Download nuestra alimentación?

NUTRICIÓN
¿Quién controla
nuestra alimentación?
Las bacterias intestinales manipulan nuestra conducta alimentaria para sobrevivir.
Por Elena Pérez, Bioquímica- Bióloga Molecular. Especialista en Alimentación y Nutrición Aplicada
www.futurlife21.com
AUNQUE SUENE A PELÍCULA DE CIENCIA FICCIÓN. ¡Nuestras propias
bacterias nos manipulan! No os asustéis pero es verdad ¡somos más
bacterias que humanos! Por cada célula de nuestro cuerpo encontramos más de 10 microorganismos (hongos, levaduras, bacterias…). Principalmente localizados a lo largo del sistema digestivo, forman parte de
nuestro propio yo. Los excesos alimentarios pueden desequilibrarlas y
cuando pierden su armonía son capaces de alterar nuestro estado de
ánimo y manipular la elección de nuestros alimentos.
La mayoría de este conjunto de “mini seres” (microbiota) no son dañinas para la salud y son imprescindibles para el metabolismo de
ciertos carbohidratos, la especialización y activación del sistema inmunológico. También regulan el crecimiento de células intestinales,
la síntesis de ciertas vitaminas (K y B) y son claves para bloquear tóxicos enmascarados en los alimentos mientras favorecen la absorción de nutrientes.
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ero nuestro microbiota o “Serengeti” particular es único (como nuestra huella digital)
y cambiante. En tan solo 24 horas, según el
estilo de vida y los hábitos alimentarios, es
capaz de variar y tener comportamientos
muy diferentes. Los viajes, el estrés, los excesos y los defectos alimentarios, los medicamentos… le afectan directamente y se
desequilibran. Cuando esto ocurre, según
un estudio reciente (1), los microorganismos
que habitan el intestino, pueden influir en
las decisiones con respecto a la elección de
los alimentos que se toman, mediante la li-
“Dependiendo de las especies de
bacteria que compongan la
microbiota intestinal, pueden variar
los nutrientes que “ellas”
necesitan, unas pueden preferir
azúcar y otras grasas”
beración de moléculas de señalización en el
intestino. Debido a la relación que existe
entre el intestino y los sistemas inmunológico, endocrino y nervioso, estas señales podrían influir en las respuestas fisiológicas y
de comportamiento.
Dependiendo de las especies de bacteria
que compongan la microbiota intestinal,
pueden variar los nutrientes que “ellas” necesitan, unas pueden preferir azúcar y otras
grasas. Las bacterias no sólo compiten por
conservar “su territorio” dentro de su ecosistema en el tracto digestivo, sino que tam-
bién pueden tener diferentes “gustos” alimentarios para poder desarrollarse y en
lugar de ser pasivas ya no se conforman
simplemente con vivir de los que ingerimos
y demandan “su” comida.
Sin darnos prácticamente cuenta, nos encontramos en una carretera de doble sentido: si NO mantenemos hábitos y estilos de
vida saludables, se altera la microbiota y si
se altera la microbiota, ella, MANDA y decide
que desea comer e influye directamente en
nuestras decisiones alimentarias y en nuestro estado de ánimo y comportamiento.
LOS MICROBIOS tienen la capacidad
de manipular el comportamiento y estado
de ánimo a través de la alteración de las
señales nerviosas en el nervio vago, cambiando los receptores del gusto, produciendo toxinas que nos hacen sentir mal,
y liberando recompensas químicas para
hacernos sentir bien.
(1) Is eating behavior manipulated by the gastrointestinal microbiota? Evolutionary pressures and potential mechanisms Joe
Alcock1, Carlo C. Maley2, 3, 4, * andC. Athena Aktipis2, 3, 4, 5 Article first published online: 7 AUG 2014DOI: 10.1002/bies.201400071.
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A
hora que ya sabemos que nos ocurre y
quien parece implicado en la falta de
control de nuestros impulsos y gustos alimentarios, vamos a ver cómo, de manera
sencilla, podemos mantener el equilibrio
de este ecosistema tan densamente poblado. Simplemente elegir algunos alimentos que nos ayuden a repoblar la
microbiota saludable (probióticos) y la
alimenten adecuadamente (prebióticos),
después de unos días de excesos, será
algo que nuestro cuerpo agradecerá con
total seguridad.
¡Comienza con un
desayuno perfecto!
Desayunar yogur casero preferiblemente kéfir (rico en probióticos) natural
con frutas y semillas (ricas en prebióticos) es una perfecta combinación
para empezar correctamente nuestro día en colaboración con nuestras bacterias “amigas”.
Si además tomas una infusión y tostada con salvado de avena, trigo sarraceno o similar, algo de fiambre bajo en sal y grasa, añade algún germinado
y será perfecto para afrontar con energía un día lleno de imprevistos.
Haz una pequeña “detox”, siempre dirigida por un profesional de la salud,
para mantener tu cuerpo en armonía y refuerza tus platos ricos en legumbres, frutas y verduras con germinados y algas o bien un toma algún complemento con algas rico en fucosa (2).
¡Enseguida te darás cuenta de que
la ansiedad se reduce y eres libre!
(2) Detección fucosa regula la colonización bacteriana intestinal Alline R. Pacheco, Meredith M. Curtis, Jennifer M. Ritchie, Diana Munera, Matthew K. Waldor, Cristiano G. Moreira y Vanessa Sperandio doi: 10.1038 / nature11623 (18 de noviembre 2012)
Consultorio de Nutrición
de la Dra. Elena Pérez
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Respuesta a los lectores sobre los lácteos
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