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Capítulo 3
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EL MITO
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Cuenta un antiguo mito que Dédalo era un extraordinario inventor, arquitecto y
artesano. Conocía todos los secretos de la construcción de palacios, monumentos y
edificios ingeniosos. Había nacido en Atenas y, por esas cosas de la historia, tuvo que
escapar de su ciudad y llegó a la isla de Creta.
Por ese entonces, gobernaba Creta el rey Minos, un hombre poderoso que recibió
entusiasmado al arquitecto y le encargó muchas obras.
Más tarde Dédalo, formó una familia y tuvo un hijo, Ícaro, al que quería más que a
nadie en este mundo.
También cuenta la historia que, de pronto, apareció en la isla un terrible ser. Era un
hombre de fuerza extraordinaria, pero tenía cabeza de toro y se alimentaba con carne
humana. Todos empezaron a llamarlo “el Minotauro”. El rey Minos no quiso matar al
monstruo, sino que le encargó a Dédalo la construcción de un edificio. Allí lo
encerraría para que jamás pudiera escapar.
Ayudado por su hijo Ícaro, Dédalo imaginó y construyó un complicado laberinto. Era
un lugar enorme, lleno de pasadizos y callejones. Parecía no tener principio ni fin, y
solamente el arquitecto conocía el modo de salir de allí. Cuando estuvo terminado, el
rey mandó a poner un carnero en la entrada, como cebo para atrapar al Minotauro. El
truco dio efecto, el carnero entró en el laberinto y el monstruo se abalanzó detrás de
él, perdiéndose para siempre en el laberinto. A partir de ese momento, los habitantes
de Creta pudieron vivir tranquilos. Pero aquí no termina la historia.
Un tiempo después, mataron en Atenas a uno de los hijos del rey Minos. Enfurecido,
declaró la guerra a los atenienses. Les impuso un castigo terrible. Cada año, siete
muchachos y siete chicas atenienses debían entrar en el laberinto. El sacrificio
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terminaría solamente cuando alguno de ellos lograra encontrar la salida para
sobrevivir.
Cada año los atenienses enviaban más y más jóvenes a Creta, hasta que cierta vez
enviaron entre ellos a un muchacho llamado Teseo. Y, por esas vueltas de la vida, la
hija del rey Minos se enamoró de él. La muchacha le entregó un ovillo de hilo para que
pudiera encontrar el camino de regreso del laberinto, luego de matar al Minotauro y
le contó algunos secretos para salir de allí, que le había confesado Dédalo a la princesa.
Teseo logró cumplir su hazaña. Entró en el laberinto, mató al Minotauro y salió
victorioso. La maldición había terminado, pero esta historia no.
El rey Minos tenía varias razones para estar furioso, entre ellas, que los atenienses lo
habían puesto en ridículo. Entonces, su furia se dirigió contra Dédalo e Ícaro, que
habían ayudado en secreto al héroe Teseo y ordenó a sus soldados a encerrarlos en el
laberinto, pensando que nunca lograrían salir.
Pero Dédalo era muy inteligente y enseguida pensó en la manera de escapar. Hizo
unas alas con plumas y cera y tanto él como Ícaro se las pusieron en la espalda. Padre e
hijo empezaron a volar; pronto salieron de la isla y se encontraron en medio del mar.
Pero Ícaro no siguió el consejo de su padre: si volaba muy alto el sol podía derretir la
cera y las alas se caerían. Ícaro se elevó tanto que llegó cerca del sol. La cera se derritió
y enseguida cayó al agua. Por ese motivo, la zona del Mediterráneo donde se ahogó
Ícaro es conocida con el nombre de mar de Icaria.
1. Explicá en tu carpeta:
A) ¿Quién es Dédalo? ¿Por qué Minos acude a él?
B) ¿Cuál es la preocupación del rey Minos? ¿Por qué?
C) ¿Cuál es la idea que se le ocurre al rey para atrapar al Minotauro?
D) ¿Por qué Creta y Atenas entran en guerra?
E) ¿Qué castigo les impone Minos a los atenienses?
F) ¿Cómo finaliza el castigo impuesto?
G) ¿Por qué Minos se enfurece contra Dédalo e Ícaro?
H) ¿Cómo logran escapar Dédalo e Ícaro?
I) ¿Qué le sucede a Ícaro? ¿Por qué?
J) ¿Cómo describirías a Ícaro?
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2. Colocá “V” si es verdadera y “F” si son falsas las siguientes
afirmaciones. Justifica tu respuesta.
Minos era un extraordinario arquitecto.
Ícaro era hijo de Minos.
Teseo fue derrotado por el Minotauro.
Minos castiga a los atenienses porque perdió a uno de sus
hijos.
El rey Minos le encargó a Dédalo la construcción de un castillo
para su hija.
Ícaro ayuda a su padre a encerrar al Minotauro.
Los mitos son narraciones que los pueblos primitivos, como
los griegos, romanos, egipcios, mayas, aztecas, entre otros,
crearon para explicar el origen de su cultura y del mundo
que los rodeaba. Con estas historias, los pueblos antiguos
intentaban
explicar aquellos acontecimientos que los
maravillaban. Si bien hoy se cuenta con explicaciones científicas
de muchos de ellos, la lectura de los mitos perdura, porque su
belleza y creatividad siguen asombrando.
Los relatos míticos son anónimos; se trata de creaciones colectivas
que fueron transmitiéndose de manera oral de una generación a
otra. Por este motivo, se puede acceder a diversas versiones de
un mito, ya que una misma historia puede encontrarse con
pequeñas variaciones.
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Los personajes de los mitos pueden ser:
Dioses
Héroes
Monstruos
Son seres inmortales con poderes
extraordinarios. Influyen ene l
destino del hombre y sufren las
mismas pasiones que ellos (se
enfurecen, se enamoran, etc.).
Son hombres o semidioses (hijo
de un dios y de un mortal) con
características admirables, como
la valentía, y viven grandes
aventuras. Carecen del poder
de los dioses, pero reciben su
ayuda.
Son seres fantásticos. Algunos
combinan rasgos humanos con
características animales, como el
Minotauro (mitad hombre, mitad
toro) o la Esfinge (mitad mujer,
mitad león).
3. ¿Qué criatura fabulosa aparece en el mito leído? ¿Cómo la
describirían?
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TALLER DE ESCRITURA COMPARTIDA
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