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EL CÁNCER TESTICULAR
NOMBRE: Christopher Espinoza
CURSO
: 100A
INDICE
Introducción
------------------------------------ Pág. 3
¿Qué es el cáncer testicular? ------------------------------------ Pág. 4 y 5
¿Cómo se clasifican?
------------------------------------ Pág. 5 y 6
¿Cuáles son los síntomas?
------------------------------------ Pág. 6 y 7
Factores de riesgo
------------------------------------ Pág. 7
¿Cuáles son los tratamientos? ----------------------------------- Pág. 7 a 9
¿Cómo se Observa después
del tratamiento?
----------------------------------- Pág. 9
¿Se puede tener una vida
normal después de padecer
cáncer?
-------------------------------------- Pág. 10
Conclusión y Bibliografía
-------------------------------------- Pág. 11
2
INTRODUCCIÓN
El cáncer testicular se encuentra entre los primeros tipos de cáncer
que pueden curarse mediante radiación y/ o quimioterapia, y el
tratamiento se ha perfeccionado en las dos últimas décadas. En la
actualidad, más del 70% de todos los pacientes se cura, sin
importar la extensión del cáncer. Por lo tanto, todos los tratamientos
para el cáncer testicular se administran con la intención de curar.
Sin embargo, es importante conocer la extensión del cáncer y el tipo
específico de cáncer testicular con el fin de administrar la mejor
terapia.
3
¿Qué es el cáncer testicular?
El cáncer de testículo es un tipo de cáncer que generalmente se
origina en el testículo, una parte del sistema reproductor masculino,
aunque también se puede manifestar inicialmente en el abdomen o
en el tórax (mediastino). Su causa es hasta el momento
desconocida.
A lo largo de la vida, la probabilidad de desarrollar cáncer de
testículo es de 1 entre 250 (0,4%), Es más común entre los 15 y 40
años aunque puede afectar a varones de cualquier edad. El cáncer
de testículo tiene una de las tasas de curación más altas de todos
los tipos de cáncer, por encima del 90%, y prácticamente del 100%
si no se ha extendido. Incluso en los relativamente pocos casos en
los que se ha extendido ampliamente, la quimioterapia consigue
curar completamente al menos a la mitad de esos casos.
También se denomina cáncer de célula germinativa o gonadal, lo
cual los clasifica dentro del grupo de cánceres que emergen de los
órganos reproductivos o gónadas (testículos en los hombres y
ovarios en las mujeres).
Los testículos se localizan dentro del escroto (un saco de piel
holgado que se encuentra debajo del pene). Los testículos son
equivalentes a los ovarios en la mujer y producen esperma y
hormonas masculinas. El cáncer testicular se presenta en uno o
ambos testículos. De igual forma, el cáncer denominado “cáncer de
células germinativas no gonadales” también puede presentarse
fuera del testículo. Debido a que estos cánceres presentan
diferentes resultados al tratamiento, éstos se presentan en una
sección separada.
Los hombres que presentan testículos no descendidos (testículos
que nunca descendieron al escroto) tienen un mayor riesgo de
manifestar cáncer testicular que aquellos cuyos testículos
descendieron con normalidad al escroto. Esto es cierto aún si se ha
realizado una cirugía a temprana edad para colocar el testículo en
el lugar adecuado en el escroto. Por lo general, la hinchazón en el
escroto es el primer signo del cáncer testicular. El médico examina
los testículos para palpar cualquier masa y, si la encuentra, realiza
4
un examen con ultrasonido, el cual emplea ondas sonoras para
formar una imagen del interior del testículo. Además, el médico
puede realizar una exploración PET (tomografía con emisión de
positrones) para determinar la presencia del cáncer. En algunos
pacientes, el cáncer lo constituye sólo un tipo de célula. Pero en
muchos pacientes, la constitución microscópica del cáncer es una
mezcla de tipos de células.
¿Cómo se clasifican?
