Download Discurso pronunciado por el Lic. Fernando Álvarez

Document related concepts

Sostenibilidad wikipedia , lookup

Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo de República Dominicana wikipedia , lookup

Modernidad wikipedia , lookup

Desarrollo sostenible wikipedia , lookup

Liberalismo económico wikipedia , lookup

Transcript
Discurso Universidad Autónoma de Santo Domingo
Fernando Alvarez Bogaert es uno de los más destacados hombres públicos
dominicanos post Trujillo. Fue secretario de Agricultura, director del Consejo
Estatal del Azúcar, embajador en Venezuela y en España y secretario de
Finanzas. También fue alto dirigente del PRSC y candidato vicepresidencial en
la boleta del PRD que encabezó el doctor José Francisco Peña Gómez. Alvarez
Bogaert es un académico, economista reconocido, con estudios en universidades
norteamericanas. A continuación el texto del discurso que pronunció el
miércoles 30 de septiembre del 2009 en la Sala Manuel del Cabral de la
Biblioteca Pedro Mir de la UASD, en ocasión de ser investido como profesor
honorario de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
La construcción del futuro
Expreso mi más profundo agradecimiento a la Universidad
Autónoma de Santo Domingo, institución educativa primaria
del país desde su fundación en el año 1538 por haberme
otorgado esta distinción en este momento de mi existencia.
Únicamente mi yo profundo conoce el significado de la
misma. Y expreso mi agradecimiento a su Rector Magnífico,
Doctor Franklin García Fermín, amigo entrañable y a cada
uno de los que hicieron posible este reconocimiento que
reconfortará mis días venideros.
El rol histórico de la Universidad
Uno de los roles más significativos, en el sector social y
educativo en toda la historia del país, le corresponde a la
Universidad Autónoma de Santo Domingo. Hay aspectos de
1
este rol que es evidente para todos: ha formado una cantidad
de profesionales pertenecientes a cada lugar del país, de
modo que su ejercicio se
territorio
derrama
generosamente por el
nacional, Muchos de sus egresados han jugado
papeles estelares en los eventos de mayor significación
de
nuestra historia. Pero el rol fundamental de esta universidad
lo encontramos, en un país donde no existe una red social,
en haberse convertido, como lo planteamos en este recinto
hace seis años, en la gran niveladora social de la República
Dominicana.
La Universidad Autónoma de Santo Domingo ha contribuido
grandemente a mitigar las grandes diferencias económicas y
sociales prevalecientes en nuestro país, al permitir que
ningún joven con talento y determinación, por pobre que sea,
no alcance su sueño: convertirse en profesional.
Posee dos logros extraordinarios contrarios, precisamente, al
rumbo, profundamente equivocado que ha tomando el país.
Nos referimos a la creciente y excesiva concentración en la
Capital en perjuicio de los pueblos del interior y al escaso
apoyo que se le da a la mujer para que ocupe el lugar que le
corresponde. Esta universidad ha enfrentado con decisión
estas
dos
aberraciones:
mantiene
abierto
14
centros
regionales que han permitido que decenas de miles de
estudiantes de provincias pudieran graduarse, que de otra
manera
no
hubiera
matricula el 66%
sido posible. Actualmente, en su
corresponde a las mujeres, algo insólito
2
en una nación en la que se les han impuesto tantos
obstáculos
de
carácter
discriminatorio.
Cuando,
inevitablemente, se logre el triunfo de la equidad de género la
Universidad Autónoma de Santo Domingo emergerá como
agente protagónica de esa hazaña
Significación de este acto
El día de hoy constituye uno de los más importantes en mi
carrera pública que empezó en el 1966 cuando regresé al
país, luego de ocho años de ausencia. En ese lapso estudiaba
economía,
becado
por
dos
importantes
universidades
norteamericanas: la de Purdue y la de Columbia.
La caída de la dictadura de Trujillo y la Revolución de abril
de 1965, sofocada por la intervención norteamericana,
ocurrieron en tiempo de mi ausencia. Sin embargo, mi
estadía
en
los
Estados
Unidos
representó
una época
fundamental para mi formación académica y humana.
