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La mujer en el Corán
Sania Mirza
Mujeres citadas en el Corán
Mujeres en la tradición del Profeta
Avance respecto a la discriminación femenina
La creación de la mujer
Obligaciones de la mujer en la vida social
El matrimonio
El divorcio
El velo
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La Mujer en el Corán
La mayoría de los que escriben sobre las mujeres en el Islam están de acuerdo en que es muy
importante retroceder a estas fuentes originales y reinterpretarlas en el contexto de la sociedad en
que vivimos ahora, para eliminar las corrupciones que han sido incorporadas a las leyes, debido no
sólo a las fuentes indígenas culturales, sino también a los esfuerzos de los colonialistas europeos por
"reformar" la Shari'ah (ley islámica). Por todo esto, lo correcto es remitirse a estas fuentes
originales, El Corán y Hadith.
El Corán tiene mucho que decir sobre las mujeres y a las mujeres . Por ejemplo, toda una Sura
(capítulo) se titula "Mujeres" (la sura 4), y otro lleva el nombre de Maryam (sura 19), la madre de
Jesus (qlpsce).
Mujeres citadas en el Corán. El tema de las mujeres también aparece en otras partes. En algunas
historias del profeta tenemos los ejemplos de cinco mujeres:
- Hawwa (Eva), la mujer de Adan, no como la tentadora que lleva a Adan al pecado, sino
como una compañera responsable que, junto con él es, más tarde, perdonada por Allah. El
Corán no describe a Eva como la principal persona responsable del pecado, ni la libra del
mismo. El Corán dice:
(Corán 7:19-22) ¡Oh, Adán! Habita con tu esposa en el Paraíso, y comed cuanto deseéis
de lo que hay en él, mas no os acerquéis a este árbol, pues de hacerlo os contaríais entre
los inicuos. Pero Satanás les susurró con el fin de que [desobedecieran a Allah y así]
fueran despojados de sus prendas [y privados de las gracias que les habían sido
concedidas] diciéndoles: Vuestro Señor os prohibió acercaros a este árbol para que no os
convirtáis en Ángeles o en seres inmortales. Y les juró: Yo os aconsejo para vuestro bien. Y
les sedujo con mentiras. Cuando ambos comieron del árbol quedaron desnudos, y
comenzaron a cubrirse con hojas del Paraíso, entonces su Señor les llamó: ¿No os había
prohibido comer de este árbol y advertido que Satanás era vuestro enemigo declarado?
- También tenemos a la mujer de Nuh (Noé) (qlpsce), que traiciona a su marido y es vista
como ejemplo de los no creyentes, junto con la mujer de Lot.
(Corán 66:10) Allah expone como ejemplo para los incrédulos a la mujer de Noé y a la
mujer de Lot: Ambas estaban casadas con dos de Nuestros siervos justos pero les
traicionaron [en la fe], y [Noé y Lot] no pudieron hacer nada [por ellas] ante Allah. Y se
les dirá: Entrad ambas en el Fuego junto con los demás condenados.
- La mujer de Abraham, que se ríe de las noticias, traidas por el ángel, de que va a tener un
hijo a su edad avanzada.
- La mujer del Faraón, que salva al pequeño Musa (Moises) (qlpsce), y junto con Myriam,
madre de Jesus (qlpsce), es uno de los dos ejemplos femeninos de buen creyente.
(Corán 66:11) Y expone como ejemplo para los creyentes a la mujer del Faraón [que era
una verdadera creyente], cuando dijo: ¡Oh, Señor mío! Constrúyeme, junto a Ti, una
morada en el Paraíso y sálvame del Faraón y de sus terribles obras. Sálvame de este
pueblo inicuo.
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- La mujer de Aziz, que intentó seducir a José (Yusuf), es, sin embargo, tratada con
simpatía, cuando muestra a sus amigas lo guapo que es y todas se cortan con el cuchillo
que tenían en la mano al ser distraidas por su belleza. Y aún hay más mujeres.....
Pero una sola mujer es nombrada en el Corán con su nombre propio, y es notoriamente la preferida
de Allah: María (Mariam, Miriam) la virgen madre de Jesús. Todo un capítulo del Corán, el 19,
viene con su nombre y es consagrado a su hermosa historia.
Hay que notar que las cuatro mujeres mencionadas como ejemplos son válidos tanto para las
mujeres como para los hombres musulmanes, para demostrar que esposible ser un verdadero
creyente en circunstancias difíciles y un no-creyente en circunstancias favorables.
- Los dos buenos ejemplos creyeron, a pesar de las actitudes de aquellos que las rodeaban.
La mujer del Faraón salvando a Moises de las órdenes malvadas de su marido, de matar a
todos los primogénitos hebreos y Myriam, enfrentándose a las acusaciones de inmoralidad
cuando se presentó con su bebé y proclamando su virginidad.
- Los dos malos ejemplos fueron no-creyentes, a pesar de estar casadas con profetas de
Allah. Ninguno de estos ejemplos muestra una imagen tradicional de la mujer "sumisa".
Mujeres en la tradición del Profeta. También podemos ver a las mujeres contemporaneas al
Profeta, sus esposas e hijas. Una de sus esposas, Umm Salamah, se quejó de que el Corán estaba
sólo dirigido a los hombres y entonces un gran pasaje fue revelado al Profeta, dirigido claramente a
los hombres y a las mujeres en todos sus versos y dejando clara la igualdad de responsabilidades y
recompensas tanto para los hombres como para las mujeres musulmanes. Hasta 10 veces es
proclamada la igualdad espiritual del hombre y la mujer. En muchas otras aleyas Dios se refiere
tanto a la mujer como al hombre en sus derechos y obligaciones sin hacer distinción.
