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Transcript
7. DEPRESIÓN Y TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
INTRODUCCIÓN
La personalidad se concibe actualmente como un patrón complejo de características
psicológicas profundamente arraigadas, que son en su mayor parte inconscientes y difíciles de
cambiar, y se expresan automáticamente en casi todas las áreas de funcionamiento del
individuo. Estos rasgos intrínsecos y generales surgen de una complicada matriz de
determinantes biológicos y aprendizajes, y en última instancia comprenden un patrón
idiosincrásico de percibir, sentir, afrontar, pensar y comportarse del individuo.
A la hora de hablar de trastornos de personalidad en la adolescencia nos encontramos
con el inconveniente de que desde los manuales de diagnóstico no se considera que una
persona tiene trastorno de personalidad hasta la edad adulta.
Sin embargo, cada vez más, se observan personalidades patológicas desde la adolescencia
temprana que se manifiestan en diversas conductas problemáticas.
PERSONALIDAD E INFANCIA Y ADOLESCENCIA
La personalidad de un individuo es lo que permite distinguirlo psicológicamente de los otros,
pero también es aquello que posee con un carácter permanente. La noción de personalidad,
según D. Widlöcher, “es la idea de un sistema que asegura la permanencia de las diferencias”.
Con ello se hace referencia a un sistema regulador que permite, a través de las vicisitudes de
la existencia y las etapas del desarrollo, mantener ciertas características invariables que por
sentido común definen precisamente la personalidad: formas de reacción, rasgos de carácter,
hábitos de pensamiento, sistemas de valor, etc.
La noción de personalidad como sistema de regulación se aplica mejor al adulto que al niño.
Por consiguiente, podemos hablar de personalidad infantil en la medida en que en cada etapa
de su desarrollo se operan regulaciones que mantienen una cierta permanencia de las
conductas infantiles.
Una personalidad patológica aparece como un sistema de regulación que falla más o menos
su objetivo a causa de su rigidez, de la debilidad de los mecanismos de adaptación o del
precio que el individuo debe pagar bajo forma de sufrimientos psíquicos frente a las
exigencias de la adaptación.
En la mayoría de los casos resulta erróneo considerar a las estructuras psicopatológicas del
niño como sistemas fijados definitivamente, independientes de las condiciones exteriores y de
la maduración. El niño depende demasiado de su entorno, las fuerzas del desarrollo son para
él demasiado poderosas para que , en la mayoría de los casos, puedan reconocerse a esta
edad formas acabadas de las estructuras psicopatológicas.
Es cierto que existen patologías que se fijan de forma muy precoz, por ejemplo ciertas
psicosis infantiles, pero ello es la excepción teniendo en cuenta la gran cantidad de trastornos
variables, lábiles, más o menos dependientes del contexto, modificables durante largo tiempo,
quizá totalmente reversibles.
Pero si la personalidad del niño, permanece maleable durante largo tiempo, con frecuencia no
ocurre lo mismo con las formas de interacción entre el niño y su entorno familiar. Existen y se
comprueban círculos viciosos sólidamente establecidos, en los que los trastornos del niño
provocarán respuestas estereotipadas en sus padres, que mantienen dichas alteraciones.
Y a la inversa, las perturbaciones de los padres inducen en el niño trastornos que mantienen
y refuerzan los que presentan sus progenitores. Se puede afirmar que si las organizaciones
psicopatológicas son durante largo tiempo lábiles en el niño, las estructuraciones
psicopatológicas del grupo familiar resultan con mucha frecuencia notablemente fijas.
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7.1. DEPRESIÓN
A) INDICADORES DE DEPRESIÓN
INDICADORES DE DEPRESIÓN

Mal humor e irritabilidad.

Sensaciones constantes de tristeza y desesperanza.

Actitud poco sociable.

Mayor sensibilidad a ser rechazado.

Cambios en el apetito (mayor o menor).

Cambios en el sueño (insomnio o aletargamiento).

Gritos o lloros.

Dificultad para concentrarse.

Cansancio y falta de energía.

Problemas físicos poco concretos (dolor de estómago o mareos) que no
responden al tratamiento.

Problemas para participar en actividades con los amigos, en casa, en el
colegio o en aficiones que tuviese previamente.

Sentimientos de baja autoestima o de culpa.

Falta de concentración o lentitud en el razonamiento.

Pensamientos de muerte o suicidio.
B) COMORBILIDAD DEL TRASTORNO DEPRESIVO MAYOR EN FUNCIÓN DE LA EDAD
NIÑOS







ADOLESCENTES
Trastorno de conducta (comportamiento disruptivo)
Déficit de atención (hiperactividad)
Ansiedad
Trastorno disocial
Abuso de sustancias
Alteración de la conducta alimentaria
Aumento de la impulsividad (trastorno límite
personalidad)
de
la
C) CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS DE LA DEPRESIÓN EN FUNCIÓN DE LA EDAD
NIÑO PREESCOLAR

Apatía y rehusar comer
2
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NIÑO ESCOLAR



Tristeza e irritabilidad (lloros y balanceos frecuentes)
Déficits en el crecimiento
Retraso en el desarrollo

Es difícil diferenciar de los desórdenes emocionales cuyas
características prominentes son la tristeza y la ansiedad
Síntomas psicosomáticos especialmente dolor de cabeza y de
estómago
Dificultades de rendimiento escolar con falta de atención y pobre
concentración
Irritabilidad, aislamiento social e intolerancia a la frustración
Sentimiento de baja autoestima (se evalúan preguntándoles acerca
de si se consideran mejores o peores que otros niños)
Ideas de muerte, aunque no autolíticas
Suelen quejarse de aburrimiento y pérdida de interés
Suelen parecer tristes, sin vitalidad ni energía







ADOLESCENTES










Los estados depresivos son más parecidos a los del adulto
Quejas de tristeza, apatía y energía
Las alteraciones del sueño y del apetito son más frecuentes que en
la edad escolar
Enlentecimiento psicomotor
Preocupaciones corporales (apariencia, acné,…)
Sentimientos de desesperanza e inutilidad
Ideación autolítica
Pensamiento extremadamente dicotómico
Depresiones muy dramáticas que, a menudo, pasan rápido
Labilidad emocional
D) CLASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS DEL ESTADO DE ÁNIMO SEGÚN EL DSM-IVTR
TRASTORNOS DEPRESIVOS



Trastorno depresivo mayor
Trastorno distímico
Trastorno depresivo no especificado
TRASTORNOS BIPOLARES
Trastorno bipolar I
Trastorno bipolar II
Trastorno ciclotímico
Trastorno bipolar no especificado
Trastorno del estado de ánimo debido a
enfermedad médica
Trastorno del estado de ánimo inducido por
sustancias
Trastorno del estado de ánimo no especificado.