Años tumultuosos en los Estados Unidos
Esos años fueron tumultuosos en los Estados Unidos,
dominados por tres eventos esenciales: la lucha por los
derechos de los ciudadanos de color, la lucha en contra de la
guerra de Vietnam y el asesinato del Presidente Kennedy.
3
Para mí, no obstante ser extranjero, las luchas a favor de los
derechos civiles se convirtieron, concomitantemente con los
estudios, en la parte fundamental de mi vida. Marché, como
miles de estudiantes universitarios de la época, junto al Dr.
Martin Luther King. De él aprendí, que en todos los
momentos históricos hay, simultáneamente, luces y sombras.
Asimismo que había que ser pragmático y adoptar una
actitud conciliadora
con todo el que fuera necesario, que
contribuyera a hacer más fulgurante las luces y, a la vez,
ayudara a mitigar los efectos negativos de las sombras.
Muchos de sus seguidores, traumatizados por las grandes
injusticias, a través de las décadas, no compartían la actitud
del Dr. Martin Luther King de aceptar la participación de
personas que en el pasado habían tenido actividades y
actitudes negativas al proceso. El insistió e impuso su
posición en el movimiento. Para él todo ser humano tenía el
derecho de reparar sus errores, y que esa reparación
constituía un acto poderoso de liberación que contribuiría a
hacer la causa cada vez más poderosa. El tiempo le dio la
razón a la actitud visionaria de ese gran hombre.
El tiempo le dio la razón a Martín Luther King
Lyndon Johnson, sureño de perfil político muy conservador y
con relaciones históricas con figuras adversas a la causa de
los derechos civiles, catapultado por el trauma del asesinato
del Presidente Kennedy, procedió a aprobar leyes radicales a
favor de los derechos civiles que demolieron todos los
4
obstáculos legales que habían sostenido durante 200 años la
abominable segregación racial en los Estados Unidos.
Desafiando la verdad convencional
En lo referente a lo académico, aprendí de varios eminentes
economistas que el estudio y la investigación eran muy
importantes, pero no suficiente. Que había actitudes que
eran fundamentales en el ejercicio de la economía, como por
ejemplo, no conformarse con la verdad convencional, sino
analizar los problemas desprovistos de cualquier prejuicio
que pudiera contaminar los resultados. En adición, aprendí
que
los conceptos de
sobriedad, institucionalidad y,
transparencia eran decisivos para liberar a una nación del
subdesarrollo. Y, además, me enseñaron que el rol principal
del liderazgo político y económico era, y continúa siendo, el
lograr conjugar, con eficiencia, ética y frugalidad, tres
aspectos esenciales: estudiar continuamente
las lecciones
del pasado para aprender de los logros y errores, gerencial el
presente construyendo al mismo tiempo el futuro La posición
pragmática, pero ética de Martin Luther King y la actitud
iconoclasta que me enseñaron en Columbia marcaron para
siempre mi posición hacia la vida.
5
Nacemos con un destino
Procedamos a realizar, en líneas generales, una evaluación de
las lecciones del pasado que nos llevaron a crear un presente
que ha impedido lograr el fin fundamental de una nación: la
construcción permanente del futuro. Al final, planteamos lo
que consideramos las acciones que hay que tomar para lograr
ese objetivo imprescindible.
Regresé al país para escribir la tesis y retornar para enseñar
e investigar en una universidad norteamericana. Pero en el
proceso de recuentro con el país, sucedió un hecho
importante en mi vida personal, conocí a la que hoy es mi
esposa con la cual contraje matrimonio a finales del año
1965. El otro evento significativo fue que con 25 años de edad
fui nombrado Secretario de Estado de Agricultura en uno de
los momentos más convulsionados de nuestra historia. Me
pregunté si podía ser al mismo tiempo un funcionario
modernizador y
un amortiguador de los excesos y la
intolerancia de la época. En mi respuesta, afirmativa, tuvo un
peso preponderante las relaciones de hermanos que tenía,
desde niño, con José Francisco Peña Gómez. Con él,
especialmente, durante el período del año 1966 al 1978,
salvamos muchas vidas, incluyendo la de él en incontables
ocasiones. Juntos fuimos protagonistas de muchas acciones,
algunas conocidas, otras a ser reveladas próximamente, que
contribuyeron
a
evitar
eventos
que
hubieran
afectado
6
negativamente el proceso democrático dominicano. Esa
identidad de propósito, y respetando el hecho de que
militábamos en partidos diferentes, duró, sin haber tenido
nunca una diferencia, hasta el mismo día de su muerte en el
1998.
