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Centro Evangelístico AD, Copyright 2011
COMO PUEDO EXPRESAR MI AMOR A DIOS
LEER MARCOS: 12: 30
La verdadera adoración, es mucho más que cantar, es más que música.
Una definición de adoración puede ser: Un amor por el Señor, un amor por su
gloria, un amor por su presencia.
Adoración en pocas palabras es: Amar al señor con todo nuestro ser,
rindiendo nuestra vida completa a Él. Esto es la esencia de la adoración.
Pero para algunas personas es difícil expresar amor ¿Por qué? Posiblemente no
han experimentado amor, y les cuesta mostrarlo, les cuesta manifestarlo, les
expresarlo.
Así es que si queremos adorar a Dios, debemos de sabernos amados y sentirnos
amados. El nos mama por gracia, no porque lo merezcamos, simplemente El ha
decidido amarnos.
¿Cómo demuestro mi adoración a Dios? Cuando le muestro que le amo.
Recordemos que amarlo es adorarlo.
•
Adoro a Dios cuando le obedezco y busco agradarle.
Juan 14:5 (TLA) “Ustedes demostrarán que me aman si obedecen lo que les
mando”.
No obedecemos a Dios a la fuerza, ni por imposición, ni porque nos va a castigar;
al contrario obedecemos a Dios porque lo amamos y deseamos agradarle.
La obediencia es una manera de dar nuestra adoración a Dios.
•
Adoro al Señor cuando le escucho y le hablo.
Proverbios 8:17 (RV95) “Yo amo a los que me aman, y me hallan los que
temprano me buscan”.
Un adorador está en constante comunión con el Señor, comunión que nos lleva a
tener una relación directa y personal, que no solo me permite hablarle sino
también a escucharle.
• Adoro la Señor cuando sirvo y amo a otros.
“Porque oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos
los santos… Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, oh
hermano, han sido confortados los corazones de los santos”. Filemón: 7.
La gratitud de nuestros corazones se expresa al Señor cuando servimos en su
obra y servimos a los demás.
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La gratitud, se vuelve una ofrenda de adoración cuando servimos al Señor y la
prójimo.
•
Adoro al Señor cuando le doy y le demuestro con hechos que
le amo.
“Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que
también había sido discípulo de Jesús. Éste fue a Pilato y pidió el cuerpo de
Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diesen el cuerpo. Y tomando José el
cuerpo, lo envolvió en una sabana limpia, y lo puso en su sepulcro nuevo, que
había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada
del sepulcro se fue” Mateo: 27: 57-60.
“También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo
un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras…” Juan: 19: 39.
Adoramos a Jesús con nuestras ofrendas, con nuestros diezmos, adoramos a
Jesús con nuestros bienes.
La manera más palpable de mostrarle nuestra adoración al Señor es dándole con
corazón lleno de gratitud y contentamiento. Esto también es adoración.
Como hemos visto adorar no solo es cantar, no solo es música; adorar es mucho
más.
MEDITA EN ESTO
¿Cómo está tu adoración a Dios? ¿Estás siendo obediente? ¿Estás sirviéndole a
Él y al prójimo? ¿Cómo estás dando para el reino? ¿Cómo está en tus diezmos? Y
tu relación de comunión en la oración y la palabra ¿Cómo estás?
APLICACIÓN PRÁCTICA
Esta semana reflexiona entre tú y Dios, y toma la decisión de ser un hijo que le
adore en espíritu y en verdad.
Evalúate y has los cambios en tu vida para que de tu corazón fluya una adoración
que sea de agradado a nuestro Señor.
RENOVANDO TU ENTENDIMIENTO
“Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu
mente y con todas tus fuerzas…”
Marcos: 12:30.