Download Un estudio constata que nuestro cerebro hace cálculos como

Document related concepts

Red neuronal artificial wikipedia , lookup

Codificación neural wikipedia , lookup

Neuroinformática wikipedia , lookup

Simulación de cerebro wikipedia , lookup

Corteza cerebral wikipedia , lookup

Transcript
La estadística es la base de la
autoconfianza
Un estudio constata que nuestro cerebro hace cálculos como un ordenador
para tomar decisiones
El año pasado, científicos de la Universidad de Columbia descubrieron que, al tomar
decisiones simples, nuestro cerebro aplica un truco estadístico. Ahora, investigadores del
Cold Spring Harbor Laboratory de Nueva York han constatado que la autoconfianza
merced a la cual tomamos esas decisiones también tiene una raíz estadística. Por Marta
Lorenzo.
El año pasado, científicos de la Universidad de Columbia (Nueva York,
EE.UU.) descubrieron que, al tomar decisiones simples, las neuronas del cerebro aplican el
mismo truco estadístico utilizado por Alan Turing para romper el código Enigma de los
alemanes, durante la Segunda Guerra Mundial.
Esa técnica, hoy denominada test de la ratio de probabilidad secuencial , es la misma que aplican
las neuronas del cerebro del macaco Rhesus al enfrentarse a decisiones, descubrieron los
científicos en su estudio.
De esto concluyeron que "tomamos un montón de decisiones todos los días, y resulta que las
tomamos mediante el uso de las leyes de la probabilidad de una manera que los estadísticos
piensan que es óptima".
La estadística como base
Ahora, un estudio realizado en el Cold Spring Harbor Laboratory de Nueva York y publicado en la
revista Neuronapunta a que la autoconfianza también tiene una raíz estadística, pues está
basada en cálculos estadísticos realizados por el cerebro, como hace un ordenador.
La investigación ha servido para probar un modelo sobre la autoconfianza desarrollado
por Adam Kepecs, profesor de investigación de neurociencia en dicho centro.
Artículos relacionados





Diferencias cerebrales individuales que propician la inteligencia
Los entornos ordenados ayudan a pensar mejor las cosas
Nuevas claves sobre cómo afectan inconsciente y cuántica a nuestras decisiones
Los cínicos ganan menos dinero, revela un estudio
Cómo decide el cerebro que su dueño se mueva
Modelo consistente
Estudios previos sobre la sensación de autoconfianza habían señalado que esta procede de la
aproximación y del ensayo-error. Para determinar si, además, se elabora a partir de cálculos,
Kepecs y su colaborador, Joshua Sanders, crearon videojuegos con los que compararon el
rendimiento humano y el del ordenador, informaSinc.
En concreto, hicieron escuchar a voluntarios sonidos de clics y les pidieron que determinaran
cuáles eran más rápidos. Luego los participantes calificaron la fiabilidad de cada opción en una
escala de uno a cinco. El equipo encontró que las respuestas humanas eran similares a los
cálculos estadísticos computacionales, capaces de extraer patrones de los datos.
El modelo de Kepecs sobre la confianza humana mantuvo su consistencia en otro experimento
de seguimiento en el que los participantes respondieron a preguntas que comparaban las
poblaciones de diferentes países. A diferencia de la prueba de percepción, este tenía la
complejidad añadida de la base de conocimiento individual de cada voluntario.
Kepecs planea ahora utilizar su modelo como punto de partida para buscar la sede de la
confianza en el cerebro y comprender el sistema de circuitos neuronales relacionado con este
sentimiento. El trabajo podía tener también implicaciones en campos como la estadística y, en
particular, en el aprendizaje automático.
Patrones neuronales
Kepecs y su equipo llevan años estudiando el origen de la confianza y de la decisión en el
cerebro. En 2013,lograron relacionar la actividad de dos tipos de neuronas con decisiones
tomadas en un tipo de comportamientoconcreto.
Lo hicieron con ratones que tomaban decisiones mientras buscaban alimento en un área de
prueba. Hallaron que había distintos patrones de actividad neuronal cuando los ratones
decidían si seguir o no en un sitio en el que podían (o no) comer.