Un nuevo modelo económico
Concomitantemente del 1996 al 1975
me tocó dirigir,
primero la Secretaría de Agricultura y luego el CEA, después,
donde la gestión se caracterizó por la implementación de las
prácticas más avanzadas tanto en los aspectos operacionales
como en los fabriles y en las siembras y los cultivos, logrando
esas instituciones su máximo esplendor histórico. Este
hecho, junto a las leyes de incentivo industrial y turístico,
promovió un vigoroso crecimiento económico balanceado con
gran
frugalidad,
sin
endeudamiento
externo,
con
una
exportación creciente de bienes y servicios, dando como
resultado una impresionante creación de empleos.
Me siento obligado a resaltar dos aspectos:
a. En el crecimiento explosivo de la producción del CEA
jugaron un rol preponderante los líderes de sindicatos
libres que eran parte integral de la operación del CEA.
b. Entre el 1968 al 1972 se enviaron más de 150 jóvenes a
estudiar ciencias agrícolas a prestigiosas instituciones del
7
exterior
para
que
luego
fueran
los
principales
protagonistas en el proceso de convertir la agropecuaria
dominicana en la más eficiente de América Latina.
A mediados de los años 70, llegó al país la Ley PL-480
mediante la cual los norteamericanos vendían a precios
altamente subsidiados, a diez años y casi sin interés, sus
excedentes, lo que se constituyó en un caso extremo de
competencia desleal y de distribución social. Nosotros
hicimos todo lo posible, y lo indecible, para detener la
aplicación de esa ley. Con la eventual aplicación de esa ley se
inició el calvario de la zona rural.
El modelo de crecimiento balanceado con endeudamiento
moderado fue continuado, pero con algunas importantes
modificaciones por los gobiernos de Don Antonio Guzmán
Fernández y el del Dr. Jorge Blanco. Ahora, ¿cuáles fueron
esas modificaciones?, veamos:
1. Empezó un aumento rápido en el número de empleados
públicos.
2. El uso de la PL-480 se generalizó, afectando gravemente
el sector rural. Muy especialmente en la zona fronteriza,
donde
existía,
debido
al
cultivo
de
maní,
una
prosperidad moderada. De hecho, la frontera. Jamás se
recuperó de los efectos de la implementación de esta ley.
8
Un cambio profundo de paradigma
A partir de ese momento, se inició paulatinamente el proceso
de cambios del modelo que había funcionando bien. Se
planteó que la agropecuaria no era competitiva y que
empobrecía a la población. La elite que se había formado en
el exterior para hacer la revolución agropecuaria fue relegada
de una manera mal intencionada. La expresión extrema de
esta nociva y nada patriótica actitud fue la destrucción del
Consejo Estatal del Azúcar, el cual, en su punto máximo,
tenía más de 40,000 obreros, más de 20,000 colonos y más
de 100,000 empleos indirectos.
El nuevo modelo se sustentaba en las exportaciones de
servicios y en la ampliación del consumo a través de un
aumento creciente en el número de empleados públicos y un
incremento exponencial en los gastos corrientes. Este modelo
burocrático y politizado, que se aceleró exponencialmente en
la década del noventa, se caracterizó por concretarse en el
manejo del presente (el inmediatismo) a expensa de la
9
construcción del futuro, que es el elemento esencial en el
progreso de una nación.
Con mi renuncia al Partido Reformista y mi alianza con José
Francisco fue, precisamente, para crear un frente amplio que
retornara al modelo económico balanceado, pero revistiéndolo
de una mayor equidad social. Los terribles acontecimientos
del 1994 eliminaron el último obstáculo a la entronización de
un
modelo
desbalanceado,
altamente
dependiente
del
exterior, orientado a crear decenas de miles de empleos
gubernamentales
para
compensar
los
perdidos
en
la
agropecuaria y la industria, lo que condujo, inevitablemente,
a la creación de un Estado hiperburocrático caracterizado por
una politización excesiva.