El cáncer testicular se divide en dos diferentes y amplios tipos,
seminoma y no seminoma, basados en la apariencia microscópica
de las células. Por lo general, el no seminoma es más difícil de
curar que el seminoma. Los tipos de células no seminoma incluyen:
carcinoma embrional, teratoma, carcinoma de saco vitelino,
coriocarcinoma y varias combinaciones de estos tipos de células. El
cáncer no seminoma teratoma presenta el menor riesgo de
diseminación y el coriocarcinoma presenta el riesgo más alto de
diseminación, mientras que los otros tipos de células son de riesgo
intermedio
La planificación del tratamiento depende de la clasificación del
cáncer testicular, el cual puede ser seminoma o no seminoma. Los
seminoma son más sensibles a la terapia con radiación y son más
fáciles de curar que los no seminoma. Los pacientes con seminoma
presentan en todas las etapas una tasa de curación superior al 90%
y los pacientes con seminoma confinado al testículo presentan una
tasa de curación de cerca del 100%.
Un caso de cáncer de testículo se categoriza como perteneciente a
uno de tres estadios (que tienen subclasificaciones).
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Estadio 0, CIS (carcinoma in situ) es una lesión pre invasiva
previa a los tumores.
Estadio 1, el cáncer está sólo presente en el testículo.
Estadio 2, el cáncer se ha extendido a los ganglios
linfáticos abdominales (pequeñas estructuras como un garbanzo
que producen y almacenan las células que combaten las
infecciones).
5

Estadio 3, el cáncer se ha extendido a otros lugares
incluyendo los riñones, hígado, huesos, pulmones o cerebro.
La mayoría de los casos cuando se detectan son de estadio 1; el
estadio 3 es relativamente raro.
La propagación de las metástasis de cáncer de testículo tiene una
progresión bien definida. Los ganglios para aórticos (situados
alrededor de la aorta y vena cava inferior a la altura de los riñones)
son el primer lugar en el que se producen las metástasis. El escroto
no comparte el sistema linfático de los testículos, ya que estos
descienden desde el abdomen durante la gestación hasta su
posición normal. Por ello se realiza una orquitectomía inguinal,
evitando la alteración del sistema linfático y en lo posible la difusión
de células tumorales a otras zonas donde no se sospeche que
puedan aparecer. En los tumores de células germinales no
seminoma, la propagación es hematológica y por ello el lugar más
probable de una metástasis son los pulmones, hígado y cerebro.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas incluyen:
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

Un pequeño bulto fijo en el propio testículo, generalmente
indoloro
pequeño dolor o pesadez en un testículo (sin haber recibido
ningún golpe reciente)
una repentina acumulación de fluido en el escroto
Ligero agrandamiento o molestias en los pezones o en los
pechos
dolor sordo en el bajo vientre o la ingle
aumento o disminución significativos del tamaño de un
testículo.
Uno de los aspectos importantes en la evaluación del cáncer
testicular es el uso de pruebas de sangre o suero sanguíneo,
conocidas como señales de cáncer. Las señales son sustancias
anormales en la sangre asociadas a la presencia del cáncer en
cualquier parte del organismo. Las señales de cáncer comunes que
se presentan en la sangre de los pacientes con cáncer testicular
6
incluyen alfafetoproteína (AFP), fracción b de la hormona
gonadotropina coriónica (BHCG), y lactato deshidrogenasa (LDH).
Estas señales de cáncer pueden detectar cánceres que son muy
pequeños para ser detectados con la exploración TC. En los
hombres menores de 15 años, cerca del 90% de los cánceres
testiculares de células germinativas es un tumor del saco vitelino
que produce AFP, la cual es un excelente indicador de respuesta a
la terapia y al estado de la enfermedad.
Factores De riesgo:
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Cáncer previo en el otro testículo
Edad (entre los 13 y 50 años)
Criptorquidia (testículo no descendido, aumenta hasta en 14
veces el riesgo)
Hermano que haya tenido cáncer de testículo
Ejercicio físico intenso.
Falta de oxígeno en el cuerpo.