(Corán 33:35) Para los musulmanes, creyentes y devotos de ambos sexos, para el verdadero
hombre y la verdadera mujer, para el hombre y la mujer paciente y constante, para los
humildes, para el hombre y la mujer que da para la caridad, para el hombre y la mujer que
ayuna, para el hombre y la mujer que se mantiene puro (casto) y para el hombre y la mujer
que dedica mucho de su tiempo en alabar a Dios. Para éstos, Dios tiene preparado el perdón
y una gran recompensa.
Aishah, su esposa más joven, creó un escándalo cuando, en el desierto, se alejó sóla, en busca de un
collar que había perdido y la caravana en la que hiba se adelantó sin ella. Un joven la rescató y
regresó con ella, lo cual creó rumores de que se había quedado haraganeando con él. Esto le cusó un
gran dolor, tanto a ella como al Profeta y pasó un largo tiempo antes de ser aliviados por otra
revelación (24:4), exigiendo que aquellos que hagan acusaciones contra las mujeres castas, deberán
presentar cuatro testigos presenciales al acto, o sufrir azotes ellos mismos y su evidencia rechazada
para siempre.
(Corán 24:4) Y a quienes difamen a mujeres decentes [acusándolas de fornicadoras o
adúlteras] y no presenten cuatro testigos de ello, aplicadles ochenta azotes y nunca más
aceptéis su testimonio. Ellos son los descarriados.
Hay pasajes dirigidos especificamente a las mujeres del Profeta como grupo, por ejemplo:
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(Corán 33:32-34) ¡Mujeres del Profeta! No sois como cualquier otra mujer, si tenéis temor
(de Allah). Así pues no seáis suaves al hablar de manera que aquel en cuyo corazón hay una
enfermedad pueda sentir deseo; hablad con palabras adecuadas.
Y permaneced en vuestras casas, no os adornéis con los adornos del tiempo de la ignorancia,
estableced el salat y entregad el zacat y obedeced a Allah y a Su mensajero.
Allah sólo quiere que se mantenga alejado de vosotros lo impuro, ¡Oh gente de la casa! y
purificaros totalmente.
Y recordad los signos de Allah y la Sabiduría que se mencionan en vuestras casas; es verdad
que Allah es Sutil y está perfectamente informado.
Otros pasajes están dirigidos a sus esposas, hijas, y las mujeres de los creyentes, a través del
Profeta. Otros fueron revelados como respuesta a preguntas de mujeres comunes, como la
relacionada a la práctica del divorcio por abstinencia en el matrimonio (zihar). Una mujer se quejó
al profeta de que su matrimonio la había dejado insatisfecha sexualmente, pero sin la libertad de
casarse con otro hombre y un verso fue revelado condenando esta práctica:
(Corán 58:1) Allah ha escuchado las palabras de la que recurrió a ti para defenderse de su
esposo y en su queja suplicaba a Allah; y Allah escuchaba vuestra discusión. Realmente
Allah es Quien oye y Quien ve.
Otro pasaje fue revelado en contestación a la queja de una mujer sobre el modo en que su marido
quería hacer el amor.
(Corán 2:223) Vuestras mujeres son como un campo de labranza, sembrad, pues vuestro
campo [mantened relaciones con ellas] de la manera que queráis. Haced obras de bien para
que os beneficiéis, y temed a Allah puesto que os encontraréis con Él; y albricia [¡Oh
Muhammad!] a los creyentes.
Como ves, El Corán es un libro que tiene mucho que decir a las mujeres y sobre las mujeres. ¿Qué
dice? Ya hemos visto que no condena a todas las mujeres, siguiendo la imagen de Eva, como
sabemos que ha hecho el Cristianismo. Vemos que, a menudo, apoya a las mujeres que se quejan de
injusticias, en el matrimonio, divorcio, y en acusaciones falsas.
Avance respecto a la discriminación femenina. Para las mujeres, el Islam es una bendición
especial y el profeta del Islam es en verdad el más grande de los benefactores de las mujeres. En
Arabia, antes de que llegara el Islam, el nacimiento de una niña era considerado una desgracia y
vergüenza. Los padres las enterraban vivas, pero esta injusticia fue reparada por el islam:
(Corán 16:58-59) Cuando se le anuncia a uno de ellos [el nacimiento de] una niña, se refleja
en su rostro la aflicción y la angustia. Por lo que se le ha anunciado se esconde de la gente
avergonzado y duda si la dejará vivir a pesar de su deshonra o la enterrará viva. ¡Qué
pésimo lo que hacen!
(Corán 81:1-9) Cuando el Sol sea arrollado, las estrellas se extingan, las montañas sean
pulverizadas, las camellas preñadas sean abandonadas [es decir que el hombre desatenderá
hasta los bienes más preciados], los animales sean congregados [para ser juzgados], los
mares se enciendan, los hombres sean agrupados [según sus obras], se pregunte a las niñas
que fueron enterradas vivas, por qué pecado las mataron [Los árabes en la época
preislámica enterraban a sus hijas vivas por temor a la pobreza o a que éstas pudiesen caer
en manos de los enemigos].
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El Corán está en contra de esta práctica, declarando que las evidencias de ello serán registradas, y
quienquiera que haga así será llamado a rendir cuentas. Cabe destacar que esta prescripción de
prohibir el infanticidio era la primera enmienda de su clase en la protección de los derechos de la
mujer.
(Corán 6:40) Por cierto que han perdido quienes mataron a sus hijos por necedad e
ignorancia, y vedaron lo que Allah les había proveído, inventando mentiras acerca de Él.
Ciertamente estaban extraviados y no siguieron la guía.
El Corán considera el nacimiento de una niña como un regalo y una bendición de Dios, igual que el
nacimiento de un varón.El Corán incluso menciona primero el regalo del nacimiento de una niña:
(Corán 42:49) El dominio de los cielos y la tierra pertenece a Allah. Él crea lo que Él quiere.