OTROS TRASTORNOS DEL ESTADO DE 
ÁNIMO

7.2. TRASTORNOS DE PERSONALIDAD
A) LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD DESDE EL DSM-IV-TR
Desde el DSM-IV-TR se definen los rasgos de personalidad como “patrones persistentes de
percibir, relacionarse y pensar sobre el entorno y sobre uno mismo que se ponen de
manifiesto en una amplia gama de contextos sociales y personales”.
Éstos se constituirían en trastornos de personalidad cuando “son inflexibles y desadaptativos
y cuando causan un deterioro funcional significativo o un malestar significativo”. Este patrón
de conducta se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto.
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B)
CRITERIOS
DIAGNÓSTICOS
PERSONALIDAD (DSM-IV-TR)
GENERALES
PARA
UN
TRASTORNO
DE
A. Un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta
acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto. Este patrón se manifiesta en dos
(o más) de las áreas siguientes:
(1) cognición (p. ej., formas de percibir e interpretarse a uno mismo, a los demás y a los
acontecimientos)
(2) afectividad (p. ej., la gama, intensidad, labilidad y adecuación de la respuesta emocional)
(3) actividad interpersonal
(4) control de los impulsos
B. Este patrón persistente es inflexible y se extiende a una amplia gama de situaciones
personales y sociales.
C. Este patrón persistente provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social,
laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
D. El patrón es estable y de larga duración, y su inicio se remonta al menos a la adolescencia
o al principio de la edad adulta.
E. El patrón persistente no es atribuible a una manifestación o a una consecuencia de otro
trastorno mental.
F. El patrón persistente no es debido a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej.,
una droga, un medicamento) ni a una enfermedad médica (p. ej., traumatismo craneal).
El trastorno de personalidad suele aparecer en la adolescencia o principios de la edad adulta y
su curso es crónico, ya que estamos hablando de personalidad. Si bien algunos tipos de
trastornos tienden a atenuarse con la edad (por ejemplo el límite o el antisocial).
7.2.1. TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD
El trastorno límite de personalidad es considerado uno de los trastornos de personalidad
muchas veces difícil de diagnosticar y mucho más de tratar.
Su comienzo es muy temprano, llegando a encontrar rasgos patológicos estables ya en la
adolescencia temprana.
Es un trastorno donde aparece una marcada inestabilidad emocional y en las relaciones
sociales así como es característico la aparición de conductas impulsivas y autolesivas.
El núcleo principal del trastorno, que nos puede ayudar al diagnóstico diferencial es la
excesiva inestabilidad emocional.
A) Desde el DSM-IV-TR y el Modelo de Beck se propone lo siguiente:
INDICADORES DE PENSAMIENTO
Desde el modelo de Beck se proponen los siguientes pensamientos característicos
en el trastorno límite:
-
Pensamiento dicotómico, presencia de pensamientos extremos, todo es
blanco o negro, todo o nada, generalización excesiva...
Miedo a ser abandonado: “no puedo contar con nadie”, “si confío me
traicionarán”.
Desconfianza: “la gente me hará daño, me atacará”.
Control: “debo controlar mis emociones o sucederá algo malo”.
Autodescalificaciones: “soy inaceptable”.
“Nadie me cuida, ni se preocupa por mí”.
Dificultad en la solución de problemas.
“Razonamiento emocional”: toman sus emociones como prueba de
verdad.
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INDICADORES EMOCIONALES
- Fluctuación de emociones intensas.
- Mucha angustia.
- Bajo estado de ánimo casi constante.
- Sentimientos de apatía y aburrimiento.
- Períodos de euforia o rabia intensas.
- Irritabilidad.
- Culpa.
- Intolerancia emocional en general.
- Sentimientos crónicos de vacío.
- Dificultades para empatizar.
- A veces ira dirigida así mismos.
- Baja tolerancia a la frustración.
- Incertidumbre, no saben hacia donde se dirige su vida.
INDICADORES EN CONDUCTA MANIFIESTA
- Conductas impulsivas: gastos, sexo, abuso de sustancias, atracones de
comida,...
- Déficit en asertividad.
- Hipermovilidad.
- Llanto.
- Conductas agresivas.
- Conductas de automutilación (cortes, quemaduras,...).
- Amenazas, intentos o conductas suicidas.
- Conductas dirigidas a obtener refuerzo inmediato.
- Conductas de evitación.
- Conductas manipulativas.
- Conductas dependientes.
- Comportamientos hipocondríacos.
- Conductas fóbicas.
- Uso de vestuario llamativo o excéntrico.
- Fracaso escolar.
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7.2.2. TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO (TOC)
“La característica esencial del trastorno obsesivo-compulsivo de personalidad es una
preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal a expensas
de la flexibilidad, la espontaneidad y la eficiencia” (DSM-IV-TR).
Para poder diferenciarlo del trastorno obsesivo-compulsivo del Eje I hemos de tener en
cuenta que no se circunscribe a una obsesión concreta, sino que es un estilo de personalidad
rígido y que aparece en numerosas situaciones de la vida del sujeto. Además, aunque en
ocasiones sí, no necesariamente aparecen obsesiones y rituales concretos.
El núcleo del trastorno es el control y la rigidez excesiva en el comportamiento.
En nuestra cultura este estilo de personalidad es muchas veces requerido y reforzado, y los
patrones educativos predominantes lo facilitan.
INDICADORES DE PENSAMIENTO
- Preocupación por detalles, normas, orden, organización,... perdiendo incluso
de vista el objetivo principal.
- Perfeccionismo.
- Inflexibilidad, escrupulosidad,... en temas morales y éticos. Excesivo sentido
de la justicia (“se debe”).
- Rigidez.
- Excesivo control.
- Obsesiones concretas.
- Rumiaciones.
- Incapacidad para resolver problemas y tomar decisiones.
- Dudas excesivas y continuas.
- “Tengo que hacerlo perfecto”.
- “Si yo no lo hago no quedará bien”.
- “Tengo que hacer algo útil, no puedo perder el tiempo”
- “Tengo que pensarlo más antes de decidir o sino cometeré un error”.
- “¿Y si se me olvida algo?”.
- “Más vale que guarde esto...igual lo necesito algún día”.
- “Debo de...”.
- “Debo de tener un control absoluto y perfecto de mi mismo y de mi
ambiente ya que perder el control es peligroso”.
- “Si no lo veo claro es mejor que no haga nada”.
INDICADORES EMOCIONALES
- Ansiedad.
- Depresión.
- Dificultad para disfrutar.
- Incertidumbre.
- Culpa.
- Baja tolerancia al fracaso y la frustración.
- Dificultades para empatizar.
- Problemas psicosomáticos.
- Hostilidad.
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INDICADORES EN CONDUCTA MANIFIESTA
-
Evita tomar decisiones.
Postpone tareas.
Realización de “tareas productivas” y no realización de actividades que
supongan “perder el tiempo” (incluidas actividades de ocio).
Compulsiones específicas.
Excesiva organización y orden en las actividades que realiza.
Evitación de la intimidad.
Dificultad en la expresión de emociones.
Conducta respetuosa con las normas.
Conductas orientadas a evitar el malestar.
Relaciones sociales formales y distantes.
Guarda objetos de diversa índole, aún cuando no sirven.
Control excesivo de los gastos (“tacañería”).
Falta de espontaneidad.
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7.2.3. TRASTORNO HISTRIÓNICO DE LA PERSONALIDAD
Los histriónicos recurren a los demás en busca de protección y gratificaciones. Bajo la
afabilidad aparente descansa una intensa necesidad de atención y afecto. Requieren una
constante aprobación y aceptación, son vulnerables a los estados de ánimo y actitudes de
aquellos de quien dependen, y suelen experimentar indefensión ante el desinterés por parte
de los demás o cuando se ven amenazados por el abandono.
Los histriónicos necesitan ver con sus ojos la aprobación que buscan, y por ello sí toman la
iniciativa en sus conductas como acto de comprobación. Se muestran hipervigilantes para ver
qué conductas verbales y no verbales muestran probación y se convierten en artistas de la
simulación y la manipulación para obtener refuerzo.
Esta exagerada “direccionalidad” hacia los otros puesta al servicio de la aprobación, genera
un estilo de vida caracterizado por un patrón variable e inconstante de comportamientos y
emociones.
El histriónico tiene una necesidad de control que le lleva a tener como referencia todos los
focos posibles.
La insatisfacción con vínculos únicos, en combinación con la constante necesidad de volver a
conseguir estimulación y atención, da como resultado un patrón seductor, espectacular y
caprichoso de relaciones personales.
Schneider, 1950 las describía como activas, afables y muy optimistas. Suelen ser superficiales,
carecen de sentido crítico, son despreocupadas, presumidas, toman decisiones precipitadas y
no son muy formales.
Millon en 1975 estableció como puntos nucleares que:
1.
2.
3.
4.
5.
Búsqueda persistente de atención.
Demandas interpersonales.
Reactividad manifiesta y expresión afectiva intensa.
Socialmente extrovertidos, activos, superficiales.
búsqueda inmediata de estimulación.
8
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7.2.4. TRASTORNO DISOCIAL DE LA PERSONALIDAD
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DSM-IV-TR
A. Un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que se violan los
derechos básicos de otras personas o normas sociales importantes propias de la edad,
manifestándose por la presencia de tres (o más) de los siguientes criterios durante los
últimos 12 meses y por lo menos de un criterio en los últimos 6 meses:
Agresión a personas y animales
(1) a menudo fanfarronea, amenaza o intimida a otros
(2) a menudo inicia peleas físicas
(3) ha utilizado un arma que puede causar daño físico grave a otras personas
(p.ej.; bate, ladrillo, botella rota, navaja, pistola)
(4) ha manifestado crueldad física con personas
(5) ha manifestado crueldad física con animales
(6) ha robado enfrentándose a la víctima (p. ej., ataque con violencia, arrebatar
bolsos, extorsión, robo a mano armada).
(7) ha forzado a alguien a una actividad sexual
Destrucción de la propiedad
(8) ha provocado deliberadamente incendios con la intención de causar daños
graves
(9)ha destruido deliberadamente propiedades de otras personas (distinto de
provocar incendios)
Fraudulencia o robo
(10) ha violentado el hogar, la casa o el automóvil de otra persona
(11) a menudo miente para obtener bienes o favores o para evitar obligaciones
(esto es, <<tima>> a otros)
(12) ha robado objetos de cierto valor sin enfrentamiento con la víctima (p. ej.,
robos en tiendas, pero sin allanamientos o destrozos; falsificaciones)
Violaciones graves de normas
(13) a menudo permanece fuera de casa de noche a pesar de las prohibiciones
paternas, iniciando este comportamiento antes de los 13 años de edad
(14) se ha escapado de casa durante la noche por lo menos dos veces, viviendo
en la casa de sus padres o en un hogar sustitutivo (o sólo una vez sin regresar durante
un largo período de tiempo)
(15) suele hacer novillos en la escuela, iniciando esta práctica antes de los 13
años de edad.
B. El trastorno disocial provoca deterioro clínicamente significativo de la actividad
social, académica o laboral.
C. Si el individuo tiene 18 años o más, no cumple criterios de trastorno antisocial de la
personalidad.
Especificar la gravedad
Leve: pocos o ningún problema de comportamiento exceden de los requeridos para
establecer el diagnóstico y los problemas de comportamiento sólo causan daños
mínimos a otros (p. ej., mentir, hacer novillos, salir fuera de noche sin permiso).
Moderado: el número de problemas de comportamiento y su efecto sobre otras
personas son intermedios entre “leves” y “graves” (p. ej., robos sin enfrentamiento con
la víctima, vandalismo).
Grave: varios problemas de comportamiento exceden de los requeridos para
establecer el diagnóstico o los problemas de comportamiento causan daños
considerables a otros (p. ej., violación, crueldad física, uso de armas, robos con
enfrentamiento con la víctima, destrozos y allanamientos).
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7.2.5. TRASTORNO DE ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD
Lo más característico del “trastorno de personalidad antisocial es un patrón general de
desprecio y violación de los derechos de los demás, que comienza en la infancia o principio de
la adolescencia y continúa en la edad adulta” (DSM-IV-TR, APA, 2002).
Presenta una desadaptación a las normas sociales de acuerdo con su edad. Este trastorno
también se denomina “trastorno disocial”, “psicopatía” o “socipatía”.El término “trastorno
disocial” se reserva para aquellos casos que aparecen ya en la infancia o adolescencia
temprana. El DSM-IV-TR propone subtipos y especificaciones de gravedad. El engaño y la
manipulación son centrales en este trastorno, por lo que la evaluación con el sujeto se
dificulta enormemente. Para poder diagnosticar a un paciente con esta etiqueta es necesario
que tenga 18 años, pero también que tenga historia de síntomas de trastorno disocial antes
de los 15 años.
A) CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DSM-IV-TR
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS PARA EL TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA
PERSONALIDAD (DSM-IV-TR)
A. Patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que
comienzan en la infancia o el principio de la adolescencia (15 años) y continúa
en la edad adulta, como lo indican tres o más de los siguientes ítems:
1.
Fracaso a adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al
comportamiento legal, como lo indica el perpretar repetidamente actos que son
motivo de detección.
2.
Deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a
otros para obtener un beneficio personal o por placer.
3.
Impulsividad o incapacidad para planificar el futuro.
4.
Irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones.
5.
Despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás.
6.
Irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un
trabajo con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas.
7.
Falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación del
haber dañado, maltratado o robado a otros.
B. El sujeto debe tener al menos 18 años.
C. Existen pruebas de un trastorno disocial antes de los 15 años.
D. El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de
una esquizofrenia o un episodio maníaco
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B) Desde el DSM-IV-TR y el modelo cognitivo de Beck se proponen los siguientes
indicadores en le triple sistema de respuesta:
INDICADORES DE PENSAMIENTO
-
Problemas de atención.
Problemas en el desarrollo moral.
Incapacidad para planificar el futuro.
Impulsividad en la toma de decisiones.
Despreocupación por su seguridad o la de los demás.
Falta de responsabilidad.
Concepto de sí mismo engreído y arrogante.
Justificación de sus acciones.
“Todo lo que yo pienso es verdad”.
“Siempre elijo bien”.
“Sé que tengo razón”.
“Las consecuencias no serán desagradables y sino, no me importarán”.
No se cuestiona sus acciones.
Desconfianza de los demás.
Autoimagen afirmativa.
INDICADORES EMOCIONALES
-
Falta de empatía.
Falta de remordimientos o sentimiento de culpa.
Disforia y estado de ánimo depresivo.
Tensión, alto nivel de activación.
Hostilidad, ira o irritabilidad.
Baja tolerancia a la frustración y al aburrimiento.
Disfruta despreciando o humillando a los demás.
Impulsividad.
Insensibilidad.
INDICADORES EN CONDUCTA MANIFIESTA
- Engaños y mentiras para conseguir provecho y objetivos personales.
- Uso de justificaciones superficiales de su conducta o indiferencia cuando les
descubren en un fraude, mentira, agresión,...
- Agresiones a personas y/o animales y comportamiento intimidatorio.
- Destrucción de la propiedad.
- Fraudes, estafas, robos y vandalismo.
- Violación grave de las normas, desobediencia.
- Inquietud.
- Conductas impulsivas.
- Bajo rendimiento académico.
- Uso de la labia y encanto superficial para conseguir sus objetivos.
- Malas relaciones sociales y familiares.
- Episodios de fuga.
- Gusto por actividades arriesgadas.
- Consumo de drogas.
- Conductas promiscuas.
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El patrón de comportamiento antisocial persiste hasta la edad adulta. Los sujetos no logran
adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal. Pueden
perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención (que puede o no producirse)
como la destrucción de una propiedad, hostigar o robar a otros, o dedicarse a actividades
ilegales.
Las personas con este trastorno desprecian los deseos, derechos o sentimientos de los
demás. Frecuentemente, engañan y manipulan con tal de conseguir provecho o placer
personales. Pueden mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros o simular una
enfermedad.
Se puede poner de manifiesto un patrón de impulsividad mediante la incapacidad para
planificar el futuro. Las decisiones se toman sin pensar, sin prevenir nada y sin tener en
cuenta las consecuencias para uno mismo o para los demás, lo que puede ocasionar cambios
repentinos de trabajo, de lugar de residencia o de amistades. Tienden a ser irritables y
agresivos y pueden tener peleas físicas repetidas o cometer actos de agresión (incluidos los
malos tratos al cónyuge o a los niños).
También muestran una despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás, esto
puede demostrarse en su forma de conducir, pueden involucrarse en comportamientos
sexuales o consumo de sustancias que tengan un alto riesgo de producir consecuencias
perjudiciales, pueden descuidar o abandonar el cuidado de un niño de forma que puede poner
a ese niño en peligro.
Tienden a ser continua y extremadamente irresponsables. Tienen pocos remordimientos por
las consecuencias de sus actos. Pueden ser indiferentes o dar justificaciones superficiales por
haber ofendido, maltratado o robado a alguien. En general, no dan ninguna compensación ni
resarcen a nadie por su comportamiento.
La evaluación de la conducta antisocial se ha basado en una serie de técnicas que incluyen
entrevistas, autoinformes, estimaciones de padres, maestros y compañeros, observaciones
directas y archivos institucionales.
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7.2.6. TRASTORNO EVITATIVO DE LA PERSONALIDAD
El trastorno evitativo de personalidad, como su propio nombre indica, se caracteriza por
la evitación (cognitiva, emocional y conductal).
Se caracterizan porque les gustaría acercarse a los demás pero tienen miedo a fracasar, que
les hagan daño o les rechacen.
Que el estilo evitativo se gesta desde la infancia parece indiscutible, las contingencias que lo
mantienen son claras (refuerzo negativo).
Este estilo puede aparecer asociado a otros trastornos, y dificultar significativamente la
evolución del tratamiento.
Desde el DSM-IV-TR se pide cautela a la hora de diagnosticar niños y adolescentes bajo esta
etiqueta, ya que el comportamiento tímido y evitador puede ser apropiado dentro del proceso
de desarrollo.
Actualmente, desde el “nuevo modelo” que ofrece la “Terapia de aceptación y compromiso”
(Hayes) se habla de el “Trastorno de evitación experiencial”, como trastorno principal en
nuestra cultura, y se define este como: “evitación de emociones y demás eventos privados”
que llevaría asociado una evitación conductual sistemática. Este trastorno explicaría, según
los autores, los cuadros psicopatológicos que aparecen actualmente, entendiendo que el
“contexto social verbal” favorecería su aparición.
Por tanto, desde este enfoque, se considera la “dimensión de evitación como el factor
funcional mas importante en su etiología y mantenimiento, aunque sean diferentes los tipos o
fuentes de material evitado, así como las respuestas que conformen el patrón o clase de
evitación experiencial destructivo” (Hayes et al. 1996).
El modelo de Beck, nos ofrece, también en este trastorno, una descripción de los
pensamientos y creencias características, así como el modelo de Millon:
INDICADORES DE PENSAMIENTO
- Autodesaprobación, “soy un inepto”.
- Expectativas de rechazo en las relaciones sociales, “si me conocen, me
rechazarán”.
- “No gusto”, “soy inadecuado”.
- “Tengo que ser una mala persona para que mi padre me trate así”, “si o le
gusto a mi familia ¿cómo voy a gustar a otras personas?”.
- Falsa “mente en blanco”.
- “Me voy a poner en ridículo”.
- Exclusión de los datos positivos: “Si me conociera realmente no le gustaría”.
- “No puedo controlar mis emociones desagradables”.
- “Si ignoro mis emociones y pensamientos, se irán”.
- Distracción cognitiva.
- Hipervigilancia.
- Falta de confianza.
- Baja autoestima.
- Autocrítica excesiva.
- Evitan pensar sobre temas que les causan malestar.
- Fantasean sobre el futuro.
INDICADORES EMOCIONALES
- Intolerancia emocional.
- Ansiedad.
- Tristeza.
- Soledad.
- Deseos de relacionarse, de afecto y aceptación, aunque miedo al rechazo.
- Miedos y temores exagerados desde la infancia.
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-
Sentimientos de soledad y vacío.
Somatizaciones.
Dificultades para empatizar.
INDICADORES EN CONDUCTA MANIFIESTA
- Evitación motora general.
- Evitan trabajos o actividades escolares que supongan relacionarse
socialmente.
- Reacios a realizar nuevas actividades.
- Niegan o cambian de tema, cuando se suscitan pensamientos o emociones
desagradables.
- Pocas relaciones sociales, dificultad para iniciarlas.
- No tienen amigos íntimos, o apenas uno.
- Hablan poco, se les suele describir como callados.
- Conductas de distracción.
- Aislamiento.
- Huida del contacto con extraños.
- Relación generalmente cercana con miembros de su familia.
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7.3. SUICIDIO
Es la acción de quitarse la vida de forma voluntaria y premeditada (darse muerte a uno
mismo).
En relación con este comportamiento hay que diferenciar entre:





