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UNIVERSIDAD JOSE CARLOS MARIATEGUI
II. LA EDAD CONTEMPORÁNEA
LECCION Nº 5 : LA REVOLUCIÓN FRANCESA
OBJETIVOS:
☺ Señalar las causas y consecuencias de la revolución francesa, reflexionando sobre sus
consecuencias para la civilización universal.
☺ Valorar y reflexionar sobre la declaración Universal de los Derechos del hombre y del
ciudadano, como declaración y reconocimiento de derechos fundamentales del hombre.
LA REVOLUCIÓN FRANCESA
La Revolución francesa de 1798 fue el punto de partida de la caída del Antiguo Régimen
y de la serie de movimientos revolucionarios sucedidos entre 1770 y 1850: la
independencia de Estados Unidos, la insurrección de las colonias españolas y las
revoluciones europeas del siglo XX. En Francia, la inestabilidad del nuevo sistema
propició el golpe de Estado de Napoleón Bonaparte, cuya obra perecedera fue,
paradójicamente, la difusión de los principios de la Revolución.
El despegue de la revolución industrial se produjo en Gran Bretaña, la potencia
mejor situada para sacar partido al desarrollo de la industria y el comercio. La participación política
de la clase obrera a través de los sindicatos tuvo como resultado la aparición de la ideología liberal
y la implantación del sistema parlamentario. Hacia 1873 se inició la expansión imperialista que,
justificada como acción humanitaria, respondió en la práctica a los intereses europeos. A principios
del siglo XX, la rivalidad entre Inglaterra y Alemania desencadenó el estallido de la primera guerra
mundial, pero las heridas abiertas en aquel conflicto y los asuntos pendientes desembocaron en la
segunda conflagración mundial. La guerra fría posterior se mantuvo hasta casi final de siglo,
cuando la caída de los gobiernos comunistas dio paso a un nuevo orden mundial: el de la
globalización.
Crisis Económica y Convocatoria de Estados Generales
A pesar de su condición de primera potencia europea, Francia vivía en la segunda mitad del siglo
XVIII una situación política extremadamente crítica. Por una parte, la organización estamental de
la sociedad perjudicaba seriamente al tercer estado, que conformaba el 90 por ciento de la
población y en el que se situaba una burguesía enriquecida, impregnada de las ideologías
liberales de la Ilustración; por otra, la economía se había resentido notablemente, a causa de la
cara política belicista del rey y de la crisis de subsistencia provocada por el aumento demográfico
y las malas cosechas.
El 9 de julio de 1789 proclamó la Asamblea Nacional Constituyente La proclamación de la
Asamblea Nacional Constituyente había puesto en marcha el proceso revolucionario.
A partir de ese momento los hechos se sucedieron con una gran rapidez: el 14 de julio las masas
populares de París, alertadas tanto por los políticos como por la carestía, se amotinaron y tomaron
la Bastilla. El levantamiento popular sirvió para sellar de manera definitiva la alianza entre la
burguesía y las clases populares.
Estallido de la Revolución.
La insurrección alcanzó altas cotas de radicalidad en el campo, lo que alarmó a los miembros de la
asamblea, que decretaron la creación de una guardia nacional para mantener el orden público.
El 26 de agosto de 1789 la Asamblea promulgó la Declaración de derechos del
hombre y del ciudadano, en la que se reconocía el fin de todo privilegio de sangre y
se defendían los principios de libertad, propiedad e igualdad entre todos los
hombres.
La labor de la Asamblea Constituyente culminó con la proclamación de la
Constitución de 1791, en la que se estableció la división de poderes.
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A. LA REPÚBLICA Y EL TERROR
Un nuevo grupo político, los jacobinos, compuesto por los elementos más radicales de la
burguesía y apoyados por los sansculottes, se instaló en el panorama revolucionario francés. El 10
de agosto de 1792 las masas populares de París asaltaron el palacio real, prendieron a la familia
real y proclamaron la República. El gobierno jacobino, en su empresa de mantener los principios
revolucionarios, llevó a cabo una política de dura represión (el Terror).
a. Proclamación de la República:
Con la aprobación de la Constitución, la Asamblea dio por cumplidos sus objetivos y se
disolvió para dar paso a una nueva Asamblea legislativa. La formación de ésta sirvió
para delimitar los respectivos terrenos políticos. Los revolucionarios debían
enfrentarse, por una parte, al monarca, que no se identificaba en absoluto con la
revolución y que buscaba la forma de huir de Francia en busca de aliados y, por
otra, a los republicanos, a quienes la Constitución parecía demasiado moderada y que, de
acuerdo con las clases populares parisienses (sansculottes), cuestionaban el papel de la monarquía.