Regala hijas a quien quiere y regala hijos a quien Él quiere.
En la transformada sociedad islámica, el tener una hija no fue más un estigma o cuestión de
vergüenza, sino una fuente perpetua de bendiciones y un medio de complacer a Alá. El profeta dijo:
Si alguno de vosotros cuida tres hijas, las educa, las matrimonia y es amable con ellas, irá al
Paraíso (Abu Dawud)
Antes del islam, la mujer adulta era considerada un objeto sexual que podía comprarse, venderse o
heredarse. De esta posición de inferioridad e incapacidad legal, el Islam llevó a las mujeres a una
posición de gran influencia y prestigio dentro de la familia y la sociedad.
El Islam elevó la posición de la mujer en la sociedad y se le trató con igualdad al hombre, y en
algunos casos, como en el de ser madre, le dio claramente un precedente sobre el hombre. Así,
cuando un hombre preguntó al Profeta Muhammad:
"¿Quién tiene más derecho a ser tratado con la mejor cortesía?" El profeta le contestó: "Tu
madre" El hombre preguntó: "¿Quién después?" El profeta le contestó: "Tu madre". De nuevo
preguntó el hombre: "¿Quién sigue?" El Profeta (respondió: "Tu madre". El hombre preguntó
por cuarta vez: "¿Quién sigue?" y el Profeta respondió: "Tu padre". (Al-bujari)
La creación de la mujer. El texto sagrado del Islam no tiene un relato de creación de la mujer a
partir de una costilla del varón, como tiene la Biblia judía (Génesis 2, 21-22). El hombre y la mujer
son creados de la tierra sin subordinación ni dependencia de uno a otro. La relación entre los
creyentes y las creyentes es de amistad y protección mutua. Esto es lo que dice, en la primera Ayah
(verso) del Surah an-Nisa - Las Mujeres:
(Corán 4:1) ¡Oh, humanos! Temed a vuestro Señor Quien os ha creado a partir de un solo
ser, del que creó a su esposa e hizo descender de ambos muchos hombres y mujeres. Temed a
Allah, en Cuyo nombre os reclamáis vuestros derechos, y respetad los lazos de parentesco.
Por cierto que Allah os observa.
"Un solo ser (alma)" no es ni masculino ni femenino. Aunque podría entenderse como Adan, no lo
es necesariamente. ¡De hecho, en árabe, la palabra "ser" (alma) es femenino y "pareja" es masculino
(en árabe)! No es que sugiera que las mujeres apareciesen antes, porque en otras partes del Corán se
describe la creación de Adan. Pero la relación de géneros aquí es ambivalente. Y la pareja fue
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creada del "ser" no de la "humilde" costilla. Están hechas del mismo alma que el hombre. Tienen la
misma capacidad para el bien y el mal que el hombre. En 49:13 del Corán, vemos que lo que hace al
creyente noble a los ojos de Allah, sea hombre o mujer, es las buenas acciones y la conciencia
(conocimiento) de Dios:
(Corán 49:13) ¡Oh, humanos! Os hemos creado a partir de un hombre [Adán] y una mujer
[Eva], y [de su descendencia] os congregamos en pueblos y tribus para que os conozcáis
unos a otros. En verdad, el más honrado de vosotros ante Allah es el más piadoso.
Ciertamente Allah es Omnisciente y está bien informado de lo que hacéis.
Y en verdad que el más noble de vosotros ante Allah es el que más Le teme.
(Corán 40:40) Quien hiciere una maldad, será castigado acorde a lo cometido; y quien
hiciere buenas obras de entre los creyentes, fuere varón o mujer; ingresará al Paraíso y será
inmensamente recompensado.
Las acciones de los hombres y de las mujeres tienen el mismo valor y cada uno recibirá la
recompensa merecida por lo que hayan hecho.
(Corán 3:195) Su Señor les respondió sus súplicas y dijo: No dejaré de recompensar ninguna
de vuestras obras, seáis hombres o mujeres. Procedéis unos de otros. Aquellos que
emigraron, fueron expulsados de sus hogares, padecieron por Mi causa, combatieron y
cayeron, les absolveré sus faltas y les introduciré en jardines por donde corren los ríos. Ésta
es la recompensa que Allah les concederá. Allah posee la más hermosa recompensa.
(Corán 16:97) Al creyente que obre rectamente, sea varón o mujer, le concederemos una vida
buena y le multiplicaremos la recompensa de sus obras.
Las mismas obligaciones incumben tanto al hombre como a la mujer, con respecto a la fe.
“Prescribir el bien y prohibir el mal". En esto, las mujeres pueden contar con los hombres:
(Corán 9:71-72) Los creyentes y las creyentes son aliados unos de otros, ordenan el bien y
prohíben el mal, cumplen con la oración prescrita, pagan el Zakât y obedecen a Allah y a Su
Mensajero. Allah tendrá misericordia de ellos; y Él es Allah, Poderoso, Sabio. Allah prometió
a los creyentes y a las creyentes [que obtendrán por su fe] jardines [en el Paraíso] por donde
corren los ríos, en los que disfrutarán eternamente, y hermosas moradas en los jardines del
Edén, y sabed que [alcanzar] la complacencia de Allah es aún superior. Éste es el éxito
grandioso.
Hay algunas excepciones en que la mujer está exempta de sus obligaciones:
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Ayunar cuando están embarazadas, dando de mamar o con el periodo.
Rezar cuando tienen el periodo o sangran después de dar a luz.
Acudir a las oraciones congregacionales en la mezquita los viernes.
Luchar como soldados en la defensa del Islam, aunque pueden hacerlo si quieren.
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En circunstancias normales, se les permite hacer lo mismo que los hombres. En días especiales,
como las dos fiestas de Id, pueden acudir a las oraciones de Id aunque tengan el periodo y lo mismo
ocurre durante la mayoría de las actividades durante Hajj (peregrinación).