Suicidio frustrado: cuando la persona no ha conseguido su fin, habiendo tenido una
auténtica intención de matarse.
Suicidio consumado: cuando el comportamiento ha tenido éxito, bien como expresión
de sus auténticos deseos suicidas o como una casualidad no deseada.
Conductas suicidas: son aquellas encaminadas a conseguir ese fin, consciente o
inconscientemente.
Simulación suicida: acción del suicidio que no llega a su fin, por no existir una
auténtica intención de llegar a él.
Riesgo de suicidio: posibilidad de que el paciente atente deliberadamente contra su
vida. El riesgo aumenta si existe la idea de minusvalía de la vida, deseo de muerte por
considerarla un descanso, amenazas o tentativas previas.
A) EL SUICIDIO EN CIFRAS
A nivel mundial, las cifras de autolesiones se estiman entre un 3-5% de la población mayor
de 16 años, incluidos los suicidios consumados.
Del 15-30% de pacientes que se autolesionan repiten la conducta antes del año, y entre el 12% se suicidarán entre los 5 y 10 años de la tentativa.
Según la OMS, el suicidio es la décima causa de muerte en los países desarrollados.
Diariamente se producen en el mundo de 8.000 a 10.000 intentos de suicidio, de los que
1.000 lo consiguen.
B) FACTORES DE RIESGO PERSONALES Y DEMOGRÁFICOS EN SUICIDIO
a. Trastornos psiquiátricos: en más del 90% de los casos existe una enfermedad
psiquiátrica. Por orden de frecuencia tenemos:
- Trastornos del estado de ánimo: el riesgo es de un 15-20%, siendo mayor en la
depresión mayor y los trastornos bipolares.
- Abuso de sustancias psicoactivas: concretamente en alcoholismo, la tasa de
suicidios es de un 15%. En toxicomanías de un 10%.
- Esquizofrenia: existe un riesgo del 15%. Se suele asociar con la actividad
alucinatoria y la depresión. Se da más en jóvenes, en los primeros cuatro años de
la evolución de la enfermedad y asociado a las repetidas agudizaciones de la
misma.
- Trastornos de la personalidad.
- Síndromes mentales orgánicos: donde se incluyen las demencias y Parkinson
fundamentalmente, un 10% del total.
b. Historia de intentos y amenazas: entre el 25 y el 50% de los actos consumados tienen
historia conocida de intentos previos. Además existe una tendencia a producir los
mismos gestos suicidas.
c. Edad: los grupos de riesgo son los adolescentes y ancianos.
d. Sexo: en el varón la frecuencia aumenta con la edad, con una incidencia máxima a los
75 años. Consuman el suicidio 2-3 veces más que las mujeres. En las mujeres la edad
de mayor incidencia está entre los 55 y 65 años. Intentan suicidarse 2-3 veces más
que los hombres.
e. Factores sociales:
- Estado civil: solteros, viudos, separados y divorciados.
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f.
- Soledad: vivir sólo, pérdida o fracaso en una relación amorosa.
- Lugar de residencia: más en el medio urbano.
- Pérdida del rol o status social, marginalidad reciente.
- Desempleo o trabajo no cualificado.
- Problemática social, familiar o laboral grave.
- Ateos
Factores sanitarios: aproximadamente en el 50% de los intentos se aprecia
enfermedad física, dolor crónico, enfermedades crónicas en fase terminal (Cáncer,
SIDA, e intervenciones quirúrgicas o diagnóstico reciente de lesiones invalidantes y
deformantes.
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7.4. PARASUICIDIO
Es una lesión deliberada, conjunto de conductas (autolaceraciones, autoenvenenamientos,
autoquemaduras,...) con las que un sujeto, de forma voluntaria e intencional, se produce
daño físico, cuya consecuencia es el dolor, desfiguración o daño de alguna función y/o parte
de su cuerpo, sin la intención aparente de matarse.
A) FACTORES DE RIESGO PERSONALES Y DEMOGRÁFICOS EN PARASUICIDIO
a. Conflictos personales y problemas vitales estresantes en los seis meses anteriores a
las autolesiones. Suelen ser problemas de relación. Muchos presentan una alteración
del comportamiento que no llega a representar un trastorno psiquiátrico definido.
b. Trastornos de la personalidad: sobre todo límite e histriónico.
c. Edad y sexo: más frecuente entre los 20 y 30 años. Disminuye claramente en la
mediana edad. Afecta más a mujeres que a los hombres (2:1).
d. Antecedentes familiares: suicidios o actos autolesivos en la familia, historia de abuso
familiar, consumo de alcohol y/o drogas en los padres y muerte temprana de éstos.
e. Factores sociales: desempleo, baja clase social, estado civil soltero o divorciado.
(Basado en un documento elaborado por el Dr. Jorge Juan Fernández López.Médico
UVI Móvil de Zaragoza, Servicio 061 Aragón).
B) ESTRATEGIAS ANTE LAS CONDUCTAS SUICIDAS Y
PARASUICIDAS
El tratamiento de los individuos suicidas exige un protocolo estructurado de respuesta a:




Conductas suicidas en crisis.
Parasuicidios o intentos autolíticos.
Amenazas de suicidio.
Ideación suicida.
Este protocolo se puede llevar a cabo en una sesión terapéutica, en contacto telefónico o en
el entorno hospitalario.(ANEXOS 1,2,3).
Los objetivos del terapeuta ante la conducta suicida son:


