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Tutankamón
Faraón del turismo cultural
Por Raúl Iriarte
Fotos: Cortesía FIJET Pirámides de Giza
El pequeño rey egipcio Tutankamón seguramente jamás imaginó
ser el gran anfitrión y promotor del turismo internacional hacia su país, y
situar a Egipto en las grandes ligas del turismo cultural del siglo XXI. Y es
que tan sólo durante 2007 recibió casi 10 millones de turistas, quienes
tienen una sola intención: conocer la riqueza de la cultura egipcia.
Con tres destinos turísticos con alta demanda a lo largo del año, Cairo, Luxor y Aswan (todos unidos por el río Nilo), la industria turística de
este país dinamiza su economía y la lleva a ser la actividad número uno.
Cuenta con una oferta de 80 mil habitaciones en varias categorías de
hoteles –algunas de marcas internacionales como Hilton, Four Seasons
e Intercontinental–, con una planta turística a la altura de liderazgo en
materia turística que satisface las necesidades de los visitantes nacionales
e internacionales. Estos últimos provienen principalmente de Inglaterra,
Rusia, Alemania, Italia, Libia, Arabia Saudita, Francia, Palestina, Estados
Unidos y Holanda.
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El comienzo del recorrido
turístico
Durante el 49º Congreso de la
FIJET (Federación Internacional de
Periodistas y Editores en Turismo) al
cual asistí, todos los participantes
del evento realizamos un recorrido
por el país anfitrión. Comenzamos
por la visita a la ciudad capital, “Hub”
y puerta de entrada al turismo
internacional: El Cairo, la ciudad
más grande de África, que posee
alrededor de 15.2 millones de habitantes; es la sede del gobierno,
centro financiero y morada de las
principales empresas transnacionales y nacionales. Aquí
convergen culturas de un pasado milenario, con una
dinámica civilización que cuenta con los adelantos del
presente.
La organización de su industria turística es eficiente
y muy bien equipada: su línea aérea, Egypt Air, vuela a
diversas ciudades del mundo y cuenta con un aeropuerto muy moderno y funcional, que recibe vuelos de casi
todas las regiones del mundo. Asimismo, cuenta con
tour operadores, transportación terrestre y marítima
especializada, lo que permite tener acceso fácilmente
a sus atractivos culturales.
En mi experiencia, son tres los ejes fundamentales de
un recorrido turístico por El Cairo: el Nilo, las pirámides
de Giza y el Museo Egipcio.
El “Padre Nilo”, además de ser el segundo río más
grande del mundo y el primero en grandeza del continente africano, es el recurso natural más importante
que le da vida a Egipto. Las visitas entre Luxor y la presa
de Aswan generalmente se realizan a través de cruceros
turísticos que navegan por el río. Cabe señalar que en
1960 se puso en funcionamiento la gran presa en el
río Nasser que controla las inundaciones por desbordamiento del Nilo en las tierras egipcias.
Dar un paseo y cenar en una estas embarcaciones
es algo que el turista nunca olvida. El río refleja en sus
aguas la bella combinación de edificaciones modernas
de El Cairo, con representantes de diferentes etapas de
los últimos dos siglos.
Las pirámides de Giza se encuentran a un costado de El Cairo; son el landmark de Egipto y una de
las siete maravillas del mundo antiguo, con 4 mil 700
años de existencia. La vista es un “trinomio” espectacular: por un lado pirámides que nos evocan recuerdos
de cuentos, películas y misticismo; en un segundo
ángulo, escenografía de desierto: camellos, caballos y
gente tapada de pies a cabeza; y como tercer ángulo,
la ciudad de El Cairo.
La Esfinge, con su cuerpo de león y cabeza humana,
da la bienvenida a todos los visitantes; mide 70 metros
de largo por 20 metros de alto. Más adelante se encuentran las tres pirámides, circundadas por otras más
pequeñas, mastabas (tumba de forma trapezoidal) y
tumbas reales. Fueron construidas para dar seguridad
a antiguos cuerpos egipcios ya momificados, ya que
creían en la eternidad y resurrección.
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Detalle y vista panorámica del Valle de las Reinas
Kom Ombo
La pirámide más grande se le conoce como “La Gran Pirámide de
Keops”, nombrada así por el rey que la edificó alrededor del año 2,650
A.C.; para su construcción se utilizaron más de 2.5 millones de piedras.
La segunda pirámide fue construida por el rey Kefrén, y la tercera por
Miquerinos.
El Museo Egipcio, uno de los más famosos del mundo, cuenta con
más de un cuarto de millón de piezas arqueológicas entre muebles,
herramientas, utensilios, momias, sarcófagos y los majestuosos tesoros
de la tumba de Tutankamón.
El Cairo ofrece además de este recorrido turístico, la belleza de sus
monasterios e iglesias cristianas; la ciudadela de Saladito; mezquitas de
sultanes mamelucos y otomanos; el Museo Copto y el del Arte Islámico,
además de edificaciones modernas como el Centro Cultural (Casa de la
Ópera), la Torre de El Cairo y el Centro Internacional de Congresos.
tios arqueológicos, algunos de ellos
sumamente visibles e identificables
por sus monumentos, estatuas
y columnas como el Palacio de
Luxor, Karnak y otros un tanto
“más ocultos”, como el Valle de los
Reyes y el Valle de las Reinas.