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Obligaciones de la mujer en la vida social. ¿Pero son las obligaciones de la mujer en la vida
social diferentes y complementarias? ¿Es su única función el cuidar la casa y tener hijos, mientras
los hombres hacen todo lo demás? ¿Es cierto que cuando tienen el periodo y su salud sufre no son
útiles para otros trabajos fuera de la casa y lo son sólo para mantener una casa tranquila y feliz?
Esto es un argumento enormemente exagerado por muchos hombres para justificar muchos tipos de
decriminación contra las mujeres. Quieren que creamos que las mujeres apenas disfrutan unos días
de cordura en sus vidas, debido al efecto trastornante de la menstruación y tener hijos. Es cierto que
hay algo de verdad en estos trastornos y las mujeres en estas circunstancias deberían ser
disculpadas, pero esto no las descalifica como capaces de hacer cualquier trabajo que pueda hacer el
hombre.
No hay ninguna base en El Corán o Hadith que justifique esta actitud. El Corán menciona la
menstruación en 2:222.
(Corán 2:222) Y te preguntan acerca de la menstruación. Di: Es una impureza; absteneos,
pues, de mantener relaciones maritales con vuestras mujeres durante el menstruo, y no
mantengáis relaciones con ellas hasta que dejen de menstruar, y cuando se hayan purificado
hacedlo como Allah os ha permitido [por la vía natural]; ciertamente Allah ama a los que se
arrepienten y purifican.
Según los interpretes de la ley islámica, esto sólo significa que el acto sexual no está permitido
durante ese tiempo, pero cualquier otra forma de intimidad sí lo está. En otras palabras, el periodo
puede que sea doloroso y un poco lioso, pero de ningún modo es una incapacidad.
La ley islámica no exige que las mujeres deban limitarse a las obligaciones domésticas. De
hecho, las primeras mujeres musulmanas se ocupaban de todos los aspectos de la vida. La primera
esposa del Profeta (qlpsce), Jadiya, madre de todos sus hijos sobrevivientes, era una mujer de
negocios que le empleó y le propuso el matrimonio a través de un intermediario; las mujeres
negociaban en los mercados y el Khalifah (Califa) Umar, aunque no tenía una actitud muy liberal
con respecto a las mujeres, nombró a una mujer, Shaff'a Bint Abdullah, a supervisar el mercado.
Otras mujeres, como Laila al-Ghifariah, tomó parte en batallas, llevando agua y cuidando a los
heridos, algunas, como Suffiah bint Abdul Muttalib incluso luchó y mató enemigos para protegerse
a si mismos y al Profeta, o como Umm Dhahhak bint Masoud que recibió botín de recompensa
igual que los hombres. Ibn Jarir y al-Tabari dijeron que las mujeres podían ser nombradas en una
posición judicial para sentenciar en todos los asuntos, aunque Abu Hanifah las excluyó de toda
decisión de peso, como las relacionadas con los castigos de hadd y qisas y otros juristas dicen que
las mujeres no pueden ser jueces en absoluto. El Corán incluso habla favorablemente de la Reina de
Saba y del modo en que consultaba a sus consejeros que le daban buenos consejos en cómo
ocuparse de las amenazas de invasión por parte de los ejércitos de Salomón.
(Corán 27:32-35) La Reina de Saba dijo:"Oh generales, aconsejadme en mis asuntos, nunca
decido ningún asunto hasta que estáis en mi presencia." Y ellos contestaron: "Somos dueños
de fuerza, tenemos gran destreza y las órdenes son vuestras, así que ordena lo que
consideres" Y ella replicó: "Con seguridad cuando los reyes entran en una ciudad la
destruyen y rebajan a su gente más noble, esto es lo que hacen. Ciertamente voy a mandarles
un regalo, para ver qué (contestación) me traen sus mensajeros"
Algunas mujeres han sido la cabeza de provincias islámicas, como Arwa bint Ahmad, que sirvió
como Gobernadora del Yemen bajo el Califato de Fatimid, durante finales del siglo quinto y
principios del sexto.
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Hay un Hadith muy cacareado del Profeta que dice: "Aquellos que confían el poder a una mujer,
nunca prosperarán". Este Hadith ha demostrado ser muy poco fiable tras varios escrutinios,
considerándose aislado, sin pruebas y por lo tanto no está ligado a la ley islámica. Además de esto,
hay razones para creer que pudo haber sido forjado en relación a la batalla que Aishah, la viuda del
Profeta dirigió en contra del cuarto Califa, Ali. Según los ejemplos dados por las mujeres dirigentes
en la historia, esto es falso y sin fundamento.
En resumen, la capacidad de las mujeres para hacer todo tipo de trabajo no se pone en duda, a pesar
de la falsedad de algunos hadith. Las mujeres pueden trabajar como los hombres, pero no tienen que
hacerlo para ganarse la vida. Se les permite y alienta a hacerse cargo, con seriedad, de las
obligaciones del matrimonio y la maternidad y se les tiene que proveer con los medios de poder
quedarse en casa y hacerlo bien.
La mujer musulmana siempre tuvo el derecho de ser dueña y disponer de sus bienes y
propiedades como quiera, derecho que las mujeres de otros paises sólo obtuvieron en los últimos
cien años. El matrimonio en el Islam no quiere decir que el marido se hace cargo de los bienes de la
mujer, ni tampoco ella tiene automáticamente derecho a las propiedades de su marido si éste se
muere sin dejar herencia. Ambos son considerados como individuos con responsabilidades hacia
otros miembros de la familia - padres, hermanos, hermanas, etc.- y los derechos de herencia lo
ilustran. El marido tiene la obligación de mantener y apoyar a la mujer, como se afirma en El Corán,
incluso si es rica. El marido no tiene derecho a esperar que se mantenga a si misma, y por supuesto,
mucho menos a que mantenga a sus hijos. Si ella contribuye a alguna ganancia para la casa, está
visto como un acto de caridad por su parte.