Responder activamente de modo que impida o bloquee al paciente en su intento de
autolisis o conductas autolesivas.
Responder de modo que reduzca la probabilidad de futuras conductas autolesivas.
Las estrategias de manejo de comportamiento suicida se pueden implementar en, al menos,
4 situaciones.
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ANEXO 1
“Influencia del autoconcepto y de la competencia social en la depresión
infantil”.(Serafín Aldea Muñoz).
Profesor titular E.U de Educación de Soria, coordinador del departamento de psicología del
campus de Soria (Universidad de Valladolid) y profesor-tutor Facultad de Filosofía Uned de
Soria.
RESUMEN
En un principio se estima conveniente analizar brevemente las principales corrientes que han
estudiado la depresión infantil y su relación con el rendimiento escolar, la competencia social
y con la adaptación social.
Este trabajo se centra en la intervención desde el modelo cognitivo-conductual, incluyendo
técnicas y estrategias correspondientes a este enfoque, de forma que intentamos abarcar los
ámbitos deficitarios de otras teorías: Atención, competencia social, autoestima, autoconcepto,
y sensación de fracaso. El objetivo principal es reducir al máximo los síntomas de depresión y
mejorar el rendimiento académico y las habilidades de integración social y escolar.
Para lograr estos fines, nos hemos basado en la enseñanza sistemática de los componentes
cognitivos y en la modificación de comportamientos conductuales inadecuados. La
intervención se ha llevado a cabo en una muestra de sujetos, pero solo incluimos el estudio
sintetizado de un caso-para conocer la eficacia en el tratamiento de la depresión.
INTRODUCCIÓN
La depresión ha sido definida de diversas maneras en función de la corriente teórica en la que
se inserta cada autor. Lewinsohn, de orientación conductista, define la depresión como un
"síndrome constituido por diversas conductas anómalas en los ámbitos emocional, social y
psíquico".(1) Para este autor, una gran parte del síndrome depresivo puede explicarse en
base a la baja tasa de refuerzo positivo contingente a la respuesta emitida, al
empobrecimiento del repertorio de habilidades sociales y a una disminución de los refuerzos
de tipo social.
Por otra parte, Beck, cognitivista, define la depresión como "un estado anormal del organismo
que se manifiesta a través de señales y síntomas, como un estado de ánimo subjetivo bajo,
actitudes pesimistas y nihilistas, una pérdida de la espontaneidad y señales vegetativas
específicas".Para Beck lo más característico del trastorno depresivo es lo que denomina la
triada cognitiva: visión negativa sobre uno mismo, visión negativa de su entorno y visión
negativa acerca del futuro.(2).
La mayoría de los autores dedicados a la investigación psicopatológica de los trastornos
afectivos en la infancia y la adolescencia aceptan como factores de riesgo de depresión la
falta de confianza en las propias aptitudes (3)o lo que es lo mismo el bajo autoconcepto y la
falta de competencia social(4).
Ambos factores se relacionan con el rendimiento escolar y éste con la depresión. En la
actualidad se dispone de gran cantidad de datos que nos muestran que existen sólidas
relaciones entre la competencia social en la infancia y la adaptación social, académica y
psicológica. Resultados de estudios e investigaciones nos señalan que la adecuada
competencia social está asociada a logros escolares y sociales, mientras que la inhabilidad
interpersonal tiene consecuencias negativas para el individuo. La incompetencia social se
relaciona con la baja aceptación, rechazo, aislamiento social, problemas emocionales y
escolares, desajustes picológicos, trastornos depresivos.
Algunos autores señalan cómo las experiencias académicas y la socialización durante la edad
escolar tienen efectos directos sobre el desarrollo del autoconcepto. Más concretamente, el
fracaso escolar y en las relaciones interpersonales(5) llevan a un auto-concepto negativo. Los
niños se sienten fracasados, se autoculpabilizan por su mal rendimiento y piensan que nunca
podrán conseguir el éxito.
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Albistur((6), señala cómo la integración con el grupo de iguales que se produce con el ingreso
en la escuela va a suponer la satisfacían de una serie de necesidades que el niño no podría
satisfacer en el seno de su familia. La satisfacción de estas necesidades va a exigir en el niño
el cumplimiento de una serie de normas que impone el grupo. Es en este contexto, y en este
nuevo ambiente, en donde el niño percibe su propia felicidad y autosatisfacían. Todo ello
determinado por está variable de interacción grupal, pero no sólo por el grupo de iguales sino
también por el contacto con un adulto distinto a sus padres, como el profesor, del que van a
depender las tareas de organización escolar y, por supuesto, la evaluación de sus acciones.
Esto contribuye a la formación del autoconcepto del niño.
La idea de sí-mismo que ha forjado el niño en el ámbito familiar va a ser influida por sus
nuevas relaciones en el colegio. Esta idea subyace en los trabajos de los interaccionistas
simbólicos y de forma más cercana en el tiempo, en Davis, quien sugirió que los estudiantes
pueden desarrollar, relativamente ,bajas expectativas de éxito si están rodeados por
compañeros más hábiles académicamente (7).Es decir, al autoconcepto escolar vendría
determinado por procesos de comparación social y, en particular, por comparación con los
compañeros.(8).
La constatación de esta situación hace necesaria la búsqueda, el desarrollo y la utilización de
procedimientos y estrategias de intervención de la depresión. En este contexto, desde los
años sesenta ha aumentado el interés por el análisis experimental, la evaluación y el
tratamiento de los problemas de depresión infantil (9).En este ámbito de la intervención, se
han manejado diferentes tipos de tratamientos debido al confusionismo sobre la etiología y a
sus múltiples facetas. Dos de los enfoques vigentes en la actualidad son el biológico y el
psicológico que dan lugar a tratamientos diferentes : psicofármacos, psicoterapias, métodos
conductuales, cognitivos y cognitivos-comportamentales.
La introducción en la década de los setenta de las benzodiacepinas para el tratamiento de los
estados depresivos constituyó un avance significativo en relación a la medicación ansiolítica
anteriormente disponible, barbitúricos y meprobamatos, drogas de efecto más sedante con
mayor riesgo de adicción y con letalidad elevada en caso de sobredosis. No obstante los
resultados de muchos estudios e investigaciones realizados para comprobar la eficacia de un
tipo de tratamiento sobre los demás muestran que los beneficios terapéuticos de un
tratamiento meramente farmacológico son limitados y no permanentes y aunque no se obvian
los efectos positivos sobre la depresión no tienen efectos estables y sí un alto riesgo de
desarrollar dependencia, produciendo cambios únicamente en la esfera de lo individual sin
afectar ni incidir en los déficits cognitivos de estos sujetos.
Por otra parte, el tratamiento conductual aunque es capaz de conseguir resultados
deslumbrantes en la modificación de comportamientos específicos, la rapidez de las
modificaciones obtenidas, contrasta, la mayor parte de las veces, con su poca estabilidad en
el tiempo, con su escasa consistencia transituacional (10)y con la inespecifidad de los efectos
de las tácticas de modificación de conducta. En general, se trata de técnicas que se basan en
el principio de que las respuestas fóbicas y depresivas son aprendidas o condicionadas,
constituyendo el objetivo del tratamiento la inversión del proceso o descondicionamiento. Las
modalidades que se consideran fundamentales son la desensibilización y la implosión.
Actualmente, los programas de intervención en el ámbito educativo para niños con
depresiones se mueven dentro de la línea cognitivo-conductual ya que son bastantes los
estudios que demuestran que el tratamiento cognitivo-conductual produce efectos más
positivos y duraderos que el cognitivo y conductual independientemente(11).
El presente estudio se va a centrar en la intervención desde el modelo cognitivo-conductual
de forma que se incluirán técnicas y estrategias de esta naturaleza ya que se combina el
tratamiento y la instrucción con procedimientos de manejo conductual sistemático que
abarque todos los ámbitos deficitarios de este colectivo de sujetos: atención, competencia
social, autoestima, autoconcepto y sensación de fracaso con el propósito de reducir al
máximo los síntomas de la depresión y mejorar ,en última instancia, el rendimiento
académico, así como la adquisición de una serie de habilidades necesarias para la integración
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social y escolar de estos sujetos. Dicha intervención se centra en la enseñanza sistemática de
comportamientos cognitivos(auto instrucciones positivas) y en la modificación de conductas
conductuales y cognitivas inadecuadas. Será aplicado a una muestra de sujetos que
participará en nuestro estudio, para, finalmente ser evaluado y conocer su eficacia ante el
problema de la depresión.
Por otra parte, el tratamiento conductual aunque es capaz de conseguir resultados
deslumbrantes en la modificación de comportamientos específicos, la rapidez de las
modificaciones obtenidas, contrasta, la mayor parte de las veces, con su poca estabilidad en
el tiempo, con su escasa consistencia transituacional (10)y con la inespecifidad de los efectos
de las tácticas de modificación de conducta. En general, se trata de técnicas que se basan en
el principio de que las respuestas fóbicas y depresivas son aprendidas o condicionadas,
constituyendo el objetivo del tratamiento la inversión del proceso o descondicionamiento. Las
modalidades que se consideran fundamentales son la desensibilización y la implosión
Actualmente, los programas de intervención en el ámbito educativo para niños con
depresiones se mueven dentro de la línea cognitivo-conductual ya que son bastantes los
estudios que demuestran que el tratamiento cognitivo-conductual produce efectos más
positivos y duraderos que el cognitivo y conductual independientemente(11).
El presente estudio se va a centrar en la intervención desde el modelo cognitivo-conductual
de forma que se incluirán técnicas y estrategias de esta naturaleza ya que se combina el
tratamiento y la instrucción con procedimientos de manejo conductual sistemático que
abarque todos los ámbitos deficitarios de este colectivo de sujetos: atención, competencia
social, autoestima, autoconcepto y sensación de fracaso con el propósito de reducir al
máximo los síntomas de la depresión y mejorar ,en última instancia, el rendimiento
académico, así como la adquisición de una serie de habilidades necesarias para la integración
social y escolar de estos sujetos. Dicha intervención se centra en la enseñanza sistemática de
comportamientos cognitivos(auto instrucciones positivas) y en la modificación de conductas
conductuales y cognitivas inadecuadas. Será aplicado a una muestra de sujetos que
participará en nuestro estudio, para, finalmente ser evaluado y conocer su eficacia ante el
problema de la depresión.
MÉTODO
Sujeto
A.G. es un niño de 7 años y 5 meses. Pertenece a una familia de clase media-baja. El padre
es oficial de primera en la construcción y posee el graduado escolar. La madre se ocupa de
las tareas domésticas en el hogar y obtuvo el certificado de estudios primarios. Es el segundo
de cuatro hermanos (tres chicos y una chica). Su historia evolutiva no presenta ningún dato
de interés hasta el momento de la escolarización, la cual se produce por primera vez a los
cuatro años de edad. A partir de esta fecha la madre percibe alteraciones en la conducta de
su hijo(aislamiento, reducción progresiva de la comunicación, rechazo a la
escuela, ...).Actualmente, presenta un bajo rendimiento académico. La preocupación de la
profesora y de sus padres está en su apatía, anhedonia, inactividad, pérdida de la autoestima,
pérdida del sueño, disminución de la actividad en general, deterioro de las relaciones
interpersonales, desinterés por los demás, molestias corporales difusas y autodepreciación
La profesora refiere una marcada preocupación e
comportamientos, ante los cuales se siente desbordada.
impotencia
ante
este
tipo
de
Procedimiento
La derivación del caso por la profesora de A.G. hizo que concretáramos una entrevista con los
padres de este niño y otra con una profesora, para recoger datos e información sobre la
historia evolutiva del niño y de las modalidades de interacción familiar y escolar que pudieran
ser relevantes para la explicación de la génesis y evolución del problema.
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Utilizaremos la escala de observación familiar (12) y la Pauta de Exploración de Refuerzos en
el Ambiente Familiar de Pelechano (13).
Posteriormente, procedimos a realizar una evaluación psicopedagógica a A.G. Los
instrumentos que le fueron pasados Wisc-R (14),Test de la Familia, el CDI de Kovacs, una
escala para medir la autoestima (mediante el SDQ "Self Description Questionnaire"),la Escala
de depresión de Hamilton(15) y cuestionario de habilidades sociales (16).
El nivel de interacción social se operacionalizó toda aproximación a menos de un metro de
otra persona, hacia la que el sujeto se había desplazado o viceversa. El registro de esta
conducta se llevó a cabo por dos observadores, de forma directa e independiente. Se
contabilizaron el número y la duración de las interacciones.
Los resultados correspondientes a esta fase inicial de evaluación pusieron de manifiesto que
A.G. es un niño con una inteligencia algo superior a la normal (C.I.112),con un bajo
autoconcepto lo que puede estar influyendo negativamente en el rendimiento escolar y en las
escasas interacciones sociales.
Diseño
Se ha utilizado un diseño experimental de caso único A-B-A, donde la última fase, en la que
se retiró el tratamiento no fue una fase se reversión, en sentido estricto, sino de seguimiento.
Es decir, el objetivo de esta última fase no era el retorno del comportamiento a los niveles de
línea-base, sino comprobar que se mantenían los resultados tras el tratamiento.
Tratamiento
Los objetivos específicos de la intervención fueron:
1.Sustituir la baja interacción social por un incremento de la frecuencia de relación
interpersonal.
2.Aumentar el autoconcepto.
3.Eliminar los síntomas depresivos.
4.Probar la eficacia del tratamiento para intervenir en sujetos con depresión motivada por
bajo autoconcepto.
Nuestra hipótesis de intervención quedó formulada en los siguientes términos: El tratamiento
en el programa de intervención cognitivo-conductual, incrementará ,de manera significativa
en el sujeto el autoconcepto, las relaciones interpersonales y el rendimiento académico.
Resultados
Los resultados obtenidos muestran una mejoría en la sintomatología depresiva que
experimentaba A.G.
Discusión
Los resultados ponen de manifiesto el papel fundamental que juega el autoconcepto y la
competencia social en el rendimiento académico y en los estados depresivos, lo que coincide
con los resultados proporcionados por gran parte de la investigación empírica sobre este tema.
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8. VIOLENCIA, MALTRATO Y ACOSO ESCOLAR
INTRODUCCIÓN
 DEFINICIÓN DE AGRESIÓN
La agresividad es una característica innata al individuo que sirve para responder
defensivamente a situaciones amenazantes. Es una respuesta adaptativa que por tanto posee
una connotación positiva.
Todos somos potencialmente agresivos pero no violentos.
La agresión está regulada por códigos morales internos, ética, empatía por los demás y
control del nivel del impulso. El refrenar los impulsos antisociales es una tarea aprendida en
la infancia dentro del núcleo familiar y a través de estructuras sociales. Los padres y los
cuidadores ayudan a los niños a internalizar los valores éticos, culturales, filosóficos y
también a refrenar los impulsos antisociales. (O. Terol Levy)
 DEFINICIÓN DE VIOLENCIA
La violencia no es adaptativa, es destructiva, tiene como finalidad causar daño, sin buscar un
beneficio.
Violencia es el intento o amenaza de daño físico, deliberado y sin consentimiento. Incluye
violencia hacia víctimas que no puedan consentir y a conductas inductoras de miedo con
amenazas implícitas a terceros (Hart, 1995).
La decisión de actuar violentamente está motivada y reforzada por la gratificación del acto en
sí. Según Echeburúa (2004), violencia es una agresión destructiva y no adaptativa, con
intencionalidad de causar daño a otros seres humanos, sin que tenga beneficio alguno para la
supervivencia del que la ejecuta.
La violencia sería pues una respuesta o reacción agresiva no adaptativa y no justificada con
intención de causar daño físico, influenciada por una combinación de factores y reforzada por
el acto en sí (O. Terol Levy).
8.1. PREDICTORES DEL ABUSO DE SUSTANCIAS Y DE VIOLENCIA EN
LA ADOLESCENCIA (González, Fernández y Secades, 2004)
Grupo de iguales desviado
Problemas de conducta
tempranos
Supervisión baja
Disciplina ineficaz
Vínculos familiares
Abuso de sustancias
Violencia
Delincuencia
Problemas de adaptación
Niño/escuela/maestro
fracaso escolar
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8.2. FACTORES DE RIESGO RELACIONADOS CON CONDUCTAS-PROBLEMA
(González, Fernández y Secades, 2004)
-Factores de los padres
-Prácticas de disciplina
-Supervisión baja
-Baja estimulación
-Factores individuales
-Dificultad en manejo
de conflictos
-Habilidades sociales
deficitarias
-Impulsividad, TDA-II
y/o problemas de
temperamento
-Factores escolares y
del grupo de iguales
-Conductas ineficaces
del maestro
-Conductas agresivas
-Rechazo de los iguales
normales
-Asociación con
iguales desviados
Problemas de
conducta tempranos
-Factores contextuales/
familiares
-Pobreza
-Delincuencia y
enfermedad mental
paterna
-Abuso parental de
sustancias
-Estresores
-Problemas maritales
8.3. FACTORES PROTECTORES EN LA ADOLESCENCIA














Cuidado estable
Adultos competentes
Buen aprendizaje
Habilidades de solución de problemas
Control del estrés
Autoestima alta
Valores claros
Relaciones sociales
Facilidad para contraponerse a la presión del grupo
Responsabilidad social
Competencia social y eficacia percibida
Estrategias de enseñanza efectivas
Buen estudiante
Hogares intactos
8.4. PRINCIPIOS DE INTERVENCIÓN CON MENORES DE RIESGO
(Espada, Méndez y Orgilés, 2004).

