que debía refutar la doctrina expuesta por el profesor del Seminario. 480 GABRIEL MALIAKKAL Propusieron al P. Zacarías la celebración de una discusión pública. En el día y hora señalados por el Juez del Distrito, todos los intelectuales de los alrededores se congregaron para tan extraordinaria disputa pública. Habló primero el señor Tamban, con todo el vigor de su elocuencia. No pudo, sin embargo, rebatir la argumentación sólida del P. Zacarías y los oyentes pudieron descubrir en la floritura de sus palabras la endeblez de sus argumentos. Tocó turno al P. Zacarías. Con permiso de la audiencia, pronunció un discurso magistral en que brillaba la fuerza de argumentación y la maestría de exposición, fruto de largos años de profesorado. Los oyentes no pudieron contener un aplauso cerrado al final. El Juez que presidía el debate, declaró al final que la argumentación del P. Zacarías aparecía tan objetiva y sólida que no daba lugar a dudas. Así la propaganda atea en Parur terminó su historia.23 Esas seis conferencias fueron publicadas en forma de un libro intitulado: “Is There a God? 24 (¿Hay un Dios?). b) El Verdadero Cristianismo: Una respuesta al señor C. P. Aiyar Se trata de la refutación de un libro que podría haber causado mucho daño. El libro “World Religions, A Study in Synthesis” (Religiones del Mundo: Un estudio en síntesis) lo escribió el Señor C. P. Ramaswamy Aiyar, primer ministro del estado de Travancore (Kerala sur). El libro salió de la imprenta del mismo Gobierno y muy pronto fue traducido al malayalam. Todos comprendieron que el libro estaba destinado a servir de texto en las escuelas de Travancore. En la sección dedicada al cristianismo, él se había servido de otro libro “Jesus Christ”, escrito por K. S. George, cristiano sólo de nombre, que había basado su estudio en racionalistas que negaban todo lo que de sobrenatural aparece en los Evangelios. La religión cristiana era más criticada y ridiculizada que explicada. El P. Zacarías respondió a la obra de Aiyar publicando otro libro intitulado Christianity Vindicated (Cristianismo Vindicado)25. 23 Cfr. K UNNAPPALLY, J. y DOMINGO DE SANTA TERESA, op. cit. pp. 70-72; Positio. pp. 278. 24 Z. O.C.D., Is There a God? (Ernakulam) 1934. 25 REV. FR. A RULAPPA, D. D, Christianity Vindicated (Trichinopoly) 1944. PADRE ZACARIAS, MISIONERO CARMELITA EN LA INDIA 481 Siendo el Señor C. P. Aiyar primer ministro de Travancore, y pudiendo ser causa de alguna incomodidad para el Seminario la publicación por parte de un profesor del mismo de una obra en directa refutación a la del ministro del estado, pidió permiso a uno de sus discípulos –el P. Arulppa26– que pertenecía al Estado de Madrás, para publicar el libro en su nombre. Todos saben que el autor verdadero del libro es el P. Zacarías. Una vez más el P. Zacarías salió en defensa de la fe cristiana con una gran preparación, pero a la vez con una humildad sin límites27. 7) Su Contribución a la Orden del Carmen El P. Zacarías amaba a la Orden con todo su corazón y ansiaba que se extendiera por más partes de la India. Existían, a su llegada a la India, congregaciones carmelitanas indígenas tanto de rito oriental – siromalabar– como de rito latino. Una de ellas era la Congregación de Terciarios Carmelitas de Manjummel28, fundada en 1874 por Mons. Leonardo Mellano, Arzobispo Carmelita de Verapoly. La Congregación tenía como ideal el vivir la vida carmelitana, aunque con ligeras variantes aconsejadas por el clima y el ambiente de Kerala. Sus miembros mantenían relaciones muy íntimas con la Orden, y sus estudiantes se formaban en gran parte en el Seminario de Puthempally-Alwaye. En los años cuarenta del siglo veinte, muchos de los miembros de la Congregación manifestaron el deseo de que la Congregación se incorporara a la primera Orden Carmelitana. Así, en 1950, Monseñor Attipetty, Arzobispo de Verapoly, consideró el caso como de importancia fundamental para el futuro de la Congregación y designó al P. Zacarías como comisario para que estudiara el asunto. El P. Zacarías hizo la visita de todas las casas y 26 El P. Arulappa ha llegado a ser arzobispo de Madrás-Mylapor e. 27 Cfr. K UNNAPPALLY, J. y DOMINGO DE SANTA TERESA, op. cit., pp.72-73; Positio, p. 316. 28 Manjummel es un pueblo de la Archidiocesis de Verapoly donde se fundó el primer convento e iglesia de esta Congregación. 