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lo natural Olvídate de ellos ¿problemas de circulación? Los meses de calor se convierten en un verdadero suplicio para las personas que sufren problemas de circulación. Sigue nuestros consejos y podrás prevenirlos. E l aparato circulatorio se encarga de llevar la sangre desde el corazón a las distintas partes del organismo, así como, del retorno de la misma nuevamente hasta el corazón. Esto permite el transporte, intercambio y eliminación de las sustancias entre los distintos medios. Para llevar a cabo esta función, el aparato circulatorio dispone de un sistema de conductos cerrados, los vasos sanguíneos. Las arterias son los vasos por los que circula la sangre desde el corazón a los tejidos y las venas son las encargadas de conducirla nuevamente al corazón. Los trastornos de la circulación venosa ocasionan dos problemas muy frecuentes: las varices y las hemorroides. Las molestias más frecuentes de las varices son pesadez y cansancio en las piernas, calambres, sensación de calor, picor, hinchazón de piernas y tobillos que empeora a lo largo del día, sobre todo en los más calurosos y mejora al elevar las extremidades inferiores. En las hemorroides las principales molestias son el dolor, la hemorragia y el prolapso. Factores predisponentes Además de una predisposición hereditaria, son múltiples los factores que pueden acelerar o agravar los problemas circulatorios venosos (varices, piernas cansadas, hemorroides...), algunos de ellos son el trabajo sedentario o aquellas profesiones que obligan a estar mucho rato de pie, el exceso de peso o el estreñimiento. Grosellero negro. Castaño de Indias. Ginkgo Biloba. ? Plantas medicinales ón para mejorar tu circulaci l Rusco (Ruscus aculeatus L.). La raíz y el rizoma del rusco contienen abundantes saponinas de acción vasoconstrictora y antiinflamatoria. El rusco ayuda a mejorar la circulación venosa y fortalece la pared de los capilares. (Cupressus sempervirens L). Es otra de las plantas que se utilizan en caso de trastornos en la circulación venosa, ya que contiene principios activos que aumentan la resistencia de las paredes venosas. l Ciprés negro (Ribes nigrum L.). Las grosellas negras contienen sustancias activas que ejercen un efecto antioxidante y protector sobre la circulación. l Grosellero (Hamamelis virginiana L.). Las hojas y la corteza de este árbol contienen flavonoides y distintos tipos de taninos, principios activos muy interesantes en el tratamiento de distintos trastornos circulatorios (piernas cansadas, hemorroides, varices o fragilidad capilar). l Hamamelis roja (Vitis vinifera L.). Gracias a los principios activos que posee actúa favorablemente sobre la permeabilidad y resistencia de los capilares. Además, ejerce una importante acción antioxidante. l Vid de Indias (Aesculus hippocastanum L). Debido a su contenido en saponinas, cumarinas y taninos, el castaño de Indias ejerce un efecto favorable sobre los problemas circulatorios, en particular en el caso de varices y hemorroides. l Castaño biloba (Ginkgo biloba L.). La acción conjunta de todos sus componentes ejerce un efecto beneficioso sobre la circulación arterial, venosa y capilar. Gracias a su acción neuroprotectora, se recomienda su utilización en caso de alteraciones de la función cerebral debidas a falta de riego sanguíneo. Además, por su acción antioxidante, protege a las neuronas de los daños causados por los radicales libres. l Ginkgo blanco (Crataegus oxyacantha L.). Sus flores y hojas son muy utilizadas para mejorar los trastornos cardiocirculatorios. Gracias a sus propiedades antioxidantes, neutraliza los radicales libres que pueden dañar las células del organismo y alterar su funcionamiento. l Espino lo natural También puede influir el uso de prendas de vestir muy ajustadas, tacones demasiado altos o muy bajos, la falta de ejercicio, el abuso de tabaco y de alcohol, los cambios hormonales y el embarazo en la mujer, el calor directo en las piernas o, incluso, algunos medicamentos. En el caso de las hemorroides, el estreñimiento o la diarrea (por la irritación que produce) pueden favorecer su desarrollo o progresión, además de otros factores, como practicar ciertos deportes (ciclismo, equitación) o abusar de comidas picantes. En otras ocasiones, son los trastornos circulatorios arteriales los responsables de la aparición de manifestaciones debidas a una mala circulación y oxigenación cerebral. Por ejemplo, en las personas mayores suelen manifestarse con pérdida de memoria y atención, menor fluidez mental, sensación de mareo, etcétera. Ten en cuenta estos consejos para prevenir o mejorar las molestias derivadas de los problemas circulatorios. Si sufres trastornos circulatorios venosos l Mantén una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras frescas, legumbres y cereales integrales que, debido a su contenido en fibra, ayudan a favorecer el tránsito intestinal. Las frutas y verduras frescas tienen flavonoides, componentes con acción vasoprotectora. Además, evita el exceso de sal, de alimentos y especias picantes y de alcohol. l Practica ejercicio físico regularmente: camina, nada, monta en bicicleta, haz ejercicios con los pies: camina de puntillas y con los talones, haz movimientos circulares con los tobillos, mueve los dedos de los pies... l Evita permanecer mucho rato de pie o en la misma postura. Además, trata de no mantener las piernas cruzadas durante mucho tiempo. l Toma duchas de agua templada y termínalas con un chorro de agua fría en las piernas, de abajo a arriba. l Masajéate las piernas con cremas específicas, siempre de abajo a arriba. l Utiliza ropa y calzado cómodos. l Evita la exposición excesiva al sol y a las altas temperaturas u a otras fuentes de calor (saunas, baños calientes, estufas, ceras depilatorias calientes, etcétera). l Evita el consumo de alcohol y de tabaco. l La utilización de algunas plantas medicinales puede servirte de apoyo a las medidas anteriores. El rusco, el castaño de indias, el hamamelis, el ciprés o la vid roja son algunas de estas plantas que se pueden consumir o utilizar en forma de cremas o gel para dar masajes. Si tu problema son los trastornos circulatorios arteriales l Evita las grasas saturadas y consume alimentos con nutrientes beneficiosos para el cerebro (pescados azules, frutos secos, aceite de oliva, cereales integrales, legumbres, frutas y verduras, germen de trigo...). l Practica gimnasia mental para activar las funciones y capacidades del cerebro (juegos de mesa, lectura...) l Duerme lo necesario. l Evita el consumo de alcohol y de tabaco. l Toma plantas como el ginkgo y el espino blanco, que ayudan a activar la circulación cerebral. k Departamento Médico de Soria Natural Espino blanco. Bibliografía: l Principios de Anatomía y Fisiología. Tortora. Grabowski. Ediciones Mosby / Doyma Libros, S.A. Madrid 1996. l Medicina Interna. Farreras Rozman.Volúmenes I y II. Ediciones Harcourt. Decimocuarta edición. l Fitoterapia. Vademécum de Prescripción. B. Vana- clocha y S. Cañigueral. l Fitoterapia aplicada. J.B. Peris, G. Stübing y B. Vanaclocha. l Catálogo de Plantas Medicinales. Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. 2003. l Enciclopedia de los alimentos y su poder curativo. Biblioteca Educación y Salud. Tomo II.