Download 228 229 médula espinal en desarrollo: en la notocorda, una

Document related concepts

Circuito neuronal wikipedia , lookup

Tubo neural wikipedia , lookup

Célula de Renshaw wikipedia , lookup

Célula de Betz wikipedia , lookup

Neurona eferente wikipedia , lookup

Transcript
228
PSICOLOGÍA BIOLÓGICA
• Figura 7.11
La inducción de motoneuronas espinales.
Normalmente, las motoneuronas espinales se
agrupan en la región ventral de cada lado. La
notocorda (círculo verde del fondo) está justo
debajo de la médula espinal y segrega una
proteína llamada «sonic hedgehog». La
concentración de esta proteína en la médula
espinal ventral induce a estas células a
desarrollarse como motoneuronas (dorado). Otra
proteína (azul) se manifiesta sólo en la médula
espinal dorsal.
(Cortesía de Thomas Jessell.)
médula espinal en desarrollo: en la notocorda,
una estructura en forma de bastón que se forma
a lo largo del plano de simetría bilateral (véase
la figura 7.2a). Si introducimos una longitud
adicional de notocorda encima de la médula
espinal, las células empezarán a diferenciarse
en motoneuronas en cada lado de la médula
espinal, cerca de la porción extra de notocorda
(Roelink y otros, 1994). La notocorda libera un
mensajero proteínico (que ha sido identificado
y denominado festivamente «sonic hedgehog»
[erizo sónico]) que se propaga por la médula
espinal y ordena que algunas células (pero no
todas) se transformen en motoneuronas (véase
la figura 7.11).
La influencia de un conjunto de células en
el destino de las células vecinas se llama inducción; la notocorda induce a algunas células de
la médula espinal a diferenciarse en motoneuronas. Este tipo de inducción se ha puesto muchas veces de manifiesto en el cuerpo de los
vertebrados en desarrollo y, más recientemente, en el cerebro. Otro modo de describir la
situación es que hay una frecuente interacción
célula-célula, de modo que cada una sigue indicaciones de sus vecinas. En las actuales circunstancias, la idea de células que se influyen
recíprocamente con respecto a su diferenciación puede hacer que la cuestión global parezca
muy compleja.
No obstante, una consecuencia de este
sistema es que las células se diferencian en el
tipo de neurona apropiado para esa región
cerebral; así, la interacción célula-célula coordina el desarrollo, dirigiendo la diferenciación para proporcionar el tipo correcto de
neurona para cada parte del cerebro. Otra consecuencia de que el desarrollo dependa de
interacciones célula-célula como la inducción es que, si unas cuantas células resultan
dañadas o muertas, otras «responderán a la
llamada» de los factores inductores y reemplazarán a las células perdidas.
Este fenómeno puede observarse en cualquier embrión de vertebrado, y en muchos de
invertebrados, de los que se han suprimido
algunas células. Por ejemplo, si en una fase lo
bastante temprana se han quitado células del
brote de un miembro en desarrollo en un embrión de pollo, otras células echarán una mano
y, para cuando el pollo salga del cascarón, el
miembro tendrá un aspecto normal, no le faltará ninguna parte. Los embriólogos denominan regulación a estas respuestas adaptativas
a lesiones tempranas: el animal en desarrollo
compensa las células perdidas o dañadas. Dado
que en C. elegans el destino de la célula está
tan estrechamente acoplado con el linaje mitótico, este organismo presenta poca o ninguna regulación. Si se mata una célula de
C. elegans (mediante un rayo láser a través
del microscopio), no habrá otras que ocupen
su lugar: el animal deberá prescindir de esta
célula.
DESARROLLO DEL CEREBRO Y LA CONDUCTA A LO LARGO DE LA VIDA
a)
b)
229
Cono del crecimiento
Lamelipodio
Filopodios
Células
diana
• Figura 7.12
c)
Se forman conos de crecimiento en el extremo de axones y
dendritas en crecimiento. a) Las extensiones finas y
filiformes aquí mostradas son filopodios, que encuentran
superficies adhesivas y tiran del cono del crecimiento, y
por tanto del axón en crecimiento, hacia la derecha.
b) Las células diana liberan una sustancia química que
crea un gradiente (puntos) a su alrededor. Los conos de
crecimiento se orientan hacia el gradiente y avanzan
hacia las células. c) Las extensiones aquí visibles están
creciendo desde un ganglio sensorial (izquierda) hacia su
tejido diana normal.
(Parte a, cortesía de Paul Bridgman; b, según
Tessier-Lavigne y otros, 1988; b y c, cortesía de Marc
Tessier-Lavigne.)
LOS AXONES Y LAS DENDRITAS DE LAS NEURONAS
JÓVENES CRECEN EXTENSAMENTE Y FORMAN
SINAPSIS
Los mayores cambios producidos en las células cerebrales tienen lugar en fases tempranas
de la vida en las ramificaciones y las conexiones entre neuronas. Hay enormes aumentos en
la longitud de las dendritas que parecen implicar a procesos semejantes a los involucrados en
el crecimiento de los axones. Colectivamente
se conoce a estos procesos como sinaptogénesis. En los extremos de los axones y las
dendritas hay conos de crecimiento, extremos
hinchados desde los cuales surgen las prolongaciones (véase la figura 7.12a). Las excrecencias muy finas, llamadas filopodios, tienen forma de púa, mientras que las de forma de lámina
se llaman lamelipodios. Parece que tanto los
filopodios como los lamelipodios se adhieren
al entorno extracelular y a continuación se con-
traen para tirar del cono de crecimiento (dejando tras él el axón o la dendrita en desarrollo) en
una dirección concreta. El hecho de que se
hayan encontrado conos de crecimiento de dendritas en animales adultos sugiere que las
dendritas siguen alargándose y cambiando durante toda la vida en respuesta a demandas
funcionales.
¿Qué guía a los axones por los caminos que
toman? Una idea antigua es la de que los axones son guiados por sustancias químicas liberadas o secretadas por las células nerviosas diana
u otros tejidos, como los musculares (C. S.
Goodman, 1996; Tessier-Lavigne y Placzek,
1991). El cono de crecimiento del axón responde al gradiente de concentración de esta sustancia química que proporciona orientación direccional. Este enfoque, denominado formalmente
guía quimiotrópica de los axones, está ilustrado en la figura 7.12b y c, que muestra la capacidad de una sustancia para atraer a las neuronas