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5.10.- INFECCION URINARIA
La infección urinaria es la inflamación de las vías urinarias, vejiga, ureter (conducto que
comunica el riñón con la vejiga) y a veces del riñón, provocada por la acción de gérmenes, en
general bacterias.
La infección de orina es más frecuente en la infancia que en cualquier otra época de la
vida, especialmente en los primeros dos años de edad. Además, es en la infancia cuando esta
enfermedad puede ser más grave y dejar secuelas más importantes.
CUAL ES LA CAUSA
Las bacterias que con mayor frecuencia provocan una infección urinaria son las que
conviven con nosotros en el aparato digestivo. Normalmente, los mecanismos naturales de
defensa de las vías urinarias, permiten mantener la orina limpia de bacterias. El fallo de estas
defensas debido a diversos factores como: la presencia de alguna alteración congénita de las
vías urinarias, exposición excesiva a la humedad y al frío del área genital o la higiene
inadecuada, facilita la infección por estas bacterias, de las cuales la más frecuente es la llamada
Echerichia Coli.
COMO RECONOCERLA
Los síntomas de una infección urinaria varían mucho si se trata de un niño menor de 1
año de edad o si es mayor:
•
En el niño mayor son frecuentes los síntomas relacionados con la acción de orinar, como:
escozor, urgencia para orinar y ganas continuas, apreciándose en ocasiones la presencia de
sangre y/o orina turbia y de mal olor. Cuando la infección de orina afecta al riñón
(pielonefritis) puede aparecer, además, fiebre, vómitos y dolor en la región lumbar derecha,
izquierda o en las dos (zona baja de la espalda a ambos lados de la columna vertebral).
•
Los niños más pequeños, 1 o 2 años, puede que no presenten estos síntomas. En estas
edades puede que el único síntoma de infección urinaria sea la fiebre, lo cual indica, en
muchas ocasiones, que la infección ha alcanzado al riñón. Otros síntomas que pueden
presentar los niños más pequeños con infección urinaria son: orina de mal olor y aspecto
turbio, falta de ganancia de peso, vómitos, llanto excesivo, etc. Debido a que los síntomas
de infección de orina en los niños pequeños, son poco claros, es muy frecuente que el
pediatra realice un análisis de orina, ante la presencia de cualquiera de los síntomas
comentados.
COMO SE DIAGNOSTICA
El diagnóstico de una infección urinaria se realiza, generalmente, practicando un
análisis de orina mediante una tira reactiva (se introduce una tira de papel en la orina; esta tira
tiene diferentes reactivos que dan distintos colores según las alteraciones que existan en la
misma). Los hallazgos más frecuentes, cuando hay una infección, son la presencia de leucocitos
(células de defensa de nuestro organismo) y nitritos (sustancia que fabrican las bacterias en la
orina y que indican su presencia en gran cantidad). El resultado de esta prueba es aproximado
pero inmediato y la confirmación de la infección se consigue cultivando la orina en el
laboratorio, durante 24 a 48 horas (urocultivo). Dependiendo del resultado de la tira reactiva en
la orina, se suele iniciar el tratamiento hasta la llegada del urocultivo. Es muy importante que la
orina que se analiza sea lo más limpia posible, por lo que el pediatra, en algunas ocasiones y en
aquellos niños que no controlan la micción (menores de 2 años), recogerá la orina utilizando una
sonda.
En ocasiones, principalmente cuando la infección de orina se acompaña de fiebre, es
preciso realizar otros estudios, análisis de sangre, ecografía y otros estudios radiológicos más
sofisticados (cistografía y DMSA), encaminados a determinar si la infección ha alcanzado el
riñón y sí existen alteraciones congénitas de las vías urinarias que hayan favorecido la misma.
COMO SE TRATA
La infección urinaria debe ser detectada y tratada con prontitud para evitar posibles
daños en el riñón. El tratamiento de la infección de orina se realiza con antibióticos,
administrados, generalmente por vía oral. Cuando se sospecha que la infección ha llegado al
riñón, puede ser preciso administrar las dosis iniciales por vía intramuscular o intravenosa e
incluso hospitalizar al niño durante unos días. Con el antibiótico adecuado, la mejoría de los
síntomas se produce muy rápido, a las 24 - 48 horas, con desaparición de las molestias al orinar
y disminución de la fiebre. Aún así, se debe prolongar el tratamiento antibiótico durante 5-7 días
y hasta 21 días si se trata de una pielonefritis.