Tras la detención de la familia real en Varennes, cuando partía hacia el exilio, la situación
política se radicalizó, si cabe, aún más. Las movilizaciones populares obligaron a disolver la
Asamblea legislativa y a elegir, esta vez por sufragio universal, una nueva cámara: la
Convención Nacional (1792), dominada primero por los girondinos, que representaban los
planteamientos más conservadores, y luego por los jacobinos, republicanos apoyados por los
sansculottes, que representaban una facción más radical del pensamiento revolucionario. A
partir de ese momento, la Revolución extremó sus posturas: el Estado se declaró laico, se
implantó una nueva ley de divorcio y se confiscaron los bienes de los nobles emigrados. En
este nuevo contexto político, Francia se constituyó en República en septiembre de 1792 y en
enero de 1793 Luis XVI, acusado de conspirar contra la libertad y la seguridad de la patria, fue
condenado a muerte y ejecutado.
b. El Terror
La abolición de la monarquía supuso una baza a favor de los jacobinos, pero sus posiciones
quedaron afianzadas de forma definitiva cuando, en junio de 1793, una vez sofocada la
insurrección campesina de la Vendée a favor del rey, la Convención Nacional decretó el
arresto de veintinueve representantes girondinos, entre los que se encontraban sus jefes más
destacados.
Robespierre se convirtió en el dueño de la nueva situación política. Con el apoyo
incondicional de los sans-culottes, impulsó la promulgación de una nueva Constitución, dirigió una política de contención de precios y salarios, redujo a los
insurrectos monárquicos de la Vendée y, a través de la labor del Comité de Salvación
Pública, impuso el mantenimiento de los principios revolucionarios. Desde esta nueva
situación, la ley de sospechosos y el tribunal revolucionario actuaron de manera
implacable y enviaron a la guillotina a miles de personas que eran consideradas
enemigas de la República y de la Revolución.
La
ejecución de la reina María Antonieta (16 de octubre de 1793) fijó el inicio del período
conocido como el Terror, en el transcurso del cual se llevaron a cabo en París más de 40.000
ejecuciones. Sin embargo, las tensiones internas y la dureza de algunas medidas (como la
movilización de todos los hombres de 18 a 25 años) debilitaron muy pronto el poder de los
jacobinos. La oposición surgió en el seno de la misma Convención y el 26-27 de julio de 1794
(8-9 ter-midor, según el nuevo calendario republicano), Robespierre fue detenido; poco
después, moría guillotinado junto a otros jefes jacobinos como Georges Couthon y Louis
Antoine Saint-Just.
B. EL DIRECTORIO Y LA OPOSICIÓN EXTERIOR
Tras la ejecución de Robespierre el gobierno revolucionario adoptó una posición más moderada
bajo el Directorio. No obstante, la inestabilidad del nuevo sistema propició el golpe de estado
llevado a cabo por Napoleón Bonaparte, cuya figura acapararía el protagonismo del panorama
europeo durante los primeros años del siglo XIX.
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a. El Directorio:
El nuevo orden se planteó la vuelta de la Revolución hacia posturas más moderadas. Para
ello, se promulgó una nueva Constitución (1797) y se establecieron dos consejos legislativos:
el de los Quinientos y el de los Ancianos; este último elegía, de una lista de cincuenta nombres
propuesta por los Quinientos, los cinco miembros que componían el Directorio o consejo
ejecutivo del Estado. Durante el gobierno del Directorio hubo una sucesión de golpes de
estado tanto de carácter monárquico como revolucionario. Esta inestabilidad política dio pie a
que un joven militar. Napoleón Bonaparte (1769-1821), aprovechara el prestigio conseguido en
las campañas de Italia y de Egipto para conseguir el apoyo necesario de algunos miembros
del Directorio y llevar a cabo el golpe de estado del 9 de noviembre de 1799 (18 de brumario).
Con él se iniciaba en Francia una nueva etapa política que recibió el nombre de Consulado.
b. La Oposición Exterior:
De forma simultánea a los acontecimientos de la Revolución, se había desarrollado la guerra
exterior contra las monarquías europeas. A la vista de los acontecimientos que se producían
en Francia, Austria y Prusia celebra- ron la conferencia de Pillnitz (1791) con el fin de
establecer las bases de una futura alianza que les permitiera intervenir en el proceso
revolucionario. Sin embargo, los franceses tomaron la iniciativa y, en abril de 1792, ante la presunta intervención armada de ambas potencias contra la Francia revolucionaria, el gobierno de
los girondinos, con el beneplácito de Luis XVI, declaró formalmente la guerra a las potencias
aliadas.
En septiembre de 1792, a pesar de las victorias iniciales del ejército aliado (toma de Verdún),
las tropas francesas obtuvieron su primera gran victoria en Valmy, al obligar a los ejércitos
coligados a retirarse hasta Bruselas.
Dos meses después, la Convención Nacional declaró la guerra a Gran Bretaña y, como
respuesta, el primer ministro británico William Pitt (1759-1806) concertó la alianza militar con
Austria, Prusia, los Países Bajos, Rusia y España. Pese a la contundencia de las fuerzas
aliadas, el ejército francés, entonces reorganizado por Robespierre, consiguió vencer a los
británicos en Hondschoote y a los austríacos en Wattignies, expulsar a los británicos de Tolón
(1793) y anexionarse Bélgica (1795).Tras la firma de la paz de Basilea (1795), España y
Prusia se desentendieron del conflicto. No obstante, la guerra continuó en Italia, donde la
campaña emprendida por Napoleón Bonaparte obligó a los austríacos a firmar el armisticio.