RELACIONADOS CON LA DETECCIÓN Y DIAGNÓSTICO
-
Atención a los momentos críticos de riesgo
Atención a los indicadores sicológicos, físicos y sociales.

RELACIONADOS CON LA PLANIFICACIÓN DE LA INTERVENCIÓN

RELACIONADOS CON LA METODOLOGÍA

RELACIONADOS CON LA INTERVENCIÓN
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8.5. ÁREAS PARA LA DETECCIÓN PRECOZ DE CONDUCTAS
INADAPTADAS (Santos, 2004).
RENDIMIENTO ACADÉMICO
• Descenso en el rendimiento académico. Asignaturas en las que encuentra más dificultades
y asignaturas en las que tiene menos problemas.
• Método de estudio: disposición de un lugar adecuado para el estudio, técnicas de
comprensión, memorización, entrenamiento a exámenes, planificación del trabajo.
• Actitud dentro del aula: falta de atención, implicación en el trabajo, participación,
incumplimiento de tareas, pérdida de interés, salidas frecuentes del aula, mentiras para
autojustificarse.
• Integración escolar: con los compañeros, con los profesores y en las actividades del centro.
• Faltas de asistencia.
• Problemas, conflictos con las normas.
• Expectativas de vida académica.
ESTADO EMOCIONAL
 Dificultad para expresar sus opiniones o desenvolverse adecuadamente en su medio social.
 Aparición de conductas desafiantes, agresivas, hostilidad.
 Impulsividad a la hora de resolver problemas, tomar decisiones, nerviosismo, apatía.
 Cambios bruscos en el estado de ánimo.
 Habilidades sociales para relacionarse con sus compañeros, con los profesores y con la
familia.
 Quejas de sus compañeros, de sus profesores o del resto del personal del centro.
CONDUCTA ANTISOCIAL
 Actos vandálicos (estropear o dañar material o instalaciones de la escuela).
 Robos a los compañeros, a los profesores, o del material del centro.
CONSUMO DE SUSTANCIAS Y ACTITUDES ANTES LAS DROGAS
 Frecuencia e intensidad de uso de sustancias legales.
 Frecuencia e intensidad de sustancias ilegales.
 Opiniones sobre las drogas.
 Percepción de riesgo del uso de drogas.
ESTILO DE VIDA
 Apariencia física: pérdida de peso en poco tiempo, higiene, vestimenta,...
 Ocupación de ocio y tiempo libre: aficiones.
 Disponibilidad de dinero. Solicitud de préstamos entre los compañeros.
FAMILIA
 Estructura familiar.
• Situación laboral.
• Estilo educativo: permisivo, autoritario, democrático.
• Relación del alumno con los miembros de la familia.
• Uso de sustancias y actitudes sobre éstas.
• Otros problemas familiares: separación, violencia...
• Vinculación de los padres al centro escolar.
• Control de los padres sobre las tareas escolares y sobre el comportamiento en general de
su hijo.
GRUPO DE AMIGOS
• Preferencias: amigos del instituto, del barrio, otros.
• Perfil de sus amigos: edades, estilo de vida, ocupación, consumo de drogas y ocupación del
ocio.
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ENTORNO FÍSICO Y SOCIAL
• Recursos comunitarios del barrio en el que vive: instalaciones deportivas, asociaciones
juveniles, etc.
• Conocimiento y uso de estos recursos por parte del alumno.
• Características del barrio en el que vive.
8.6. ACOSO ESCOLAR O “BULLING”
En general, se piensa que el acoso escolar se refiere exclusivamente a algo físico y externo:
tal como peleas y agresiones. Sin embargo, hay multitud de actitudes de acoso verbal y
psicológico que tienen los mismos efectos demoledores: insultos, vejaciones, infundios,
críticas, motes, aislamientos, murmuraciones, chistes, robos de material, etc.
De igual manera hay que tener en cuenta que existe acoso escolar entre los propios alumnos,
pero también ocurre hacia los profesores o incluso hacia los padres. Tan peligroso es
minimizar este problema como exagerarlo y generalizarlo.
(Juan Antonio Planas Domingo, Presidente de la Confederación de las Organizaciones de
Psicopedagogía y Orientación de España (COPOE) (18/07/2005)
A) LOS CENTROS ESCOLARES. EL PROFESORADO.
Según la macroencuesta sobre la convivencia en los centros escolares realizada en todo el
Estado por el Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA) en 2003 entre 11.034
alumnos de 12 a 16 años y a 7266 familias, se pueden entresacar conclusiones muy
interesantes:
LA CONVIVENCIA EN LOS CENTROS ESCOLARES