En el caso de que el niño con infección urinaria y fiebre sea muy pequeño, menor de 2
meses, se encuentre muy enfermo o presente vómitos que impidan la administración de
antibióticos por vía oral, el pediatra recomendará su hospitalización.
En algunos niños con alteraciones congénitas (“de nacimiento”) de las vías urinarias ya
conocidas o que se descubren coincidiendo con la infección de orina, será necesario mantener
un tratamiento antibiótico preventivo durante meses. La alteración congénita más frecuente de
las vías urinarias es el reflujo vesico-ureteral que consiste en que parte de la orina fluye de la
vejiga hacia el ureter y el riñón, dilatándolos, en lugar de hacia la salida (uretra: conducto que
comunica la vejiga de la orina con el exterior). Esto hace que la orina se estanque y se infecte
con mayor facilidad.
Se debe tratar la fiebre, si es que se presenta, con medicamentos antitérmicos como
paracetamol, ibuprofeno o aspirina y recomendar que se beban muchos líquidos, agua, zumos,
etc.
CUALES SON SUS COMPLICACIONES
La complicación más frecuente de la infección urinaria es la formación de una cicatriz
en el riñón. Esto sucede con mayor frecuencia en las infecciones urinarias que se producen en
los primeros 5 años de vida, especialmente el primer año. La formación de cicatrices en el riñón
puede afectar el funcionamiento de este órgano en la edad adulta, pudiendo llevar a la
Hipertensión arterial (tensión alta) y a la Insuficiencia Renal (ausencia de funcionamiento de los
riñones) que pueda hacer necesario la diálisis (riñón artificial) o la realización de un Transplante
de riñón. Afortunadamente, hoy en día, gracias a la mejora en el diagnóstico y tratamiento de
esta enfermedad, estas complicaciones son mucho menos frecuentes.
En el niño muy pequeño, sobre todo en el primer mes de vida, la infección urinaria
puede complicarse por el paso de las bacterias que infectan la orina a la sangre, pudiendo
provocar enfermedades muy graves como la Sépsis urológica y Meningitis. Es para prevenir
estas complicaciones, por lo que en general, el pediatra hospitalizará a los niños de esta edad
con una infección urinaria.
¿QUE VIGILAR?
Deberá consultar a su pediatra si:
•
No hay mejoría una vez iniciado el tratamiento: habitualmente, la infección urinaria no
presenta complicaciones y en 1 – 3 días se produce una mejoría de los síntomas
•
Presenta vómitos y no es capaz de tomar el antibiótico
•
Si inicialmente no tenía fiebre y esta aparece una vez iniciado el tratamiento
•
Si existe dolor importante en la región lumbar
•
Si el niño se muestra decaído o con llanto constante
En todas estas situaciones puede que el antibiótico administrado no sea eficaz o que
exista alguna complicación de la infección que obligue a administrar el tratamiento por vía
intravenosa y a hospitalizar al niño.
DEBE RECORDAR
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La infección de orina es más frecuente en la infancia que en cualquier otra época de la
vida, especialmente en los primeros dos años de edad
En los niños mayores es frecuente que existan síntomas relacionados con la micción
(dolor y/o ganas continuas de orinar). En los niños menores de 1 - 2 años el único
síntoma puede ser la fiebre
El diagnóstico de una infección urinaria se realiza, generalmente, practicando un
análisis de orina mediante una tira reactiva y se confirma con la práctica de un cultivo
de la misma
El tratamiento de esta enfermedad se realiza con antibióticos administrados por vía
oral o intravenosa, dependiendo de la gravedad de la misma
Algunos niños con infección urinaria tienen alteraciones en el riñón y/o las vías
urinarias que requieren estudio y consulta por parte del nefrólogo infantil