Subfertilidad
¿Cuáles son los tratamientos?
Los tipos básicos de tratamiento
son: cirugía, radioterapia, quimioterapia y observación o una
combinación de ellos. El tratamiento más adecuado estará en
función del tipo de tumor, y su pronóstico.
En cirugía: La mayoría de las veces, la orquitectomía inguinal
radical (extirpación del testículo y demás estructuras asociadas a
través de una pequeña incisión en el abdomen) es suficiente para la
curación completa del paciente. Es una operación sencilla y rápida
que se hace con anestesia raquídea, y el paciente puede volver a
su casa enseguida, o incluso el mismo día. Aunque sería posible en
muchos casos quitar el tumor de un testículo dejándolo funcional, es
algo que rara vez se hace por el riesgo de dejar algunas células del
tumor, y se realiza la orquitectomía inguinal radical. Dado que es un
órgano par, y un solo testículo es suficiente para la fertilidad,
producción hormonal y otras funciones masculinas, la excepción
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sería sólo en el caso de que fuese el único testículo y sólo si la
operación la realiza un experto. El 80% de los pacientes están
curados sólo con la cirugía, y tras ella hay que valorar las posibles
opciones de tratamiento en función del riesgo particular basado
fundamentalmente en el análisis patológico, los marcadores
tumorales y la evidencia radiográfica. Para ello, tras la extirpación,
el testículo es fijado con solución de Bouin porque así conserva
mejor algunos detalles morfológicos como la conformación nuclear.
Una vez fijado está listo para que el tumor sea clasificado por el
patólogo. La cirugía se puede realizar en otras partes del cuerpo
donde (en casos raros) haya tumores y esto sea apropiado; puede
ser antes o después de la quimioterapia o radioterapia, aunque con
posterioridad a dichos tratamientos es una cirugía mucho más
complicada y debe ser llevada a cabo por especialistas.
En radioterapia: La radioterapia mediante rayos X de alta energía
es efectiva en los seminoma, pero no en los no seminoma. Se
puede administrar para tratar seminoma de estadio 2, o como
terapia preventiva en el caso de cáncer en estadio 1, y así
minimizar la probabilidad de que aún existan tumores minúsculos
indetectables y que pudiesen extenderse. La extraordinaria
sensibilidad a la radioterapia de los seminoma hace que la tasa de
curación para los casos en estadio 1 sea superior al 95%. Incluso la
tasa de supervivencia no es significativamente menor para los
casos de estadio 2 con tumores pequeños (<2cm) tratados con
radioterapia. Las dosis de radiación usados para el tratamiento del
seminoma son relativamente pequeñas, y aunque los efectos
secundarios no son despreciables, no son tan importantes como los
producidos por la quimioterapia.
En quimioterapia: La quimioterapia es el tratamiento estándar, con
o sin radiación, cuando el cáncer se ha extendido a otras partes del
cuerpo (o sea, estadio 2 ó 3). En algunos sitios se ofrece como
opción para los seminoma en estadio 1 como terapia preventiva en
los casos de mayor riesgo. La introducción de la terapia
con cisplatino como agente antitumoral supuso una revolución
espectacular en la tasa de curación de este tipo de cáncer. Los
agentes primarios son el cisplatino, etóposido y bleomicina.
Los fármacos antitumorales causan efectos secundarios
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importantes, tanto agudos (vómitos, náuseas, caída del pelo,
cansancio, neutropenia, sépsis, azooespermia), como a largo plazo
(ototoxicidad, neuropatía periférica, tumores secundarios,
problemas cardiovasculares).
Aunque el éxito del tratamiento depende del estadio, la tasa media
de supervivencia (a cinco años) es de alrededor del 95%, y para los
casos de cánceres en estadio 1 (si son vigilados adecuadamente)
es de prácticamente el 100% de supervivencia. Por eso es de suma
importancia la acción inmediata cuando existe la posibilidad de
padecer cáncer de testículo.
¿Cómo se observa después del tratamiento?