Debido a sus grandes responsabilidades financieras, algunas categorías de familiares varones, según
las leyes de herencia en El Corán, heredan el doble que las mujeres, pero otros, cuyas
responsabilidades son menores, heredan la mismo - las madres y los padres, por ejemplo, tienen
derecho, cada uno, a un sexto de los bienes de sus hijos, después de los legados ( hasta un tercio de
los bienes) y pago de las deudas.
(Corán 4:11) Allah dictamina respecto a [la herencia de] vuestros hijos: Al varón le
corresponde lo mismo que a dos mujeres [esto es debido a que no pesa sobre la mujer la
manutención de los hijos y la familia]. Si las hermanas son más de dos, les corresponderán
dos tercios de la herencia. Si es hija única, le corresponde la mitad. A cada uno de los padres
[del difunto] le corresponderá un sexto de la herencia, si deja hijos; pero si no tiene hijos y le
heredan sólo sus padres, un tercio es para la madre. Si tiene hermanos, un sexto es para la
madre. Esto luego de cumplir con sus legados y deudas. Vosotros no sabéis quienes tienen
más derecho al beneficio de la herencia, si vuestros padres o vuestros hijos. Esto es un
precepto de Allah, y Allah es Sabio, Omnisciente.
Por lo tanto, las mujeres están bien provistas: sus maridos las mantienen y heredan de sus
familiares. Se las permite ocuparse de negocios y trabajar en casa o fuera de casa, siempre y cuando
la familia no sufra debido a ello y el dinero que ganan es para ellas sin que se les exija nada hasta su
muerte. Las mujeres tampoco tienen la obligación de hacer los deberes de la casa. Si no están
acostumbradas a hacerlo, el marido tiene la obligación de proveer ayuda doméstica, según sus
posibilidades, y de que su mujer e hijos tengan comida hecha. El Profeta solía ayudar en los
quehaceres domésticos, y arreglaba sus propios zapatos. Las mujeres no están ni siquiera obligadas
a dar de mamar a sus hijos. Si en un matrimonio divorciado las dos partes están de acuerdo, pueden
mandar al bebé a una nodriza y el marido debe pagar por ello. Si la madre decide dar de mamar al
bebé, ¡el marido debe pagarle por ello!
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(Corán 2:233) Las madres divorciadas también amamantarán a sus hijos dos años si desean
completar la lactancia, y el padre [durante este periodo] tiene la obligación de proveer a la
madre de su hijo el sustento diario y la vestimenta de acuerdo a sus recursos, a nadie se le
exige fuera de sus posibilidades. Que ni la madre ni el padre utilicen a su hijo para
perjudicarse mutuamente. [En caso de que el padre falleciera] los familiares directos deben
cumplir con esta obligación. Y no incurren en falta si el padre y la madre, de común acuerdo,
deciden destetar al niño; y si tomáis una nodriza para completar la lactancia no hay mal en
ello, a condición que le paguéis de acuerdo a lo convenido. Temed a Allah, y sabed que Él
bien ve cuánto hacéis.
¿Qué bases deja esto para la actitud machista de que la mujer sólo vale para las obligaciones
maternales y caseras?
La posición de la mujer fue claramente mejorada en comparación a las condiciones de la Arabia
preislámica; podía mantener y administrar los bienes que traía o que adquiría en el matrimonio,
podía también heredar - cosa que no era posible anteriormente. El permiso de tener cuatro esposas
legítimas (Sura 4:3) se explicará más tarde como concesión a las cuatro naturalezas o
temperamentos; aunque la poligamia actualmente hace tiempo que no está tan extendida como se
cree. La disposición en el mencionado lugar del Corán, de que las mujeres deben ser tratadas
correctamente, ha llevado a muchos modernistas a postular por la monogamia como ideal a aspirar,
pues aun cuando cada mujer reciba la misma parte en bienes materiales - ¿cómo podría el hombre
ofrecer a todas los mismos sentimientos?
(Corán 4:3). Si teméis no ser equitativos con [las dotes de] las huérfanas, entonces casaos
con otras mujeres que os gusten: dos, tres o cuatro. Pero si teméis no ser justos, casaos con
una sola o recurrid a vuestras esclavas. Esto [casarse con una sola mujer] es lo
recomendable para evitar cometer alguna injusticia.
El matrimonio. La posición de la mujer en el matrimonio goza de un gran respeto en el Islam, al
igual que los hijos en sus derechos. Ninguna mujer musulmana puede sentirse avergonzada de decir
que no es más que una ama de casa. Ella es la cabeza del hogar, aunque el marido tiene la última
palabra en las decisiones importantes. Según un hadith:
El dirigente es un pastor y es responsable de sus súbditos, el marido es un pastor y es
responsable de su familia, la mujer es una pastora y es responsable de su casa, y el criado es
un pastor responsable de la propiedad de su amo. (Hadith: Bukhari)
La esposa debe someterse a su marido por respeto al hecho de que la mantiene y protege con sus
medios (Corán 4:34) pero no debe hacerlo si esto la hace violar las leyes del Allah. Del mismo
modo, la obediencia de los niños y el respeto a sus padres debe ceñirse sólo a los límites marcados
por Allah. Si los padres intentan hacerles desobedecer a Allah, entonces su obligación es
desobedecer a sus padres. Si el marido fracasa, intencionadamente, en mantener a su esposa, ésta
tiene el derecho de divorciarse.
(Corán 4:34) Los hombres están a cargo de las mujeres debido a la preferencia que Allah ha
tenido con ellos, y deben mantenerlas con sus bienes. Las mujeres piadosas obedecen a Allah
y a sus maridos, y cuidan en ausencia de ellos [su honor y sus bienes] encomendándose a
Allah. A aquellas de quienes temáis que se rebelen, exhortadlas y dejadlas solas en sus lechos
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[sin cohabitar], o recurrid a otra medida para que recapaciten; si os obedecen no las
maltratéis. Allah es Sublime, Grande.