Luxor apareció en la historia
egipcia al principio de la décimo
primera dinastía, o sea, en el 2,100
A.C. Fue conocido como la ciudad
imperial de Amun por cerca de mil
años. Sin embargo, todo lo que se
ve es gracias a los reyes que gobernaron en la décimo octava dinastía
y los siguientes 500 años, quienes
con sus conquistas en el extranjero
obtuvieron ricos tributos y constru-
En el antiguo Tebas (Luxor), manjares culturales
Luxor es muy diferente a El Cairo. En esta pequeña ciudad se respira la
tranquilidad y el clima de la provincia combinados con espectaculares siALTA HOTELERÍA
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yeron grandes templos y monumentos gigantescos. Por
tal razón, la “antigua Tebas” se convirtió en un escaparate
arqueológico desde épocas romanas y, en los últimos
tres siglos, en el lugar más importante y visitado.
Los tres hechos más sobresalientes en Luxor fueron el descubrimiento de 36 momias reales en Deir
el-Bahari en 1881; la apertura de las tumbas reales en
el Valle de los Reyes y el descubrimiento de la tumba
de Tutankamón.
Con una extensión de 260 metros, esfinges, estatuas, relieves y columnas gigantescas el Templo de
Luxor se impone y desafía a las tecnologías modernas
de construcción, ya que en esa época no se contaba
con las herramientas de la modernidad. Las primeras
excavaciones del mismo comenzaron en 1884. Originalmente fungía como una capilla para la celebración
de año nuevo, aunque también se celebraban festivales culturales y místicos en donde se simbolizaba la
creación del mundo y con ello, la renovación de la
divinidad de la realeza.
Tutankamón mandó a restaurar el templo y el
área se agrandó; Ramses II, por su parte, amplió el
edificio nuevamente y lo adornó con relieves de
murales, cuyas inscripciones ilustran y representan
los combates de las guerras que mantuvo este
faraón contra los hititas.
Karnak es una de las zonas arqueológicas más
importantes de Luxor. Se trata de una ciudad de
templos antiguos con una rica variedad de edificios, monumentos, estatuas y columnas. Tan sólo
el gran salón se compone de 134 columnas arregladas en 16 filas; tiene el patio central más grande
de todos los templos de Egipto y la mayor parte
de las paredes cuentan con relieves que ilustran
dioses, faraones, familias reales, batallas y muchos
otros temas de la civilización egipcia.
Hace un siglo aproximadamente fue descubierta una avenida de 2.5 kilómetros con esfinges
que comunican el Templo de Luxor con Karnak.
Las principales áreas de visita obligada son el Gran
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Datos generales
de Egipto
Nombre: República Árabe de Egipto.
Ubicación: Parte nororiental de África.
Extensión: Cerca de un millón de kilómetros cuadrados (96% desierto; el resto
bañado por el Nilo).
Población: Más de 75 millones de
habitantes.
Idioma: Árabe.
Religión: 94% Islam; el resto son cristianos ortodoxos.
Situación política: Su actual presidente
es Hosni Mubarak, elegido después del
asesinato de Anuar “el Sadat” en 1981.
Partido político predominante: Partido Nacional Demócrata.
Actividades económicas: Turismo;
tarifas aplicadas al transporte del canal
de Suez; exportaciones de petróleo y sus
derivados; textiles y gas natural.
Moneda: Libra (pound) egipcia.
Karnak
Templo de Amun, el Templo de la Diosa Muy, el Santuario de Ptah y el
Templo de Khonsu.
El Valle de los Reyes ha atraído, después de las pirámides de Giza,
más visitantes que cualquier otro monumento de Egipto. En el siglo XVIII
hubo aventureros que lo investigaron y en el siglo XIX, arqueólogos lo
cruzaron de principio a fin. Aún así, guardó el más grande de todos sus
secretos hasta los años 20 del siglo XX: el último faraón fue enterrado
allí hace 3,000 años.
Existen 63 tumbas de reyes, la mayoría de ellas con grabados, pinturas
e inscripciones; todas se encuentran “bajo tierra” por lo que es necesario
utilizar rampas y escaleras para caminar por su interior. Algunas llegan
a tener una profundidad de 30 a 100 metros aproximadamente, lo cual
tiene una relación directa con la duración del período que gobernó cada
uno, ya que al tomar el trono se comenzaba le edificación de la tumba
del faraón.
El Valle de las Reinas, cuya ubicación está al final del extremo sur de
la necrópolis de Tebas, contiene cerca de 70 tumbas de reinas, príncipes
y princesas de la décima novena y vigésima dinastía. Las cuatro tumbas
más importantes que deben visitarse son: la de la Reina Nefertari, quien
fue la esposa de Ramsés II; La Reina Ti, esposa de uno de los Ramsés; el
Príncipe Amunkhopeshfu, hijo de Ramsés III y que murió a los 12 años
de edad; y el Príncipe Kha-em-weset, hijo también de Ramsés III y oficial
de la guardia real.
La Isla de Filae, ubicada cerca de la presa de Aswan, es la versión griega del antiguo egipcio Pilac. En ésta existe un gran número de santuarios
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construidos durante el período de
la vigésimo quinta dinastía hasta la
época del emperador Adrián.
El templo principal está dedicado a la diosa Isis y a su hijo Harpócrates; consta de un patio, un
vestíbulo, pequeñas antecámaras
y el santuario interno. El espectáculo de luz y sonido nocturno
deja una sensación de admiración
por la gran cultura milenaria de
Egipto.
Tutankamón no se equivocó: él
y otros faraones construyeron y renovaron monumentos y ciudades,
hechos que situarían a Egipto en
una grandeza cultural de muchos
siglos atrás y por venir.
El congreso de la FIJET fue auspiciado por el H. E. Zoheri
Garranah, Ministro de Turismo de Egipto; la Asociación
Egipcia de Periodistas y Editores de Turismo; la Federación
Egipcia de Turismo; la Asociación de Agentes de Viajes de
Egipto; Egypt Air; hoteles Hilton de Egipto; hotel Cairo Four
Seasons; y cruceros Samiranis I y II.