Una nación anclada en el presente
El tiempo presente secuestró al pasado y al futuro. Se adueñó
de los espacios temporales y de los escenarios. El presente,
como animal insaciable, todo lo devoró. Este presente, al que
nos referimos, corresponde al espacio temporal que abarca
las dos últimas décadas. Lapso en que tapiamos la ventana
que nos permitía vislumbrar los horizontes.
Nos dejamos seducir por la magia de lo inmediato, del menor
esfuerzo y engendramos este drama, este modo de vida
marcado por la incertidumbre, la falta de certeza, el dejar
hacer, el delegar responsabilidades, por el predominio de la
10
improvisación y el facilismo. Todo este cúmulo de grandes
desaciertos generados en los distintos estamentos de la
sociedad ha desencadenado graves consecuencias, como el
deterioro del espacio de las nuevas generaciones, pues el
mundo no termina con nosotros.
Esta es la realidad que se nos ha impuesto: estamos anclado
en un presente estático. El pensar y actuar se refugia en una
inmediatez bien consciente y muy bien inducida por los
grupos de mando. La creación permanente del futuro no es
prioritaria, y sólo se menciona de una manera retórica. Nos
desenvolvemos en el espacio temporal que posee menos
firmeza: el presente. Obviamos el que vitaliza la visión y el
proyecto, el futuro. No importa las experiencias que aporta el
pasado, de ahí tantos equívocos y errores. Esta actitud, la de
asumir como único espacio el presente, proviene de una
metamorfosis que, a toda costa, no se quiere recordar. Se
entierra la dignidad de los actos del pasado, la forma de vida
del presente borra todo asomo de heroísmo.
Asistimos, aunque sea de espectador, a la fiesta de un
consumismo extremo muy por encima de nuestra capacidad
real de nación. La sobriedad y la mesura han sido
virtualmente obviadas, relegadas, como virtudes humanas.
Este afán de desconocer el futuro, de anclarnos en el ahora,
nos lleva a desconocer nuestra propia naturaleza, nuestra
propia identidad.
11
El hombre y la mujer tienen que imprimirle permanente
sentido de misión a la vida. ¿No es acaso, nos preguntamos:
que un proyecto que se afirma en la inercia, en el
inmovilismo, en el delegar en otros, una franca expresión de
irresponsabilidad ciudadana? Nacemos para algún fin, no
somos, o no debemos ser, un dígito más de la computadora
universal, sino personas con voluntad viva, con visión de vida
y con un sentido de misión, de lo contrario nuestra vida sería
estéril.
El panorama al que hemos asistido se caracteriza por la
preeminencia de un individualismo extremo donde el yo reina
campante por encima de todas las cosas.
Veamos en líneas generales las consecuencias de esta forma
de ejercer el poder público y el privado tanto en el ámbito
económico-social como en el político-institucional.
Efecto en el ámbito económico-social
Procedamos,
a grandes líneas, a presentar los resultados
reales de este proceso que se ha incubado durante casi dos
décadas de concentración casi total en el presente:
a. Un aumento exponencial en el número de empleados
públicos hasta llegar a la increíble suma de 600,000 en
una nación de apenas 10 millones de habitantes.
b. Un aumento en la deuda pública (externa, interna). De
hecho, tan solo del 2,000 a un proyectado para el 2009,
el endeudamiento externo y el interno dolarizado a la
12
tasa de cambio actual (sin considerar los certificados del
Banco Central) aumentó de 4,142 millones de dólares a
cerca de 13,000 millones si contamos los certificados del
Banco Central como deuda, el aumento fue en el mismo
lapso de 4,142 millones de dólares a 18,000 millones de
dólares.
c. Como consecuencia de estos dos incrementos, el
excepcional crecimiento de las recaudaciones
en los
últimos seis años, lo que es un gran logro legítimo del
actual gobierno, se están utilizando preponderante en
gastos corrientes, impidiendo
el ahorro necesario que
permitiera hacer las grandes y necesarias inversiones
públicas con el propósito de catapultar la producción
con recursos propios.
d. Un descalabro eléctrico de tal magnitud que ocupamos
el lugar 129 de 30 naciones medidas por el Foro
Económico Internacional en la eficiencia del manejo del
sector eléctrico.
e. Y una inversión per cápita en la educación, que
constituye un factor clave para la competitividad y la
productividad, es apenas un 40% de lo que invierten en
este sector países similares al nuestro, etc.