Las mujeres también tienen derecho a ser respetadas como madres: Allah dice en El Corán
(Corán 31:14) Le hemos ordenado al hombre ser benevolente con sus padres. Su madre le
lleva [en el vientre] soportando molestia tras molestia, y su destete es a los dos años. Sed
agradecidos conmigo y con vuestros padres; y sabed que ante Mí compareceréis.
Aunque el contrato de matrimonio islámico es un acuerdo civil entre dos partes, y no un
sacramento, como en el cristiano, no es solamente una relación de conveniencia material. Las
palabras usadas para describir el matrimonio en El Corán son poéticas y maravillosas:
(Corán 30:21) Y entre Sus signos está haberos creado esposas de entre vosotros para que
encontréis en ellas sosiego, y puso entre vosotros amor y misericordia. Por cierto que en esto
hay signos para quienes reflexionan.
La relación entre los esposos, a menudo omitida o por lo menos mal interpretada, es aclarada en la
Sura 2:187: “Sois una túnica para ellas, y ellas son una túnica para vosotros”, pues en la Tradición
religiosa es la túnica el “alter ego” de los hombres, el objeto que señala una relación próxima.
(Corán 2:187) Durante las noches del mes de ayuno os es lícito mantener relaciones
maritales con vuestras mujeres. Sois una túnica para ellas, y ellas son una túnica para
vosotros. Allah sabe que os engañabais a vosotros mismos, y os perdonó y absolvió. Ahora
podéis mantener relaciones con ellas y buscar lo que Allah os decrete [hijos]; y comed y
bebed hasta que se distinga el hilo blanco [la luz del alba] del hilo negro [la oscuridad de la
noche], luego completad el ayuno hasta la noche, y no tengáis relaciones con ellas si estáis
haciendo retiro en las mezquitas. Éstos son los límites de Allah, no oséis transgredirlos. Así
aclara Allah Sus preceptos a los hombres para que sepan como obedecerle.
Amor, compasión, intimidad, protección mutua y modestia son las cualidades esperadas en el
matrimonio islámico. Incluso en El Paraiso el matrimonio se mantiene como una de las grandes
alegrías:
(Corán 36:55-57) Verdaderamente los compañeros del Jardín estarán, ese día, absortos en lo
que les ocupe, deleitándose. Ellos y sus esposas estarán a la sombra y sobre lechos
recostados. En él tendrán fruta y todo lo que pidan.
Se espera que los maridos traten bien y con amabilidad a sus esposas durante el matrimonio e
incluso durante y después del divorcio.
(Corán 4:19) ¡Oh, creyentes! No es lícito tomar a las mujeres como objeto de herencia, ni
impedirles o forzarlas a que vuelvan a casarse para recuperar parte de lo que les hayáis
dado [como en la época pre-islámica que la mujer al enviudar pasaba a depender de los
parientes y allegados del difunto, quienes tenían derecho a casarse con ellas y decidir sobre
su futuro]. Si vuestras mujeres cometieran una inmoralidad, podéis presionarlas de modo tal
que sean ellas quienes soliciten el divorcio para que en este caso os devuelvan parte de lo
que les hayáis dado [de dote]. Tratad bien a vuestras mujeres en la convivencia. Y si algo de
ellas os disgusta, es posible que Allah haya decretado a pesar de esto un bien para vosotros.
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Los creyentes más perfectos son los mejores en comportamiento y los mejores de vosotros
son los que son mejores para sus esposas. (Hadith: Ibn Hanbal)
El Corán anima a las parejas casadas a que se traten uno al otro con un espíritu de acuerdo y
consulta mutuos, incluso cuando se considere el divorcio y la custodia de los hijos:
(Corán 2:233) Las madres divorciadas también amamantarán a sus hijos dos años si desean
completar la lactancia, y el padre [durante este periodo] tiene la obligación de proveer a la
madre de su hijo el sustento diario y la vestimenta de acuerdo a sus recursos, a nadie se le
exige fuera de sus posibilidades. Que ni la madre ni el padre utilicen a su hijo para
perjudicarse mutuamente. [En caso de que el padre falleciera] los familiares directos deben
cumplir con esta obligación. Y no incurren en falta si el padre y la madre, de común acuerdo,
deciden destetar al niño; y si tomáis una nodriza para completar la lactancia no hay mal en
ello, a condición que le paguéis de acuerdo a lo convenido. Temed a Allah, y sabed que Él
bien ve cuánto hacéis.
¡¿Cuánto más, entonces, debe predominar este espíritu en un matrimonio feliz?!
Allah también dispuso el matrimonio con la intención de hacerlo fructuoso.
(Corán 42:11) Es el Originador de los cielos y la Tierra; creó esposas de entre vosotros
[para que encontréis en ellas sosiego], y a vuestros rebaños también los creó en parejas, y así
es como os multiplicáis. No hay nada ni nadie semejante a Allah, y Él es Omnioyente,
Omnividente.
(Corán 2:223) Vuestras mujeres son como un campo de labranza, sembrad, pues vuestro
campo [mantened relaciones con ellas] de la manera que queráis. Haced obras de bien para
que os beneficiéis, y temed a Allah puesto que os encontraréis con Él; y albricia [¡Oh
Muhammad!] a los creyentes.
Los métodos anticonceptivos nunca han sido prohibidos en El Islam. El Profeta dio permiso para
retirarse en el momento de eyaculación, siempre y cuando que la mujer esté de acuerdo. Algunos
otros métodos para prevenir la concepción también están permitidos.