482 GABRIEL MALIAKKAL escuchó a cada miembro de la Congregación. En el informe, presentado después de la visita, aconsejaba la incorporación de la Congregación a la primera Orden. Al año siguiente el P. Zacarías fue nombrado por el Definitorio General Comisario Apostólico de la Congregación. El oficio no era fácil, dado que le tocaba presidir los años de prueba, previos a la unión definitiva. Había que adaptar algunos detalles de la vida regular, limar diferencias de opinión, conservar en cuanto era posible la identidad de Manjummel. La paciencia, la bondad, las oraciones, el optimismo del P. Zacarías fueron un medio providencial para llevar todo a feliz término. Dios concedió al P. Zacarías el consuelo de ver en vida la coronación de sus trabajos en esta obra de amor a la Orden. El 23 de marzo del año 1957 exactamente dos meses antes de su muerte, la Santa Sede incorporó definitivamente la Congregación de Manjummel a la Primera Orden. El P. Zacarías fue personalmente a Manjummel a comunicarles la buena noticia. Pocos días después tomaría el tren hacia el Hospital de Vellore, donde hallaría el descanso eterno. Ahora todos los carmelitas de la Provincia de Manjummel le tienen la veneración que se puede tener hacia un fundador de la Orden 29. Conclusión No obstante su visión larga y sincera sobre los valores religiosos de Hinduismo, la motivación teológica de las actividades misioneras del P. Zacarías fue la conversión de almas, en particular, de los hindúes. (No tenemos ninguna referencia a los musulmanes, aunque ellos constituyen el 10% de la población de la India). Las palabras de nuestro Señor Jesucristo han motivado proseguir esta corriente tradicional: “El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará” 30. 29 Cfr. K UNNAPPALLY, J. y DOMINGO Positio, pp. 70-72. 30 Mc. 16,16. DE SANTA TERESA, op. cit., p. 97-99; PADRE ZACARIAS, MISIONERO CARMELITA EN LA INDIA 483 También, no obstante su relación tan cordial y cristiana con los no-católicos, deseó siempre la reunión de ellos con la Iglesia católica. Hasta el último momento de su vida terrena manifestó este deseo. En el Hospital de Vellore, el día 22 de mayo, día anterior a su muerte, preguntó al Hermano José: “‘¿Por que no tiene lugar la reunión de todos los cristianos?’ El Hermano respondió: ‘La unión llegará; sólo que puede tardar algún tiempo’. Hasta el último momento de su vida el misionero piensa en la conversión del mundo”.31 Él creía, como cualquier católico de su tiempo: “extra Ecclesiam non est salus”. Mientras, siguiendo la mentalidad de su tiempo, el Siervo de Dios anticipó el contenido de evangelización según el Magisterio de tiempos modernos en cuanto a la inculturación. Era consciente de que “Independientes con respecto a las culturas, Evangelio y evangelización no son necesariamente incompatibles con ellas, sino capaces de impregnarlas a todas sin someterse a ninguna”32. Aunque no iba predicando el evangelio a los no-cristianos, él formó y ayudó a formar ministros dignos de proclamar la Palabra de Dios. Además él había instituido varios medios de transmitirla al pueblo. “No hay evangelización verdadera, mientras no se anuncie el nombre, la doctrina, la vida, las promesas, el reino, el misterio de Jesús de Nazaret, Hijo de Dios”33. Con sus posibilidades limitadas y en su modo de hacer, él intentó procurar la liberación de sus prójimos y promover la justicia para ellos siendo su abogado. Dice el Papa Pablo VI: “Nos alegramos de que la Iglesia tome conciencia cada vez más viva de la propia forma, esencialmente evangélica, de colaborar a la liberación de los hombres... Trata de suscitar cada vez más numerosos cristianos que se dediquen a la liberación de los demás, etc.34”. El P. Zacarías fue un precursor del ecumenismo alrededor de Alwaye. El estaba convencido de que “el signo de la unidad entre todos los cristianos, como camino es instrumento de evangeliza31 32 33 34 KUNNAPPALLY, J. y D OMINGO DE SANTA TERESA, op. cit., p. 119. Cfr. Evangelii Nuntiandi, n. 20. Cfr. Ibidem, n. 22. Cfr. Ibidem, nn. 33-38, en particular, n. 38. 484 GABRIEL MALIAKKAL ción. La división de los cristianos constituye una situación de hecho grave, que viene a cercenar la obra misma de Cristo”35. Así en su ambiente social, el Siervo de Dios trató de testimoniar la unidad entre cristianos de diferentes comunidades. Podemos concluir que el Padre Zacarías, siendo fiel a las enseñanzas de la Iglesia de su tiempo, vivió también, en muchos aspectos, cincuenta años antes de tiempo, en el campo de la evangelización. 35 Cfr. Ibidem, n. 77; Ad Gentes, n. 6.