Efectos en el ámbito político-institucional
Haber asumido el presente como único espacio de acción
ha generado un cambio radical en nuestro sistema político,
que ha procedido, casi de manera inevitable a crea un
sistema
electoral
cuya
única
virtud
consiste
en
13
proporcionar cada cuatro años una distribución del poder
de Estado y de los beneficios que este produce, lo que
conduce inevitablemente a la corrupción pública y privada.
Esto no solo está ocurriendo en nuestro país, sino en
muchas naciones del mundo, provocando una profunda
devaluación
en
la
percepción
ciudadana
acerca
del
ejercicio de la política. Esta situación la describe de una
manera magistral Daniel Innerarity en su libro: el futuro y
sus enemigos. Me permito apoderarme de un párrafo de
este extraordinario libro:
“El mayor consenso que existe en torno a la política
es que ya no es lo que era: una actividad estimada,
dotada de autoridad y prestigio, generadora de
entusiasmo colectivo, una delegación de confianza.
De la exaltación de la política hemos pasado a la
desafección generalizada, cuando no a un profundo
desprecio. Las encuestas revelan un creciente
desencanto
que
equivocadamente,
a
algunos
mi
juicio-
interpretancomo
absoluto
desinterés, pero que deberíamos analizar con mayor
sutileza. No estamos ante la muerte de la política
sino en medio de una transformación que nos obliga
a concebirla y practicarla de otra manera”.
Siete años definitorios de mi vida
En los últimos siete años me he entregado, completamente, al
estudio del comportamiento de la sociedad dominicana
14
contemporánea,
teniendo
comportamiento
internacional
dominicana
depende
siempre
en
un
de
ya
que
80%
de
referente
el
la
economía
la
economía
internacional.
Tres feroces revoluciones socio-económicas
Es, en cierto modo, mi reencuentro de forma definitiva con
mi primaria vocación: la investigación y una incesante
actividad
didáctica.
Desde
luego,
existen
hechos
muy
concretos que de forma directa me impulsaron a la búsqueda
de una explicación razonable al momento histórico en que
vivimos. ¿Cuáles fueron estos hechos? Estos fueron los
siguientes:
A
partir
del
1985
empezaron
ha
operar
concomitantemente las dos revoluciones socio-económicas
más feroces en la historia de la humanidad: la de la
tecnología y la de la globalización, regida por la Ley de Moore,
que duplica cada 18 meses la capacidad de computación de
los denominados “chips”, posibilitando un cambio tanto
abrupto como disruptivo: el internet, el cual se ha expandido
de una manera explosiva tanto cualitativa como cuantitativa.
La de la globalización que se ha sustentado en dos aspectos
fundamentales: a) la eliminación de las tarifas que protegían
la producción interna, y b) la creación de un modelo
revolucionario
de
la
producción,
el
proceso
de
15
“especialización vertical” donde lo que se producía antes en
un solo país, actualmente se produce concomitantemente en
varios países. Estas dos revoluciones aumentaron en tan solo
20 años el número de consumidores reales (aquellos que
consumen bienes durables- estufas, televisores, etc.) de 1,400
millones a 2,300 millones, proceso que antes llevaba más de
un
siglo.
Además,
estas
dos
revoluciones
adicionan
anualmente no menos de 40 millones de consumidores. Y
tenemos que hacer hincapié que al mismo tiempo estas dos
revoluciones han causado enormes dislocaciones sociales en
todos los países del mundo.
A partir del inicio de la década de los ochenta empezó a
operar
especialmente
en
Estados
Unidos,
el
criterio
económico de que el mercado funcionaba mejor entre menos
regulaciones existieran; o sea, se creó un capitalismo
fundamentalista que dio paso a la tercera revolución
financiera que llegó a su extremo del 1998 al 2007.