Los aspectos prácticos del matrimonio están incluidos en el contrato matrimonial, en el que la mujer
puede especificar las condiciones, y muchas mujeres musulmanas se han aprovechado de esto para
tener derecho al divorcio si, por ejemplo, el marido decide tener otra esposa. Debe incluir un regalo
de matrimonio - sadaqah o mahr - del marido a la mujer, de una cantidad o cosa acordada por
ambos. Generalmente, según la costumbre y conveniencia (práctica aprobada por la Shari'ah (Ley)),
una mujer joven y sin experiencia es representada por un "guardián matrimonial" o "wal-", en las
negociaciones. La función de este guardián es que los intereses de la mujer estén protegidos. Este
wal- debería ser su padre o su abuelo, pero también es posible, para mujeres más mayores o con
más experiencia, que sea otra persona de su elección. Cuando el Profeta se casó con la viuda Umm
Salamah, su hijo hizo de wal- y el Profeta le pidió permiso para desposarla (Ibn Rushd). Los deseos
de los parientes, sobre todo, los más cercanos, deben de tenerse en consideración, y debe de pedirse
su permiso. Según algunos hadith es mejor disolver un matrimonio que desagrada a los padres, ya
que éstos representan la puerta al Paraiso.
Es importante resaltar que la mujer antes de la Revelación del Sagrado Corán, no tenía el derecho a
elegir su futuro esposo, eran los padres de ella quienes lo escogían y ella debía aceptar así no fuera
de su agrado. Pero desde la Revelación del Sagrado Corán, la mujer es quien elige o rechaza al
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hombre con el cual quiere formar su hogar (este derecho fue conquistado por la mujer mucho
después en otras sociedades).
Los padres no tienen el derecho de forzar a sus hijas a casarse contra su voluntad cuando hayan
alcanzado la edad de casarse. Hay mucha evidencia en el Hadith que demuestra que los
matrimonios forzados no son legales y que la mujer tiene el derecho de anularlo:
Ibn Abbas dijo que una joven se acercó al Mensajero de Allah, Muhammad y le dijo que su
padre la había forzado a casarse sin su consentimiento. El Mensajero de Allah le dio a elegir
(entre aceptar el matrimonio o invalidarlo). (Hadith: Ibn Hanbal)
El Profeta también aconsejó que las parejas deberían verse antes de casarse. Según esto, no hay
una base islámica que defienda la idea o costumbre de casar a jóvenes que nunca se hayan visto. Si
una mujer descubre que no puede aguantar a su marido, aunque sólo sea porque le encuentra feo, la
ley islámica le facilita el divorcio en un juzgado. Sólo se necesita la prueba de que le odia
irrevocablemente - el juzgado no necesita una prueba de las razones de su odio. El Profeta otorgó el
divorcio a, por lo menos, dos mujeres en circunstancias parecidas. Una de ellas, Jamila, la hermana
del hipócrita Abdullah Ibn Ubbay, le contó al Profeta su protesta contra su marido Thabit Ibn Qais:
¡Mensajero de Allah! Nada nos puede mantener juntos. Cuando me quité el velo, le vi
acercarse acompañado de algunos hombres. Vi que era el más negro, el más bajo y el más feo
de todos. ¡Por Allah! no me disgusta debido a algún defecto en su fe o moral, es su fealdad lo
que me disgusta. Si no fuese porque el temor de Allah me contuvo, le habría escupido cuando
se acercó a mi...... , me temo que mi desesperación me conduzca a la falta de creencia.
El Profeta le preguntó si devolvería el jardín que Thabit le había dado y ella estuvo de
acuerdo, tras lo cual, se le concedió el divorcio. Thabit no mejoró con su otra mujer, Habibah.
También hay ejemplos de casos similares de los tiempos de los tres primeros Califas.
El divorcio es el último recurso al que la pareja debe acudir si existen obstáculos muy graves que
no permiten la reconciliación. El Profeta lo describe como la cosa más detestable de todos los
medios legítimos a los ojos de Dios. Para llegar al divorcio tanto el hombre como la mujer deben
cumplir con los siguientes pasos:
1. Las dos partes afectadas deben tratar de resolver sus disputas entre sí, tratando el tema de
la mejor manera.
2. Si no lo consiguen, deben encargarse dos árbitros, uno de la familia del marido y otro de
la familia de la esposa quienes tratarán de poner paz entre ellos y zanjar sus diferencias, si
esto fracasa viene el 3er. paso.
(Corán 4:35) Si teméis la ruptura de un matrimonio, poned un mediador de la familia de
él y otro de la de ella. Si desean reconciliarse, Allah hará que lleguen a un acuerdo. Allah
es Omnisciente, y está bien informado.
3. Se aplica el divorcio. La Ley Islámica requiere que sea aceptado por ambas partes y que
se conceda con dignidad y con el debido respeto.
Pero el Corán concede a la mujer la posibilidad de divorciarse sin causa y a instancia o por
iniciativa de la mujer. El propio Profeta, como hemos leido más arriba, concedió el divorcio a una
mujer -Jamila- que acudió a él en demanda de divorcio de su marido -Zabit- al cual reconocía su
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bondad y altura espiritual, pero con el que no podía observar sus obligaciones de esposa.
En la actualidad, la mayor parte de los países tradicionalmente islámicos, sólo reconocen este tipo
de divorcio al hombre, hasta el punto de que el repudio -así se le conoce- se predica como un
derecho sólo del hombre, cuando la realidad es que el repudio también está concedido a la mujer
-divorcio al-hal- y no puede ser derogado por prácticas o costumbres contrarias, porque está en el
Corán y fué practicado por nuestro profeta Muhammad.