El 83% de los padres se encuentran satisfechos con el clima de convivencia
de los centros.
El 76% de los alumnos están satisfechos con la convivencia en sus
respectivos centros.
El 12% de los estudiantes saben de agresiones físicas entre compañeros.
El 2% de los alumnos reconocen agresiones a profesores.
Sólo un 25% de los padres piensa que ha aumentado la conflictividad
últimamente.
Hay un 12,5% de familias que cambiaría a sus hijos de centro educativo.
En general, este fenómeno del acoso escolar se da entre varias personas hacia una sola.
Suele ocurrir que los acosadores son personas con autoestima baja que carecen de
estrategias asertivas para resolver conflictos y que a su vez han recibido o están recibiendo
una gran agresividad en la familia o en el entorno en que viven. Es frecuente que estas
personas sufren fracaso escolar y el acoso se convierte en un mecanismo de defensa para
que no se pongan de manifiesto las propias debilidades.
Veamos por ejemplo la perspectiva del profesorado según el informe realizado por el
Sindicato Nacional de Profesorado de España (ANPE) realizado en Madrid a 2000 profesionales
en el año 2003, que pone de manifiesto una situación muy negativa:
PERSPECTIVA DEL PROFESORADO
 Sólo el 13,4% de los docentes encuestados da sus clases con normalidad.
 El 63,4% afirma encontrar a veces dificultades para impartir sus clases con
normalidad.
 El 23,4% del total manifiesta que encuentra problemas frecuentemente.
 Un 20,2% de los profesionales se siente desprotegido.
 El 81,7% reconoce no haber recibido formación específica sobre la resolución de
conflictos.
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 Un 85% de los encuestados reconoce la existencia de situaciones de violencia en los
centros escolares.
 Un 40,6% considera que existen agresiones de tipo verbal.
 Un 31,2% estima que existen agresiones psicológicas.
 Un 21,7% piensa que hay agresiones físicas.
La violencia física, la violencia verbal (motes, insultos, amenazas, etc.) y la violencia
psicológica (chantajes, rumores, aislamientos, rechazos, etc.),en edades infantiles puede ser
un claro detonante de futuros comportamientos agresivos en la adolescencia o madurez.
Desde los Servicios de Orientación se observan cada vez con más frecuencia conductas
disruptivas de los alumnos derivadas de la escasa tolerancia a la frustración, de la necesidad
de recompensas inmediatas, de la dificultad para mantener la atención y la dificultad para
acatar normas. De ahí a conductas de acoso hay muy poca distancia.
Toda la Comunidad Educativa está de acuerdo en que es necesario mejorar el clima de
convivencia en el aula para prevenir posibles casos de acoso o bulling. Hace falta más
autoridad del profesorado. Los alumnos más desmotivados o con problemas conductuales no
deben interferir en los demás...pero ¿Cómo conseguimos esto?
Desde la Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España COPOE,
recomiendan una serie de protocolos para prevenir e intervenir en las situaciones de maltrato
entre compañeros:
PROTOCOLOS PARA PREVENIR SITUACIONES DE MALTRATO ENTRE COMPAÑEROS
(COPOE)
-
En primer lugar habría que vigilar con más atención los momentos más “críticos” tal
como las entradas y salidas, recreos, comedor, autobús, baños, vestuarios, etc.
Convendría estar más atento a cualquier indicio de que se está aislando a cualquier
alumno.
Habría que trabajar mucho más la educación emocional desde la educación infantil
hasta el final de la escolarización dentro de la tutoría.
Habría que incentivar la formación psicopedagógica del profesorado tanto inicial como
permanentemente.
En el momento en que se produzca cualquier situación de maltrato hay que actuar con
rapidez y contundencia, siguiendo un plan prefijado que involucre a toda la comunidad
educativa, incluidas las familias y otros agentes externos como trabajadores sociales,
psicólogos, etc.
Es necesario diseñar actividades dirigidas a la víctima, a los agresores, a los espectadores,
con el grupo, con las familias y con la comunidad educativa.
Lo importante es tomar medidas preventivas anticipándose al problema; y una vez agotadas
estas medidas habrá que aplicar el reglamento de régimen interno de sanciones. Eso sí, es
preciso que estas sanciones sean educativas. no se puede es pasar por alto cualquier acción
agresiva aunque sea de tipo verbal o psicológica, porque éstas suelen derivar en situaciones
mucho peores.
(Juan Antonio Planas Domingo, Presidente de la Confederación de las Organizaciones de
Psicopedagogía y Orientación de España (COPOE) (18/07/2005)
B) ACOSO ESCOLAR: ACOSO PSICOLÓGICO
El acoso psicológico entre compañeros es la peor forma de maltrato escolar, la más
abundante (supone el 90% de los casos), «la más lesiva» y la más difícil de detectar.
Hace más daño en la psique y la autoestima del niño acosado el hostigamiento, el vacío a su
alrededor, el bloqueo social, la estigmatización, los insultos constantes, que la mera agresión
física, dicen los expertos.
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Los comportamientos más frecuentes son el uso peyorativo de motes (14%); retirar la
palabra (10.3%); reírse ante equivocaciones (9.2%); insultos (8.7%); o acusaciones falsas
(7.5%).
El acoso -también conocido por un término bulling que los expertos consideran confuso- se da
por igual en la escuela privada, pública, que concertada, y abunda más entre lo menores. Los
niños más pequeños del estudio tenían cuatro veces más riesgo de sufrir acoso y violencia.
No hay ningún perfil de víctima, cualquier chico o chica puede sufrir acoso escolar porque no
hay razones objetivas que lo justifiquen. Los acosados no son diferentes, ni tienen ningún tipo
de «cojera psicológica» que los haga susceptibles. «Cualquier cosa puede desencadenar el
'efecto señal' que convierte a un niño en objetivo potencial», como puede ser llegar tarde a
clase, hacerse pis, sacar buenas notas, sacarlas malas, ser el más alto, el más gordo, la más
guapa...
El maltrato escolar va por géneros; los chicos maltratan a chicos, y las chicas entre ellas. Los
niños sufren acoso en mayor medida que las chicas, aunque la diferencia no es notable.
En tres de cada cuatro casos la media de duración de este calvario es de meses, incluso todo
el curso, y unos y otras sufren una victimización múltiple. Primero, por sus acosadores.
Después, porque es la víctima la que suele ser separada del grupo o trasladada incluso de
centro. Además, tienden a autoinculparse y los rodea un duro pacto de silencio entre sus
propios compañeros y los adultos -profesores y padres- implicados. El catálogo de posibles
daños clínicos es largo. Estrés postraumático -más de la mitad de los acosados-, depresión,
baja autoestima, autodesprecio, trastornos psicosomáticos, y riesgo potencial de suicidio en
el 15% de los casos. Las secuelas pueden ser crónicas y, a menudo, los acosados serán
adultos más vulnerables a otras formas de maltrato o podrían convertirse, a su vez, en
hostigadores de otros. Otro tanto ocurre con los matones que suelen consolidar estas
conductas. «Muchos acosadores infantiles son luego adultos acosadores laborales, domésticos
o vecinales, se convierten en auténticos depredadores sociales» (Iñaki Piñuel). Según un
estudio noruego, el 60% de estos menores agresores comete un delito antes de los 24 años
de edad.
C) ¿QUIENES SON LOS ACOSADORES?
Los acosadores son compañeros o compañeras de clase (18.6% de los casos), y grupos de
otras clases (13.4%).
PERFIL DEL ACOSADOR
Suelen ser niños:
 Violentos.
 Dominantes.
 Con baja tolerancia a la frustración.
 Caprichosos.
 Desatendidos por su entorno familiar.
RAZONES PARA EL ACOSO
 Haber sido provocados (22,4%) a querer gastar una broma (8,6%) o molestar (4,8%).
Los hay (3%) que acosan o participan para no ser acosados a su vez.
Los autores del estudio aconsejan mayor vigilancia institucional y social sobre el bullying.
Recomiendan «devolver a los profesores la capacidad inmediata de sancionar» estas
conductas», que ahora no tienen, y estimular la condena social entre los propios estudiantes.
En un 19% de los casos, son los compañeros del acosado los que detienen el maltrato, vía
denuncia o, aún mejor, negando todo reconocimiento social a los agresores.
D) ¿QUIÉNES SUFREN BULLYING?
Un 23,2% de los niños españoles -prácticamente uno de cada cuatro, es decir 1.750.000
escolares en toda España- está viviendo una pesadilla similar.
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Los niños andaluces, con un 27,70% de los alumnos víctimas de acoso, son los que más
sufren la inquina de sus iguales; en el extremo opuesto, los aragoneses con sólo un 18,2% de
acosados.
Un 53,7% de las víctimas de acoso escolar presenta síntomas de estrés postraumático
(pesadillas, ansiedad, insomnio, flash back, pánico...), el 54,8% sufre depresión, el 53% tiene
una imagen negativa de sí mismo...
E) FASES DEL BULLYING
1) FASE 1:DESENCADENAMIENTO DEL PROCESO INSTIGADOR
Uno de los primeros tópicos que el estudio echa por tierra: el niño acosado no es un alumno
carente de habilidades sociales, arrinconado por los demás por ser «gordo», «gafotas» o
excesivamente tímido. El acoso puede recaer sobre cualquiera. «Muchos son niños
absolutamente normales, felices y brillantes», dice Araceli Oñate. Prueba de ello es que
muchas víctimas responden afirmativamente en los test a enunciados tan optimistas y
generosos como «cuando pierdo en algún juego me alegro por los que ganan» o «prefiero
salir con gente que quedarme a ver la tele».
El hecho que desencadena el proceso de acoso sorprende por lo puntual y lo insignificante.
Cometer un error, haberse dejado anotar una canasta crucial como el niño de Andalucía,
orinarse delante de la clase, sacar una nota que despunta por arriba o por abajo o
incorporarse tarde al colegio... cualquier detalle basta para que el agresor se fije en alguien y
decida convertirlo en su presa.
Ante esta caprichosa elección, los más pequeños son los más desprotegidos.
El informe ha confirmado a los expertos lo que ya sorprendió en un estudio realizado
anteriormente en la Comunidad de Madrid. Si en 1º de Bachillerato el acoso afecta al 11,40%
de los alumnos, en Segundo de Primaria (niños de siete años) lo sufre el 41,4%. A medida
que el niño crece, la posibilidades de ser blanco de sus compañeros de pupitre disminuyen:
un 37% en 4º de Primaria, un 28,10% en 5º, un 25% en 6º, un 23% en 1º de ESO...
De esta estadísticas, los especialistas extraen una mensaje esperanzador (puesto que el
acoso disminuye con la edad, la escuela socializa) y una pregunta inquietante: ¿Qué se estará
viviendo en las aulas de los niños de cinco y seis años, demasiados pequeños como para
someterlos a una evaluación mediante test?
Entre las buenas noticias está el hecho de que el acoso escolar no reproduzca el patrón de la
violencia de género, algo que algunos especialistas temían que imperara también en las aulas.
Niños (el 24,4% son víctimas) y niñas (21,8%) lo sufren en igual medida. «Por lo general, los
niños acosan a otros niños y las niñas a otras niñas», explica Piñuel.
«Aunque sí es cierto que la modalidad de acoso y violencia escolar varía en función del sexo.
Los niños se decantan más por la agresión física y las amenazas directas mientras que las
niñas atacan a la víctima aislándola y excluyéndola, intentando bloquearla socialmente». Ser
homosexual o extranjero tampoco da más papeletas para convertirse en blanco de los demás.
Sólo un 1% de los acosadores eligió a su víctima «porque era diferente».
Harán falta más estudios para averiguar el por qué de las diferencias entre comunidades.
Andalucía se sitúa en la cabeza de la lista, con un 27,7% de sus alumnos sometidos a un
acoso intenso o muy intenso, seguida del País Vasco y Navarra (25,6%), y Asturias y
Cantabria (23,6%). Mientras que las aulas menos conflictivas son las aragonesas (18,2%) y
las canarias (19,1%).
2) FASE 2: COMIENZA EL HOSTIGAMIENTO Y EL ACOSO
El acosador ya tiene a su víctima en el punto de mira y comienza a desplegar sus armas para
conseguir que el resto del grupo lo demonice también. Le pone motes, realiza caricaturas
ofensivas, le grita, le chilla o lo maltrata ostensiblemente a la vista de todos... «Intenta que
los testigos pasen a ser participantes activos en el proceso de acoso», explica Piñuel.
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Algunos colaboran en el hostigamiento por miedo al instigador y a que éste pueda cebarse
con ellos también. Los más simplemente se dejan llevar por el mimetismo de la violencia. «La
mayoría se burlará de la víctima, la estigmatizará y se apartará de ella por el simple hecho de
que todos lo hacen», asegura Araceli Oñate.
Un 39,40% de los escolares estudiados por ella y Piñuel acosan esporádicamente a otros y el
3% son acosadores frecuentes o sistemáticos. Los que ejercen la violencia aducen la
siguientes razones para hacerlo: «Porque me provocaron» (22,4%), «por gastar una broma»
(8,6%), «para evitar que me lo hagan a mí» (2,9%), «por pasar el rato» (3,2%), «porque a
mí me lo hacen» (3%)...
¿Y qué sucede con los acosadores tras la vida escolar? Los expertos creen que perpetúan la
violencia y la trasladan al ámbito laboral, familiar o vecinal. Un 60% de los niños que acosa
en el colegio comete algún delito antes de los 24 años.
3) FASE 3: EL ASESINATO PSICOLÓGICO
El niño acosado comienza a creer que todo lo hace mal, que es un desastre, tiene una visión
pesimista de la vida y de los demás e incluso se inclina por pensar que los que lo acosan
tienen razón. Se derrumba. Una de cada cuatro víctimas dice que lleva padeciendo esta
situación «desde siempre», el 28% «desde que comenzó el curso», el 25% «desde hace unos
meses» y el 22% lo sufre «desde hace unas semanas».
En contra de lo que podría pensarse, les produce mayores daños psicológicos que le pongan
un mote o lo aíslen que recibir una patada. Y son justamente las conductas más dolorosas las
preferidas por los agresores: Bloqueo social de la víctima (29,3%), hostigamiento (20,9%),
manipulación (19,9%), coacción (17,4%)...
Ante este panorama, el niño comienza a desarrollar los primeros síntomas de indefensión:
PRIMEROS SÍNTOMAS DE SUFRIR BULLYING
- Disminuye su rendimiento escolar.
- Se aísla socialmente.
- Altera su conducta (pánico, ataques de rabia, llanto o miedo a ir al colegio).
- Surge la agresividad y los primeros incidentes con la familia.
- Aumenta el absentismo escolar.
- Se retrae.
Y es entonces cuando se procede a cometer, a decir de Oñate y Piñuel, uno de los mayores
errores a la hora de intervenir.
«Se busca la causa del acoso en la víctima, produciéndose el demoledor fenómeno de la
victimización secundaria. Se le saca de clase para ir a ver al psicólogo, se le señala ante sus
padres o demás compañeros como un niño difícil, insociable, agresivo, depresivo, hiperactivo,
neurótico que presenta necesidades educativas especiales...», explica Oñate. Es decir: se le
hunde aún más.
4) FASE 4: MANIFESTACIONES PSICOSOMÁTICAS GRAVES
La conclusión más alarmante del estudio es el enorme daño psicológico que sufren las
víctimas.
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DAÑO PSICOLÓGICO QUE SUFREN LAS VÍCTIMAS
-
TEPT : Un 53% presenta síntomas de estrés postraumático (pesadillas,
ansiedad, temblores, sudoración, flash back, pérdida de la capacidad de
concentración...)
-
DEPRESIÓN (UN 54,8%).
-
AUTODESPRECIO (un 38%).
-
DISMINUCIÓN DE LA AUTOESTIMA (un 57,2%)
-
IMAGEN NEGATIVA DE SÍ MISMO (un 53%).
-
IDEAS SUICIDAS: el 15% presenta ideas suicidas recurrentes.
Ante tal cuadro clínico, no es de extrañar que con frecuencia muchos yerren en el diagnóstico
y se confunda a la víctima con un enfermo mental.
«Algunos de estos niños, cuando los cambian de centro para tratar de cortar el acoso, pueden
llegar a reproducir el comportamiento del agresor en el nuevo colegio. "Esta vez no me va a
pasar porque soy yo quien va a dar"», explica Araceli Oñate. Es la lección que parece querer
dar un polémico videojuego de Rockstar, protagonizado por un niño que sobrevive a los
ataques de sus compañeros echando mano de bates de béisbol o bombas fétidas. En España
se lanzará a finales de año.
5) FASE 5: EXPULSIÓN O AUTOEXCLUSIÓN ESCOLAR
Le sucedió a la niña apaleada en Burgos el pasado 4 de septiembre. Y al niño de Andalucía. La
mayoría de los casos de acoso escolar se zanjan con la salida de la víctima del colegio.
«Muerto el perro se acabó la rabia», dice Piñuel, muy crítico con esta práctica para la que ha
acuñado el término de «síndrome de negación institucional».
«Las instituciones escolares tienden a negar sistemáticamente que tales violencias existan en
sus centros porque es una patata caliente que no desean. No quieren asumir la
responsabilidad que tienen de proteger a los niños y demasiadas veces lo que esperan de las
víctimas es que se marchen. Es la salida más cómoda, pero la más injusta y lesiva para el
niño». En muchos casos el cambio de colegio está aconsejado por el orientador.
«Se le ha retirado la autoridad al profesor para corregir y reprochar conductas y se ha
derivado en comisiones que tardan días o semanas en decidir. El agresor no aprende a tiempo
que su conducta es reprobable porque el mensaje le llega 25 días después», dice Piñuel.
Los expertos son partidarios de la creación de un Plan integral de intervención en materia de
acoso que apueste por el protagonismo de los profesores y les devuelva la posibilidad de
actuar inmediatamente. Durante el curso pasado, Piñuel y Oñate lanzaron en algunos colegios
de Madrid su propio plan. Y parece que funciona. Pusieron en marcha lo que llamaron
«Protocolos de buen trato», una dinámica de creación de normas de comportamiento contra
la violencia y el maltrato que los propios alumnos elaboran y que el colegio asume como
propias: «Todos somos un equipo», «no arrinconar»... En las clases donde se ha aplicado, el
acoso se ha reducido un 60%.
Otro dato esperanzador es que un 15,5% de los niños acosados asegure que son defendidos
por otro compañero cuando les agreden. (Sólo el 9,6% dice que le ayuda un profesor y el
5,1% otro adulto). Unos héroes a decir de Piñuel y Oñate. «Un niño que ayuda a un excluido
se convierte automáticamente en candidato a la marginación».
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INDICADORES DE ACOSO ESCOLAR
Cuidado si su hijo:
1. Llega a casa con ropa deteriorada, falta de material, heridas...
2. Busca excusas para no ir a clase.
3. Evita la relación con sus compañeros.
4. No quiere ir a fiestas de cumpleaños, excursiones, salidas escolares...
5. Se aísla en su habitación.
6. Llora con facilidad sin motivo aparente.
7. Tiene vómitos y náuseas por la mañana.
8. Nos dice que «no valemos para nada».
9. Se muerde las uñas.
10. Tiene miedo a ir al colegio.
11. Está nervioso e intranquilo.
12. Relata situaciones de acoso sucedidas a «otro niño».
13. Se preocupa en exceso por su seguridad o por la de los miembros de su familia.
14. No quiere ir a clase de gimnasia.
15. Tiene ataques de rabia desproporcionados.
16. No puede contar lo que le pasa ni nombrar a su agresor.
17. Tiene una sensación de peligro inminente.
18. Tiene ansiedad o angustia y no puede concentrarse.
19. Habla de «quitarse de en medio» para resolverlo todo.
20. Le preocupa ser acusado falsamente.
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8.7. MALTRATO
A. MALTRATO: VÍCTIMA
La ONU (1985; Resolución 40/34) dice que “se ha de entender por víctimas las personas
que individual o colectivamente hayan sufrido daños, lesiones físicas o mentales, sufrimiento
emocional, pérdida financiera o menoscabo substancial de sus derechos fundamentales como
consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación penal vigente en los estados
miembros, incluida la que proscribe el abuso de poder. En la expresión víctima se incluye
además, en su caso, a los familiares o personas a su cargo que tengan relación inmediata con
la víctima directa y a las personas que hayan sufrido daños al intervenir para asistir a la
víctima en peligro o para prevenir su victimización”.
B.








¿QUÉ PRODUCE EL DAÑO PSÍQUICO A LA VÍCTIMA?. Greem, 1990
Amenaza a la propia vida o integridad del cuerpo.
Daño o lesión física grave.
Recepción del daño como intencionado.
Exposición a lo grotesto
Pérdida violenta o repentina de un ser querido.
Presenciar u oír acerca de la violencia a un ser querido.
Conocimiento de la exposición a un agente nocivo o “estresor de información”.
Causar la muerte o daño muy grave a otro.
C.