Consiste en hacer un seguimiento, mediante las pruebas y
periodicidad apropiadas para el tipo de tumor, para vigilar que no
haya recurrencia, y que el paciente permanece libre de cáncer. De
forma que en caso de detectar una recaída, se pueda aplicar el
tratamiento adecuado en el momento en que es más efectivo.
En los pocos casos en los que los tratamientos de radioterapia y
quimioterapia estándar fallan, aún puede considerarse una
combinación de quimioterapia intensiva, cirugía e incluso
radioterapia, junto con un trasplante de médula.
La orquitectomía inguinal radical la realiza el urólogo; la radioterapia
la administra el radiólogo o el oncólogo de radiación; la
quimioterapia la lleva a cabo el oncólogo generalista; y la
observación la supervisa el oncólogo generalista.
Para cánceres de estadio 1 que no han tenido ninguna terapia
preventiva, la observación durante al menos 3 a 10 años es crucial
(análisis de sangre, TAC y radiografías) para evaluar si el cáncer se
ha extendido a otras partes del cuerpo (metástasis). Para otros
estadios y cuando se ha dado radioterapia o quimioterapia, la
vigilancia dependerá de las circunstancias, pero normalmente
debería realizarse durante un periodo de 5 años (con intensidad
decreciente). En el caso de los seminoma, hay que considerar algún
tipo de observación de por vida, pues se han dado algunos casos
raros con recurrencias decenas de años después, aunque tras cinco
años la tasa de recaída es de menos del 5% de los casos.
9
¿Se puede tener una vida normal después de padecer cáncer?
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Un hombre con un solo testículo puede tener una vida
perfectamente normal, ya que normalmente el otro testículo
suple todas las necesidades, y generalmente tendrá una
fertilidad adecuada. No obstante la producción hormonal debería
ser comprobada ante determinados síntomas fisiológicos o
psicológicos característicos de la andropausia, para suplementar
la testosterona en caso necesario.
La erección, eyaculación y libido no tienen porqué verse
afectadas.
Merece la pena medir los niveles hormonales (Testosterona,
FSH, LH) antes de la orquitectomía y la conservación de
muestras de semen en un banco de semen en el caso de
hombres jóvenes que tengan planeado tener descendencia, ya
que la fertilidad puede verse afectada de forma importante por
un posible tratamiento de quimioterapia.
Un hombre que pierde ambos testículos normalmente
necesita recibir tratamiento hormonal (en particular testosterona,
que es creada en los testículos), y es obviamente infértil, pero
puede llevar una vida perfectamente normal. Menos del 3% que
han tenido cáncer de testículo lo tendrán de nuevo en el otro
testículo.
Durante la orquitectomia es posible insertar una prótesis en el
lugar del testículo extirpado, de modo que la falta de éste sea
imperceptible. Es una decisión meramente estética que muchos
pacientes deciden no tomar por considerar la prótesis un objeto
extraño en su cuerpo.
No hay ninguna evidencia de que el cáncer de testículo sea
hereditario. Es más probable que se dé en hermanos que en
padre e hijo.
La vasectomía no provoca cáncer de testículo ni acelera el
crecimiento ni la diagnosis de tumores de testículo preexistentes.
Tampoco aumenta la incidencia de cáncer de testículo.
Las lesiones en los testículos no aumentan el riesgo de
desarrollar un cáncer. No obstante, pueden causar un bulto en el
testículo y en ocasiones enmascarar un tumor, por lo que debe
ser observado hasta que desaparezca.
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CONCLUSIÓN
Podemos decir, que al tener una detección oportuna, tiene buen
pronóstico de vida, y también que existe una tecnología muy
avanzada para poder detectar y combatir esta horrible
enfermedad. Esperando que los avances continúen, para así,
puedan acceder a la cura muchas personas más en el futuro.
BIBLIOGRAFIA
 http://conexioncancer.es/tipos-de-cancer/informaciongeneral-sobre-el-cancer-testicular/
 http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1ncer_de_test%C3%A
Dculo
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