De forma ideal, las mujeres en el Islam son tratadas como reinas. No sólo tienen derecho a
divorciarse de sus maridos, sin tener que vivir separadas e incapacitadas para casarse de nuevo, sino
que están protegidas de los escándalos. A nadie le está permitido, sin permiso, invadir su privacidad
en sus casas (24:27-28), ni siquiera sus maridos, cuando vuelven de un largo viaje. A los hombres
no les está permitido tratarlas irrespetuosamente, mirarlas más de una vez, o tocarlas, incluso algún
Hadith parece mostrar que ni siquiera darles la mano, y si alguien corre algún rumor sobre su
pureza, sin el apoyo de cuatro testigos presenciales, éstos son responsables de un castigo, en esta
vida y en la otra.
(Corán 24:23) Quienes difamen a las mujeres honestas, inocentes y creyentes serán
maldecidos en esta vida y en la otra, y sufrirán un gran castigo.
Para que esta exigencia de respeto esté clara para los hombres, en El Corán se pide a las mujeres del
Profeta que sean modestas en su apariencia, en su comportamiento, que estén tranquilas en sus
casas y que no hagan una exibición de si mismas, que no hablen a los hombres con voz sugestiva,
por temor a "aquellos en cuyos corazones hay una enfermedad" y que sean piadosas, virtuosas y
puras.
Las mujeres, como los hombres, han de observar la decencia en público, porque se considera un
signo de respeto a Dios i, por tanto, de moralidad i civilización. Por esta razón, mostrar el cuerpo o
la desnudez, excepto dentro del matrimonio o por motivos de higiene personal, está prohibida. Los
musulmanes han de ser pudorosos y, a parte de esto, el vestido ha de tener una función estética.
(Corán 7:26) ¡Oh, hijos de Adán! Os hemos provistos con vestimentas para que os cubráis y
os engalanéis con ellas. Y [sabed que] es mejor engalanar vuestros corazones con la piedad.
Esto en un signo de Allah para que recapaciten.
(Corán 7:31) ¡Oh, hijos de Adán! Cubríos [para rezar] y engalanaos cuando acudáis a las
mezquitas. Y comed y bebed con mesura, porque Allah no ama a los inmoderados.
(Corán 7:32) Diles [¡Oh, Muhammad!]: ¿Quién os ha prohibido engalanaros y beneficiaros
de todo lo bueno que Allah os ha proveído? Esto es para que los creyentes [y también los
incrédulos] disfruten [de todo lo bueno] en esta vida, pero sólo será para los creyentes en la
otra. Así es como aclaramos nuestros preceptos para quienes los comprenden.
El velo. Normalmente las mujeres musulmanas también deben bajar la vista y taparse bien con sus
ropas, dejando el velo de la cabeza caer sobre el escote, para que sean reconocidas como mujeres
respetables y no se les moleste.
(Corán 24:31) Y diles a las creyentes que recaten sus miradas, se abstengan de cometer
obscenidades, no muestren de sus adornos más de lo que está a simple vista [como lo que
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usan sobre el rostro, las manos y las vestimentas], cubran sus pechos con sus velos, sólo
muestren sus encantos [más allá del rostro y las manos] a sus maridos, sus padres, los padres
de sus maridos, sus hijos, los hijos de sus maridos, sus hermanos, los hijos de sus hermanos,
los hijos de sus hermanas, las mujeres, sus esclavas, sus sirvientes que no tengan deseos
sexuales, los niños que todavía no sienten atracción por el sexo femenino, y [diles también]
que no golpeen con los pies al caminar para que no se escuche el sonido de sus ajorcas [y
llamen la atención de los hombres]. Y pedid perdón a Allah por vuestros pecados ¡Oh,
creyentes!, que así tendréis éxito [en esta vida y en la otra].
Parece ser que las mujeres del Profeta tambien se tapaban parte de la cara cuando estaban en
presencia de otros hombres. Aquellos que consideran el velo como una forma de explotación
deberían preguntarse a si mismos qué es lo que explota más a la mujer, ¿la mini-falda o el velo?
Muchas mujeres musulmanas, después de las esposas del Profeta, han aspirado a este grado de
modestia y virtud, como se alienta en estos pasajes, y aún asi pudieron participar activamente en la
sociedad, llevando a cabo buenas obras, ayudando a mantener la familia y/o aspirando a una
educación.
El precepto coránico que pide a las mujeres que se cubran más que los hombres se explica por
razones históricas. En los primeros tiempos del islam, cuando esta religión aun era marginal en
relación con los cultos paganos politeistas de Arabia, algunos hombres no musulmanes quisieron
abusar sexualmente de las mujeres musulmanas como si fueran esclavas o prostitutas. De ahí que el
Corán pida a las mujeres que lleven un vestido largo para indicar su dignidad y su pertenencia al
islam, así no serían molestadas y serían identificadas como musulmanas.
(Corán 33:59) ¡Oh, Profeta! Dile a tus mujeres, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes
que se cubran [todo el cuerpo] con sus mantos; es mejor para que se las reconozca y no sean
molestadas. Allah es Absolvedor, Misericordioso.
Para concluir, estos son los ideales a los que las mujeres musulmanas pueden aspirar y, con
frecuencia, lo han hacho en el pasado. En una sociedad verdaderamente islámica, tienen garantía de
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respeto personal,
situación matrimonial respetable,
legitimidad y mantenimiento de sus hijos,
derecho a negociar las condiciones de matrimonio de su elección,
rechazar un matrimonio que no les agrade,
derecho a divorciarse de sus maridos, incluso con la base de que no le aguantan
(Mawdud),
custodia de los hijos después del divorcio,
propiedad independiente y suya,
el derecho y obligación de obtener educación,
el derecho a trabajar si lo necesitan o quieren,
igualdad de recompensa por acciones iguales,
el derecho a una participación total en la vida pública y a que sus voces sean oidas por
aquellos en el poder. Y mucho más que esto. ¿Hay alguna otra religión, teoría política,
o filosofía que ofrezca algo tan exhaustivo?
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