Con ello, Gran Bretaña continuaba su lucha en solitario contra la Francia revolucionaria.
C. EL IMPERIO NAPOLEÓNICO (1799-1814)
Aquello que realmente perduró de la obra napoleónica no fue la unificación política y
administrativa de Europa, intento corto e inacabado, sino la difusión de los principios de la
Revolución francesa. El genio militar de Napoleón y un inteligente sistema de alianzas
estuvieron al frente de tamaña empresa.
a. Napoleón Bonaparte
Prestigiado por sus victorias en el país transalpino y en Egipto, Napoleón
aprovechó la situación de inestabilidad política del Directorio para dar un golpe
de estado el 18 de brumario, erigiéndose así cónsul y reservándose los
poderes ejecutivo, legislativo y militar.
De la política napoleónica cabe destacar la reinstauración del catolicismo como
religión oficial del Estado (aunque mediatizada por un catecismo político); el
nuevo sistema de aduanas y las importantes iniciativas que beneficiaron a la industria y a la
agricultura; la consolidación de la propiedad privada; y la creación de una nueva aristocracia,
formada por militares, clérigos y funcionarios, que habían accedido a ella a través de un
sistema de méritos personales. El hecho de que esta aristocracia no estuviera exenta de
impuestos permitía que se mantuviese la principal conquista de la Revolución: la igualdad civil
de todos los ciudadanos ante la ley y el mantenimiento, por tanto, de una sociedad sin
estamentos.
b. Expansión del Imperio Napoleónico
Con el fin de afianzar su posición en Europa, Napoleón puso en práctica una vasta red de
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alianzas políticas y diplomáticas que, junto a las victoriosas campañas militares, consiguió
fortalecer y expandir el nuevo imperio. Los estados conquistados quedaban vinculados al
imperio mediante la entronización en ellos de una serie de dinastías familiares que articulaban
un complejo sistema federal regido desde París. La voluntad de Napoleón era crear una
Europa homogeneizada por los principios de la Revolución.
No obstante, la ambiciosa empresa de invadir Inglaterra, la gran amenaza de Francia, quedó
frustrada por la derrota de la alianza hispano-francesa en Trafalgar (1805). Napoleón quiso
resarcirse de ello mediante el bloqueo continental (1806), que prohibía a los estados
cXonquistados el comercio con el país británico, con el doble objetivo de debilitar su economía
y sustituir sus mercancías por las francesas. La victoria de Austerlitz (1805) sobre Austria y
Rusia y la alianza de Austria a través del matrimonio del emperador y María Luisa de
Habsburgo (1810) contribuyeron a la consolidación imperial, a pesar del fracaso de otras
tentativas como la ocupación de España. Ante la suspensión del bloqueo continental por el zar
de Rusia, Napoleón decidió invadir aquel país. Sin embargo, pese a la triunfal campaña de
Moscú (1812), las dificultades de aprovisionamiento, un frío intenso y un ejército menguado
por la presencia de tropas en España acabaron con una penosa retirada. Austria rompió su
alianza y, junto a Rusia y Prusia, derrotó a Napoleón en Leipzig (1813). Napoleón tuvo que
abdicar en Luis XVIII.
c. Los Cien Dias:
Napoleón se había comprometido por el tratado de Fontainebleau, a abdicar y retirarse de la
isla de Elba, sin embargo, se le seguía reconociendo el título de emperador y contaba con la
fidelidad de un amplio sector de la opinión pública francesa, que lo identificaba con la época
más próspera del país. No le resultó difícil, por tanto, llegar hasta París y recuperar el poder
durante poco más de cien días.
En respuesta, los ejércitos aliados se reorganizaron de inmediato y derrotaron definitivamente
a Napoleón en Waterloo. Seis años más tarde, Napoleón moría en su exilio de Santa Elena.
D. RESTAURACIÓN Y CONTRARREVOLUCIÓN (1814-1815):
Los representantes de las potencias europeas se reunieron en Viena con el fin de reorganizar el
mapa de Europa y restablecer de este modo el antiguo equilibrio político europeo. El objetivo era
evitar cualquier tipo de hegemonía política o territorial como la que había ostentado Francia y
enterrar definitivamente los principios revolucionarios de 1789.
AUTOEVALUACIÓN Nº 05
RESPONDE BREVEMENTE
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1.
¿Señala las causas de la revolución francesa?
2.
¿Menciona la importancia de la declaración de los derechos
del hombre y del ciudadano?
3.
¿A qué se llamó el periodo del terror en Francia?
4.
¿Porqué Napoleón dio el golpe de estado en 1799?
5.
¿Cuáles fueron los aportes del gobierno de Napoleón?
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