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Página 1 de 1 Diariomedico.com > Especialidades > Neumología NEUMOLOGÍA DM. Nueva York 07/09/2005 El consumo de tabaco modifica la actividad reguladora de la monoamina oxidasa en los pulmones El tabaquismo contribuye a la destrucción de la monoamina oxidasa (MAO), una enzima que tiene un papel clave en el mantenimiento de la salud de los pulmones, según un estudio realizado por investigadores del Laboratorio Nacional Brookhaven y la Universidad Stony Brook, de Nueva York, en Estados Unidos. El trabajo, coordinado por Joanna Fowler, se publica en Journal of Nuclear Medicine. Los investigadores utilizaron la tomografía por emisión de positrones (PET) y un trazador químico que se unía a la monoamina oxidasa para observar los niveles de la enzima en 18 personas, nueve de ellas fumadoras. De esta manera pudieron medir su concentración y controlar el movimiento de la monoamina oxidasa, que interviene en la regulación de los estados de ánimo y de la presión arterial. La PET reveló que la monoamina oxidasa permanecía prácticamente intacta en todos los órganos periféricos excepto en los pulmones de los fumadores. "Los niveles de esta enzima en los fumadores eran hasta un 50 por ciento menores en comparación con los de quienes no fumaban", ha explicado Fowler. La monoamina oxidasa participa en la síntesis de diversos compuestos que afectan a la presión arterial, y los pulmones también tienen un papel importante en la degradación de estas sustanicas. Por ello, la reducción de los niveles de monoamina oxidasa en los pulmones de los fumadores puede contribuir al desarrollo de algunos de los efectos fisiológicos del tabaquismo, incluidos los trastornos de la presión arterial y de la funci ón pulmonar. Trazadores Los pulmones de los fumadores también mantienen en su interior los trazadores durante más tiempo y la liberación del trazador en las arterias es mucho menor, especialmente durante los primeros minutos tras la inyección. "Este hallazgo implica que los fumadores y no fumadores responden de manera diferente a distintas sustancias que penetran en el organismo a través del torrente sanguíneo, incluidos fármacos, anestésicos, drogas, agentes medioambientales y la nicotina", ha apuntado Fowler. Asimismo, demuestra por primera vez que los fumadores tienen niveles cerebrales bajos de monoamina oxidasa en los pulmones y en ciertos órganos periféricos, lo que ofrece información útil sobre el desarrollo de ciertas enfermedades entre los fumadores; por ejemplo, explicaría las bajas tasas de Parkinson o el exceso de depresión entre los consumidores de tabaco y de otras sustancias tóxicas. file://C:\DOCUME~1\Karmelo\CONFIG~1\Temp\F6XL5R15.htm 07/09/2005