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Universidad Peruana Unión
Asignatura de Microbiología y Parasitología
Virus y enfermedades I
Principio organizador
Mi cuerpo es templo del Espíritu Santo, y debo respetar las normas de salud e higiene para
prevenir las enfermedades víricas.
Objetivos
1. Sentir que somos templo del Espíritu Santo y que debemos respetar las normas de salud e
higiene para evitar las enfermedades víricas.
2. Saber cuáles son los sitios blancos de las enfermedades víricas.
3. Seguir las normas y principios que nos ayudarán a evitar la adquisición y transmisión de
enfermedades víricas.
Materiales
(1) Fichas con las citas bíblicas, (2) Video “VPH”, (3)Hoja con figura del cuerpo humano, (4)
Separata “Papel de los virus en la enfermedades humanas” Cap. 68 de Murray y col.; Separata
“VIH” de CTO.
Proceso
Cántico: “Mi espíritu, alma y cuerpo”.
Reflexión (7 min.) : Somos llamados para ser un pueblo piadoso, que piensa, siente y actúa de
acuerdo con los principios del Cielo. Para que el Espíritu recree en nosotros el carácter de
nuestro Señor, solo nos involucramos con aquellas cosas que producirán en nuestra vida, pureza,
salud y alegría semejantes a las de Cristo. (I Juan 2:6; Efes. 5:1-13; Rom. 12:1 y 2; I Cor. 6:19 y 20;
10:31; Lev. 11:1-47; II Cor. 7:1; I Pedro 3:1-4; II Cor. 10:5; Filip. 4:8).
Oración:
Video (5 min.)
Observar el video “Virus del Papiloma Humano” y determinar lo siguiente:
1. ¿Cuál es el grado de responsabilidad del hombre y de la mujer? Explicar.
2. ¿Qué principios, no respetados, pueden estar involucrados?
3. ¿Cuál es la forma de transmisión? ¿Cómo se podría evitar?
4. ¿Qué otras enfermedades de transmisión sexual podemos mencionar?
5. ¿Qué otras enfermedades virales conocemos?
Discusión (10 min.)
Intégrese en un grupo de 6 alumnos y comparta sus opiniones. Asimismo, tomen nota de
algunas interrogantes que surjan en el grupo. Luego, en el plenario, formule las preguntas. Con la
orientación del docente se arribarán a conclusiones.
Indagación (20 min.)
Reciba un esquema del cuerpo humano. Con flechas una los nombres de las enfermedades
virales y la zona (órgano o sistema) que atacan. Utilice sus libros o Internet.
El docente le asignará uno de los siguientes temas:
a. Infecciones bucales
b. Infecciones de las vías respiratorias.
c. Infecciones virales del tubo digestivo.
d. Enfermedades virales hematológicas.
e. Enfermedades víricas de transmisión sexual.
Reciba la separata con el tema respectivo y procedan a leer comprensivamente. En hoja aparte
obtenga los términos nuevos y busque su definición en un glosario.
Asimismo, estructuren la exposición del tema y luego preséntenlo ante el plenario.
Los elementos que debe contener su esquema de exposición son: Enfermedad, descripción del
agente etiológico y normas de prevención.
Los alumnos pueden hacer uso de otras referencias bibliográficas y consultas por Internet.
Conclusiones. (10 min.)
Elabore una tabla con dos columnas. En una columna anote las normas de prevención y al frente
de cada norma anote la razón o fundamento de esa norma de prevención.
Luego, el docente les pedirá que expresen sus opiniones. Se realizarán los análisis y validaciones
de las opiniones de tal manera que estas opiniones nos conduzcan al nivel de la certeza.
Autoevaluación: (10 min.)
Elabore 7 preguntas de autoevaluación en base a los principios y normas de salud e higiene. La
hoja que usted elabore entréguela a un compañero de su aula y él le dará su hoja de
autoevaluación que elaboró. Luego responda la hoja que le entregaron. ¿En qué nivel se halla?
¿Está actuando responsablemente? ¿Considera que está respetando su cuerpo como templo del
Espíritu Santo? ¿Tomará la decisión de hacer cambios en su estilo de vida?
Jesucristo resumió los mandamientos en lo siguiente: “Amara a Dios y a tu prójimo como a ti
mismo”. Es decir: (1) Amarás a Dios, (2) Amarás a tu prójimo, y (3) Te amarás a ti mismo, amarás
tu vida, estimarás tu cuerpo, porque has sido creado a la imagen de Dios.
Compromiso
Anote el compromiso que usted asume desde ahora habiendo tratado el tema de enfermedades
víricas:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
1 Juan 2:6
6
El que dice que está unido a Dios, debe vivir como vivió
Jesucristo.
Efesios 5
1
Ustedes son hijos de Dios, y él los ama. Por eso deben
tratar de ser como él es.2 Deben amar a los demás, así como
Cristo nos amó y murió por nosotros. Su muerte es para
Dios como el delicado aroma de una ofrenda.
3
Ustedes son parte del pueblo de Dios; por eso, ni
siquiera deben hablar de pecados sexuales, ni de indecencias
ni de ambiciones exageradas.4 No digan malas palabras, ni
tonterías, ni vulgaridades, pues eso no es correcto. Más bien,
usen su boca para dar gracias a Dios.5 Bien saben ustedes
que nadie que tenga relaciones sexuales prohibidas o
indecentes, o que nunca esté satisfecho con lo mucho que
tiene, tendrá parte en el reino de Cristo y de Dios. Eso es tan
malo como adorar a un ídolo.
Romanos 12
La nueva vida
Por eso, hermanos míos, ya que Dios es tan bueno con
ustedes, les ruego que dediquen toda su vida a servirle y a
hacer todo lo que a él le agrada. Así es como se debe
adorarlo.2 Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al
contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán
1
saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es
bueno, agradable y perfecto.
I Cor. 6:19 y 20; 10:31
El cuerpo de ustedes es como un templo, y en ese templo
vive el Espíritu Santo que Dios les ha dado. Ustedes no son
sus propios dueños.20 Cuando Dios los salvó, en realidad los
compró, y el precio que pagó por ustedes fue muy alto. Por
eso deben dedicar su cuerpo a honrar y agradar a Dios.
19
10: 31 Cuando ustedes coman, o beban, o hagan cualquier
otra cosa, háganlo para honrar a Dios
2 Corintios 7
Queridos hermanos en Cristo, Dios nos hizo esa promesa.
Por eso no debemos hacer el mal, sino mantenernos libres
de pecado para que Dios nos acepte. Honremos a Dios, y
tratemos de ser santos como él.
1
Filip. 4:8
Finalmente, hermanos, piensen en todo lo que es
verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo lo que es
justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una
virtud, y en todo lo que es agradable y merece ser alabado.
8