RESPUESTA PSÍQUICA DE LA VÍCTIMA
Sentimientos de humillación, vergüenza, ira e impotencia.
Preocupación constante por el acontecimiento.
Alteración del ritmo y contenido del sueño.
Ansiedad.
Autoculpabilidad con tendencia a revivir y percibir el suceso como responsable principal
del mismo.
Pérdida progresiva de autoconfianza como consecuencia de los sentimientos de
indefensión e impotencia experimentados.
Alteración del sistema de valores, especialmente su confianza en los demás, así como su
creencia en un mundo justo.
Falta de interés y concentración hacia todas aquellas actividades y aficiones que
anteriormente le satisfacían.
Disminución de la autoestima.
Depresión.
Aumento de la vulnerabilidad con temor a vivir en un mundo peligroso y pérdida de
control sobre su propia vida.
Hostilidad, agresividad, abuso de drogas.
Cambio drástico en el estilo de vida con miedo a acudir a lugares de costumbre, cambio
imperioso de domicilio.
Modificaciones de las relaciones sociales (dependencia, aislamiento).
Disfunción sexual.


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

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


8.8. LA VIOLENCIA
Para poder comprender el proceso de los malos tratos, del bulling, cómo se inician, por qué
se mantienen, y qué les puede estar pasando a las personas que se ven inmersas en el
problema, deberemos profundizar más en el tema de la violencia.
A. TIPOS DE VIOLENCIA
Es muy importante que distingamos los tres tipos de violencia:
- Violencia física.
- Violencia psicológica.
- Violencia sexual (VER ESQUEMA ADJUNTO).
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B. “LA ESCALERA DE LA VIOLENCIA”
Nos sirve para explicar cómo se originan las relaciones de violencia entre los alumnos así
como entre los progenitores.
¿...?
FRACTURAS...
GOLPES GRAVES...
BOFETADAS...
EMPUJONES...
INSULTOS...
C) FACTORES DE RIESGO Y FACTORES DE PROTECCIÓN
FACTORES DE RIESGO
Son aquellas características de la persona o de su entorno que puedes facilitar que se vea
inmersa en una relación violenta (como víctima o como agresor). NO SON DETERMINANTES,
es decir, el hecho de que estos factores están presentes no implica que se vayan a producir
situaciones de violencia seguro, pero sí será más probable.
FACTORES DE PROTECCIÓN
Son aquellas características personales o del entorno que pueden proteger al individuo de
verse involucrado en una situación de violencia o facilitar que abandone una relación violenta
en el caso de que ya esté involucrado en ella.
VIOLENCIA FÍSICA
Implica el uso intencionado
de la fuerza contra otra
persona, pudiendo provocar
lesionas físicas, daño o dolor.
En casos extremos puede
provocar sentimientos de
humillación y miedo intenso
que van dañando la
autoestima de las personas.
Se incluyen golpes,
empujones, pellizcos, tirones
de pelo, quemaduras,
mordeduras...
VIOLENCIA PSICOLÓGICA
Referida a cualquier conducta
dirigida a la desvalorización de la
otra persona, ridiculización,
insultos, amenazas verbales (de
agresión, de abandono),
humillaciones, desprecios, ignorar
al otro, destruir objetos
personales del otro, controlar los
movimientos del otro, impedir
que la pareja se relacione con los
amigos, con su familia. También
puede dañas la autoestima, con
peores consecuencias que el
maltrato físico.
VIOLENCIA SEXUAL
Presiones físicas o
psíquicas con el objetivo
de imponer cualquier
contacto sexual no
deseado, que se lleva a
cabo mediante coacción,
intimidación o
indefensión
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FACTORES DE RIESGO
FACTORES DE PROTECCIÓN
No valorarse lo suficiente (Baja
-
Valorarse (Tener buena autoestima).
autoestima).
-
No consumir alcohol ni drogas.
-
Uso del alcohol y drogas.
-
Saber controlar la IRA.
-
No saber controlar la IRA.
-
Rechazar la violencia como medio
-
Aceptar la violencia como forma de
-
resolver los problemas.
-
-
para resolver los problemas.
-
Tener claros los papeles del hombre y
Tener creencias sexistas acerca del
de la mujer dentro de un marco de
papel del hombre y de la mujer en la
igualdad.
pareja.
-
Tener un ánimo estable.
Tener depresión o síntomas
-
Desarrollar desde edades tempranas
depresivos.
la tolerancia y la empatía (Ponerse en
-
Ausencia de EMPATÍA.
el lugar del otro) bajo un clima
-
Culparse uno mismo por
familiar de seguridad
comportamientos de los demás.
-
Dificultad para expresar deseos y
sentimientos.
-
-
-
-
Proporcionar modelos identificativos
no violentos.
-
Tener un grupo reducido de amigos o
no tener amigos.
Favorecer una disciplina impartida
con autoridad y no un autoritarismo
No saber resolver problemas de
forma adecuada.
-
-
Saber expresar mis deseos y
sentimientos.
-
Dejarse influir en tus opiniones y
Saber resolver problemas de una
forma adecuada
comportamientos por los amigos.
-
Tener uno o varios grupo de amigos.
Tener malas relaciones familiares
-
No dejarse influir por los amigos.
-
Tener buena relación y comunicación
familiar.
D) FACTORES DE RIESGO DE VIOLENCIA EN PRE-ADOLESCENTES
No debemos olvidar que, para el pre-adolescente, la relación con el grupo de iguales es muy
importante, ya que su relación con ellos le permite vivir esos cambios que le acontecen
“acompañado”. No obstante, en este tipo de grupos, la presión es excesiva y el liderazgo en
ocasiones autoritario.
Este tipo de características junto con otros factores ambientales, tales como el hacinamiento,
una vivienda destartalada, poca supervisión por parte de los padres (Kazdin, 1978),
condiciones económicas (Dumas y Wahler, 1983; Kazdin, 1990), y características personales
de los menores, constituyen a menudo factores de riesgo para que se den este tipo de
conductas.
En relación a la estructura familiar de sujetos que han realizado actos violentos, estudios
sobre la transmisión intergeneracional de la violencia han demostrado que en un 30% los
niños recibieron maltrato en su familia (Kauffman y Ziegler) o vieron violencia en su infancia.
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Es evidente que cuanto más pequeño sea el infante, más vulnerable es ante las actitudes
violentas, sin embargo esto no significa que las variables “haber sufrido violencia en la
infancia” y “ejercerla en la edad adulta” guarden una correlación en el 100% de los casos. No
obstante, hemos de considerarla como una variable relacionada con el comportamiento
violento.
FACTORES DE RIESGO
A) FACTORES SOCIALES
- Abandono familiar.
- Inclusión en grupos con conducta disocial.
- Carencia de horarios y supervisión.
- Búsqueda de identidad grupal.
- Tiempo libre excesivo.
- Abuso de sustancias psicoactivas.
B) FACTORES FAMILIARES
- Conflictos conyugales, agresividad entre la pareja.
- Carencias afectivas.
- Haber recibido maltratos en su familia.
- Haber visto violencia en casa.
- Soledad en casa.
- Deprivación sociocultural, económica, etc.
- Modelos educativos contradictorios o abandónicos.
- Modelos parentales desadaptados.
- Cambios domiciliarios familiares.
C) CARÁCTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS (Riesgo de reincidencia)
- La manipulación.
- La impulsividad.
- La falta de empatía.
- Falta de autocontrol.
- Locus de control externo.
- Sentimientos de baja autoestima personal.
- Baja tolerancia a la frustración.
- Bajos niveles de empatía.
- Frialdad, dureza, insensibilidad social.
ANEXO :INFORME CISNEROS X: “VIOLENCIA Y ACOSO ESCOLAR EN ESPAÑA”
El informe, realizado por Araceli Oñate e Iñaki Piñuel -miembros del Instituto de Innovación
Educativa y Desarrollo Directivo (www.acosoescolar.com ) se ha basado en las encuestas
realizadas a 24.990 alumnos de entre siete y 17 años pertenecientes a 1.150 aulas de 14
comunidades.
No es sólo es el estudio más amplio en España hasta la fecha -el anterior del Defensor del
Pueblo data de 1999 y sólo medía el acoso en la ESO- sino en toda Europa, superando al
realizado por una de las mayores autoridades en la materia, el sueco Dan Olweus, quien
examinó a 11.000 escolares en 2003.
El informe se presenta además unos días antes del segundo aniversario del suicidio de Jokin
(21-09-04), cuando la sociedad despertó ante un fenómeno hasta entonces inadvertido.
¿Cómo ha evolucionado los casos de acoso escolar en este tiempo?
CASO:
<<No era el típico niño acomplejado al que los compañeros de recreo hacen el
vacío. Para nada. En clase figuraba dentro del grupo de los respetados, donde nunca
llueven tizas, palizas o mofas. Siempre llegaba a casa con más sobresalientes que
notables. Se podría decir que respiraba una atmósfera saludable en la escuela. Hasta el
día del partido de baloncesto. El equipo de su colegio jugaba un encuentro decisivo
contra los chicos del pueblo de al lado, quienes acabaron venciendo con una canasta en
los últimos minutos. Como él era el defensa del encestador, sus compañeros
comenzaron a señalarlo como culpable de la derrota.
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De las burlas en el aula se pasó a mayores y los padres del niño perseguido
tuvieron que buscar la ayuda de especialistas. El dictamen de éstos fue claro: víctima de
acoso escolar, el niño necesitaba protección inmediata. Asustados, los padres
denunciaron el caso ante la Guardia Civil. Paralelamente la dirección del colegio
abordaba el asunto con manifiesta torpeza reuniendo al resto de padres de la clase del
chico acosado y predisponiéndoles en contra de su familia: «Os han denunciado a
vosotros y a vuestros hijos», les dijo erróneamente. Fue así como la persecución que
sufría el niño en el colegio se extendió a los padres, víctimas también de insultos y
descalificaciones. Ahora prácticamente todo el pueblo les es hostil. El aire en la localidad
andaluza donde viven se les ha hecho tan irrespirable que están haciendo las maletas.
La única salida que han encontrado es la huida>>.
“SUICIDIO Y VIOLENCIA DE GÉNERO”
(Miguel Lorente, Cruz Sánchez de Lara Soriano, Covadonga Noredo, 2006)
Madrid, 20/09/06- El próximo 29 de septiembre, la Federación de Mujeres
Progresistas y el Observatorio de Salud de la Mujer del Ministerio de Sanidad,
presentarán el estudio realizado por Miguel Lorente, Cruz Sánchez de Lara Sorzano
y Covadonga Naredo sobre "Suicidio y Violencia de Género".
Una memoria dolorosa
Con motivo de la apertura del Año Judicial, se presentó la Memoria de la Fiscalía General del
Estado correspondiente a 2005 y en ella destaca que las causas abiertas por violencia
doméstica y de género aumentaron el 37,69%, respecto al 2004, y que el número de
delitos por los que se iniciaron procedimientos penales en 2005 aumentó el 3,54% respecto al
año anterior.
Los casos de violencia doméstica y de género por los que se abrieron diligencias
urgentes y previas y procedimientos abreviados aumentaron en un 37,69% en 2005
respecto al 2004, al pasar de 53.357 a 73.469.
Para la Fiscalía, ese incremento es consecuencia tanto de la entrada en vigor de la ley integral
contra la violencia de género, como, "probablemente, de una renovada decisión de las
víctimas de denunciar los hechos ante el reforzamiento de los mecanismos de protección y las
campañas de información".
Se concedieron 9.743 órdenes de alejamiento y el 78,58% de las 21.835 órdenes de
protección solicitadas.
Aunque estadísticamente no se refleja y sólo representan un pequeño porcentaje del conjunto
de la violencia familiar, la Fiscalía alerta también del "incesante" incremento del maltrato,
tanto psíquico como físico, de hijos a padres.
La ley integral distinguió por primera vez entre violencia de género -de un hombre contra su
mujer o ex mujer- y violencia doméstica, y ese cambio dificulta las comparaciones
estadísticas con años anteriores, por lo que Fiscalía suma todos los casos para poder analizar
la evolución de la violencia "intrafamiliar".
Muertes violentas
El número de muertes violentas consumadas en el ámbito familiar fue de 73, un 55,3% más
que las 47 registradas el año anterior.
Las sentencias condenatorias representaron en 2005 un 72,2% del total de las sentencias
dictadas por delito o falta y se registró un alto porcentaje de sentencias condenatorias
dictadas con la conformidad del imputado.
Respecto a las medidas cautelares de protección a la víctima en el contexto familiar, la
Fiscalía subraya que, a pesar del extraordinario crecimiento de 2004, el año pasado continuó
la progresión.