La interacción de esas tres feroces revoluciones tiró por el
suelo todas las teorías y los paradigmas económicos y todas
las ideologías políticas prevalecientes. En diciembre del 2007,
la revolución financiera parió la crisis actual: la peor desde la
depresión del 1929 al 1936. Afortunadamente, dentro de
estas graves dificultades, las grandes naciones han usado
enormes estímulos fiscales y extraordinarias inyecciones
monetarias, que luego de esta gran recesión, permitieron que
en
este
tercer
trimestre
se
empiece
un
proceso
de
recuperación moderado, aunque con nivel muy alto de
16
desempleo para el 2010: un promedio de 9.5% en Estados
Unidos y casi 20% en España que son nuestros dos socios
comerciales fundamentales.
Lo que indica que la mejoría
económica de nuestro país en el año 2010 será relativamente
leve.
Me
ha
tocado,
pues,
dedicarme
a
la
investigación
precisamente en el período más complejo y explosivo de la
historia económica del mundo. Esas investigaciones han
producido una serie de ensayos que se han publicados en el
periódico Hoy, algunos en Clave Digital y la Información de
Santiago, juntos con las obras “Anatomía de la República
Dominicana 2008” y “El abrupto deterioro de la economía
internacional: un reto histórico para cada dominicano”. Estos
trabajos integran una reflexión sobre el presente dominicano
a
la
luz
de
los
estremecedores
acontecimientos
internacionales y al ejercicio inmediatista del poder, y lo
único cierto y durable: la construcción permanente del
futuro.
Acciones previas para la construcción del futuro
La construcción permanentemente de un futuro repleto de
progreso económico y social demandará la
ejecución de
medidas drásticas que deshagan los daños acumulados en
las dos últimas décadas, al haber estado gerenciada la nación
de un manera inmediatista. ¿Y cuales serían esas medidas?
Procedamos a exponer algunas:
17
1. Hacer un proceso de reingeniería mayor que transforme
dramáticamente el modelo hiperburocrático que ha
impedido crear el ahorro necesario para emprender con
recursos propios las grandes inversiones productivas
que demanda nuestra nación.
2. Privilegiar
la
producción
inversión
nacional,
estatal
con
que
énfasis
motorice
especial
en
la
la
producción exportable.
3. Priorizar la inversión en la educación a los niveles de los
países similares al nuestro.
4. Demoler todas las barreras que se han erigido en las
últimas décadas que han erosionado profundamente la
competitividad
del
sector
productivo
nuestro.
Por
ejemplo:
a) Hacer eficiente, tomando las medidas que fuesen
necesarias, la producción de energía eléctrica ya
que actualmente un kilo watts nos cuesta 25
centavos de dólar, mientras que en Centroamérica
este cuesta 15 centavos de dólar.
b) El del manejo monopolístico de la carga.
c) De los productos en puertos.
d) El peso sobrevaluado, una tasa de interés real
alto, etc.
18
Todas
estas
medias,
las
cuales
son
posibles
y
necesarias, van a demandar un cambio profundo de la
forma de operar de nuestra clase política.
La única salida de la Patria Amada: la
construcción permanente del futuro
Lo expresando hasta ahora, en esta memorable ocasión
de mi vida, tiene un propósito central: presentar ante
ustedes lo que viene gravitaron en mi conciencia desde
hace años. Se trata del futuro de nuestro pueblo.
La construcción permanente del futuro debe verse como
la nueva ideología
de los hombres y las mujeres que
amen al país, especialmente de los jóvenes, aquellos que
piensan, sin demagogia, sin estridencias publicitarias,
con honradez absoluta, que al asumir esta actitud están
conservando la vida propia y , más aún, la descendencia
misma.
Adoptar
el
futuro
como
ideología,
si
cabe
la
consideración teórica, no supone relegar el presente, ni
tampoco desentenderse del pasado. No, si tal cosa
aconteciera, estaríamos procediendo como los que han
hecho del presente su templo. Se trata de tomar el
futuro como eje, y hacer de éste la fuerza y el ámbito
para el vivir. Desde luego, esta nueva construcción
requiere de las experiencias serenadas del pasado y de
ejecutorias
atinadas del presente. La trilogía que
conduce a un fin único es ésta: el futuro como fuente de
19
experiencia y soporte y lo bueno de la efervescencia
gerencial del presente.