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Según los datos de la Memoria, se concedieron 9.743 órdenes de alejamiento y el 78,58% de
las 21.835 órdenes de protección solicitadas; se denegaron 4.679 y se concedieron 11.712
con medidas penales y 5.444 con medidas civiles y penales.
Los delitos aumentan
El número de delitos por los que se iniciaron procedimientos penales en 2005 aumentó el
3,54% respecto al año anterior, lo que supuso un cambio de la tendencia de caída de la
delincuencia en 2003 y 2004.
En este ámbito, destaca el aumento de las diligencias abiertas por delitos contra la ordenación
del territorio (62,65%) y por muertes violentas, que subieron un 27,8% (1.425 frente a 1.115
del año anterior).
Las diligencias abiertas por muerte violenta subieron el 27,8%
Durante el pasado año se incoaron 1.294 causas por homicidio doloso y 131 por asesinato,
mientras que en 2004 fueron 1.025 por homicidio doloso y 90 por asesinato, lo que suponen
incrementos del 26,2 y del 45,5%, respectivamente.
Por lesiones se incoaron 876.788 diligencias previas, un 5,42% más que en 2004, por lo que,
en general, las diligencias abiertas por delitos contra las personas pasaron de 833.725 en
2004 a 879.343 el último año, un aumento del 5,47%.
Por hurtos se iniciaron 865.300 procedimientos penales (838.351 en 2004); 689.480 por
robos con fuerza (655.800 en 2004) y 87.537 por robos con violencia o intimidación (84.911
en 2004).
También hubo un importante aumento -ya apuntado en 2004- en cuanto a los delitos contra
la libertad sexual, respecto a los que se incoaron 12.479 procedimientos en 2005 (un 11,52%
más que el año anterior).
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
Uno de cada cuatro escolares españoles es víctima de acoso (diaridetarragona.com)
19-09-06
El acoso y la violencia escolar envenenan las aulas españolas. El 23,3 por ciento de los
estudiantes, es decir, casi uno de cada cuatro, es víctima de sus compañeros y sufre
agresiones u hostigamiento psicológico que pueden dejar graves secuelas. El fenómeno del
'bullying' no cesa.
Víctimas de sus propios compañeros (Albacete)
Uno de cada cinco alumnos de Castilla-La Mancha sufre acoso escolar, según el mayor
estudio que se ha realizado sobre este problema en España
El acoso y la violencia escolar (AVE) envenenan las aulas españolas. No son conductas
aisladas, ni chiquilladas, ni son lo normal. Se trata de comportamientos bien enraizados que
prosperan en medio del silencio institucional y la impunidad social. El 23,3% de los
estudiantes españoles, casi uno de cada cuatro, es víctima de sus compañeros y sufre
agresiones u hostigamiento psicológico que pueden dejar graves secuelas de por vida en la
víctima, y forjar futuros matones entre los acosadores escolares.
El balance del mayor estudio epidemiológico realizado en España es demoledor. El Barómetro
Cisneros X sobre violencia y acoso escolar ha evaluado a 25.000 estudiantes, desde segundo
curso de Primaria (7 u 8 años) hasta Bachillerato (16 a 18 años), de más de 1.150 aulas
completas en catorce comunidades autónomas, y sus conclusiones dejan pequeñas todas las
estimaciones previas sobre el alcance del fenómeno.
Las mayores tasas se han detectado en Andalucía (un 27,7 por ciento), País Vasco y Navarra
(25,6), y las más bajas en Aragón (el 18 por ciento de los escolares son víctimas) y Canarias
(19,01). En Asturias y Cantabria la tasa de acoso o violencia alcanza el 23,6; en Madrid, el
23,4; en Castilla y León el 22,70; en Cataluña el 22,6; en Galicia el 22,4; en Murcia el 21,50;
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y
en
Extremadura
y
Castilla-La
Mancha
el
20
por
ciento.
«La mayoría de los estudios están sesgados a la baja porque se banaliza el fenómeno, hay un
negación institucional, siempre ocurre en el colegio de enfrente no en el propio y, sobre todo,
porque se deja fuera el acoso psicológico», argumentó en la presentación Iñaki Piñuel,
profesor de la Universidad de Alcalá de Henares y coautor del trabajo junto con la doctora
Araceli Oñate.
AGRESIÓN GRABADA EN VÍDEO
ALICANTE / Detenidos cuatro menores en Almoradí acusados de vejar a otro y
grabar las agresiones con el móvil
La víctima, de 14 años, tuvo que ser atendida en el centro de salud tras recibir una
paliza el pasado 20 de abril Los implicados, todos de entre 15 y 17 años,
intercambiaban las imágenes
Nuevo caso de violencia entre menores de edad. El escenario esta vez ha sido Almoradí,
localidad de la Vega Baja donde la Guardia Civil ha detenido a cuatro chicos, de entre 15 y 17
años de edad, acusado de agredir y vejar a otro menor, de 14 años, en reiteradas ocasiones.
Los cuatro arrestados ya han sido puestos a disposición de la Fiscalía de Menores.
Además, según apuntan fuentes próximas a la investigación, los presuntos agresores
grababan las palizas con sus teléfonos móviles y después intercambiaban imágenes
entre ellos o con otros chicos.
La víctima, vecina de Almoradí, como los agresores, ha vivido una auténtica pesadilla
durante los últimos meses, aunque la gota que colmó el vaso se produjo el pasado 20 de
abril. Ese día, el joven recibió una paliza de tal calibre que tuvo que se atendido en el centro
de salud de la localidad.
Los padres del chico agredido presentaron denuncia, pero no era la primera. Con
anterioridad, el 21 de marzo, los progenitores del menor ya tuvieron que acudir al cuartel de
la Guardia Civil para denunciar que su hijo había sido vejado. Al parecer, los ahora acusados
le arrojaron vestido a una piscina.
Fuentes de la investigación no confirmaron si los cuatro acusados de las agresiones y la
víctima acuden al mismo centro escolar de Almoradí, aunque sí señalaron que se conocen, al
ser vecinos de la misma localidad.
Este no es el primer caso de agresiones y acoso entre menores que se registra en la
provincia en los últimos meses, algunos de los cuales han llegado a provocar verdadera
alarma social. Así, en mayo del pasado año una joven de Elda se quitaba la vida,
supuestamente porque sufría acoso por parte de unas compañeras de clase, según los
padres. El caso se archivó, pero volvió a abrirse a petición de la Fiscalía.
En Elche, a principios del pasado mes de noviembre, se abrió una investigación contra tres
menores identificados como responsables directos de acoso escolar contra una alumna de 14
años del colegio público Francesc Cantó.
Un mes antes, en Torrevieja, varias madres denunciaron acoso escolar a sus hijos en el IES
Mare Nostrum. El caso llegó al Síndic de Greuges y a la Conselleria de Educación, que
iniciaron una investigación para aclarar lo sucedido.
En este caso, tres jóvenes, dos ecuatorianos y un español, fueron expulsados del instituto.
Las madres de las víctimas criticaron a la dirección del centro por no haber tomado cartas en
el asunto antes.
En abril de este mismo año, la Policía detuvo a una pandilla juvenil, integrada por mayores y
menores de edad, acusada de apalear y vejar a un discapacitado de 23 años en la ciudad de
Alicante. Según la investigación, los presuntos agresores pidieron un euro a la víctima y al no
recibir respuesta comenzaron a golpearla. La paliza fue de tal calibre que el joven agredido
precisó asistencia médica e incluso llegó a estar hospitalizada.
En la operación fueron detenidos cinco chicos, cuatro de ellos de entre 19 y 22 años y un
quinto, menor de edad, que fue puesto a disposición de la Fiscalía de Menores.
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“LOS HOMBRES TAMBIÉN LLORAN”
ALICANTE / Uno de cada diez asuntos de malos tratos es por agresiones a hombres
El porcentaje de víctimas masculinas ha aumentado un 2% desde el 2004. Las denuncias
cruzadas entre cónyuges se han incrementado en el último año.
Medio centenar de hombres maltratados en dos meses. Según datos de la Fiscalía, una
de cada diez denuncias por violencia doméstica es por agresiones a personas del sexo
masculino. Sólo en enero y febrero se registraron 47 casos de malos tratos a varones, lo que
supone casi el 12% del total de víctimas de violencia doméstica en ese periodo.
A pesar de que, según fuentes de la Fiscalía, los hombres se muestran más reacios a
denunciar que las mujeres, el porcentaje de varones que acuden al juzgado alegando ser
víctimas de malos tratos ha aumentado en los dos últimos años. Según las estadísticas del
Ministerio Público, el índice de denuncias interpuestas por personas del sexo masculino
suponen en estos momentos casi un 12% de la cifra total, mientras que en el año 2004 se
situaba en un 10%.
Desde la Fiscalía señalan que a los hombres les cuesta más denunciar a sus parejas por
malos tratos y que, cuando lo hacen, tienden a tratar de retirar los cargos. «El 90% de las
denuncias es de agresiones a mujeres, pero también hay casos de violencia contra niños,
ancianos, maridos y novios», señalan fuentes judiciales. En este último caso suelen
predominar «los ataques psicológicos, las amenazas y las vejaciones», explican. Además,
«hay muchos casos de peleas entre los miembros de la pareja, en las que ambos se agreden
mutuamente».
Según el presidente de la Audiencia Provincial, Vicente Magro, en el último año se ha
observado «un incremento de las denuncias cruzadas por violencia doméstica» entre
cónyuges y compañeros sentimentales. De hecho, cada vez es más frecuente que a los
juzgados acudan los dos miembros de la pareja acusándose mutuamente de malos tratos. En
estos casos, «se ha de ver quien agredió primero, ya que el otro pudo actuar en legítima
defensa», explica el magistrado.
«Muchas veces la esposa o la novia agrede a su pareja en respuesta a otra agresión», añade
Vicente Magro. De hecho, según las estadísticas del Observatorio de Violencia Doméstica, el
índice de hombres enjuiciados por maltrato que son condenados es muy superior al
de mujeres.
Según el Observatorio de Violencia Doméstica, en el primer semestre del año 2005 se
condenó al 66% de los hombres de nacionalidad española enjuiciados por malos tratos. En el
caso de agresores extranjeros, el porcentaje alcanzó el 75%.
La estadística se invierte en el caso de las mujeres. En el primer semestre del 2005 se
condenó al 35% de las españolas acusadas de malos tratos y se absolvió al 65%. Por lo que
respecta a las extranjeras, se penó al 42% de las enjuiciadas por violencia doméstica y se
encontró inocente al otro 58% de las encausadas.
Cifras
De acuerdo con los datos de Vicente Magro, el pasado año se registraron en España 12.588
denuncias por malos tratos a hombres frente a 96.600 en los que las víctimas eran mujeres.
En un 77% de los casos los agresores eran españoles, mientras que otro 23% eran
extranjeros.
Según Vicente Magro, el 11,5% de las denuncias por malos tratos interpuestas en el año
2005 en España fueron agresiones a hombres. En total se condenó a 1.268 mujeres por
delitos y faltas de violencia doméstica, frente a 21.594 varones penados por la misma causa.
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• Conoci
mo
de
mient
drogas
oy
y
uso de En la provincia se registraron aproximadamente 863 casos de hombres condenados por
ocupa
estos maltrato frente a 50 mujeres halladas culpables de agredir a sus parejas o a sus
ción
recurs hijos, añade Magro.
del
os por
ocio.
parte Según datos de la Fiscalía de Violencia Doméstica de Alicante, durante los dos primeros
meses del año se registraron 47 casos de malos tratos a hombres frente a 362 en los que las
del
víctimas fueron mujeres. En cuanto al sexo del agresor, se interpusieron 369 denuncias
alumn contra varones y 29 contra personas pertenecientes al sexo femenino.
o.
• Caract La proporción de casos de violencia doméstica en los que las víctimas eran hombres es casi
erístic un 2% mayor que en el 2004 . Según datos de la Fiscalía, ese año se registraron 106
agresiones a varones frente a 1.022 contra mujeres. La cifra suponía un 10% del total de
as del asuntos de malos tratos registrados en la provincia. En cuanto al sexo de los agresores, en
barrio 1.044 casos fueron hombres y en 81 mujeres.
en el
Por lo que respecta al 2005, en todo el año se registraron 365 malos tratos a hombres frente
que
vive. a 2.630 a mujeres. En 294 casos el agresor fue una mujer, mientras que en 2.619 fue un
hombre, de acuerdo con la estadística de la Fiscalía de Malos Tratos de la provincia de
Alicante.
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