Nuestras fortalezas
Por las fortalezas que posee nuestro paìs, esta ideología,
el futuro, puede encontrar el espacio más fértil para
enraizar y echar frutos en tiempo razonable. Las
fortalezas que nos proporcionan las fuerzas para
encausarnos por un camino de progreso colectivo
verdadero, las podemos sintetizar en las siguientes:
a. El acceso, libre de impuestos -uno de tan solo seis
naciones en el mundo-, a los dos mercados más
grandes del mundo: el de Los Estados Unidos y el
de la Mancomunidad Europea. Estos mercados
representan unos 500 millones de consumidores
reales. En otras palabras, si fuéramos competitivos
podríamos producir 5 ó 6 veces lo que producimos
actualmente y tendríamos un mercado seguro y
eliminaríamos, de una manera quirúrgica, el grave
problema de desempleo.
b. Una ubicación geográfica excepcional, pues nos
permite llegar a los mercados del mundo, sobre
todo a los del Estados Unidos, en muy poco
tiempo. Este sólo hecho nos proporciona razones
para mantener un aparato productivo intenso y
extenso.
Y
los
beneficios
se
derraman;
producción, empleos, divisas.
20
c. Una clase empresarial urbana y rural con amplia
experiencia
y
condiciones
que
con
le
grandes
permite
flexibilidades,
adaptarse
a
los
cambios, con rapidez y eficacia, que se suceden en
el mundo interconectado como es éste, el que
vivimos
d. Una mano de obra productiva.
e. Tierras abundantes y fértiles.
f. Un pueblo con sólida madurez social y una
capacidad de tolerancia excepcional; y que sabe
asimilar
esperable
las
y
adversidades
resistir
más
con
allá
un
de
lo
estoicismo
asombroso los momentos de crisis social y
económica prevaleciente en el país.
g. Una juventud – centenares de miles que se
preparan cada día en los centros académico del
país
_
aquí,
en
este
legendario
recinto
académico, tenemos la viva prueba-.
h. Tres sectores claves: el de zonas francas, el
turístico, y una diáspora que crea riqueza y la
comporte con sus familiares, pues nunca se ha
distanciado de su tierra. La diáspora china y de
la India jugaron un rol protagónico en el
explosivo crecimiento de esos dos países a
diferencia
de
esas
dos
grandes
naciones,
21
nuestro país no ha involucrado en el proceso de
desarrollo
a
las
decenas
de
miles
de
dominicanos que han creado en el exterior
negocios exitosos y que han obtenido grandes
logros en el ejercicio profesional.
Un país con un destino luminoso
En conjunto, estas extraordinarias fortalezas hacen del país
un territorio enormemente fecundo para lograr esta visión,
que no es nueva, pues responde al anhelo de bienestar y
progreso a que todos aspiramos desde hace tiempo.
¿Qué tenemos que hacer? comprender que no hay nada más
incontenible, aún en los momentos más difíciles de un país,
que una nación movilizada, con un claro objetivo y con un
profundo sentido de misión. Entonces procedemos sin
demora, a crear una sociedad donde el inmovilismo, el
facilismo y el ejercicio del poder por el poder mismo sea
reemplazado
por
una
obsesión
militante
de
estar
construyendo permanentemente el futuro.
No debemos tener la menor duda de que si todos, desde el
Presidente la República al más humilde ciudadano, obramos
de esa manera lograremos, en un tiempo no muy extendido,
22
los objetivos fundamentales que todo ciudadano debe buscar.
¿Y cuáles son esos objetivos que debemos perseguir?:
1. La creación de una nación que se caracterice por una
democracia participativa donde el ciudadano común sea
el principal protagonista de su propio destino.
2. Una nación donde, el ejercicio público sea la actividad
más noble.
3. Una nación donde la solidaridad subyugue el egoísmo.
4. Una nación donde se privilegie la educación y la
producción.
Esa nación que, inevitablemente lograremos, operará en
un
incontenible
estado
de
progreso
económico
que
permitirá crear todos los puestos de trabajos demandados
por nuestros ciudadanos y parirá, inexorablemente, un
país con sentido de equidad social, con un acendrado
patriotismo y un nivel profundo de espiritualidad.
23
24